La prevención de la violencia: Evaluación de los resultados de programas de educación para padres Resumen El maltrato infantil y los programas de educación para padres El maltrato infantil es perjudicial para el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de los niños. Sus consecuencias pueden persistir más tarde en la vida. Los programas de educación para padres han demostrado ser eficaces en la prevención del maltrato infantil, así como en la mejora de otras áreas de la vida del niño. La evaluación de resultados de los programas de educación para padres Desafortunadamente, muchos de estos programas no han sido evaluados para determinar si funcionan o no. Esto puede ser un problema, ya que un programa puede ser ineficaz o perjudicial sin siquiera saberlo el personal que dirige el programa, lo cual significa que se desperdician los escasos recursos con los que cuenta. Además, la falta de evaluación de resultados significa que no son identificados los programas efectivos que podrían ser ampliados para beneficiar a un mayor número de padres e hijos. Hay varias razones por las que los diseñadores y administradores de programas pueden evitar la evaluación de resultados: • Hay quien cree que se pueden sacar conclusiones acerca de la efectividad de un programa basándose en información proveniente de los padres, comparaciones con programas anteriores o la intuición. La investigación nos dice que confiar en este tipo de información no es suficiente y puede ser engañosa. • Se considera a menudo que la evaluación de resultados toma demasiado tiempo y es costosa. Sin embargo, solo la evaluación de resultados puede decir si un programa funciona o si es perjudicial. Los programas que no son evaluados pueden llevar a la pérdida de recursos e impe- dir que los padres reciban programas que funcionan. Para aprovechar al máximo los recursos disponibles, los programas deben ser evaluados en sus comienzos y así comprobar su eficacia. • El personal a cargo del programa a menudo teme que si una evaluación de los resultados de su programa muestra poco beneficio, puede tener consecuencias negativas para el futuro del mismo. Sin embargo, a pesar de que una evaluación de resultados puede revelar que algunos aspectos del programa no están funcionando como estaba previsto, ofrece la oportunidad de mejorarlo. Asimismo, el publicar los resultados de las evaluaciones – ya sean positivos o negativos – puede beneficiar a los programas para padres al identificar lo que funciona y lo que no funciona en ese modelo de programa. Actividades previas a la evaluación Todos los programas se basan en un conjunto de suposiciones y expectativas sobre cómo el programa debe ser diseñado y puesto en práctica para lograr sus objetivos. Esto se conoce como la teoría del programa. Antes de realizarse una evaluación de los resultados, es necesario evaluar la teoría del programa para determinar si es o no posible que el mismo logre sus objetivos. Si no es plausible, el programa no será eficaz en el logro de sus objetivos, independientemente de lo bien que se imparta. Otras actividades que deben llevarse a cabo antes de realizar una evaluación de resultados incluyen determinar si: • el programa se está impartiendo de la forma prevista; • el programa permite recoger, gestionar y analizar información fiable; y • existen los recursos necesarios para llevar a cabo una evaluación. La versión completa de este documento está disponible en www.who.int/violence_injury_prevention/publications/violence/parenting_evaluations/ Pruebas para la evaluación de resultados Las diversas formas de evaluar los resultados pueden ordenarse de acuerdo a la magnitud de lo que estos evidencian, para así poder calcular qué relación existe entre el programa y el resultado (es decir, si los cambios de actitud de los padres en la crianza se deben al programa o si no están relacionados) Los diversos tipos de evaluación de los resultados, de mayor a menor magnitud son: • Pruebas aleatorias controladas (modelos verdaderamente experimentales) • Pruebas cuasi-experimentales • Pruebas para un solo grupo; y • Pruebas no experimentales Pruebas aleatorias controladas Las pruebas aleatorias controladas permiten sacar las conclusiones más sólidas posibles sobre la relación causal. Para llevarlas a cabo, las personas en la población objetivo son designadas al azar ya sea en el grupo de intervención (los padres que participarán en el programa), o en el grupo de comparación (los padres que no participarán en el programa). Este proceso se conoce como asignación aleatoria. Si el número de personas en la evaluación de resultados es lo suficientemente numeroso, la asignación aleatoria asegura que el promedio de los grupos de intervención y de comparación sea equivalente. Tener un grupo de comparación que es igual al grupo de intervención, descontando, por supuesto, que el grupo de comparación no toma parte en el programa, hace que sea posible ver si en realidad lo que produjo una diferencia fue el programa o algún otro factor. Este tipo de evaluación de los resultados no puede ser siempre factible. Si otro tipo de evaluación de resultados es más apropiado, es importante tener en cuenta que posiblemente no pueda detectar si fue el programa lo que causó las diferencias en los comportamientos y por tanto si el programa es eficaz o no. Pruebas cuasi-experimentales Los cuasi-experimentos son similares a las pruebas controladas, excepto que no implican la distribución de gente al azar en los grupos de comparación o intervención. En cambio, el grupo de comparación y el grupo de intervención se hacen tan parecidos como sea posible, haciendo que correspondan en las características pertinentes o mediante técnicas estadísticas o “controles” en el análisis de la infor- mación recopilada. Un ejemplo de una evaluación cuasi-experimental es el método “pre- y post-test con grupo de comparación”. El único problema es que no se puede estar seguro de que los grupos en los estudios cuasi-experimentales sean iguales – no es posible igualar o controlar estadísticamente cada característica que puede ser relevante. Pruebas de grupo único Las pruebas de grupo único no tienen un grupo de comparación, lo que los hace menos capaces de proporcionar evidencia de una relación causal. Pruebas no experimentales Si por alguna razón no es posible utilizar un método experimental de evaluación, un programa puede beneficiarse de una alternativa no experimental, tal como la evaluación basada en la teoría o en estudios de casos reales. Aunque estos métodos de evaluación no pueden determinar si un programa es eficaz en el logro de sus objetivos o no, pueden proporcionar información útil sobre el programa. Conclusión Para prevenir el maltrato infantil y otros resultados negativos, los programas de educación para padres deben ser rigurosamente diseñados y evaluados. Los resultados de estas evaluaciones son fundamentales para garantizar que los padres reciban programas efectivos que no son perjudiciales, marcan una diferencia positiva, y utilizan los recursos de la mejor manera posible.