SEXUALIDAD DESPUES DE LOS 80

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Flores Colombino A (2007). Sexualidad después de los ochenta. S e g u n d o
C o n gr e s o Ib e r o a me r i c a n o y P r i me r C o n gr e s o U r u gu a yo
P s i c o ge r on t ol o gí a Mo n t e vi d e o, 7 -9 d e n o vi e mb r e d e 2 0 0 7 .
de
SEXUALIDAD DESPUES DE LOS 80
Dr. Andrés Flores Colombino
INTRODUCCION
Hacer referencia inicial sobre la escasez de material de referencia sobre un tema, parece un
lugar común. En este caso es necesario hacerla, pues hemos recorrido los casi 15.000 títulos del
Catálogo Latinoamericano de Publicaciones Sexológicas y no hemos encontrado estudios
específicos.
Sí encontramos referencias laterales, como las de Kinsey (1967) quien en su investigación
señera publicada en 1948 sobre “La conducta sexual del hombre” y en el Capítulo referido a
‘Vejez en impotencia’ de los 4.108 adultos estudiados, solo 4 personas blancas de más de 80
años formaban parte de la muestra. De ellos, el 75 % portaba una disfunción eréctil o eran
‘impotentes’ según se diagnosticaba en esa época. Pero el 25 % no lo era. Lo interesante es que
la muestra comprendía a 6 varones de raza negra, de los cuales 2 de 80 años sin problemas
sexuales, 3 de 88 años y uno de 90, de los cuales solo uno de 88 años ‘seguía teniendo
relaciones con su mujer de 90 en forma regular’. Es decir, se mantenía el mismo guarismo
comprobado para los varones de raza blanca. El conjunto sumaba 12 varones mayores de 80
años.
Con respecto a la las mujeres Kinsey (1954) solo estudió 10 mujeres de 71 años y más, pero no
hizo una referencia detallada de ellas. Estos datos se refieren a personas que fueron encuestadas
como parte de una población general, no en un consultorio sexológico, que en esa época ni
siquiera existía.
Masters y Johnson (1966) se ocupan muy bien de señalar que “En suma, el avance de los años
no pone un límite preciso a la sexualidad femenina” y aunque el grupo estudiado comprendo
solo una mujer de 78 años como la más añosa, puede deducirse que más adelante sólo la viudez
y la ‘atrición’ masculina: esposos muy mayores o enfermos, y sólo les queda la masturbación,
pues “las relaciones extramaritales son imposibles para las mujeres de este grupo”.
El Informe Hite femenino no hace referencia a mujeres mayores de 80, en cambio ‘El informe
Hite sobre la sexualidad masculina’ (1981) no solo habla de los mayores de ochenta sino les
dedica un capitulo, donde concluye: “Los hombres de más de ochenta y noventa años
experimentaban menos erecciones y orgasmos, que dependían de la salud física general, pero
casi todos dijeron que el goce no disminuía en forma automática. Muchos habían realizado
interesantes descubrimientos e innovaciones en su forma de relacionarse. Una vez más, el que
un hombre fuera feliz o no, dependía mucho más del estado de sus relaciones que de su
capacidad para “funcionar”. Y se acompaña de testimonios cualitativos pero que carecen de
valor estadístico.
Hace unos pocos años, acerca de un trabajo sobre la sexualidad de las personas mayores de 60
años, hallamos (Flores Colombino 2003) la siguiente casuística en 349 casos:
CONSULTANTES SEXOLÓGICOS MAYORES DE 60 AÑOS. POR EDAD
Rango etario
60-64
65-69
N°
146
118
%
42.0
34.0
2
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Total
70-74
75-79
80-84
85-89
90- +
53
21
6
4
1
60-94
349
de
15.0
6.0
1.7
1.1
0.2
100.0
Por tanto, solo 11 casos (3%) correspondían a varones mayores de 80 años. El mayor de todos
tenía 96 años.
En los años siguientes, en nuestra consulta como psiquiatra y sexólogo, pudimos extraer tan
solo 2 casos más y suman pues, 13 casos de pacientes mayores de 80 años que nos consultaron
por algún tema sexológico. Todos varones y una mujer. Esta última en realidad fue una historia
relatada por su nieto y no llegamos a verla y es la mayor del grupo, con 96 años.
