ASOCIACION URUGUAYA DE PSICOANALISIS DE LAS CONFIGURACIONES VINCULARES ESPECIALIZACIÓN EN PSICOANÁLISIS VINCULAR SEMINARIO: PAREJA I Docentes: Ps. Gabriela Montado y Ps. Luján Alsina Trabajo final para la aprobación del Seminario, presentado por: Lic. Ps. Yanel López. Montevideo, 17 de diciembre de 2012. El presente trabajo apunta a renovar la reflexión sobre una viñeta de psicoterapia de Pareja, a partir de los aportes del Seminario y de los conceptos de “acontecimiento” (Badiou, 2000) y de “implicación” (Lourau ,1970,78,89), así como, de posteriores aplicaciones de los mismos, según otros autores a citar. Viñeta: María y Pedro (a los efectos de este trabajo) consultan por el sufrimiento que les produce su vínculo1 de pareja, las permanentes desilusiones y reproches, la vivencia de ajenidad2 de las acciones del otro y la eventualidad-dificultad de separarse; llevan años de casados y son padres de hijos de este matrimonio. María tiene un hijo, ahora mayor, de un matrimonio anterior con el cual no conviven. Se acordó un encuadre de trabajo semanal, habiendo transcurrido al momento de la viñeta, un mes. Siendo la cuarta semana, realizo una llamada a María para proponer el cambio de día y hora de la sesión de la semana siguiente, por un motivo personal, el 1 Para R. Kaës, “el vínculo es lugar de una realidad psíquica específica y las alianzas inconscientes son sus principales formaciones. Estas producen inconsciente y permanecen inconscientes”. Para este autor, “el inconsciente de cada sujeto, en una parte, está estructurado en el vínculo intersubjetivo y esta condición de pertenecer al vínculo, le impone una exigencia de trabajo específico y las prohibiciones fundamentales que los organizan”. Kaës (2007) desarrolla el concepto de intersubjetividad1 y la formación del sujeto en el vínculo. La intersubjetividad “se constituye en un espacio psíquico propio, en cada configuración vincular, espacio de formación de inconsciente y del sujeto del inconsciente”. 2 Berenstein (2004)- Ajenidad es esa cualidad del otro que sorprende en su presencia, y que no puedo representar, aunque me esfuerce, no coincide con mi registro previo, proponiéndole al psiquismo un doble trabajo. Freud (1925) ya describió ese doble trabajo requerido por los “juicios de existencia y de atribución”, para la actividad de representación. A ellos Berenstein (2001) agrega el “juicio de presencia” para aquello del otro, de lo cual no tengo registro previo, dando espacio a lo que produzco y no reproduzco, a lo que modifica y me modifica. 1 cual no especifico, la hora propuesta (las 18) era una hora más tarde que la habitual (las 17). María consulta a Pedro y luego de unas horas, me envía un mensaje confirmando el cambio de día. Recibo el mensaje y no lo agendo, confiando en mi memoria. Llega el día acordado y siendo las 17 hs. María llama y me comunica que se encuentran en camino, pero que van a llegar media hora tarde, a lo que le digo que en realidad, llegarían media hora temprano, porque habíamos quedado para las 18 hs. María, con convicción me plantea que no, que habíamos quedado a las 17 hs. En ese momento y al no haber agendado, sentí dudas y no pude sostener firmemente que había propuesto las 18 hs., sentí que se habría un nuevo espacio desde el que contesté: “bueno, entre las 17 y las 18, las 17.30 hs.”, sorprendida de mi respuesta. Llegan a las 17.30 hs en punto. M- Hemos estado con algunos bajones, saliendo adelante. T- Algunos bajones? M-La infidelidad, él está conmigo3 y a mi me parece que no y me acuerdo de cualquier detalle, de lugares donde me imagino que estuvo con otra y ya me siento mal y empiezo a pelear. Yo ya le pedí disculpas a Pedro. P- Vos sabés lo que siento, que yo te quiero, que eso no fue nada. María escucha y hace un silencio. T-Ante este espacio retomo lo de la llamada, el cambio de día y hora y pregunto ¿qué habría pasado?. P- Es que veníamos de X (otro