1. La capacidad de vivencia religiosa

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CAPACIDAD DE VIVENCIA RELIGIOSA
Aclaración sobre el anhelo de una atmósfera sobrenatural
Lo sobrenatural no es algo que cuelga en el aire, sino que necesita un sujeto, algo
concreto donde se pueda encarnar en el hombre. La gracia necesita a la naturaleza y la
naturaleza a la gracia, además la perfecciona. Por tanto los factores de la gracia y de lo humano
son decisivos para que pueda reinar esa atmósfera sobrenatural y sea perceptible.
¿Dónde radican los fundamentos sicológicos de la experiencia religiosa del hombre?
En primer lugar en la estructura misma del hombre, en su naturaleza. Nuestra vida religiosa
tiene que ser orientada en su componente sicológica. Quien conoce el contexto no puede
criticar de que caigamos en un sicologismo. En este contexto nos preguntaremos dónde están
los fundamentos sicológicos de la educación religiosa.
Vamos a reflexionar sobre 4 fundamentos sicológicos para una vivencia religiosa (en
este apartado analizamos sólo el punto primero)
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4.
La capacidad de vivencia religiosa
Apoyo en una comunidad religiosa
Apoyo en una visión clara de las verdades religiosas
Apoyo en una verificación de estas verdades en un ejemplo o modelo de vida.
1. La capacidad de vivencia religiosa
No se trata, en primer lugar, de una aceptación racional o intelectual de las verdades,
sino de la aceptación afectiva y junto con ella una elaboración afectiva de dichas verdades. La
capacidad de vivencias religiosas depende de la aceptación y elaboración afectiva de las
verdades religiosas. Por ejemplo, cuando nuestro amor a Dios, aún cuando sea acentuadamente
espiritual, abarca el apetito inferior, decimos que nuestro Gemüt (corazón) está captado y
penetrado por el amor a Dios. Una verdad objetiva como es el amor a Dios es captada y
elaborada efectivamente por el corazón, por todas las fuerzas del hombre “Amarás a Dios con
todo tu corazón y con todas tus fuerzas”.
La capacidad de vivencia religiosa tiene tres leyes por las que se rige:
1.1. Primera ley:
La vivencia religiosa tiene una función integradora y totalizadora... Así se abarca de un
modo extraordinario las fuerzas creadoras en la naturaleza humana, se las dirige hacia arriba, se
las inspira permanentemente y se las mantiene en movimiento. En este contexto se puede
considerar al Gemüt como el puente entre el ángel y el animal.
1.2. Segunda Ley:
La vivencia religiosa toca el fundamento más hondo del alma humana... El alma no es
una tabla rasa no escrita... hay una carga hereditaria... están grabadas con duro cincel en la tabla
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de nuestra alma: las impresiones fundamentales... la vivencia religiosa penetra el corazón
(Gemüt) y también en la vida inconsciente.
Nuestras acciones son llevadas e impulsadas mayormente por las corrientes
inconscientes que por el querer Consciente. ¡Predisposiciones!
Se trata de las impresiones fundamentales que están grabadas en nuestra alma y que
dependen fundamentalmente de la niñez. Nuestra vida afectiva queda determinada con esas
primeras experiencias de la niñez. Por eso es importante cuidar esas primeras experiencias de
la niñez. Ellas van a predeterminar las experiencias correspondientes en el orden religioso. Es
así como la experiencia religiosa penetra en el corazón y en la vida inconsciente.
AMPLIACION A LAS IMAGENES ANCLADAS EN EL SUBCONSCIENTE:
SUBCONSCIENTECOLECTIVO
(Esto nos ayudará a ratificar las palabras del P. Kentenich)
¿Cómo llegó Jung a formular esa hipótesis de la existencia de un subconsciente
colectivo?
Tomemos p.e. la imagen de padre. Freud dice que la imagen de padre que tiene una
persona depende de la experimentada en su padre natural, de su forma de ejercer la autoridad y
de su comportamiento. Pero Jung notó que eso no era suficiente para aclarar ciertos fenómenos.
