Adicciones - Obra Social de YPF

TEMA MÉDICO N° 73
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
“La Obra Social de YPF promueve el acercamiento sistemático a la prevención,
tendiente a mejorar la salud desde el individuo, haciendo conocer a la
población beneficiaria las posibles acciones dirigidas a anticiparse a las
manifestaciones de ciertas enfermedades o su detección temprana”.
El presente es continuidad de una serie de comunicados con la información de
los cuidados preventivos, que nuestros beneficiarios deberán tener en cuenta
para prevenir y poder detectar precozmente las enfermedades descriptas en
cada uno de ellos.
ADICCIONES
La presencia de adicciones en la sociedad argentina, constituye hoy, un
problema de creciente envergadura. Se percibe en la preocupación de los
padres, docentes y profesionales, no solo por la salud de los jóvenes, sino por la
repercusión negativa que estas conductas tienen en sus posibilidades de
aprender y construir una vida propia en el futuro.
Al mismo tiempo que se reconoce el problema, se considera que los espacios
comunitarios son muy potentes para la tarea de prevención, tanto por lograr una
llegada directa a la población en el marco de lo local, como por el hecho de
contener en diversos espacios (escuelas, clubes, plazas), a pequeños y jóvenes
en etapas tempranas de la vida, óptimas para prevenir efectivamente.
La prevención es concebida como una tarea eminentemente educativa, pero
esta función social, no es exclusiva responsabilidad del ámbito escolar. Por ello, es
necesario que los adultos construyan una posición y determinen el rol que juegan
frente al difícil tema de las adicciones, tanto frente a su manifestación concreta
como, más específicamente, en la generación de alternativas de prevención de
conductas adictivas.
El objetivo de la presente comunicación es, lejos de intentar proporcionar
verdades últimas y definitivas, presentar elementos simples y al mismo tiempo
potentes, para recrear instancias de reflexión y de toma de decisiones para la
prevención de las adicciones, en la búsqueda de mejores condiciones de salud.
PRINCIPALES CAUSAS DE LAS ADICCIONES
Problemas familiares.
Los adolescentes, al vivir una etapa de crisis y al tratar de evadir los problemas,
buscan salidas fáciles o formas de olvidarlos, por ejemplo, por medio del alcohol
o de las drogas.
Frecuentemente, las adicciones surgen por problemas dentro del ámbito familiar
(incomprensión, falta de comunicación, violencia familiar, rechazos, abandono,
existencia de padrastros, falta de recursos o dificultades económicas, pobreza
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absoluta y falta de vínculos afectivos sanos), al sentir que no son queridos en los
hogares, los adolescentes tienen la impresión de no ser escuchados, valorados y
tomados en cuenta.
Ellos caen en el error de tratar de solucionar los conflictos por medio de las
drogas, creyendo que solo van a ingerir una vez la sustancia, cuando en realidad
es el inicio de la costumbre o adicción.
Influencias sociales.
También se recurre a las drogas cuando se presentan problemas en el alrededor.
La no aceptación de los amigos para ingresar a cierto grupo, puede ser el
disparador para la ingestión de drogas, por imitación o por inducción.
Curiosidad.
Muchos adolescentes inician su contacto con las drogas por curiosidad imitando
el acto de “probar”, en especial, las drogas inhalantes, de fácil acceso y bajo
costo.
Problemas emocionales.
Los problemas emocionales pueden generar depresión, sentimiento de culpa,
autoestima baja, evasión de la realidad, desamparo, en los que los adolescentes
pueden sentirse llenos de ira o rencor por el comportamiento de los padres,
favoreciéndose el acceso al uso de drogas para poder evadir transitoriamente la
realidad.
¿Qué son las drogas?
La Organización Mundial de la Salud las define como aquellas sustancias que,
introducidas en el organismo por cualquier vía de administración, producen una
modificación de su natural funcionamiento.
También suele hablarse de sustancias psicoactivas. Estas, si bien responden a la
definición antes mencionada, producen un efecto sobre el Sistema Nervioso
Central.