Esto no significa que las mujeres mayores de 80 años carezcan de sexualidad y que constituyan
un porcentaje menor de este rango etario, sino todo lo contrario. Pero sí puede manejarse las
siguientes hipótesis 1) consultan menos por trastornos sexuales, 2) tienen una vida sexual
empobrecida por la viudez o la falta de pareja, y 3) los recursos terapéuticos que la cirugía y las
neurociencias han aportando para los varones, como las prótesis, las inyecciones
intracavernosas –en la segunda mitad del siglo XX y el sildenafil desde 1998, no ofrecen a las
mujeres mayores recursos terapéuticos eficaces como sí se las ofrecen a los varones añosos, con
lo que no se sienten estimuladas a efectuar consultas ..
Esta aclaración previa es pertinente para explicar que abordaremos sobre todo la sexualidad de
los varones mayores de 80 años que consta de una sola mujer, porque es la muestra a la que
pudimos acceder.
LA MUESTRA
Comenzaremos por la edad de nuestros pacientes.
EDAD Y NÚMERO
80
3
81
2
82
3
83
2
84
0
85
1
86
1
96
1
Total
14
Como es natural, la mayoría corresponde a la primera década considerada y solo un caso, el de
una mujer, tiene noventa y seis años.
DIAGNOSTICO SEXOLÓGICO
Disfunción eréctil
Trastornos orgásmico
Eyaculación precoz
6
2
1
3
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Abuso sexual
Celotipia y Apragm. Sex
Esposa celosa
Abuso e Hipersexualidad
Total
de
1
1
1
1
13
Es interesante señalar que la Disfunción eréctil es la causa más frecuente de consulta y de
diagnóstico, por tratarse de varones en su mayoría absoluta y porque las consultas se produjeron
sobre todo después del año 1998, en que apareció a la venta el sildenafil. Por lo que los
pacienten contaban con ese recurso como posibilidad, aunque algunos de ellos no pudieron ser
beneficiados por la severidad de sus trastornos orgánicos.
Relatar la historia clínica de cada uno de estos casos puede mostrar una visión panorámica del
mundo en que viven estos pacientes y por extensión, las personas que han llegado a esta edad.
Aunque le dedicaremos la parte final de este trabajo al relato de algunas historias completas,
vamos a referirnos primero a los diagnósticos.
DISFUNCIÓN ERÉCTIL
El único caso de 80 años de este grupo de 6 pacientes, nunca había consultado médico y fue
prostatectomizado 5 años atrás, fecha en que no sufría de ningún problema sexual (a los 75
años). No mejoró con inyecciones intracavernosas ni con sildenafil. Casado con una mujer de
70 años. Escribano jubilado.
El caso siguiente de 81 años, también aparece la disfunción eréctil luego de una prostatectomía
hace dos años, con nulos antecedentes personales de enfermedades físicas o mentales, según el
paciente, aunque sufre una encefalopatía vascular y episodios repetidos de afasia. Conservó
buena actividad sexual hasta que fue operado y además de la disfunción sexual, sin eyaculación,
quedo con secuela de incontinencia urinaria. Casado y no probó tomar sildenafil por temores
trasmitidos por la esposa. Médico jubilado.
Los 2 pacientes de 82 años también son casados, aunque uno de ellos en terceras nupcias. Este
último con 13 años de matrimonio tenia relaciones sexuales ‘perfectas’ con una frecuencia de
hasta 2 veces por semana, pero hace 3 meses fue operado de la cadera y él reanudó las
actividades sexuales con dificultad, por lo que su esposa declaró en fin de sus relaciones
sexuales. ‘No y no’ dice, ‘el matrimonio es mesa y cama’, acusa a su mujer de egocéntrica y
enferma (Doña Dolores) y el solo quiere armonía. Jubilado de pastor religioso. El otro paciente
de 82 años es también casado en únicas nupcias con una señora de 77 años, con bajo deseo
sexual, baja frecuencia y erecciones que no le permiten penetrar. La última relación completa la
tuvo un mes antes de consultar. El geriatra le dijo que no se haga ilusiones, pero el tiene
erecciones matutinas y cree poder recuperarse. Toma antihipertensivos y medicamentos para la
gastritis, por lo que su trastorno es inducido por sustancias. La esposa es buena, pero le pregunta
hasta cuando va a seguir así. Luego del ajuste de medicación con dieta adecuada, recupera su
función eréctil. Es jubilado del Estado.
El siguiente paciente, de 83 años, jubilado del Estado y soltero, fue operado de la próstata por
vía suprapúbica y luego transuretral hace 4 y 5 años atrás y quedó con secuelas de disfunción
eréctil y ayaculatoria, aunque conserva el orgasmo y una erección insuficiente para penetrar. No
toma ningún medicamento y es de los primeros en mejorar su función sexual con el sildenafil.
