CRISTALES y Geocromoterapia Por Marta Povo Percibir la información de los cristales y trabajar con ellos es, y ha sido siempre, una tarea de almas que están ‘a la escucha’, almas sensibles. A estas alturas, la mayor parte de gente en este contexto de medicina integral sabe (el ser humano hace centenares de años que lo sabe) que se produce una interacción entre la energía del cristal y la energía del hombre. Eso ocurre también con otros seres de vida más rápida, el mundo animal y el mundo vegetal. Sintonizamos con todos los seres vivos, recibimos su información y le transmitimos la nuestra. El cristal, la piedra, es un ser vivo de larga duración, posee una vida mucho más antigua, más pasiva, menos delicada, menos efímera, más lenta, más fuerte y sobretodo más receptiva que el ser vegetal o el animal. Llevan miles de años registrando experiencias, memorizando, archivando. Los hombres podemos emplear a estos seres tan antiguos para sanar, para impulsar la evolución de cualquier otro ser; tenemos ese privilegio, ese permiso. Los minerales de alguna forma se han ofrecido al hombre y al resto de seres, del mismo modo que las plantas y los animales han ofrecido su servicio a la evolución de todo el planeta. Los tres reinos de la naturaleza son nuestros colaboradores, de la misma manera que los seres humanos somos partícipes también de su evolución, sobre todo si somos conscientes de ello… y de ellos, no como objetos decorativos sino como seres vivos que son. El cristal posee una estructura altamente ordenada y muy regular. Son testigos inmutables de todo lo que ocurre en el planeta. No tienen ninguna prisa, son muy pacientes; ellos son sobretodo seres imparciales, ecuánimes, puros cronistas de la Historia. No tienen nada de emocionales. Son simplemente los testigos, los observadores, los registradores de todo lo que ocurre a su alrededor. Una de sus misiones es ayudar al resto de los seres vivos a darnos estructura, y eso es muy importante en este momento de desestructuración. Nos proporcionan orden y silencio, es decir, nos recuerdan que somos geometría y nos inculcan geometría, nos transmiten proporción, ordenación, armonía, perfección. Tal vez su principal misión es mostrarnos la Unidad, el Orden, la Fuente, el Origen, una unidad que luego se expresa en la dualidad y en el entropismo. Por eso puede considerarse que los cristales no son nada subjetivos. Muestran la solidez de la vida, el orden natural de las cosas, nos expresan que podemos tener la experiencia simple de vivir sin expectativas, la experiencia de ser testigos, de ser amor sin retorno, nos muestran la entrega, la paz, el orden natural. El ser mineral representa la imparcialidad y la disponibilidad. Podemos confiar en ellos, porque son seres laicos, ecuánimes, simplemente son bibliotecas vivientes dispuestas a ser consultadas. Su cuerpo de sílice está conformado solo para almacenar, para registrar fielmente, para que la vida pase a través de ellos. Su vida, su función, incluso su propio cuerpo manifestado está perfectamente estructurado, y posee también capacidad de estructurar 1 a su alrededor y de informar sobre su ordenación armónica. Su función primera es estructurar y ordenar. Por eso sanan, porque estructuran y equilibran; y por eso poseen una compleja red de circuitos por donde pasa la corriente; a través de su red de sílice pasa mucha información. No solo pasan los datos a través del cristal, sino que los registran, los almacenan, los guardan en su biblioteca, de forma que estén disponibles para cualquiera y en cualquier momento. Esos seres antiguos son receptores de la energía, son almacenadores de vivencias, desde luego, pero también son transmisores imparciales y amplificadores de todo lo que han registrado a lo largo de siglos. Su estructura de sílice organizada en redes isótropas, sus rejillas geométricas (que solo pueden darse en tres patrones: triángulo, cuadrado y hexágono) siempre vibran y descargan ‘lo que contienen’. No son selectivos, simplemente dicen lo que han grabado en su memoria. No contemplan el mundo desde bondad y maldad, luz y oscuridad, no opinan, no juzgan. Tan solo observan, retienen, concentran, registran minuciosamente, ordenan información, almacenan sin juicios y… esperan pacientemente a que alguien necesite aquella información para evolucionar. Pensemos en la inmensa presencia de los cristales en nuestra vida diaria. Los cristales se incorporan en nuestro cuerpo a través de nuestra alimentación, para darnos la estructura que necesitamos en nuestros tejidos. Las piedras del subsuelo, a través del agua y de la tierra, cuando caminamos por la naturaleza, o cuando acercamos una piedra o joya a nuestro campo aural, nos generan también ordenación mental, estructura emocional, paz, lucidez, coherencia… Entonces pues, hablemos de lo que contienen los cristales, y sobretodo, de lo que podrían contener. Esa es la relación que tienen los cristales con los arquetipos universales que nos proporciona la Geocromoterapia. Vamos por pasos. En su estructura ordenada queda archivada la impronta, la huella, la grabación de todo lo que perciben. Así que las piedras llevan siglos registrando datos. Entonces, miles de años después