La clasificación periódica de los elementos Desde fines del siglo XVIII, los científicos han tratado de clasificar los elementos químicos tomando en cuenta las semejanzas que se observan en sus propiedades. A estos efectos se realizaron numerosos intentos, hasta que en 1869, el químico ruso Dimitri Mendeleiev propuso una clasificación de los elementos en base a sus pesos atómicos (actualmente se considera más apropiado decir masas atómicas). En esta propuesta, los elementos fueron ordenados por sus masas atómicas crecientes, es decir, de menor a mayor. Entonces encontró periódicamente semejanzas en.las propiedades, las que le permitieron formar columnas verticales, llamadas grupos, y filas horizontales, denominadas períodos. A continuación se transcribe la última tabla periódica publicada por Mendeleiev, en 1906: Esta propuesta sigue siendo la base de la clasificación empleada en la actualidad, aunque ha experimentado diversas modificaciones como consecuencia de los importantes descubrimientos logrados en el campo de la estructura atómica. 2.1. El número atómico y las propiedades de los elementos En 1913, el joven físico inglés Henry Moseley, de sólo 25 años de edad, como resultado de sus experiencias, llegó a la conclusión de que las propiedades de los elementos químicos se repiten periódicamente en función del número atómico y no de los pesos atómicos como sostenía Mendeleiev. Desde entonces los elementos se han ordenado en la tabla periódica por sus números atómicos crecientes. 2.2. La tabla periódica moderna La tabla periódica que se utiliza actualmente está relacionada con la estructura electrónica de los átomos. En ella se encuentran todos los elementos conocidos, tanto los 92 que se hallaron en la Naturaleza como los que se obtuvieron en el laboratorio. Las principales características de la tabla periódica son: • • • • • • A cada elemento le corresponde un casillero donde figura su símbolo, el número atómico, la masa atómica, la configuración electrónica, etcétera. Las filas horizontales se denominan períodos. En el primer período sólo hay dos elementos: hidrógeno y helio; en el segundo y tercer período se encuentran ocho elementos; en el cuarto y quinto, dieciocho; en el sexto, treinta y dos (se deben tener en cuenta los lantánidos), y en séptimo, los restantes. El número del período indica la cantidad de órbitas que tienen los átomos de los elementos que se ubican en dicho período. Las columnas verticales reciben el nombre de grupos y son dieciocho en total. En general, los elementos que se encuentran en un mismo grupo tienen el mismo número de electrones en su órbitaexterna y presentan propiedades químicas similares. Los metales se encuentran a la izquierda de la tabla. El carácter metálico disminuye a medida que se avanza horizontalmente hacia la derecha, mientras empiezan a manifestarse las propiedades de los no metales. Los elementos del grupo 17 son francamente no metales. Una línea quebrada que pasa entre el boro y el aluminio, y sigue descendiendo hasta el polonio y el astato marca la separación entre metales y no metales. En el grupo 18 se encuentran los gases inertes, raros o nobles, que se caracterizan por su falta de reactividad química. Al hidrógeno no se le ha encontrado una ubicación satisfactoria, porque por su estructura electrónica le corresponde el grupo 1, pero por sus propiedades se asemeja más al grupo 17. Por eso se lo suele representar en el grupo 1, pero un poco separado de los demás. Los catorce elementos denominados lantánidos se disponen en el grupo 3 y período 6. Al ser imposible representarlos en un solo casillero, se los coloca fuera de la tabla, más abajo. Lo mismo acontece con los actínidos que ocupan el grupo 3 y período 7. 2.3. Átomos con carga eléctrica: Los iones Entre los elementos químicos se encuentran los metales y los no metales. • Los átomos de los metales tienen menos de cuatro electrones en su órbita externa y tienden a perderlos. Así, por ejemplo, el átomo de litio (Li), cuyo Z = 3 y su A = 7, presenta la siguiente estructura: ION Es toda partícula con carga eléctrica por pérdida o ganancia de electrones. Los iones positivos se llaman cationes y los negativos aniones. Este átomo trata de perder el electrón de su última órbita. Cuando ello sucede queda con 3 protones y 2 electrones y por lo tanto ya no es eléctricamente neutro sino que manifiesta una carga positiva: Otro ejemplo se puede ver en el caso del magnesio (Mg): Átomo de magnesio (Mg) En general, se puede señalar que: Los átomos de los metales que tienen en su órbita externa 1,2 ó 3 electrones tienden a perderlos, transformándose en cationes. Los átomos de los no metales tienen más de cuatro y menos de ocho electrones en su última órbita y procuran ganar electrones para tener ocho electrones en dicha órbita. Así, por ejemplo, el átomo de flúor (E), cuyo Z - 9 y A = 19, presenta la siguiente estructura: En consecuencia, se puede establecer que: Los átomos de los no metales que tienen en su órbita externa 5, 6 ó 7 electrones tratan de ganarlos hasta llegar al número de ocho, convirtiéndose en aniones. Las moléculas de ciertas sustancias, como las sales, los ácidos y las bases, cuando se disuelven en agua, se dividen (se disocian) en cationes y aniones. A pesar de esto, la solución permanece eléctricamente neutra porque a partir de cada molécula se forman igual cantidad de cargas positivas y negativas. Así, por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) genera un catión sodio (Na+) con una carga positiva y un anión cloruro (Cl-) con una carga negativa. Los iones que se forman en las soluciones son átomos o grupos de átomos con carga eléctrica que transportan la electricidad. Esta es la causa por la cual el agua destilada no conduce la corriente eléctrica, pero sí lo hace el agua que contiene sales en disolución. Las sustancias que se ionizan al disolverse en agua, como los ácidos, las bases y las sales, se denominan electrolitos.