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Universidad Latina
Facultad de Ciencias Sociales
Preescolar Bilingüe
Tema “Agresión de Infantil”
Ortografía y técnicas de Redacción
Profesora:
Lcda. Gina Arrieta Molina.
Estudiantes:
April Ebanks
16 /04/ 2013.
1.1 Justificación (Introducción )
La palabra agresividad viene del latín agredi que significa “atocar
implica que alguien está decidido a imponer su voluntad a otra persona
u objeto incluso si ello significa que los consecuencias podrían causar
daños físicos o psíquico, “la agresión como cualquier forma de conducta
que pretende herir física o psicológicamente a alguien, esta conducta
provoca disgusto y rechazo, y por tanto es censurable” (berkowitz, 1993,
p.25); se habla de agresividad cuando se provoca daño a una persona
u objeto . La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser
físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta
generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico
(patadas, empujones,) como verbal (insultos, palabrotas). Pero también
se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el
niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del
conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o
produce expresiones faciales de frustración.
Este tipo de niños hace que sus padres y maestros sufran siendo
frecuentemente niños frustrados que viven el rechazo de sus compañeros
no pudiendo evitar su conducta. La familia constituye el lugar por
excelencia en donde los niños aprenden a comportarse consigo mismos
y con los demás, es decir es un agente de socialización infantil. Es la
agresividad, una de las formas de conducta que se aprenden en el
hogar, y en donde las relaciones intrafamiliares ejercen una influencia en
su generación y mantenimiento.
Como ya se ha dicho, uno de los factores que influyen en la emisión
de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo. Uno de
los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño es la
familia. Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son
responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se les
someta. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente como uno
con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño,
fomentan el comportamiento agresivo en los niños. Otro factor familiar
influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia en el
comportamiento de los padres. Así mismo se da incongruencia cuando
una misma conducta unas veces es castigada y otra ignorada, o bien,
cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace. Las relaciones
deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden
inducir al niño a comportarse de forma agresiva. Dentro del factor
2
sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva como
expresiones que fomenten la agresividad "no seas un cobarde".
En el comportamiento agresivo también
influyen los factores orgánicos que incluyen
factores tipo hormonales, mecanismos
cerebrales, estados de mala nutrición,
problemas de salud específicos. Finalmente
cabe mencionar también el déficit en
habilidades
sociales
necesarias
para
afrontar aquellas situaciones que resultan
frustrantes. Parece que la ausencia de
estrategias verbales para afrontar el estrés a
menudo conduce a la agresión (Bandura,
1973, p.73).
Los niños experimentan desde muy temprana edad o en la etapa
preescolar sentimientos de ira o cólera y frustración. Y estos son
disparados por celos o porque ellos sienten que se ha sido injusto con
ellos. En esta etapa empieza esta conducta cuando los niños se ven
envueltos en peleas, puñetazos, mordiscos o empujones. Entonces es
aquí donde nos damos cuenta que la edad de la agresión ha
comenzado. Desde los dos años y medio hasta los cinco años
corresponde a las primeras etapas de la agresión y esta se manifiesta
como una lucha por los juguetes o el dominio del espacio que ellos
consideran como exclusivo. En esa interacción agresiva van
estableciéndose jerarquías y eso origina que no todas las peleas sean
libradas ya que ellos toman consciencia de quien las ganaría.
1.4 Objetivos:
1.4.1 General:
Investigar sobre la agresión y como los niños adoptan patrones
conductuales que se generan en el hogar y las manifiestan en la escuela.
1.4.2 Específicos:
Analizar los problemas de agresión en los niños.
Describir los patrones conductuales que se generan en el hogar y en la
escuela .
