calidad de la atención de la salud sexual y reproductiva para

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CALIDAD DE LA ATENCIÓN DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA PARA
ADOLESCENTES DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y DERECHOS EN
SERVICIOS DE SALUD ADOLESCENTE DE EFECTORES PÚBLICOS DE CABA
Susana Checa
Cristina Erbaro
Elsa Schvartzman
Silvia Tapia
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Instituto de Investigaciones Gino Germani. Facultad de Cs. Sociales. UBA
Resumen
La investigación desarrollada en servicios de salud destinados a adolescentes de la zona
sur de CABA indagó sobre la calidad de la atención brindada a esta población. Las
dimensiones conceptuales que guiaron la investigación consideraron la salud desde una
perspectiva de género y de derechos haciendo hincapié en los sexuales y reproductivos, la
condición migratoria, la discriminación en la atención en los efectores, la violencia
institucional y familiar.
Objetivos
Conocer y analizar el tipo y la calidad de las prestaciones desarrolladas por los efectores
públicos de CABA destinadas a los/las adolescentes, en particular la atención de su salud
sexual y reproductiva a fin de ofrecer herramientas que permitan abordajes integrales e
interdisciplinarios en los que se incorporen la perspectiva de género y los derechos de
los/las adolescentes en su condición de ciudadanos/as sujetos de derechos.
Metodología la salud sexual y reproductiva adolescente desarrolladas por los
Metodología
Para conocer las características y modalidades de atención y la percepción de ésta por
parte de los/las adolescentes se aplicaron herramientas metodológicas cuantitativas y
cualitativas consistente en: relevamiento de historias clínicas para la calidad de los registros;
encuesta aplicada a usuarias/os y entrevistas semiestructuradas a prestadores de distintas
disciplinas del Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich y del CeSAC 15 del área
programática.
Principales resultados
En el marco de la escasa atención en efectores públicos destinada a la población
adolescente este estudio permite afirmar que, con distinta historia y trayectoria, los efectores
analizados están generando importantes estrategias y buenas prácticas para el abordaje de
la problemática adolescente, buscando abordar desde una óptica de derechos y de atención
humanizada a la población adolescente, en particular a la de menores recursos que es la
que concurre a estos efectores. Ello redunda en una mejora en la calidad de la atención de
la salud adolescente.
Introducción
Estado actual del conocimiento sobre el tema
Los estudios sobre salud sexual y reproductiva adolescente coinciden en señalar la
necesidad de relevar en los efectores públicos de salud la existencia de inequidades en el
acceso a la salud y la calidad de la atención, destacando la necesidad de su abordaje desde
la perspectiva de género y derechos.
La literatura sobre esta problemática señala que para mejorar la calidad de la atención en
los efectores públicos es imprescindible disminuir las inequidades en salud basadas en las
relaciones jerárquicas de género, pobreza, migración y grupo etáreo
Entre los factores que condicionan la calidad de la atención en los servicios de salud sexual
y reproductiva de la población adolescente, la inclusión de la perspectiva de género , como
categoría analítica, facilita la construcción de indicadores significativos de situaciones de
inequidad en la atención de la salud, a la vez que se encuentra en íntima relación con otras
desigualdades derivadas de la edad, la clase, la etnia, el ciclo vital o la orientación sexual,
entre otras (Vélez y Sánchez, 2000; Gómez Gómez, 2002; Faur, 2002).
En relación a la calidad de la atención en salud sexual y reproductiva en varios países de
la región se destacan interesantes avances. En Perú se aplicaron estudios participativos de
diagnóstico, intervención y evaluación con metodologías que proveen indicadores para
medir la calidad de la atención desde una perspectiva de género. Colombia ha generado
una matriz interactiva para la evaluación de la calidad de los servicios de salud con esta
perspectiva,
y
en
Bolivia
han
aplicado
estrategias
metodológicas
a
través
de
autodiagnósticos, dinámicas grupales, formación de investigadores locales en el marco de
investigaciones participativas (Vélez y Sánchez, 2000).
