DÍA DE LA MARINA (1o. de junio) Al igual que las fuerzas armadas de nuestro país tienen un día dedicado especialmente a recordar la importante labor que realiza el Ejército Mexicano, la Armada de México conmemora el 1º de junio el Día de la Marina. Sin embargo, a diferencia del Ejército Mexicano, la Armada Mexicana tiene una historia más reciente, pero no por ello menos importante. Las primeras embarcaciones que tuvieron un carácter militar se remontan a la época colonial, y si bien eran españolas, tenían la finalidad de proteger el territorio conquistado. En 1578 se forma la llamada Real Armada de Barlovento, con apostadero en el puerto de Veracruz, cuya función era defender las ciudades costeras y naves mercantes de los ataques de los corsarios y piratas que en ese entonces asolaban el Mar Caribe; las culturas mesoamericanas solamente utilizaban algunas embarcaciones pequeñas, las canoas, como medio de transporte y comercio en lagos, ríos y a lo largo de las costas, pero ninguna basó su poderío militar en ellas. La Real Armada de Barlovento tuvo su fin en 1748 con la defensa de la isla de Cuba. Con la consumación de la independencia el 27 de septiembre de 1821 se heredó un inmenso territorio; sin embargo, los problemas internos del país sumados a la falta de una mentalidad marina afectarían grandemente el desarrollo y fortalecimiento de la Armada Mexicana y de un poder marítimo; sin embargo, para el 4 de octubre de ese mismo año, al crearse las primeras instituciones ejecutoras de la política estatal se contempló la formación de un Ministerio de Guerra y Marina. Para 1825 el gobierno mexicano tuvo que recurrir a la ayuda económica extranjera para empezar a conformar su primera flota marina, cuya primera gran participación fue acabar, en ese mismo año, con el último reducto español en nuestro país, apostado en el Castillo de San Juan de Ullúa: goletas Iguala y Anáhuac; balandras cañoneras Chalco, Chapala, Texcoco, Orizaba, Campechana, Zumpango, así como Tampico, Papaloapan y Tlaxcalteca que se incorporaron posteriormente. La Iguala fue el primer buque que de manera oficial izó el pabellón nacional; por tanto, con aquella goleta se inicia la formación de nuestra marina militar. Los siguientes años nuestro país inicia un difícil camino para consolidar su independencia y las pugnas entre liberales y conservadores son aprovechadas por fuerzas extranjeras que varias ocasiones invaden nuestro país. Poco puede hacer la Armada Mexicana para evitar estas acciones ante la fuerza naval de franceses y estadounidenses. Durante el llamado Segundo Imperio Mexicano, Maximiliano de Habsburgo, consciente de los litorales con que contaba México, además de sus antecedentes personales como marino, se preocupó por planear la organización de una marina de guerra eficiente, que sin embargo no pasó de ser un proyecto. Cabe señalar que el conjunto de reglamentos relativos a esa proyectada marina imperial constituye un importante acervo documental que contiene estudios estratégicos, construcción de puertos y barcos, reclutamiento de tripulación, organización de las matrículas, uniformes, etcétera. A principios del siglo XX, en 1914 nuestro país es objeto de una nueva invasión por parte de los Estados Unidos de Norteamérica, quienes pretextando el desembarco de armamento para el gobierno de Victoriano Huerta, al cual se oponían, despliegan su flota naval tanto en el golfo de México como en el océano Pacífico. Sin embargo el desembarco sólo se llevó a cabo en Veracruz. La población civil del puerto de Veracruz y los cadetes de la Escuela Naval Militar ofrendaron su vida por la soberanía del país y son recordados por ello como defensores de la patria. Durante la Revolución Mexicana, la Armada Nacional tiene una participación que es poco conocida, pero importante; con la promulgación de la Constitución de 1917 se establecen las bases para la nacionalización de la Marina, pues en su artículo 32 señala para pertenecer a la Marina de Guerra o Mercante tenían que ser mexicanos por nacimiento, quedando excluido todo extranjero. El 1 de junio de 1917 se da cumplimiento al artículo 32 al tomar posesión de los barcos mercantes nacionales, capitanes mexicanos por nacimiento, y se instituye este día como Día de la Marina Nacional. El 30 de diciembre de 1939 el General Lázaro Cárdenas, presidente de la República, expide la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, donde nace, fusionando en el Departamento de Marina diversos servicios como la Marina Mercante, Obras Marítimas, Pesca, Alumbrado Marítimo, Zonas Marítimas y otros, con el firme propósito de lograr el progreso efectivo de una rama tan importante en la administración pública. Se designa como titular el primero de enero de 1940 al Comodoro Maquinista Naval Roberto Gómez Maqueo, a la vez que actúa como Secretario General el Teniente de Navío Antonio Vázquez del Mercado, hasta el momento en que el Departamento se convierte en Secretaría de Estado el 31 de diciembre de 1940, siendo ya presidente el General Manuel Ávila Camacho. Es nombrado Secretario de Marina el General Heriberto Jara Corona, Subsecretario el Contralmirante Othón Pompeyo Blanco y Oficial Mayor el Comodoro Ángel del Corzo Castillo. Al elevarse al rango de Secretaría de Estado a la Marina se busca mejorar e incrementar la fuerza naval y acrecentar la flota mercante. Durante la Segunda Guerra Mundial nuestro país permitió que los barcos e hidroaviones de los aliados permanecieran en aguas nacionales, por lo que los países del Eje hunden varios barcos mexicanos, entre ellos el potrero del Llano y el Faja de Oro. Esto motiva que nuestro país les declare la guerra y participe junto con los Aliados. Al término de la guerra, nuestra Marina pierde un total de siete unidades (seis barcos tanques y un mercante) y 63 hombres mueren. Durante esta guerra tiene particular actuación el escuadrón 201. Hoy en día, la Secretaría de Marina es la encargada de resguardar y proteger los litorales y aguas territoriales de nuestro país y presta sus servicios en caso de desastres causados por los fenómenos meteorológicos como los ciclones o tempestades. También brinda su eficaz apoyo en los operativos contra el narcotráfico, evitando que éste se realice dentro de la jurisdicción que le corresponde y protege los recursos naturales que se localizan en nuestros litorales y mares, favoreciendo así el desarrollo económico y social de México. La celebración del Día de la Marina se inició el 1º de junio de 1942. Fuente: http://www.tareasya.com