Universidad Latina Facultad de Ciencias Sociales Preescolar Bilingüe Tema “Agresión de Infantil” Ortografía y técnicas de Redacción Profesora: Lcda. Gina Arrieta Molina. Estudiantes: April Ebanks 16 /04/ 2013. 1.1 Justificación (Introducción ) La palabra agresividad viene del latín agredi que significa “atocar implica que alguien está decidido a imponer su voluntad a otra persona u objeto incluso si ello significa que los consecuencias podrían causar daños físicos o psíquico, “la agresión como cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien, esta conducta provoca disgusto y rechazo, y por tanto es censurable” (berkowitz, 1993, p.25); se habla de agresividad cuando se provoca daño a una persona u objeto . La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,) como verbal (insultos, palabrotas). Pero también se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta. La familia constituye el lugar por excelencia en donde los niños aprenden a comportarse consigo mismos y con los demás, es decir es un agente de socialización infantil. Es la agresividad, una de las formas de conducta que se aprenden en el hogar, y en donde las relaciones intrafamiliares ejercen una influencia en su generación y mantenimiento. Como ya se ha dicho, uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo. Uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño es la familia. Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se les someta. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente como uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño, fomentan el comportamiento agresivo en los niños. Otro factor familiar influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Así mismo se da incongruencia cuando una misma conducta unas veces es castigada y otra ignorada, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace. Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportarse de forma agresiva. Dentro del factor 2 sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva como expresiones que fomenten la agresividad "no seas un cobarde". En el comportamiento agresivo también influyen los factores orgánicos que incluyen factores tipo hormonales, mecanismos cerebrales, estados de mala nutrición, problemas de salud específicos. Finalmente cabe mencionar también el déficit en habilidades sociales necesarias para afrontar aquellas situaciones que resultan frustrantes. Parece que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión (Bandura, 1973, p.73). Los niños experimentan desde muy temprana edad o en la etapa preescolar sentimientos de ira o cólera y frustración. Y estos son disparados por celos o porque ellos sienten que se ha sido injusto con ellos. En esta etapa empieza esta conducta cuando los niños se ven envueltos en peleas, puñetazos, mordiscos o empujones. Entonces es aquí donde nos damos cuenta que la edad de la agresión ha comenzado. Desde los dos años y medio hasta los cinco años corresponde a las primeras etapas de la agresión y esta se manifiesta como una lucha por los juguetes o el dominio del espacio que ellos consideran como exclusivo. En esa interacción agresiva van estableciéndose jerarquías y eso origina que no todas las peleas sean libradas ya que ellos toman consciencia de quien las ganaría. 1.4 Objetivos: 1.4.1 General: Investigar sobre la agresión y como los niños adoptan patrones conductuales que se generan en el hogar y las manifiestan en la escuela. 1.4.2 Específicos: Analizar los problemas de agresión en los niños. Describir los patrones conductuales que se generan en el hogar y en la escuela . 3 1.3 Antecedentes “Es difícil situar el momento preciso de la aparición de la agresividad, sin embargo el niño comienza desde muy temprano a reaccionar contra toda fuente de frustración, restricción o irritación” (Herbert,1983,p.45). Las primeras manifestaciones agresivas tienen mucho de azarosas y están poco dirigidos pero a medida que el niño va creciendo estas se van focalizando en objetivos concretos y se orientan hacia la hostilidad y la venganza. El concepto de agresividad tiene sobre todo una fuerte connotación histórica y cultural; que va desde la formación de estereotipos y establecimiento de roles de género hasta la adquisición de patrones de crianza, conducta y estructura familiar. Todo esto porque está comprobado de manera científica que biológicamente no hay una predisposición del nivel de agresividad en cuanto al sexo