Revista Candidus No.16 - Julio/Agosto 2001 Dr. JULIO CABERO

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Revista Candidus No.16 - Julio/Agosto 2001
Dr. JULIO CABERO
EL IMPACTO DE LAS NITC SOBRE EL PROCESO EDUCATIVO I
Catedrático de Didáctica y Organización de la Universidad de Sevilla y Director del
Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologías, miembro fundador de
EDUTEC - España
Candidus: Según su punto de vista ¿Cómo considera usted el impacto
de las NTIC sobre el proceso educativo en los diferentes niveles en su país o
región? ¿Estamos hablando de una nueva realidad o de una moda?
En primer lugar habría que decir que los impactos de las nuevas tecnologías
de la información y comunicación en mi país es por ahora una cuestión puntual. Es
cierto que se han desarrollado notables esfuerzos, tanto por parte del Ministerio con
los proyectos Atenea y Mercurio como por la Consejería de Educación de la Junta de
Andalucía con el proyecto Averroes, pero la realidad es que hoy por hoy la
incorporación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en los
niveles docentes no universitarios no es una cuestión masiva.
Si me gustaría indicar que se está desarrollando, tanto en mí país como en
otros, un discurso ideológico en el terreno educativo respecto a las nuevas tecnologías
que tienden a presentarlas como motoras del cambio y la innovación que tiende a
presentarlas como motoras del cambio y la innovación didáctica. Sin entrar
profundamente en él, si me gustaría recordar dos cuestiones previas, en primer lugar,
que las que se denominan nuevas tecnologías, lo mismo que las tradicionales, han
surgido fuera del contexto educativo y después se han incorporado a éste, y en
segundo lugar, que por ese fundamentalismo tecnológico que algunas veces nos rodea,
inicialmente se ha transferido la tecnología y después se ha elaborado el problema que
ésta podría resolver, o dicho en otros términos primero se han pensado en la
tecnología y después se ha reflexionado sobre el para qué nos puede servir.
Para mí, las tecnologías, independientemente de su potencial instrumental,
son solamente medios y recursos didácticos, movilizados por el profesor cuando le
puedan resolver un problema comunicativo o le puedan ayudar a crear un entorno
diferente y propicio para el aprendizaje.
Se esperaba que la presencia en primer lugar de la radio, luego la
televisión, el vídeo, las computadoras personales, incidirían favorablemente
en la calidad de la educación como herramienta que facilitaría el acceso al
conocimiento y a la cultura en general. Hay quienes consideran que si algo ha
impactado, no ha sido en la medida de lo que se esperaba y que el proceso
educativo sigue casi igual como fue hace 400 años. Ante la presencia de
internet y el avance de las TIC en general ¿No estaremos a un nivel más
sofisticado de lo mismo?
Creo que bien pudiera darse si no aprendemos de las experiencias del pasado. Si
no aprendemos que el aprendizaje no está en función del medio, independientemente
de lo potente que el mismo sea sino del método y la estrategia instruccional que el
profesor es capaz de aplicar sobre el mismo para crear entornos diferenciados de
aprendizaje, si no aprendemos que cualquier reforma educativa pasa necesariamente
por la formación y el perfeccionamiento del profesorado, y si no aprendemos que es
necesaria la investigación y la reflexión sobre la propia práctica educativa para conocer
cuáles son los impactos reales de las tecnologías en los entornos de formación tanto
desde la perspectiva conceptual, como organizativa, cognitiva y actitudinal.
En nuestro medio las NTIC no se han difundido masivamente dentro
de los docentes, por lo tanto no las usan y mantienen una actitud ecléctica,
con el agravante que reciben, en algunos estratos socioeconómicos, una serie
de niños que sí tienen influencia de las NTIC. ¿Cuál ha sido la experiencia en
su país y cómo han enfocado dicho problema?
En cierta medida creo que ya he realizado algún comentario al respecto al
responder a la primera pregunta. Sin decir que la realidad es igual entre su país y el
mío, en este aspecto, y puede ser más preocupante en mí país por la existencia de
cierta infraestructura tecnológica, la utilización no es tan masiva como cabría esperar.
Y ahí si surge un problema, como usted bien dice los alumnos entran ya a la escuela
con un verdadero bagaje instrumental y conceptual sobre las nuevas tecnologías:
saben navegar con facilidad, localizan sin problemas en la red información, utilizan
para comunicarse las herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas que la
red permite, dominan y usan nuevos términos como correo electrónico, chat, java, jpg,
MP3..., que en ninguna medida poseen los profesores. Esto mismo se decía de la
televisión y el vídeo, pero yo creo que era un error, ya que eran tecnologías más
pasivas en comparación con las redes telemáticas de comunicación con las que nos
enfrentamos.
Soy de los que piensan que el viejo dicho que recorre algunos círculos científicos de
educación, referido a que las escuelas de los dos últimos siglos nos han variado, y que
los profesores del siglo pasado perfectamente podrían incorporarse a las escuelas
actuales y continuar ejerciendo su actividad profesional como lo venían haciendo es
erróneo. Y es erróneo por diversos motivos, ni las escuelas son las mismas, ni
funcionan organizativamente igual, ni los contenidos son tan estables, los recursos que
el profesor tiene a su disposición para desarrollar su práctica educativa son más
amplios, y lo que es más importante los alumnos han variando.