El último paciente con disfunción eréctil es viudo hace 8 años, jubilado militar, con 85 años
bien llevados, con episodios de disfunción eréctil ocasional en los últimos años y con
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de
tratamientos variados, pero se había estabilizado con buen rendimiento sin tratamiento.
Últimamente, se relacionó con mujer de 47 años e hizo una disfunción eréctil selectiva. Por el
interés particular del caso, volveremos sobre el caso con la historia completa.
TRANSTORNO ORGÁSMICO MASCULINO
Son dos casos. Uno de 82 años, casado en segundas nupcias hace 47 años, jubilado de la
docencia en Educación Física, dice que encontró la felicidad con esposa 13 años menor que él,
con la que tenias relaciones sexuales ‘perfectas’ hasta hace un mes, en que bruscamente dejó de
eyacular. Como tomaba antihipertensivos, el urólogo le indicó sildenafil porque le costaba
mantener la erección, y por su cuenta fue aumentanado la dosis y cuando llegó a 150 mg por
día, surgió el problema. Llegó a tomar 200 mg por día. Mantenía relaciones sexuales los
sábados y domingos. Dice: ‘Me pasé, porque me duraba el efecto hasta la mañana’ Hace un año
que toma esa medicación. Como no eyacula, ‘queda con ganas’. Le gusta leer, escuchar música,
las palabras cruzadas, dejó la gimnasia pero se siente bien del organismo, dice. Su esposa tenia
18 años cuando se ennoviaron. Está ‘en el mejor momento de su vida’ y desea tener una buena
vida sexual. Lo ordenamos bajar el sildenafil a 50 mg y mejoró sustancialmente, recuperó la
eyaculación. Con lo que se comprobó que el trastorno orgásmico era inducido por sustancia.
El segundo caso de TOM, tiene 83 años, viudo dos veces pero tiene pareja estable, jubilado
gráfico, y está ‘locamente enamorado’ según sus palabras, de una señora de 53 años, no tiene
problemas de erección, la mujer es multiorgásmica, y el no pude eyacular. Su esposa falleció
hace un año y tenían pocas relaciones sexuales desde hacia años. A veces puede tener un
orgasmo ‘a las cansadas’ pero la mujer ‘está feliz’ pero quiere que llegue antes. Un día le dijo
en pleno acto ‘dejame dormir’. No tengo una gran erección pero da para penetrar bien, tampoco
alcanza el orgasmo con la masturbación. Físicamente no problemas cardiovasculares ni
digestivos, tampoco prostáticos o medicamentosos. Se interpreta como consecuencia de la alta
frecuencia coital con periodos refractarios prolongados por la edad. Con relaciones más
espaciadas, logra recuperar el orgasmo eyaculatorio en la mayoría de los encuentros.
EYACULACION PRECOZ
Paciente de 80 años casado hace 53 años, jubilado aduanero, diabético. La eyaculación precoz
aparece hace unos 2 o 3 años atrás, por lo que es secundaria. ‘Mi señora se satisface a medias’.
Dice que tiene deseos: ‘soy un potrillo’ dice y ‘sano’, ando todo el día en bicicleta, hago todas
las cosas de la casa, soy de tal departamento (del interior). Diabético controlado. Recibió
tratamiento del internista con sildenafil, sin resultado. Tratado por nosotros con sertralina 50
mg día, mejora desde el 8º día: ‘Ya me nivelé, estoy totalmente normalizado’, dice a los 21 dias
en la segunda consulta.
COMPAÑERA CELOSA
El paciente de 86 años, jubilado, divorciado por 3ª vez, dice no tener ningún problema sexual,
pero su compañera de 70 años, ‘con la insistí en tener una relación afectiva’, consulta primero
revelando que no siente atracción sexual por él, aunque lo subyuga su personalidad, ‘es muy
buen mozo, buena figura y muy pillado”, por lo que siente celos de él, cuenta que fue director
de un organismo del Estado y tuvo mando, impresiona a todos, viste con calidad, se pone en
galán seductor. Pese a todo, le cobró mucho afecto y lo quiere. Relata un episodio en que
estando internado cuando se operó de la próstata, hace un año, ella lo cuidaba y una noche, se
despertó y vio que una limpiadora lo estaba mirando mientras él estaba sentado en la cama,
desnudo, y la otra le comentó’¡qué buen cuerpo! Y eso fue algo muy feo. El se estaría
exhibiendo. El lo niega y dice que los celos de ella son enfermizos. La consulta médica es si un
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de
casamiento entre ambos podría tener buen pronóstico, dados los celos de ella y las actitudes
seductoras de él. El dice: ‘Tuve mucha suerte con las mujeres, es inconcebible, pero quiero
cortar por lo sano y dedicarme solo a esta mujer, en mis 86 años, y poner punto final a todo eso
que como hombre me correspondía. Pero ella no me cree’. El pronóstico de la pareja no es
bueno y probablemente ambos seguirán con sus mismas pautas de conducta, propia de sus
respectivas patologías.
