REFORMA RÉGIMEN RETRIBUTIVO ADMINISTRADORES
Las últimas Reformas de la Ley de Sociedades de Capital, la Ley Reguladora del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas y la Ley del Impuesto de Sociedades, junto con los últimos
criterios jurisprudenciales, han afectado al régimen retributivo de los Administradores de las
Sociedades Mercantiles y sus consecuencias fiscales.
La consecuencia práctica de estas reformas es que, en todos aquellos casos en los que los
Administradores de Sociedades de Capital (Ya sean Sociedades de Responsabilidad Limitada o
Sociedades Anónimas) perciban de éstas cualquier tipo de retribución, ya sea por su cargo de
administrador, como por cualquier otro concepto, y en los Estatutos se regule el cargo como
“gratuito”, va a ser necesario realizar una reforma estatutaria que contemple, por un lado que
el cargo de administrador es retribuido, y por otro, la posibilidad de que los administradores
puedan percibir retribuciones tanto por su cargo de administrador, como por la realización de
otras actividades o funciones para la sociedad no inherentes a dicho cargo, y ello por 2
razones:
I.
En los casos en que el Administrador de una sociedad perciba una retribución y
los Estatutos Sociales regulen el cargo como gratuito, la Ley del Impuesto de
Sociedades impide contemplar dicha retribución como un gasto deducible, con
los perjuicios obvios que ello supone para la sociedad si realiza un gasto que
no puede deducirse.
II.
La Ley del IRPF establece que en las retribuciones de los miembros de los
órganos de administración (administradores y consejeros de un Consejo de
Administración) deberá aplicarse una retención en concepto de pago a cuenta
del IRPF del 37%, por lo que interesa prever estatutariamente la posibilidad de
que no todas las retribuciones que reciban las personas que ostenten cargos
del órgano de administración sean percibidas por funciones inherentes a dicho
cargo, para evitar así un tipo de retención tan alto en la totalidad de sus
percepciones.
La reforma de los Estatutos permitirá:
1º Que las retribuciones que perciban los administradores puedan ser consideradas a efectos
del Impuesto sobre Sociedades como un gasto deducible.
2º Diferenciar dos tipos de retribuciones para los administradores, una como consecuencia
directa de las funciones que ejerza como miembro del órgano de administración, y otra como
consecuencia de aquellas funciones no inherentes a dicho cargo.
Ante esta nueva situación, existen 3 opciones para formalizar la retribución de los
Administradores:
A) RETRIBUCIÓN DE LOS ADMINISTRADORES MEDIANTE UNA CUANTÍA FIJA A
ESTABLECER EN JUNTA GENERAL, PAGADERA EN UNO O VARIOS PAGOS, REFLEJADA
EN UNA NÓMINA EMITIDA EN CONCEPTO DE “ADMINISTRADOR” Y FACTURACIÓN DE
ESTOS CONTRA LA EMPRESA POR AQUELLAS FUNCIONES NO INHERENTES AL CARGO
DE ADMINISTRADOR.
Esta sería la opción que menos problemas ofrecería ante la Agencia Tributaria, para
evitar el pago a cuenta de un 37% en concepto de IRPF por la totalidad de
percepciones del Administrador. El Administrador podría cobrar mediante una
nómina, o varias, la cuantía que en Junta General se acuerde como “Retribución del
Administrador” y sobre esta cuantía a percibir por tal condición se aplicaría un 37% de
retención en concepto de pago a cuenta del IRPF. El resto de las percepciones que
hasta la fecha venía percibiendo el Administrador por sus trabajos para la sociedad,
distintos de los que corresponden al cargo de administrador, las percibiría mediante
emisión de Facturas contra la sociedad, con IVA y sin retención de IRPF. Esta opción
conlleva que el Administrador deberá estar dado de alta de una Actividad Económica,
y dado de alta del Régimen General de IVA y Estimación Directa Simplificada de IRPF,
lo que implica presentar declaraciones trimestrales de IVA (Modelo 303) e IRPF
(Modelo 130), y resumen anual de IVA (Modelo 390).
B) RETRIBUCION DE LOS ADMINISTRADORES MEDIANTE UNA CUANTÍA FIJA A
ESTABLECER EN JUNTA GENERAL, PAGADERA EN UNO O VARIOS PAGOS, REFLEJADA
EN UNA NÓMINA EMITIDA EN CONCEPTO DE “ADMINISTRADOR” Y RETRIBUCION DEL
RESTO DE FUNCIONES MEDIANTE EMISIÓN DE NÓMINAS POR OTRO CONCEPTO.
En este caso a las nóminas que se emitieran en concepto de retribución del
administrador se les aplicaría una retención del 37% en concepto de pago a cuenta del
IRPF, y en el resto de nóminas se aplicaría el tipo de IRPF que correspondiera en
función de la situación personal y familiar del trabajador.
Esta opción, que sin embargo es la más recomendada por la mayoría de despachos
profesionales dedicados a las funciones de consultoría y asesoría, por resultar menos
traumática para el cliente y no comportar nuevas obligaciones fiscales para los
administradores, tiene un riesgo, y es que la Jurisprudencia viene considerando
últimamente que la totalidad de percepciones que un administrador reciba de la
sociedad lo son por su cargo, con independencia de las funciones que desarrolle, y por
tanto ello implicaría que sobre todas las cuantías percibidas mediante nómina debería
aplicarse una retención del 37% en concepto de pago a cuenta del IRPF.
C) RETRIBUCION DE LOS ADMINISTRADORES MEDIANTE UNA CUANTÍA FIJA A
ESTABLECER EN JUNTA GENERAL, PAGADERA EN UNO O VARIOS PAGOS, REFLEJADA
EN NÓMINAS EMITIDAS EN CONCEPTO DE “ADMINISTRADOR”, SIN CONTEMPLAR
POSIBILIDAD DE RETRIBUCIÓN POR FUNCIONES DIFERENTES A LAS INHERENTES AL
CARGO DE ADMINISTRADOR.
Esta sería la opción más sencilla, pero la más gravosa, siempre que al administrador,
por situación personal y familiar, le correspondiera un tipo de retención de IRPF
inferior al 37%, ya que aplicando este criterio, se aplicaría a la totalidad de
percepciones del administrador una retención del 37% en concepto de pago a cuenta
del IRPF.