PAULINAANGELINAVARGASCorregida

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Sexto Coloquio Interdisciplinario de Doctorado – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
Protección de las innovaciones en micro, pequeñas y medianas
empresas mexicanas, como fuente para generar ventaja competitiva
Paulina Angelina Vargas Larraguivel 1, Jahicela Liévano Morales2
1 CETYS Universidad
[email protected]
2Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco
[email protected]
Resumen
A fin de sostener una ventaja competitiva, la innovación resulta una importante estrategia de diferenciación,
principalmente para las micro, pequeñas y medianas empresas que requieren subsistir en mercados dinámicos y
globales y que además representan un importante sector en las economías de los países; teniendo una oportunidad en
la protección de sus innovaciones mediante el registro de patentes. En México, las Mipymes carecen de actividad
innovadora a través de patentes, siendo que la mayoría de las solicitudes de patentes son realizadas por inventores
nacionales independientes. Por lo que a través de esta investigación se llevó a cabo un estudio cualitativo
constatando que es bajo el número de solicitudes de patentes por parte de Mipymes mexicanas, no considerándola
una actividad prioritaria, aún si son empresas innovadoras que destinan recursos en I+D. Asimismo, instituciones
gubernamentales juegan un papel fundamental en mejoras de políticas internas y procesos que faciliten la protección
legal de las innovaciones y promuevan el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas en México.
Palabras Clave
Mipymes, Innovación, Ventaja Competitiva, Patentes.
1. Introducción
Ante la dinámica de los mercados globales y el alto grado de competitividad, las empresas enfrentan grandes
desafíos para obtener y mantener su ventaja competitiva. Optando por un proceso de mejoramiento continuo a fin de
mantenerse en competencia, apalancándose en el aprendizaje y la innovación. Resultando esta última un elemento
clave para tener un factor diferenciador traducido en ventajas competitivas que puedan atraer la atención del cliente.
En este tenor, la innovación parte de una nueva idea que permite mejorar un producto, proceso o servicio, en la cual
participan todos los agentes (Mathison, et al., 2007). La obtención de innovaciones de alto grado de novedad por
parte de una empresa puede ser la base para obtener o mantener su ventaja competitiva (Nieto y Santamaría, 2007),
siendo además la obtención de patentes, un aspecto importante para el desempeño y generación de dichas ventajas
(Blind, Cremers y Mueller, 2009). En este sentido, de acuerdo a Juliao Rossi et al. (2013), la orientación de la
innovación hacia productos se relaciona de manera positiva con la decisión de solicitar una patente, mientras que la
orientación hacia procesos influye de manera negativa.
Asimismo, para que una empresa innove no importa su tamaño. En el caso de las micro, pequeñas y medianas
empresas (Mipymes), al enfrentarse a mayores dificultades para subsistir en el mercado, están más condicionadas a
innovar. Considerando que si no existen barreras de entrada importantes, son las pequeñas empresas las que más
innovaciones van a introducir (Triguero y Cuerva, 2011; Valdés y Sánchez, 2012).
En México, según la Secretaría de Economía, las pequeñas y medianas empresas generan cerca del 80 por ciento de
los empleos (Bedolla, 2013), representan el 90% del total de las empresas constituidas y emplean a más del 42% de
la población económicamente activa (Fuentes, García y Ambriz, 2014). De ellas se sostienen muchas de las familias
mexicanas y han ayudado a descentralizar la actividad económica, de tal modo que algunos pueblos han logrado una
urbanización que de otra manera no sería posible (Cervantes, 2010). Jugando su papel como autoempleo de
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
subsistencia, una característica que es un denominador común en el resto de América Latina (Valdés y Sánchez,
2012).
Así pues, en virtud de la importancia que representa este sector empresarial, se desprende la necesidad de la
búsqueda de oportunidades para el mismo y es en la propiedad industrial en donde pueden vislumbrarse muchas
posibilidades (Bedolla, 2013). En el entendido que las empresas que invierten en la protección de innovación
incrementan los efectos de la capacidad de absorción, porque al llevar a cabo correctas acciones de protección
(registro de patente, por ejemplo), pueden obtener una fuerte ventaja competitiva (González-Campo, Hurtado,
2014). Adicionalmente, sin derechos de propiedad industrial, la empresa no tendrá posibilidades de negociar la
concesión de licencias, venta o transferencia de tecnología a terceros (Morales, 2010).