En coincidencia con los aportes producidos por la OPS, es necesario considerar los tres
actores centrales involucrados en la demanda y oferta de SSSyR: el sistema de salud; los y
las prestadores/as y los/las usuarias/os.
Los componentes sustantivos en la calidad de la atención son: La accesibilidad; las
relaciones interpersonales; la integralidad; la competencia humana y técnica: y la
participación (OPS, 1996).
Objetivos e hipótesis
Los objetivos de la investigación se apoyan en un marco conceptual basado en la inclusión
de los derechos humanos con perspectiva de género, considerando la salud como un
derecho humano y a los adolescentes como sujetos activos de sus derechos. Los derechos
humanos, entendidos como interdependientes, indivisibles e indelegables, suponen una
perspectiva de integralidad, de manera que el acceso a la salud no puede concebirse
aisladamente.
En la búsqueda de realizar aportes para mejorar la calidad de la atención de la salud sexual
y reproductiva adolescente, la presente investigación propone integrar espacios de
investigación y análisis cualitativo, con las prácticas de los efectores de salud. Ello implica
vincular la investigación con los servicios adecuados a las demandas específicas de la
diversidad socio-cultural de este sector, atendiendo a los derechos consagrados en la
legislación correspondiente. En este sentido se propone generar información relevante para
los efectores, profesionales de la salud y la ciudadanía orientada a mejorar los programas y
servicios sanitarios locales que respondan de forma equitativa y eficiente a las necesidades
de salud de la población adolescente contribuyendo a la reducción de desigualdades en
salud (Whitehead, 1990; OMS, 2001).
En el marco señalado la hipótesis que guía la investigación establece que los servicios de
salud para adolescentes logran una mejor calidad de la atención cuando aquellos son
reconocidos como sujetos de derechos, respetadas las diferencias, demandas y
necesidades/derechos, en la medida en que dichos servicios cumplen con la normativa
vigente y transmiten información adecuada, veraz y universalmente reconocida, estimulando
desde estos espacios institucionales la participación y la accesibilidad de la salud como
derecho humano.
En este marco los objetivos fueron:
Objetivo general
Conocer y analizar el tipo y la calidad de las prestaciones desarrolladas por los efectores
públicos de la Ciudad de Buenos Aires destinadas a los/las adolescentes, en particular la
atención de su salud sexual y reproductiva a fin de ofrecer herramientas que permitan
abordajes integrales e interdisciplinarios en los que se incorporen la perspectiva de género y
los derechos de los/las adolescentes en su condición de ciudadanos/as sujetos de derechos.
Objetivos específicos:
 Relevar programas, y servicios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la legislación
destinada a la salud y a la salud sexual y reproductiva de la población adolescente.
 Seleccionar hospitales y CeSACs de la Ciudad de Buenos Aires en los que se ofrezcan
prestaciones de salud a la población adolescente.
 Establecer el tipo de funcionamiento de dichos servicios al interior de los hospitales y
CeSACs de pertenencia y sus asociaciones (trabajo en red, vínculos en Ateneos
profesionales, pertenencia a Asociaciones profesionales que los nuclean, etc.).
 Indagar a partir de fuentes primarias y secundarias la calidad de la atención en los
efectores seleccionados a través de metodologías cuantitativas y cualitativas.
 Conocer la percepción y opinión de los/as adolescentes y los prestadores de los
servicios de salud respecto de la calidad de la atención, focalizando en la salud sexual y
reproductiva.
Metodología
Desde el punto de vista metodológico la investigación fue de carácter descriptivo y
exploratorio.
Universo de estudio: Efectores del subsistema público de salud de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (CABA).
Unidades de análisis:
A nivel institucional:
Los servicios de efectores públicos de salud localizados en la Ciudad de Buenos Aires
destinados a la atención de la población adolescente.
A nivel poblacional:
a) adolescentes que demandan atención en los efectores de salud adolescentelos/las
prestadores/as de salud de distintas disciplinas que conforman el equipo de los servicios
de adolescencia.
Los componentes del proyecto y sus respectivas actividades fueron las siguientes:
a) Componente descriptivo
 Recabar información sobre programas nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires
destinados a la población adolescente.