Jung cuenta su experiencia con una paciente que padecía una histeria causada en gran
parte por su vinculación paterna. Aplicando la teoria de Freud, la paciente se dio cuenta de su
proyección, es decir, que la histeria venía de una experiencia negativa de padre. Para solucionar
el problema se proyectó sobre Jung como si fuera su padre, pero esto no la liberó de su
problema. Entonces Jung al ver que no se solucionaba el problema empezó una exploración de
los sueños y descubrió la aparición de un objeto diferente a Jung mismo (sobre quien ella
proyectaba su problema) que era el causante de esa histeria. Ese objeto se presentaba de formas
muy diferentes: p.e. en forma de un viejo sabio que se transformaba como en un dios mítico de
la antigüedad. Lo curioso es que ella no habla visto nunca esa figura y no se trataba de un
recuerdo. Jung llegó a la conclusión que se debía tratar de imágenes independientes de este
individuo en concreto.
Esta experiencia se volvió a repetir en varias ocasiones. P.e. en un oficial del ejército
que soñaba que le mordía una serpiente en el talón del pie. O el caso de un ingeniero que
empezó a soñar con insectos, plantas, ranas, serpientes y de una forma tal que no existían en la
realidad. A la conclusión que llegó Jung fue la siguiente: Estas personas muestran imágenes
inusuales por su variedad y rareza que no existen en la vida real. Pero estas imágenes que
fabrica el subconsciente no son casuales. Jung se dio cuenta que en ellas se manifestaban
motivos míticos. Las constantes las llama Jung “símbolos arquetípicos”. Se trata de imágenes
ancladas en el subconsciente y que ocasionalmente afloran en el consciente.
Jung es de la opinión que el actuar del hombre se realiza desde su subconsciente. Los
arquetipos serían como formas de comportamiento heredadas comunes a todos los hombres.
1.3. Tercera ley:
Normalmente una vivencia religiosa profunda supone una vivencia correspondiente en
el orden natural. La experiencia paternal religiosa supone la experiencia paternal en el orden
natural (lo mismo en lo maternal) (ejemplo Teresa del Niño Jesús).
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La razón más profunda para aseverar lo dicho es la ley de gobierno del mundo según la
transmisión y conducción orgánicas.
«Aquí tenemos que diferenciar, por una parte la “ley del gobierno del mundo” , por otro
lado, la “ley de ordenamiento del mundo”». En la “ley de ordenamiento del mundo”, el
P.Kentenich menciona las leyes de la “transferencia y conducción orgánicas”.
“Dios transfiere sus cualidades a los hombres, sus bondades, su poder (transferencia
orgánica). De esta forma, él, p.e., ha transferido cualidades suyas a los padres... El niño
transfiere actitudes, que corresponden a Dios, a los padres: respeto, obediencia y amor. Eso es
lo que llamamos ley de la transferencia y conducción orgánicas”.1
Por eso, por medio de la ley de “conducción y profundización orgánicas” (Gesetz der
organischen Weiter- und Tieferleitung), cuando el niño obedece, es respetuoso o cariñoso con
sus padres, lo es con Dios.
La segunda ley la del “gobierno del mundo”. El P.Kentenich dice: «¿Cómo rige Dios el
mundo? Dicho desde el punto de vista filosófico: a través de las causas segundas. Desde el
punto de vista sicológico: a través de otras leyes. O lo que es lo mismo, la ley filosófica quiere
ser desarrollada desde el punto de vista sicológico. La vinculación al orden inferior, por tanto
la vinculación a los hombres, es, desde un punto de vista natural, “expresión” del vinculo al
orden sobrenatural. Pero también es, en segundo lugar, “medio” para llegar a lo sobrenatural y
cuidar, al mismo tiempo, la relación entre ambos órdenes. En tercer lugar es “seguro” de la
vinculación a Dios»
(Causa Secunda, 1 94). Resumiendo: La vinculación al orden natural es “expresión,
medio y seguro” de la vinculación a lo sobrenatural.
