MEMORANDUM A: Gerencia - Presidencia DE: Departamento de Estudios Económicos / Comisión de Asuntos Económicos y Fomento de la Inversión ASUNTO: Nueva reglamentación Ley 16.906 (Inversiones) FECHA: Febrero 27 de 2007 Recientemente el Ministerio de Economía y Finanzas creó la Oficina de Desarrollo del Sector Privado, la cual tenía entre uno de sus primeros cometidos reformar la reglamentación de la Ley 16.906, conocida como “ley de inversiones”. La propuesta de reglamentación de dicha Ley se hizo pública en diciembre y fue sometida a consulta pública. A continuación se sintetizan los cambios que introduciría la nueva reglamentación y se elabora una posible respuesta por parte de la CIU a la propuesta del Poder Ejecutivo. 1. Diferencias entre el régimen actual y el propuesto En el régimen actual se acumulan los beneficios de la promoción industrial (Leyes 14.178 y 16.906) a la exoneración automática de IRIC por reinversiones. Esta última prevé la exoneración de hasta el 40% de la renta fiscal aplicada a la inversión de bienes muebles (hasta por el 40% de lo invertido en bienes taxativamente detallados) y construcciones (20% sobre lo invertido por este concepto). La nueva reglamentación puesta a consideración pública propone que no se puedan seguir acumulando dichos beneficios. Este cambio tiene mayor incidencia en los proyectos o empresas muy rentables ya que la acumulación de beneficios, aunque se puede realizar, muchas veces no se aprovecha porque no es suficiente la renta neta pasible de exoneración o diferimiento. El proyecto propone que se comiencen a deducir los subsidios u otros beneficios a los cuales se accede a través de otros programas o mecanismos de apoyo público (Programa de Desarrollo Tecnológico, entre otros) de los que se obtienen a través de la Ley de Inversiones. Quedarían expresamente excluidos de la deducción los beneficios que se obtienen en el IRIC por gastos o inversiones que se pueden computar por mayor valor al real (deducciones incrementadas por gastos de investigación y desarrollo, honorarios en áreas prioritarias, capacitación del personal y certificación de calidad bajo normas internacionales, por citar algunos ejemplos). Actualmente los beneficios son idénticos para todos los proyectos y empresas que utilizan el régimen. La nueva reglamentación crea tramos de proyectos o empresas y define beneficios proporcionalmente mayores cuanto mayor monto de inversión esté involucrado o mayor sea el empleo generado. Asimismo, la magnitud de los beneficios difieren según el impacto que genera el proyecto en algunas variables taxativamente establecidas (generación de empleo, valor agregado, descentralización geográfica, uso de tecnología limpia, incremento de investigación y desarrollo, paz sectorial). Inversión Pequeños Medianos Tramo I Medianos Tramo II Grandes Empleo Ventas generado Menor a US$ Menor a 5 Menor a US$ 250.000 200.000 Entre US$ Entre 5 y 15 n/c 250.000 y US$ personas 1.000.000 Entre US$ Entre 15 y 50 n/c 1.000.000 y personas 5.000.000 Mayor a US$ Más de 50 n/c 5.000.000 personas Nota: cualquier condición cumplida es suficiente para la calificación por tamaño. Los beneficios asociados a la auto-canalización se incrementan. o Salvo para los proyectos pequeños, a los cuales prácticamente se les mantienen los beneficios vigentes, en los demás casos aumentan los porcentajes de exoneración y los años para aprovechar el beneficio. Estas mejoras harían más atractivo el sistema para empresas nuevas respecto al régimen actual. En efecto, actualmente se pueden aprovechar los beneficios en los primeros tres años contando a partir del año que se realiza la inversión, lo cual reduce el impacto en proyectos de lenta maduración. o Además de incrementar el período en el cual se puede aprovechar el beneficio, se establece que las exoneraciones comienzan a operar a partir del primer año en que la empresa genera rentas y no a partir del año en que se realiza la inversión como rige actualmente. o Para los proyectos grandes, según los puntajes alcanzados, podrían acceder a exoneraciones de IRIC por las inversiones realizadas sin considerar la fuente de financiación de las mismas (capital propio o financiamiento de terceros). Los beneficios quedarían condicionados al cumplimiento del cronograma de inversiones, de los indicadores por objetivo y a la obtención de rentas fiscales. Actualmente, los beneficios se obtienen únicamente bajo la condición de que se realice la inversión y que se obtengan rentas gravadas en los períodos fiscales involucrados. El régimen sería extendido a las actividades de servicios (no sólo empresas agropecuarias e industriales) y a más formas jurídicas que las actuales (no sólo a SA sino también a SRL). Se amplía el plazo de la exoneración del Impuesto al Patrimonio para las obras civiles (se amplía de 