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«Los medios de comunicación se han revestido de modernidad
pero siguen ofreciendo modelos masculinos y femeninos
estereotipados»
Ana Agirre es la responsable de Formación de Emakunde. Hemos hablado con ella
sobre la creciente influencia que los mensajes de los medios de comunicación tienen en
la gente joven y de cómo abordan el problema de violencia contra las mujeres. En su
opinión, los medios ofrecen modelos de hombres y mujeres estereotipados y esto
contribuye a que las relaciones entre los chicos y las chicas sean relaciones basadas en
la desigualdad en las que a menudo ya aparecen los primeros indicadores de la
violencia contra las mujeres. Si te interesa profundizar en este tema puedes consultar el
centro de documentación de Emakunde.
¿Violencia de género o violencia contra las mujeres?
La violencia de género es la que se ejerce de diferentes formas contra las mujeres por el
hecho de ser mujeres. Se construye y manifiesta desde las primeras edades. El modelo
masculino se convierte en el dominante y las relaciones de género se construyen como
relaciones de poder. El término de “violencia contra las mujeres” es el que cuenta con
un mayor consenso social y político y es el que se viene utilizando en los instrumentos
jurídicos internacionales en la materia. Además, tiene la ventaja frente al término de
“violencia de género”, de ser un término claro e inteligible para cualquier persona no
experta en la materia y que hace visible que son las mujeres las personas que sufren este
tipo de violencia. La violencia contra las mujeres ha de entenderse como cualquier acto
violento por razón del género que ocasiona daño físico, sexual o psicológico.
¿Qué influencia tienen los medios de comunicación en la creación y reforzamiento
de las relaciones de desigualdad entre los chicos y las chicas?
Los medios de comunicación tienen cada vez más influencia porque conectan mejor con
los intereses y las necesidades de la gente joven y porque pasan cada vez más tiempo
ante ellos. Creo que los medios se han revestido de modernidad pero en realidad no han
cambiado. No ofrecen modelos alternativos. Los modelos que presentan los medios, y
que desembocan en relaciones de desigualdad, se reproducen, incluso en las series
infantiles de dibujos animados. Sí que es cierto que hay contadas excepciones, pero, en
general, no contribuyen a generar un cambio de mentalidad. O se interviene o todo sigue
igual. Las cosas no cambian por lo que se dice, las cosas cambian por los modelos que
se reciben.
¿Qué modelos son los que transmiten los medios?
Por lo general, las mujeres aparecen como personas débiles, vulnerables, sin recursos,
sin control de las situaciones. Las mujeres no suelen ser protagonistas de situaciones
positivas. La belleza aparece como el principal elemento de valoración de las chicas y
su cuerpo como el principal elemento de conquista. Los modelos que transmiten hacen
que las chicas interpreten como indicadores de amor indicadores que en realidad son de
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alarma, cosas como los celos o la exclusividad que le pide su pareja. No hay que olvidar
que el aislamiento es una de las características fundamentales de las mujeres
maltratadas. Además, interiorizan valores que tienen que ver con la entrega, con el
realizarse a través de la felicidad de los demás, y adoptan una visión mesiánica que les
hace intentar cambiar a las personas que quieren. En realidad lo que tienen que hacer en
esas situaciones es alejarse porque son relaciones dañinas y absolutamente peligrosas.
En realidad nada cambia, todo va a peor. Su proyecto de vida se sustenta en lo afectivo
y está dispuestas a hacer renuncias por los chicos.
¿Y los modelos masculinos?
Refuerzan comportamientos que tienen que ver con la agresividad, con las conductas de
dominio, de ocupación de los espacios físicos, verbales y simbólicos. Los chicos están
constantemente rivalizando por las chicas, lo cual significa que las consideran como una
propiedad. La resolución de conflictos pasa por la agresión física. Los chicos defienden
a las chicas, luchando por ellas, ellos son los activos, los que tienen los recursos, los que
pueden resolver la situación. Además, los medios refuerzan constantemente las
conductas de riesgo de los chicos y de transgresión de las normas. Una cosa es que las
cuestionen y otra es transgredirlas. Por otro lado, en estos modelos las mujeres están al
servicio de los hombres y tienen que hacer renuncias por ellos. Los chicos no se sienten
obligados a estas renuncias porque entienden que por encima de la pareja está su
autonomía y su desarrollo personal.