 Recopilación de información secundaria sobre los servicios de la atención de la salud
adolescente en efectores públicos de salud en la CABA.
 Selección de servicios de salud adolescente en los efectores públicos, en un área de la
zona sur de CABA.
 Establecimiento de la demanda según sexo y grupo etáreo en cada servicio analizado.
 Análisis de una muestra de historias clínicas de adolescentes a fin de estudiar la calidad
de los registros.
b) Componente exploratorio
Desde la perspectiva exploratoria se aplicaron las siguientes herramientas metodológicas
cuantitativas y cualitativas:
 Observación no participante en sala de espera.
 Observación no participante en talleres promovidos por los servicios.
 Aplicación de una encuesta sobre calidad de la atención a los/las adolescentes, en el
Servicio de Adolescencia de un hospital después de ser atendidos y fuera de la sala de
espera.
 Entrevistas semiestructuradas a profesionales de las distintas disciplinas que atienden
en el Servicio de Adolescencia del Argerich y en el CESAC Nº 15.
Resultados
En función de los objetivos propuestos se seleccionaron dos servicios de adolescencia en 2
hospitales públicos y un Centro de Salud y Atención Comunitaria ubicados en la Comuna 4
(Nueva Pompeya, Parque Patricios, La Boca y Barracas), de la zona sur de la Ciudad de
Buenos Aires, en los que se aplicaron los distintos instrumentos de los componentes
propuestos en el proyecto. Dichos efectores fueron:
-
Hospital Cosme Argerich. Servicio Adolescencia.
-
CeSAC 15. Correspondiente al Área Programática del Hospital Argerich.
-
Hospital Materno Infantil Ramón Sardá. Programa de Atención a Madres Adolescentes –
PROAMA-.
Componente descriptivo
En este punto se presentan los principales resultados obtenidos del análisis de los registros
obtenidos en el relevamiento de una muestra de historias clínicas (HC) de los Servicios de
Adolescencia de los dos hospitales. Las HC fueron seleccionadas por un muestreo al azar
de los archivos existentes. En ambos casos se construyó un instrumento propio para el
volcado de los datos. Las HC relevadas fueron incorporadas a una base de datos,
procesadas y analizadas por el sistema SPSS.
La elección de esta estrategia se basó en el interés por relevar el modo y calidad de
registros de las distintas dimensiones que realizan los/as profesionales durante las
consultas. A su vez, sobre la información disponible, permitió realizar una caracterización de
la salud de la población adolescente concurrente al servicio a partir de dimensiones
establecidas en las HC. En el Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich, fueron
relevadas 627 HC entre enero y abril de 2009 a partir de un muestreo al azar, excluyendo
aquellas que sólo contenían información de certificados de salud para instituciones
escolares.
En el caso del PROAMA, se relevaron, 125 casos de adolescentes que
concurrían con sus hijos a este servicio entre los años 2005 y 2007.
Cabe destacar que los servicios de salud estudiados, parten de distintos propósitos.
Mientras que el PROAMA aplica una HC de seguimiento a adolescentes que han sido
madres hasta los dos años de vida de sus hijos, las HC del servicio del Hospital Argerich
tiene un espectro mucho mayor puesto que atienden adolescentes específicamente y
registran su perfil sociosanitario en un instrumento, probado internacionalmente (CLAPOPS/OMS), con información sustantiva sobre la salud y condiciones demográficas y
socioeconómicas de adolescentes de ambos sexos. El Servicio de Adolescencia del Hospital
Argerich existente desde 1983, desde un enfoque integral atiende la población adolescente
de varones y mujeres desde los 10 a los 20 años. Por su parte, el PROAMA correspondiente
al Hospital Materno Infantil Ramón Sardá funciona desde 1989 y, debido a que es un
hospital Materno Infantil, atiende sólo a embarazadas y madres adolescentes entre 12 y 17
años y a sus hijos, dando lugar a una atención integral de carácter preventivo que aborda
simultáneamente a los hijos.
