RELACIONES ENTRE LO MANIFIESTO Y LO LATENTE

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RELACIONES ENTRE LO MANIFIESTO Y LO LATENTE
EN LOS GRUPOS OPERATIVOS
Leonardo Schvarstein
Relaciones entre LO MANIFIESTO y LO LATENTE en los grupos
operativos
INDICE.
1.- La-unidad de trabajo. Existente-Intervención-Emergente.
Tarea del operador y tarea del grupo.
2.- Ubicación de los conceptos en términos de categorías
lógicas de pensamiento. Consecuencias instrumentales,
3.- El psicoanálisis y la primera tópica: inconsciente,
preconsciente y consciente.
4.- De lo individual a lo grupal.
5.- La interpretación como proceso de simbolización.
6.- La posición del operador.
7.- Referencias bibliográficas.
INTRODUCCIÓN
E1 objeto del presente trabajo es caracterizar- las relaciones
que existen entre lo manifiesto y lo latente en los grupos
operativos, así como derivar de esta caracterización las
consecuencias
instrumentales
que
orientan
la
tarea
del
coordinador.
Para ello se parte del análisis de la unidad de trabajo,
definiendo cada uno de sus momentos y reconociendo las
diferencias y relaciones que existen entre la tarea del grupo y
la tarea del coordinador.
Dado que el pensamiento de Pichón-Rivière se nutre en esta
temática del psicoanálisis, se reseñan brevemente las ideas de
Freud acerca de lo consciente, lo preconsciente y lo
inconsciente.
Teniendo en cuenta que esta primera tópica fue desarrollada
para el ámbito psicosocial, se aborda seguidamente la
significación de estos conceptos en el ámbito sociodinámico, no
como una mera traspolación sino teniendo 'en cuenta la
especificidad fenomenológica del campo grupal. - ,
Finalmente se abordan las etapas del proceso de simbolización
constituido por las interpretaciones del coordinador y se
analiza la posición del mismo en relación con el acontecer
grupal que constituye su objeto de conocimiento.
Una última aclaración para finalizar esta nota introductoria:
dado que el presente trabajo se dirige en general a quienes
operan con la técnica de grupo operativo desarrollada por E.
Pichón-Rivière, no haremos distinción a los efectos del
presente análisis entre la posición del coordinador y la del
observador Por tal motivo las palabras operador, coordinador y
observador deberán entenderse como referidas a una misma
persona, y cuando en particular se utilice el término
observador, el mismo hará referencia al necesario momento de
1
observación que implica la posición del coordinador, y no al
rol de observados, participante o no, tal como se desarrolla en
el encuadre de trabajo con los grupos en la escuela.
1. LA UNIDAD DE TRABAJO.
Para poder relacionar los conceptos de lo manifiesto y lo
latente, una primera herramienta a la que se puede recurrir es
el cono invertido desarrollado por Enrique Pichón-Rivière a los
efectos de caracterizar el acontecer grupal que lleva de lo
explícito a lo implícito en un continuo proceso en espiral,
donde la labor del coordinador es precisamente contribuir, a
través de sus intervenciones, a que lo latente se haga
manifiesto, permitiendo al grupo comprender y elaborar la
naturaleza de los obstáculos que se oponen al desarrollo de su
tarea. (Figura 1)
SOBREDETERMINANTES
FIGURA 1
Podríamos asimismo ubicar debajo de este primer cono otro en
cuya
base
ubican
la
multiplicidad
de
situaciones
sobredeterminantes, relacionadas
con
los
integrantes
individualmente, el grupo en si mismo y él contexto en el que
éste se desarrolla, cuya presencia es activa y coorganizadora
de los fenómenos grupales. Esto significa dicho de otra manera,
que el acontecer implícito de un grupo en un momento dado está
sobredeterminado
por
una
multiplicidad
de
factores
que
trascienden su propio ámbito.
La segunda herramienta de análisis es la unidad de trabajo
constituida
inicialmente
por
el
existente
grupal,
la
interpretación del coordinador y el nuevo emergente.
Aquí es necesario introducir la
noción de tarea como
tercero estructurante en la relación entre el grupo y el
coordinador, o sea, como el elemento que otorga sentido a la
existencia
de
esta
relación.
Sentido
que
se
pierde
2
absolutamente cuando la tarea deja de ser el estructurante,
transformando la relación en una mera experiencia fusional
sustentada en la ilusión grupal.
Un análisis más profundo permite diferenciar la tarea del grupo
de la tarea del coordinador. (Figura 2)
TAREA COORDINADOR
Explicitación
detección de obstáculos
GRUPO
COORDINADOR
Elaboración
existente
(emergente)
TAREA GRUPO
FIGURA 2
Se puede iniciar el recorrido de la Figura 2 en cualquiera de
sus vértices, dado que la misma representa precisamente el
proceso continuo hace referencia la espiral del cono invertido.
'
Así, por ejemplo, empezando por el vértice inferior el
coordinador hace una caracterización del existente del grupo,
es decir, del material
aportado por uno o más miembros que
hacen las veces de portavoces, a partir
de la
cual detecta
los obstáculos que se oponen al logro de la tarea grupal.
Dichos obstáculos se originan en la intensificación de las
ansiedades básicas y conducen a situaciones estereotipadas y
dilemáticas cuyo origen es necesario reconocer. La técnica de
grupo operativo transforma así el
obstáculo en instrumento
para el
logro de la tarea grupal, ya que su comprensión
permite no sólo el abordaje de la tarea explícita sino también
la elaboración de las ansiedades básicas movilizadas en el
proceso.
El coordinador elabora entonces su hipótesis acerca del
acontecer latente del grupo, que es explicitada en forma de
interpretación. Este proceso de detección de obstáculos y su
explicitación constituye precisamente la tarea del coordinador.