Existen muchos tipos de sustancias que contienen drogas o lo son en sí mismas. A
modo de ejemplo, las bebidas alcohólicas, la nicotina, el café, té o yerba mate
son sustancias de libre consumo y socialmente aceptadas. Los fármacos
recetados por los médicos también son drogas. Todas ellas son culturalmente
aceptadas y, por lo tanto, su venta no esta penada por la Ley, excepto las dos
primeras a menores de 18 años.
Las drogas cuya venta en nuestro país se encuentran penadas por la Ley y las
denominamos ilegales, son entre otras: la marihuana, la cocaína, el ácido
lisérgico (LSD), el éxtasis, la heroína, los solventes, la pasta base.
Por su implicancia sanitaria, hablaremos de los psicofármacos y de las drogas
ilegales.
Psicofármacos:
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Los más populares son los denominados tranquilizantes menores (Valium,
Lexotanil, Alplax, Rivotril).
Este tipo de sustancias tranquiliza, atacan la ansiedad y producen muy baja
sedación. Son depresores del sistema nervioso central (al igual que el alcohol),
disminuyen la actividad del cerebro, sin deprimir el ánimo. Muchas personas las
utilizan por cuenta propia, caracterizando la automedicación en el consumo de
tranquilizantes.
Si bien inicialmente estos fármacos eran consumidos por mujeres, se está
generalizando su uso en ambos sexos, incluso entre jóvenes.
El promedio de edad de inicio del uso de tranquilizantes es de 27 años. Algunas
encuesta arrojan que el 10% de los jóvenes consumió alguna vez este tipo de
sustancias sin receta médica.
Entre los adolescentes, estas sustancias no son generalmente consumidas solas,
sino que se las combina con alcohol para experimentar efectos más fuertes y
duraderos.
Drogas ilegales:
Las personas que las consumen pueden entablar con ellas uso, abuso y adicción.
Nos referimos a “uso” cuando el compromiso con la droga es todavía bajo. Se
consume en oportunidades casuales. No existe deterioro en los ámbitos laboral,
social o familiar, ni se presentan episodios de sobredosis e intoxicación.
El “abuso” indica que se comienza a consumir más regularmente. La droga va
dirigiendo paulatinamente la vida de la persona y el deterioro de los vínculos es
cada vez mayor. El estado de ánimo es cambiante y se pueden presentar
episodios de intoxicación.
La “adicción” provoca que las relaciones vinculares comiencen a romperse (en
la familia, en el trabajo o en la escuela) y que el consumo se realice en forma
compulsiva, sin posibilidad de alcanzar la abstinencia.
El compromiso orgánico con la sustancia es fuerte.
La dependencia es el conjunto de comportamientos y de reacciones que
comprenden el impulso y la necesidad imperiosa de tomar la sustancia en forma
continua y regular, ya sea para sentir sus efectos (dependencia psicológica) o
evitar el malestar que produce la privación de su consumo (dependencia física).
La tolerancia a la droga aparece cuando, para conseguir los mismos efectos, el
organismo requiere mayor cantidad de sustancia.
Con las drogas que producen importante dependencia física, por ejemplo la
heroína y el alcohol, es fácil caer en el consumo abusivo y la dependencia
resulta difícil de tratar.
Cuando una droga no produce dependencia física su supresión no produce
síndrome de abstinencia. Sin embargo la mayoría de las drogas psicoactivas dan
lugar a la tolerancia y, en algunos casos, las consecuencias de la interrupción del
consumo, producen el síndrome de abstinencia con depresión y agresión.
La Organización Panamericana de la Salud informa que en la región de América
Latina y Caribe existen 45 millones de consumidores de marihuana, lo que la
convierte en la sustancia más consumida seguida por la cocaína.
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En nuestro país, el 2.9% de la población entre 16 y 65 años, consumen drogas
ilegales siendo la marihuana y la cocaína las más utilizadas, con los índices más
altos en la provincia de Buenos Aires. La mitad de los que consumen se han
iniciado entre los 12 y los 15 años.