3
1.3 Antecedentes
“Es difícil situar el momento preciso de la aparición de la agresividad,
sin embargo el niño comienza desde muy temprano a reaccionar contra
toda fuente de frustración, restricción o irritación” (Herbert,1983,p.45). Las
primeras manifestaciones agresivas tienen mucho de azarosas y están
poco dirigidos pero a medida que el niño va creciendo estas se van
focalizando en objetivos concretos y se orientan hacia la hostilidad y la
venganza. El concepto de agresividad tiene sobre todo una fuerte
connotación histórica y cultural; que va desde la formación de
estereotipos y establecimiento de roles de género hasta la adquisición
de patrones de crianza, conducta y estructura familiar. Todo esto porque
está comprobado de manera científica que biológicamente no hay una
predisposición del nivel de agresividad en cuanto al sexo masculino o
femenino, sino que la crianza y la educación estructuran los patrones de
comportamientos propios de cada sexo según la cultura en la cual está
inmersa la sociedad. Por ello la agresividad se manifiesta en los niños,
sobre todo en los pequeños, se debe principalmente a una deficiencia
en las figuras de autoridad familiar en cuanto a la crianza de los niños,
salvo en ocasiones en las cuales se comprueba clínicamente una
afectación neurológica de alguna parte cuya función consiste en
controlar los impulsos agresivos.
Aun el factor de más importancia con relación al desarrollo de la
agresividad en los niños es el papel de los padres en cuanto a su crianza,
también hay muchos otros factores que pueden influir de manera
importante en la manifestación de agresividad.
Aunque a pesar de las tantas investigaciones que pueden hacerse
acerca de este tema, no hay que olvidar que cada individuo es
diferente, y que su percepción y procesamiento de información acerca
de los estímulo que recibe del medio son muy distintas, que varían de
persona a persona y sobre todo de cultura a cultura; así, el estudio
acerca de la agresividad infantil tiene aún mucho que aportar. Sin
embargo, la agresividad en los niños no siempre implica una mala
actuación de los padres, es importante saber que la agresión en los
infantes forma parte de su desarrollo psicológico y emocional, es una
etapa agresiva que como tal es superada cuando el pequeñito alcanza
su madurez afectiva propia para su edad. Todos los niños pueden tener,
a partir del primer año de edad, momentos o ataques de agresividad
que junto con los impulsos contrarios, es decir, de cariño y amor, son el
primer paquete emocional que traen al nacer. Son reacciones
adaptativas e incluso necesarias para la supervivencia y el desarrollo
normal y deben ser “vividas” por el propio niño. El problema surge
4
cuando esa agresividad se mantiene con el tiempo y se convierte en la
forma habitual de resolver sus conflictos y de llamar la atención para
conseguir lo que quiere.
Marco Teorico
2.1 La agresividad infantil
El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más
invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo se
enfrentan a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabe
muy bien cómo debe actuar con ellos o cómo podemos incidir en su
conducta para llegar a cambiarla. Un buen pronóstico a tiempo mejora
siempre una conducta anómala que habitualmente suele predecir otras
patologías psicológicas en la edad adulta. Un comportamiento
excesivamente
agresivo
en la
infancia
si
no
se
trata
derivará
probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la
adolescencia y edad adulto porque principalmente son niños con
dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente.
El comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que va
estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta por tanto su correcta
integración en cualquier ambiente. El trabajo por tanto a seguir es la
socialización
de
comportamiento
la
conducta
agresivo
para
agresiva,
que
derive
es
decir,
hacia
un
corregir
estilo
el
de
comportamiento asertivo. Ciertas manifestaciones de agresividad son
admisibles en una etapa de la vida por ejemplo es normal que un bebé
se comporte llorando o pataleando; sin embargo, estas conductas no se
consideran adecuadas en etapas evolutivas.
5
Acorde con el doctor Cline V, (1999) Existe el niño que tiene mucha
energía, que muestra una conducta agresiva y provoca problemas
porque molesta, pega y empuja a sus compañeros. Estos niños, al llegar a
la edad adulta, pueden llegar a ser verdaderos líderes si han aprendido a
manejar y encauzar bien toda su energía. Si se tiene un hijo o alumno así,
no se le debe quitar su arrojo y coraje, es mejor guiarlo para que busque
opciones positivas y proporcionarle espacios, donde pueda desfogar o
invertir esa energía. (p.221)
Se Habla de agresividad cuando provoca daño a una persona u
objeto, la conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o
psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente
en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas,
empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...).Pero también se
puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el
niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del
conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o
produce expresiones faciales de frustración.
Independientemente del tipo de conducta agresiva que manifieste un
niño el denominador común es un estímulo que resulta nocivo o aversivo
frente al cual la víctima se quejará, escapará, evitará o bien se
defenderá. Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la
infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su
incapacidad para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus
padres y maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que
viven el rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta.