3
Aquí cabe ampliar el concepto de interpretación
al de
intervención entendiendo por tal toda acción del coordinador
que tienda a hacer explícito lo implícito y cuya eficacia debe
medirse no por un criterio de verdad sino
por el de
operatividad, que otorga a dicha intervención un carácter
reestructurante con vistas al objetivo del grupo.
En tanto esta reestructuración opera, el grupo hace a su vez
una elaboración cuyo resultado permite caracterizar emergentes
que se constituyen en nuevos existentes a partir de los cuales
se da una nueva vuelta de espiral.
Se distingue un emergente en relación a la novedad que aporta
siendo la
emergencia una novedad de conducta nacida de la
específica
organización
de
numerosos
elementos;
un
acontecimiento sintético, creador de novedad real de una
actualidad o propiedad nueva, de un tipo que no existía antes
de la emergencia los Esa cualidad nueva tiene eficacia causal
y modifica el curso ulterior de acontecimientos. (1)
Finalmente, cabe aclarar que la explicitación no está
constituida por una única intervención, sino que es un proceso
de aproximaciones sucesivas a lo largo de las cuales se llega a
identificar el punto de urgencia, definido por Pichón-Rivière
como aquél de máxima vecindad entre lo manifiesto y lo latente
y que caracteriza el momento oportuno, tanto desde la
comprensión del coordinador como de la posibilidad de
elaboración del grupo para hacer explícito lo implícito.
A los efectos de asignar a los conceptos hasta aquí descriptos
un carácter eminentemente práctico, se puede considerar la
siguiente lista de preguntas, cuyo objetivo es la descripción
de las distintas fases qué componen la unidad de trabajo.
A) Caracterización del existente.
¿Cuál es la última intervención antes de la del coordinador?
¿Cuál es el estilo de comunicación en el grupo?
¿Hay algún observable particular?(distribución física de los
integrantes, movimientos, clima, etc.) .
¿Cuál fue el emergente de apertura y cómo se relaciona con este
momento del grupo?
¿Cuál es la ansiedad predominante?
¿Qué intervenciones significativas se pueden destacar?
¿Cuál es la situación del grupo en relación a los elementos del
encuadre?
(horario, clase, contexto, etc.),
Si es un grupo de aprendizaje, ¿qué temas se han abordado y
cuáles se han omitido?
B) Caracterización dé la intervención.
¿Qué tipo de intervención es? (señalamiento, interpretación,
construcción)
¿Cuál es el modo de la intervención? (interrogativo, irónico,
risueño, etc.)
¿Qué tipo de intervención es? (corta, larga, clara, confusa,
etc.)
¿Qué relación hay entre lo verbal y lo gestual, la actividad
corporal?
¿Cuáles -son los contenidos esenciales de la intervención?
4
¿Hay algunos más relevantes que otros? ,
C) Caracterización del emergente.
¿Cuál es la respuesta? ¿Quién es el primero que habla? ¿Quiénes
siguen?
¿Hay silencios que siguen a la intervención?
¿E1
grupo
pregunta,
pide
aclaraciones
retoma
lo
del
coordinador, lo ignora, lo rechaza? (cómo hace el grupo suya la
intervención del coordinador).
¿Qué pasa con el estilo de comunicación después de la
intervención?
¿Cambia el clima? ¿Qué pasa con la ansiedad: se intensifica,
decrece, que igual?
¿Hay desacuerdos entre los integrantes en, cuanto a la
intervención?
La enumeración de estas preguntas no es taxativa, y existirán
tantas otras como pueda formularse el operador en función de la
situación particular.
Una aclaración obvia pero necesaria: estas son preguntas a ser
planteadas "a posteriori" en un trabajo sobre la crónica del
acontecer grupal y su análisis será útil a los efectos de
trazar estrategias y líneas de trabajo para futuras reuniones.
Esto sin perjuicio que las mismas preguntas son las que
implícitamente
el coordinador se hace en su condición de
observador, mientras no
interviene en el grupo, a los efectos
de caracterizar la situación existente y. detectar los
obstáculos que se presenten. ,
2. UBICACIÓN DE LOS CONCEPTOS EN TÉRMINOS DE CATEGORÍAS LÓGICAS
DE PENSAMIENTO.
Introducidos los conceptos de lo manifiesto y lo latente, la
unidad de trabajo, las nociones de obstáculo y tarea, interesa
aquí ubicar a los mismos epistemológicamente, es decir,
establecer a qué categorías lógicas de pensamiento co y cuál es
la relación entre ellos desde esta perspectiva.
Para ello se recurre a una clasificación de tres niveles:
A) Metanivel o nivel epistemológico propiamente dicho. Es el
nivel de definición de objeto. "Meta" proviene del griego y
significa
"después",
aunque
desde
esta
perspectiva
su
significado puede extenderse a "por arriba 'y por debajo es
entonces, desde un punto de vista lógico, jerárquicamente
superior a los sistemas que contiene. Así, la definición de
objeto de una ciencia, sus alcances y restricciones precede
lógicamente y encuadra el desarrollo de sus modelos y sus
técnicas.
B) Nivel objeto. Es el nivel de modelización de la realidad
.Todo modelo intenta ser una representación funcional de un
aspecto de la realidad. El modelo de grupo operativo, a través
de
la
descripción
de
los
mecanismos'
de;
asunción
y
adjudicación de roles o de los principios que rigen la
configuración de una estructura (policausalidad, pluralidad
fenoménica, continuidad genética y funcional, movilidad de las
estructuras) intenta explicar, por ejemplo, la relación entre
5
los integrantes en el funcionamiento de un grupo centrado en la
tarea.
C) Nivel instrumental. Es el nivel donde se desarrollan las
técnicas para intervenir sobre la realidad que se ha presentado
a través de los modelos en el marco de la definición de objeto
realizada en el metanivel.
