Cartas Varias 229. Viedma, Agosto de 1934 Señora Dña. Ángela Bernasconi Directora de la EscueIa N. de Comercio Nº 4 Buenos Aires. Benemérita Señora: El que suscribe, Director del Hospital San José tiene el agrado de dirigirse a Ud. y por su intermedio al personal directivo, docente, administrativo y a los alumnos de la Escuela Superior de Comercio Nº 4 de la Nación, para expresarle en nombre propio, del personal adicto y enfermos del Hospital San José, su más profundo agradecimiento por las 36 (treinta y seis) frazadas de luna gris con que obsequiara este nosocomio. Ya que en nuestra pobreza no sabremos cómo retribuir tanta generosidad, pediremos en nuestras pobres oraciones que Dios todopoderoso quiera concederles las más electas bendiciones en la vida presente, y una retribución eterna en la futura. Al renovar a Ud. y demás contribuyentes nuestros sentimientos de gratitud, la más sentida, me cabe el honor de saludar a Ud. con la más distinguida consideración y, quedando a sus gratas órdenes, me declaro S. A. y S. S. 230. Viedma, Setiembre 18 de 1934 Señor Bartolomé Carmody Patagones. Estimado Don Bartolomé: Mañana tengo un vencimiento y el sábado otro, conforme a los avisos que incluyo y no sabiendo a quien recurrir para conseguir medios pecuniarios para levantarlos, me dirijo a Ud. rogándole acudir en mi ayuda con lo que pueda (Cien o más pesos) para poder salir del atolladero, en el que estoy metido. Gracias anticipadas. Saludos para todos de S.S. y S.S. Artémides Zatti 231. (Tarjeta Postal enviada desde Italia) Turín, 15 / 11 / 34 Desde los pies del Altar de Nuestra querida Madre María Auxiliadora, a quien pedí una bendición especial (y seguiré pidiendo) para todo el personal del Hospital San José, envío el más afectuoso saludo para cada uno en particular, haciendo votos para que Dios por intercesión de San Juan Bosco derrame sobre todos las más copiosas bendiciones. Artémides Zatti. 232. Viedma, 30 de Octubre 1940 Señor D. Juan Giraudini: Patagones Estimado Señor D. Juan: Le habría hablado personalmente, pero con el papel se explica mejor lo que uno quiere decir. Como siempre fue para el Hospital el Hombre de la Providencia, un pensamiento fijo en mi mente me dice de dirigirme a. Ud. también por esta vez (espero ser verdaderamente la última) para pedir su cooperación en el (último) apremio en que se halla el Hospital. Por la adjunta nota del Gobierno podrá cerciorarse que el Hospital percibe $ 7.080 cada cuatrimestre. Pero como debo satisfacer compromisos bancarios y particulares con urgencia, y la mencionada subvención no la percibiré sino en el año próximo la que corresponde al 2º cuatrimestre, la cual la tendría destinada al sostenimiento del Hospital y a satisfacer compromisos que aun quedan pendientes, me dirijo a Ud. con toda confianza en la firme esperanza que nos prestará su cooperación en la forma que voy a explicar. Con dinero que Ud. puede disponer, pagándole el interés corriente, le solicitamos el adelanto de la cuota correspondiente al 3º cuatrimestre por 8 meses, es decir se le entrega a Ud. un cheque firmado por el Director, Pbro. Antonio Gamba de $ 7.000, que Ud. podrá hacer efectivo en el mes de Mayo o Junio, cuando llega la subvención, si es que la Divina Providencia no envía socorros antes. El gerente del Banco Nación de Viedma puede dar información sobre el particular. Excusado es decirle que todo esto qué tratado con los Superiores tanto del Hospital como de la Curia, y que el Servicio que presta al Hospital lo tienen como hecho a si mismos, amen de que Don Bosco no dejará de impetrarle de Dios todas las bendiciones a que se hace acreedor al prestar su cooperación para una obra de total beneficencia. Por ahora no me queda más que agradecerle de antemano y rogando al Buen Dios le inspire dar una contestación afirmativa, cábeme el placer de saludar a Ud. muy atentamente, suscribiéndome S. S. S. Artémides Zatti 233. Viedma, Enero 7 de 1945 Señor Amadeo Biló Allen. Estimado Don Amadeo: También este año gracias a Dios me es dado dirigirme a Ud. para agradecerle el obsequio para el Hospital San José enviado por intermedio de los Sres. Pérez, García y Cía. No sabiendo como retribuir a Ud. su tan noble gesto, pediré y conmigo los enfermos, que están internados en el Hospital, que el Buen Dios le retribuya con creces, dándole prosperidad en los negocios y felicidad en su familia. El Hospital desde el centro fue trasladado a lo que era la quinta, o