Si en el hogar el ambiente es de pleitos, discusiones y tensiones, el niño
reaccionará con violencia, sucede algo similar en el aula escolar; si el
maestro provoca un ambiente tenso de imposición, tiene sus preferidos,
6
hace comparaciones, no escucha a sus alumnos y castiga, los alumnos
pueden presentar agresividad por estar a disgusto con el maestro y el
ambiente represivo.
Si el niño observa a papá o mamá que al conducir el auto van
repartiendo majaderías por el camino y se pegan al claxon porque el
imbécil de adelante se tardo en arrancar cuando se puso la luz verde,
ese niño estará saturado de hostilidad,
otra causa que influye
notablemente en la actualidad, son los medios de comunicación: el cine,
la televisión, las revistas, los vídeo juegos en los que se muestra a los niños
una gran cantidad de violencia. Todo esto incrementa, estimula o resulta
una magnífica escuela para el aprendizaje de actitudes agresivas,
especialmente si el niño tiene ya estas tendencias, en sitios públicos,
televisión y vídeo juegos, los niños están viendo la violencia como una
forma natural de comportamiento, siempre será el más fuerte o el héroe
el que pega más y mejor, o el que mata a más enemigos, es realmente
necesario terminar a tiempo con esta agresividad nociva que sólo
manipula las emociones de nuestros niños.
No hay que confundir la agresión negativa con la tendencia que tiene
el niño a desarmar sus juguetes y hasta destruirlos por sus incesante
curiosidad y la necesidad de ejercitar su coordinación motriz fina,
lógicamente con esto no se quiere decir que por el afán que tienen los
niños de ser investigadores se debe permitir que se expongan al hacer
experimentos con fuego, electricidad, agua y otros elementos peligrosos
o dañinos, o que destruyan sus juguetes sin valorarlos.
Existen dos tipos de niños que son sobre agresivos y que necesitan de
una ayuda especial: el primero es el niño sádico que disfruta haciendo
daño, ya sea a personas o animales, hay niños de cinco o más años que
torturan y hasta llegan a matar a los animales, parece que al atormentar
7
a otros niños o animales sienten un infinito placer. Realmente es rarísimo
encontrar a un niño de este tipo; pero si lo hay, es necesario recurrir a la
ayuda profesional de un psicólogo especializado en este tipo de casos,
para proporcionarle una terapia adecuada.
Los arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia pero
algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su incapacidad
para dominar su mal genio. Este tipo de niños hace que sus padres y
maestros sufran siendo frecuentemente niños frustrados que viven el
rechazo de sus compañeros no pudiendo evitar su conducta.
2.2 Teorías explicativas del comportamiento agresivo
Las teorías del comportamiento agresivo se engloban en:

Las Activas: son aquellas que ponen el origen de la agresión en los
impulsos internos, lo cual vendría a significar que la agresividad es
innata, que se nace o no con ella. Defensores de esta teoría:
Psicoanalíticos y Etológicos.

Las Reactivas: ponen el origen de la agresión en el medio ambiente
que rodea al individuo. Dentro de éstas podemos hablar de las teorías
del impulso que dicen que la frustración facilita la agresión, pero no es
una condición necesaria para ella, y la teoría del aprendizaje social
que afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por
imitación u observación de la conducta de modelos agresivos.
2.3 Teoría del aprendizaje social
Para poder actuar sobre la agresividad se necesita un modelo o
teoría que seguir y éste, en este caso, será la teoría del aprendizaje
social, habitualmente cuando un niño emite una conducta agresiva es
porque reacciona ante un conflicto. Dicho conflicto puede resultar de:
8
Problemas de relación social con otros niños o con los mayores, respecto
de satisfacerlos deseos del propio niño, surge por no querer cumplir las
órdenes de los adultos que éstos le imponen o cuando les castigan por
haberse comportado inadecuadamente, o con otro niño cuando éste le
agrede. Sea cual sea el conflicto, provoca en el niño cierta sentimiento
de frustración u emoción negativa que le hará reaccionar, la forma que
tiene de reaccionar dependerá de su experiencia previa particular.