Así, por ejemplo, las técnicas de intervención de un
coordinador (señalamiento, interpretación, construcción) son
desarrolladas congruentemente con el modelo de grupo descripto
en el nivel anterior.
Interesa ubicar los conceptos desarrollados en el punto
anterior en esta clasificación a los efectos de comprender la
subordinación lógica de unos respecto a otros. Yendo de lo
particular a lo general, la técnica de grupos operativos se
ubica en el nivel instrumental, quedando incluidos aquí los
elementos
de
unidad
de
trabajo
(existente-intervenciónemergente) así como otros que no han sido desarrollados por no
ser objeto específico de este trabajo (por ejemplo la
instrumentación técnica de los procesos transferenciales, o la
noción de encuadre).
En el nivel objeto se incluyen, entre otros elementos la noción
de tarea el grupo constituido como estructura dramática a
través de los mecanismos de asunción y adjudicación de roles,
la noción de obstáculo y la existencia de los niveles
manifiesto y latente.
¿Qué queda entonces para el metanivel? Precisamente la
definición
de objeto que hace Pichón-Rivière, cuando dice
que` la psicología social
tiene por objeto de estudio el
desarrollo y transformación de una relación dialéctica, la que
se da entre estructura social y fantasía inconsciente del
sujeto, asentada sobre sus relaciones de necesidad; o sea, la
relación entre estructura social y configuración del mundo
interno del sujeto, relación que es abordada a través de la
noción de vínculo (2)
E1 cuadro siguiente resume la ubicación de los conceptos
abordados en el presente trabajo en los tres niveles lógicos de
pensamiento descriptos.
NIVEL
l. EPISTEMOLOGICO
Metanivel)
CONCEPTOS
(o
2, OBJETO (MODELOS)
3. INSTRUMENTAL (TÉCNICAS)


VINCULO
SUJETO
PRODUCTOR
Y
PRODUCIDO
 RELACION DIALÉCTICA MUNDO
INTERNO-MUNDO EXTERNO
 ADAPTACIÓN ACTIVA A LA
REALIDAD
MANIFIESTOLATENTE/EXPLICITO-IMPLÍCITO/
CONSCIENTE - INCONSCIENTE
 UNIDAD DE TRABAJO
 SEÑALAMIENTO,
INTERPRETACIÓN,
6


CONSTRUCCIÓN
PUNTO DE URGENCIA – TIMING
ENCUADRE
3. EL PSICOANÁLISIS Y LA PRIMERA TÓPICA: inconsciente,
preconsciente y consciente.
Hasta aquí han sido utilizados algunos términos como sinónimos
sin entrar en mayores consideraciones: lo manifiesto se ha
relacionado con lo explícito, mientras que lo latente se
asimila a lo implícito.
E1 siguiente párrafo, extraído del artículo "Historia de los
grupos operativos" (3), de Pichón-Rivière, expresa claramente
esta sinonimia:
"Nuestra técnica consiste en dos aspectos fundamentales: el
aspecto manifiesto, explícito y el aspecto implícito o latente.
En ese sentido nos acercamos a la técnica analítica, que es en
realidad
hacer
consciente,
o
sea,
hacer
explícito
lo
implícito".
Vale decir que a lo largo de la obra de Pichón-Rivière se
pueden encontrar las siguientes correspondencias:
MANIFIESTO
EXPLÍCITO
CONSCIENTE
LATENTE
IMPLÍCITO
INCONSCIENTE
Es necesario destacar que en algunos lugares aparece la palabra
inconsciente solamente, mientras que en otros se habla de
inconsciente en sentido general. Esta distinción impone entrar
en' la consideración de la primera tópica tal como fue
planteada por Freud y de donde se nutre el pensamiento de
Pichón-Rivière.
En la "Introducción al psicoanálisis" (4), Freud hace una
caracterización de lo manifiesto, refiriéndose al sueño, como
aquello que el mismo desarrolla ante nosotros", mientras que lo
latente es lo que permanece oculto
e intentamos descubrir.
Agrega Freud que "lo manifiesto (en el sueño) tiene una
apariencia totalmente incomprensible si queda aislado de su
sustrato latente. Vale decir que, primero, lo latente "no se
ve" y segundo, hay una relación entre dos sistemas, tal que uno
no puede comprenderse sin recurrir al otro.
Desde
otra
perspectiva, en "La Metapsicología" (5); Freud aborda los
sistemas consciente e inconsciente. Define al consciente (Cs)
como una representación que se halla presente en nuestra
conciencia y es objeto de nuestra percepción, mientras que lo
inconsciente (Ics) aparece como una representación que no
percibimos, pero cuya presencia estamos prontos a afirmar
basados en pruebas e indicios de otro orden. Nuevamente, como en
lo manifiesto, lo Cs está presente y se percibe, mientras que
lo Ics, como lo latente, no sólo "no se ve" sino que además
requiere recurrir a otro nivel lógico para su comprensión. Esto
marca la presencia de dos sistemas de naturaleza distinta en
cuanto a las relaciones entre sus elementos: las relaciones
entre los elementos del sistema Cs se rigen por principios
7
distintos de aquéllos que determinan las relaciones, entre los
elementos del Ics.
En cuanto a la relación de los sistemas entré sí, se trata de
relaciones de conjunto, sin que se imponga una correspondencia
biunívoca entre sus
elementos; vale decir que a un elemento
del sistema Cs pueden corresponder varios del sistema Ics,
mientras que muchos eventos que se desarrollan en lo consciente
pueden estar sobredeterminados por una misma estructura
inconsciente. Se tiene entonces una organización constituida
por dos sistemas en interacción regidos cada uno de ellos por
principios que le son propios y lo distinguen del otro.