A lo mejor a nosotros que estamos acostumbrados a este lenguaje no nos resulta
novedoso todo lo expuesto.
Pero, ¡cuántas personas hay que buscan a Dios, desean experimentarlo y les es
imposible! ¿Por qué para tantas personas hoy, Dios no es más que una idea bonita, una
quimera, un sueño, alguien que no saben ni por donde tomarlo? Algunos se esfuerzan en tener
ideas bonitas de Dios, unos esquemas preciosos, bien fundamentados y teológicamente exactos,
pero que no les afecta en su vida diaria. ¡Cuántos dicen que piensan que Dios tiene que existir,
que tiene que ser una persona buena, quizá misericordioso, pero que ellos nunca lo han
experimentado! El resultado es un absentismo de Dios en el corazón, en la experiencia de la
gente y, por ende, en nuestra sociedad.
“Gott überträgt auf Menschen seine Eigenschaften, seine Güte und Macht. So hat er zum
Beispiel seine Eigenschaften übertragen auf die Eltern... Das Kind überträgt Haltungen, die
Gott gegenüber am Platze sind, auf die Eltern: Ehrfurcht, Gehorsam und Liebe. Das nennen wir
Gesetz der organischen Übertragung und Weiterleitung” (PT 5O, 188)
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ANEXO: Para poder comprender mejor desde el punto de vista sicológico la ley de
gobierno del mundo.
Símbolos en Viktor Frankl
Para Frankl se encuentra significado a lo que se hace en la medida en que uno se entrega
a algo que tiene sentido. Los símbolos tienen significado porque el hombre descubre sentido a
su vida en determinadas cosas o acontecimientos y ese sentido está por encima del sentido
concreto de la cosa o acontecimiento. Es decir, en la búsqueda de sentido aparecen más de un
sentido en particular que pueda tener la cosa en si misma. Detrás de ello se descubre una cierta
capacidad de trascender a las cosas por parte del hombre.
El símbolo posee un contenido inmanente. Posee también un sentido en sí mismo que
no puede ser puesto arbitrariamente por el hombre. Por eso a través de la entrega a ese sentido
concreto del símbolo resplandece la trascendencia del objeto a cual uno se entrega.
Mencionemos algunos símbolos. Por ejemplo “el cielo”. Frankl dice que el cielo ha
sido siempre un símbolo para Dios. Se puede observar el cielo desde el punto de vista
geodésico, físico y mirarlo como quien lo mira con un telescopio. Es la actitud de la razón que
no encontrará frontera ni se encontrará con Dios.
Lo absoluto no se capta con el símbolo, sino en el símbolo. P.e. al mirar las nubes,
estrellas, astros del cielo pertenecen al cielo y no son el cielo y sin embargo nos hablan de la
realidad oculta del cielo.
Otro símbolo para Frankl: “el padre”. Para nosotros, dice Frankl, el padre no es el
origen de lo que entendemos por divinidad, sino al revés. (El psicoanálisis dice que el hombre
se construye a Dios como padre ya que es una proyección del super-yo y Dios es como el gran
Super-yo; es decir una proyección de los deseos y sueños del hombre; un invento suyo). Dios
es el origen de toda paternidad. Dios es el primero desde el punto de vista ontológico (según el
orden de ser). Sin embargo psicológicamente la relación padre-hijo (en el mundo natural) es
anterior a la relación hombre-Dios. Ontológicamente es al revés.
Dicho con otras palabras: desde el punto de vista del orden de ser Dios es la causa
primera, es el primero. Ahora, esto lo puede reconocer sólo el que en el plano natural admira en
el ser padre algo extraordinario y lleno de sentido. El que, con otras palabras, se entrega al
símbolo padre con toda su intención.
Los símbolos como condensaciones de experiencias pueden ser una ayuda inestimable
para poder tener una experiencia personal de Dios. Y el sentido del símbolo sólo puede ser
captado en la medida en que uno se entrega a ese símbolo y entonces descubrir lo que él
encierra; es decir, trascender al sentido inmediato que uno ve en el símbolo.
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