DESDE LA BARRA Testimonios de trabajadores y trabajadoras del

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DESDE LA BARRA
Testimonios de trabajadores y trabajadoras del sector gastronómico y de
entretenimiento.
Los locales con ambientes separados tienden a ser restaurantes con clientela que
asiste en familia, más para comer que beber. Suelen ser lugares más tranquilos, con
menos personas fumando y mucho menos humo visible. En muchos locales, el sector
no-fumadores está vacío después de las 22:00 horas. Y cuando se va el último cliente,
se cierra, dejando habilitado solo el sector fumadores.
Los sectores para fumadores tienden a ser más oscuros y con más música y
conversaciones en voz alta. Muchas veces el consumo de tabaco está vinculado al
consumo de alcohol y carrete.
En locales mixtos también, el bar está casi siempre en el sector fumadores e incluso la
caja. Así también es común tener que pasar por el sector fumador para llegar a los
baños.
Se observa que existe mucho incumplimiento de la ley actual de tabaco. Las
separaciones entre sector fumadores y no fumadores son inadecuadas o inexistentes.
Típicamente, hay un muro que separa los dos sectores, pero se deja abierta la puerta
(o simplemente no hay puerta). Algunos locales tienen el primer piso para fumadores y
el segundo para no fumadores, sin ninguna separación más que la escalera. En
muchos lugares, da la impresión que el sector fumadores es el principal del local y que
el sector no-fumadores está pensando como una cortesía o un servicio extra. A veces,
el sector no-fumadores consiste en un par de mesas al lado de la cocina, sin ninguna
separación física con el sector fumadores.
El empleo en el sector se caracteriza por ser transitorio, de jornadas parciales, un
trabajo para jóvenes o estudiantes, lo que impide la creación de sindicatos que puedan
abogar por la protección de sus trabajadores/as. Las y los trabajadores del rubro
enfrentan inseguridad laboral, alta rotación y sueldos bajos suplementados por
propinas voluntarias, además de los problemas de salud por exposición involuntaria
durante largas horas al humo de tabaco.
Una encuesta realizada a 77 trabajadores en 18 bares para fumadores reveló un
promedio de permanencia en el trabajo de 9 horas diarias durante 6 días a la semana.
El 64.8% señaló estar siempre o casi siempre expuesto al humo de tabaco en el
trabajo. (P. Aceituno et al, trabajo en curso presentado a las Jornadas de Salud Pública 2009, Escuela Salud
Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Chile.)
En entrevistas llevadas a cabo a lo largo de 2011, CHILE LIBRE DE TABACO conversó
con decenas de trabajadores del sector, entre ellos garzones/as, barman, cajeros/as,
runner (los que llevan los platos a la mesa), crupier (atienden mesas de juego en
casino), bailarinas y cantantes. La mayoría señalan preferir un lugar de trabajo sin
humo. Algunos reportan ganar más propinas en el sector fumadores, mientras otros
reportan mayores propinas en los sectores donde se atienden a familias. La mayoría se
queja de molestias por el humo; les duelen los ojos, se resfrían más. Demuestran poco
conocimiento de los efectos a largo plazo del humo de tabaco, y tienden a verlo como
una inquietud más entre muchos otros temas de salud y condiciones laborales.
Aquí presentamos algunos de sus testimonios (*). Todos son reales, pero se presentan
sin nombre porque los trabajadores entrevistados no quieren arriesgarse a perder sus
trabajos.
“Me dan jaquecas, como resacas de caña. Es por cigarro y el humo de acá.
Y como no tomo, lo noto directamente. Es como sufrir del hachazo, sin
carretear ni nada.”
-- Garzón, 28 años
“La gente fuma, no se les puede negar. Pero te botan el humo en la cara. A
veces estoy respirando tabaco en vez de oxígeno. Es muy molesto, me
cambia el ánimo, me enojo, me pongo irritable, incluso, miro feo a la
gente.”
