LA BIBLIA Y SU INSPIRACION Este es último tema sobre la Biblia

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LA BIBLIA Y SU INSPIRACION
Este es último tema sobre la Biblia, en los dos primeros domingos analizamos el
concepto de la palabra Biblia y su origen, luego, el concepto de la revelación. Este
día hablaremos de otro concepto relacionado con la revelación. En la revelación
dijimos que Dios se dio a conocer, nos quitó el velo para que conozcamos su
voluntad, su salvación. La Biblia tuvo su proceso de creación, los libros de la Biblia
se escribieron en un período de 1500 años en distintos países, culturas, momentos
históricos, con autores de diferentes culturas, niveles educativos, idiomas y
periodos históricos muy diversos. Pero el milagro de la Biblia está en que todos los
autores de los libros de los textos bíblicos fueron inspirados por Dios, pero ¿Qué es
la inspiración? Para empezar tenemos que hacer una diferencia entre revelación e
inspiración para entender la inspiración.
Distinción entre revelación e inspiración
Revelación e inspiración son dos conceptos que se relacionan muy estrechamente.
La revelación es la actividad por la cual Dios se da a conocer y declara su propósito
al ser humano. Es origen de la verdad recibida. La inspiración tiene que ver
con el método de recibir, interpretar y registrar la verdad revelada por
Dios. Dios ha descubierto su naturaleza y su voluntad al ser humano por medio de
ángeles, sueños, visiones, naturaleza, escritos, voces, echar las suertes, la voz
interior de la conciencia individual, y su Hijo, recuerda el siguiente texto “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas” Hebreos 1:1. Aquello que Dios reveló fue recibido,
interpretado y registrado por los profetas.
El acto de recibir, interpretar y transmitir la revelación de Dios involucra
actividades tanto humanas como divinas. La revelación puede ser transmitida en
forma oral o ser registrada en forma de documentos. La actividad divina inspira y
guía al hombre en su trabajo de interpretar y preservar la revelación. La Biblia
tiene un origen divino y humano como la revelación corporizada de Dios. La
inspiración es la actividad divina por la cual el Espíritu Santo guía las mentes de los
hombres seleccionados y los transforma en órganos de Dios para la comunicación
de la revelación.
El significado de la inspiración
En el texto original del versículo que leímos antes del sermón, el concepto
inspiración se traduce como soplo: Toda la Escritura es inspirada (soplada)
por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir
en la justicia. 2 Timoteo 3:16. Este soplo es obra únicamente del Espíritu Santo,
cuando lo sautores escribían el texto, el Espíritu Santo estaba presente en sus
vidas dirigiéndolos, influenciando su corazón, soplando a su mente y oído la
Palabra de Dios. La inspiración bíblica puede ser definida como la obra del
Espíritu Santo por la cual, haciendo uso de la personalidad y los talentos
literarios de sus autores humanos. La Biblia goza de autoridad divina y sin
error.
Otros conceptos unidos a la inspiración es la esencia y atributos de la Biblia,
decimos y afirmamos que la Biblia es inspirada por Dios y por tanto, es inerrante e
infalible El término inerrancia sugiere que las Escrituras no se desvían de
la verdad. Infalibilidad es un término mucho más fuerte, y sugiere la
imposibilidad de que las Escrituras se aparten de la verdad.
CRITERIOS DE INSPIRACIÓN:
Teoría del dictado verbal o mecánica: Los ultraconservadores o
fundamentalistas han sido acusados de enseñar la inspiración mecánica o dictado
verbal. El criterio afirma que Dios dictó sus palabras a los profetas, que actuaron
como secretarios. Pocos teólogos aceptarían este modo de interpretar la
inspiración para toda la Biblia. Las objeciones a este punto de vista se basan en el
hecho de que Dios utilizó agentes humanos, no como receptores pasivos o robots,
sino como contribuyentes activos de la escritura de la Biblia.
Teoría dinámica: Algunos estudiosos de la Biblia proponen que lo que Dios
inspira no son las palabras sino los pensamientos o ideas. Dios comunicó a los
profetas los pensamientos, y ellos fueron libres para registrarlos con sus propias
palabras. Este criterio explica las diferencias de personalidad y estilo literario
reflejadas en las Escrituras. También sostiene que la Biblia es la Palabra de Dios
porque el significado verdadero, o el mensaje, viene de Dios. El escritor bíblico
puso la Palabra de Dios en sus propias palabras.