Así, por ejemplo, el Ics se define como atemporal y ahístórico,
su
origen
está
en
las
experiencias
de
satisfacción
constitutivas del deseo y
el principio que lo rige es el
principio del placer. Todo esto es lo que Freud quiere
significar cuando dice que: los contenidos del Ics están
regidos por el proceso primario en cambio la lógica que
caracteriza al sistema Cs es la del proceso secundario, donde
predomina el principio de realidad y se impone muchas veces un
aplazamiento en la satisfacción del deseo, así como la búsqueda
de alternativas para su realización.
Cabe aquí hacerse la siguiente pregunta: ¿es lo inconsciente
exactamente igual a lo latente?
Para responder esta pregunta se debe recurrir a otro sistema
introducido por Freud: lo preconsciente (Pcs), constituido
por contenidos que sin estar presentes en el campo actual de la
conciencia, son sin embargo susceptibles de conciencia.
E1 conjunto constituido por los sistemas Pcs-Ics se denomina
Ics en sentido descriptivo, o en sentido amplio, mientras que
cuando se hace referencia al Ics en sentido estricto, vale
decir a aquel sistema regido por el proceso primario, el mismo
se denomina Ics tópico.
Freud sostiene que todo acto psíquico es en principio
inconsciente, pudiendo establecerse una secuencia, entre cuyas
instancias se establecen censuras de acuerdo al esquema de la
Figura 3. Dada la naturaleza diferente que rige las lógicas de
cada uno de los tres subsistemas, las censuras que se
establecen para el pasaje de representaciones de un sistema a
otro también difieren.
8
Cs
Censura
(2)
Ps
c
Pcs
Censura (1)
Ic
s
FIGURA 3
La censura (1) deforma, reprime, desplaza, condensa, estando
básicamente determinada por la repulsa que tienen los
contenidos in-conscientes para acceder a la conciencia.
En cambio debe adscribirse a la censura (2) un doble carácter:
es en principio instrumental, ya que no pueden estar
permanentemente todas las representaciones a nivel de la
conciencia; sin ella no habría selectividad, todo estaría
presente. Pero es también defensiva ya que podemos reconocer en
las operaciones del sistema Pcs aspectos del dominio del
principio de placer y la consecuente influencia del proceso
primario.
La explicitación de contenidos Pcs puede provocar reticencias,
que pueden eliminarse con la técnica de la libre asociación.
Esto es así porque en los sistemas Pcs y Cs predomina la
representación de palabra, es decir que una imagen mnémica
adquiere el índice de cualidad específico de la conciencia,
asociándose por tanto a una imagen verbal.
En
cambio
el
reconocimiento
del
inconsciente
genera
resistencias,
ellas
mismas
de
naturaleza
inconsciente,
abordables a través de la técnica de la interpretación.
Los elementos inconscientes implican una representación de
cosa, en el
sentido en que el objeto tiende a hacerse
inseparable de la huella mnémica.
E1 cuadro siguiente resume los conceptos desarrollados.
SISTEMA
PROCESO
Consciente
Preconsciente
Secundario
Palabra
Secundario más Palabra
ramificaciones
del
inconsciente
Primario
Cosa
Inconsciente
REPRESENTACIÓN
VERBALIZACIÓN
GENERA:
Reticencia
Resistencias
Freud sostiene que no hay separación esquemáticamente precisa
entre los distintos sistemas y que la relación entre ellos es
de interacción y mutua cooperación.
9
Cabe preguntarse, llegado a este punto del desarrollo acerca,
de la naturaleza de la relación entre los sistemas descriptos,
esencialmente entre el Ics en sentido tópico y el sistema PcsCs.
Una posibilidad es que se trate de una relación metasistémica
concepción según la cual el Ics tendría una categoría lógica
superior (por arriba y abajo según lo definido anteriormente)
imponiendo entonces un orden
jerárquico
y normativo
absolutamente
sobredeterminante
en
relación
a
las
representaciones del sistema Pcs -Cs.
No es ésta la posición adoptada en este trabajo; se entiende
aquí a la relación entre Ics y Pcs-Cs como una relación
dialógica (6), definida por la unión simbiótica de dos lógicas
que se nutren entre sí, entran en concurrencia se parasitan
mutuamente, se complementan a la vez que se oponen y se
combaten a muerte. Es una relación simbiótica en el sentido en
que pueden analizarse los procesos psíquicos primarios sin
recurrir a signos cuya ocurrencia se da en
el nivel Cs. No
puede por otra parte admitirse una prevalencia definitiva del
principio de realidad
sobre el principio de placer, o
viceversa.
Aceptar esta relación como dialógica implica poner en suspenso
el paradigma lógico donde uno excluye al otro: ambos sistemas
son necesarios a los efectos de la comprensión del aparato
psíquico.
Para cerrar el análisis de este punto, se puede- retornar a la
terminología utilizada por Pichón-Rivière, constatando ahora
que cuando en alguno de sus escritos se refiere a que 'lo
latente es igual á lo inconsciente en sentido general, debe
entenderse que se refiere á lo que Freud denomino cs en sentido
descriptivo. Las correspondencias dé términos antes señaladas
quedan entonces planteadas de la siguiente manera:
Manifiesto
Latente
Explícito
Implícito
Consciente
Inconsciente
descriptivo
en
sentido
4. DE LO INDIVIDUAL A LO GRUPAL.
El referente de Freud para el desarrollo de su primera tópica
ha sido
el ámbito psicosocial. Cabe ahora aplicar las ideas
desarrolladas al campo grupal.
Para ello, se recurre en primera instancia a los conceptos de;
emergente y portavoz.
Retomando la definición de emergente analizada en el punto (1)
esto es, que es un acontecimiento sintético creador de novedad
debe destacarse su eficacia causal y la modificación de orden
cualitativo que su reconocimiento implica modificación que se
define en relación al existente anterior en términos de unidad
de trabajo.
¿Y quién vehiculiza el emergente? E1 portavoz.
E1 portavoz, o los portavoces, es aquél quien en un momento
dado de la situación grupal, merced a una particular
10
sensibilidad que adquiere por el cruce entre la horizontalidad
del acontecer grupal y su propia verticalidad se constituye en
vehículo del emergente.
