Nuevo tratamiento de autoayuda puede mejorar los síntomas de depresiónAutora: Yael Waknine Una nueva investigación señala que el añadir un nuevo tratamiento de autoayuda al tratamiento normal suele mejorar en grado significativo los síntomas de depresión en un plazo mínimo de ocho semanas. Los investigadores en la University of Exeter y el Devon Partnership National Health Service (NHS) Trust en el Reino Unido determinaron que el entrenamiento en lo concreto (EC) reducía significativamente los síntomas de depresión de graves a leves en los primeros dos meses y tenía un efecto persistente de hasta por seis meses. El investigador principal Dr. Edward Watkins, PhD, dijo a Medscape Medical News: «El estudio indica que un tratamiento de autoayuda con guía relativamente breve proporcionado con un contacto terapéutico limitado puede mejorar el tratamiento habitual de la depresión en la atención primaria. Es muy importante porque es aquí donde más se presentan los casos de depresión, pero no se cuenta con suficientes recursos para el tratamiento individual. Por consiguiente, esta intervención representa un medio para volver ampliamente disponible la intervención psicológica eficaz a un bajo costo». El estudio fue publicado recientemente en la versión en línea de Psychological Medicine. Ejercicios diarios El EC está concebido para desviar la cognición del paciente deprimido y alejarla del pensamiento abstracto inútil que lo lleva a rumiar los pensamientos negativos y llegar a conclusiones negativas (generalización excesiva). Para el estudio, que representa la primera prueba formal del EC en el Reino Unido, los investigadores asignaron de manera aleatoria a 121 pacientes deprimidos para que recibieran tratamiento usual (TU), TU + EC o TU + ejercicios de relajación (TR). Alrededor de 50% de los pacientes estaban recibiendo medicamentos antidepresivos: 75% inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, 11,7% inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina y 8,3% tricíclicos. La intervención de EC se llevó a cabo originalmente con un psicoterapeuta y luego se continuó sola con un disco compacto de audio. Consistía en un ejercicio diario en el cual los pacientes identificaban un episodio reciente moderadamente perturbador y luego trabajaban a través de pasos normalizados que los ayudaban a considerar el suceso de una manera más concreta. Se utilizaban imágenes mentales para enfocarse en los detalles sensoriales durante el suceso y el contexto en el cual ocurría, después de lo cual se investigaban las circunstancias del suceso, entre ellos, signos de advertencia y acciones que se podrían haber utilizado para modificar el resultado. Luego se analizaban los pasos y las conductas futuros. Reducción de los pensamientos negativos Los resultados a las ocho semanas mostraron que la combinación EC/TU era significativamente más eficaz que sólo el TU para reducir los síntomas de depresión y ansiedad, según se valoraron utilizando la Escala de Hamilton de Valoración de la Depresión (intención de tratar [ITT], p = 0,006; por protocolo [PP], p < 0,0001), la calificación en el Inventario de Depresión de Beck II (p < 0,0001 para ITT y PP), el Cuestionario de Salud del Paciente (p < 0,0001 para ITT y PP) y la Escala en el Trastorno por Ansiedad Generalizada 7 ITT: p = 0,001; PP, p < 0,0001). Aunque no se demostraron diferencias significativas entre los grupos con EC/TU y RT/TU (p > 0,05 para todas las medidas en PP e ITT excepto una), sólo el EC redujo los pensamientos negativos asociados a la depresión. Los pacientes del grupo con EC/TU presentaron disminuciones importantes en la rumiación depresiva, según se determinó utilizando la Escala de Respuesta de Rumiación de 22 apartados del cuestionario de Estilos de Respuesta (ITT, p = 0,006; PP, p = 0,004) y la sobregeneralización negativa, según se valoró con una versión abreviada del Cuestionario de Estilo Atribucional, en el cual se utilizaron cuatro situaciones hipotéticas (dos positivas, dos negativas) para valorar el pensamiento (ITT, p = 0,028; PP, p = 0,016). En los pacientes que practicaron el EC por un tiempo suficiente