El niño puede aprender a comportarse de forma agresiva porque lo
imita de los padres, otros adultos o compañeros, es lo que se llama
modelamiento, cuando los padres castigan mediante violencia física o
verbal se convierten para el niño en modelos de conductas agresivas
cuando el niño vive rodeado de modelos agresivos, va adquiriendo un
repertorio conductual caracterizado por una cierta tendencia a
responder agresivamente a las situaciones conflictivas que puedan surgir
con aquellos que le rodean, el proceso de modelamiento a que está
sometido el niño durante su etapa de aprendizaje no sólo le informa de
modos de conductas agresivos sino que también le informa de las
consecuencias que dichas conductas agresivas tienen para los modelos,
si dichas consecuencias son agradables porque se consigue lo que se
quiere tienen una mayor probabilidad de que se vuelvan a repetir en un
futuro.
Por ejemplo, imaginemos que tenemos dos hijos, Luis y Miguel, de 6 y 4
años respectivamente. Luis está jugando con una pelota tranquilamente
hasta que irrumpe Miguel y empiezan a pelear o discutir por la pelota.
Miguel grita y patalea porque quiere jugar con esa pelota que tiene Luis.
Nosotros nos acercamos y lamentándonos del pobre Miguel, increpamos
a Luis para que le deje la pelota a Miguel. Con ello hemos conseguido
que Miguel aprenda a gritar y patalear cuando quiera conseguir algo de
su hermano. Es decir, hemos reforzado positivamente la conducta
9
agresiva de Miguel, lo cual garantiza que se repita la conducta en un
futuro. De acuerdo con este modelamiento la mayoría de los adultos
estamos enseñando a los niños que la mejor forma de resolver una
situación conflictiva es gritándoles, porque nosotros les gritamos para
decir que no griten. ¡Menuda contradicción! Y si nos fijamos como esa
solemos hacer muchas a diario.
2.4 Tipos de agresión
Existen diferentes tipos de agresión dentro de la familia, Las agresiones
físicas leves o menores, se refieren a empujar, romper objetos contra el
piso o las paredes, patear objetos, golpear al otro con la palma de la
mano, bloquear con el cuerpo la salida del cuarto para impedir la salida
de la otra persona o conducir agresivamente para intimidar a la pareja.
Otra es La agresión física moderada: se refieren a los casos en los que el
agresor deja morados u otras marcas temporales, dolor o molestia
emocional por un periodo de 48 horas o más, pero no se requiere de
tratamiento profesional, esto incluye los intentos o acciones como:
patadas, mordidas, puños y tirar objetos contra el otro. Y la agresión física
severa, se definen como perturbaciones a largo término de las
capacidades físicas que necesitan de intervención o tratamiento
médico. Esto incluye las golpizas, el intento o el uso de objetos corto
punzantes o de armas de fuego, las heridas abiertas y huesos rotos.
En las agresiones verbales incluyen insultar a la pareja o a los niños,
poner apodos, gritar, humillar, el maltrato emocional incluye aislar
físicamente a la persona o impedirle que se comunique con otros,
quemar, esconder o destruir su ropa o sus objetos personales, amenazar
con daño, ridiculizar y criticar continuamente, prohibir a la pareja que
trabaje, controlar su dinero, tomar todas las decisiones sin contar con el
otro, castigar a los hijos para manipular a la pareja, amenazarla con
10
quitarle a los niños o secuestrarlos si hay separación, abusar, torturar o
matar a las mascotas de la casa para castigar a la pareja o a los niños,
manipular con mentiras y contradicciones, asustar con miradas, gestos o
acciones (intimidación), hacer sentir a la pareja que tiene problemas
mentales (locura) y minimizar, negar o culpar del abuso a la pareja.
2.5 Conducta Agresiva
Ante una conducta agresiva emitida por un niño lo primero que
haremos será identificar los antecedentes y los consecuentes de dicho
comportamiento, los antecedentes nos dirán cómo el niño tolera la
frustración, qué situaciones frustrantes soporta menos, las consecuencias
nos dirán qué gana el niño con la conducta agresiva. Por ejemplo: " Una
niña en un parque quiere bajar por el tobogán pero otros niños se le
cuelan deslizándose ellos antes, la niña se queja a sus papás los cuales le
dicen que les empuje para que no se cuelen, la niña lleva a cabo la
conducta que sus padres han explicado y la consecuencia es que
ningún otro niño se le cuela y puede utilizar el tobogán tantas veces
desee." Vallero J (1992, p.136). Pero sólo evaluando antecedentes y
consecuentes no es suficiente para lograr una evaluación completa de
la conducta agresiva que emite un niño, debemos también evaluar si el
niño posee las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para
responder a las situaciones conflictivas que puedan presentársele.
