Gestión de Residuos Sólidos

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INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DE LOS RESIDUOS
Sobre la gestión y los instrumentos utilizados
Introducción
Entre los diversos calificativos que intentan atrapar en una expresión las
características de las modernas sociedades urbanas, sin duda uno de los más
apropiados es el de "grandes santuarios del desperdicio".
A diferencia de lo que ocurre en la naturaleza o en los ámbitos rurales
tradicionales, la civilización industrial y metropolitana genera un volumen tal de
basuras, desechos y residuos de todo tipo que cualquier observador externo
podría pensar que ese es el principal objetivo de su existencia. El insensato
dispendio de bienes y energía que se permite una sociedad moldeada bajo la
consigna de "usar y tirar", así como los cada vez mayores desequilibrios que
semejante despilfarro introducen en el medio ambiente, hacen imprescindible
buscar y poner en práctica urgentes alternativas de reciclaje para evitar, o al
menos
reducir,
el
impacto
de
ese
frenesí
dilapidatorio.
Los problemas asociados a la generación, manejo y eliminación final de los
residuos, tanto urbanos como industriales, son problemas ambientales que se
inscriben en un contexto mayor. El enfoque y el tratamiento habitual del
problema de los residuos en América Latina suele ser parcial y unilateral, y no
asume todas las dimensiones que están presentes.
Un diagnóstico inicial nos lleva primero a la necesidad de desarrollar un marco
conceptual mucho más amplio, una política integral de residuos, la que
incluyera las principales variables en juego y que asumiera el enfoque holístico,
sistémico y multidisciplinario que se requiere. La existencia y gestión de los
residuos a lo largo de todo su ciclo de vida, plantea problemas de muy diversa
índole, y una política para tratarlos adecuadamente debe abordar al menos los
principales.
Lo primero es definir lo que llamamos "política integral de gestión
ambientalmente adecuada de residuos", la cual realiza un enfoque
interdisciplinario, con énfasis en la política, abordando diversos aspectos
relevantes para resolver los problemas de residuos propios de las ciudades
modernas, tales como los aspectos políticos, legales, institucionales, técnicos,
económicos, instrumentales, de ordenamiento territorial y espacial, así como
los relativos a la sensibilización y educación de la población.
Sobre la gestión de los residuos sólidos en américa latina y los instrumentos
utilizados
De los instrumentos utilizados en la región se desprende que las estrategias
seleccionadas priorizan los instrumentos tradicionales de gestión de residuos y
no las actividades vinculadas a una gestión ambiental preventiva.
En relación con los residuos industriales, de todos los tipos y con pocas
excepciones, la situación es muy precaria. Por lo general se desconoce
quiénes generan esos residuos, cuánto generan, qué tipos principales de
residuos se generan y cuáles son las prácticas de manejo y destino final. Esta
situación es especialmente grave en lo que se refiere a los residuos industriales
peligrosos. Se requiere proponer e implementar soluciones para una gestión
ambientalmente adecuada de estos residuos.
La responsabilidad del tratamiento, el transporte y la disposición final recae
fundamentalmente en forma directa o indirecta en los municipios, sin que los
costos asociados a esta actividades (tratamientos, transporte y disposición
final) estén vinculados a la naturaleza del residuo o a la cantidad generada.
Cuando se formalizan los contratos de otorgamiento de concesiones de
operación de rellenos sanitarios a empresas privadas (a las que también se les
pagará el servicio de monitoreo una vez que se cierre el relleno) se producen
dos situaciones típicas de subsidio encubierto de estas actividades. Las tasas
que pagan los contribuyentes, muchas veces asociadas a las tasas de
alumbrado, barrido y limpieza (Argentina), a los impuestos territoriales (Chile) o
las tareas de consumo de energía eléctrica (Ecuador) no se calculan en función
de las cantidades generadas; -los que generan poco residuo, subsidian a los
que generan más-. Si al operador del relleno sanitario se le abonan sus
servicios en función del peso del residuo recolectado y no se recupera vía
aumento posterior de las tasas, esto además puede ir en detrimento de otros
servicios municipales o de las mismas finanzas municipales.