En este sentido, en la última década, el 85% de las patentes otorgadas por el Instituto Mexicano de Propiedad
Industrial han sido para titulares extranjeros. Por lo que hay una correlación positiva entre el crecimiento del PIB y
la solicitud de patentes extranjeras, lo cual sugiere que la actividad económica mexicana está apoyada en la creciente
inversión extranjera directa y por lo tanto las solicitudes hechas por mexicanos están negativamente correlacionadas
con el crecimiento del PIB, entendiendo entonces que la protección legal no es suficiente para el desarrollo de
nuevos productos nacionales (Hernández y Díaz, 2007).
Sin embargo es importante que las organizaciones realicen esfuerzos para proteger sus invenciones, dado que las
micro, pequeñas y medianas empresas requieren sostener ventajas competitivas difíciles de imitar y éstas se pueden
dar en la generación de innovaciones, pero la principal problemática radica en la escasa o nula protección de las
mismas.
Por lo que esta investigación tuvo como objeto contrastar las acciones que llevan a cabo empresarios de Mipymes
mexicanas a fin de proteger sus innovaciones a través del registro de patentes, así como el impacto que esto conlleva
para lograr un factor diferenciador en su sector; lo que coadyuvaría en el fortalecimiento de la competitividad en
México. Para lo cual se seleccionó una muestra de empresas innovadoras, formadas en las ciudades de Mexicali
(Baja California) y Villahermosa (Tabasco).
En cuanto a la organización del artículo, en la siguiente sección se revisa la literatura derivada de esta investigación,
para describir posteriormente la metodología utilizada y los principales resultados obtenidos. Finalmente, en el
apartado de conclusiones se dan a conocer las principales aportaciones del estudio.
2. Lecturas Previas
De acuerdo a Porter (1990), la ventaja competitiva es la creación de una posición única y valiosa, difícil de imitar,
que involucra un conjunto de actividades diferentes, es decir, que la empresa lleve a cabo actividades de una forma
más eficiente que sus competidores (menor costo), o que se realicen actividades de una manera única que crea
mayor valor para el comprador (diferenciación). En el entendido que la competitividad depende también de la
capacidad de las empresas de innovar y mejorar en sus industrias, una vez que adquiere una ventaja competitiva a
través de la innovación, requiere de una mejora incesante para mantenerla; ya que la única forma de sostener dicha
ventaja competitiva es mejorándola (Díaz, 2009).
Según Germán-Soto, Gutiérrez y Tovar (2009) la teoría del crecimiento endógeno establece que si un país
incrementa sus actividades de investigación y desarrollo tendrá mayor capacidad de resolver sus problemas y logrará
mayor crecimiento económico. Álvarez (2012) por su parte, señala que las regiones buscan ser cada vez más
competitivas, siendo necesario para ello desarrollar la habilidad para inventar e innovar. Comúnmente se
recomienda invertir mayores recursos en investigación y desarrollo, por tratarse del proceso que da origen a la
innovación. Cuando los países invierten en ciencia y tecnología, junto con los demás pilares de la competitividad,
logran que las empresas puedan competir a nivel mundial con productos de buena calidad, que mantengan una
ventaja a largo plazo mediante actos de innovación (Buendía, 2013).
Por su parte, las empresas deben propiciar una cultura orientada a la innovación donde se puedan aprovechar al
máximo sus recursos, creando un ambiente oportuno para innovar, a fin de que se desarrolle con éxito (Mathison, et
al., 2007; De la Fuente, Vera y Cardelle, 2012; Urueña-López, Hidalgo-Nuchera, 2013; Naranjo-Valencia y
Calderón-Hernández, 2015). Porque no hay garantía de que la inversión en innovación dé como resultado un
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
producto o servicio que pueda ser introducido con éxito en el mercado (Saldaña, 2014). Asimismo, son necesarios
líderes abiertos al aprendizaje, con pensamiento sistémico, proactivos, innovadores e inspiradores, que potencien los
colaboradores y promuevan en ellos la innovación, fomenten la confianza, la sana confrontación y el asumir riesgos
controlados (Naranjo-Valencia y Calderón-Hernández, 2015).
