El guardián entre el centeno. dos estudios

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El número de lectores que ha podido identificarse con Holden y hacer de él su héroe es verdaderamente
asombroso. Algo sobre su descontento y su manera tan vívida de expresarlo, lo hace resonar poderosamente entre
lectores que provienen de orígenes completamente distintos al suyo. Es tentador adoptar su punto de vista y
deleitarse con su personalidad en lugar de tratar de deducir qué es lo que le pasa. Los signos evidentes de que
Holden es un narrador atribulado y poco fiable son múltiples: lo echan de cuatro escuelas; manifiesta apatía total
hacia su futuro; es hospitalizado y visitado por un psicoanalista de una queja no especificada; y les incapaz de
conectar con otras personas. Sabemos de dos traumas de su pasado que claramente tienen algo que ver con su
estado emocional: la muerte de su hermano Allie y el suicidio de uno de sus compañeros. Pero, incluso con ese
conocimiento, las peculiaridades de Holden no pueden simplemente explicarse como síntomas de un trastorno
fácilmente identificable.
La más notable de "Las peculiaridades" de Holden es lo extremadamente crítico que se muestra con casi
todo y con todo el mundo. Critica y filosofa sobre personas que son aburridas, que son inseguras, y, sobre todo,
personas que son "falsas". Holden lleva esta afición por juzgar a un extremo tal que se convierte a menudo en
extremadamente divertido, como cuando se especula con que la gente es tan vulgar que alguien se hará
probablemente escribir "fuck you" en su lápida. Holden aplica el término "farsante" no a las personas que no son
sinceras sino a aquellas que son demasiado convencionales o demasiado típicas — por ejemplo, los maestros que
"actúan como" maestros asumiendo una actitud diferente en la clase a como lo hacen en la conversación, o
personas que visten y actúan como los otros miembros de su clase social. Con la etiqueta de "farsante" dar a
entender que esas personas son superficiales. Paradójicamente, su uso del término en realidad indica que su
percepción de los otros también es superficial . En casi todos los casos, rechaza juicios más complejos a favor de
juicios categóricos simples.
Una segunda faceta de la personalidad de Holden que merece comentario es su actitud hacia el sexo. Holden
es virgen, pero está muy interesado en el sexo y, de hecho, pasa gran parte de la novela tratando de perder su
virginidad. Cree que sexo debe ocurrir entre personas que se importan y se respetan mutuamente, y se siente
molesto por la idea de que el sexo pueda ser algo casual. La cita de Stradlater con Jane no sólo le da celos; también
le enfurece pensar en que una chica que conoce bien tenga relaciones con un chico que no conoce. Por otra parte le
perturba el hecho de ser tentado por mujeres que no respeta ni le importan, como la turista rubia con quien baila
en Lavander Room, o como Sally Hayes, de quien dice que solo un "estúpido" como él arregla una cita con ella.
Finalmente, se siente confuso porque le excita cierta conducta sexual rara— sobre todo el comportamiento que no
es respetuoso con la pareja sexual, como es escupirle en la cara. Aunque Holden se refiere a ese comportamiento
como "crumby", confiesa que es bastante divertido, aunque cree que no se debería hacer.
Una nota breve sobre nombre de Holden: la "caul" es la membrana que cubre la cabeza de un feto durante
el parto. Así, esa membrana en su nombre puede simbolizar la ceguera de la infancia o la incapacidad del niño para
ver la complejidad del mundo adulto. El nombre completo de Holden podría leerse como Hold-on Caul-field: quiere
aferrarse a lo que considera su inocencia, que es en realidad su ceguera.
Phoebe Caulfield
Antes de analizar a Phoebe, hay que decir que solo contamos con la versión de la historia que nos da
Holden. Eso supone que él es el único personaje noble en un mundo de adultos superficiales y falsos, y lo tenemos
que creer. Parece ser una simple dicotomía entre el mundo dulce de la inocencia de la infancia, en que Holden
quiere quedarse, y el cruel y superficial mundo de hipocresía adulta, al que tiene miedo de ir.
Pero Phoebe complica su narrativa. En lugar de simpatizar con el rechazo de Holden a crecer, se enoja con él.
A pesar de ser seis años más joven que su hermano, Phoebe entiende que crecer es un proceso necesario; también
entiende que la negativa de Holden a madurar revela menos sobre el mundo exterior que sobre sí mismo. Junto a
Phoebe, la atrofiada madurez emocional de Holden y su mirada terca lo hacen menos encantador y más tonto.