La información de las HC del PROAMA predomina lo relacionado con el embarazo. En
cambio, la ficha utilizada por el Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich, incluye una
mayor diversidad de aspectos. Las coincidencias en las HC refieren a la sexualidad. En
ambos servicios se registra que la edad promedio de la menarca, es de 12 años, mientras
que la edad promedio de inicio sexual ronda los 15 años.
Por otra parte, las preguntas sobre todo aquéllas de tipo socioeconómico y habitacional, son
registradas en menor medida. Al respecto, consideramos que, en general, los profesionales
médicos guiados por un modelo hegemónico que enfatiza lo biomédico, antes que lo social y
lo actitudinal como componentes básicos para incorporación de comportamientos
preventivos, privilegian el relevamiento de ciertos aspectos como la alimentación, el sueño,
enfermedades preexistentes, por sobre los relacionados con el contexto de vida del
adolescente que tiene ver con la educación, el trabajo, condiciones habitacionales y
relaciones de pareja y con sus pares, así como el proyecto de vida.
Componente exploratorio
En este componente en el Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich se aplicó una
encuesta a 89 adolescentes varones y mujeres ingresados en un mes. La misma estuvo
destinada a relevar la percepción acerca de la atención brindada, teniendo en cuenta el
respeto por la privacidad, acompañamiento, claridad en el lenguaje, etc. La encuesta se
aplicó una vez terminada la consulta, previo consentimiento informado. La encuesta fue
respondida fuera del servicio a fin de no sesgar la información obtenida, aplicada por
asistentes de la investigación y para su análisis se utilizó el programa informático SPSS.
En este apartado destacamos los resultados más significativos surgidos de la aplicación de
esta herramienta.
De los 89 casos relevados, 72 fueron mujeres (80%) y 17 varones (20%). Esta distribución
responde a una mayor presencia de adolescentes mujeres, así como la continuidad en el
mismo, que consultan por su salud sexual y reproductiva. El servicio de adolescencia del
Hospital atiende a usuarios entre 10 años a 21 años. La mayor cantidad de las encuestas la
respondieron adolescentes entre 13 y 17 años ( 51%), en segundo lugar los de 18 y más
(41%) y sólo un 6% de adolescentes entre 10 y 12 años.
En cuanto a la residencia el 50% vive en la CABA mientras que el 42% reside en la zona
sur del Gran Buenos Aires. Con respecto al tiempo estimado para llegar al Hospital, el 46%
refirió que le insumió menos de media hora de traslado, dato directamente relacionado con
los/ las usuarios/as residentes en la CABA. El 44,9% contestó que el traslado hacia el
Hospital le insumió entre media hora y dos horas, dato explicado en gran medida por los/ las
usuarios/as residentes en el GBA Sur.
Educación
El 76,4% se encontraba estudiando al momento de la encuesta. Un 65% tiene el secundario
incompleto, un 12% completó el nivel medio y un 8% que se encontraba desarrollando
estudios terciarios-universitarios. Sólo un 8% tiene el primario incompleto y un 5,8% lo ha
completado. De esta manera se puede interpretar que existe una presencia importante de
adolescentes que están escolarizados o con un nivel medio de estudios alcanzados.
Migración
Un 88% son nacidos en Argentina y 12% en otros países. De este grupo (12%) el 70%
proviene de Paraguay y el resto del Perú. Dado que existe una presencia significativa de
población migrante se ha relevado el tiempo de residencia en la Argentina y los motivos que
originaron la movilidad. En la gran mayoría de estos migrantes tienen más de 10 años de
residencia y entre dos y 5 años, son pocos los que sólo hace un año que viven el el país
Motivos de la atención de la salud
La encuesta interroga sobre los motivos de la consulta al servicio de Adolescencia el día que
fue encuestado/a: en su mayoría respondieron que las razones refieren a controles de salud
en un 54,5%, sin embargo, el 31,8% refirió tener un problema de salud, el 6,8% motivó la
consulta la búsqueda de un certificado de salud y el 6,8% refirió tener “otro problema”.