Entonces, dado que fomentar la innovación resulta esencial para impulsar la productividad y crear nuevas fuentes de
crecimiento, es responsabilidad de los países generar condiciones propicias para la inversión en investigación y
desarrollo (I+D) que deriva en innovación (I+D+i). En virtud de que la poca inversión limita la capacidad de
generación de conocimiento productivo y de absorción y adaptación de la tecnología. De acuerdo a la OCDE, se
tiene como antecedente que en 2009, el gasto interno bruto en (I+D) en México, representó apenas el 0.44% del PIB
(prácticamente la mitad de lo que invierte Turquía con 0.85% del PIB, y muy por debajo de países como Corea del
Sur con el 3.6%, Finlandia con el 4%, o Israel con el 4.3%) (Guzmán, López-Herrera y Venegas-Martínez, 2012;
Alcázar-Zamacona y Haro-Zea, 2013).
Por lo que, para seguir impulsando el desarrollo de la innovación en México, el Subcomité de Clusters Innovadores
(iCluster) ha intercambiado metodologías para mapear clusters regionales de innovación. Debido al valor estratégico
del proyecto iCluster, el Instituto Nacional del Emprendedor ha otorgado 2 millones de dólares para financiar esta
iniciativa, y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha ampliado el alcance de este proyecto de mapeo
de clusters, para incluir la adición de los datos de México en su mapa nacional de clusters (INADEM, 2013).
En otro contexto, si bien es cierto que todas las empresas deben procurar la innovación, son las micro, pequeñas y
medianas, el grupo que constituye el principal foco de atención, por ser importantes generadoras de empleo y por su
contribución al PIB en las economías nacionales. Además, este tipo de empresas se consolidan como una posibilidad
de mejoramiento de la competitividad de un país y por ello deben desarrollarse las condiciones y políticas internas,
con el fin de generar un contexto político y económico en el cual las mismas puedan superar los diferentes
problemas que afectan su buen desempeño y niveles de competitividad (Mora-Riapira, Vera-Colina y MelgarejoMolina, 2015).
En este sentido, la Secretaría de Economía en México constituye la máxima responsable de poner en operación
programas nacionales que promuevan soluciones integrales a necesidades específicas para impulsar la productividad
y competitividad de las Mipymes, así como de ayuda financiera para estas empresas. (Valdés y Sánchez, 2012).
Cabe señalar que existen esfuerzos para llegar a este sector empresarial e impulsar su crecimiento, constituyendo
ejemplos concretos el incremento en el 2009 del Fondo Pyme por parte de la Secretaría de Economía. Así también,
se han creado herramientas para que las Mipymes tengan acceso a ser proveedoras de las empresas paraestatales y
organismos de gobierno. Pero a pesar de las áreas de oportunidad, uno de los obstáculos más grandes sigue siendo el
acceso al financiamiento para sacar adelante sus ideas de negocio o de innovación de producto, así como la carencia
de protección legal (Valdés y Sánchez, 2012).
En cuanto a las patentes, son utilizadas como indicadores para medir el grado de innovación, así como una valiosa
fuente de información científico-tecnológica para la estrategia competitiva, ya que buscan generar competitividad,
innovación tecnológica y conocimiento, permitiendo proteger dichas innovaciones (Diessler, 2010). Con respecto a
las principales variables que influyen en la generación de patentes, son: la actividad tecnológica y la actividad
económica. Por un lado, la intensidad de la actividad tecnológica se acompaña por el esfuerzo en I+D que estimula
la innovación y el número de patentes; pero a su vez, las patentes al crear certidumbre en la apropiación de los
beneficios de la innovación, contribuyen a fomentar un mayor gasto en I+D. Por el otro, el nivel de crecimiento
económico debería conducir a una dinámica basada en la innovación y la generación de patentes (Guzmán, LópezHerrera y Venegas-Martínez, 2012).
Aunque los costos de una patente pueden ser muy altos, este es el único mecanismo que permite vender el
conocimiento creado mediante licencias para su uso. Otras motivaciones para patentar incluyen la posibilidad de
bloquear el desarrollo de ciertos productos por parte de adversarios, el fortalecimiento del poder de negociación de
una empresa y hacerla atractiva a posibles usuarios de tecnologías relacionadas con la patente, para establecer
alianzas o entrar en mercados internacionales (Gick, 2008). Además, las patentes generalmente aumentan el valor de
la compañía mediante el aseguramiento de activos intangibles, mejoran la imagen tecnológica de la empresa y la
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
posicionan ante proveedores de recursos financieros, principalmente si se quiere competir en escenarios
internacionales (Juliao et al., 2013).