Departamento del país) T – De X ....? M- Si, hoy me levanté medio triste y fui al Cementerio en X, porque tuve un sueño. T- Le propongo hablar del sueño. P- Contale el sueño igual, como me lo contaste a mí. M- Había una mujer mayor, que era Ana, pariente de Pedro, que falleció, que en el sueño estaba escuchando una conversación que había entre dos mujeres jóvenes y un hombre, que era la pareja de una de ellas. Pero esa mujer, se metía y era como que le decía al hombre que eligiera a la otra, que era su preferida, me desperté re triste. T- ¿Qué se les ocurre a partir de lo que M recuerda de este sueño? M- Me sentí muy triste, un golpe bajo, me acordé de C y sentí que tenía que ir a llevarle flores a Ana y delante del panteón preguntarle qué hacer, que me dijera si tenía que dejar a Pedro, hacerme a un lado, no pelear más. 3 En sesiones anteriores habían referido a episodios en que cada uno mantuvo una relación breve, con el integrante de sexo opuesto, de otra pareja: C y J. Primero fue M que “sedujo” a J y luego Pedro a C por “despecho”. 2 T- Le pregunto si tiene hermanas (dejándome llevar por una asociación que se me imponía) y si puede hacer referencia a su familia, ya que no lo había hecho antes. A partir de esta pregunta M relata con mucho dolor, que tiene dos hermanas, que ella “era la última”, que se casó joven (casamiento anterior al actual) para “escaparse de la casa”, se fue embarazada, “todo mal” y refiere a su historia familiar en términos de extrema pobreza, que la madre la dejaba sola y debía trabajar de niña para sobrevivir, que si tenía un peso o un juguete se lo sacaba y se lo daba a la hermana mayor y después al sobrino, ….. P-Cuando “me llevé a M, un poco más me felicitan” (madre y hermana mayor), la madre de M es una “basura, siempre ventajeando, vivían en una pichera”, yo “la saqué de ahí y la apoyé para que hiciera un curso” de… y ahora está trabajando gracias a ese curso….pero esta mujer (M) no cumple ni un acuerdo, no cumple, miente, me sacó dinero, hace años que la desconozco…… Pedro se encoleriza progresivamente, al hacer referencia al proceso vivido en la pareja desde hace unos años, en que M, en contra de su voluntad, mantiene vínculo con su primer hijo (del primer casamiento), que ya es mayor escribiéndole mensajes, viéndolo y dándole dinero, a escondidas de él. No tolera esta otra vinculación y dice que él y los hijos de ambos “están pintados”, “no existen”… ________________ Badiou 4, plantea que el acontecimiento surge en la ruptura, la inconsistencia, el exceso de la situación, es a partir de lo cual vamos a entender la situación. El sujeto es un surgimiento, no preexiste al acontecimiento y no es efecto de la estructura. El sujeto es el soporte de una verdad que se crea en la situación a partir de los efectos de un acontecimiento. 4 Alain Badiou (2000) se plantea pregunta cómo conservar a la vez, la idea de sujeto y la idea de estructura. Hay en su libro “El ser y el acontecimiento” en primer lugar, una teoría de la estructura de la situaciones, del cierre de las situaciones, que llama “estado de la situación” en una suerte de fidelidad estructuralista que combina el pensamiento formal con la situación concreta. En segundo lugar una teoría del sujeto, que no se deduce de la anterior y que plantea la idea de que todo sujeto es algo que surge, surge en una estructura, atraviesa una estructura pero no es efecto de ella. Para comprender el sujeto se debe pensar la estructura y algo más, un suplemento, algo que surge al azar, que denomina acontecimiento. Define al sujeto como una fidelidad, en la situación, a un acontecimiento. El sujeto es por tanto una operación compleja que supone la estructura de la situación, pero también supone una ruptura de esa estructura. Todo sujeto es novedad, es un surgimiento, no pre-existe al acontecimiento. Finalmente, hay una teoría de la política, donde plantea que la política no es un medio para lograr transformaciones exteriores a ella misma, sino que la política es una libertad subjetiva por sí misma, como un pensamiento-acto que trabaja desde el interior de las situaciones, como consecuencia de un acontecimiento fundante. En su tesis, la política no debe ser medida por sus resultados, sino por su proceso y contiene su verdad en sí misma. 