CELOTIPIA Y PARAFILIAS
Paciente de 82 años, casado con mujer de 79 años, relojero y jubilado de varias actividades.
Dice que su vida sexual nunca fue muy buena y que en su vida no tuvo placeres. Hace 15 años,
compraron una casa y desde entonces, no tiene vida sexual. Cree poder leer el pensamiento y
concluyó que su esposa lo engañaba, de verdad. Nacido en Europa pasó por varios países
trabajando, antes de radicarse en el Uruguay. Tiene otras manifestaciones psiquiátricas: dice que
su nuera que vivía con ellos andaba por la casa en ropa interior porque estaba loca por mi y se
me mostraba. El se masturbaba con fantasías sobre su nuera. Lo acusaron que ‘se pasó’ con la
nieta, porque la acariciaba. Confiesa que cuando acariciaba la cara de su nieto, pensaba que
podía ser homosexual. Por años, ente tiempo sin relaciones con la esposa, tenía poluciones
nocturnas. Y se masturbaba con mucha frecuencia con fantasías vinculadas a su nuera, a quien
le pagaba todas sus cuentas y gastaba mucho. También cuenta que tuvo episodios frotteuristas
en el ómnibus donde llegó a eyacular por rozar a las mujeres. Ahora, dice, hace 5 años que no
siente nada sexual y pide consejo. Le efectuamos un tratamiento psiquiátrico.
ABUSO SEXUAL E HIPERSEXUALIDAD
La consulta la realiza el hijo único de un paciente de 80 años y nieto de una mujer de 96 años.
Plantea una situación que gira sobre un incidente sexual protagonizado por ambas personas
mayores que estaban conviviendo en la misma casa bajo su cuidado. El padre había enviudado
hacía unos 4 años y la abuela siempre compartió la casa, disponiendo de poco espacio físico. El
padre de 80 años sufre de una hernia de disco desde hacía 17 años y es lisiado, jubilado de
tareas de vendedor y viajante pero que se mantiene bien físicamente, aunque con ese pretexto no
se encargó de la esposa enferma durante sus últimos años.
La abuela de 96 años es muy cariñosa, exagera todo para recibir atención y tiene 3 mujeres que
se turnan para atenderla pero solo hasta las 19.30 horas, luego se quedaba sola. Sufre de
estenosis aórtica, tiene colocado un marcapasos y ha tenido episodios que el nieto interpreta
como psicóticos, nunca le hicieron diagnóstico de demencia de algún tipo. Entre las conductas
inadecuadas que tenía, se masturbaba con la mano o cualquier objeto, Un día la encontraron
estimulándose genitalmente con una cuchara. Dice: ‘abuela tiene hipersexualidad’.
El episodio de la consulta fue precedido de comentarios de la abuela, 6 meses atrás, de que el
padre de 80 años entraba de noche a su habitación, pero creía que eran inventos. En incidente
sexual consistió en que notó que el padre de levantaba a las 4 de la mañana y entraba al cuarto
de la abuela con un vaso de agua, lo que lo puso contento. Como el episodio se repetía, se
levantó y comprobó que el padre tomaba las manos de la abuela y las ponía sobre sus genitales
para que lo acariciara. Ante el descubrimiento, el padre admitió que lo hacía para ayudarla, pues
calmaba la necesidad sexual de la abuela. Esto lo decidió a llevar al padre a vivir al
Apartamento que usaba como estudio, y a la abuela la trasladó a una residencial. Ahora, el padre
dice estar arrepentido y que lo hizo porque se sentía muy solo. En realidad, el consultante había
resuelto el problema y deseaba saber si había algo más que hacer.