3 y 5 años según sea en Montevideo o Interior a 8 y 10 años, respectivamente) y los bienes muebles no industriales incluidos en el proyecto distintos a los afectados al ciclo productivo y el equipamiento para el procesamiento electrónico de datos que están exonerados en forma automática para la industria (de 3 y 5 años según sea en Montevideo o Interior a toda la vida útil del proyecto). Para proyectos considerados pequeños, se prevé el acceso a financiamiento a través de una Sociedad de Garantía Recíproca Se reducen los costos asociados a la elaboración del proyecto y seguimiento de la aprobación del mismo, haciendo más viable la presentación de proyectos por parte de pequeñas y medianas empresas: o Los plazos de aprobación de los proyectos se reducen sensiblemente. Actualmente la tramitación puede llevar promedialmente entre 4 a 7 meses. Se propone reducirlo a 30 días para los proyectos pequeños y medianos y 40 días para los proyectos grandes. o Se simplifica el modelo de proyecto a presentar. La evaluación de los proyectos se centraliza en la COMAP, oficina que funciona en la órbita del MEF aunque con participación de representantes de los demás ministerios sectoriales. Se elimina la participación del MIEM en la evaluación de proyectos industriales y se mantiene el representante del MIEM en la COMAP. Se incrementarán los controles posteriores a la inversión (actualmente los controles son prácticamente inexistentes): o Presentación de balances, en algunos casos con informes de revisión limitada o informe de auditoría y presentación de planilla de trabajo. o Presentación anual de información referida a la ejecución del proyecto el resultado de los indicadores. o Seguimiento y control de las inversiones realizadas y de los indicadores por objetivo por auditores externos (por sorteo una vez al año). 2. Comentarios a enviar al MEF en respuesta a la consulta pública En primer lugar, la CIU felicita al Ministerio de Economía y Finanzas por la iniciativa de crear una Oficina dedicada a la atención del sector privado, en particular inversores, así como por la voluntad de reformar el actual sistema de promoción de inversiones. A juicio de la CIU, a pesar de las elevadas tasas de crecimiento que registra la inversión en los dos últimos años, su participación en el PBI sigue siendo baja. Por lo tanto, las acciones emprendidas por el Ministerio para mejorar las políticas activas dirigidas a incrementarla, más que se justifican. En tal sentido, en un documento elaborado por la Cámara en el 2005 se decía que…“dados los importantes incentivos que otorgan Brasil y Argentina a la inversión, la atracción natural que genera el tamaño de sus mercados y la debilidad institucional del MERCOSUR que no hace indiferente localizarse en un país que en otro, Uruguay deberá implementar acciones que compensen tales beneficios para competir en materia de captación de inversiones, al menos en el sector industrial”1. Entendemos que esta iniciativa apunta en esa dirección. Consideramos que en esta propuesta del Ministerio, se ven reflejados buena parte de los lineamientos que la CIU ha promovido respecto a cómo deberían ser los instrumentos de promoción de la inversión en Uruguay. Con el ánimo de contribuir a mejorar la propuesta, se presentan algunos comentarios y sugerencias. Dado que algunos de los mismos están relacionados con los cambios fundamentales propuestos y otros se vinculan con aspectos prácticos, se agrupan y presentan de acuerdo a estos criterios. 1. Aspectos vinculados a los cambios fundamentales propuestos 1 - La CIU comparte el criterio de segmentar los beneficios a otorgar y de establecer distintos niveles de exigencia, en función del tamaño de los proyectos. - Aunque se comparte el criterio de vincular los beneficios al cumplimiento de los objetivos, no parece razonable que se deban reliquidar los impuestos de los años en que no se cumplieron los mismos. Se propone que se establezcan beneficios mínimos independientes del logro de los objetivos (por ejemplo, los actualmente vigentes) y que los adicionales se obtengan cuando el cumplimiento de los objetivos se verifique. Esta propuesta se basa en que muchas veces el cumplimiento de los objetivos puede no generarse por causas ajenas a la voluntad del inversor. Como ejemplo, podría pensarse en que un exportador a Argentina, tras los perjuicios que le generan los cortes de los puentes binacionales, incluso deba reliquidar sus impuestos porque no alcanzó sus objetivos definidos con anterioridad al conflicto. El mismo caso aplica para un exportador que pierde un mercado, a raíz de una devaluación en el país destino de sus exportaciones. - La CIU coincide en que para el cálculo de los beneficios se utilicen los indicadores que proponga la empresa, prorrateando la participación de los que no se informa, o