Por otro lado, los costos ambientales asociados tampoco se asignan
equitativamente y se perpetúan las situaciones en las que los rellenos se
localizan en áreas donde se concentra la población de bajos ingresos o zonas
cada vez más alejadas del lugar de origen de los residuos.
Entre otros problemas no resueltos se encuentran los vertederos a cielo abierto
y la falta de segregación de residuos hospitalarios e industriales de las
corrientes de residuos domiciliarios. En dos municipios argentinos - Córdoba y
Laprida - uno de los instrumentos de gestión utilizados fue integrar a la
economía formal los circuitos marginales de recuperación de residuos de los
"cirujas", mejorando las condiciones sanitarias y económicas de los operadores
de esta actividad, recuperando los costos de implementación y funcionamiento
del sistema a través del recupero económico derivado del reciclado de algunos
residuos segregados (papel, aluminio, plástico, vidrio, etc.).
En la región se encuentra extendida la legislación sobre residuos peligrosos
que incluye la categorización y caracterización de residuos, las
responsabilidades civiles y penales de generadores y operadores y un Sistema
de Manifiestos al estilo norteamericano. Los límites permisibles incorporados
en las reglamentaciones en general no fueron consensuados con la comunidad
regulada y si bien el sistema ya está en funcionamiento, no existe la
infraestructura de rellenos de seguridad necesaria. Este problema se presenta
en la Argentina y Brasil provocando la acumulación de residuos en plantas
fabriles o su desvío hacia lugares inadecuados de disposición.
Las entidades industriales intermedias adoptaron actitudes disímiles según
haya sido su grado de participación en la etapa de diseño de estas normas. En
Chile, la Sociedad de Fomento Fabril recomendó a sus asociados tomar una
actitud proactiva en relación a la nueva normativa para proporcionar a las
autoridades información acerca de los volúmenes y circuitos de gestión de sus
residuos. La unión Industrial Argentina en cambio no respaldó la Apertura del
Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos Peligrosos y
cuestionó formalmente los contenidos de la ley y su reglamentación con
posterioridad a su entrada en vigor.
Sobre las cuestiones institucionales
La normativa ambiental exige instituciones competentes con recursos humanos
y de cooperación, con financiamiento y con equipos adecuados, capaces de
fiscalizar, monitorear y sancionar a quienes no cumplen. De otra manera la ley
es
letra
muerta.
La institucionalidad ambiental en la región es aún precaria y tiene una gran
plasticidad porque se están creando instituciones nuevas, ministerios,
comisiones, departamentos en los distintos sectores. Las atribuciones
ambientales se están concentrando en instituciones específicas y a la vez se
están descentralizando.
Existe en la región una gran necesidad de desarrollar instituciones ambientales
modernas y eficaces, con respaldo político, con capacidad fiscalizadora, con
poder sancionador, con presupuesto.
Sobre los instrumentos económicos y de gestión
La política para el manejo de los residuos requiere de instrumentos apropiados
para conseguir sus objetivos. Existe una discusión acerca del tipo de
instrumentos a utilizar, si son de regulación o de mercado. Es una discusión
muchas veces cargada de ideología y que toma como modelo el fracaso de la
regulación en los países de Europa del Este, en tanto por el otro lado, favorece
los instrumentos de mercado no siempre porque ellos sean más eficaces o
hayan dado mejores resultados sino porque están en la línea de la liberación
de mercados, lo cuál ha dado algunos buenos resultados en la región.
Sin embargo el tema del medio ambiente es uno de aquellos donde aparece
muy clara la legitimidad de la intervención del Estado. El mercado por sí solo
no ofrece un nivel adecuado de protección de los recursos. Por el contrario, la
tendencia del capital y su necesidad de hacer ganancias en el corto plazo y
minimizar sus costos, está llevando a situaciones críticas no sólo a los recursos
naturales renovables de la región, sino a niveles de contaminación intolerable
en suelos, agua y aire.