Calidad de la atención
Se han contemplado las siguientes dimensiones:
Ubicación del servicio: existencia de dificultades para encontrar el servicio adentro del
Hospital: el mayor número de encuestados / as refirió hacerlo muy fácilmente en un 89,9%,
sólo el 5,6% refirió tener mucha dificultad para encontrarlo.
Obtención de los turnos: suelen ser una gran dificultad para esta población dado que se
comienzan a otorgar desde muy temprano en la mañana, por lo que se convierten en una
causa importante de inasistencia escolar. El 70,5% que tuvo que concurrir muy temprano a
la mañana para ser atendido /a; sólo un 11,4% dijo haber tenido que venir un rato antes de
la consulta o llamó por teléfono, el 11,4% dijo que tenía turno de la consulta anterior y un 6%
dijo ser atendido sin turno.
Tiempo de espera en la sala: Otro dato significativo es el tiempo que insume la sala de
espera hasta ingresar en la consulta. Al respecto, el 34,8% indicó que debió esperar menos
de media hora, el 47% espero entre media hora y dos horas y el 18% más de dos horas.
Condiciones de la sala de espera: Con respecto a la opinión que surge de las condiciones
en que encontraron la sala de espera las respuestas han sido: 4,5% refirió que la sala de
espera es muy agradable, el 61,8% que es agradable, un 29,2% que es regular y un 4,5%
que es desagradable. El servicio cuenta con actividades en sala de espera sobre
temáticas vinculadas a la salud sexual y reproductiva, prevención de violencia, entre otros.
De total de los casos el 53,4% no había presenciado ninguna actividad, mientras que el
29,5% participó de un taller. En general, las opiniones respecto de las actividades
presenciadas han sido ponderadas como “muy importante” en un 22% e importante en 74%
de los casos.
Opiniones y percepciones acerca de la consulta
Partiendo de que la mayor parte de los/las consultantes son mujeres, el 39,3% prefiere ser
atendido una profesional mujer, el 25% que lo haga el /la profesional que lo atendió en
consultas anteriores, mientras que al 23,9% le resultó indistinto. En el caso que hubiera
preferencias se consultó si la habían manifestado en el servicio. El 50,6% dijo haberlo hecho
y que en todos los casos fue considerada su preferencia. Sin embargo, cabe señalar un
número importante de usuarios/ as que si bien poseen preferencias, no han logrado
manifestarlas (32,4%).
La atención en salud de cualquier adolescente esté solo o acompañado es una premisa
básica y un derecho establecido en normas nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires. El
52,3% concurrió solo/a mientras que el 34,1% lo hizo acompañado. Esto refiere a
estrategias de los profesionales para atender cuestiones de salud sexual y reproductiva en
privacidad y reserva entre el profesional y el/la adolescente. Los que han sido acompañados
/ as en su gran mayoría lo hacen con sus madres en un 57,7%, en un 12% por sus parejas y
un 19% por otras personas.
Las opiniones y percepciones de la consulta han sido muy satisfactorias y se visualiza una
ponderación positiva de las mismas.

El 96,6% consideró que la consulta había sido buena.

El 94,3 % consideró que la consulta había tenido suficiente privacidad y la puerta había
permanecido cerrada. Un 12,6% señaló que la consulta había sido interrumpida por otras
personas y en el 6,9% de los casos, interrumpida por otros/as profesionales.

El 96,5% percibió que ante sus preguntas y motivos de consulta el/ la profesional había
escuchado atentamente y contestado todas sus preguntas.

El 93,2% consideró que el tiempo destinado por el/ la profesional durante la consulta
había sido suficiente.

El 88,6% consideró que el/ la profesional hablaba con lenguaje accesible y que entendió
perfectamente lo que había indicado. Sin embargo, el 11,4% entendió parcialmente al /
la profesional.

El 78,2% de los que habían recibido indicaciones de los profesionales por escrito
consideraron que era accesibles, el 14,1% comprendió parcialmente las indicaciones por
escrito y el 6,4% no comprendió nada de lo que se había consignado por escrito. En este
dato se visualiza una mayor dificultad de entendimiento que en la comunicación verbal
con los/ las médicos / as.