El porcentaje de los motivos que llevaron al consumo de drogas se discrimina en:
La búsqueda de nuevas experiencias: 24.6%.
Conflictos familiares: 21.4%.
No saben los motivos que lo llevaron al consumo: 9.3%.
Para estimularse: 7.4%
Las últimas encuestas además de marcar el crecimiento del consumo y el
descenso de las edades de inicio, hacen especial referencia al policonsumo. Esto
significa que es muy difícil encontrar un adicto que sea consumidor de una sola
droga.
La comprensión del fenómeno del uso indebido de drogas, ha llevado a insistir en
la importancia de dar prioridad a la prevención como estrategia fundamental.
Se sugiere, entonces, prevenir el uso indebido de sustancias psicoactivas y
promover hábitos saludables.
Hablemos de las drogas más comunes:
MARIHUANA
Clasificación: depresor y alucinógeno.
Nombres populares: hierba, porro, faso, vela, churro, tuca, seca, yerba, rama.
Tiene la forma de hierba picada. Se fuma.
Efectos:
La marihuana es una droga alucinógena porque provoca percepciones
sensoriales distorsionadas (destellos de luz, figuras geométricas, aumento de la
sensibilidad para los estímulos externos como colores, sabores, texturas y sonidos;
sensación de que los sonidos se convierten en colores y los colores en melodías).
Puede provocar risas sin motivos, exceso de palabras al hablar, alejamiento de la
realidad, sedación y adormecimiento; sensación de que el tiempo transcurre
lentamente.
Trastornos producidos en las personas que fuman marihuana:
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Tienen déficit de la memoria y el aprendizaje; dificultades para pensar y
solucionar problemas; atraso escolar, frecuente repetición de curso y
deserciones.
Tienen la percepción distorsionada, con alucinaciones, menos
coordinación de los movimientos, y más accidentes al manejar
automóviles.
Alteraciones de la percepción propia y hacia los demás, ej. percepción
del mundo como si fuera extraño o irreal.
Sufren depresión, ansiedad y alteraciones en la personalidad con
desinterés, desgano, incapacidad para tener planes y proyectos de vida,
indiferencia progresiva hacia las cosas y las personas, descuido del
aspecto personal, inhibición sexual con menos testosterona (hormona
masculina), crecimiento de las mamas en el hombre y reducción del
tamaño de los testículos. Infertilidad en la mujer.
Si son jóvenes embarazadas pueden tener bebés con alteraciones del
desarrollo neurológico y tendencias a padecer infecciones.
Tienen riesgo de ataque al corazón después de haber fumado marihuana,
debido al aumento de la presión arterial y del ritmo cardíaco y a la
reducción de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
También tienen los mismos problemas respiratorios que los fumadores de
tabaco pero más tempranos y agravados: infecciones pulmonares,
obstrucción de las vías respiratorias, cáncer de los pulmones y otros tejidos.
Aumenta el riesgo de sufrir infecciones de distintos órganos y tejidos por
descenso de la inmunidad.
COCAÍNA
Clasificación: estimulante.
Nombres populares: merca, línea, papel, blanca, raya, pala, fruta.
Clorhidrato de cocaína: Es un polvo blanco que se inhala y se inyecta. El método
más habitual de consumo es inhalar por la nariz el polvo de cocaína finamente
picado (esnifar). Otro método es la inyección subcutánea o intravenosa. No se
pude fumar porque se destruye por el calor.
Pasta de coca: también se denomina sulfato de cocaína, pasta base o
simplemente pasta. Es el primer producto, bruto, no refinado, que se obtiene de
las hojas de coca. Por lo tanto es menos depurada que el clorhidrato de
cocaína, más tóxica, más barata y más adictiva. Se fuma.
Trastornos producidos en las personas que consumen cocaína.
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1. Sufren excitación y trastornos psicóticos, y pueden llegar a presentar ideas
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persecutorias.
Tienen alteraciones del ritmo del corazón e infartos cardíacos que
producen muerte súbita.