no son pertinentes, dentro de los demás indicadores. Departamento de Estudios Económicos de la CIU, “La promoción de inversiones industriales en Uruguay: Propuestas de corto y mediano plazo”, Mayo de 2005. - No se debería impedir la acumulación de beneficios (deducciones automáticas por reinversiones, subsidios del PDT). En el caso del PDT podría justificarse que no se acumule el beneficio únicamente por la porción subsidiada (hasta el 50%) correspondiente a las inversiones realizadas en los mismos bienes alcanzados por la declaratoria de interés nacional. No tendría sentido descontar todo el subsidio cuando, en los hechos, la mayor parte del mismo está destinado al pago de honorarios, viajes o bibliografía y, en general, sólo una pequeña porción está vinculada a la adquisición de equipamiento (el PDT sólo subsidia la compra de equipos para la etapa de generación de prototipos y similares). - Respecto al indicador de empleo, no se comparte que la destrucción de empleos tenga puntajes negativos, al menos para el caso del sector industrial. En efecto, muchas inversiones mejoran la competitividad de las empresas industriales, incrementando por ejemplo la productividad, pero tienen asociada una destrucción neta de puestos de trabajo. Para la CIU resulta muy importante que este criterio se modifique y que la destrucción de empleos sea castigada con un puntaje nulo pero no negativo. - En cuanto al indicador de valor agregado, a juicio de la CIU su utilización es muy complejo, no permitiendo comparaciones objetivas entre distintas ramas de actividad o entre empresas de diferente tamaño. Definido de la forma en que está, podría crear incentivos inadecuados a los objetivos planteados en la propuesta. Tal vez pueda sustituirse por un indicador que relacione el valor el crecimiento de las ventas con el crecimiento del personal ocupado. - No se comparte la introducción de beneficios asociados a la “paz sectorial”, en tanto la misma no es de responsabilidad exclusiva de las empresas. Una empresa puede comprometerse a cumplir con la normativa vigente, pero no a garantizar la paz en su sector de actividad ya que el mismo depende de un sinnúmero de factores, buena parte de los cuales no son controlados por la empresa. - El inicio de los beneficios se comienza a computar a partir del ejercicio que genere rentas fiscales, dice la propuesta, “según declaración inicial”. Se genera la duda qué es lo que significa dicha expresión. Entendemos que si la empresa obtiene beneficios en un período fiscal distinto al inicialmente previsto, debería posibilitarse que se iniciara el proceso de exoneración y diferimiento en el primer ejercicio en que se generen utilidades fiscales, sea antes o después de lo originalmente declarado. - Respecto al indicador “Uso de Tecnología Limpia”, debería partirse del principio de que no debería promoverse ninguna actividad que implique contaminación como consecuencia de deficiencias y/o de vacíos en el proyecto de infraestructura y/o en el plan de gestión presentado. El Decreto Nº 349/2005 de Evaluación de Impacto Ambiental, debería ser el instrumento idóneo a utilizar, ya que en el mismo se establecen criterios claros respecto a este tema, Por lo tanto, si el proyecto cumple con la normativa ambiental vigente, verificándose la existencia de sistemas o dispositivos destinados al tratamiento de residuos y emisiones según el marco legal aplicable, no hay razones para que se le asigne puntaje negativo. 2. Aspectos prácticos vinculados a la promoción de inversiones - Se propone dar vista previa a las empresas del informe elaborado por la COMAP que define los beneficios a otorgar, antes de su envío para la elaboración de la Resolución del Poder Ejecutivo. - Sería recomendable zanjar cierto vacío regulatorio que se ha generado tras la vigencia de la nueva normativa contable aprobada en 2004 respecto al IRIC diferido. En efecto, debería aclararse en el decreto que el beneficio del diferimiento de IRIC (IRAE) no requiere capitalización de utilidades o reservas ya que por la aplicación de las NIIF vigentes en Uruguay, contablemente la empresa debe bloquear esos fondos registrando ese pasivo en sus estados contables. - Se sugiere publicar anualmente los montos efectivamente exonerados por cada empresa, a efectos de que se conozca el monto del sacrificio fiscal y poder evaluar la eficacia del régimen. - Se comparte la reducción de los plazos para la evaluación de los proyectos, aunque la inexistencia de penalizaciones en caso de incumplimiento por parte de la COMAP, hace inefectiva la existencia de un plazo formal. - Respecto al concepto de “Teconología Limpia”, se sugiere utilizar la definición consensuada en la Mesa Nacional de Tecnología Más Limpia, constituida en el marco de la Comisión Técnica Asesora de la Protección del Medio Ambiente.