Phoebe, entonces, sirve como una guía para el lector. Puesto que ella conoce a su hermano mejor que nosotros,
confiamos en sus juicios sobre él. Nuestra lealtad al narrador se debilita ligeramente una vez escuchamos la versión
de la historia que ofrece Phoebe.
Phoebe hace que el cuadro que pinta Holden de la infancia — de niños retozando a través de un campo de
centeno — parezca excesivamente simplificado, una fantasía idealizada. El carácter de Phoebe desafía la visión del
mundo de Holden: es una niña, pero ella no encaja en la visión romántica de Holden de inocencia infantil. Aunque
ella nunca lo declara explícitamente, parece darse cuenta de que la amargura de Holden hacia el resto del mundo es
realmente amargura hacia sí mismo. Ella ve que es un joven profundamente triste e inseguro que necesita amor y
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apoyo. Al final del libro, cuando ella aparece en el Museo y las demandas caen sobre él, comprende que no necesita
tanto a Holden como él la necesita.
Mr. Antolini
Mr. Antolini es el adulto que más cerca está de llegar a Holden. Consigue no irritar a Holden y ser
etiquetado como un "farsante", porque no se comporta convencionalmente. No habla a Holden como un maestro o
una figura de autoridad, como lo hace el Sr. Spencer. No le importa que Holden lo llame en mitad de la noche, o que
se emborrache y fume. Además, al dejar entrar a Holden en su hogar, no muestra reservas al exponer su intimidad,
con su desordenado apartamento, su vieja esposa con rulos y su bebida contundente
Sr. Antolini asesora a Holden sobre por qué también es poco convencional que se aplique en sus estudios.
Reconoce que Holden es diferente de otros estudiantes, y concede valor a su sufrimiento y su confusión, por lo que
sugiere que algún día podría escribir sobre ello. Entiende la educación no como un camino de conformidad sino
como un medio para que Holden pueda desarrollar su voz única y encontrar las ideas que son más apropiadas para
él.
Cuando el Sr. Antolini le toca la frente mientras duerme, puede que haya sobrepasado los límites de la
preocupación y afecto. Sin embargo, no es suficiente para sugerir que está haciendo una insinuación sexual, como
piensa Holden y es evidente que este malinterpreta su acción. Como se indica en el capítulo 19, Holden se pone
extremadamente nervioso ante posibles homosexuales y está preocupado por convertirse de repente en uno.
También sabemos que ha estado pensando en el sexo constantemente desde que dejó a Pencey. Finalmente, esta
no es la única escena en la que Holden retrocede ante una aproximación física. Se sintió muy incómodo cuando
Sunny quita su vestido y se sienta en su regazo. Incluso cuando su querida hermana pone sus brazos alrededor de él,
comenta que ella a veces puede ser un poco demasiado cariñosa.
Holden lamenta su juicio precipitado sobre Mr. Antolini, pero este error es muy importante para él, porque
finalmente comienza a cuestionar su propia práctica de hacer juicios forzados sobre la gente. Holden se da cuenta de
que aunque el Sr. Antolini sea gay, no puede simplemente ser tachado como un "mariposón", puesto que también
ha sido amable y generoso. Holden comienza a reconocer que el Sr. Antolini es complejo y que tiene sentimientos.
TEMAS
Alienación como una forma de auto-protección
durante todo la novela, Holden parece ser excluido y victimizada por el mundo que le rodea. Como dice a
Mr. Spencer, se siente atrapado "al otro lado" de la vida, y continuamente intenta encontrar su camino en un mundo
al que siente no pertenecer
Conforme avanza la novela, comenzamos a percibir que la alienación de Holden es su forma de
autoprotegerse. Como el sombrero de caza que lleva (véase "Símbolos", a continuación) para publicitar su
singularidad, usa su aislamiento como prueba de que es mejor que los que le rodean y, por tanto, está por encima de
interactuar con ellos. La verdad es que la interacción con otras personas lo confunde y abruma, y su sentido de
superioridad cínica le sirve a modo de autoprotección. Así, la alienación de Holden es el origen de la poca
estabilidad que tiene en su vida.