Con respecto a los usuarios que derivados a otros servicios luego de la consulta en el
servicio de Adolescencia (laboratorio, psicopatología, rayos, etc.), se registró que un 8%
no había entendido las indicaciones sobre lo que tenía que hacer y a dónde debía
concurrir.
Atención de la salud sexual y reproductiva
Este punto es de especial interés para generar acciones preventivas y de autocuidado. De lo
expresado por los/ as adolescentes se distinguen los siguientes puntos:

El 84,7% dijo que el profesional le preguntó si era sexualmente activo.

El 88,4% dijo que le informaron como cuidarse en las relaciones sexuales. El 85,7% dijo
que el profesional había contestado todas sus dudas. Sin embargo, un 6,5% dijo que se
habían contestado sólo algunas de sus preguntas.

El 38,8% dijo que le explicaron sobre los métodos anticonceptivos pero que no le
proporcionaron el insumo.

El 34,3% recibió información, pudo elegir un método y le entregaron el insumo.

Sin embargo, el 20% dijo que no pudo elegir el método para cuidarse. Este dato podría
estar relacionado con la falta de disponibilidad continua de métodos anticonceptivos.

El 45,1%, se retiró del servicio sin un método anticonceptivo.
Abordaje cualitativo de la calidad de atención en los servicios desde la perspectiva de
los prestadores/as
Se aplicó un instrumento cualitativo a los/as prestadores de salud del equipo
interdisciplinario del Servicio de Adolescencia del Hospital C. Argerich1, incluyendo uno de
los Centros de Salud (CeSAC) de su Área Programática, el CeSAC Nº 15.
Desde un enfoque que establece como necesaria y fundamental una “atención integral de
adolescentes y jóvenes”, el Servicio de Adolescencia considera que la formación y la
práctica profesional son componentes esenciales (Berner et al, 2008). Esta sección, por lo
tanto, refiere al análisis de las entrevistas realizadas a diez de estos actores, con el objetivo
de profundizar en el relevamiento de una serie de indicadores que manifestaran rasgos
específicos del equipo de salud (formación, tipo de trabajo, abordajes disciplinarios y otras
cuestiones), privilegiando la dimensión correspondiente a la calidad de la atención desde
una perspectiva de género y derechos humanos.
Características del equipo de salud del Servicio de Adolescencia y del CeSAC
Está constituido por 23 profesionales cuya formación originaria tiene que ver con pediatría,
clínica y ginecología. Se registra una carencia importante de psicólogos/as y una relación
compleja con el servicio de psicopatología dado que no han logrado establecer que se
adopten criterios específicos para la atención de los/as adolescentes. Se realizaron
entrevistas a los integrantes del servicio (abarcando todas las especialidades) y a algunas
médicas que llevan a cabo allí su formación específica en adolescencia, denominada
posbásica. En el caso del CESAC, se han conformado equipos interdisciplinarios para las
problemáticas de VIH/SIDA, salud sexual y reproductiva y adolescencia.
En relación con las condiciones laborales todo el equipo es rentado, excepto los residentes.
En el caso del CeSAC se trabaja con personal de planta, existiendo un criterio
interdisciplinario y en algunas oportunidades con rotación de personal.
En general los/as entrevistados/as se recibieron en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires y solo unos pocos casos en la Universidad Nacional de la
Plata. Todos/as cursaron una especialidad básica. Los de mayor edad adquirieron su
formación específica en adolescencia en la práctica cotidiana y en un sinnúmero de cursos
sobre la cuestión adolescente. En palabras de un entrevistado “a lo largo de estos veinte y
pico de años de trabajar en la práctica adolescente y pediatría se fueron sumando un
montón de cursos de perfeccionamiento, de capacitación, de investigación, acá en el
1
El Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich tiene como antecedente el Centro de Adolescencia que se
inauguró en 1962 en el Hospital Rawson y el Consultorio de Adolescencia de la II Cátedra de Pediatría del
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. En 1978 se conforma la Sección Adolescencia en el Centro de Salud Nº 2
dependiente del Hospital Argerich hasta que, en 1983 –año de reinicio del período democrático- la mencionada
sección se traslada a la Planta Principal de consultorios externos del Hospital Argerich.