sea la Escuela Agrícola San Isidro, lugar inmejorable para los enfermos en donde gozan de una tranquilidad y bienestar que no se puede gozar en otra parte. Están terminando las mejoras proyectadas, con las cuales el Hospital estará de tal modo que no tendrá más que desear, si se exceptúa la galería externa, la cual por falta de medios pecuniarios, por ahora hay que abandonar la idea de hacerla. Deseándole las mejores felicidades para este año que ya ha comenzado, me es grato agradecerle de nuevo juntamente a los obsequios de los años anteriores y saludándole muy atentamente, suscribirme S. S. S. por Hospital San José Artémides Zatti 234. Viedma, 5 de marzo de 1945 Srta. Noelia Morero Bahía Blanca. Apr. Noelia: Conforme hemos hablado por teléfono, aqui te adjunto un Bono Postal de $ 20. Si te viene bien háblale al Maestro Zapatero del Colegio “La Piedad” que con tus zapatos, envíe un par del Nº 37 para Teodolinda; hechos como para las hermanas. Saludos para todos, y de todas tus compañeras de trabajo, pero en modo especial de este que se suscribe en Nuestro Señor Jesucristo Artémides Zatti 235. Viedma, 31 de Diciembre 1946 Señor Gustavo A. Hueck San Javier. Benemérito Don Gustavo: Cábeme el placer de dirigirme a Ud. para agradecerle de lo más intimo del corazón la valiosa cooperación prestada al Hospital San José, regalándole un hermoso cordero subastado el 10 del corriente, cuyo importe me fue abonado por la Sociedad Rural de Viedma. Quiera el Buen Dios retribuirlo con creces y que le conceda las más electas bendiciones en el año que va a comenzar. De mi parte al hacer votos para su dicha personal, me es grato aprovechar esta ocasión para saludarle muy atentamente y de suscribirme S. A. y S. S. por Hospital San José Artémides Zatti 236. Viedma, Diciembre 31 de 1946 Señor Francisco Dios Campano Presente. De toda mi estimación: Sábeme el placer de dirigirme a Ud. para agradecerle de lo más intimo del corazón, la cooperación prestada al Hospital San José, regalándole para ser rematado un carnero M. Australiano. Al pedir al Buen Dios quien retribuirle con creces y que conceda a Ud. y familia las más electas bendiciones para el nuevo año, me es grato y muy honroso aprovechar esta ocasión para saludar a Ud. muy atentamente, suscribiéndome S. S. S. por Hospital San José Artémides Zatti 237. Viedma, 2 de Enero de 1947 Señor Dr. Don Pedro Ecay Patagones. Benemérito Doctor: Cábeme el placer de dirigirme a Ud. para expresarle nuestro más profundo agradecimiento por haber obsequiado a este Hospital San José, en unión con el Doctor Domingo M. Harosteguy, la mesa de operación, la lámpara, las mesitas, la camilla etc, para el traslado de enfermos etc. No sabiendo como expresar nuestro agradecimiento, elevaremos plegarias a Dios N. Señor a fin de que le pague con creces aun en este mundo, reservándole un gran premio en la patria celestial. Me es muy honroso aprovechar esta ocasión para saludar a Ud. con mi mayor consideración, suscribiéndome S. A y S. S. Por Hospital San José 238. Viedma, Enero 2 de 1947 Señores Mendes Hnos. y Cía Beneméritos Señores: Cábeme el placer de dirigirme a Uds. para agradecerles de lo más intimo del corazón la valiosa cooperación prestada a este Hospital San José, con regular el importe de un carnero merino argentino subastado el 10 de Diciembre p. p. y cuyo importe me fue abonado el 30 del mismo mes por la Sociedad Rural. Quiera el Buen Dios retribuirle con creces y concederle las más electas bendiciones en el año que comienza. Me fue comunicado también por el Señor Alberto Rossi, que Uds. con la generosidad que los caracteriza, estarían dispuestos a cooperar con medicamentos para los pobres enfermos que son atendidos en el Hospital. Les agradezco su generoso ofrecimiento y como ignoro los trámites a seguir para conseguirlos, les seré grato, si se tomaran las molestias de hacérmelos conocer. Al hacer votos por su dicha personal de cada miembro de esa respetable firma, tengo el honor de aprovechar esta oportunidad para saludar a Uds. con la mayor distinción, suscribiéndome S. A. y S. S. por el Hospital San José A. Z. 239. Viedma, 30 de Setiembre 1949 Señorita Noelia V. Morero Villa Regina Aprec. Noelia: Hallándonos en el Triduo de Santa Terecita, cuya estatua, a tus expensas, tenemos siempre a la vista, cuando vamos a la Capilla, y esta es la causa, es decir la estatua y la fiesta inminente, por la que te escribo la presente para enviarte un saludo mío