SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES Oficio 220-004622 de 2012 (Enero 17)

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SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES
Oficio 220-004622 de 2012
(Enero 17)
ASUNTO: Régimen aplicable a los administradores
Me refiero al escrito radicado en esta Entidad el 25 de noviembre de 2011 con el
número 2011-01-369738, mediante el cual solicita respuesta a los interrogantes que
a continuación se exponen:
1. ¿El artículo 6 de la ley 155 de 1959, el cual procede a transcribir, está vigente
para los administradores o fue derogado?.
ARTÍCULO 6 ley 155 de 1959. “Los presidentes, gerentes, directores, representantes
legales, administradores o miembros de juntas directivas de empresas industriales
constituidas en forma de sociedades anónimas, no podrán distribuir por sí ni por
interpuesta persona los productos, mercancías, artículos o servicios producidos
por la respectiva empresa o sus filiales, ni ser socios de empresas comerciales que
distribuyan o vendan principalmente tales productos, mercancías, artículos o
servicios.”
2. ¿En caso de que esté derogado el citado artículo, cuál es el nuevo régimen
aplicable a los administradores?
3. ¿El Artículo 404 del Código de Comercio, el cual transcribe a continuación, es
una norma imperativa o es una norma de libre disposición?.
Artículo 404 Código de Comercio. “Los administradores de la sociedad no podrán
ni por sí ni por interpuesta persona, enajenar o adquirir acciones de la misma
sociedad mientras estén en ejercicio de sus cargos, sino cuando se trate de
operaciones ajenas a motivos de especulación y con autorización de la junta
directiva, otorgada con el voto favorable de las dos terceras partes de sus
miembros, excluido el del solicitante, o de la asamblea general, con el voto
favorable de la mayoría ordinaria prevista en los estatutos, excluido el del
solicitante”.
4. En el caso de que una junta directiva tolere la violación a ésta norma (Artículo
404 Código de Comercio), ¿cuáles son las sanciones a que estaría sometido
dicho órgano?.
En cuanto al interrogante planteado sobre la vigencia del artículo 6 de la Ley 155
de 1959, por tratarse de un estatuto que dicta disposiciones sobre prácticas
comerciales restrictivas, la Superintendencia de Industria y Comercio, organismo
encargado de ejercer las funciones establecidas en la referida ley se ha
pronunciado sobre la materia. Ejemplo del criterio expuesto por dicha entidad es
el concepto número 98053021 del 28 de octubre de 1998, el cual expresó:
“…2. Artículo 6
La prohibición prevista en el artículo 6º de la Ley 155 de 1959 señala que los administradores
de empresas industriales constituidas en forma anónima o de responsabilidad limitada, les
está vedado distribuir mercancías o servicios de la empresa con la cual se encuentran
vinculados. Así mismo se le prohíbe a los administradores ser socio de sociedades dedicadas
a la fabricación de los mismos productos.
El parágrafo primero de la precitada disposición extiende esta prohibición a los padres,
cónyuges, hermanos e hijos de aquellos funcionarios.
De acuerdo con esta norma, el legislador busca evitar que las actividades industriales y
comerciales sean dirigidas en su distribución por un escaso número de personas con vínculos
familiares, alcanzando así una posición de dominio de un determinado sector de la
economía.
Con la expedición de la Ley 222 de 1995, el legislador señaló que es deber de los
administradores abstenerse de participar, por sí o por interpuesta persona en interés personal
o de terceros, en actividades que impliquen competencia con la sociedad o en actos
respecto de los cuales exista conflicto de intereses, salvo autorización expresa de la junta de
socios o asamblea general de accionistas.
En ese entendido, el legislador deja vigente y con fuerza el artículo 6º de la Ley 155 de 1959,
creando una excepción a su aplicación al permitir al administrador ser competencia de la
empresa con la cual mantenga un vínculo laboral, siempre y cuando el órgano societario así
lo autorice.
En esta medida, el artículo 6 de la precipitada ley debe ser interpretado en concordancia
con la Ley 222 de 1995.
En lo que respecta al tema societario, y frente al tema de administradores, el
régimen aplicable está contenido en el libro II del Código de Comercio y en la
Ley 222 de 1995, normatividad que define quienes ostentan la calidad de
administradores, sus deberes y la responsabilidad en las actuaciones, conceptos
que se desarrollan en la Circular Externa 100-006 del 25 de marzo de 2008, que
podrá consultar a través del ingreso a nuestra página de Internet
En lo que respecta a la pregunta del numeral 3., es claro que el artículo 404 del
Código de Comercio, se trata de una norma imperativa, en la medida que
prohíbe a los administradores, valga decir, representantes legales, liquidadores,
factores, miembros de juntas o consejos directivos, y demás personas que de
acuerdo con los estatutos ejerzan o detenten funciones de administración
(artículo 22 Ley 222 de 1995) ”…enajenar o adquirir acciones de la misma
sociedad….”
Las sanciones administrativas para los miembros de junta directiva que toleren la
transgresión de lo establecido en la citada normatividad, serán las previstas en el
numeral 3. del artículo 86 de la Ley 222 de 1995, como quiera que en el ejercicio
de funciones como administradores, les compete velar por el estricto
cumplimiento de las disposiciones legales y estatutarias (numeral 2. artículo 23
ibídem), sin perjuicio de las acciones de responsabilidad individual que puedan
ser iniciadas.
En cuanto a los efectos de la acción social de responsabilidad que se inicie
contra un administrador, esta entidad se ha pronunciado con anterioridad,
particularmente en el oficio 220-13628 de febrero 28 de 2000, el cual determinó:
“…
Así que son dos las consecuencias de la decisión del máximo órgano social de adelantar
contra el administrador una acción social de responsabilidad, la primera, abre la puerta para
acudir ante la jurisdicción y la segunda, impone la remoción del administrador contra el cual
se adelantará la acción. Es oportuno precisar que de conformidad con la disposición
inocada, la decisión de iniciar la acción social de responsabilidad "implicará la remoción de
los administradores", luego es claro que no se requiere adoptar dos decisiones diferentes: la
de iniciar la acción y la de la remoción, sino que acordada con el lleno de los requisitos
pertinentes, la primera, per se, se genera la segunda, obviamente respecto del administrador
contra el cual se hubiere aprobado la iniciación de la acción referida.”
En los anteriores términos hemos dado respuesta a su consulta, no sin antes
manifestarle que los efectos del presente pronunciamiento son los contemplados
en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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