Sufren alteraciones sexuales. El consumo continuado produce impotencia.
Tienen aumento grave de la presión arterial con riesgo de hemorragia
cerebral.
Presentan problemas respiratorios que causan edema agudo y colapso de
pulmón, perforación del tabique nasal y destrucción de los huesos de la
cara.
Sufren lesiones neurológicas que producen convulsiones epilépticas
generalizadas.
Tienen problemas gastrointestinales: Vómitos y diarreas graves. Perforación
gástrica. Colitis. Lesión aguda del hígado por daño celular debido a que la
cocaína es una toxina hepática.
Sufren la muerte de fibras musculares y fiebre altísima que puede ser
mortal.
Tienen lesiones irreversibles del cerebro (muerte de neuronas) con
disminución permanente de la capacidad mental si no realizan
tratamiento a tiempo.
Si son chicas embarazadas tienen altísimo riesgo de sufrir:
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Aborto, desprendimiento de placenta, parto prematuro con
inmadurez fetal.
Recién nacidos con bajo peso y cerebro de menor tamaño.
Lesiones cerebrales en el feto que causan muerte antes del
nacimiento o daño cerebral permanente en el recién nacido. Muy
frecuente, malformaciones congénitas y muerte súbita durante el
primer mes de vida.
La mezcla de cocaína con alcohol es altamente tóxica y puede ser mortal.
INHALANTES:
Se denominan así a los productos tales como pegamentos, pinturas, aerosoles,
quitamanchas, quitaesmaltes, nafta, que permiten inhalar los gases volátiles que
se desprenden de los mismos.
Efectos:
Al iniciar el consumo con bajas dosis, estas sustancias son desinhibidores y
producen excitación.
Con la continuidad del consumo y dosis más altas se produce:
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Temores, trastornos de pánico y ansiedad generalizada.
Ilusiones, alucinaciones auditivas y visuales.
Percepción distorsionada del tamaño corporal.
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Confusión mental y cuadros psicóticos con ideación persecutoria.
El uso continuado produce: ceguera, atrofia del cerebro con demencia, atrofia
del cerebelo con desequilibrio al caminar.
Lesiones irreversibles a nivel muscular y en los nervios.
Lesiones del corazón con infartos y alteración del ritmo cardíaco.
PACO:
Clasificación: estimulante.
El Paco es el residuo que queda cuando la pasta base es purificada a clorhidrato
de cocaína a través de procesos químicos que utilizan sustancias altamente
tóxicas para el cerebro.
Tiene apariencia de polvo blanco o amarillento, dependiendo de la cantidad de
sustancias agregadas. Se fuma.
El Paco es más tóxico para el organismo que la cocaína sola y otras drogas. La
sensación inicial de excitación y aparente bienestar dura unos pocos minutos y es
seguida rápidamente por angustia. Esta angustia es lo que empuja a los chicos a
seguir consumiéndola, por eso, popularmente a los consumidores de pasta base
se les denomina “angustiado”.
Ocasiona dependencia física y psíquica; un consumidor de fin de semana puede
fácilmente convertirse en un adicto en poco tiempo.
Efectos:
Primera fase: euforia, disminución de las inhibiciones, sensación de placer,
vigilancia, hiperexcitabilidad, impresión de ser competente y capaz, aceleración
y distorsión de los procesos del pensamiento.
Segunda fase: malestar seguido de fuerte sensación de angustia, depresión
brusca, inseguridad, deseo incontenible de consumir para buscar los efectos de
la primera fase. Tristeza,apatía.
Tercera fase: consumo ininterrumpido, pérdida de contacto con la realidad,
psicosis grave, daño en todo el organismo.
Consecuencias sociales:
Los altos niveles de angustia conducen a acciones desesperadas para conseguir
la droga: problemas de orden familiar, social, laboral, judicial y de seguridad.
Mayormente, los niños adictos se vuelven mentirosos, engañan a sus padres y
amigos.
Con tal de obtener el dinero, roban o venden lo que tienen a la mano.