¿Qué cambios hay que poner en marcha?
En los medios hay que presentar modelos distintos de hombres, de mujeres y de pareja y
hay que realizar una labor de desmitificación de determinados papeles, sobre todo de las
mujeres, como el de ligar maternidad con feminidad. Hacen falta modelos de hombres a
los que no se les cuestione la masculinidad; se trata de desligar la masculinidad con la
negación de la feminidad. Otra tarea pendiente es la de incorporar contenidos de la vida
cotidiana. Hay procesos que llevan mucho trabajo, como cocinar, limpiar o el cuidado
de las personas y que nadie contempla y, sin embargo, son fundamentales para el
bienestar personal y social.
¿Qué pasos hay que dar para lograr estos cambios?, ¿La presencia de la mujeres
en los cargos directivos de los medios puede contribuir a ello?
En mi opinión, para que las cosas cambien hacen falta en primer lugar la presencia las
mujeres en la toma de decisiones, pero esto debe ir acompañado de capacidad de
influencia, es decir, que se les permita actuar. Lo que pasa es que las estructuras están
tan masculinizadas, aunque físicamente haya mujeres, los hombres siguen manejando
los hilos del poder. Por último, hay que cambiar las formas de hacer. Puedes estar para
hacer lo mismo o cambiar, y eso es tarea de mujeres y hombres. Los estereotipos se
reproducen si no hay una toma de conciencia. Hay que estar y hay que hacer cosas
distintas. Sería fundamental que los medios tuvieran «Unidades de Igualdad», es decir
especialistas en género que asesoren en estos temas y que establezcan criterios de
igualdad en su trabajo.
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¿Cuál es el tratamiento informativo de la violencia contra las mujeres?
Los casos de violencia contra las mujeres aparecen en términos de suceso, de algo
puntual, y no de problemática social y se transmite la idea de que no es un delito, se
asocia a un crimen pasional. Además hay una asociación, absolutamente falsa, entre
maltratador y clase social baja o exclusión social. A menudo las noticias se centran más
en el morbo, en aspectos de la investigación policial, que en crear conciencia social y en
intentar explicar y analizar el problema. De este modo, suelen contribuir a que la
víctima y su entorno reviven lo ocurrido, es decir, se produce una doble victimización.
Otro aspecto es la justificación social del maltratador. Se suele entrevistar a gente del
entorno que tiende a justificar y a hablar bien del maltratador, ya que una de sus
características es que socialmente es una persona bien aceptada. Por último, los medios
no suelen presentar noticias que muestren a mujeres maltratadas que han salido
adelante, tomando nuevamente las riendas de su vida.
¿Es positivo que los casos de violencia contra las mujeres salgan a la luz?
Yo creo que la ocultación nunca es buena. Si se hace de una forma correcta, hablar de
este tema en los medios lo convierte en un problema social y no personal y esto
contribuye a la concienciación social y aque desde las instituciones se adopten medidas.
Con la aparición del problema en los medios, se fomenta que las víctimas salgan de su
aislamiento e intenten salir de estas situaciones. Sin embargo, también es cierto que
esto puede activar la válvula del maltrato máximo, en la medida en que la mujer la vida
comienza a tomar decisiones sobre su propia vida y su pareja siente que pierde el
control sobre ella. Por eso, es necesario proteger realmente a las mujeres en esos
momentos en los que es más vulnerable a sufrir violencia. La visibilización debe ir
acompañada de otro tipo de medidas que disminuyan el riesgo de las personas que
denuncian esta situación.
Miguel Fernández de Betoño
Las respuestas de los/as niños/as ante lo que les hace sufrir pueden ser indicadores
de algo más que una pataleta infantil.
Depresión infantil
En la actualidad la existencia de la depresión infantil es un hecho comúnmente aceptado
por la comunidad científica especializada, por lo que ha cobrado gran importancia su
estudio y tratamiento.