y uno de todas tus compañeras; deseamos saber algo de ti mansión en Villa Regina, pues desde que te fuiste no nos fue dado tener ninguna noticia tuya. Aquí sin mayor novedad. Teodolinda con muchos achaques, Andrea se encuentra actualmente en Buenos Aires; Leandro se casó con Rosa; Emilia Yáñez la tengo aquí de vuelta de La Plata; Margarita Paz está en el Regional muy mal, afecta de cáncer esperando de un momento a otro el desenlace final. El P. Giannini está en General Acha. Creo que allí está el P. Fogliotti, cuando lo veas le darás saludos míos y recuerdos. Esperando tus noticias y que estas sean buenas, me es grato saludarte y enviarte los saludos de todos y encomendándote en tus oraciones, me suscribo A. S. S. Artémides Zatti Emilia González se fue a Banfield con el Dr. Ceci, en donde espera recuperar su salud quebrantada, y mientras tanto está prestando servicios a unos familiares del Doctor. 240. Viedma, 3 / 10 / 49 Viva Sta. Teresita! Señorita Noelia Morero Villa Regina Apreciada Noelia: Cuando fue rumbo a Villa Regina mi carta preguntando noticias tuyas en ocasión de la fiesta de Santa Teresita, llegó a mis manos tu carta, portadora de la limosna para la Santa Misa, que fue celebrada hoy según tu pía intención y para las velas que alumbran a la Santa; como siempre que merezcas en todo momento la protección de Santa Teresita. Saludos al R. P. José Fogliotti. Reza por nosotros, que nosotros lo hacernos por ti; y manda de vez en cuando tus noticias. Saludos de todas tus compañeras, y especialmente de tu A. y. S. S. Artémides Zatti 241. Viedma, 26 de Octubre 1949 Señorita Noelia Morero Villa Regina. Aprec. Noelia: Me alegré de tus buenas noticias tanto corporales como espirituales. Que el Buen Dios por intercesión de Santa Teresita te siga protegiendo, defendiendo y prodigándote todo lo que tu corazón desea. Margarita ya Dios la llamó a Sí el 17 corriente. Andrea se encuentra en Buenos Aires y Felisa también se fue con una hermana enferma, la semana pasada. Ahora como el Patrón no es más Gobernador y ya se fueron todos de Viedma, no te puedo decir si seguirá con ellos. El Dr. está en Buenos Aires por pocos días (a lo menos así dijo). Don Francisco sigue siempre más o menos!!! Teodolinda anda muleteando (es decir que cuando va a la Capilla usa muletas) y siempre con sus achaques reumáticos. Los demás sin novedades. Hay muchos enfermos internados en el Hospital de Villa Regina. ¿Es general como el de Viedma? ¿Hacen operaciones? ¿Admiten tuberculosos? Digamos rezando unos por otros para que Dios nos bendiga y María Auxiliadora nos proteja y San Juan Bosco nos obtenga la gracia de salvar al alma. Saludos al R. P. Fogliotti. Saludos de todos, pero especialmente de éste que se suscribe A. y S. S. Artémides Zatti P.S. Lencho Campen se casó el otro día que salió del Hospital y con Rosa está del lado de Patagones fabricando ladrillos. Si le va bien gana un platal!!! 242. Viedma, 18 de Agosto 1950 Señorita Noelia Morero: Villa Regina Apreciada Noelia: Recibí tu telegrama de felicitación para mi día onomástico y te agradezco en lo intimo del corazón los augurios que me envías y especialmente las oraciones que en dicho día elevaste a Dios, según mi intención. Gracias por todo y que Dios te pague con creces. Te diré que a raíz de un golpe machazo recibido por una caída junto con la escalera, al quererme bajar del techo en donde está el tanque del agua, me fue forzado estar varios días en cama (caí el 19 de Julio p. p.) y si bien sigo mejorando paulatinamente, con todo siento todavía las consecuencias, pues no me permite todavía dedicarme de lleno a mis ocupaciones. Espero alguna tuya portadora de tus muchas y buenas noticias. Aquí te recordamos siempre y todas te mandan saludos. Teodolinda está llena de dolores reumáticos y si bien se esfuerza en hacer algo, no puede hacerlo como deseara. Las demás como siempre. La Señorita María ha estado 40 días en San Isidro para atender en su enfermedad y en su traspaso a la eternidad a su querido papá. (q.e.p.d.) Te saluda atentamente Tu S. S. Artémides Zatti 243. Viedma, 25 de Setiembre de 1950 Señorita Noelia Morero Villa Regina. Apreciada Noelia: Recibí tu carta y me alegro mucho por las buenas noticias que por ella me envías y hago votos para que Dios te conceda las gracias necesarias para que te sea posible de enviar a menudo tus buenas noticias. También recibí los $ 50 y los emplearé conforme a tus deseos, pidiendo a Santa Teresita