Sin embargo, un mayor desempeño en innovación no necesariamente se relaciona con un mayor número de patentes
por parte de la empresa (Danguy, De Rassenfosse y Pottelsberghe de la Potterie, 2009), aunque la obtención de
innovaciones (productos nuevos o invenciones) es una condición necesaria para que la empresa pueda proteger sus
derechos de propiedad por medio de patentes (Juliao et al., 2013). Recientemente, el papel de las instituciones en el
crecimiento y sobre todo la influencia de los derechos de propiedad intelectual, destaca la posibilidad de usar la
patente como un instrumento para promover la innovación, desarrollo y el crecimiento del mercado, siendo
necesario crear una adecuada política de patentes por parte de los gobiernos (Grossman & Helpman, 1991).
En el contexto internacional, durante las últimas décadas ha cobrado interés el sistema de patentes de Europa y el de
los Estados Unidos, en el sentido de que requieren someterse a cambios en su estructura y orientación porque
presentan diferentes barreras que hacen que sea difícil participar (Bagley, 2007). En otra investigación llevada a
cabo por Forero-Pineda, Laureiro-Martinez y Marín (2011), en referencia a América Latina y el Caribe, analizaron
varios estudios empíricos específicos realizados en diferentes países, concluyendo que "en general, las patentes han
sido insignificantes" y que "el desempeño de los sistemas de innovación de América Latina y el Caribe, con la única
excepción quizá de México [...], es bajo en términos absolutos y ha perdido relativamente a muchos países que
comenzaron en niveles similares hace veinte años". Lo cual resulta preocupante en el entendido de que en la era del
conocimiento, gestionar eficazmente la propiedad industrial se ha convertido en una de las actividades medulares de
creación de valor, que apoya la competitividad de las organizaciones (Luna y Solleiro, 2007). Sin embargo, por otro
lado, en dicha investigación realizada por Forero-Pineda, Laureiro-Martinez y Marín (2011), se tienen empresas
innovadoras que operan en un entorno competitivo donde los mercados no están protegidos. En contraste, las
empresas que gozan de la protección de patentes han sobrevivido, al parecer, sin tanta presión para introducir nuevos
productos continuamente en el mercado.
Para el caso de la protección de la propiedad industrial en México, de acuerdo a un estudio realizado por Montaño y
González (2007), los resultados arrojaron que “el número de patentes solicitadas por nacionales desde 1980 muestra
una tendencia negativa, con un máximo de 757 en el año de 1989, mientras que en el 2002 se solicitaron 526. El
promedio entre 1993 y 2002 baja a 469 comparado con un promedio de 648 entre 1980 y 1992. Al analizar sólo el
periodo de 1993 a 2002 posterior al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se tiene que el
número de solicitudes fluctúa entre 386 y 550, siendo destacable que en estos años, la apertura económica mexicana
y la reforma institucional en materia de registro de la propiedad intelectual provocaron un acelerado crecimiento de
las solicitudes por parte de extranjeros, lo cual no parece tener ningún efecto en las tendencias de los inventores
mexicanos. Otra diferencia importante entre la solicitudes de patentes generadas por nacionales y extranjeros,
conforme a los datos reportados por CONACYT para el periodo 1997-2002, es que en el caso de los extranjeros la
actividad inventiva es casi exclusivamente realizada por empresas grandes: 95% de las solicitudes y 96% de las
otorgadas; mientras que en las solicitudes de los nacionales el inventor independiente es la fuente principal de
solicitud de patentes, contabilizando un promedio de 58% de las solicitudes y 48% de las otorgadas. Es decir, uno de
cada dos patentes son registradas en México por inventores independientes”.
Asimismo, en el mencionado estudio se observa que, considerando las solicitudes nacionales hechas por empresas y
centros académicos, las empresas grandes mexicanas representan un tercio de las patentes nacionales otorgadas,
mientras que la pequeña empresa prácticamente carece de actividad innovadora a través de patentes, pues sólo un
poco más del 1% es otorgado a este tipo de empresas, mientras que los institutos de investigación realizan en
promedio durante este periodo 9% de las solicitudes y les son otorgadas 18% del total de las patentes concedidas a
nacionales. En este sentido, personal del IMPI ha declarado que en México “no existe la cultura del registro de
patentes o inventos” a la vez que reconoce no tener presupuesto para difusión. Los inventores mexicanos, por tanto,
parecen estar aislados e incapaces incluso, de responder a incentivos como una mayor protección legal (Montaño y
González, 2007).