Los gobiernos deben disponer de una amplia gama de instrumentos
económicos para incentivar el cumplimiento de las normas ambientales, para
fomentar el uso de tecnologías más apropiadas , para hacer inversiones en
plantas de tratamientos , para evitar y minimizar los residuos o para evitar
aquellos más riesgosos y peligrosos , para orientar la actitud empresaria hacia
prácticas más benignas con el medio ambiente.
Por lo general la gama de instrumentos utilizados en este campo es muy
estrecha y pobre . A lo más se utilizan las tarifas del servicio de aseo para
residuos domiciliarios las cuales suelen estar ligadas al impuesto territorial o de
bienes raíces. Normalmente existen amplios subsidios, que incluyen a los
propietarios con predios de bajo valor, lo cuál por otra parte crea déficit
importantes en muchos servicios municipales. Por otra parte, de los pocos que
pagan existe un subsidio perverso, ya que los de menor ingreso subsidian a los
de mayor ingreso. En algunos países se ha innovado ligándolas al pago de
otros servicios como en electricidad o el agua, con vistas a buscar un criterio de
diferenciación y la proporcionalidad entre los niveles de ingreso y gasto familiar
con
las
tarifas
del
servicio
de
aseo.
Pero existen muchos otros instrumentos, que podrían ser utilizados. Los cargos
diferenciados por contaminación suelen ser utilizados, por ejemplo en
Alemania, para incentivar la no generación, la generación de residuos menos
peligrosos, el mejor tipo de tratamiento (biológico, químico o físico) y la
minimización del volumen de residuos destinado a depósito final. Al ser
diferenciados los cargos por tipos de residuos, por clase de tratamiento y por
lugar de destino final-poniendo valores mas altos a aquellas alternativas que la
autoridad quiere desestimular-,se está orientando a los generadores hacia
patrones de conducta más armoniosas con el medio ambiente.
Entre los instrumentos de gestión cabe destacar las Evaluaciones de Impacto
Ambiental, las auditorias ambientales y los sistemas de gestión y de calidad
ambiental. Estos últimos han sido abordados por las normas ISO 9000 y 14000,
las cuales han sido poco incorporadas por las empresas latinoamericanas, pero
podrían ser de mucha utilidad no sólo para efectos ambientales y un adecuado
control de los residuos, sino también por efectos comerciales y de
competitividad.
No es posible seguir pensando que la gestión de residuos es meramente un
problema técnico de diseño y gestión de un relleno sanitario, complementado
por una sesuda norma técnica. El primer problema que habrá que vencer es la
negativa de la población a superar el síndrome del "no en mi patio trasero" y
ese es un tema esencialmente político con variantes económicas y confianza
en los técnicos y en la autoridad fiscalizadora, por señalar solo algunos
aspectos.
Por otra parte, el tema para poder hacerlo operativo pasa por una concepción
sistémica de la acción. Es decir, por la capacidad que tengamos de entender y
resolver las intrincadas preguntas y alternativas que nos presentará el enfoque
holístico antes mencionado.
Gracias a este enfoque, la experiencia de estos años ha permitido desbloquear
situaciones en que no se avanzaba hacia una gestión ambientalmente
adecuada de residuos, pasando, en varios de los casos señalados, a una
gestión
más
que
aceptable
de
residuos.
Si entendemos por residuo un producto *no intencional* de los procesos
productivos y de un estilo de consumo inadecuado de los bienes y servicios incluyendo los ambientales - lo que se pretende con una estrategia de gestión
de este tipo es lograr orientar a los agentes económicos hacia actitudes
ambientales más responsables y desarrollar progresivamente comportamientos
más
eficientes
en
la
utilización
de
los
recursos.
Los instrumentos son el conjunto de medidas organizadas estratégicamente
que permiten direccionar los recursos disponibles para alcanzar los objetivos
propuestos en las políticas. Estas, a su vez, responden a principios formulados
de acuerdo a la visión de sociedad que se pretende alcanzar.
Sobre la gestión ambiental y planificación
En este enfoque complementario de una política ambiental holística donde se
buscan soluciones caso -por- caso de acuerdo a las realidades geográficas,
administrativas y socioeconómicas de la región aparecen algunas
oportunidades de incorporación de una estrategia preventiva-asociativa en el
marco de las políticas sectoriales vigentes.