te obtenga de Dios la plenitud en las gracias que necesitas a fin de que puedas en todo tiempo cumplir con la Santa Voluntad de Dios, y así granjearte la vida eterna, único fin por el cual fuimos creados. Felisa acaba de estar aquí y leyó tu carta. Te escribirá ella a ti primero, o tú a ella. Puedes enviar carta aquí y sino en Viedma, calle Colón 648 (?) más o menos. Las demás están más o menos como siempre, es decir medio cluecas, como todos los habitantes del Hospital San José y del mundo entero. Cuando vengas a paseo espero habrá cama a tu disposición con tabla abajo y sin tablas. El Dr. A. Sussini te agradece inmensamente tus saludos y me dijo de retribuirlos. Ayer se hizo aquí la Procesión de la Patrona y con mucho entusiasmo, y mañana Monseñor emprenderá viaje a Villa Regina. Allí te será dado verlo. En las horas de ocio que te deja el Hospital, te ruego hagas oraciones especiales para el suscrito y el personal del Hospital, quien juntamente conmigo te saluda enviándote los más afectuosos cariños, y poniendo punto final, me suscribo A. S. S. Artémides Zatti. 244. 1950. Año del Libertador San Martín. Rev. Sor María Josefina de Jesús Picarel Buenos Aires. Muy Rev. Sor Josefina: No puede imaginarse la alegría que me produjo su carta, hasta el punto de derramar lágrimas de consuelo a la consideración de que todavía conserva dulce recuerdo de este vetusto Hospital San José! Así que muchísimas gracias por tan dulces recuerdos como asimismo por los saludos que V. C. tuvo a bien enviar en varias oportunidades, ya por unos ya por otros, especialmente por intermedio de su Excelencia el Ministro de Agricultura Dr. Carlos Emery, que en un acto de extrema bondad se dignó apenas llegado a Viedma, en Misión de su alto cargo, dejar la comitiva oficial, para venir al Hospital (que actualmente lo tenemos en lo que fuera Escuela Agrícola San Isidro) a visitarme, darme unos efusivos abrazos, augurándome de Dios todos los bienes; y si esto fuera poco me convidó a ir a Buenos Aires a descansar 15 días, ser huésped de su casa y mesa y que me enviaría a buscar con su avión! Cómo debemos agradecer a Dios tantos bienes concedidos en tiempos pretéritos y presentes! Debo felicitarla también por los 77 anos que la separan desde el día feliz e imborrable (como lo refleja en las cuartillas, Día de cielo, escrito para esta ocasión, el 8 de Diciembre 1950) de su Primera Comunión!!!... Debo agradecer también a V. C. la cooperación en efectivo, enviado para el sostenimiento del Hospital San José. Que el Buen Dios le retribuya aun con creces en este mundo, concediéndole mucha paciencia para sobrellevar con fruto y méritos la Cruz que pusiera sobre sus hombros. Rezaremos con ese objeto y ruego a. V. C. haga otro tanto para el suscrito, pues desde el 19 de Julio p. p. que cayera de un techo, por habérsele resbalado la escalera, después de una convalecencia de regular tiempo apareció una Ictericia semirebelde que me tiene medio cohibido para el cumplimiento de todos mis quehaceres. Con todo Fiat Voluntas Dei. Teodolinda, que está medio inválida, pues tanto a la Capilla como al taller va por medio de un sillón de ruedas, le agradece el dulce recuerdo, como también las plegarias, con la promesa de hacer otro tanto. Por ahora no tengo ninguna probabilidad de que nos veamos en este mundo, pero estando unidos en Comunión de oraciones en el Corazón de Jesús, esperamos por la Misericordia de Dios e intercesión de María Inmaculada, vamos en el Templo Celestial de la Gloria, en donde alabaremos dignamente la bondad de Dios, que nos diera en este mundo tantos medios para nuestro aprovechamiento espiritual. (Borrador no terminado) 245. Benemérito Señor: Los que suscriben, personal adicto y enfermos del Hospital San José de la localidad, tienen el agrado de dirigirse a Ud. para expresarle su más profunda gratitud por la donación de la segunda puerta de entrada del Hospital, la que presta a todos una especial utilidad, especialmente en la estación fría, reparando a todos de intempestivas corrientes de aire frío y molestias. Como retribución a tanta donación y prenda de nuestra gratitud, pediremos al Todopoderoso, que por intercesión de María Santísima Auxiliadora, le conceda a Ud. y respetable familia las mas electas bendiciones. Reiterándole nuestro profundo agradecimiento y saludándolo con la mayor consideración, cábenos el placer de suscribirnos Ss. Ss. Ss. 246. Viedma, Julio 26 de 1933 Al Señor Presidente