masculino o femenino, sino que la crianza y la educación estructuran los patrones de comportamientos propios de cada sexo según la cultura en la cual está inmersa la sociedad. Por ello la agresividad se manifiesta en los niños, sobre todo en los pequeños, se debe principalmente a una deficiencia en las figuras de autoridad familiar en cuanto a la crianza de los niños, salvo en ocasiones en las cuales se comprueba clínicamente una afectación neurológica de alguna parte cuya función consiste en controlar los impulsos agresivos. Aun el factor de más importancia con relación al desarrollo de la agresividad en los niños es el papel de los padres en cuanto a su crianza, también hay muchos otros factores que pueden influir de manera importante en la manifestación de agresividad. Aunque a pesar de las tantas investigaciones que pueden hacerse acerca de este tema, no hay que olvidar que cada individuo es diferente, y que su percepción y procesamiento de información acerca de los estímulo que recibe del medio son muy distintas, que varían de persona a persona y sobre todo de cultura a cultura; así, el estudio acerca de la agresividad infantil tiene aún mucho que aportar. Sin embargo, la agresividad en los niños no siempre implica una mala actuación de los padres, es importante saber que la agresión en los infantes forma parte de su desarrollo psicológico y emocional, es una etapa agresiva que como tal es superada cuando el pequeñito alcanza su madurez afectiva propia para su edad. Todos los niños pueden tener, a partir del primer año de edad, momentos o ataques de agresividad que junto con los impulsos contrarios, es decir, de cariño y amor, son el primer paquete emocional que traen al nacer. Son reacciones adaptativas e incluso necesarias para la supervivencia y el desarrollo normal y deben ser “vividas” por el propio niño. El problema surge 4 cuando esa agresividad se mantiene con el tiempo y se convierte en la forma habitual de resolver sus conflictos y de llamar la atención para conseguir lo que quiere. Marco Teorico 2.1 La agresividad infantil El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo se enfrentan a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabe muy bien cómo debe actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla. Un buen pronóstico a tiempo mejora siempre una conducta anómala que habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta. Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia si no se trata derivará probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y edad adulto porque principalmente son niños con dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente. El comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que va estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta por tanto su correcta integración en cualquier ambiente. El trabajo por tanto a seguir es la socialización de comportamiento la conducta agresivo para agresiva, que derive es decir, hacia un corregir estilo el de comportamiento asertivo. Ciertas manifestaciones de agresividad son admisibles en una etapa de la vida por ejemplo es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando; sin embargo, estas conductas no se consideran adecuadas en etapas evolutivas. 5 Acorde con el doctor Cline V, (1999) Existe el niño que tiene mucha energía, que muestra una conducta agresiva y provoca problemas porque molesta, pega y empuja a sus compañeros. Estos niños, al llegar a la edad adulta, pueden llegar a ser verdaderos líderes si han aprendido a manejar y encauzar bien toda su energía. Si se tiene un hijo o alumno así, no se le debe quitar su arrojo y coraje, es mejor guiarlo para que busque opciones positivas y proporcionarle espacios, donde pueda desfogar o invertir esa energía. (p.221) Se Habla de agresividad cuando provoca daño a una persona u objeto, la conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...).Pero también se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. Independientemente del tipo de conducta agresiva que manifieste un niño el denominador común es un estímulo que resulta nocivo o aversivo frente al cual la víctima se quejará, escapará, evitará o bien se defenderá. Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta. Si en el hogar el ambiente es de pleitos, discusiones y tensiones, el niño reaccionará con violencia, sucede algo similar en el aula escolar; si el maestro provoca un ambiente tenso de imposición, tiene sus preferidos, 6 hace comparaciones, no escucha a sus alumnos y castiga, los alumnos pueden presentar agresividad por estar a disgusto con el maestro y el ambiente represivo. Si el niño observa a papá o mamá que al conducir el auto van repartiendo majaderías por el camino y se pegan al claxon porque el imbécil de adelante se tardo en arrancar cuando se puso la luz verde, ese niño estará saturado de hostilidad, otra causa que influye notablemente en la actualidad, son los medios de comunicación: el cine, la televisión, las revistas, los vídeo juegos en los que se muestra a los niños una gran cantidad de violencia. Todo esto incrementa, estimula o resulta una magnífica escuela para el aprendizaje de actitudes agresivas, especialmente si el niño tiene ya estas tendencias, en sitios públicos, televisión y vídeo juegos, los niños están viendo la violencia como una forma natural de comportamiento, siempre será el más fuerte o el héroe el que pega más y mejor, o el que mata a más enemigos, es realmente necesario terminar a tiempo con esta agresividad nociva que sólo manipula las emociones de nuestros niños. No hay que confundir la agresión negativa con la tendencia que tiene el niño a desarmar sus juguetes y hasta destruirlos por sus incesante curiosidad y la necesidad de ejercitar su coordinación motriz fina, lógicamente con esto no se quiere decir que por el afán que tienen los niños de ser investigadores se debe permitir que se expongan al hacer experimentos con fuego, electricidad, agua y otros elementos peligrosos o dañinos, o que destruyan sus juguetes sin valorarlos. Existen dos tipos de niños que son sobre agresivos y que necesitan de una ayuda especial: el primero es el niño sádico que disfruta haciendo daño, ya sea a personas o animales, hay niños de cinco o más años que torturan y hasta llegan a matar a los animales, parece que al atormentar 7 a otros niños o animales sienten un infinito placer. Realmente es rarísimo encontrar a un niño de este tipo; pero si lo hay, es necesario recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo especializado en este tipo de casos, para proporcionarle una terapia adecuada. Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta. 2.2 Teorías explicativas del comportamiento agresivo Las teorías del comportamiento agresivo se engloban en: Las Activas: son aquellas que ponen el origen de la agresión en los impulsos internos, lo cual vendría a significar que la agresividad es innata, que se nace o no con ella. Defensores de esta teoría: Psicoanalíticos y Etológicos. Las Reactivas: ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo. Dentro de éstas podemos hablar de las teorías del impulso que dicen que la frustración facilita la agresión, pero no es una condición necesaria para ella, y la teoría del aprendizaje social que afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. 2.3 Teoría del aprendizaje social Para poder actuar sobre la agresividad se necesita un modelo o teoría que seguir y éste, en este caso, será la teoría del aprendizaje social, habitualmente cuando un niño emite una conducta agresiva es porque reacciona ante un conflicto. Dicho conflicto puede resultar de: 8 Problemas de relación social con otros niños o con los mayores, respecto de satisfacerlos deseos del propio niño, surge por no querer cumplir las órdenes de los adultos que éstos le imponen o cuando les castigan por haberse comportado inadecuadamente, o con otro niño cuando éste le agrede. Sea cual sea el conflicto, provoca en el niño cierta sentimiento de frustración u emoción negativa que le hará reaccionar, la forma que tiene de reaccionar dependerá de su experiencia previa particular. El niño puede aprender a comportarse de forma agresiva porque lo imita de los padres, otros adultos o compañeros, es lo que se llama modelamiento, cuando los padres castigan mediante violencia física o verbal se convierten para el niño en modelos de conductas agresivas cuando el niño vive rodeado de modelos agresivos, va adquiriendo un repertorio conductual caracterizado por una cierta tendencia a responder agresivamente a las situaciones conflictivas que puedan surgir con aquellos que le rodean, el proceso de modelamiento a que está sometido el niño durante su etapa de aprendizaje no sólo le informa de modos de conductas agresivos sino que también le informa de las consecuencias que dichas conductas agresivas tienen para los modelos, si