La experiencia con la que los alumnos actuales se acercan a los diferentes
niveles del sistema educativo es notablemente diferente que sus compañeros del
pasado, entre otros motivos por el fuerte impacto que los medios de comunicación de
masas tienen en nuestra sociedad y por el dominio y tranquilidad con que incorporan
las nuevas tecnologías a sus prácticas cotidianas.
Y en estos casos puede que los profesores se encuentren en una situación muy
compleja marcada por impartir unos contenidos no reales ni necesarios para una
sociedad del conocimiento, con unas tecnologías del siglo pasado, y con unos métodos
bancarios de formación opuestos a los nuevos principios del trabajo colaborativo entre
los participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Haciendo un ejercicio de futurología ¿Cómo sería todo el proceso
educativo dentro de diez (10) años: nos referimos al maestro, al aula, la
escuela, la presencialidad, en cuanto al uso y la influencia de las TIC como
herramienta de apoyo en el proceso educativo?.
Nos guste o nos disguste, estemos a favor o estemos en contra, la escuela
como institución social que es, va a tener que utilizar las herramientas e instrumentos
de comunicación e información que se movilizan en esa sociedad, y en nuestro caso no
debemos de olvidar que nos encontramos en la sociedad de la información, con sus
ventajas y sus inconvenientes. Por tanto, creo que lo importante no es perder más el
tiempo en grandes debates de, si deben o no deben entrar, entrarán y el debate
tenemos que hacerlo en cómo introducirlas. Los problemas hoy no son tecnológicos, o
mejor dicho se dispone hoy ya de una tecnología sostenible y con estándares
aceptados, que permiten realizar diferentes cosas, y con unos parámetros de calidad y
fiabilidad verdaderamente aceptables. Los problemas posiblemente vengan en qué
hacer, cómo hacerlo, para quién y por qué hacerlo. O dicho en otros términos cómo se
ponen a disposición de los contextos de aprendizaje y de los ciudadanos las
posibilidades que ofrece esta nueva tecnología.
Creo que la formación del futuro va a venir marcada por diferentes
características que a grandes rasgos podrían ser las siguientes: más colaborativa,
basada en recursos, tendentes hacia lo multimedia, más flexible, accesible, e
interactiva. Sin olvidarnos de ser más democrática y con búsqueda de parámetros de
más calidad.
Se afirma que las NTIC contribuirían a que la exclusión sociocultural
de gran parte de la población se haga cada vez más sólida o permanente, esta
discusión se viene dando en algunos países. ¿Qué han de hacer los Estados
para evitar nuevas formas de discriminación y dominio cultural?. En su
opinión ¿Qué se debería hacer desde el Estado, desde la educación pública
para que las NTIC más bien actúen como medio facilitador de acceso al
conocimiento?
Soy de los que piensan que se ha desarrollado demasiado el denominado mito
de “las tecnologías como elementos democratizadores”. Tiendo a presentarlas como
instrumentos de democratización, ya que permiten el acercamiento otras culturas
económicamente más poderosas y estables, como supuestas ayudas para poder
alcanzarlas y entrar en los denominados países del primer mundo. Al contrario del
efecto que inicialmente podría esperarse que produjeran, la realidad es que están
sirviendo para separar y distanciar a las culturas y a las personas más favorecidas de
las más desfavorecidas, ya que estas últimas cuando acceden a algunas de estas
tecnologías ya se encuentran en desuso en los países con niveles económicos y
tecnológicos más desarrollados. Por otra parte, la evolución de las tecnologías es tan
rápida, que incluso algunos de los países del denominado primer mundo, se quedan
fuera de su evolución y marco de influencia.
Por otra parte, pienso que los países que no se incorporen a las mismas se van
a encontrar más separados que aquellos que en su momento siguieron en una
sociedad agrícola mientras otros se encontraban en una sociedad industrial. De ahí la
necesidad de adoptar medidas para su incorporación a todos los sectores, y
evidentemente uno de ellos es el de la institución escolar.
¿Qué medidas para su introducción y utilización en el terreno
educativo?
La primera es obvia que se encuentren presente y a disposición de los
profesores y los estudiantes. La segunda, formar al profesorado para que sepa y quiera
usarlas tanto desde un punto de vista técnico como fundamentalmente didáctico. En
tercer lugar cambiar los modelos organizativos de las instituciones educativas, sería
una contradicción trabajar con tecnologías del siglo XXI e incorporarlas en entornos
organizativos del siglo XIX, en este sentido frente a modelos de organización
tradicional tenemos que aprender a desenvolvernos en modelos de organización
flexibles y versátiles. En cuarto lugar, favorecer el desarrollo de entornos de trabajo
colaborativo entre los profesores. Y en último lugar crear centros de producción y
desarrollo de materiales didácticos, pienso que no podemos pedirle demasiadas cosas
a los profesores: evaluar, orientar, ser expertos en técnicas y estrategias docentes, y
ahora que se convierta en un experto diseñador de materiales multimedia y
audiovisuales, se deben de crear centros que le faciliten al profesor esta tarea de
manera que él aporte sus conocimientos sobre los contenidos y las características de
los alumnos para el aprendizaje, y el otro los principios para la producción de
materiales de calidad.
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