hospital y afuera. En otros centros, también en el exterior, en congresos, en jornadas. En
Brasil, en Estados Unidos, en New York, Washington, Minnesota, Chile” (Médico pediatra,
residente de 2º año), reafirmando que la decisión de formarse fue personal y voluntaria, sin
una estructura que la provea y refiriendo a la escasa importancia que se le daba a la
especialidad hasta hace unos pocos años. Los/as más jóvenes, como se explicitó
anteriormente, están cursando una formación pos básica en adolescencia. El criterio de
formación incluye la atención integral de los adolescentes, la perspectiva de género y de
derechos. “La formación que te dan los cursos sin la práctica no sirve para nada y viceversa”
(Obstetra) sintetiza lo que la mayoría plantea como la inexistencia de disociación entre la
teoría y la práctica. Si bien han accedido a formación académica en esos temas (excepto
género) la misma se produce en una estrecha relación con la atención clínica y frente a
situaciones a resolver consultan al equipo y así adquieren el conocimiento necesario para
poder actuar posteriormente. “Cuando detectamos en la consulta alguna situación en la que
los chicos están en peligro tenemos una referente, hablamos con ella, le presentamos el
caso y hacemos los contactos pertinentes” (Médica pediatra, jefa de residentes). En
palabras de un entrevistado, de larga trayectoria en el Servicio, “la formación está
fuertemente en la práctica. No es lo mismo quien atiende a adolescentes en un centro
armado por decisión propia o por necesidad que quien se forma en un equipo
interdisciplinario con un pensamiento de atención integral donde lo interdisciplinario juega un
rol importante dado que la mirada desde otros aspectos como es el género, derecho,
produce la construcción de un pensamiento diferente que impacta a la hora de tener que
pararse frente a un adolescente para escucharlo” (Médico pediatra, planta permanente).
Además del criterio interdisciplinar del servicio la ley sobre adolescencia de la CABA se
transformó en un Programa de Adolescencia. Dentro de programa están incluidos los 18
hospitales de la Ciudad que poseen algún referente en adolescencia. Ello permitiría la
programación de acciones más específicas interrelacionadas constituyendo una red de
atención de adolescentes. En el caso del CeSAC existe una estrecha relación no solo entre
los profesionales de los diversos Centros, sino con las autoridades del programa. Contactos
vía email, encuentros, intercambios de experiencia y una reunión mensual son parte
incorporada del criterio de trabajo en red.
Calidad de atención
Una de las características del Servicio de Adolescencia, tanto en el hospital como en el
CeSAC es que la población que concurre está constituida mayoritariamente por mujeres.
Los/as profesionales refieren que la entrevista cambia cualitativamente si participan varones
ya que se hacen cargo activamente de su responsabilidad en la prevención, planteando en
muchas oportunidades que la imposibilidad de usar preservativo no está solo de parte de
ellos sino también de las mujeres. Diversas razones permitirían esbozar una explicación de
la dificultad de los varones para el cuidado de su salud. En primer lugar porque la “cuestión
anatómica” permite a las mujeres visualizar algunas cuestiones o temas vinculados con el
crecimiento. En segundo lugar, porque se trata de una etapa vital donde, de acuerdo a todas
las estadísticas, existe una escasa morbilidad.
En rasgos generales, se visibiliza la menor concurrencia de los varones en los servicios de
salud, respondiendo a determinaciones culturales. Ello lleva a reflexionar sobre la necesidad
de promover la consulta de varones debido a la escasa consulta espontánea.
En relación a la calidad de atención los/as profesionales consideran que es lo “mejor
posible” los turnos los otorgan de acuerdo a una agenda que lleva cada médico/a (cubren
con este criterio el 40% de la demanda programada) tendiendo de ese modo a una atención
personalizada. El 60% restante responde a la demanda diaria en cuyo caso deben
registrarse en el registro central de turnos y esperar desde la mañana muy temprano. El
tiempo de espera, intentando que no sea muy prolongado, depende del tiempo que requiera
cada caso. “De acuerdo a la complejidad que demanda el paciente que estamos atendiendo
no sabemos si se tarda cinco minutos o dos horas” (Médico pediatra, planta permanente).