Como lectores, podemos ver que la alienación de Holden es la causa de la mayor parte de su dolor. No
aborda directamente sus propias emociones, ni trata de descubrir la fuente de sus problemas. Necesita
desesperadamente el contacto humano y el amor, pero su pared protectora de amargura le impide buscar tal
interacción. La alienación es la fuente de su fuerza y también la fuente de sus problemas. Por ejemplo, su soledad lo
impulsa a la cita con Sally Hayes, pero su necesidad de aislamiento lo lleva a insultarla y alejarla. Del mismo modo,
anhela la conexión significativa que tuvo una vez con Jane Gallagher, pero está demasiado asustado para hacer
ningún esfuerzo real para contactar con ella. Depende de su alienación, que a la vez lo destruye.
El miedo a crecer
La mayoría de los análisis coinciden en que El guardián entre el centeno es un bildungsroman, novela de
construcción o de aprendizaje, sobre el crecimiento de un personaje joven hacia la madurez. Aunque Holden
Caulfield es un protagonista inusual para un bildungsroman porque su objetivo central es resistir el proceso de
maduración en sí mismo. Como lo demuestran sus pensamientos en el Museo de Historia Natural, Holden teme el
cambio y se siente abrumado por la complejidad. Él quiere que todo sea fácilmente comprensible y eternamente
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fijo, como las estatuas de los esquimales y los indios en el Museo. Tiene miedo porque es culpable de los pecados
que él critica en otros, y porque no puede entender todo lo que le rodea. Pero se niega a reconocer este temor,
expresando sólo en unos pocos casos, por ejemplo, cuando habla de sexo y admite que “el sexo es algo que no
entiendo. Te juro que no lo entiendo "(capítulo 9).
En lugar de reconocer que la edad adulta le asusta y le desconcierta, Holden se inventa la fantasía de que la
edad adulta es un mundo de superficialidad e hipocresía ("falsedad"), mientras que la infancia es un mundo de
inocencia, curiosidad y honestidad. Nada revela mejor su imagen de estos dos mundos que su fantasía sobre el
guardián entre el centeno: se imagina la infancia como un campo idílico de centeno en el cual los niños corretean y
juegan; la edad adulta, para los niños de este mundo, equivale a la muerte — una fatal caída sobre el borde de un
precipicio. Sus creencias sobre la niñez y la adultez permiten a Holden aislarse del mundo cubriéndose con una
armadura protectora de cinismo. Pero, conforme avanza el libro, las experiencias de Holden, particularmente sus
encuentros con el Sr. Antolini y Phoebe, revelan la superficialidad de sus conceptos.
La falsedad del mundo adulto
"La falsedad" es uno de conceptos preferidos de Holden. Todo su afán está en describir la superficialidad y la
hipocresía del mundo que le rodea. En el capítulo 22, justo antes de revelar su fantasía del guardián entre el
centeno, Holden explica que los adultos inevitablemente son falsas, y, lo peor es que no pueden ver su propia
falsedad. Para Holden, la falsedad se erige como un emblema de todo lo que pasa en el mundo que le rodea y le
sirve de pretexto para esconderse en su aislamiento cínico.
Aunque simplifique demasiado, las observaciones de Holden no son totalmente inexactas. Puede ser un
narrador muy perspicaz, y es muy consciente del comportamiento superficial de los que le rodean. A lo largo de la
novela se encuentra con muchos personajes que parecen afectados, pretenciosos o superficiales — Sally Hayes, Carl
Luce, Maurice y Sunny e incluso el Sr. Spencer son ejemplos destacados. Algunos personajes, como Maurice y
Sunny, son realmente dañinos. Pero, aunque Holden gasta tanta energía buscando falsedad en los demás, nunca
encuentra la suya propia. Sus decepciones suelen ser crueles y sin sentido y señala que es un mentiroso compulsivo.
Por ejemplo, en el tren a Nueva York, perpetra una broma cruel e innecesaria a la Sra. Morrow. Le gustaría hacernos
creer que él es un dechado de virtudes en un mundo de falsedad, pero no es el caso. Aunque le gustaría creer que el
mundo es un lugar sencillo, y que la virtud y la inocencia permanecen a un lado de la valla mientras superficialidad y
falsedad se quedan en el otro, Holden es su propia evidencia. El mundo no es tan simple como quiere que sea (y
debería ser así); incluso él no puede aplicarse las mismas normas en blanco y negro con las que juzga a los demás.
MOTIVOS
Son estructuras recurrentes (repetidas), contrastes y recursos literarios que pueden ayudar a desarrollar los
temas más importantes del texto.