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Trastornos producidos en las personas que consumen paco:
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Cardiovasculares: taquicardia, hipertensión arterial.
Sistema nervioso: euforia y rigidez muscular, luego depresión, inseguridad y
ansiedad.
Psiquiátricos: conductas agresivas, antisociales, cuadros psicóticos.
Del conocimiento: deterioro de las funciones mentales, déficit de la
memoria y del aprendizaje.
ÉXTASIS:
Clasificación: estimulante y alucinógeno.
Forma parte de las drogas sintéticas que son un conjunto de drogas de abuso
obtenidas con fines recreativos, diseñadas y elaboradas en laboratorios
clandestinos. Las más importantes son derivadas de las anfetaminas y comparten
muchos de sus efectos adversos.
Nombres populares: Adán, xtc, bicho, ectasy.
El “éxtasis” se presenta en forma de polvo cristalino, comprimidos o tabletas. A
veces presentan diseños llamativos, como marcas de autos o dibujos animados.
Pueden venderse adulterados con otros compuestos tóxicos. Se consume
especialmente en discotecas y fiestas.
Algunas sensaciones son: de breve bienestar, de falso incremento de la
luminosidad de los objetos.
Trastornos producidos en las personas que consumen éxtasis.
1. Un peligro muy grave del consumo de “éxtasis” es la hipertermia (el cuerpo
produce calor excesivo) que se agrava con los bailes prolongados en lugares
calurosos y colmados de personas como son los boliches bailables, existiendo
riesgo de muerte por “golpe de calor” con deshidratación grave.
2. Provoca parkinsonismo (trastornos severos de los movimientos similares a la
enfermedad de Parkinson).
3. Arritmias cardíacas o hemorragias cerebrales que pueden ser mortales.
4. Cuando se ingiere alcohol para atenuar la excitación producida por el
“éxtasis” y, de esta manera, poder seguir consumiendo, se producen reacciones
peligrosísimas, como estados de coma, shock cardiovascular y muerte.
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5. La muerte también puede ocurrir como consecuencia de accidentes
automovilísticos por la alteración de la capacidad de atención y concentración,
y por las alteraciones de la percepción visual de objetos y colores durante la
noche, debido a que el éxtasis produce alucinaciones.
LA PREVENCIÓN:
En este contexto es necesario entender que las drogas legales (tabaco y alcohol)
son la puerta de entrada al consumo de sustancias ilegales.
“Un joven que fuma marihuana a los 14 años, seguramente ha consumido
alcohol en exceso a los 12, ha usado probablemente inhalantes y
probablemente usará cocaína a los 15 o 16 años”.
Dejar estas adicciones es una tarea difícil, solamente el 25% de quienes
consumen drogas logran recuperarse y ese porcentaje disminuye aún más si se
tienen en cuenta las recaídas.
Es por esto que no puede entenderse la droga como la causa de todos los males,
sino que cobran un lugar central nuestra acción u omisión como actores sociales
sobre estas cuestiones y nuestra forma de intentar resolverlas.
La prevención y, más ampliamente, la promoción de la salud y de hábitos
saludables, requiere de una actitud de reflexión crítica, de transformación, un
compromiso de solidaridad, inclusión, participación y la reparación de las
carencias y vulnerabilidades que predispongan al consumo de drogas.
Los familiares y amigos de personas consumidoras de drogas se encuentran
frente a un problema para el cual, muchas veces, no encuentran respuestas.
Estas personas necesitan ser acompañadas, orientadas, contenidas informadas y
derivadas al tratamiento que corresponda.
Se destaca que la metodología grupal ofrece gran riqueza operativa:
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Permite confrontación de la visión particular de los conflictos, modos de
funcionamiento familiar, miedos, valores y prejuicios puestos en juego por
la situación.
Aparición de modos alternativos de visualizar, entender y actuar ante el
problema.
Alivio frente a la culpa y la vergüenza que genera en los familiares la
percepción del consumo.