del Club “Villa Congreso” Sr. Ramón Veiguela Presente. El que suscribe tiene el agrado de dirigirse al Señor Presidente del club “Villa Congreso”, acusando recibo de su atenta nota, fechada el 25 del corriente, acompañada por la suma de pesos cuarenta ($ 40.00) cantidad que ese benemérito Club destina a este hospital San José, como participación de utilidades en el beneficio llevado a cabo el día 20 del corriente mes. Al agradecer al Señor Presidente su cooperación para el sostenimiento del Hospital San José, y por su intermedio a la benemérita Comisión Directiva y miembros del Club “Villa Congreso”, cábeme el honor de aprovechar esta ocasión para saludarle muy atte. suscribiéndome A. S. S. por el Hospital San José Artémides Zatti 247. Viedma, Junio de 1934 Señor Presidente del Círculo Católico de Obreros de Viedma, Dr. Emilio De Rege Presente. Señor Presidente: El que suscribe, en calidad de Administrador del Hospital San José tiene el agrado de dirigirse a Ud. y por su intermedio a la benemérita Comisión Directiva del Circulo Católico, para solicitar en calidad de préstamo y al interés del 5 ó 6 por ciento la suma de $ 2.500 a $ 3.000, para satisfacer a varios compromisos bancarios y deudas impostergables, que de otro modo no podría hacerlo. Dicho préstamo lo garantiza el Rev. Padre Inspector Don Gaudencio Manachino. Esta administración se compromete a amortizar la cantidad que recibe en cuatro cuotas iguales, una cada 6 meses, a uso banco; como también antes de dichas fechas, si hubiere necesidad para bien de la Sociedad. Esperamos querrá acceder de conformidad para bien de este Hospital, me es grato saludar a Ud. y a la Comisión Directiva, que Ud. dignamente preside, con la más distinguida consideración S. S. S. y Consocio Artémides Zatti Administrador 248 Viedma, 11 de Mayo de 1950 Señor Presidente del C. C. “Padre Evaristo Garrone” y demás componentes de la Comisión Organizadora. San Antonio. Afmos. amigos: Con sumo agrado me dirijo a Uds. para acusar recibo de $ 25, que por intermedio del R. Padre Enrique Miche han enviado corno cooperación al sostenimiento del Hospital San José. Alabo vuestro buen espíritu, y pido a Dios que os lo conserve y acreciente, de haber querido perpetuar la memoria del inolvidable Padre Dr. Evasio Garrone con fundar un Círculo Católico con esa Evocación. Al agradecer a Uds. esta cooperación, de tan hondo significado, porque manifiesta que en vuestros corazones hay el espíritu de agradecimiento, por lo que el P. Garrone en vida hiciera a los miembros de vuestras familias; ya con aliviar las dolencias del cuerpo, ya por el bien que les prodigó a sus almas, pues el P. Garrone era médico de las almas; me es grato aprovechar esta oportunidad para enviaros un caluroso saludo, con los votos de que Dios bendiga y haga prosperar ese Círculo, y que de opimos frutos, suscribiéndome A. S. S. y amigo Artémides Zatti 249. Viedma, 23 Mayo 1950 Señor Presidente de la Liga Rionegrina de Football Don Francisco Barbano Viedma. Muy Señor Mío: Tengo el agrado de dirigirme a Ud., acusando recibo de su atenta, fechada el 19 del corriente, y la suma de pesos ochenta y nueve con veinticinco centavos ($ 89,25) importe producido por el certamen futbolístico realizado por los componentes de esa entidad deportiva. Al agradecer a Ud. y demás componentes esa benemérita Comisión Directiva, hago votos por la prosperidad de la Liga Rionegrina y tengo el agrado de saludar a Uds. y de suscribir A. S. S. y amigo Artémides Zatti. 250. Señor Presidente de la Comisión de Fomento Conesa. Distinguido Señor: Tengo el agrado de dirigirme a Ud. acusando recibo de su atenta nota, fecha 10 del corriente, de cuyo seno retiré Giro Postal de $ 200, que esa Comisión de Fomento envío para sostenimiento del Hospital, y como gratificación por los cuidados prestados a los enfermos pobres de Conesa que este Hospital cuida. Al agradecer a Ud. y demás miembros de esa Comisión de Fomento este rasgo de generosidad y procurando de seguir con la ayuda de Dios, la benemerencia de ese pueblo, y rogándole sigan prestando su cooperación pecuniaria en la medida de su posibilidad, por cuanto esta Administración se halla en extremo necesitada, me es grato aprovechar esta ocasión, para saludarles muy atte. suscribiéndome S. S. S. A. Z. 251. (Discursito escrito a mano en 1943 para agradecer la donación de una bicicleta, fruto de una colecta popular y entregada por los donantes) Amadísimos en el Señor: Acepto gustoso este medio de locomoción, llamado bicicleta, que me habéis obsequiado, y que me servirá, como las anteriores para acudir con más ligereza a prestar mi débil concurso en el alivio de nuestros hermanos doloridos: con la diferencia que esta bicicleta, considerando que es el fruto de sacrificios, me servirá de estímulo en el cumplimiento de mi deber. Los dos pedales que accionan este pequeño aparato me figuraré ser dos alas, con las cuales pueda remontarme a Dios y acudir en provecho del prójimo. A Dios para agradecerle el beneficio de haber dado, a Uds. la comprensión de lo beneficioso que es la obra del Hospital San José, que queréis sellar con este acto, y en ayuda del prójimo en cuanto que otro fin no tiene el Hospital desde sus comienzos, que llevar a la práctica el Consejo que diera San Juan Bosco a sus primeros misioneros, que Capitaneados por el entonces Padre Juan Cagliero arribaron a estas playas el año 1875 y que era este: “Cuidad de los enfermos, de los pobres y de los ancianos y os granjearéis las bendiciones de Dios y la benevolencia de los hombres”. De esta obra del Hospital debemos ser muy agradecidos a Dios Nuestro Señor, que nos da tantos recursos para poder cuidar de tantos pobres enfermos, y si bien algunas veces hace rascar la cabeza para buscar los medios pecuniarios, no por eso desmayamos, sino que lo digan aquellos que voy a escorchar para que me presten, y también nos provee de medicamentos para suministrar a los enfermos pobres que allá acuden para que sean aliviados de sus males; y así os ruego que no os canséis de concurrir con vuestro granito de arena (es decir con vuestro óbolo, vuestro estímulo, vuestras oraciones) y cooperaréis con los salesianos a su sostenimiento; y que Dios, autor de todo bien siga derramando sus bendiciones sobre todos nosotros, y que no nos hagamos indignos de ellos. 252. (Discursito manuscrito y leído por el Siervo de Dios al recibir en el Hospital a la Virgen de Luján, peregrina por la Rep. Argentina, llevada por el Obispo Mons. Anunciado Serafini en Agosto de 1945) A tus pies, María dilecta llegan hoy tus pobres hijos. Tierna Madre, el don acepta del más puro y Santo Amor Estas palabras hoy de un modo especial brotan de nuestros labios y se elevan hasta vuestro trono, Oh Virgen Santísima de Luján, que os dignasteis salir de vuestro querido pueblo para venir a estas tierras patagónicas, tierras en otros tiempos misteriosas, tierras de los sueños de Don Bosco y que ahora con Vuestra Protección bajo el título de Auxiliadora, ganadas por los hijos del Gran Taumaturgo del o siglo XIX, para la Iglesia y la Civilización. Por eso, vuestros hijos predilectos, cuales son los enfermos del Hospital San José, fundado en el año 1889 por el entonces obispo titular de Mágida y más tarde, en virtud de sus ingentes méritos por las grandes obras desarrolladas en pro de la Iglesia, el Gran Cardenal Juan Cagliero, a nosotros digo nos cabe la suerte de ser los primeros en daros la Bienvenida a la Patagonia. Asi que, oh Virgen SS. de Luján os digo: seais la Bienvenida entre nosotros y que vuestra permanencia nos sea de estímulo para caminar por la senda de los mandamientos de la Ley de Dios y nos sea escudo contra las asechanzas del enemigo de nuestra alma. Excelentísimo Monseñor Doctor Anunciado Serafini, infinitas gracias os damos por este don, y os suplicarnos nos encomendéis en vuestras oraciones a la Santísima Virgen de Luján a fin de que guardemos firme nuestra fe, se nos avive la esperanza y que no se debilite en nosotros el fuego de la caridad para con Dios y hacia nuestro prójimo, a fin de que sirviendo a Dios con todo el ardor de nuestros corazones, nos sea dado participar con Nuestra Madre María Santísima, de la eterna gloria del Paraíso. 253. (Discurso pronunciado y redactado anteriormente de su mano por el Siervo de Dios. Lo leyó el día 7 de Mayo de 1949 en el acto solemne celebrado en el Teatro San Martín de Viedma por la Comisión de Damas Cooperadoras del Hospital San José, con la entrega de un pergamino con más de dos mil firmas al Siervo de Dios como expresión de gratitud por el bien que bajo su responsabilidad había realizado el Hospital San José) “Como soy un tanto apocado, y más en la difícil arte del decir y para no extraviarme en la exposición del pensamiento, que embarga hoy mi corazón, preferí entregarlo al papel, solicitando a vuestra caridad, la venia más completa. Con el corazón embargado de