Las organizaciones tienden a formalizar sus valores

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Las organizaciones tienden a formalizar sus valores
El 70% de las compañías cuenta con documentos relacionados con la ética
Existe una tendencia progresiva a la institucionalización de la ética en las empresas. Así parece
demostrarlo una investigación impulsada por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE),
según la cual el 70 por ciento de las compañías participantes cuenta con algún tipo de documento
relacionado con este tema.
El relevamiento, efectuado entre septiembre y noviembre últimos, se realizó a través de un
cuestionario elaborado por el Departamento de Etica Empresarial del IESE, de Barcelona. Se
invitaron a participar a las 500 mayores compañías del país, de las cuales respondieron 126.
De acuerdo con los resultados, dentro de las organizaciones que no poseen ningún tipo de
instrumento formal, el 32% piensa introducirlo en el corto plazo y sólo el 2,7 considera que la
ética no tiene nada que ver con los negocios.
"El creciente interés que han tenido los códigos de conducta viene asociado a los distintos
cambios que se han dado en la vida de las empresas y de las sociedades", sostiene Patricia
Debeljuh, profesora investigadora del departamento de Administración y Recursos Humanos de
la UADE, a cargo del informe. Así, explica que por un lado los empleados deben estar cada vez
más comprometidos con su empresa e identificados con la cultura corporativa y que por el otro la
sociedad reclama mejores estándares éticos. "Se nota una mayor presión social que exige a las
compañías poner fin a las actuaciones empresariales caracterizadas por un ánimo desmedido de
lucro", opina.
Entre los valores que inspiran la elaboración de los códigos de ética aparecen mencionados la
justicia, la veracidad, la lealtad, la solidaridad y el fortalecimiento de los principios generalmente
aceptados por la sociedad.
En cuanto a los motivos citados por las compañías para implementar este tipo de documentos, el
principal argumento es la difusión de la filosofía de la empresa, con una media de 6,5 puntos en
una escala del uno al siete. En segundo lugar aparece el interés por recordar a sus empleados sus
obligaciones (con una media de seis puntos), y en el tercero se ubican tanto la promoción del
desarrollo humano como la generación de confianza dentro de la organización (5,8 puntos).
Según el informe, las empresas de energía, telecomunicaciones, los bancos y los fabricantes de
consumo masivo son las más interesadas en la adopción de un documento que especifique sus
valores. Por otra parte, sostiene que las compañías llegan a tener dos o más documentos: el 70
por ciento cuenta con un código de conducta, el 67 por ciento establece la misión o visión de la
empresa, el 48 por ciento establece un credo o declaración de valores y el 8 por ciento utiliza
otros instrumentos.
La elaboración de los documentos fue realizada en un 67 por ciento por los altos directivos de la
organización. En el 27,3 por ciento de los casos intervino el consejo de administración, en el 14,8
por ciento se dio lugar a gerentes y empleados, y sólo en el 13,6 la formalización de la ética se
realizó mediante un amplio proceso participativo.
"El papel de los directivos es clave en la institucionalización de la ética dentro de las empresas asegura Debeljuh.- El compromiso con los valores se manifiesta en el buen ejemplo que tienen
que dar, en la coherencia con que toman sus decisiones, en las medidas que apuntan al desarrollo
ético de las personas y en la manera que hacen frente a todas las responsabilidades sociales de la
empresa."
Multinacionales v. Pyme
El 60 por ciento de las empresas que contestaron a la encuesta corresponde a compañías
multinacionales, la mayoría con casa matriz en los Estados Unidos. De esta manera, la
investigación indica que las grandes corporaciones mundiales y las que cotizan en Bolsa tienen
institucionalizada la práctica de principios éticos en mayor medida que las Pyme. Según
Debeljuh, estas últimas cuentan en menor medida con códigos de conducta porque el tamaño de
esas empresas facilita que la transmisión de las convicciones éticas se haga a través de otros
canales: desde la impronta impuesta por el fundador hasta el contacto más directo con las
personas.
"Cuando la empresa necesita transmitir sus convicciones éticas a los que trabajan en ella y a los
que con ella se relacionan, generalmente utilizan documentos escritos porque estos permiten que
sean conocidos y difundidos dentro de la organización -comenta la profesora-. A mayor tamaño
de la empresa, más necesario es contar con estos documentos formales para alcanzar esos
objetivos."
Daniela Dborkin
El comportamiento ético en el nivel internacional
La investigación realizada por la UADE compara los resultados obtenidos en la Argentina con
los que surgieron de estudios similares realizados en otros países. Así, se desprende que nuestro
país se ubica dentro de los parámetros de naciones industrializadas.
Mientras que en la Argentina el 70 por ciento de las empresas consultadas cuenta con
documentos relacionados con la ética, en Japón el porcentaje llega al 66, en Suiza al 60, en
Alemania al 51 y en Gran Bretaña al 41. Los tres países que se encuentran por encima de la
Argentina son los Estados Unidos, con el 98 por ciento; Canadá, con el 83, y España, con el 71.
"El auge de la ética y, en particular, su desarrollo en el ámbito empresarial en nuestro país no es
casual. Las responsabilidades sociales que tienen que asumir las empresas ya no son una opción
de las organizaciones, sino una demanda social exigida por el entorno", explica la profesora a
cargo del informe, Patricia Debeljuh.
"El reclamo de una conducta ética y transparente está fuertemente vinculado con la crisis de
valores por la que atraviesa el país, y la pérdida de confianza en las personas y en las
instituciones", agrega.
Artículo publicado en La Nación el día 5 de marzo de 2002
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