También es importante saber cómo interpreta el niño una situación, ya
que un mismo tipo de situación puede provocar un comportamiento u
otro en función de la intención que el niño le adjudique. Evaluamos así si
el niño presenta deficiencias en el procesamiento de la información. Para
evaluar el comportamiento agresivo podemos utilizar técnicas directas
como la observación natural o el auto registro y técnicas indirectas como
entrevistas, cuestionarios o auto informes..
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2.6 Como tratar la conducta agresiva
Cuando tratamos la conducta agresiva de un niño en psicoterapia es
muy importante que haya una fuerte relación con todos los adultos que
forman el ambiente del niño porque debemos incidir en ese ambiente
para cambiar la conducta. Evidentemente el objetivo final es siempre
reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se
produzca pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo
de conductas alternativas a la agresión. Por lo tanto el tratamiento
tendrá siempre dos objetivos a alcanzar, por un lado la eliminación de la
conducta agresiva y por otro la potenciación junto con el aprendizaje de
la conducta asertiva o socialmente hábil.
En el caso de un niño evaluado se mantiene la conducta agresiva por
los reforzadores posteriores se trataría de suprimirlos, porque si sus
conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas
agresivas ya no tienen éxito y dejará de hacerlas. Este método se llama
extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo con el
reforzamiento positivo de conductas adaptativas. Otro método es no
hacer caso de la conducta agresiva pero hemos de ir con cuidado
porque sólo funcionará si la recompensa que el niño recibía y que
mantiene la conducta agresiva era la atención prestada. Además si la
conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas
no actuaremos nunca con la indiferencia. Tampoco si el niño puede
suponer que con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus
actos agresivos.
2.7 Algunas consideraciones sobre el castigo
Debe utilizarse de manera racional y sistemática para hacer mejorar la
conducta del niño, no debe depender de nuestro estado de ánimo, sino
de la conducta emitida, al aplicar el castigo no lo hagamos regañando
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o gritando, porque esto indica que nuestra actitud es vengativa y con
frecuencia refuerza las conductas inaceptables. No debemos aceptar
excusas o promesas por parte del niño, hay que dar al niño una
advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo, el tipo de
castigo y el modo de presentarlo debe evitar el fomento de respuestas
emocionales fuertes en el niño castigado, cuando el castigo consista en
una negación debe hacerse desde el principio de forma firme y
definitiva.
Hay que combinar el castigo con reforzamiento de conductas
alternativas que ayudarán al niño a distinguir las conductas aceptables
ante una situación determinada no hay que esperar a que el niño emita
toda la cadena de conductas agresivas para aplicar el castigo, debe
hacerse al principio, cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo
en el contexto de un contrato conductual, puesto que ello ayuda a que
desarrolle habilidades de autocontrol.
Es conveniente que la
aplicación del castigo requiera poco tiempo, energía y molestias por
parte del adulto que lo aplique.
2.8 Que pueden hacer los padres y los profesores
La conducta agresiva de los hijos es una conducta aprendida y como
tal puede modificarse, con lo cual el objetivo en casa o en la escuela
también será doble: desaprender la conducta inadecuada y adquirir la
conducta adaptativa, se necesita mucha paciencia y perseverancia si
se quiere solucionar el problema desde casa, una vez tenemos claro lo
anterior, la modificación de la conducta agresiva pasará por varias fases
que irán desde la definición clara del problema hasta la evaluación de
los resultados. Vamos a analizar por separado cada una de las fases que
deberemos seguir:
13
 Definición de la conducta: Hay que preguntarse en primer lugar qué es
lo que nuestro hijo está haciendo exactamente. Si nuestra respuesta es
confusa y vaga, será imposible lograr un cambio. Con ello quiero decir
que para que esta fase se resuelva correctamente es necesario que la
respuesta sea específica. Esas serán entonces nuestras conductas
objetivo (por ejemplo, el niño patalea, da gritos cuando...).

Frecuencia de la conducta: Confeccione una tabla en la que anotar a
diario cuantas veces el niño emite la conducta que hemos denominado
globalmente agresiva. Hágalo durante una semana.

Definición funcional de la conducta: Aquí se trata de anotar qué
provocó la conducta para lo cual será necesario registrar los
antecedentes y los consecuentes. Examine también los datos específicos
de los ataques. Por ejemplo, ¿en qué momentos son más frecuentes?