Como ejemplo podemos tomar el de las oportunidades de aplicar programas de
minimización de residuos hospitalarios en el marco de los programas de
autogestión y descentralización de los hospitales públicos o en como una forma
de disminuir las primas de los seguros contra riesgos operativos en la industria.
La justificación e interés que despierten estos programas será directamente
proporcional a los beneficios económicos directos e indirectos que genere. El
resultado desde el punto de vista ambiental: nuevamente, la reducción de
residuos
en
la
fuente.
Idéntico planteo puede hacerse para las políticas de promoción de
exportaciones donde se incorpore el etiquetado ambiental y la promoción de los
sistemas de promoción ambiental como demostración de la sustentabilidad de
los procesos productivos.
Cuando se opta por una estrategia de prevención, el Estado no abandona su
rol fiscalizador sino que lo agiliza, permitiéndole mantener sus otros roles de
articulador de demandas sociales en relación a la calidad ambiental, y de
responsable de los intereses de las generaciones futuras en el establecimiento
de las líneas ambientales de base para el crecimiento económico.
La función de la planificación pública debe centrarse en el establecimiento de
criterios para determinar los objetivos y metas a cumplir. A este nivel aparecen
los principios de equidad ambiental y sustentabilidad, que no son considerados
a primera vista por las empresas aunque estas comienzan a incorporar criterios
de horizontalidad a largo plazo en sus costos y se preocupan por el desempeño
ambiental como un factor directamente relacionado con su supervivencia.
Los residuos toxicos y peligrosos
En la República Argentina los residuos tóxicos y peligrosos están
comprendidos en la Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos Peligrosos
sancionada el 17 de diciembre de 1991 y promulgada el 8 de enero de 1992.
Los residuos tóxicos y peligrosos podemos definirlos como," los materiales
sólidos, pastosos y líquidos, así como a los gaseosos contenidos en
recipientes, que siendo resultado de un proceso de producción, transformación,
utilización o consumo, su productor destine al abandono y contenga en su
composición alguna de las sustancias y materias que figuran en la mencionada
Ley en cantidades y concentraciones tales que presenten un riesgo para la
salud humana, recursos naturales y medio ambiente".
Los daños que están produciendo al medio ambiente y a al salud del hombre
por la incorrecta gestión de los residuos tóxicos y peligrosos, (R.T.P.) son de
una gran importancia.
Las actividades económicas potencialmente productoras de R.T.P., son muy
numerosas, refiriéndose en su mayoría a aquellas que originan residuos
industriales, o incluso a residuos de carácter doméstico así como las
actividades comerciales o asistenciales que dan lugar a residuos de carácter
sanitario (residuos Patógenos).
Las actividades industriales deben considerarse como las principales
productoras de R.T.P. Estos se pueden clasificar en tres grandes grupos:
A- Residuos asimilables a urbanos:
Sus características les permiten ser gestionados junto a los residuos sólidos
urbanos. Fundamentalmente constituidos por restos orgánicos procedente de la
alimentación, y de las oficinas, papel, cartón, plásticos, textiles, gomas, etc.
B- Residuos inertes:
Se caracterizan por su inocuidad, estando constituidos por ciertos tipos de
chatarra, vidrios, escorias, cenizas, escombros, abrasivos, arenas de moldeo,
lodos inertes, etc. Al no poseer condiciones adversas al medio ambiente
pueden ser utilizados como materiales de relleno.
C- Residuos tóxicos y peligrosos:
Deben
definirse
por
medio
de
legislación
especifica.
A continuación se detallan diferentes aspectos que permiten identificar R.T.P.,
en función de las circunstancias que determinan la necesidad de su gestión, los
tipos genéricos de residuos, los constituyentes que le confieren el carácter de
peligrosos y las características de los residuos.