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de
UN CASO PARADIGMÁTICO
El paciente de 86 años, portador de una disfunción eréctil al que hicimos referencia brevemente,
es un caso paradigmático que merece análisis más detallado. Es enviado por un colega. Es
jubilado de un grado militar menor, y luego de enviudar hace 6 años, pasa a vivir con la hija, el
yerno y dos nietos, todos mayores de edad. Relata que al enviudar con 80 años, quedó
inapetente sexualmente y de vez en cuando tenía lo que él llama ‘un rebusque’, hace 5 años se
enamoró y tuvo su primer episodio de disfunción eréctil. Luego se relacionó una señora de 60
años y la llevó 4 veces a la cama, él no podía eyacular en dos horas aunque ella tuvo varios
orgasmos, y quedó con dolor en el pecho: la mujer terminó en el CTI por un infarto que se
instaló después que él se fue.
Como el paciente quedaba solo en la casa con la empleada doméstica de 28 años, luego de
lagunas propuestas resistidas, un poco con sorna la mujer aceptó mantener relaciones y la
primer vez no pudo hacerlo, porque no obtuvo una erección total, pero la segunda vez tuvo
buena erección y lo consideró un triunfo, por lo que ofreció a la mujer 20 pesos, la cual aceptó.
A partir de ese momento, durante 7 meses –esto es lo llamativo- el paciente mantuvo relaciones
con esta joven de 28 todos los días de lunes a viernes, siempre con el estímulo de los 20 pesos.
Pero la muchacha dejó de trabajar porque se casaba y la sustituyó una señora de 40 años, quien
nunca había trabajado como doméstica y lo hacía porque su marido estaba en un Hospital
portador de un cáncer terminal. ‘Le hice la corte’ dice el paciente y luego de negativas, aceptó y
tuvieron una relación sexual. El paciente le ofreció 20 pesos –igual que a la otra muchacha- y la
mujer se enfureció. Desde ese momento, no pudo mantener una erección a pesar de que la mujer
se aficionó a él, le dijo que ‘nunca conoció un hombre como él’. Como continuaba la
disfunción eréctil y a medida que él se involucraba emocionalmente, no podía continuar le
vinculo sexual.
Consultó en una Clínica sexológica comercial y le aplicaron inyecciones intracavernosas, sin
resultado -‘apenas sentía un calorcito’- dice, y ‘quedé más tiste todavía. Un día que le dieron la
inyección volvió con una erección a la casa y ‘a mi yerno le dio por pintar y pasé en cama todo
el día sin poder hacer nada’. En la clínica le ofrecieron colocarle una prótesis peneana y le
dieron los precios en miles de dólares, lo cual rechazó. Piensa que la mujer pensará que es
homosexual o que se masturba, en términos coloquiales (‘pensará que soy puto o pajero’) Estoy
con la moral por el suelo, no sé si ya la perdí. Hicimos de todo, menos sexo oral, me mato por
ella pero no puedo. Sé que es psicológico”. Recordemos la edad del paciente: 86 años.
Luego de unas entrevistas psicoterapéticas con énfasis en lo sexual, comprobamos que el
paciente estaba inhibido selectivamente con esta mujer, porque se había enamorado, porque él la
valoraba como mujer, porque ella no le aceptó dinero, porque lo aceptaba a pesar de sus años y
porque él llegó a temer las consecuencias de un posible matrimonio con la misma por parte de
su familia. Esclarecidos estos términos, rescatando su condición de adulto con derechos, el
paciente mejoró sustancialmente, recuperando su potencia sexual, aunque no lograba una total
rigidez, es suficiente para penetrar. Como la hija descubrió la relación, despidió a la empleada, y
eso le permitió relacionarse mejor con la misma en igualdad de condiciones. Aclaramos que la
consulta fue previa al año 1998, en que salio a la venta el sildenafil. Y sin embargo, no fue
necesaria ninguna medicación.
CONCLUSIONES
Tomado el grupo de pacientes mayores de 80 años que consultaron por trastornos sexuales en
un consultorio psiquiátrico-geriátrico-sexológico, se han podido recoger pocos casos, la mayoría
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de
absoluta de ellos de sexo masculino. Coincide con la experiencia de otros investigadores que se
han encontrado con idéntica dificultad. El único caso femenino fue aportado por un nieto, no
hubo una consulta directa.
Esto sugiere que la información más abundante y fidedigna estaría en otras formas de
configuración de las muestras, pues mayores de 80 años están en sus casas y la mayoría en
residenciales de mayores, quienes no plantearían demandas de consulta sexológica, pero sí
tienen problemas sexuales que no son atendidos o que no los consideran problemas sentidos o
solucionables. El apragmatismo sexual pareciera ser más común, y los que consultan conservan
su actividad sexual.