3 Habrá un sujeto de verdad, sujeto que es una novedad, verdad que es subjetiva y que dependerá también de la situación y será a la vez universal, porque atraviesa dicha situación. Berenstein, en su libro “El sujeto y el otro” despliega el concepto de “discontinuidad” diferenciando hechos, acontecimientos, catástrofes y accidentes. Para nuestro análisis retomaremos sus definiciones de hecho y acontecimiento5. A partir de la viñeta, propongo pensar el cambio de día y horario con sus efectos, como “acontecimiento”, tanto del punto de vista de: Badiou, en tanto se trata de un atravesamiento de la estructuraencuadre, que da lugar a surgimientos, que no se deducen de ella; a partir del mismo, algo de la verdad del vínculo y de los sujetos surge como suplemento. De los desarrollos de Berenstein, en tanto la discontinuidad genera un hecho nuevo, que se aprehende con posterioridad y que tiene un potencial de modificación de la subjetividad y del vínculo, generando nuevas marcas6. Este “acontecimiento” (cambio de día y hora por parte de la Terapeuta) abre un espacio más allá de lo previsto, en el cual ocurren una serie de novedades: el equívoco con respecto a la hora, no agendar por parte de la Terapeuta, la posibilidad de que no hubiera una sola versión de lo ocurrido ni una sola verdad, la apertura a un espacio de negociación, el acuerdo de un horario en el “entre7” de las dos posiciones al inicio unitarias, la emergencia de 5 Berenstein I. ( ) En “El sujeto y el otro”.Cap.5 p.149) Hechos y acontecimientos define: -“Hecho” como el producto de un tipo de alteración de una continuidad ya dada, que no remite a un orden previo, sustantivo “desverbativo” que designa simultáneamente dos cosas: la acción y su efecto. De esta primera irregularidad se dará una explicación tratando de incluirla en la continuidad previa, porque ya está ahí, no se deja ocultar. -“Acontecimiento” como la emergencia de un hecho nuevo del cual se puede decir que no tenía lugar, ni representación previa y que, aunque se de en un campo donde era factible que ocurriera, no es posible aprehenderlo hasta después de producido. Su existencia genera una modificación……si obtiene un lugar para el yo, se instala una nueva subjetividad o intersubjetividad para un vínculo,… 6 Marcas: con este concepto nos referimos a nuevas inscripciones en el aparato psíquico a punto del “trabajo vincular” y que producen subjetividad. 7 Según Ma. Alejandra Tortorelli : Espacio de producción que no admite ni sujeto ni objeto,….pensamiento del devenir y no del ser,…exige superar el binarismo adentro/afuera, propio/ajeno, interior/exterior… 4 contenidos nuevos vinculados a los pactos y acuerdos8 que sostenían el vínculo de la pareja y el vínculo de trabajo en el espacio terapéutico. Lo ocurrido pudo pensarse desde la perspectiva del análisis de la transferencia y la contratransferencia. Como Terapeuta, podría haber retomado los contenidos iniciales referidos a “la infidelidad” en lugar de abrir espacio para lo ocurrido en el espacio intersubjetivo que me incluía como sujeto. Desde allí, quizás, la cadena asociativa hubiera podido devenir profundizando en términos de emergencias del complejo edípico de M, movilizadas por mi inesperada propuesta de cambio, mi momentánea ausencia, los aspectos persecutorios que esto podría movilizar, etc,,..lo que en parte puede encontrarse en el relato del sueño y sus asociaciones. Pero, a partir de la llamada de M. que finaliza con el acuerdo de inicio a las 17.30 hs. se habría instalado una dimensión cuyo eje principal se