Circunstancias que determinan la necesidad de gestión
Existen diferentes razones consideradas como determinantes que los
materiales correspondientes sean clasificados como residuos para eliminar o
abandono, sin perjuicio de que puedan ser objeto de operaciones que
conduzcan a su recuperación, reutilización, reciclaje o usos alternativos por los
cuales puedan clasificarse como subproductos.
-Productos
rechazados
por
los
sistemas
de
control.
-Productos
caducados
(desechados por
fecha
de
vencimiento).
-Productos
y
materiales
deteriorados
accidentalmente.
-Materiales
contaminados
por
procesos
industriales
previstos.
-Elementos
inutilizables
por
fin
de
vida
útil
(pilas).
-Residuos de proceso de control de la contaminación (filtros).
-Residuos
de
mecanizado
(virutas,
recortes,
despuntes,
etc).
-Materiales
adulterados
o
contaminados.
-Productos sin uso.
Tipos, constituyentes y características
Tipos de residuos peligrosos
Con carácter general los residuos pueden clasificarse dentro de los tipos
siguientes:
-Residuos
-Productos
-Biocidas
-Residuos
de
Hospitales
o
de
otras
actividades
médicas.
farmacéuticos,
medicamentos,
productos
veterinarios.
y
productos
fitosanitarios.
de
productos
empleados
como
disolventes.
-Sustancias orgánicas halogenadas no empleadas como disolvente.
-Sales
de
temple
cianuradas.
-Aceites
y
sustancias
oleosas
minerales.
-Mezcla
aceite/agua
o
hidrocarburo/agua,
emulsiones.
-Productos
que
contengan
PCB
y/o
PCT.
-Materias
alquitranadas
producidas
por
refinado
o
destilación.
-Tintes,
colorantes,
pinturas,
lacas,
barnices,
pigmentos.
-Resinas,
látex,
plastificantes,
colas.
-Sustancias químicas nuevas, aun no identificados sus efectos.
-Productos
pirotécnicos
y
otras
materias
explosivas.
-Producto
de
laboratorios
fotográficos.
-Todo material contaminado por alguno de la familia de los dibenzofuranos
policlorados.
-Jabones, materia grasa, ceras de origen animal o vegetal.
-Sustancias
inorgánicas
sin
metales.
-Sustancias orgánicas no halogenadas no empleadas como disolvente
-Escorias
y/o
cenizas.
-Tierras, arcillas o arenas, comprendidos en lodos de dragado.
-Sales
de
temple
no
cianuradas.
-Partículas
o
polvos
metálicos.
-Catalizadores
usados.
-Lodos
de
lavado
de
gases.
-Residuos
de
descarbonatación.
-Residuos
de
columnas
intercambiadoras
de
iones.
-Lodos
de
alcantarillas.
-Residuos
de
limpieza
de
cisternas
o
herramientas.
-Baterías
y
pilas
eléctricas.
-Aceites vegetales.
Constituyentes que dan a los residuos caracter de peligrosos
Como antes mencionado, la legislación es la que determina que un residuo sea
peligroso o no, el listado siguiente de residuos corresponde a la caracterización
de Peligroso por la C.E.E.
1-Metales Pesados
-Arsénico
y
compuestos
de
arsénico.
-Mercurio
y
compuestos
del
mercurio.
-Cadmio
y
sus
compuestos.
-Talio
y
compuestos.
-Berilio
y
sus
compuestos.
-Compuestos
de
cromo
hexavalentes.
-Plomo
y
sus
compuestos.
-Antimonio
y
sus
compuestos.
-Selenio
y
sus
compuestos.
-Compuestos de estaños (únicamente los derivados orgánicos).
2-Cianuros Orgánicos e Inorgánicos
3-Dibenzo-p-dioxinas
4-Biocidas y Productos Fitosanitarios (Pesticidas)
5-Eteres
6-Amianto
7-Hidrocarburos Aromáticos policíclicos
8-Fósforos y Sus Compuestos (excluyendo los fosfatos minerales)
9-Compuestos Inorgánicos del Flúor (excepto el fluoruro calcio)
Caracteristicas de los residuos toxicos y peligrosos
Se analiza en este apartado, la características de los residuos que puedan
significar una peligrosidad y/o toxicidad de estos para la salud humana o para
el
medio
ambiente.