De acuerdo a Schmitz (2009) una condición esencial para el mejoramiento del desempeño innovador de los países,
consiste en la necesidad de contar con sistemas jurídicos que resguarden eficazmente los derechos de propiedad
intelectual. En virtud que una de las herramientas con las que cuenta el Estado para promover e incentivar la
innovación en ciencia y tecnología es la propiedad intelectual, de la cual emanan derechos especiales que deben ser
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
protegidos y garantizados por el mismo. En este sentido, diferentes estudios han demostrado que gobiernos de países
en desarrollo interesados en la promoción de la innovación deben diseñar políticas de propiedad industrial
específicas que impacten en el hecho de patentar (Brian, 2007), a fin de entender los diversos procesos de
innovación que se desarrollan en las Mipymes (Forero-Pineda, Laureiro-Martinez y Marín, 2011).
3. Metodología
El presente reporte de investigación se desprende de una investigación de corte cualitativo de alcance exploratorio
bajo el diseño de estudio de casos. Para presentar tales resultados se determinaron como variables o categorías la:
innovación, ventaja competitiva y protección de innovaciones mediante el registro de patentes.
Siendo un estudio de caso, se determinó una muestra intencionada de 10 empresas de las ciudades de Mexicali y
Villahermosa que cumplieran con el perfil establecido para obtener la información necesaria que permitiera conocer
las actividades que realizan las Mipymes mexicanas con respecto a la innovación (ver tabla 3.1). Los informantes
fueron los dueños de las empresas cuya edad de creación se estimaba entre los 2 y 30 años.
Dado que el estudio de caso es un diseño de investigación de enfoque cualitativo que permite el uso de datos
cuantitativos en su proceso de obtención de información y para aumentar la confiabilidad de los resultados se
determinó utilizar un instrumento adaptado de un estudio de innovación y emprendimiento en Chile por Kantis
(2007), el cual ya contaba con la validez pertinente a través del Análisis Factorial de correspondencias múltiples.
El análisis de la información se realizó procesando el instrumento en un sistema de información estadístico
desarrollado por una de las empresas de la muestra. La interpretación cualitativa intervino con la clasificación de los
resultados, tomando en consideración que cada caso cumpliera con uno de los criterios que establece el Manual de
Oslo (2005) utilizándolo como punto de referencia para determinar si la empresa era innovadora, cuyos lineamientos
son:
 Generar conocimientos nuevos con aplicaciones comerciales en un mercado, un país o en el mundo.
 Transferir o adaptar tecnología que no se utiliza en el mercado o sector en el que se participa.
 Abrir nuevos mercados al modificar un proceso, producto o servicio para incrementar su eficiencia o
efectividad.
Tabla 3.1 Perfil de la muestra
La empresa aporta a la innovación:
CIUDAD
AÑO DE
CREACIÓN
GIRO DE LA EMPRESA
Vhsa
Laboratorio de diagnóstico clínico
imagenología, incluyendo medicina laboral
e
X
Consultoría, análisis y desarrollo de software
Servicio de construcción de ingeniería civil y
obra pesada con tecnología de punta y reportes
en tiempo real
Desarrollo de Software para Investigación de
mercados
Servicio de consultoría y diseño de imagen
corporativa e impresión en 3D
Mxl
X
X
1986
X
1992
X
X
X
X
X
2010
X
X
2009
X
Dulcería Gourmet personalizada
X
X
2010
X
X
X
2011
X
X
X
X
X
NUEVO
PROCESO,
PRODUCTO O
SERVICIO
2009
Diseño de Software para Aplicaciones en
Dispositivos Móviles y videojuegos
Servicio integral de fotografías
X
1998
Clínica de salud nutricional y deportiva
Diseño Gráfico
NUEVOS
TRANSFERENCIA
CONOCIMIENTOS DE TECNOLOGÍA
2012
2012
X
X
X
X
Fuente: Elaboración propia (2014).