pena por mi inhabilidad y más aun por conocerme tan desprovisto de aquellas virtudes, que seria obligado en tener a fin de ser merecedor a aquel aprecio que ponéis de manifiesto especialmente en el día de hoy y tanto menos merecedor de un tan apreciado obsequio, de un gran valor intrínseco y por los sacrificios que os impusisteis para que fuera firmado por tan respetables señores; y más por el aporte pecuniario, que espontáneamente han dado; pero lo acepto con cariño y agradecimiento, por mí, pero sí por los míos que me precedieron y me acompañaron durante tantos años; y más que todo por el aprecio en que tenéis a la Sociedad Salesiana, puesto de manifiesto el día de hoy en el más ínfimo de sus hijos. De todo sean dadas las más sentidas gracias a Dios, autor y dador de todo bien; porque si fue posible hacer un poco de bien en este rincón de la Patagonia, a Él somos deudores. Y así después de haber rendido gracias a Dios, me place poner de manifiesto el más profundo agradecimiento para con aquellos ilustres varones que tanto bien me prodigaron, tales, sobretodo, como Monseñor Cagliero, el Padre Bernardo Vacchina, el Padre Curita Doctor Evasio Garrone, Don Jacinto Massini, la Hermana Severina, Doña María Ervín, Doña Clara León de Ortiz, que muchos de Uds. han conocido y que esperarnos fundadamente Dios le haya dado el premio a sus fatigas. También el profundo agradecimiento a aquella pléyade de valientes y esforzados obreros de la viña del Señor, escondidos en el anonimato, que con el andar de los años les sucedieron, ya miembros de la Sociedad Salesiana, ya beneméritas Hijas de María Auxiliadora, ya colaboradores seglares de uno y otro sexo, que sacrificaron su existencia en aras del más puro amor de Dios y del prójimo hasta llegar a los que actualmente trabajan y se sacrifican para este santo dualismo Amor a Dios y al prójimo, tales como el Padre Feliciano López, Director, Pascual Rissone, encargado de la Escuela Agrícola, proveedora de lo que gasta el Hospital, el enfermero Don Francisco Bielawski y otros más; señoras y señoritas que prestan su cooperación gratuita: Teodolinda Acosta, Maria Danielis, Eulogia de Marigual, Anita Olivares y otras más para quienes eleve los mejores votos y augurios que Dios escriba sus nombres en el libro de la vida. En este momento de inmenso júbilo, mi pensamiento vuela portador del más profundo agradecimiento a la Benemérita Dama, Doña Maria Eva Duarte de Perón, quien por intermedio de nuestro Gobernador, Señor Miguel Roque Montenegro, quiso hacer llegar en este día su valiosa y oportuna cooperación para el Hospital, enviado al suscrito la cantidad de que sois conocedores. A ella el más caluroso y cordial aplauso. No puedo pasar en silencio en este día de júbilo el agradecimiento del Hospital San José, que en mi nombre rinde a aquellos insignes bienhechores que rigieron los destinos del pueblo de Viedma, los honorables Municipales, en estos 60 años, por su cooperación puesta de manifiesto especialmente con la ayuda pecuniaria, sobretodo por el conceder gratis cajón y sepultura para inhumar los restos de aquellos pobres, que Dios llamara a la eternidad. Item a aquellos beneméritos hombres de ciencia y espíritu humanitario, quiero decir los abnegados médicos y cirujanos, que en este lapso de tiempo prestaron su eficiente colaboración en el alivio, consuelo de tantos pobres enfermos, ya que sin su ayuda y cooperación poco o nada se habría podido hacer, ya como Directora, ya colaboradores; y que por ser tantos y por el tenor de olvidar alguno, no hago nombres; pero pido el Buen Dios, que es munífico en remunerar, les retribuye con creces lo que han hecho y siguen haciendo en pro de los enfermos del Hospital San José. Así también siento la necesidad de expresar el más profundo agradecimiento a aquellos beneméritos caballeros y beneméritas damas y señoritas que se reunieron en diversas épocas en comisiones, a fin de recolectar fondos que sirvieran ya para engrandecer el edificio del Hospital, ya para sustento del mismo y entre ellos a la benemérita actual comisión, que con tanto empeño y sacrificio se esmera en recolectar medios que sirvan para aliviar a los pobres enfermos en todas las formas y hacer más llevadera la carga que tiene la Administración sobre sus hombros. Nada atino en decir, sino que Dios se lo pague! A todos los que con tanto esmero e inteligencia concurrieron para la formación de este álbum; a las señoras y señoritas, que