El portavoz puede ser uno o más, y en este último caso pueden
darse tres posibilidades: a) que existan portavoces por
redundancia, o sea que lo que expresan unos es análogo en su
calidad a lo que expresan otros. Estas analogías pueden ser de
forma o de significado b) la existencia de portavoces por
acumulación, los que a través de sus intervenciones, enuncian
aspectos
complementarios,
estando
entonces
el
emergente
constituido por la sumación de sus a portes; c) portavoces por
oposición, situación en la que, a través del mecanismo de
disociación,
dos
bandos
"contrarios"
enuncian
aspectos
contradictorios del acontecer grupal. Esto sucede, en general,
frente a un aumento de la ansiedad persecutoria en el grupo, de
la cual éste se defiende recurriendo a la mencionada
disociación. La tarea del coordinador consiste aquí en
restituir al grupo la unicidad de los aspectos fragmentados a
través de los distintos portavoces. 0 sea que, en realidad,
esta tercera instancia, si bien se manifiesta como oposición,
constituye un caso particular de acumulación.
E1 portavoz no es en general consciente de su calidad de tal,
como tampoco lo es el grupo; esto es así dado que lo que
enuncia, si bien le pertenece, es significado por el
coordinador en términos del acontecer latente del grupo.
Ampliaremos esto en el punto siguiente, cuando se aborde la
interpretación como proceso de simbolización.
Todos los integrantes del grupo, en cada momento, están
desenvolviéndose en lo manifiesto, y relacionados a la vez con
sus representaciones en el plano de lo latente; estas
representaciones están puestas en contacto, constituyendo una
trama vincular determinante del acontecer latente grupal.
Para que se constituya una trama vincular, debe haber algo que
la articule ese algo está constituido en primer lugar por la
mutua
representación interna, que se construye a través del
proceso grupal, y en segundo lugar por el factor actual, o sea,
el contexto' y su incidencia en el grupo en ese instante, la
posición respecto al encuadre, el momento del proceso grupal,
la clase si es un grupo operativo de aprendizaje, y en general
todo elemento cuya ocurrencia sea significativa en términos del
acontecer presente del grupo.
¿Cómo define Pichón-Rivière la articulación de esta trama
vincular? Dice:"La estructura interaccional del grupo no sólo
permite
sino
que
estimula
la
emergencia
de
fantasías
inconscientes. La fantasía inconsciente, crónica del acontecer
intrasubjetivo del grupo interno del sujeto, intersecta con el
grupo externo según el modelo dramático" (determinando los
mecanismos de asunción y adjudicación de roles). (7)
Las
representaciones
hasta
aquí
aludidas
son
entonces
representaciones de fantasías inconscientes de sus integrantes.
Cabe hacer aquí una reflexión: cuando Pichón Rivière dice que
el acontecer latente del grupo está, determinado por la trama
vincular de fantasías
in conscientes
de
sus
integrantes
está implícitamente definiendo el dominio
de existencia del grupo como el de los vínculos entre sus
11
integrantes. Es decir que no son las propiedades de los
individuos que pertenecen a un grupo las que lo caracterizan
como tal, sino las relaciones que se establecen entre ellos.
Esto es así aun cuando toda interacción con un grupo es siempre
una interacción con sus integrantes, y el hecho de no encontrar
en el pensamiento de Pichón-Rivière ninguna alusión a algún
"ente grupal" más allá de la trama vincular aludida,
descartaría desde este punto de vista las interpretaciones
dirigidas "al grupo" (por ejemplo: el grupo está negando tal
situación).
Una posición similar sostiene Anzieu, al aseverar que "en un
grupo ' no hay fantasma común, salvo en el momento de la
ilusión grupal. Tal o cual participante, según las fases del
grupo, trata de imponer inconscientemente
su fantasma
individual inconsciente al resto del grupo, y el desarrollo de
un episodio corresponde a, la resonancia ejercida por este
fantasma sobre el inconsciente de algunos participantes, nunca
sobre todos". (B)
La caracterización del campo grupal como un campo de
transferencias múltiples entre los integrantes, con la tarea y
con el contexto en el que se desarrolla la operación grupal es
otro ejemplo de este enfoque. No existe aquí mención alguna a
la transferencia sobre el propio grupo, tal como la describen
otros autores, por ejemplo, Pontalis, cuando dice que el mismo
es tomado inconscientemente
como objeto de catexis pulsional
y fantasmática.
Para terminar este punto puede plantearse la siguiente
pregunta: si es en el plano de 1o manifiesto donde emergen
indicios que permiten establecer hipótesis acerca del acontecer
latente del grupo, ¿cuáles son los elementos que nos permiten
establecer tales significaciones?
Se distinguen estos elementos por alguna de las siguientes
causas:1) por omisión, es decir que se significa aquello que
falta, lo que se evita o se rechaza; 2) por redundancia, lo
cual resalta que algunos elementos no sólo están presentes sino
que se reiteran más allá de lo normal; 3) por contradicción, o
sea, cuando el juego de oposiciones se hace protagonista de lo
manifiesto, en cuyo caso se analizan los términos de la
disociación y la relación entre ellos; 4) por lo insólito como
ruptura de lo cotidiano, es decir, la presencia de hechos o
intervenciones cuya aparición sorprende al observador.
Los estereotipos, todo aquello que aparece como descolgado,
como risueño, como siniestro, las expresiones intensas de
afecto y muchos otros sucesos son ejemplos de estos indicios
que permiten al operador caracterizar el existente y establecer
sus hipótesis acerca de la estructura latente que subyace.