2.9 Tratamiento De La Conducta Agresiva
Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su reducción o
eliminación, sino que también es necesario fortalecer comportamientos
alternativos a la agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la agresión,
resulta imprescindible hablar también de cómo incrementar
comportamientos alternativos.Son varios los procedimientos con que se
cuenta para ambos objetivos,entre ellos tenemos a:
A. Procedimientos para controlar antecedentes
Los antecedentes se refieren a factores de la situación inmediata que se
produce antes de que el niño emita la conducta agresiva. Controlamos
los antecedentes manipulando los estímulos ambientales que elicitan la
conducta agresiva, así como aquellos que elicitan conductas
alternativas. Algunas formas de manipulación de antecedentes son las
siguientes:
1.
Se puede controlar los antecedentes eliminando la presencia de
estímulos discriminativos. Por ejemplo en casa, no dejando por
mucho tiempo solos a dos hermanos cuando suele ocurrir que uno
de ellos suele agredir al otro.
14
2.
Reducción de estímulos discriminativos
Se puede facilitar la emisión de comportamientos alternativos a la
agresión exponiendo al niño a modelos que tengan prestigio para el,
manifestando conductas alternativas a la agresión. Y no solo
mostrando esas conductas alternativas sino mostrando también
como dicho comportamiento es recompensado.
3.
Modelamiento de comportamiento no agresivo
Un procedimiento útil para reducir la frecuencia de emisiones
agresivas consiste en que, especialmente, los padres y maestros no
modelen este tipo de comportamiento. Así pues cunado intentamos
regañar al niño por algo que ha hecho, intentaremos no modelar
conductas agresivas.
4.
5.
Reducir la expocision a modelos agresivos
Reducción se estimulación aversiva
Puesto que el comportamiento agresivo puede ser instigado por la
presencia de diversos estímulos aversivos como conflictos, expresiones
humillantes o carencia de cuidados necesarios durante la infancia, un
modo de reducir el comportamiento agresivo consiste en reducir la
presencia de este tipo de estimulación.
B. Procedimientos para controlar las consecuencias
Las consecuencias se refieren a lo que ocurre inmediatamente después
de que el niño emita la conducta agresiva.
Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias
que le siguen contamos con una serie de procedimientos que podríamos
agrupar en: a) procedimientos de extinción; b) procedimiento de
castigo, y c) procedimiento de conductas alternativas.
Los dos primeros tienen como objetivo reducir el comportamiento
agresivo. El último tiene como objetivo incrementar comportamientos
alternativos a la agresión. Los procedimientos de castigo pueden ser
positivos o negativos.
Hablamos de castigo negativo cuando el individuo deja de estar en
contacto con un evento positivo, tras haber emitido la conducta
inadaptada. Puede tratarse del procedimiento de "Costo de respuesta" o
del procedimiento de "Tiempo Fuera". Hablamos de castigo positivo
cuando aplicamos una consecuencia aversiva tras emitir la conducta
agresiva. Son muchas las formas que puede tomar dicha consecuencia.
Por ejemplo, puede tratarse de un azote o cualquier otro estimulo físico, o
de una reprimenda o un grito, o de un gesto de desaprobación, etc.
15
Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias
que le siguen se cuenta con los siguientes procedimientos:
1.
Se basa en la idea de que una conducta que se mantiene gracias
a las recompensas que recibe, puede desaprenderse si deja de ser
recompensada. Es decir, si una conducta dada ya no produce los
efectos esperados, su influencia tiende a disminuir. Si el niño emite
una conducta agresiva y no sucede nada, se dará cuenta de ello y
abandonara ese modo de comportarse. Por tanto el procedimiento
de extinción consiste simplemente en suprimir los reforzadores que
mantienen la conducta agresiva.
2.
Tiempo Fuera
Es un procedimiento mediante el cual el niño que se comporta de
modo agresivo es apartado físicamente de todas o muchas de
las fuentes de reforzamiento durante un periodo de tiempo. Igual
que con la extinción, el propósito es reducir la conducta agresiva.
Pero se diferencia en que la extinción supone la supresión del
refuerzo, mientras que en el tiempo Fuera el niño es apartado de la
situación reforzante.
Castigo físico
Al aplicar el castigo físico tendríamos que dar, por ejemplo, un azote
una vez que el niño se ha comportado agresivamente.