Teoría de inspiración plenaria: Algunos sostienen que esta teoría es el criterio
ortodoxo. De acuerdo a esta teoría, todas las palabras mismas fueron inspiradas
por Dios. Dios dio expresión completa (plenaria) a sus pensamientos en las
palabras del registro bíblico. El guió a los escritores a elegir las palabras que eran
características de su tiempo y cultura, pero que expresaban adecuadamente la
revelación divina.
La Biblia es la obra de Dios y del ser humano. El Espíritu de Dios guió la mente y el
entendimiento del hombre para conocer la Palabra divina y la voluntad de Dios.
Mucho de la Biblia es un registro de eventos históricos. Estos eventos tienen que
ver con la actividad de Dios en la historia humana, pero son interpretados por los
escritores humanos. La interpretación fue dirigida por el Espíritu Santo. Muchos
eventos de la historia de Israel no fueron registrados. El Espíritu Santo guió a los
escritores para seleccionar y registrar los eventos revelatorios.
Hay evidencia de que varios libros de la Biblia contienen registros y relatos
históricos de la corte real. Se utilizaron muchas fuentes al escribir 1 Reyes. Algo
del material fue tomado de los anales de Salomón: “Los demás hechos de
Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de
los hechos de Salomón?” 1 Reyes 11:41. Otros materiales fueron tomados de
los anales de los reyes de Israel “Los demás acontecimientos del reinado de
Jeroboán, sus batallas y su gobierno, están escritos en el libro de las
crónicas de los reyes de Israel”. 1 Reyes 14:19.
El escritor de Crónicas utilizó por lo menos cinco libros históricos como fuentes (1
Crónicas 27:24; 2 Crónicas 20:34; 27:7; 16:11; 24:27). El menciona también once
escritores proféticos (2 Crónicas 9:29; 12:15; 13:22; 20:34; 26:22; 32:32; 33:19)
y materiales litúrgicos (2 Crónicas 29:25; 35:4, 15). Aproximadamente se
mencionan veinte fuentes en los libros de Crónicas con treinta referencias
explícitas a ellas.
En el Nuevo Testamento raramente se mencionan referencias a las fuentes salvo
en lo que tiene que ver con las palabras y hechos de Jesús. Lucas es una
excepción, pues admitió en el comienzo de su Evangelio que estaba haciendo un
relato auténtico de los eventos referidos a Jesús: Muchos han intentado hacer
un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, tal y como
nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos
presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también,
excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde
su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a
tener plena seguridad de lo que te enseñaron. Lucas 1:1-4. El hizo referencia
a un número de tradiciones o relatos de testigos oculares acerca de la vida y de las
enseñanzas de Jesús. Aunque muchas de ellas ya habían circulado ampliamente,
Lucas se propuso examinarlas cuidadosamente y estudiarlas para hacer que Teófilo
tuviera un relato seguro. De acuerdo al prólogo de Lucas, las palabras de su
Evangelio no le vienen directamente de Dios. Esa información no desvirtúa que el
Evangelio de Lucas sea inspirado, pero sí desvirtúa la teoría de la inspiración del
dictado. Aunque los eruditos críticos han intentado desacreditar la seguridad del
relato histórico de Lucas, los descubrimientos arqueológicos recientes han
establecido su confiabilidad como historiador.
LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA
La autoridad de la Biblia está basada sobre el hecho de que es la Palabra de Dios.
El grado de autoridad atribuida a la Biblia depende del criterio de
inspiración y revelación que uno tenga. Las iglesias primitivas utilizaban un
idioma que adjudicaba alta autoridad al Antiguo y el Nuevo Testamentos. Dado
que ellos creían que el Espíritu Santo impulsó a los autores a escribir y que dirigió
sus mentes para escribir como lo hicieron, los cristianos primitivos hablaron de la
Biblia como las “Escrituras divinas”, los “libros sagrados”, etc. Se estimaba que la
Biblia poseía una autoridad que era divina.
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