5. LA INTERPRETACIÓN COMO PROCESO DE SIMBOLIZACIÓN.
En el punto anterior se han utilizado reiteradamente palabras
tales como significación; indicios, caracterización, lectura de
lo manifiesto o de lo latente. Se ha hecho referencia además a
una
cantidad
de
indicios
(omisiones,
redundancias,
contradicciones, lo insólito) cuya presencia permite al
operador develar la estructura de lo latente.
12
'Podo lo dicho alude al proceso de simbolización que se
el que se aborda seguidamente.
Recordemos la definición de signo:
SIGNO= SIGNIFICANTE
SIGNIFICADO
Por ejemplo, una señal de tránsito se constituye en signo
cuando se asocia lo que se ve, por ejemplo
con lo que
significa, es decir que no se puede estacionar. En inglés
estacionar se dice "to park" y por lo tanto el significante
anterior no se asocia con significado alguno por lo que no hay
en este caso signo. El
significante correcto debería ser en
este caso
E1 emergente tal como ha sido definido es un signo, lo cual
implica varias cosas:
a) un determinado hecho producido en un grupo puede ser tomado
como significante, pero no se constituye en signo hasta que no
se le asocia un significado.
b) un mismo significante puede tener, y de hecho tiene, varios
significados posibles.
c) varios significantes pueden aludir a un mismo significado,
esto es, para una cantidad de hechos diversos la explicación
acerca de
su significado puede ser la misma.
d) en tanto el emergente relaciona en su carácter de signo a
ambos elementos, lo manifiesto adquiere el carácter de sentido
señal (señala la presencia de algo), mientras que lo latente se
distingue por su sentido significado (significa, aclara
aspectos de lo manifiesto).
Pichón-Rivière sostiene que cualquier cosa que acontezca en un
grupo está manifestando por medio del emergente el contenido
implícito de la situación de grupo. Pero debe agregarse que
ninguna de estas cosas (significantes) puede ser tomada como
indicio de dicho contenido implícito (esto es, ser tomada como
signo) hasta que no se le dé una explicación (significado). 0
sea que dentro de la estructura de lo manifiesto, todo es
significativo en tanto el operador pueda asignarle un
significado.
Cuando alguien pregunta: "¿qué significa que Fulanita se haya
caído de la silla justo en ese momento?", la respuesta tendrá
sentido sólo en términos de significado, o sea, si puede
asociarse el hecho y el momento en que ocurre a algún otro
suceso que lo determine (por ejemplo, que en ese momento se
estaba hablando de algo que la molestaba y pretendió de esa
manera desviar la atención). Más aún, corresponde al operador
también develar
la naturaleza del signo en términos del
acontecer grupal (por ejemplo, establecer si Fulanita, a través
de su caída, fue portavoz de un malestar de todo el grupo, o
bien
su
sensibilidad
respondió
más
bien
a
cosas
muy
personales).
Vale decir que, puestos frente al acontecer grupal, lo que
encontramos es que lo significativo no es el acontecer mismo,
sino la mirada que el observador le dirige. En un grupo se
producen muchos más acontecimientos que los que el operador
13
puede dar cuenta y por lo tanto es importante
resaltar el proceso de selección.
Nada tiene sentido fuera de la mirada del
observador, que es la que selecciona,
M/E/C
de la multiplicidad de eventos que el
grupo despliega aquéllos que serán
útiles en términos de su tarea. Y es precisamente esta
comprensión acerca de la naturaleza de su tarea (trabajar sobre
los obstáculos del grupo) la que direcciona su mirada y su
intervención. ,
Se ampliará esto en el punto siguiente (la posición del.
operador) pero vale la pena aclarar aquí que frente a la
constitución
de un
signo,
o sea cuando
algún
aspecto
de
lo
manifiesto
adquiere significado y. echa luz sobre la estructura de lo
latente, señalarlo o no dependerá del carácter de obstáculo que
dicho hecho presente. En todo grupo hay una estructura
imaginaria, que subyace, cuyo carácter en un determinado
momento y en función de una situación dada puede facilitar la
tarea del grupo o constituirse en obstáculo. Cuando el coordinador comprende algo acerca de lo
implícito, pero esto
no está obstaculizando la tarea, no
corresponde manifestarlo, simplemente puede quedar registrado
para ser introducido en el momento en que sea oportuno. Lo
contrario sería distraer la atención del grupo a una necesidad
del
propio
coordinador,
tal
vez
frustrado
frente a la
prescindencia
del grupo en
ese
momento
en
relación
a su rol.
Se
tienen
entonces
dos
planos,
el
de
lo
manifiesto,
explícito
o
consciente y
el
de
lo
latente,
implícito
o
inconsciente
en
sentido
descriptivo.
Existe
una
distancia
y
una
correspondencia entre ambos planos (Figura 4).
14
En un determinado momento el conjunto de elementos de lo
manifiesto es enfocado por la mirada del observador, que trata
de trascender dicho plano para iluminar algunos aspectos de lo
latente. Así, por ejemplo, un suceso (A), tomado como
significante, se constituye en signo cuando desde una posición
(1) se le asigna un significado (A') que corresponde al plano
de lo latente.
Es este un proceso de aproximaciones sucesivas y en un segundo
momento un suceso iluminará un sector (B) de lo implícito que
se sumará a(A) a los efectos de la
construcción de una
estructura latente.
Pero en
el primer momento, el mismo suceso (A): puede ser
mirado desde (2), iluminándose entonces los elementos (A'’) de
lo inconsciente. -¿Qué es lo que determina la posición desde
la que se mira, es decir-, (1) o (2)? ¿Es lo mismo "mirar"
desde cualquiera de ellas?
Los factores que determinan dicha posición, son tres: a) el
ECRO del operador, lo que equivale a decir que, por ejemplo, no
es lo mismo una
mirada desde un marco psicoanalítico que
otra con un marco conductista; b) lo sincrónico o sea, la
comprensión situacional que el operador tiene en función de lo
que aquí y ahora está pasando; c) lo diacrónico, es decir, los
datos qué agrega el conocimiento de las circunstancias del
proceso grupal hasta ese momento.