dichas consecuencias son agradables porque se consigue lo que se quiere tienen una mayor probabilidad de que se vuelvan a repetir en un futuro. Por ejemplo, imaginemos que tenemos dos hijos, Luis y Miguel, de 6 y 4 años respectivamente. Luis está jugando con una pelota tranquilamente hasta que irrumpe Miguel y empiezan a pelear o discutir por la pelota. Miguel grita y patalea porque quiere jugar con esa pelota que tiene Luis. Nosotros nos acercamos y lamentándonos del pobre Miguel, increpamos a Luis para que le deje la pelota a Miguel. Con ello hemos conseguido que Miguel aprenda a gritar y patalear cuando quiera conseguir algo de su hermano. Es decir, hemos reforzado positivamente la conducta 9 agresiva de Miguel, lo cual garantiza que se repita la conducta en un futuro. De acuerdo con este modelamiento la mayoría de los adultos estamos enseñando a los niños que la mejor forma de resolver una situación conflictiva es gritándoles, porque nosotros les gritamos para decir que no griten. ¡Menuda contradicción! Y si nos fijamos como esa solemos hacer muchas a diario. 2.4 Tipos de agresión Existen diferentes tipos de agresión dentro de la familia, Las agresiones físicas leves o menores, se refieren a empujar, romper objetos contra el piso o las paredes, patear objetos, golpear al otro con la palma de la mano, bloquear con el cuerpo la salida del cuarto para impedir la salida de la otra persona o conducir agresivamente para intimidar a la pareja. Otra es La agresión física moderada: se refieren a los casos en los que el agresor deja morados u otras marcas temporales, dolor o molestia emocional por un periodo de 48 horas o más, pero no se requiere de tratamiento profesional, esto incluye los intentos o acciones como: patadas, mordidas, puños y tirar objetos contra el otro. Y la agresión física severa, se definen como perturbaciones a largo término de las capacidades físicas que necesitan de intervención o tratamiento médico. Esto incluye las golpizas, el intento o el uso de objetos corto punzantes o de armas de fuego, las heridas abiertas y huesos rotos. En las agresiones verbales incluyen insultar a la pareja o a los niños, poner apodos, gritar, humillar, el maltrato emocional incluye aislar físicamente a la persona o impedirle que se comunique con otros, quemar, esconder o destruir su ropa o sus objetos personales, amenazar con daño, ridiculizar y criticar continuamente, prohibir a la pareja que trabaje, controlar su dinero, tomar todas las decisiones sin contar con el otro, castigar a los hijos para manipular a la pareja, amenazarla con 10 quitarle a los niños o secuestrarlos si hay separación, abusar, torturar o matar a las mascotas de la casa para castigar a la pareja o a los niños, manipular con mentiras y contradicciones, asustar con miradas, gestos o acciones (intimidación), hacer sentir a la pareja que tiene problemas mentales (locura) y minimizar, negar o culpar del abuso a la pareja. 2.5 Conducta Agresiva Ante una conducta agresiva emitida por un niño lo primero que haremos será identificar los antecedentes y los consecuentes de dicho comportamiento, los antecedentes nos dirán cómo el niño tolera la frustración, qué situaciones frustrantes soporta menos, las consecuencias nos dirán qué gana el niño con la conducta agresiva. Por ejemplo: " Una niña en un parque quiere bajar por el tobogán pero otros niños se le cuelan deslizándose ellos antes, la niña se queja a sus papás los cuales le dicen que les empuje para que no se cuelen, la niña lleva a cabo la conducta que sus padres han explicado y la consecuencia es que ningún otro niño se le cuela y puede utilizar el tobogán tantas veces desee." Vallero J (1992, p.136). Pero sólo evaluando antecedentes y consecuentes no es suficiente para lograr una evaluación completa de la conducta agresiva que emite un niño, debemos también evaluar si el niño posee las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para responder a las situaciones conflictivas que puedan presentársele. También es importante saber cómo interpreta el niño una situación, ya que un mismo tipo de situación puede provocar un comportamiento u otro en función de la intención que el niño le adjudique. Evaluamos así si el niño presenta deficiencias en el procesamiento de la información. Para evaluar el comportamiento agresivo podemos utilizar técnicas directas como la observación natural o el auto registro y técnicas indirectas como entrevistas, cuestionarios o auto informes.. 