El motivo de consulta más frecuente fue la disfunción eréctil y luego la ausencia de eyaculación,
tanto por envejecimiento como por secuelas de intervenciones quirúrgicas a nivel de la pelvis:
prostatectomía, sobre todo.
Podría considerarse que la celotipia a esta edad puede formar parte de alguna instancia evolutiva
de un cuadro demencial que se está instalando, o simplemente por la regresión cognitiva en que
aparecen los elementos paranoides que sustentan psicopatológicamente los celos inmotivados. Y
las parafilias corresponden a edades anteriores a los 80 que pueden manifestarse a esta edad, no
por génesis tardía
La eyaculación precoz es secundaria siempre a esta edad, y el único caso tuvo una mejoría
notable con fármacos que operan sobre la ansiedad obsesiva, al igual que en personas más
jóvenes.
El único caso de abuso, se dio en un contexto particular, no hacia un/a niño/a, sino hacia otra
persona aun mayor, sin antecedentes en otras edades.
El último caso paradigmático muestra que no importa la edad, con 86 años una persona puede
sufrir un trastorno selectivo de su función sexual, que por definición posee una raigambre
psicogénica, y no orgánica como se supone con ligereza cuando se trata a una persona adulta
mayor, y sobre todo muy mayor como el caso presentado. El mismo posee varias aristas a
considerar, como el posible abuso de poder del paciente, que aunque muy mayor y
presuntamente inofensivo, ejerció sobre ambas domésticas de su hogar. El enamoramiento de un
hombre que doblaba la edad de la mujer, la cual presuntamente lo correspondía también es un
tema que suele parecer poco común.
Llama la atención la actitud positiva y las muestras de autovaloración a veces exagerada que
algunos varones muestran hacia su desempeño pasado, cercano a la jactancia. La consigna de
que la regularidad de la actividad sexual en la adultez y en la adultez mayor temprana –que ya la
anunciaban Masters y Johnson (1967) y otros investigadores del siglo XX-, aseguran la
continuidad de la actividad sexual en la adultez mayor y tardía, como los casos que tratamos
hoy, parece recibir confirmación y, por ende, debemos recomendársela a nuestros pacientes de
ambos sexos
El mundo sexual de las personas mayores de ochenta años es, por lo que vemos, tan interesante
y rico como en otras edades, lo que demuestra que la condena a la castidad o miseria erótica a
que condenamos a las mismas no tiene fundamento, y que cada caso particular debe ser tratado
en su historia, presente y futuro, como a cualquier edad. Podremos encontrar realidades
diferentes, pero los parámetros a considerar son los mismos que a otras edades. Por tanto,
poseen el derecho a consultar por sus dificultades y debemos desalentar el nihilismo clínico y
terapéutico como si se trataran problemas insolubles o de menor cuantía.
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de
BIBLIOGRAFÍA
Flores Colombino A (2003). CONSULTA SEXOLOGICA DE PACIENTES DE AMBOS
SEXOS EN LA TERCERA EDAD. REVISION DE 349 CASOS, Ponencia. 13º Congreso
Mundial de Sexología, La Habana (Cuba) marzo 2003.
Kinsey AC, Pomeroy WB, Martin CE (1967). CONDUCTA SEXUAL DEL HOMBRE, Ed.
Siglo Veinte, Buenos Aires.
Kinsey AC, Pomeroy WB, Martin CE, Gebhard PH (1954), CONDUCTA SEXUAL DE LA
MUJER, Ed. Médico-Quirúrgica, Buenos Aires.
Hite S (1981). EL INFORME HITE SOBRE LA SEXUALIDAD MASCULINA, Ed Plaza &
Janés, Barcelona.
Masters WH, Jonnson VE (1967): LA MUJER AÑOSA. EL HOMBRE DE EDAD En su:
“Respuesta sexual huamana” 201-241, Inter-Médica, Buenos Aires.
Autor:
Dr. Andrés Flores Colombino
Médico. Psiquiatra, Geriatra-gerontólogo, Sexólogo Clínico
Profesor de Sexología Clínica del Postgrado de Psiquiatría de la Fac. de Medicina de la UdelaR
Presidente de la Sociedad Uruguaya de Sexología (SUS)
Director del Instituto Uruguayo de Capacitación Sexológica (IUCS)
Académico Titular Vitalicio de la Academia Internacional de Sexología Médica (AISM)
EM [email protected]
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