La Figura 4 en términos de proceso alude a la simbolización,
que puede describirse a través de los siguientes pasos (9):
1. Aprehensión de lo manifiesto, o sea, la caracterización del
existente y la detección de los obstáculos. Lo explícito debe
entenderse en su carácter bidireccional, ya que es a la vez
expresión y disfraz de la estructura implícita que subyace y
que, también ella, pugna por emerger (si no fuera así, no
tendría sentido la censura). Vale decir que en este paso hay un
encuentro de intencionalidades, la del operador que pretende
extraer significados de aquello que ve, y la del inconsciente
que busca vías de expresión.
2. Simbolización, que consiste en asignar un significado al
significante. Esto implica, en general, que de la variedad de
significados posibles se debe elegir uno. 0 sea que a través de
este paso, lo manifiesto como sentido señal dotado de
multiplicidad de significaciones posibles, permite el pasaje al
sentido significado de lo latente, como unidad significativa
que expresa conflictos y deseos. Es la interpretación.
3. Significación, que implica totalizar en una unidad de
sentido todos los significados obtenidos a lo largo del proceso
de simbolización. Esto significa poner el énfasis en el
carácter acumulativo del proceso, que a través de sus sucesivas
vueltas de espiral va estableciendo una relación dialéctica
entre la comprensión del operador y la elaboración del grupo.
En realidad no se trata de una significación, sino de una
superposición de estratos de significaciones que dependerán de
los distintos puntos de vista que adopte el operador, así como
de los diferentes niveles de profundidad que su mirada enfoque.
Lo cual significa que la estructura latente que emerge no es
sino una entre muchas posibles; y más aún, tal estructura sólo
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adquiere existencia a partir de la mirada del observador. Se
ampliará esto en el punto que sigue.
6. LA POSICIÓN DEL OPERADOR.
Se ha aseverado a lo largo del presente trabajo que, desde un
punto de vista explicativo, los sucesos del acontecer grupal
son significativos en la medida en que el operador les asigna
significado. Más aún, en el último párrafo del punto anterior
se ha hecho una aseveración aún más fuerte al sostener que la
estructura
latente sólo
adquiere existencia a partir de la
mirada del observador. Para explicar esto se recurre a las
siguientes proposiciones.
6.1, Una operación de distinción consiste en especificar una
figura y el fondo, del cual queda distinguida (10).
Referirse, por ejemplo, al grupo N°7 de cuarto año es una
operación de distinción, ya que quedan especificados en la
referencia ciertos alumnos, un coordinador y un observador,
emergiendo del fondo que constituye entonces, por ejemplo, el
conjunto de alumnos, coordinadores y observadores de cuarto
año.
Pues bien, la simbolización es una operación de distinción, ya
que en ella se distinguen ciertos elementos de lo explícito
(significantes), que pasan a ser figura por el hecho de
asignárseles un significado implícito relacionado con la
estructura latente del grupo.
6.2. La existencia de una unidad queda especificada por la
operación de distinción. Esto significa que un diamante puede
ser descripto como un objeto estético, como una inversión
económica o como una particular estructura cristalina. E1
diamante es todas esas cosas simultáneamente pero su existencia
adquiere sentido en el discurso de un operador en función del
punto de vista que lo lleva a definirlo de esa manera y no de
otra. Trasladar este concepto al plano de lo grupal significa,
por ejemplo, que frente a un grupo de aprendizaje que está
trabajando la temática y se enfrenta con un obstáculo en un
momento dado (enunciado como emergente por uno o varios
portavoces), el coordinador puede: a) entender este obstáculo
como epistemológico y analizar las dificultades de orden
conceptual que lo motivan; b) pensar que la dificultad es de
orden epistemofílico y que hay ciertas elementos implícitos en
la trama vincular del grupo que impiden la elaboración
conceptual.
Lo más probable además es que tanto (a) como (b) sean ciertas,
pero una u otra explicación otorga existencia;"ilumina"
distintos aspectos de lo latente en el grupo.
6.3. E1 postulado científico de
OBJETIVIDAD significa,
implícitamente, la existencia de un objeto, existencia ésta que
es independiente de la posición del operador.
Sin embargo, cuando sobre todo en ciencias sociales se habla de
la subjetividad del observador, a lo que se alude precisamente
es a que la existencia del objeto como tal está íntimamente
relacionada con la operación de distinción que lo distingue
como figura de un fondo.
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Si se habla de OBJETIVIDAD, prima el objeto y cualquier
discusión versará sobre el objeto; si se pone la objetividad
entre paréntesis, o sea, si se reconoce la influencia de 1a
posición del operador, lo que prima es la operación de
distinción. Cualquier diferencia de opiniones llevará a
discernir entre los criterios de distinción antes que sobre las
propiedades del objeto mismo.
Una "familia" pueden ser "papá, mamá y los dos hijos" o incluir
también a "la empleada y a la vecina viuda que vive más con
ellos que en su casa lo que cambia es el criterio de
distinción:' las relaciones de parentesco en el primer caso,
las relaciones de convivencia en el segundo. Siguiendo el
ejemplo
del
punto
6.2
caracterizar
el
obstáculo
como
epistemológico o epistemofílico dependerá, no del obstáculo en
sí mismo, sino no de lo que se propone priorizar el coordinador
al señalarlo.
Se sabe además que la distinción de un obstáculo como
epistemológico o epistemofílico no es sino un instrumento de
análisis ya que ningún obstáculo es solamente epistemológico
La estructura de lo latente es un. Acto de imaginación del
operador.
Imaginación,
etimológicamente,
alude
a
mirada
interior, y es lo que hace el coordinador cuando establece
nuevas conexiones o reordena las que están presentes en un
grupo en un determinado momento.