La soledad
La soledad de Holden es la manifestación más concreta de su problema de alienación, es una fuerza
impulsora del libro. La mayor parte de la novela describe su búsqueda casi maníaca de compañerismo mientras
revolotea de un encuentro sin sentido a otro. Sin embargo, mientras que su comportamiento muestra su soledad,
Holden rehuye sistemáticamente la introspección y , por tanto, no sabe realmente por qué se comporta de esa
manera.
Como depende de su aislamiento para preservar su indiferencia hacia el mundo y para mantener un nivel de
autoprotección, a menudo sabotea sus propios intentos para poner fin a su soledad. Por ejemplo, su conversación
con Carl Luce y su cita con Sally Hayes se hacen insoportables por su comportamiento grosero. Sus llamadas a Jane
Gallagher son abortadas por un motivo similar: para proteger su precioso y frágil sentido de individualidad. La
soledad es la manifestación emocional de sus experiencias de enajenación; es a la vez una fuente de dolor y de su
seguridad.
Relaciones, intimidad y Sexualidad
Las relaciones, la intimidad y la sexualidad son también motivos recurrentes relacionados con el tema
principal de la enajenación. Las relaciones tanto físicas como emocionales le ofrecen la oportunidad de salir de su
caparazón. También representan lo que más teme del mundo adulto: complejidad, imprevisibilidad y potencial de
conflicto y cambio. Como lo demuestra en el Museo de Historia Natural: le gusta ese mundo silencioso y frío,
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predecible y sin cambiios. Como cuando observa el sueño de Phoebe, que proyecta en ella su propia idealización de
la infancia. Pero en las relaciones con el mundo real, la gente responde, y Phoebe le revela lo diferente que es su
infancia de la idea romántica que se hace Holden. Porque las personas son impredecibles, desafían a Holden y lo
obligan a cuestionar autoconfianza y su autoestima. Por motivos intrincados y tácitos, aparentemente derivado de la
muerte de Allie, Holden tiene problemas complejos de ese tipo. Como resultado, se ha aislado a sí mismo y teme la
intimidad. Aunque encuentra oportunidades para intimar tanto física como emocionalmente, siempre las echa a
perder y se envuelve en una armadura psicológica de cinismo crítico y amargura. Aun así, Holden continúa
desesperadamente buscando nuevas relaciones, siempre para malograrlas en el último momento.
Mentira y engaño
La mentira y el engaño forman parte del tema de la falsedad . Su definición de falsedad se basa
principalmente en una especie de autoengaño: parece reservar más desprecio por personas que piensan que son lo
no lo son o que se niegan a reconocer sus propias debilidades. Pero mentir a los demás es también una especie de
falsedad, un tipo de engaño que indica insensibilidad o, incluso, crueldad. Por supuesto, Holden es culpable de
ambos crímenes. Sus mentiras repetida y al azar y su propio autoengaño , pues se niega a reconocer sus propios
defectos y no está dispuesto a considerar cómo afecta su comportamiento a quienes lo rodean. A través de su
mentiras demuestra que es tan culpable de falsedad como la gente que critica.
SÍMBOLOS
El “Catcher in the Rye”
La fuente del título del libro aparece por primera vez en el capítulo 16, porqu dice admirar a un chico que
camina por medio de la calle, en lugar de ir por la acera está cantando la canción de Robert Burns "Comin' Thro' the
Rye."
En el capítulo 22, cuando Phoebe pregunta a Holden qué quiere hacer con su vida, responde con una
imagen, la de la canción, la de un "guardián entre el centeno". Holden se imagina en un campo de centeno
encaramado en lo alto de un acantilado, lleno de niños retozando y jugando. Dice que quiere proteger a los niños de
caerse por el borde del precipicio, "capturándolos, cogiéndolos” si están a punto de caer, abalanzándose sobre ellos.
Como señala Phoebe, Holden se ha equivocado en la letra. Cree que la letra dice “If a body catch a body
comin’ through the rye,” "Si un cuerpo coge un cuerpo que viene por entre el centeno," pero la letra en realidad
dice “If a body meet a body, coming through the rye.” "Si un cuerpo se encuentra con otro cuerpo que que viene por
entre el centeno". (“meet” sugiere encuentro amoroso).