asentaba en la intersubjetividad. Como Terapeuta sentí que no podía entrar en una discusión por el horario que me remitía a las frecuentes disputas por “la razón”, que escenificaba la Pareja en el espacio de psicoterapia. Sentí que se trataba de una posibilidad múltiple, que ameritaba una búsqueda de alternativa nueva, una situación sin antecedente, también para mí. A la luz de los aportes del Seminario y de Badiou, podemos pensar a los sujetos en esta situación (M, P y T) emergiendo y produciendo a través y más allá de la estructura Encuadre-Tratamiento, más allá de los Pactos y acuerdos que fundan los diferentes niveles de vinculación. Como sujetos que inevitablemente emergen excediendo estas estructuras, con sufrimiento, con sorpresa, creando, cambiando. Pensar la ausencia transitoria, la discontinuidad, abriendo un vacío a representar, una “muerte” que insta a la pregunta, apertura a lo impensado: imaginarse fuera del vínculo, imaginarse diferido del “entre”. Este podría ser el eje del vínculo y también del sufrimiento en esta Pareja. El eje en tanto y talvez, el pacto fundante se ocupara de mantener visible lo idéntico, lo uno, la completud y dejara por fuera lo diferente de cada trayectoria, Kaës (2010), para este autor el “pacto denegativo” es entendido como alianza defensiva (inconsciente) fundante del vínculo, que se caracteriza por negativizar aquello que pueda poner en riesgo la formación y el mantenimiento del mismo como una metadefensa, ya que se funda sobre operaciones defensivas que pueden ser: represión, negación, renegación, desmentida, rechazo o enquistamiento, Las “alianzas inconscientes” tienen como función mantener los vínculos. Conscientes o inconscientes permiten la ligazón de las partes del vínculo. Entendemos por alianzas inconscientes: “una formación psíquica intersubjetiva construida por los sujetos de un vínculo para reforzar en cada uno de ellos, y establecer la base de ese vínculo, las investiduras narcisistas y objetares necesarias, los procesos, funciones y estructuras psíquicas que necesitan y que proceden de la represión, o de la renegación, del rechazo y de la desmentida 8 5 las pertenencias previas, otros vínculos, que entonces, se tornaron clandestinos, infidelidades, mentiras, traiciones, desconocimiento. La continuidad-pelea sostendría una intersubjetividad y subjetividades, tapando agujeros o vacíos irrepresentables. El vínculo desplegaría una función de apuntalamiento9 e investidura narcisística crucial. Otra discontinuidad, hoy puedo ubicarla en el momento en que, luego del relato y asociación sobre el sueño, le pregunto a M, si tiene hermanas y si puede hacer referencia a su familia, ya que no lo había hecho antes Discontinuidad en lo que sería una intervención más tradicional, en el sentido de continuar en la línea discursiva del “paciente” , algo del relato de M tuvo eco en mi pre-consciente y me dejé llevar , nuevamente con sorpresa… (¿ ajenidad entre instancias psíquicas…?) ¿Acaso volví a mis pertenencias institucionales previas y retomé la línea de lo transferencial-contratransferencial, recientemente pasada a segundo plano?, en tal caso, el campo y los contenidos que se desplegaron, acontecieron, desbordaron. Lo que aparece así, tendría múltiples dimensiones y en este punto, y por una parte, paso a referirme al concepto de implicación de Lourau10 . 9 Referimos al término apuntalamiento como el proceso de sostén o refuerzo. Laplange Pontalis (1967) plantean sus antecedentes en Freud cuando designa apuntalamiento a “la relación primitiva entre las pulsiones sexuales y las de autoconservación, estableciendo que las primeras sólo secundariamente se volverán independientes, apoyándose en un primer momento en las funciones vitales, que les proporcionan una fuente orgánica, una dirección y un objeto”.También habló del tipo de elección de objeto por apuntalamiento. 