con tanto sacrificio secundan a la Presidenta de la actual Comisión, Señora Sara E. de Scandroglio y han buscado tiras y el óbolo espontáneo de los firmantes; a los pintores artistas que quisieron hacer donación para ser rifados a beneficio del Hospital, de estos preciosos cuadros, frutos de su inteligencia, pericia y paciencia, el más profundo agradecimiento, como así a estos señores que precedieron en el hablar por los honrosos conceptos vertidos; y cuando me sea dado poner mi mano sobre este álbum, fruto de tantos sacrificios, y que he de procurar que esto sea todos los días, pediré al Señor que bendiga y retribuya con creces a todos estos bienhechores y que el nombre de ellos lo escriba también en el libro de la vida, para darles a todos el premio respectivo. Por último mis más cordiales y efusivas expresiones de agradecimiento a todos los que se prodigaron para que este día de tan hondas emociones, en que fueron puestos de manifiesto los más nobles sentimientos hacia la sociedad salesiana, en una de sus ramas de beneficencia, cual es el Hospital San José y en el más ínfimo de sus hijos resultara de tanta satisfacción; y que sea como el principio de una nueva etapa en el camino, que Dios mediante, con la cooperación de nuestras oraciones y vuestra ayuda pecuniaria, pues senza farina non si fa polenta, he de seguir bregando en pro de los enfermos, hasta el día en que Dios me llame a Si a hacerme partícipe de su bienaventuranza: gracia esta que pido siempre para mi y para todos vosotros. He dicho. 254. (De una esquela fechada el 3 de enero de 1949, quizás al terminar la tanda de Ejercicios Espirituales anuales) He de procurar haber todo lo que puedo a Gloria de Dios y bien de mi alma, para no ser lo que he sido y sí ser lo que debo ser es decir Santo Salesiano. 255. (Copia de un telegrama enviado en ocasión de la muerte del cuñado) Viedma, 23 / 7 / 50 Hermenegildo Reggiani Sarmiento 381 Bahía Blanca. Gran traumatismo sorprendióme en cama noticia santa muerte de Pedro. Envío sentido pésame en comunidad de oración, imploro de Dios eterno descanso, espero detalles... Si Delfina está en Bahía presentale calurosas felicitaciones por su cumpleaños con votos de Dios conceda gracias de cumplirlos feliz. Saludos a Todos. 256. (Copia de telegrama sin fecha, hallado en el archivo Inspectorial) Gerente dirección sanitaria del Ferrocarril Solís 1047 Buenos Aires. Confirmando mi nota fecha 24 noviembre, hallándose Administración Hospital extremadamente necesitada, ruégole quiera interesarse envío importe cuenta anterior $ 1.735. Agradeciendo efusivamente salúdale por Hospital San José Artémides Zatti. 257. (En el interior del Libro de las Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales que fueron de su uso durante toda su vida el Siervo da Dios escribió algunos pensamientos, que al parecer eran programas de vida) 20 / XII / 31 “Ambula coram me, et esto Perfectas” “Servite Domino in Laetitia” “Vir obediens loquetur victoriam” 18 / XII / 46 “Fidelidad a Dios en cualquier sacrificio que hay que hacer por su amor, bien del prójimo y santificación de mi alma, encuadrados en las Constituciones” 258. El Hospital San José, de Viedma, es una de las Obras de total beneficencia, que fundara en el año 1889, el entonces Vicario Apostólico Monseñor Juan Cagliero, más tarde, en virtud de sus méritos, Cardenal de la Santa Iglesia. Como es obra de completa beneficencia desde un principio se crearon las dificultades para su sostenimiento, para como las necesidades de entonces, como las siguientes obligaron a tener sus puertas abiertas a todo menesteroso enfermo que pedía ser amparado, proporcionándoles alojamiento, alimentos, vestidos, medicamentos, sumando a muchos miles los internados y a varios centenares de miles los acudidos a sus consultorios a domicilio, suministrándoles medicamentos pues desde el inicio del Hospital se le anexó una farmacia provista de todo lo necesario, que el mencionado Monseñor Cagliero proveía de Europa, abonando el importe (que sumaron a más de 100.000 liras) con las limosnas que se veis obligado a pedir tanto a los bienhechores de Buenos Aires como a los de Europa. Ahora bien para sostener esta obra que proporcioné tantos beneficios a los enfermos pobres de a 100 leguas a la redonda, esta administración se vio obligada a contraer deudas con los Bancos y con particulares; y como está imposibilitada de
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