5
Paulina Vargas y Jahicela Liévano
La presentación de los resultados es acorde al comportamiento general por las categorías de análisis y conforme a
los perfiles de casos que se consideraron útiles para dicho análisis.
4. Resultados
En cuanto al hecho de saber si las empresas han realizado inversiones en los últimos dos años en distintas áreas, se
obtuvo que el 100% de las Mipymes sí lo ha hecho, manifestando que dicha inversión no la han concentrado en un
solo rubro, sino en diferentes áreas de acuerdo a lo que ellos consideran que favoreció al crecimiento de la empresa.
En este sentido, el 90% de los casos afirmaron invertir un porcentaje al rubro de desarrollo y lanzamiento de nuevos
productos; teniendo como resultados de esta inversión que: el 55.6 % de los casos obtuvo resultados parciales de
dicha inversión, el 33.3 % espera recibirlos en un futuro y solo el 11.1% no obtuvo los resultados esperados.
Por otro lado, 8 de los 10 casos explorados en el estudio, manifestaron realizar inversión en distintos rubros, mismos
que se pueden separar en las siguientes categorías:
1) Desarrollo de productos, apartado que atiende a las siguientes inversiones.
a) Desarrollo de nuevos canales de comercialización, en donde el 50% de las empresas obtuvieron los resultados
de dicha inversión en forma parcial, 25% se verán reflejados en un futuro, 12.5% obtuvieron altos resultados
y 12.5% ningún resultado;
b) Adquisición de nuevos equipos para mejorar la calidad y productividad, encontrando que 8 de las 10
empresas invirtió en este campo, de las cuales 7 de ellas obtuvieron altos resultados, y 1 tuvo resultados
parciales;
c) Nuevos equipos para ampliar la capacidad de producción, 8 de 10 de empresas invirtieron en esta área con
los siguientes resultados: 6 tuvieron un alto retorno, 1 verá resultados en el futuro y 1 de forma parcial.
2) Innovación y desarrollo; los rubros considerados son:
a) Desarrollo de imagen comercial de la empresa o marca, el 50% de las Mipymes obtuvieron altos resultados
de esta inversión, 25% sus resultados obtenidos fueron parciales y 25% los tendrán en un futuro inmediato;
b) Desarrollo de proyectos de investigación y desarrollo, se obtuvo que el 37.5% de las Mipymes esperan
resultados parciales a corto plazo y en la misma proporción (37.5%) consideran ver los resultados de su
inversión en el futuro, 12.5% obtuvo resultado alto y el 12.5% restante no obtuvo resultado en este rubro.
c) Introducción de tecnologías de la información y comunicación, el 50% de las empresas afirmó que sus
resultados fueron altos, 25% de las Mipymes encuestadas no obtuvo los resultados esperados, 12.5% en el
futuro y finalmente 12.5% de forma parcial.
Gráfica 4.1 Áreas en las que se realizó inversión
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos con la encuesta aplicada (2014).
El resto de las inversiones con una menor participación son: inversión en nuevas instalaciones (6 de 10 empresas),
ampliación de las instalaciones o edificios (4 de 10 de empresas) y finalmente en mercados extranjeros (3 de 10
empresas).
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
Gráfica 4.2 Resultados de inversión
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos con la encuesta aplicada (2014).
De lo anterior resulta que las Mipymes estudiadas están conscientes de la importancia de invertir, pero
desafortunadamente no todas consideraran importante destinar un porcentaje fijo de sus ventas al apartado de
investigación y desarrollo. En este sentido, 7 de 10 destina parte de sus ventas (47.85% en promedio) a la inversión
total de la empresa. Este porcentaje de inversión se utiliza para el crecimiento, destinándose a distintas áreas
conforme a las necesidades y requerimientos de cada empresa. Partiendo de esta situación, se encontró que es de
interés para las empresas el invertir en el apartado de investigación y desarrollo (I & D), esto a partir del hecho de
que el pronóstico para el año 2015 es que 7 de cada 10 empresas invertirán en I & D de las cuales 5 destinarán el
20% de sus ventas, una el 40% y otra más el 10% .
Siguiendo con el tema inversión en I & D las empresas invierten, además de capital financiero, un número de horas
del trabajo por parte de sus empleados y socios a dos actividades fundamentales: la primera al fomento de la I & D,
en donde 8 de los 10 casos de estudio destinan en promedio 32.5% de sus horas hombre a esta acción; y la segunda
al desarrollo en el área de diseño, en donde 9 de las 10 empresas de la muestra emplean el 38.9% de horas en
promedio al desarrollo y participación de estas actividades.
