31284-04_ - Supersolidaria

FONDOS DE EMPLEADOS
Concepto No. 031284 del 28 de septiembre de 2004
Síntesis: Celebración de contratos entre un fondo de empleados y la empresa
patrocinadora. Incumplimiento de dicho contrato no compete dirimirlo a la
Superintendencia sino a la justicia ordinaria.
Con toda atención nos referimos a su comunicación citada en el asunto, en la cual pone
en conocimiento de esta Superintendencia los problemas suscitados con ocasión de un
contrato celebrado entre el fondo y la empresa patrocinadora.
Previo a cualquier pronunciamiento por parte de esta Entidad cabe precisar en primer
lugar, que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 2º. del Decreto Ley 1481 de 1989
“Los Fondos de empleados son empresas asociativas, de derecho privado, sin ánimo de lucro, constituidas
por trabajadores dependientes y subordinados con las siguientes características :
“(...)
“4. que presten servicios en beneficio de sus asociados.
“9. Que fomenten la solidaridad y los lazos de compañerismo entre los asociados.
“(...)”.
Es evidente que la norma anteriormente referida, hace expresa referencia a que los fondos
de empleados persiguen el interés general de sus asociados, a través de la prestación de
servicios de carácter social, de beneficios y de fomento a la solidaridad y a los lazos de
compañerismo entre los asociados, lo que conlleva a que el Fondo como persona jurídica
de derecho privado que es, pueda desarrollar todas las actividades lícitas permitidas por la
ley y los estatutos, pero siempre pensando en el beneficio de sus asociados.
Ahora, es necesario tener en cuenta lo previsto en el artículo 13 de la Ley 454 de 1998,
aplicable al caso objeto de su consulta por remisión expresa que hace el artículo 69 del
Decreto 1481 según el cual “Las materias y situaciones no reguladas en el presente decreto ni
en sus Decretos reglamentarios, se resolverán aplicando las disposiciones legales vigentes para
las entidades cooperativas y, en subsidio, las previstas en el Código de Comercio para
sociedades, siempre y cuando no se afecte la naturaleza de los fondos de empleados y su carácter
de no lucrativos”.
El citado artículo 13 contempla en su numeral 2º como una de las prohibiciones a las
personas jurídicas sujetas a la citada Ley, la de “Establecer con sociedades o personas
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mercantiles, convenios, combinaciones o acuerdos que hagan participar a éstas, directa o
indirectamente, de los beneficios o prerrogativas que las leyes otorguen a las cooperativas y
demás formas asociativas y solidarias de propiedad”.
Con base en dichos preceptos podemos concluir que como quiera que las prohibiciones
están dirigidas a las organizaciones que conforman la economía solidaria dentro de las
que se encuentran los fondos de empleados, es claro que éstos no pueden celebrar
convenios o acuerdos con sociedades o personas mercantiles, a través de los cuales,
éstas participen de los privilegios y ventajas que la ley ha otorgado a las organizaciones
de la economía solidaria.
Así las cosas, deberá entonces el Fondo entrar a analizar la conveniencia del referido
contrato y los beneficios que éste le representa, como quiera que en ningún caso podrá
verse beneficiada la entidad que genera el vínculo patronal, en virtud a que el legislador lo
ha previsto como una prohibición la celebración de contratos con una sociedad comercial
que se favorezca de los beneficios reservados a las organizaciones de la economía
solidaria.
De otra parte, cabe advertir que no compete a esta Superintendencia pronunciarse sobre
asuntos que la ley no le ha atribuido y en tratándose de relaciones contractuales entre el
fondo de empleados y un tercero, prima la autonomía de la voluntad de las partes
involucradas y cualquier discrepancia o diferencia, tendrá que ventilarse ante la justicia
ordinaria a efectos de que sea ésta quien determine los posibles daños y perjuicios
ocasionados al ente social, pues un pronunciamiento en tal sentido escapa a la órbita de
competencia de esta agencia administrativa.
Con el propósito de que se tenga mayor claridad sobre el alcance de nuestra competencia,
consideramos preciso poner de presente que dentro de nuestras facultades legales no se
encuentra la de dirimir los posibles conflictos, tasar los daños y perjuicios que se le
puedan ocasionar a una de las partes contratantes, si se cumplieron o no las obligaciones
pactadas dentro del contrato, pues tan extensiva interpretación de las facultades de
inspección, control y vigilancia, transformarían las funciones administrativas en
jurisdiccionales.
Bajo ese escenario, es claro entonces que, dicha situación queda involucrada en el
escenario de las relaciones contractuales surgidas entre el Fondo de Empleados y la
empresa que genera el vínculo común de asociación o la empresa promotora como la
denomina en su escrito, las cuales se determinan con base en el principio de la autonomía
de la voluntad, principio según el cual las partes contratantes pueden válida y libremente
acordar los términos y condiciones del contrato, hasta el punto de afirmarse que el
contrato es ley para las partes, no existiendo para éstas más limitaciones que las
impuestas por la ley positiva y por las buenas costumbres.
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Para efectos de si el gerente puede iniciar el trámite jurídico sin la autorización de la junta,
deberá observarse y actuar dentro de las facultades que los estatutos y la ley le confiere a
cada uno de los órganos de administración del cual hace parte el representante legal del
fondo de empleados
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