ARQUITECTURA Y PSICOLOGIA La influencia de la psicología en la arquitectura se ha visto plasmada en lo que conocemos como la psicología ambiental. La psicología ambiental recoge, analiza y ejecuta aspectos relativos a la relación entre el ser humano y su ambiente, en este caso ambiente físico. Durante muchos años en el contexto psicológico se ha hablado de ambiente refiriéndose a los aspectos de relación interpersonal, dinámicas en torno a la persona, o contextos sociales y políticos entre otros factores. Pero a medida que las sociedades han ido avanzando, también se ha ido desgranando el complejo termino de ambiente. Uno de los aspectos emergentes, que ha ido adquirido cada vez más importancia, son los espacios y diseños arquitectónicos. A tal punto está integrada la necesidad de valorar aspectos psicológicos en la arquitectura que, por ejemplo, en las leyes se establecen normativas que regulan aspectos relacionados con la supresión de las barreras arquitectónicas, urbanísticas y de transporte para garantizar la integración social de los Minusválidos. Así, algunas de estas leyes regulan las medidas mínimas exigidas entre inmuebles o los límites del dominio sobre inmuebles, la accesibilidad en los edificios o las dimensiones de las cabinas de ascensores. Todas estas normativas establecen unas exigencias que condicionan directamente el diseño general de una ciudad, y de un edificio en particular tanto por dentro como por fuera. Existen también normativas que tienen en cuenta otro colectivo en aumento en nuestra sociedad, las personas mayores. Debido al envejecimiento progresivo de la población se ha hecho manifiesto un incremento en la demanda de la prestación de servicios sociales especializados y atención social a las personas mayores, y entre estas necesidades se encuentra la de alojamiento y vivienda, que tiene una importante incidencia en la calidad de vida de estas personas. Como vemos se ha ido haciendo necesario el cuidado en el diseño de las viviendas, los barrios y las ciudades, de los lugares de trabajo, de los centros culturales, de los hospitales, edificios públicos, y en general, todos aquellos espacios en los que se prevea una importante afluencia de público. Es decir, cada vez se cuidan más las condiciones de vida y todo lo relacionado con la satisfacción residencial y la calidad de vida. Es esta evolución en torno a la arquitectura la que ha hecho patente la interrelación entre esta disciplina y la psicología, donde se tiene en cuenta los procesos de grupo, la dimensión simbólica del entorno como construcción social, los procesos de influencia social y de atribución, la motivación, las expectativas, los niveles de aspiración, las características objetivas del entorno y las dinámicas sociales de la comunidad. La arquitectura moderna recoge en sus enseñanzas asignaturas como la “arquitectura para discapacitados”, “arquitectura y humanismo”, “la percepción en arquitectura”, “la psicología del ambiente urbano”, “la psicología en arquitectura”, “psicología ambiental”, o “la psicología en el proceso de diseño arquitectónico”, entre otras. Todo ello para transformar las necesidades humanas y concretarlas en espacios arquitectónicos donde el hombre pueda realizar y desarrollar su vida. Hay otras muchas herramientas de trabajo arquitectónicas, como el color, donde se valoran aspectos psicológicos como la influencia del color en los procesos psicológicos y estados de ánimo, que veremos en artículos posteriores.