-- Barman, 27 años
“Nosotros utilizamos camisas blancas. Pero se ponen amarillas por la
nicotina. Entonces mi jefa nos dice ¿Pero por qué siempre tienen las
camisas amarillas, por qué no las pueden tener blancas?
Es la nicotina que está en el aire.”
-- Garzona, 23 años
Incluso hay trabajadores que han cambiado de trabajo por no querer trabajar en locales
donde fuman.
“Cambié de un local para fumadores a un restaurante con sectores para
fumadores y no fumadores. Me cambié de trabajo por este motivo. Era un
lugar cerrado, fumaban todo el tiempo. Me asfixiaba, me ahogaba y estuve
enferma mucho tiempo, resfriada, y no me podía recuperar. Entonces
pensé que ese era uno de los factores. Y sigo pensando que sí, porque
mejoré mucho desde que cambie del trabajo. Como un 90%.”
---- Garzona, 28 años
Las y los trabajadores se ven más afectados por el humo debido al esfuerzo físico que
hacen: tomando pedidos, preparando los platos y tragos, llevándolos a las mesas. Las
y los cantantes y músicos que trabajan en el sector sufren doblemente porque el humo
les afecta las cuerdas vocales y el buen desempeño de su arte.
“Estás toda la noche moviéndote de un lado para otro, agitado, respirando
más rápido. Es puro contaminante para ti -- el monóxido de carbono y
todos los tóxicos que tiene el humo de tabaco, te hacen daño, como a
cualquier persona. Pero claramente durante las horas que estás encerrado
trabajando, moviéndote, te daña más que a una persona que esté allí sólo
por un rato.”
-- Barman, 27 años
Las mujeres tienen una preocupación adicional: como no se reconoce la exposición al
humo de tabaco como riesgo de salud laboral, las trabajadoras que quieren
embarazarse o están embarazadas enfrentan la difícil decisión de tener que optar por
renunciar o seguir trabajando en condiciones pocas recomendables para su salud y el
buen desarrollo del embarazo.
Trabajar bajo humo de tabaco también afecta los hábitos tabáquicos de los mismos
trabajadores/as.
“Yo he tenido las ganas de dejar de fumar. Y he durado hasta seis meses o
un año sin fumar. Definitivamente quiero dejar. Pero mientras esté en ese
restaurante, no voy a poder, porque el ambiente es de mucho humo. Soy
fumador pasivo. Es una batalla perdida tratar de dejar de fumar en un
lugar donde hay tanto humo y donde todo el mundo fuma. Y donde mis
compañeros de trabajo fuman. Cuando deje de fumar tendrá que ser
cuando deje de trabajar aquí.”
-- Garzón, 29 años
“Siento que hice una buena decisión al dejar de fumar, pero si sigo
trabajando aquí, fumo igual. Cuando uno respira igual estai fumando,
como fumador pasivo. Pero siento el olor al cigarro y me da asco.”
-- Garzona, 25 años
En el sector gastronómico, gran parte del sueldo proviene de las propinas, lo que, para
unos, es un incentivo para seguir trabajando bajo el humo.
“Tengo compañeras que son asmáticas y no fuman. Pero ellas dicen que
tienen que trabajar aquí porque, a pesar de todo, es un trabajo con buena
plata. Para una persona que no tiene profesión, como yo, es un trabajo que
te permite lograr cosas, comprar cosas, cosas que no podrías hacer si
trabajaras en un call center o donde se recibe un sueldo a fin de mes
solamente. En cambio, acá tengo dinero todos los días y también a fin de
mes.”
-- Garzona, 23 años
“En el casino no se respeta la ley, la gente fuma igual en el sector de no
fumadores y nadie fiscaliza. Los croupier que trabajan en donde se fuma,
lo hacen bajo nubes y nubes de humo y por varias horas…. Además los
sistemas de rotación no se respetan“
----Crupier, 45 años
(*) Entrevistas realizadas por equipo de CHILE LIBRE DE TABACO
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