Concretamente en el caso del comportamiento agresivo, es al
técnica menos indicada por lo contraproducente que puede llegar
a ser. Y es que ocurre que el castigo físico puede tener una serie de
efectos colaterales que lo contraindican. De hecho, es
el método menos afectivo para cambiar la conducta del niño.
Presentamos algunas de las razones por la no se aconseja el castigo
físico para este trastorno:



En primer lugar, imagínese la contradicción que representa el
padre que da un azote a su hijo para decirle que deje de
pegar al hermano. ¡Esta modelando precisamente la conducta
que desea eliminar! Posiblemente el niño aprenda que el
ataque físico es un medio legitimo de conseguir lo que se
quiere y de controlar a los otros igual que lo hace su padre.
Los métodos físicos de castigo suelen conducir a la hostilidad a
muchos de los niños a quienes se les aplica.
Si son los padres quienes aplican castigo físico constantemente
puede ocurrir que estén enseñando al niño a que les tema y le
16

desagraden, ya que cualquier estimulo asociado con el
castigo tiende a convertirse en algo desagradable.
El castigo puede suprimir momentáneamente la conducta
agresiva, pero los efectos a largo plazo son menos atractivos.
Se ha demostrado que los delincuentes han sido normalmente
victimas de más ataques de adultos que los no delincuentes.
En definitiva, no es aconsejable la aplicación sistemática de castigo
porque sus efectos son generalmente negativos; se imita la
agresividad, aumenta la ansiedad del niño, y se incrementan las
conductas de evitación, como minino.
Marco Metodológico
3.1 Tipos de estudio
En la presente el tipo de estudio es cuantitativo la cual “Busca los
hechos y causas de los fenómenos sociales, prestando escasa atención a
los individuos” Cook, Reichardt (1995).Hay diferentes tipos de
investigación, los cuales se clasifican según distintos criterios; se aborda
aquella que a juicio de los autores refleja con mayor claridad las
características de cada tipo. El tipo que se utilizo para el trabajo es la
descriptiva; “que es aquella etapa preparatoria del trabajo que permite
ordenar el resultado de las observaciones de las conductas, las
características, los factores los procedimientos y otras variables de los
fenómenos y hechos, este tipo de investigación no tiene hipótesis
explicitas.” Canales F, (1994).
3.2 Sujetos
Los sujetos de la investigación para este caso son los siguientes; los
alumnos, la maestra y los padres de los niños, según Barrantes (2008) se
entiende por sujetos:
Son todas aquellas personas físicas o
corporativas que brindaran información. Debe
especificarse con claridad cual es la población o
universo (pueden ser uno o varios) y la muestra (si
se utilizara) en cada caso. Debe quedar
claramente establecido cuales y cuantos son
esos informantes, de que tamaño y las
características que tiene el universo del que
provienen, que tamaño y que características
17
tiene la muestra, que procedimiento de
muestreo se siguió para escoger la misma, por
que se escogió ese procedimiento y como se
conseguirán esos sujetos.
3.5 Fuentes de información.
De acuerdo con Zapata O (2005) las fuentes de información son las
siguientes:
 Fuentes primarias: proporcionan datos de primera mano, libros,
artículos de revistas, monografías, tesis, antologías, documentos
oficiales, publicaciones, artículos científicos, etcétera.
 Fuentes secundarias: son compilaciones, resúmenes y listados de
referencias publicadas en un campo del conocimiento en
particular, informativos de fuentes primarias. En estas publicaciones
se realizan síntesis de libros, artículos, tesis documentos relevantes.
 Fuentes terciarias: son documentos que informan sobre títulos de
revistas y otras publicaciones periódicas, conferencias, simposios,
congresos, información gubernamental, catálogos de libros
básicos. Resultan muy útiles para detectar fuentes no
documentales, por ejemplo: organizaciones no gubernamentales,
asociaciones científicas, instituciones universitarias y dependencias
de gobierno, entre otros.
