Cinco años de educación sexual, un

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Cinco años de educación sexual, un ‘compromiso democrático’
Adital
Por Isabel Pérez
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En ocasión de su quinto aniversario, el Programa de Educación Sexual del sistema
formal de educación pública realizó, junto al parlamento uruguayo, una jornada
denominada "La educación sexual como promoción de derechos".
En la jornada, que tuvo mucho de celebración, participaron representantes nacionales,
autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública, de la Universidad de
la República y niños, niñas y adolescentes de distintos centros educativos de
Montevideo y del interior del país.
Además, estuvieron presentes docentes, representantes del Instituto Nacional de las
Mujeres, del Ministerio de Desarrollo Social y del Fondo de Población de Naciones
Unidas.
Quienes vivencian cotidianamente en las aulas la educación sexual tuvieron además un
rol protagónico en la actividad, al realizar una presentación audiovisual sobre su
percepción de la educación sexual que reciben y sus propios derechos en la materia.
El carácter universal del acceso a esta política tan reciente -nacida a fines del año 2006
y obligatoria desde 2008 en las aulas uruguayas-, y su incorporación a la política
educativa general como transversal y estratégica, fueron asuntos de destaque por parte
de quienes abrieron la instancia reflexiva.
En la perspectiva planteada, el aporte de la educación sexual a la disminución de
desigualdades y discriminaciones es uno de los principales motores para la defensa de
su sostenimiento y profundización en el sistema educativo formal.
Promoción de igualdad
Durante la jornada se subrayó también la importancia de la promoción de los derechos
a través de la educación sexual.
Se enfatizó en cómo el estado garantiza el conocimiento necesario para el ejercicio de
los mismos a través de su enseñanza. Esto posibilita el reconocimiento de los propios
derechos, así como el reconocimiento de los otros como iguales, portadores de los
mismos derechos ciudadanos.
A su vez, si bien la educación sexual existe en tanto existen prácticas y sentidos
atribuidos (aunque de modo implícito) a la sexualidad, sólo a partir de 2006, con la
fundación de un programa, puede decirse que la misma adquiere carácter de política de
estado.
Para empezar, porque se explicita un modelo y un paradigma en que las perspectivas
de derechos, de género y generaciones, alimentan el modo en que debe abordarse la
temática en las aulas.
"Plantearnos la educación sexual como promoción de derechos tiene que ver, en primer
lugar, con el reconocimiento de esos derechos y en segundo lugar, con la convicción de
que, sin una intervención desde las políticas públicas en general y las educativas en
particular, no todos los individuos están en condiciones de conocerlos y ejercerlos",
aseguró a SEMlac la profesora Beatriz Abero, responsable por formación docente de
educación sexual.
Al mismo tiempo, no sería posible una política educativa sin formación al cuerpo
docente, elemento clave que ha consolidado la continuidad de la educación sexual y de
la reflexión activa sobre los posicionamientos necesarios para abordar la sexualidad en
el aula, de manera respetuosa y promotora de la diversidad.
Saber, para saber actuar
Virginia Espósito, maestra consultada en el audiovisual realizado para el evento,
sostiene que es "importante que la educación sexual exista en la escuela básicamente
porque es un derecho del niño".
Pero además, agrega, porque si bien como padres o madres muchas veces podemos no
querer o no poder hablar estas cosas con nuestros hijos, "la maestra lo hace desde un
marco normativo".
Los cambios que visualiza Virginia en niños y niñas de su escuela, que lleva dos años
implementando un proyecto de educación sexual, tienen relación con que hablan con
más libertad, lo que le hace pensar que "han incorporado el tema como parte de lo
común en la escuela".
Esto, al mismo tiempo, permite que "ya no haya que pedir permiso" para trabajarlo,
pues es un tema educativo más, afirma la maestra.
Lucas, un niño de la escuela 72, dice que entre otras cosas aprendieron con educación
sexual "que si te empiezan a tocar o algo, es una violación".
Karen, de nueve años, destaca la actividad didáctica del "buzón", que realizaron en el
marco de educación sexual y tenía como objetivo hacer preguntas anónimas "para que a
nadie le diera vergüenza". Las mismas después se contestaban al grupo por parte de la
maestra o especialistas invitados.
Por su lado, una adolescente de educación media dice que lo que más le gustó fue
cuando hablaron "sobre los géneros y la orientación sexual", mientras que otra destaca
la conversación sobre los tipos de violencia, pues "muchas veces hay compañeros que lo
están viviendo y está bueno que se sientan identificados para poder decirlo".
Agustín, estudiante de formación docente, asegura que la educación sexual es
importante "en secundaria y otros niveles de formación para prevenir, por ejemplo,
ciertos niveles de discriminación, ya sea por orientaciones sexuales diferentes" o por
identidad sexual.
El joven, de 28 años, considera que, además, con la reciente aprobación de la
despenalización del aborto, es importante poder explicar que "eso no significa que no
haya que tener ningún tipo de recaudo o precaución, sino que debe ser la última opción.
Y es el liceo el lugar adecuado para acercarse de esa manera a los adolescentes".
Abero, referente de formación docente en educación sexual afirma a SEMlac que
"ingresar las temáticas de educación sexual en las aulas, desde una dimensión de
derechos, analizando el modo en que la diferencia se termina constituyendo en
desigualdad e inequidad, como resultado de relaciones de poder, permite superar las
perspectivas reduccionistas, y aporta no solo información, sino que apunta en el sentido
de la formación de ciudadanía y el compromiso democrático".
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