11 2.6 Como tratar la conducta agresiva Cuando tratamos la conducta agresiva de un niño en psicoterapia es muy importante que haya una fuerte relación con todos los adultos que forman el ambiente del niño porque debemos incidir en ese ambiente para cambiar la conducta. Evidentemente el objetivo final es siempre reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se produzca pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo de conductas alternativas a la agresión. Por lo tanto el tratamiento tendrá siempre dos objetivos a alcanzar, por un lado la eliminación de la conducta agresiva y por otro la potenciación junto con el aprendizaje de la conducta asertiva o socialmente hábil. En el caso de un niño evaluado se mantiene la conducta agresiva por los reforzadores posteriores se trataría de suprimirlos, porque si sus conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas agresivas ya no tienen éxito y dejará de hacerlas. Este método se llama extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo con el reforzamiento positivo de conductas adaptativas. Otro método es no hacer caso de la conducta agresiva pero hemos de ir con cuidado porque sólo funcionará si la recompensa que el niño recibía y que mantiene la conducta agresiva era la atención prestada. Además si la conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas no actuaremos nunca con la indiferencia. Tampoco si el niño puede suponer que con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus actos agresivos. 2.7 Algunas consideraciones sobre el castigo Debe utilizarse de manera racional y sistemática para hacer mejorar la conducta del niño, no debe depender de nuestro estado de ánimo, sino de la conducta emitida, al aplicar el castigo no lo hagamos regañando 12 o gritando, porque esto indica que nuestra actitud es vengativa y con frecuencia refuerza las conductas inaceptables. No debemos aceptar excusas o promesas por parte del niño, hay que dar al niño una advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo, el tipo de castigo y el modo de presentarlo debe evitar el fomento de respuestas emocionales fuertes en el niño castigado, cuando el castigo consista en una negación debe hacerse desde el principio de forma firme y definitiva. Hay que combinar el castigo con reforzamiento de conductas alternativas que ayudarán al niño a distinguir las conductas aceptables ante una situación determinada no hay que esperar a que el niño emita toda la cadena de conductas agresivas para aplicar el castigo, debe hacerse al principio, cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo en el contexto de un contrato conductual, puesto que ello ayuda a que desarrolle habilidades de autocontrol. Es conveniente que la aplicación del castigo requiera poco tiempo, energía y molestias por parte del adulto que lo aplique. 2.8 Que pueden hacer los padres y los profesores La conducta agresiva de los hijos es una conducta aprendida y como tal puede modificarse, con lo cual el objetivo en casa o en la escuela también será doble: desaprender la conducta inadecuada y adquirir la conducta adaptativa, se necesita mucha paciencia y perseverancia si se quiere solucionar el problema desde casa, una vez tenemos claro lo anterior, la modificación de la conducta agresiva pasará por varias fases que irán desde la definición clara del problema hasta la evaluación de los resultados. Vamos a analizar por separado cada una de las fases que deberemos seguir: 13 Definición de la conducta: Hay que preguntarse en primer lugar qué es lo que nuestro hijo está haciendo exactamente. Si nuestra respuesta es confusa y vaga, será imposible lograr un cambio. Con ello quiero decir que para que esta fase se resuelva correctamente es necesario que la respuesta sea específica. Esas serán entonces nuestras conductas objetivo (por ejemplo, el niño patalea, da gritos cuando...). Frecuencia de la conducta: Confeccione una tabla en la que anotar a diario cuantas veces el niño emite la conducta que hemos denominado globalmente agresiva. Hágalo durante una semana. Definición funcional de la conducta: Aquí se trata de anotar qué provocó la conducta para lo cual será necesario registrar los antecedentes y los consecuentes. Examine también los datos específicos de los ataques. Por ejemplo, ¿en qué momentos son más frecuentes? 