LAS PERSONAS OBSESIVAS CON SU PAREJA

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LAS PERSONAS OBSESIVAS CON SU PAREJA
Las personas obsesivas se pueden clasificar desde muchos aspectos, en este artículo me referiré
a aquellas que se obsesionan con sus parejas, que en muchos casos el titulo de obsesividad va más allá
de un diagnóstico clínico y se entrelaza con inseguridad, baja autoestima o carencia de algún aspecto en
la vida socio-afectiva, sin que se mal interprete que efectivamente sí existen personas obsesivas con su
pareja, que aplican a un trastorno emocional o de personalidad como tal, pero son minoría.
“PUEDE ESTAR CON TU PAREJA CON TODAS SUS FUERZAS, PERO SI LA CONVIERTE EN EL EJE DE
SU EXISTENCIA Y SU CARIÑO ES OBSESIVO: ¡CUIDADO!, SU RELACIÓN PUEDE TENER RASGOS
PATOLÓGICOS QUE LE IMPEDIRÁN DISFRUTAR DEL VERDADERO AMOR”.
La frase anterior se refiere a aquellas personas que dejan de lado su individualidad, viven en
función a la relación de pareja, desarrollan una dependencia emocional, existe un apego que no es sano,
y dejan de disfrutar de manera autónoma de sus emociones, y hacen de las emociones del otro las
suyas, es decir, si la pareja está alegre la “relación la perciben como estable”, pero si la persona está
molesta la “relación está mal y empiezan los signos obsesivos por buscar alternativas innecesarias para
“contentar” a la pareja con el fin de percibir seguridad en la relación”, lo anterior describe que la
persona vive en función a las emociones del otro y minimiza los propios o los ignora con tal de tener
toda su atención en el otro.
Al inicio del artículo mencioné que más que un diagnóstico clínico tiene que ver con aspectos
socio-afectivos de las personas, y destaco que muchas de estas obsesiones tienen que ver con la primera
infancia, con el factor familiar, este deseo irresistible por el otro tiene sus orígenes desde ahí. Ya que si
de niños(as) no recibimos el suficiente cariño ni el reconocimiento de los padres o adultos que nos
rodean, se trata de compensar en la vida adulta, en consecuencia exige un afecto desmedido en su
pareja y se genera un alto temor al abandono o a ser abandonado por el otro. Durante el desarrollo del
vínculo con el otro existe una sumisión e idealización extrema que no va de la mano con la realidad; por
ejemplo si solo están saliendo y ya se besaron, la persona puede visualizar matrimonio, cuando apenas
se están conociendo y ni siquiera han titulado la relación de noviazgo, suelen comprometer al otro y a
involucrarlo a la brevedad en actividades familiares para demostrarlo como una hazaña, y eso es muy
dañino para ambos y causa mucho dolor (que en casos suele reprimirse) a la persona “obsesiva”. Sin
embargo puede ocurrir lo contrario y desarrollar durante la construcción de ese vínculo un complejo de
“independencia”, y son esas personas que verbalizan y aseguran no requerir de alguien para que los
ame o se preocupe por ellos, son personas que se sienten débiles si demuestran sus sentimientos. La
carencia afectiva en la que están inmersos hace que proyecten “seguridad” y cuando alguien logra
derribar esa barrera puede encontrarse con una persona que a largo plazo muestre obsesión por la
relación, porque recordemos que los extremos son malos, sobretodo en la materia del amor y las
relaciones de pareja.
Es natural que a lo largo de nuestras vidas nos apeguemos a las cosas y a las personas, ya que
esto nos enseña a crear vínculos amorosos y vamos madurando con el paso del tiempo gracias a dichos
apegos; nuestros primeros apegos son con nuestros padres, luego con nuestros amigos y en la vida
adulta con nuestro compañero(a) sentimental y que se desarrolle con este último un vínculo para
cumplir expectativas, para la demostración recíproca de amor y comprensión, lo que no es natural es
cuando se deja de ser uno mismo, se desarrolla dependencia y se idealiza el vínculo.
“Como señala el psicoterapeuta González Núñez, los primeros años de vida marcan nuestro
desarrollo. “en esta etapa es fundamental el cuidado físico y emocional de parte de nuestros padres:
sentir sus abrazos, caricias, besos, miradas, que nos escuchen; también requerimos de cuidados básicos
de higiene y alimentación. Si fallaron en alguno de ellos, se quedan huecos de dependencia, que
trataremos de satisfacer de manera inmadura toda la vida”. Así mismo, existen personas que se
quedan atrapadas en esta etapa dependiente en la que hubo un amor sobre protector, que las lleva a
buscar el amor “perfecto”, lo cual evidentemente, las conducirá a una búsqueda interminable, dañina y
a una insatisfacción permanente. Si alguno de estos ejemplos es su caso es mejor buscar asesoría
profesional, ya sea por carencias socio-afectivas o por aspectos patológicos como tales. A lo anterior se
le pueden sumar los llamados celos extremos o patológicos.
Describiré a continuación algunos aspectos que le pueden orientar para saber si usted o su
pareja es una persona obsesiva (de acuerdo a los criterios del DSM IV, relacionándolos con la pareja o la
relación):
Las obsesiones se definen por (1), (2), (3) y (4):
(1) pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún
momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar
significativos.
(2) los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas
sobre problemas de la vida real.
(3) la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta
neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
(4) la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto
de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)
Otros de los errores en una relación que pueden se dañinos son:
 El absolutismo que son aquellos que pasan demasiadas horas juntos, no soportan
estar separados, se llaman por teléfono, se envían mensajes al celular, o e-mails
continuamente, no hacen nada sin que el otro lo sepa, o participe, y esto en muchos
casos les hace sentirse prisioneros, sin libertad, perseguidos, asfixiados, pierden
individualidad, independencia y espacio íntimo, eso es una dependencia enfermiza
que tarde o temprano termina en ruptura y heridas emocionales.
 La premura sexual que ocurre cuando “tu cuerpo” se enamora de “otro cuerpo”;
suena raro, pero sucede con mucha frecuencia, ya que los cuerpos tienen tanta
química que se atraen de forma exagerada, y el cerebro se les desconecta (por decirlo
de alguna manera) y sólo quieren fusionarse en besos y abrazos, y cuando se dan las
conversaciones no saben de qué hablar y se llegan a decepcionar.
 La idealización es cuando se inventa un ideal que no existe. Te enamoras del amor y
empiezas a “amar” a alguien que consideras perfecto y te impide ver los defectos,
tolerar malos tratos, vicios, infidelidades o desprecios, creyendo que todo está bajo
control o que la otra persona va a cambiar, y en muchos casos ésta produce suicidios
amorosos y depresión.
Lo mejor es que te conozcas primero a ti mismo y una vez dado este paso, intenta
conocer personas que te acepten como eres y que tú las aceptes como son, para poder definir
quién podría ser una pareja con la que quieran compartir (con sus defectos y virtudes) bajo una
relación sana y si no sabes cómo hacerlo puedes buscar ayuda para que te orienten. No sufras
ni hagas sufrir a otros, solo trata de creer en el amor sano y NO en el amor obsesivo.
Msc. Laura Alfaro Calvo.
Psicóloga Clínica.
Tel.: 25-52-74-39.
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