de su nacimiento, el cristal llega a nuestras manos. ¿Qué hacemos con él? ¿Nos los ponemos simplemente en el bolsillo? ¿Lo colgamos del cuello como hacían nuestros antepasados? ¿Podemos emplearlos o ayudarnos con esos seres de otras maneras nuevas? ¿Podemos aumentar su memoria, amplificar su información? ¿Podemos borrar sus memorias o codificarlos nosotros de nuevo? QUE PODEMOS o TENEMOS QUE HACER CON LOS CRISTALES Es cierto que tienen unas características diferenciadas, tienen cada uno su misión. Como cada ente o ser vivo de la Tierra cada cristal o familias de cristales, posee un programa básico, unas propiedades únicas, una raza, un carácter. Las fluoritas facilitan el discernimiento, las perlas calman, los diamantes dinamizan, las amatistas inspiran, las rodocrositas equilibran, las turmalinas purifican… Pero su principal misión, la de todo el reino mineral, es leer, registrar ecuánimemente, almacenar y poner a disposición la información. Son seres pasivos que están siempre dispuestos a recoger nuevos datos. 2 1/ Por tanto, los cristles son susceptibles de ser programados. Igual que los atlantes programaron miles de cristales y los enterraron para que siglos más tarde la humanidad pudiera descifrar aquella información, ahora los hombres, en este momento evolutivo de la Tierra, podemos reprogramar piedras y cristales para sanar el planeta. 2/ Para programar una piedra, cualquier piedra, primero tenemos que limpiarla. Y existen modos mucho más efectivos que el agua y la sal, el sol y la luna. El primer paso coherente antes de programarla, es desprogramarla, vaciar el tumulto psicoemocional e intencional almacenado en el sílice. Cada vez que el cristal está cerca de alguien, capta y registra su estado psico-anímico. Esos registros ocupan mucho espacio en el cristal (podría compararse con un ordenador) y ese tumulto de información puede saturar, deformar, desvirtuar, dificultar o lentificar las propiedades de la propia piedra y la nueva información que le podemos dar. 3/ Para desprogramar un cristal, tenemos tres elementos geométricos de gran efectividad. De los 77 arquetipos de la Geocromoterapia, existen tres de ellos que sirven para descodificar información. En informática existen paralelismos con lo que hacen los tres filtros descodificadores de la Geocromoterapia: Heptágono Morado, Decágono Turquesa y Decágono Violeta. Cada uno de ellos limpia y descodfica de distinta manera. En informática, el hecho de ordenar la información y dar espacio para entrar información nueva se llama ‘esfragmentar el disco’. Pero también puede asociarse estos tres filtros Geocrom a una especie de ‘antivirus’. 4/ Personalmente, en primera instancia debemos percibir los cristales, conectar con su espíritu, con su función. Saber lo que ha almacenado durante el tiempo de su existencia. Leer el cristal, al menos su disponibilidad. Saber si está dispuesto a recibir más información, y pedirle permiso para limpiarlo, y luego, permiso para reprogramarlo de nuevo. Al desprogramarlo, potenciamos sus propias características, sus funciones como mineral. Recuperan todo su valor energético. 5/ Energéticamente, después de limpiar, vaciar y desprogramar cada cristal, podemos programarlos con los 74 arquetipos restantes del Sistema Geocrom, previo test, naturalmente. Al proyectarles las funciones que poseen los arquetipos geométricos, amplificamos su acción terapéutica. De algún modo, los nuevos registros almacenados con los filtros Geocrom activan su sabiduría y amplian su información, así que se convierten en mejores terapeutas aún. Programar un cristal no significa anular su carácter sino amplificar sus funciones. CONSEJOS y ALGUNAS RELACIONES TERAPÉUTICAS DIRECTAS ENTRE CRISTALES Y ARQUETIPOS GEOCROM CUARZO, es el más adecuado para programarlo con cualquiera de los 77 arquetipos Geocrom, siempre según un test personalizado para el usuario de aquella piedra, para emplear como medicamento, o como elemento evolutivo. 3 FLUORITA, fluidez, orden, concentración, discernimiento, otitis, acúfenos, vértigo TRIANGULO AZUL CIRCULO VERDEAZULADO HEPTÁGONO BLANCO CIRCULO ROSA DECÁGONO BLANCO TURMALINA, pureza, radiaciones, enraizamiento, enfermedades autoinmunes… HEPTÁGONOO MORADO EXÁGONO MORADO DECÁGONO TURQUESA DECÁGONO VIOLETA EXÁGONO VERDE OVALO BLANCO RODOCROSITA, equilibrio psicoemocional, saber recibir, menopausia, osteoporosis… EXÁGONO ROSA, PENTÁGONO ROSA, DECÁGONO ROSA ESPIRAL LEVÓGIRA AMATISTA, inspiración, limpiadora, disuelve, activa procesos… CIRCULO VIOLETA TRIÁNGULO AMARILLO OVALO ROJO SMAR HARA YANTRA PERLA, irritación, rinitis, piel, fiebre, tos, asma, bronquitis, mastopatía, ojos, estrés… ELEMENTO AGUA TRIANGULO TURQUESA CUADRADO VERDE DODECAGONO TURQUESA ÓVALO BLANCO JADE, demencia senil, concentración, eficiencia… TRIANGULO AZUL TRIANGULO TURQUESA PENTÁGONO BLANCO DECÁGONO BLANCO DECÁGONO AMARILLO CIRCULO VEDEAZULADO 4 DIAMANTE, (carbono cristalizado, sistema cúbico) necesidad de ser amado, depresión, psicosis, cervicalgia, ciática, bronquitis, rinitis… TRIANGULO NARANJA CIRCULO NARANJA HEPTÁGONO VERDE CIRCULO BLANCO CIRCULO ROSA TRIANGULO VIOLETA ESPIRAL DEXTRÓGIRA ESPIRAL LEVÓGIRA MARTA POVO © INSTITUTO GEOCROM, noviembre 2005 5