HABLAR, SIN MIEDOS, SIN PREJUICIOS
1. ESCUCHE A SU HIJO: Sus hijos compartirán sus experiencias con usted si
demuestra estar escuchándolos atentamente y con interés.
2. HABLE CON SU HIJO ACERCA DE LAS DROGAS: Usted puede ayudar a que
su hijo cambie la idea que para ser aceptado socialmente, debe fumar,
beber alcohol o consumir drogas.
3. AYUDE A SU HIJO A SENTIRSE BIEN CONSIGO MISMO: Su hijo se sentirá bien
cuando usted reconozca sus logros. Fortalecerá su autoestima si, al
equivocarse, objeta sus acciones y no su persona. Respete sus opiniones.
Corrija sin descalificar, sermonear, ridiculizar o comparar.
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4. OFREZCA UN BUEN EJEMPLO: Los hábitos y actitudes positivas que usted
demuestre influirán en su hijo más que las palabras. Sea leal. Reconozca
sus errores. Promueva un clima de creatividad y buen humor.
5. AYUDE A SU HIJO A DESARROLLAR VALORES FIRMES Y ADECUADOS: Si sus
hijos tienen principios y valores bien fundamentados, sabrán cuando y
porqué decir NO al consumo de alcohol y drogas.
6. AYUDE A SU HIJO A ENFRENTAR LA PRESIÓN DE SUS COMPAÑEROS: Los hijos
que han aprendido a ser seguros de si mismos y hayan sido educados en
el respeto y la valoración propia, sabrán manejar las presiones del grupo.
7. ENSÉÑELE A SU HIJO A SABER DECIR NO: Es útil establecer reglas familiares
precisas acerca del consumo de alcohol y drogas y los prejuicios que
provocan.
8. FOMENTE ACTIVIDADES RECREATIVAS: Las actividades productivas
ayudarán a combatir el aburrimiento. Promueva el uso del tiempo libre en
familia.
9. FOMENTE LOS LAZOS CON OTROS PADRES: Únase a otros padres para
intercambiar criterios acerca de estos temas, así podrá comparar y reforzar
la conversación familiar al respecto.
10. SEPA QUE HACER SI SOSPECHA DE UN PROBLEMA: Aprenda a reconocer los
signos asociados al consumo de alcohol, tabaco y drogas para poder
auxiliarlo y apartarlo de esos hábitos.
Preguntas frecuentes para padres de adolescentes en los que hay sospecha de
uso de drogas:
SU HIJO:
1. ¿Pasa mucho tiempo en su habitación, encerrado sin hacer
supuestamente nada?
2. ¿Últimamente, tiende a aislarse del resto de la familia?
3. ¿Han cambiado sus intereses en forma brusca, por ejemplo, en relación a
la música que escucha?
4. ¿Ha cambiado bruscamente el interés o dedicación con relación al
colegio o sus amigos?
5. ¿Observa que se ha tornado egoísta, menos preocupado por los demás o
más fastidiado con sus hermanos?
6. ¿Siente que usted ha perdido comunicación o el control sobre él?
7. ¿Ha detectado mentiras para encubrir la desaparición de objetos de valor
en su casa, de dinero u otras posesiones?
8. ¿Tiene la impresión que a veces parece confundido? (lugar, hora, día)
9. ¿Observa que está descuidando responsabilidades en la casa o no
cumpliendo con sus tareas?
10. ¿Ha cambiado de amistades en forma repentina, de sus amigos antiguos
a otros mayores que no visitan la casa?
11. ¿Recepciona llamadas de personas desconocidas?
12. ¿Ha notado cambios bruscos de estados de ánimo, en el sentido de
irritabilidad o de descontrol de impulsos?
13. ¿Nota que tiene sueño interrumpido?
14. ¿Se encuentra excesivamente calmo o lento?
15. ¿Tiende a aparecer todo el tiempo insatisfecho o poco feliz en
comparación a cómo era antes?
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16. ¿Ha cambiado la presentación física en términos de descuido o falta de
higiene personal?
17. ¿Siente que esta todo el tiempo inventando excusas por no estar dónde
debiera haber estado?
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