para convertirse un hábito, el EC redujo los síntomas de depresión más que la RT (p = 0,02), un efecto que se mantuvo después de tres y seis meses. El Dr. Watkins dijo: «En este tratamiento se utilizó un método de aplicación novedoso, el empleo repetido de discos compactos de audio respaldado por teléfono, y hay la perspectiva de proporcionar estos materiales a través de smartphone o Internet, lo que representa un potencial para administrar el tratamiento por medios no tradicionales de una manera que pueda llegar a más personas que el tratamiento en persona sin estar limitado por geografía, horario o costo». «El hecho de que la psicoterapia cognitiva solamente se enfocó en cambiar el estilo de pensamiento indica que un enfoque específico y dirigido al pensamiento en la depresión por sí mismo puede tener una ventaja, lo cual es compatible con algunas descripciones teóricas y señala la utilidad clínica de enfocarse en procesos como la rumiación obsesiva y la generalización excesiva». Mensaje positivo Al comentar sobre los hallazgos del estudio a Medscape Medical News, el Dr. Joseph F. Goldberg, quien no intervino en la investigación dijo: «El trasfondo conceptual de esta actividad es digno de elogio y alentador y puede ayudar a un mayor número de personas que padecen depresión a identificar su trastorno y buscar ayuda». El Dr. Goldberg, quien es profesor clínico asociado en Mount Sinai School of Medicine, Ciudad de Nueva York, y director del Programa de Investigación de Trastornos Afectivos en Sliver Hill Hospital en New Canaan, Connecticut, hizo notar que las técnicas descritas no son muy nuevas y se pueden encontrar en manuales de autoayuda basados en la psicoterapia cognitiva. Así mismo, observó que el estudio tiene varias limitaciones, entre ellas, el hecho de que no valora si el EC corrigió las actitudes disfuncionales o las alteraciones de los esquemas cognitivos de una manera que probablemente produzca un cambio duradero. Tampoco valoró si las ventajas observadas eran similares o más bien representaban una sinergia entre el tratamiento formal y los ejercicios de EC con autoayuda con inspiración cognitiva, ya que la mitad de los pacientes estaba recibiendo medicación antidepresiva. Además, no se hizo ninguna comparación con un grupo de pacientes que sólo recibió psicoterapia. El Dr. Watkins estuvo de acuerdo en cierto grado. Dijo: «Por lo que respecta a los tratamientos de autoayuda, el EC se integró como un paquete de autoayuda dirigida que incluyó tutoría y apoyo de un psicólogo de posgrado, basado en la evidencia de que la autoayuda funciona mejor en la depresión cuando hay alguien que apoye y motive a la persona con depresión. Añadió: «Por tanto no sabemos cuán bien funcionaría únicamente como un tratamiento de autoayuda sin guía. Sospechamos que si se presenta en la manera correcta sería útil y en la actualidad estamos analizando cómo adaptar los materiales para utilizarse como un libro de autoayuda sin ninguna guía por el psicoterapeuta». El estudio tampoco abordó las formas más graves de depresión, como melancolía, depresión psicótica, depresión con agitación, depresión concomitante o depresión bipolar, dijo el Dr. Goldberg. Destacó que estos trastornos son «formas frecuentes de enfermedades complejas que contribuyen a las altas tasas de respuesta deficiente a los tratamientos tradicionales». No obstante, el mensaje es positivo. El Dr. Goldberg dijo: «Estos hallazgos debieran subrayar la utilidad de los métodos cognitivos para tratar la depresión, pero no debieran considerarse como una alternativa al tratamiento formal». El equipo de investigación ahora está pidiendo estudios sobre eficacia a mayor escala para valorar la factibilidad de la EC como parte de los tratamientos de la depresión en el NHS. El estudio fue financiado por una beca para Medicina Experimental del Medical Research Council al Dr. Watkins. El Dr. Goldberg ha declarado que ha prestado sus servicios en la oficina de conferencistas de Abbott Laboratories, Astra Zeneca, Eli Lilly, GlaxoSmithKline y Pfizer; y ha prestado sus servicios como asesor o consultor para Eli Lilly y GlaxoSmithKline.