10 El profesor René Lourau, catedrático de París VIII, (1933- 2000). Sociólogo, discípulo de Henrí Lefebre, La trascendencia de R. Lourau tiene que ver con la formulación de una teoría, una metodología de lectura y una técnica de intervención en instituciones. Es fundador, junto con G. Lapassade de toda una corriente de intervención institucional, el Socioanálisis, que persigue poner de manifiesto los implícitos institucionales. Uno de sus aportes más significativos a la teoría institucionalista tiene que ver con el concepto de implicación, desarrolla los diversos tipos de implicación que determinan las intervenciones de los miembros de los equipos de operadores sociales,y la manera en que las instituciones operan más allá de la conciencia de los sujetos soportes, enmarcando sus posibilidades de acción y produciendo diversas clases de sentimientos encontrados durante el proceso de intervención. Habla de contratransferencia institucional. En su libro “El análisis institucional” (1970), la define: “se llamará implicación institucional el conjunto de relaciones conscientes o no que existen entre el actor y el sistema institucional”. En este momento, este concepto refiere a un campo de relaciones referidas al marco institucional y al actor mismo. Despliega la teoría de la implicación en Sociologue a plein temps (1976) (Sociólogo “full time”) donde se plantea que el profesional que trabaja lo social lo hace a tiempo completo, incluso en sueños, pues él no está por fuera de la materia que trabaja. Posteriormente en otros libros, El Estado y el Inconsciente (1978) o en el Diario de la investigación (1989), este concepto va modificándose, apareciendo varios niveles. 6 Como plantea J.Rodríguez Nebot (2004), los aportes de Lourau, “permiten repensar la problemática de las vicisitudes y las condiciones de la producción de la subjetividad y de pensar las condiciones de producción de las intervenciones. … Fundamentalmente cuando uno trabaja a nivel psicoterapéutico uno está ubicado en un determinado sector, en determinado campo conceptual y esto está dado de por sí….” El análisis de la implicancia es sumamente complejo, se refiere a diversos niveles y tiene como principal dispositivo, la restitución, es decir, se realiza a posteriori y se cogestiona entre todos los actores componentes del campo de análisis. Tomaremos sólo un aspecto, el que se vincula a la problemática de la constitución del pensar profesional (nivel de implicancia paradigmática). En este sentido, en el tránsito entre pertenencias, desde un marco referencial de psicoanálisis “tradicional”, “individual” y nuevas pertenencias en relación a la AUPCV, cómo diferir de anteriores “entres”, ¿qué pactos, qué producción de subjetividad se restituía en este giro? Por otra parte, y a partir de esta discontinuidad, la interdiscursividad de M y de P desborda otros acuerdos: restituye aspectos dolorosos, “pobrezas” vergonzantes que a su vez, sustancian el vínculo. Pobrezas que enriquecen y empobrecen, en tanto gracias al vínculo se producen lugares de salvador/salvada, apuntalamiento mutuo para siempre, con altos costos de renuncia a otras pertenencias y vínculos. Amenazando y como si, fuera de afuera, la ajenidad, la emergencia del sujeto, el acontecer, las discontinuidades producen y a la vez, son resistidos en su potencial de marca, de cambio destituyente de una intersubjetividad que agoniza y se rehace cada vez más amplia, de las cenizas. BIBLIOGRAFÍA: Arévalo Plá, Carlos (Agosto 2006) Verdad y acontecimiento. Badiou A. (2000)- Presentación de la edición en castellano de “El Ser y el acontecimiento”. Acontecimiento N°19-20-2000. Disponible en www.grupoacontecimiento.com.ar Berenstein I. “El sujeto y el otro”.Ed.Paidos. Bs.As. Kaës, R. (2010) Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del grupo. Amorrortu. Bs.As Rodríguez Nebot J. (2004) “Clínica Móvil: El Socioanálisis y la Red” Ed. Psicolibros. Montevideo Tortorelli, Ma. A.”Entre” 7