Estas características miden la peligrosidad de una manera directa, por
sometimiento de una muestra del residuo a un ensayo determinado y
comparación de los resultados con unos parámetros de clasificación, o de una
manera indirecta, por comparación de la composición del residuo o su lixiviado
con unos máximos admisibles de concentraciones de determinados
componentes, que en base a estudios contrastados y aceptados, se pueda
garantizar que no alcanzan las peligrosidades correspondientes a los
parámetros de clasificación antes mencionado en el proceso directo.
Los riesgos para la salud y el medio no están claramente especificados en
nuestra legislación. Sin embargo, las características siguientes pueden dar la
consideración de tóxicos y peligrosos a los residuos:
1-Explosivo: Sustancias o preparados que puedan explosionar bajo el efecto de
una llama.
2-Comburente: Materias que sin ser siempre combustibles, pueden, en general
cediendo oxígeno, provocar o favorecer la combustión de otras materias.
3-Inflamable: Son aquellos que contienen sólidos en solución o suspensión que
emiten vapores inflamables a una temperatura que no sobrepasa los 60.5°C en
crisol cerrado o 65.6°C en crisol abierto.
4-Irritantes: Sustancias y preparados no corrosivos, que por contacto
inmediato, prolongado o repetido con la piel y las mucosas pueden provocar
una reacción inflamatoria.
5-Nocivo: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración
cutanea, pueden producir riesgos de gravedad limitada.
6-Tóxico: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración
cutánea, puedan producir riesgos de gravedad , agudos o crónicos, incluso la
muerte.
7-Cancerígeno: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea, puedan producir el cancer o aumentar la frecuencia.
8-Corrosivo: Sustancias o preparados que en contacto con los tejidos vivos
pueden ejercer sobre ellos una acción destructivas.
9-Infeccioso: Materias conteniendo microorganismos viables o sus toxinas, de
los que se sabe, o existen buenas razones para creerlo, que causan
enfermedades en los animales o en el hombre.
10-Liberadores de gas inflamable en contacto con el agua, Materias que, por
reacción con el agua, son susceptibles de inflamarse espontáneamente o de
emitir gas inflamable en cantidades peligrosas.
11-Liberadores de humos ácidos en contacto con el aire o el agua
12-Liberadores de gases tóxicos en contacto con el aire o el agua
13-Materias susceptibles después de su eliminación de dar lugar a otra
sustancia, por un medio cualquiera, por ejemplo un producto de lixiviación, que
posee alguna de las características enumeradas anteriormente.
14-Ecotóxico, esto es, peligroso para el medio ambiente, residuos que
presentan riesgos inmediato o diferidos para el medio ambiente.
Técnicas de tratamiento de los residuos tóxicos y peligrosos
Dejando aparte tratamientos o procesos específicos para determinados
residuos, los sistemas básicos de gestión considerados son:
1
2
El
3 - El depósito de seguridad
La
tratamiento
incineración
físico-químico
La incineración
La incineración es un procedimiento susceptible de ser utilizado para la
eliminación de residuos cuando estos son combustibles. Puede aplicarse a
desechos sólidos, líquidos o gaseosos, si bien estos últimos no suelen formar
parte de los que típicamente son tratados en una planta de este tipo.
La destrucción térmica de los residuos tóxicos y peligrosos implica le
exposición controlada de los mismos a elevadas temperaturas (normalmente a
900 grados centígrados o incluso mas) y, generalmente, en un medio oxidante.
Los procesos de incineración incluyen: sistemas de oxidación térmica, de aire
enrarecido o de incineración pirolítica; procesos industriales a altas
temperaturas en los que se utilizan los residuos como cumbustible (que son los
universalmente empleados), y tecnologías de vanguardia que utilizan altas
temperaturas, tales como sales licuadas, plasma u hornos eléctricos.