2.9 Tratamiento De La Conducta Agresiva Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su reducción o eliminación, sino que también es necesario fortalecer comportamientos alternativos a la agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la agresión, resulta imprescindible hablar también de cómo incrementar comportamientos alternativos.Son varios los procedimientos con que se cuenta para ambos objetivos,entre ellos tenemos a: A. Procedimientos para controlar antecedentes Los antecedentes se refieren a factores de la situación inmediata que se produce antes de que el niño emita la conducta agresiva. Controlamos los antecedentes manipulando los estímulos ambientales que elicitan la conducta agresiva, así como aquellos que elicitan conductas alternativas. Algunas formas de manipulación de antecedentes son las siguientes: 1. Se puede controlar los antecedentes eliminando la presencia de estímulos discriminativos. Por ejemplo en casa, no dejando por mucho tiempo solos a dos hermanos cuando suele ocurrir que uno de ellos suele agredir al otro. 14 2. Reducción de estímulos discriminativos Se puede facilitar la emisión de comportamientos alternativos a la agresión exponiendo al niño a modelos que tengan prestigio para el, manifestando conductas alternativas a la agresión. Y no solo mostrando esas conductas alternativas sino mostrando también como dicho comportamiento es recompensado. 3. Modelamiento de comportamiento no agresivo Un procedimiento útil para reducir la frecuencia de emisiones agresivas consiste en que, especialmente, los padres y maestros no modelen este tipo de comportamiento. Así pues cunado intentamos regañar al niño por algo que ha hecho, intentaremos no modelar conductas agresivas. 4. 5. Reducir la expocision a modelos agresivos Reducción se estimulación aversiva Puesto que el comportamiento agresivo puede ser instigado por la presencia de diversos estímulos aversivos como conflictos, expresiones humillantes o carencia de cuidados necesarios durante la infancia, un modo de reducir el comportamiento agresivo consiste en reducir la presencia de este tipo de estimulación. B. Procedimientos para controlar las consecuencias Las consecuencias se refieren a lo que ocurre inmediatamente después de que el niño emita la conducta agresiva. Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen contamos con una serie de procedimientos que podríamos agrupar en: a) procedimientos de extinción; b) procedimiento de castigo, y c) procedimiento de conductas alternativas. Los dos primeros tienen como objetivo reducir el comportamiento agresivo. El último tiene como objetivo incrementar comportamientos alternativos a la agresión. Los procedimientos de castigo pueden ser positivos o negativos. Hablamos de castigo negativo cuando el individuo deja de estar en contacto con un evento positivo, tras haber emitido la conducta inadaptada. Puede tratarse del procedimiento de "Costo de respuesta" o del procedimiento de "Tiempo Fuera". Hablamos de castigo positivo cuando aplicamos una consecuencia aversiva tras emitir la conducta agresiva. Son muchas las formas que puede tomar dicha consecuencia. Por ejemplo, puede tratarse de un azote o cualquier otro estimulo físico, o de una reprimenda o un grito, o de un gesto de desaprobación, etc. 15 Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen se cuenta con los siguientes procedimientos: 1. Se basa en la idea de que una conducta que se mantiene gracias a las recompensas que recibe, puede desaprenderse si deja de ser recompensada. Es decir, si una conducta dada ya no produce los efectos esperados, su influencia tiende a disminuir. Si el niño emite una conducta agresiva y no sucede nada, se dará cuenta de ello y abandonara ese modo de comportarse. Por tanto el procedimiento de extinción consiste simplemente en suprimir los reforzadores que mantienen la conducta agresiva. 