Por otro lado, del 2011 y hasta el 2013, el 90% de los casos generaron nuevas ideas, tales como innovaciones en los
productos o servicios ya establecidos, en el proceso de desarrollo de los mismos, así como en la generación de
nuevos productos. En este sentido, del 2011 al 2012 se incrementó en un 80% el número de ideas y del 2012 al 2013
en un 44.44%, lo que significa un aumento total del 160% del 2011 al 2013.
Gráfica 4.3 Incremento del número de ideas concretadas (2011 al 2013)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos con la encuesta aplicada (2014).
De lo anterior se puede establecer que consideran un alto grado de importancia a los esfuerzos de diseño en distintas
áreas: generación de ideas en I & D, desarrollo del producto y mercadotecnia, diseño para competir a nivel global, el
7
Paulina Vargas y Jahicela Liévano
proceso de producción, producción de prototipos, y diseño en el embalaje del producto (esto último es a lo que
menos importancia le dan).
Por otro lado, cuando se habla de innovación, el 100% de las Mipymes que participaron en el estudio, manifestaron
proteger sus innovaciones a través de una combinación de métodos y procesos. En este sentido, de forma interna se
puede mencionar los contratos de confidencialidad, acceso restringido a la información de la empresa y de manera
externa a través del Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI), principalmente para el registro de marcas y
derechos de autor, por la misma naturaleza de algunas de las empresas.
Tabla 4.1. Métodos de protección de la innovación
Protege las
innovaciones de la
empresa
Protege la
innovación con
acceso selectivo del
personal de la
empresa
Protege la
innovación con
codificación de la
información
Protege la
innovación con
construcción de
ventajas
competitivas
Protege la innovación
con contratos de
confidencialidad
Protege la
innovación a
través del IMPI
Si
No aplica
No aplica
No aplica
Si
No aplica
Si
No aplica
No aplica
No aplica
No aplica
Si
Si
Si
Si
Si
Si
Si
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
Si
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
No aplica
Si
Si
Si
Si
No aplica
No aplica
No aplica
Si
No aplica
Si
No aplica
No aplica
No aplica
Si
No aplica
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos con la encuesta aplicada (2014).
Sin embargo, únicamente 2 de las 10 empresas obtienen un porcentaje de sus ventas como producto de sus patentes;
una de ellas representa el 10% de su ventas y la otra el 25%. Por otro lado, tres empresas manifestaron que del 100%
de sus ventas un porcentaje de éstas era resultado de sus marcas registradas en las siguientes proporciones 90%,
80% y 30%. Finalmente, como resultado del desarrollo de productos nuevos introducidos en el mercado en los
últimos dos años, el 90% de la empresas tienen un porcentaje de sus ventas como consecuencia de este factor. De lo
anterior se desprende que el 55.6 % de estas empresas su porcentaje de ventas por nuevos productos está en un rango
del 60% al 100% de sus ventas. Por lo que se puede concluir que aunque existen productos propios de las
Mipymes, el 80% de las empresas no ha tramitado su registro de patentes.
En este sentido, el 60% de las Mipymes reconocen que deben utilizar ventajas competitivas con la intención de
diferenciarse de sus competidores. Siendo estas: innovación permanente (50%), servicio de postventa como una
ventaja competitiva (40%), fidelización de clientes (30)% y una nueva imagen (30%.
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Paulina Vargas y Jahicela Liévano
Tabla 4.2. Ventajas competitivas utilizadas
¿Tiene Ventajas
competitivas
difíciles de
copiar?
NO
NO
SI
NO
SI
SI
SI
SI
NO
NO
Ventaja
competitiva
fidelización de
clientes
NO APLICA
NO APLICA
SI
NO CONTESTO
NO APLICA
SI
NO APLICA
SI
NO APLICA
NO APLICA
Ventaja
competitiva
innovación
permanente
NO APLICA
NO APLICA
SI
NO CONTESTO
SI
SI
SI
SI
NO APLICA
NO APLICA
Ventaja
competitiva
servicios
posventa
NO APLICA
NO APLICA
SI
NO CONTESTO
SI
SI
NO APLICA
SI
NO APLICA
NO APLICA
Ventaja
competitiva
imagen /
reputación
NO APLICA
NO APLICA
NO APLICA
NO CONTESTO
SI
NO APLICA
SI
SI
NO APLICA
NO APLICA
Ventaja
competitiva
modelo de
negocio
NO APLICA
NO APLICA
NO APLICA
NO CONTESTO
NO APLICA
NO APLICA
NO APLICA
SI
NO APLICA
NO APLICA
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos con la encuesta aplicada (2014).