Los sistemas de incineración convenientemente diseñados y gestionados
permiten la destrucción de los componentes orgánicos de los residuos, a la vez
que reducen el volumen de estos, y en algunos casos, recuperan, incluso con
fines industriales, energía en forma de vapor o electricidad, también materiales
tales como el ácido clorhídrico o sulfúrico. Por todas estas consideraciones es
que la incineración ha surgido en la pasada década, como la alternativa a los
métodos mas tradicionales de eliminación de residuos. En la actualidad es, sin
duda, un sistema clásico de gestión de residuos complementario del
tratamiento
físico-químico
y
del
depósito
de
seguridad.
No obstante, el diseño o gestión inapropiados de estos sistemas pueden
también suponer una amenaza para la salud pública, mediante la emisión de
componentes potencialmente peligrosos del residuo o de los subproductos de
la
combustión.
Idealmente, los principales productos generados en la combustión de residuos
orgánicos son el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (que se puede
reutilizar), y cenizas inertes. Sin embargo en la mayor parte de los casos, se
pueden encontrar multitud de productos distintos de estos, en función de la
composición química del residuo incinerado y de las condiciones de la
combustión. Así, por ejemplo, de la incineración de los hidrocarburos clorados
se obtiene ácido clorhídrico (CLH) y pequeñas cantidades de cloro (CL).
Con residuos conteniendo azufre, se pueden formar dióxidos de azufre (SO2),
incluyendo también hasta un 5% de trióxido de azufre (SO3). El pentóxido de
fósforo (P2O5), altamente corrosivo, se forma con la incineración de
compuestos
organosfosfóricos.
También se producen emisiones de partículas suspendidas de óxidos y sales
minerales contenidas en el residuo, así como fragmentos de materia
combustible no totalmente quemadas.
Como consecuencia de esta producción de subproductos de la combustión, los
sistemas de incineración de residuos tóxicos y peligrosos de diseñan
incluyendo diversos dispositivos de control de las emisiones a la atmósfera. En
la mayoría de los casos, estos se concretan en la utilización de las cámaras de
postcombustión
y
en
el
lavado
de
gases.
Las cámaras de postcombustión se utilizan para controlar la emisión de
subproductos orgánicos no quemados, proporcionando un volumen adicional
de combustión y, en consecuencia un mayor tiempo de combustión a
temperatura elevada.
Los lavadores, llamados "scrubers", funcionan retirando físicamente de la
corriente gaseosa de combustión la materia en particulas, gases ácidos y
compuestos orgánicos residuales.
Instalaciones de incineración
Existen, en la actualidad, diversos tipos de sistemas de incineración. Las
instalaciones mas frecuentes utilizan sistemas de inyección de líquidos,
parrillas fijas, hornos rotatorios, lechos fluidizados u hogares móviles.
En Europa, los incineradores mas utilizados para la eliminación de residuos
tóxicos y peligrosos son los de hornos rotatorios. Estos son mas versátiles, en
el sentido de que son utilizados para la destrucción de residuos sólidos, fangos
y residuos envasados y líquidos. Por este motivo, estas unidades se
encuentran mas frecuentemente incorporadas en los diseños de instalaciones
comerciales o de gestión colectiva, es decir, no ligadas al productor de
residuos.
Problemas en la gestión de residuos incinerables
La gran variedad de residuos tóxicos y peligrosos recibidos para su
incineración exige un almacenamiento sumamente individualizado, junto con la
disponibilidad de los elementos necesarios para su transporte, manipulación y
acomodamiento. En este sentido, es muy importante el conocimiento previo de
las propiedades físicas y químicas de los residuos, ya que muchas veces no es
admisible su mezcla, bien porque pudieran producirse reacciones peligrosas y
no controlables o bien, sencillamente por no ser miscibles.
La planta de tratamiento físico químico
El tratamiento físico, químico y biológico comprende un conjunto de técnicas
que pueden ser utilizadas para prevenir las descargas de materiales peligrosos
en el medio ambiente o alterar su propia composición. Así, pueden utilizarse
métodos químicos para recuperar metales de los residuos. El tratamiento
químico no solo elimina metales tóxicos de los afluentes descargados al medio
ambiente, sino que, al mismo tiempo, permite conservar y reciclar recursos
naturales con frecuencia escasos.