La canción "Comin' Thro' the Rye” se pregunta si está mal para dos personas tener un encuentro romántico
fuera, en el campo, lejos de los ojos del público, incluso si solo buscan una relación casual. Es muy irónico que la
palabra "encuentro" se refiera a un encuentro que conduce al sexo recreativo, porque la palabra por la que Holden
la sustituye — "atrapar" — tiene en su mente justo el sentido contrario (el de haber caído en algo sucio). Holden
quiere atrapar a los niños antes de que se caigan de la inocencia y entren en conocimiento del mundo adulto,
incluyendo el conocimiento del sexo.
La gorra roja de cazador
Es uno de los símbolos más reconocibles de la literatura estadounidense del siglo XX. Es inseparable de
nuestra imagen de Holden: es un símbolo de su singularidad y su individualidad. El sombrero es descabellado, y
demuestra que Holden quiere ser diferente a todos los que le rodean. Siempre menciona cuando lo lleva puesto, y a
menudo no se lo pone si va a estar con gente que comoce. La presencia del sombrero, por lo tanto, refleja el
conflicto central en el libro: su necesidad de aislamiento frente a su necesidad de compañía.
Cabe destacar que el gorro rojo lo hace igual al cabello de Allie y Phoebe. Tal vez Holden lo asocia con la
inocencia y pureza que cree que estos personajes representan y lo usa como una manera de conectar con ellos.
El Museo de Historia Natural
Holden nos dice cuál es el significado simbólico de las exhibiciones del Museo: lo atraen porque están
congeladas e inmutable. También menciona su preocupación por el hecho de que hayan cambiado cada vez que
vuelve a visitar el museo. El museo representa el mundo en el que Holden desearía poder vivir: es el mundo de
fantasía del guardián entre el centeno, un mundo donde nada cambia, donde todo es sencillo, comprensible e
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infinito. Holden está aterrorizado por los desafíos impredecibles del mundo —odia el conflicto, está confundido por
la muerte sin sentido de Allie y teme relacionarse con otras personas.
Los patos del lago de Central Park
La curiosidad de Holden por saber adónde van los patos durante el invierno revelan el lado más genuino y
juvenil del personaje. Durante la mayor parte del libro, parece ser un viejo gruñón que está enojado con el mundo,
pero su búsqueda de los patos representa la curiosidad de la juventud y una alegre disposición a encontrar los
misterios del mundo. Es un momento inolvidable, porque Holden claramente carece de esa voluntad en otros
aspectos de su vida.
Los patos y su estanque son simbólicos de varias maneras. Su perseverancia frente a un ambiente inhóspito
le recuerda a Holden su propia situación.
Además, los patos demuestran que algunas desapariciones son sólo temporales. La muerte de su hermano
Allie lo ha traumatizado y le ha hecho ser consciente de la fragilidad de la vida. Holden está aterrorizado por la
idea del cambio y la desaparición. Los patos se desvanecen todos los inviernos, pero regresan cada primavera,
simbolizando así el cambio que no es permanente, sino cíclico.
Finalmente, el estanque en sí mismo se convierte en una metáfora menor del mundo tal como Holden lo ve,
porque está "en parte congelado y en parte no " El estanque es una transición entre dos estados, al igual que
Holden está en transición entre la niñez y la edad adulta.
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Segundo estudio
Dolorosa experiencia frente a endurecimiento
Tal vez el principal tema de la novela tiene que ver con la relación entre el dolor de la experiencia real y los
sentimientos que produce, por un lado, y por otro el entumecimiento igualmente devastador que se produce al
cerrarte a las propias emociones con el fin de evitar el sufrimiento. Después de la muerte de Allie, Holden
esencialmente se apaga, y se obliga a desapegarse de la gente para no volver a ser herido nunca. En varias ocasiones
menciona lo importante que es que no te apegues a nadie, ya que esto hace que los eches de menos una vez que se
han ido. Al final de la novela lleva tan lejos esta teoría que se ha convertido en miedo de hablar con nadie. Phoebe es
quizás la única que recuerda a Holden que tiene todavía la capacidad de amar. Cuando la mira, no puede evitar
sentir el mismo amor torturado que sintió por Allie. Sin embargo, esas oleadas de sentimientos lo dejan aún más
indefenso. Sabe que debe alejarse de Phoebe para protegerse a sí mismo, pero cuando ella se ofrece a acompañarle
en su viaje, en última instancia antepone su amor por ella, sacrifica su propio instinto de huir y vuelve a casa.