3.6 Variables o categorías de análisis.
“Se entiende por variable todo rasgo, cualidad o característica cuya
magnitud puede variar en individuos, grupos u objetos. Es todo aquello
que se va a medir, controlar, y estudiar en una investigación”. Según
Barrantes (2008) se definen en:
3.6.1 Variable Conceptual: es similar a una de términos. Son definiciones
de diccionario, de libro especializado y describen la esencia o las
características reales de un objeto o fenómeno. Algunos las denominan
definiciones reales. Estas definiciones son necesarias. Pero insuficientes
para definir una variable. En este trabajo hay dos variables que son;
La agresión física y verbal, es aquella donde los padres agreden a sus
hijos dejando marcas y cicatrices en su cuerpo y la verbal es aquella
18
donde los niños sufren insultos y gritos que provocan daños emocionales
debido a su entorno familiar.
Los patrones conductuales, es donde los niños se guían de manera
negativa debido a su entorno familiar, ya que esto los perjudica en su
vinculo social, todo esto se debe a que las conductas de los padres
afectan a los niños.
3.6.2 Variable Operacional: es la que describe las actividades que un
observador debe realizar para indicar la existencia de un concepto
teórico en mayor o menor grado. Especifica que actividades u
operaciones deben realizarse para medir una variable. Se hace en
intervalos o clases que son mutualmente excluyentes. Debe brindar
mayor información sobre la variable. Esta definición esta íntimamente
relacionada con la teoría y la experiencia del investigador.
3.6.3 Variable Instrumental: pero no solo deben definirse las variables
conceptuales y operacionalmente, también deben instrumentalizarse.
Deben definirse y elaborarse los instrumentos y medios con que se
recolectara la información: observación, encuestas, registros o cualquier
otra técnica que sea el medio útil para tal efecto. Los instrumentos nacen
de las variables y de los objetivos.
3.7.1 La entrevista
“Es la comunicación interpersonal establecida entre el investigador y
el sujeto de estudio a fin de obtener respuestas verbales a las
interrogantes planteadas sobre el problema propuesto”. Canales F.
(1994).Hay dos tipos de entrevista: la estructurada, se caracteriza por
estar rígidamente estandarizada; se plantean idénticas preguntas y en el
mismo orden a cada uno de los participantes, quienes deben escoger.
No estructurada, es más flexible y abierta, aunque los objetivos de la
investigación rigen a las preguntas; su contenido, orden, profundidad y
formulación se encuentran por entero en manos del entrevistador. Este
tipo de entrevista es my útil en los estudios descriptivos y en las fases de
exploración para el diseño de la recolección de datos.
4.1 Análisis de resultados
19
“Consiste en recolectar sistemáticamente los datos producidos por
simulación, calcular ciertas estadísticas y por ultimo interpretarlas”.
Canales F. (1994).
Este trabajo tiene dos objetivos, el primero es cual es el tipo de
agresión que presentan los padres en el hogar que se dividen en
agresión física y verbal. El otro es los patrones conductuales que
adoptan los niños en el hogar y los manifiestan en la escuela. Dando
una respuesta a los objetivos planteados acorde a lo que se planteo
en el marco teórico por los conocedores en el campo se puede
afirmar que la conducta de los padres tiene una gran influencia sobre
el comportamiento de un niño, por la razón que ellos adoptan los
comportamientos que se manifiestan en el hogar.
5.1.1 Conclusiones
La familia constituye el lugar por excelencia en donde los niños
aprenden a comportarse consigo mismos y con los demás, es decir es un
agente de socialización infantil. Es la agresividad, una de las formas de
conducta que se aprenden en el hogar, y en donde las relaciones
intrafamiliares ejercen una influencia en su generación y mantenimiento.
Cuando los niños exhiben conductas agresivas en su infancia y crecen
con ellas formando parte de su repertorio conductual, se convierten en
adolescentes y adultos con serios problemas de interrelación personal,
que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en
la adaptación al trabajo y a la familia, y en el peor de los casos llegan a
exhibir una conducta negativa y a sufrir afectación psiquiátrica grave.
5.1.2 Recomendaciones
Algunas de las notables recomendaciones que se deben hacer son
específicamente para:

Los maestros deberían de estudiar las conductas en el entorno
familiar que refleja un niño con problemas de agresión, para poder
tratar así a futuros preescolares que provienen de hogares
conflictivos.

Los padres de familia que sufren agresión y generan en sus hijos
dichos trastornos deben buscar ayuda para que el niño vea que la
violencia no es la manera de solucionar conflictos y de esta forma
romper con este ciclo de violencia, que mas que presentar una
niñez segura hace que la violencia genere más violencia.
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