Por otra parte, las bacterias y otros organismos generan proteínas fijadoras de
metales y otras sustancias que son capaces de eliminar metales con un alto
grado de especificidad. Mientras que los métodos químicos son los mas
utilizados para destruir la mayor parte de los metales de los residuos, los
procesos biológicos son mejores para eliminar bajas concentraciones de
metales que aún son tóxicos. De esta manera los métodos químicos y
biológicos se complementan frecuentemente, constituyendo un sistema de
tratamiento
primario
y
secundario,
respectivamente.
Los métodos físicos de tratamiento pueden ser utilizados como técnicas
separadas o como complementarias a los procesos químico o biológico.
La luz ultravioleta, por ejemplo, destruye las dioxinas.El calentamiento por
micro-ondas, a su vez, parece ser una forma práctica para aumentar la
temperatura de suelos contaminados y favorecer, de este modo, la destrucción
química o biológica de dioxinas.Por otra parte, las técnicas de separación física
pueden utilizarse para concentrar grandes volúmenes de residuos diluidos y
aplicar eficazmente las técnicas de detoxificación. La osmosis inversa, la
filtración por presión, sedimentación etc., son métodos aprobados de
separación de contaminantes para su posterior tratamiento, almacenamiento o
eliminación. Técnicas en desarrollo como el uso del gel reversible para eliminar
agua de corrientes acuosas contaminadas, podrán constituir tecnologías de
tratamiento
en
el
futuro.
Los productos químicos tienen la capacidad de alterar la naturaleza de los
materiales, y este hecho se tiene en cuenta para la extensa aplicación que el
tratamiento químico tiene en el área de destrucción de residuos tóxicos y
peligrosos.
Los organismos biológicos producen productos químicos especializados, como
pueden ser las enzimas, que también tienen la capacidad de alterar la
naturaleza de los contaminantes. Con los avances modernos en la ingeniería
genética, la biotecnología, asumirá un mayor protagonismo en este campo. Las
tecnologías actuales como, el tratamiento por lodos activados o bacterias
pueden utilizarse en aplicaciones muy limitadas, para tratamiento de residuos
tóxicos y peligrosos.
Los depósitos de seguridad o reservorios
Se entiende por depósitos de seguridad todo aquel vertedero emplazado sobre
terrenos geológicos del suelo y/o subsuelo destinado al almacenamiento de
determinados residuos industriales tóxicos y peligrosos, con el fin de que sus
propiedades nocivas no puedan afectar, en ningún caso, ni en el tiempo, al
medio natural y a la salud humana.
El depósito de seguridad o vertedero sanitariamente controlado, de suerte que
se garantice que los residuos en el depositados no puedan ser origen de daños
a la salud humana o al medio, es necesario para la gestión de los R.T.P., dado
que el estado actual de la técnica no permite una eliminación o transformación
de estos de una manera completa, que no requiera un vertido de los residuos
cuando estos cierta peligrosidad y con unos costes asumibles.
El depósito tiene la función teórica de preservar la salud humana y el medio
ambiente mediante el aislamiento de los residuos durante extensos periodos de
tiempo, dada la toxicidad y persistencia de los mismos, ya que de otra forma, el
depósito seria una solución transitoria, que exigiría elevados costes cuando se
pretendiera reacondicionar o trasladar los residuos una vez concluida la vida
útil de los sistemas de aislamiento.
Existen emplazamientos donde los materiales geológicos del subsuelo y las
condiciones topográficas e hidrográficas permiten un buen aislamiento de los
residuos durante periodos de varios cientos de años en condiciones razonables
de seguridad. Asimismo, se dispone de materiales y técnicas de construcción
de materiales y técnicas de construcción que permiten mejorar las condiciones
del emplazamiento y realizar la cubierta de los depósitos. Mediante la
combinación de ambos elementos, emplazamiento y técnicas disponibles, el
depósito de seguridad se convierte en un adecuado sistema de gestión de los
residuos tóxicos y peligrosos.
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