Holden, al parecer, está sumido en una crisis existencial. En gran medida es insensible a los dolores y
alegrías de la vida. Incapaz de aceptar la muerte de su hermano, no tiene a nadie para mostrarle el tipo de amor
familiar-fraternal que dio a Allie. Cada vez que alguien termina mostrándole una pizca de amor (como el Sr. Antolini),
Holden acaba decepcionado.
Amor y sexo
En su interior, Holden es un alma profunda, sensible, en el fondo incapaz de transformar sus sentimientos en
insensibilidad. Tiene envidia de alguien como Stradlater, que puede simplemente ligar siempre que quiera, y que
trata el sexo como un placer ocasional. A Holden, sin embargo, el sexo le es profundamente incómodo. No puede
relacionarse con las chicas que le gustan y no es lo suficientemente insensible como para tener relaciones
ocasionales con cualquier chica. Ser insensible al amor es, al parecer, su mayor desafío.
Cuando finalmente se enamora de Jane Gallagher, pronto descubre que Stradlater tiene una cita con ella, lo
que confirma su sospecha de que todo lo que ama se acaba deteriorando. Deja Pencey con alguna esperanza de
inventarse una nueva identidad, pero no puede escapar de ser como es: Incluso ante una prostituta , en vez de
pensar en el sexo, se pone a conversar con ella con la esperanza de sentir algún atisbo de afecto humano por ella.
Todo lo que quiere es hablar, pero no puede encontrar a nadie que quiera escucharlo.
La pérdida de la inocencia
Holden debe hacer frente a esa bifurcación en el camino de la adolescencia cuando uno se da cuenta de que
la madurez conlleva una pérdida de la inocencia — que conocerse mejor a uno mismo, a los otros y las circunstancias
que nos rodean tiene un precio: no soportar ni puede aceptar la muerte de Allie, la muerte de una inocencia pura
que no tenía ninguna razón para sufrir o morir. A los ojos de Holden, Allie es sincero, mientras todos los demás son
"falsos". La inocencia va pareja con idealismo y una cierta incapacidad o falta de voluntad para soportar y aceptar la
realidad más dura. Holden no puede dejar de aferrarse a su inocencia porque le es beneficiosa y las personas
continúan decepcionándolo. Por eso el coste de la madurez es mucho menor que mantener la inocencia. Su
inocencia le ha resultado dolorosa y problemática: la prostituta exige más dinero por nada, el hombre que lo toma
en consideración le parece un pedófilo, y los taxistas lo tratan de estúpido cuando hace preguntas sencillas sobre las
aves del parque. La memoria de Allie le puede ayudar a conservar su inocencia, pero no le basta, porque no puede
encontrar el amor verdadero en el mundo exterior.
Con la pérdida de Allie experimenta un dolor tremendo. Además, también tiene la común experiencia
adolescente de percibir ese tiempo escolar aprendiendo lecciones mundanas como algo insignificante cuando su
alma entera está en proceso de cambio al enfrentarse con la realidad. ¿Cuando todo el mundo a su alrededor parece
falso, a qué realidad pede aferrarse, a qué verdad estable? Si la pérdida de Allie no tiene explicación, no parece que
nada de lo que pase en el mundo la tenga; y en este sentido, la madurez de Holden implica una profunda pérdida
de la inocencia al percibir que la realidad del mundo es su propia irracionalidad.
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Falsedad y autenticidad
Holden etiqueta a casi todo el mundo de "falso," sólo se salvan Phoebe, Allie y él mismo. Desde su punto de
vista, "falso" es alguien que sigue los dictados de lo que se lleva en mundo y cree hacer algo que en realidad no vale
nada : es decir, casi todos los que estudian en la escuela o que se dan aires para ejercer un trabajo o lograr un
objetivo.
El hecho de que nadie sepa reconocer lo trivial y fugaz que es la vida, en comparación con las grandes
cosas que nos contamos de ella — lo difícil que es realmente amar y compartir la vida con las personas sabiendo
que al final todo, como Allie, morirán— hace que se queme de frustración e, incluso, ira.
Holden entiende de algún modo una de las verdades más profundas de la vida mortal: como los pequeños
asuntos superficiales de la vida no van a durar, se hace que parezcan mucho más importantes de lo que son.
Mientras tanto, a su alrededor, tiene que ver a gente superficial ganar honores con su artificio. Desprecia
profundamente a los que tienen éxito como farsantes: Stradlater, el director y todos los chicos que ven la escuela
como un club gobernado por el darwinismo social. Todo lo que quiere es un poco de la vida auténtica, y aferrarse a
alguien como Phoebe o Allie que no saben nada de la superficialidad del mundo y, por tanto, no están
contaminados por ella, pero tiene miedo de hacer demasiado real su deseo , por el temor justificado a perderlos
un día para siempre.