5.- Conclusiones
Los mercados de tecnología, especialmente los contratos de licencia de patentes, desempeñan una función cada vez
más importante en la economía, sobre todo cuando la innovación va siendo más cooperativa. Dichos contratos
contribuyen a la difusión de tecnología en una era caracterizada por una mayor protección de las patentes y
favorecen la creación de Pymes científicas (OECD, 2004).
Partiendo de lo anterior y del hecho que el objetivo de esta investigación fue constatar las acciones que realizan los
empresarios de Mipymes mexicanas con la finalidad de proteger sus innovaciones y conocer si dicho proceso es a
través del registro de patentes o por mecanismos internos y posteriormente identificar el impacto que esto conlleva
para lograr un factor diferenciador en su sector; y por consecuencia el cómo estas medidas favorecen el
fortalecimiento de la competitividad en México; se determinó que el hecho de proteger las innovaciones por parte de
las empresas a través de fuentes externas como lo son las patentes, derechos de autor y registro de marca, no es una
actividad prioritaria y el interés por estas acciones, varía conforme al giro y naturaleza de las organizaciones.
Se tiene entonces que los empresarios de las Mipymes de los casos de estudio, prefieren destinar sus esfuerzos al
mejoramiento continuo, dejando de lado sus patentes y con esto la oportunidad de atraer capital e integrarse a
cadenas de valor global, gracias a su propiedad industrial.
De manera contradictoria, mientras que la acción de patentar no es recurrente por las empresas, por otro lado en el
escenario de la Investigación y Desarrollo, así como el incremento en el número de innovaciones, se encontró que
las empresas en la medida de sus posibilidades, invierten en estos rubros y comienzan a ver los resultados de estas
acciones. Lo que trae por consecuencia que se sigan motivando a destinar recursos como tiempo y dinero al
desarrollo de nuevas ideas que se vean cristalizadas en desarrollo de nuevos productos, mejoras a sus procesos y
aumento en su productividad, que le permitan el incremento en sus ventas pero con poca posibilidad de sostener sus
ventajas por la falta de protección a las mismas.
Lo cual deja como un importante reto que las empresas destinen un porcentaje fijo de sus ventas a la I & D y no que
lo que lo hagan de forma aleatoria. De esta manera se tiene la certeza de que los frutos de esa inversión se verán
reflejados en una empresa con un mayor potencial de crecimiento, a través de la consecución de ventajas
competitivas fuertes y bien consolidadas.
De lo anterior se puede concluir que es necesario que diferentes instituciones tales como universidades, centros de
investigación tecnológica y gobierno se unan y redoblen esfuerzos en cuanto a la difusión, ampliación y desarrollo
del proceso del sistema de patentes, en un mundo en el cual la sociedad del conocimiento y la globalización son
características de una nueva economía en donde la innovación como ventaja competitiva no es un lujo, sino una
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obligación para que las empresas logren sostenerse en el mercado. Por lo que las instituciones gubernamentales
deben mejorar sus políticas a fin de facilitar el proceso y considerar medidas para eliminar barreras en su desarrollo
y con esto coadyuvar al fortalecimiento de la competitividad de México.
Como resultado de esta sinergia entre instituciones, se puede lograr que se establezcan políticas, se mejoren las
existentes y además se logre una correcta difusión de las mismas para que se consiga aumentar el registro de
patentes. Por lo que resulta interesante analizar en estudios posteriores el impacto que estas iniciativas puedan
representar en la generación de patentes, el desarrollo de una cultura orientada al registro de patentes y verificar si se
ha favorecido a la integración de las Mipymes científicas, e identificar además si esto ha favorecido al incremento de
la productividad en México, a través del aumento del gasto interno bruto en (I+D) y cómo se traduce, a su vez, en un
aumento en el PIB.
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