2. Tiempo Fuera Es un procedimiento mediante el cual el niño que se comporta de modo agresivo es apartado físicamente de todas o muchas de las fuentes de reforzamiento durante un periodo de tiempo. Igual que con la extinción, el propósito es reducir la conducta agresiva. Pero se diferencia en que la extinción supone la supresión del refuerzo, mientras que en el tiempo Fuera el niño es apartado de la situación reforzante. Castigo físico Al aplicar el castigo físico tendríamos que dar, por ejemplo, un azote una vez que el niño se ha comportado agresivamente. Concretamente en el caso del comportamiento agresivo, es al técnica menos indicada por lo contraproducente que puede llegar a ser. Y es que ocurre que el castigo físico puede tener una serie de efectos colaterales que lo contraindican. De hecho, es el método menos afectivo para cambiar la conducta del niño. Presentamos algunas de las razones por la no se aconseja el castigo físico para este trastorno: En primer lugar, imagínese la contradicción que representa el padre que da un azote a su hijo para decirle que deje de pegar al hermano. ¡Esta modelando precisamente la conducta que desea eliminar! Posiblemente el niño aprenda que el ataque físico es un medio legitimo de conseguir lo que se quiere y de controlar a los otros igual que lo hace su padre. Los métodos físicos de castigo suelen conducir a la hostilidad a muchos de los niños a quienes se les aplica. Si son los padres quienes aplican castigo físico constantemente puede ocurrir que estén enseñando al niño a que les tema y le 16 desagraden, ya que cualquier estimulo asociado con el castigo tiende a convertirse en algo desagradable. El castigo puede suprimir momentáneamente la conducta agresiva, pero los efectos a largo plazo son menos atractivos. Se ha demostrado que los delincuentes han sido normalmente victimas de más ataques de adultos que los no delincuentes. En definitiva, no es aconsejable la aplicación sistemática de castigo porque sus efectos son generalmente negativos; se imita la agresividad, aumenta la ansiedad del niño, y se incrementan las conductas de evitación, como minino. Marco Metodológico 3.1 Tipos de estudio En la presente el tipo de estudio es cuantitativo la cual “Busca los hechos y causas de los fenómenos sociales, prestando escasa atención a los individuos” Cook, Reichardt (1995).Hay diferentes tipos de investigación, los cuales se clasifican según distintos criterios; se aborda aquella que a juicio de los autores refleja con mayor claridad las características de cada tipo. El tipo que se utilizo para el trabajo es la descriptiva; “que es aquella etapa preparatoria del trabajo que permite ordenar el resultado de las observaciones de las conductas, las características, los factores los procedimientos y otras variables de los fenómenos y hechos, este tipo de investigación no tiene hipótesis explicitas.” Canales F, (1994). 3.2 Sujetos Los sujetos de la investigación para este caso son los siguientes; los alumnos, la maestra y los padres de los niños, según Barrantes (2008) se entiende por sujetos: Son todas aquellas personas físicas o corporativas que brindaran información. Debe especificarse con claridad cual es la población o universo (pueden ser uno o varios) y la muestra (si se utilizara) en cada caso. Debe quedar claramente establecido cuales y cuantos son esos informantes, de que tamaño y las características que tiene el universo del que provienen, que tamaño y que características 17 tiene la muestra, que procedimiento de muestreo se siguió para escoger la misma, por que se escogió ese procedimiento y como se conseguirán esos sujetos. 3.5 Fuentes de información. De acuerdo con Zapata O (2005) las fuentes de información son las siguientes: Fuentes primarias: proporcionan datos de primera mano, libros, artículos de revistas, monografías, tesis, antologías, documentos oficiales, publicaciones, artículos científicos, etcétera. Fuentes secundarias: son compilaciones, resúmenes y listados de referencias publicadas en un campo del conocimiento en particular, informativos de fuentes primarias. En estas publicaciones se realizan síntesis de libros, artículos, tesis documentos relevantes. Fuentes terciarias: son documentos que informan sobre títulos de revistas y otras publicaciones periódicas, conferencias, simposios, congresos, información gubernamental, catálogos de libros básicos. Resultan muy útiles para detectar fuentes no documentales, por ejemplo: organizaciones no gubernamentales, asociaciones científicas, instituciones universitarias y dependencias de gobierno, entre otros. 