La depresión infantil puede definirse como una situación afectiva de tristeza mayor en
intensidad y duración que ocurre en un/una niño/a. Se habla de depresión mayor cuando
los síntomas se suceden durante un tiempo superior a dos semanas, y de trastorno
distímico, cuando estos síntomas pasan de un mes.
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Expresar sentimientos no es tarea sencilla. Desde que somos pequeños/as nos ayudan a
nombrar lo que sentimos. Cuando los/as niños/as saben que son escuchados/as y
comprendidos/as aprenden a fiarse de sus sentimientos, a manejar emociones como la
tristeza, antipatía, vergüenza, ira o rechazo.
Lo primero que hay que decir es que cada niño/a es único/a en su forma de ser. Hay que
conocer muy bien a el/la niño/a y saber lo que es realmente normal en su
comportamiento. No hay que apresurarse a sacar conclusiones. Algunas conductas
pueden sernos útiles para la identificación temprana de una depresión, estas son:
1. Quejas frecuentes de enfermedades físicas como dolor de cabeza y estómago.
2. Deterioro en los estudios o faltas en la escuela.
3. Concentración pobre.
4. Desesperanza.
5. Pérdida de interés en sus actividades favoritas o inhabilidad para
disfrutar de las actividades favoritas previas.
6. Falta de energía y aburrimiento persistente.
7. Aislamiento social, comunicación pobre.
8. Sensibilidad extrema hacia el rechazo y el fracaso.
9. Aumento de la dificultad de relacionarse, coraje u hostilidad.
10. Cambios notables en los patrones de comer y de dormir.
11. Hablar de o tratar de escaparse de casa.
12. Por otra parte, sucede con cierta frecuencia que se portan mal en casa o en la escuela
sin que nadie se dé cuenta de que están sufriendo de depresión porque eventualmente no
parecen estar tristes. Entonces, para padres, madres, maestros y educadores se trata
simplemente de mala conducta. Aunque a veces ellos/as admiten que están tristes o que
son infelices (evidentemente en confidencias con quienes tienen más confianza). En este
caso debemos tener cuidado con ciertos comentarios o críticas fáciles de hacer como: “a
los/as niños/as como tú no los quiere nadie”, ya que inciden en su autoestima.
¿Por qué se produce la depresión infantil?
Existen varios aspectos:
Conductual: porque hayan ocurrido acontecimientos negativos en la vida del niño/a o
ausencia de refuerzos.
Cognitivo: cuando el/la niño/a ha tenido experiencia de fracasos, juicios negativos o
indefensión aprendida entre otros/as.
Psicodinámico: si ha existido pérdida de autoestima o pérdida del objeto bueno.
Biológico: si existe una disfunción del sistema neuroendocrino, disminución de la
actividad de la serotonina y por defecto de la herencia.
¿Qué puedo hacer como monitor/a?
Como monitores/as tenemos acceso a una parte importante de su vida ya que en
las reuniones, en los campamentos… dominamos y “manipulamos” situaciones e
influimos sobre los educandos y sus actitudes. Podemos repetir aquellas actividades en
las que se destaquen los aspectos más positivos de los/as niños/as, o preparar
actividades para que hablen específicamente de sus cualidades. Podemos reforzar
aquello que valoramos de ese/a niño/a, mediante el refuerzo social. Y por supuesto, si
el/la niño/a es “víctima” de “insultos o ridiculización” dentro del grupo, saber actuar
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tajantemente, sin dañar la autoestima de la persona “ridiculizada” (porque encima de
que no ha hecho nada se siente culpable de que el monitor/a eche la bronca a los/as
“agresores/as”) y sin dar opción a que la situación se repita. Por supuesto, y como con
todo, es muy importante el contacto con los aitas/amas, saber si ha cambiado también en
casa, si le ha sucedido algo… además somos uno de los puntos fuertes en su
identificación, por el tiempo que pasamos con ellos/as y la relación que mantenemos,
nuestra colaboración puede ser muy importante para el chaval/a.
Astrid Pérez
Ama-Lur Eskaut Taldea
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