Vida y muerte
Una parte fundamental de su vida emocional se deriva de su reacción a la muerte de Allie. La gente vive un
tiempo, pero muy pronto, todos mueren. Allie no lo eligió, pero Holden piensa en James Castle, un muchacho flaco
que saltó por una ventana de la escuela y se mató. Hay momentos en que tiene pensamientos de suicidio similares.
La decisión que toma para adormecer sus sentimientos acerca de la vida consiste en encerrarse emocionalmente,
tanto que ya no vive verdaderamente. Es una decisión, sin embargo, que sigue siendo fundamentalmente imposible
para Holden. Cuando piensa en James Castle, que no puede soportar imaginarse a James allí tumbado, entre
piedras sangre, sin que nadie acuda a levantarlo.
Holden podría considerar atractivo el suicidio y encontrar un poco de consuelo en la idea de acabar con el
dolor interno, pero la muerte, la soledad final, le parece mucho peor. Ve también los efectos que la muerte causa en
los vivos. Por eso no podría hacerle a Phoebe lo que Allie ha hecho con ellos.
Él sigue adelante, sólo está seguro de que debe dejar de depender gradualmente de Phoebe y alejarse
gradualmente para que ella se acostumbre a perderlo para siempre - y para acostumbrarse a estar lejos de ella.
Aunque Holden necesita la cercanía y el amor para rehacer su vida, se mantiene más lejos de ella para evitar la
pérdida inevitable. Cuanto más se quiere experimentar la vida, más antisocial se convierte y más se imagina la
muerte. Esta paradoja es parte de la vida de Holden: hay dolor si se encierra en sus propios sentimientos, y hay
dolor en el riesgo de abrirse de nuevo. Trata de evitar los dolores que son inevitables en la vida de todos
nosotros, mortales humanos. Pero eso es imposible.
Figuras con falta de autoridad
Holden está profundamente solo. Sus padres están ausentes excepto para insistirle en que progrese a lo
largo de un camino convencional y permanezca en la escuela, siempre y cuando le sea posible antes de que lo echen
de cada institución. Sus padres no le dejan volver con la familia sino que lo envían a la próxima escuela. En Pencey,
Holden no encuentra a ningún adulto en quien confiar sus sentimientos; la mayoría son falsos. Algunos adultos
incluso parecen tan egoístas que están dispuestos a abusar de los niños. En general, ve a los adultos con decepción,
incluso con cinismo. ¿Cómo es que cuanto mayores se vuelven, más lejos están de la autenticidad?
Por otro lado, el deterioro gradual del cuerpo le disgusta. Al visitar un viejo profesor, dedica gran parte de
sus pensamientos al horror del cuerpo del anciano. No hay encanto en el envejecimiento.
La autoridad tampoco parece relacionada con la sabiduría. Los adultos le dicen que encuentre la dirección
correcta y, por lo tanto, la estabilidad, pero ve sus consejos un tanto sospechosos e ingenuos; jugar al juego que le
proponen es inauténtico. Andar su camino de manera autónoma, siguiendo su propia ley, tampoco le funciona, así
que no está claro donde podría encontrar una autoridad legítima.
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Soledad
Holden se siente muy solo, y su soledad adolescente parece ser mucho más profunda que la que se siente
comúnmente a esa edad. Admite su soledad abiertamente, y quiere experimentar las emociones que le producen. Al
mismo tiempo., da pasos para mitigar su soledad. Cada vez que siente la necesidad de conocer a alguien, de llamar a
una chica o de vivir una experiencia social, termina echándola a perder, antes de que pueda salir lastimado. Se
protege de tal manera que cierra cualquier posibilidad de aliviar su soledad. Puede que desee llamar a Jane, por
ejemplo, pero cuelga antes de que llegue al teléfono. Podría querer dormir con una prostituta para sentir el confort
humano, pero no lo hará. Desearía interactuar con amigos en un bar, pero termina diciendo algo que les hace daño
para que lo abandonen. Echarlos de su lado hace cada vez más profunda su soledad, pero si tiene que elegir está
dispuesto a soportar esa soledad antes que enfrentarse a la última y devastadora soledad de perder a otra
persona como Allie.