Es esa mirada interior la que lo lleva a establecer una
explicación, ya que toda explicación es una conexión parcial de
sucesos o ideas y su riqueza se deduce de la riqueza de las
conexiones que el
observador
está
("internamente")
en
condiciones de hacer. Puestos frente a un coordinador que se
estereotipa, que "ve" siempre lo mismo, debe pensarse, primero,
que es él quien ha perdido riqueza, posibilidad de descubrir
nuevas explicaciones, y no el acontecer del grupo que se ha
empobrecido.
6.5. La riqueza de las explicaciones que el operador pueda
realizar dependen de su capacidad. Tal capacidad está
constituida por: a) la variedad de sus experiencias anteriores
que, internalizadas y conceptualizadas, le permiten reconocer
analogías y diferencias frente a la situación presente. E1
observador es siempre un testigo desde su experiencia, que es
de donde surge la proposición explicativa; b) la concordancia
operacional que establece con el grupo, o sea, la relación que
tienen las experiencias que ha vivido con la realidad del grupo
sobre el que está operando. Un coordinador puede haber
coordinado muchos grupos de adultos, pero esa experiencia será
relativa puesto frente a uno de adolescentes; c) la posibilidad
de
instrumentar
la
transferencia
recíproca
(contratransferencia), es decir, de recurrir a la naturaleza
afectiva de su vínculo con el grupo para alimentar su capacidad
fantástica de establecer hipótesis acerca de la estructura
inconsciente del mismo; d) finalmente, su ECRO que de algún
modo resume todo lo anterior al constituirse en el conjunto de
conceptos y experiencias a los que se hace referencia para
operar.
17
6.6. Si la estructura de lo latente es un acto de imaginación
del operador, ¿por qué habrían dos operadores de hacer la misma
caracterización en un determinado momento?
Si todo es tan subjetivo (o más bien, se pone la objetividad
entre paréntesis), ¿por qué habría consenso en lo que se
prioriza como obstáculo frente a una situación dada? '
He aquí, precisamente, la importancia del ECRO. Toda mirada es
una mirada desde, un marco conceptual y todo lo dicho es dicho
por un observador a otro observador (que puede ser él mismo)
desde dicho marco conceptual. La noción de tarea, por ejemplo,
es uno de los elementos basales del ECRO y dos operadores
podrán acordar en la lectura del material que produce un grupo
y la estrategia necesaria para permitirle enfrentar sus
obstáculos y elaborar sus ansiedades, sólo en la medida en que
compartan sus ideas acerca de cuál es la tarea de ese grupo.
Más aún, el ECRO no es sólo importante en términos de consenso,
sino que además es lo que permite al operador tomar distancia
del grupo, reconocer su implicación en tanto está incluido en
el fenómeno que observa, y desde esa distancia (óptima) operar.
La posición del operador no sólo se prescribe en el encuadre;
el operador no puede construir su lugar sino ejerciendo su
ECRO.
6.7. Lo dicho hasta aquí implícitamente sugiere que ninguna
descripción de una realidad absoluta es posible.
"La realidad cognitiva que se genera es inevitablemente
relativa al observador (11)
Cabe agregar que esta realidad está constituida por un sistema
(grupo) en continuo cambio estructural y que dicha operación consta de tres momentos: a) el momento de la mirada exterior en
primera instancia, puesta en lo manifiesto del acontecer
grupal. Saber operar es, ante todo, saber mirar.
b) la construcción de un modelo (interior) de lo que se mira, o
sea una representación funcional, en este caso, de la
estructura latente del grupo.
c) la operación propiamente dicha, es decir, el momento de la
intervención.
A dicha intervención sobrevendrá un emergente que caracterizado
como nuevo existente nos lleva nuevamente a la unidad de
trabajo, punto inicial y final de este itinerario.
Una sola acotación a modo de cierre: la construcción de un
modelo, el proceso de simbolización, suele ser algo sumamente
costoso y además; apreciado, tanto por el grupo como por el
coordinador mismo, cuando emerge en toda su plenitud y ayuda a
la productividad grupal. Pero su poder explicativo se pierde
cuando se estereotipa por lo que el operador debe tener una
disposición permanente a negar aquello que acaba de construir;
debe
conservar
la
posibilidad
de
desestructurar
sistemáticamente 1o que tanto le ha costado estructurar, para
poder así posar una mirada fresca sobre el grupo.
Decir esto no es más que reconocer para el operador la
necesidad de descentramiento,la posibilidad de desprenderse de
las propias criaturas y aceptar,no importa el encanto que
produzcan, la fugacidad de su existencia.
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7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
(1) La definición de emergente pertenece a Nadel, y está citada en
"Ideología, grupo y familia, de A. Bauleo
(2) La definición citada de Psicología Social pertenece a "Aportaciones a
la didáctica de la Psicología Social", de Pichón-Rivière, en colaboración
con Ana P. de Quiroga, artículo contenido en el libro "E1 Proceso Grupal",
Ed. Nueva Visión.
(3) Historia de la técnica de los grupos operativos, de Pichón-Rivière en
Temas de Psicología social, ano 4, N°3, septiembre 1980,
(4) Sigmund Freud. Introducción al psicoanálisis. Los sueños Contenido
manifiesto e ideas latentes del sueno.
(5) Sigmund Freud. La Metapsicología. Lo inconsciente.
(6) E. Morin. E1 método. La naturaleza de la naturaleza (tomo I), Editorial
Cátedra - Barcelona.
(7) E. Pichón-Rivière. Transferencia y Contratransferencia en la situación
grupal, en "El Proceso Grupal",
(8) D. Anzieu,' "E1 grupo y el inconsciente"
(9) Conceptos extraídos de clases dadas por Yañez Cortez en la Universidad
de Belgrano
(10) H. Maturana y F. Varela. "Teoría de autopoiesis", GESI', cuaderno Nº4
(11) H. Maturana y F. Varela. Op, cit.
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