3.6 Variables o categorías de análisis. “Se entiende por variable todo rasgo, cualidad o característica cuya magnitud puede variar en individuos, grupos u objetos. Es todo aquello que se va a medir, controlar, y estudiar en una investigación”. Según Barrantes (2008) se definen en: 3.6.1 Variable Conceptual: es similar a una de términos. Son definiciones de diccionario, de libro especializado y describen la esencia o las características reales de un objeto o fenómeno. Algunos las denominan definiciones reales. Estas definiciones son necesarias. Pero insuficientes para definir una variable. En este trabajo hay dos variables que son; La agresión física y verbal, es aquella donde los padres agreden a sus hijos dejando marcas y cicatrices en su cuerpo y la verbal es aquella 18 donde los niños sufren insultos y gritos que provocan daños emocionales debido a su entorno familiar. Los patrones conductuales, es donde los niños se guían de manera negativa debido a su entorno familiar, ya que esto los perjudica en su vinculo social, todo esto se debe a que las conductas de los padres afectan a los niños. 3.6.2 Variable Operacional: es la que describe las actividades que un observador debe realizar para indicar la existencia de un concepto teórico en mayor o menor grado. Especifica que actividades u operaciones deben realizarse para medir una variable. Se hace en intervalos o clases que son mutualmente excluyentes. Debe brindar mayor información sobre la variable. Esta definición esta íntimamente relacionada con la teoría y la experiencia del investigador. 3.6.3 Variable Instrumental: pero no solo deben definirse las variables conceptuales y operacionalmente, también deben instrumentalizarse. Deben definirse y elaborarse los instrumentos y medios con que se recolectara la información: observación, encuestas, registros o cualquier otra técnica que sea el medio útil para tal efecto. Los instrumentos nacen de las variables y de los objetivos. 3.7.1 La entrevista “Es la comunicación interpersonal establecida entre el investigador y el sujeto de estudio a fin de obtener respuestas verbales a las interrogantes planteadas sobre el problema propuesto”. Canales F. (1994).Hay dos tipos de entrevista: la estructurada, se caracteriza por estar rígidamente estandarizada; se plantean idénticas preguntas y en el mismo orden a cada uno de los participantes, quienes deben escoger. No estructurada, es más flexible y abierta, aunque los objetivos de la investigación rigen a las preguntas; su contenido, orden, profundidad y formulación se encuentran por entero en manos del entrevistador. Este tipo de entrevista es my útil en los estudios descriptivos y en las fases de exploración para el diseño de la recolección de datos. 4.1 Análisis de resultados 19 “Consiste en recolectar sistemáticamente los datos producidos por simulación, calcular ciertas estadísticas y por ultimo interpretarlas”. Canales F. (1994). Este trabajo tiene dos objetivos, el primero es cual es el tipo de agresión que presentan los padres en el hogar que se dividen en agresión física y verbal. El otro es los patrones conductuales que adoptan los niños en el hogar y los manifiestan en la escuela. Dando una respuesta a los objetivos planteados acorde a lo que se planteo en el marco teórico por los conocedores en el campo se puede afirmar que la conducta de los padres tiene una gran influencia sobre el comportamiento de un niño, por la razón que ellos adoptan los comportamientos que se manifiestan en el hogar. 5.1.1 Conclusiones La familia constituye el lugar por excelencia en donde los niños aprenden a comportarse consigo mismos y con los demás, es decir es un agente de socialización infantil. Es la agresividad, una de las formas de conducta que se aprenden en el hogar, y en donde las relaciones intrafamiliares ejercen una influencia en su generación y mantenimiento. Cuando los niños exhiben conductas agresivas en su infancia y crecen con ellas formando parte de su repertorio conductual, se convierten en adolescentes y adultos con serios problemas de interrelación personal, que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en la adaptación al trabajo y a la familia, y en el peor de los casos llegan a exhibir una conducta negativa y a sufrir afectación psiquiátrica grave. 5.1.2 Recomendaciones Algunas de las notables recomendaciones que se deben hacer son específicamente para: Los maestros deberían de estudiar las conductas en el entorno familiar que refleja un niño con problemas de agresión, para poder tratar así a futuros preescolares que provienen de hogares conflictivos. Los padres de familia que sufren agresión y generan en sus hijos dichos trastornos deben buscar ayuda para que el niño vea que la violencia no es la manera de solucionar conflictos y de esta forma romper con este ciclo de violencia, que mas que presentar una niñez segura hace que la violencia genere más violencia. 20 21