Cada médico entre turno mañana y tarde tiene una agenda aproximada de 12 pacientes o
más, por lo que se atienden alrededor de 60 personas diariamente, ello sin contar los que
van sin turno. En el caso del CeSAC la población adolescente que se atiende es mucho
menor, en algunos días dos o como máximo cinco personas.
De acuerdo a los informantes, el servicio posee un espacio adecuado para la atención. “Lo
único que faltaría en los consultorios son biombos que permitirían preservar la intimidad”
(Médico pediatra, planta permanente). Los consultorios son cuidados, hay respeto al pudor y
la confidencialidad. En relación con las instalaciones consideran que están bien, pero que
para poder contener toda la demanda necesitarían más espacio: en principio más
consultorios y en segundo lugar un espacio más amplio donde realizar las reuniones para
analizar e intercambiar sobre casos en los ateneos internos.
Al tratarse de la atención de adolescentes, por criterio del servicio y en este momento por la
legislación correspondiente, atienden a todo aquel que consulte sea solo o acompañado. En
general los/as menores de 14 años vienen acompañados y los mayores solos/as. En su
criterio, nadie esta “tan solo” (Médica pediatra, residente de 2º año) que no se pueda
establecer contacto con otra persona a la cual pueda informarse de la situación. Se
despliegan todas las herramientas necesarias para contenerlo y si ocurriera que no hay
ningún adulto que pueda responder o el adolescente no lo desee, se recurre a la trabajadora
social.
Por otro lado, existe un criterio general de respeto al adolescente como sujeto de derecho y
se trabaja para su atención con resoluciones del Ministerio de Salud por las cuales se define
que todo niño o niña, o adolescente debe ser asistido sin necesidad que esté acompañado
por un mayor. Esa referencia de la importancia de las leyes y las regulaciones son referidas
por los profesionales del CeSAC.
La privacidad y la confidencialidad son dos pilares del funcionamiento del servicio. En
relación a la privacidad suele ocurrir que el profesional esté acompañado por un asistente,
dado que es un centro de formación, pero si el adolescente muestra señales de
incomodidad se retira. Los profesionales consideran que se genera un vínculo de confianza,
impresión corroborada por una serie de encuestas internas donde se registra un alto índice
de retorno a la consulta.
Con respecto de los insumos es importante establecer al menos dos tipos de planteos: en
relación a los recursos humanos y a la provisión de medicamentos, anticonceptivos,
laboratorio, etc.
En relación a los recursos humanos, “el insumo principal en este servicio es el profesional”
(Médico pediatra, planta permanente). El pago de los honorarios de los profesionales es un
recurso invalorable, el 60% del servicio esta rentado y eso es muy importante porque se
trata de un espacio de atención y formación. De todos modos se registran carencias, como
se mencionó anteriormente, en el área de salud mental. Con el Servicio de Psicopatología
no logran establecer una articulación aceitada y confiable para la derivación de
adolescentes. En ese sentido funcionan con otros hospitales donde tienen estrecha relación
profesional personal. Todos comparten la importancia y la carencia del trabajo
interdisciplinario y la dificultad de llevarlo a cabo porque necesitarían (y no hay
nombramientos) psicólogos, asistentes sociales y sociólogos en el equipo. La única
excepción y que ha mejorado notablemente la atención de las adolescentes, es una obstetra
que no solo forma parte del equipo sino que atiende la consulta en el mismo servicio.
En relación a medicamentos y anticonceptivos en general tienen provisión (aunque
plantearon en los últimos tiempos la falta o el retraso en la entrega), y en ese sentido
consideran que es satisfactorio. “No hay mucha más necesidad de insumos excepto en
ginecología y en la provisión de anticonceptivos o preservativos. A partir de los programas
de VIH hubo mucha más provisión de preservativos” (Médico pediatra, residente de 2º año).
Con respecto a los estudios y las derivaciones consideran que allí hay un cuello de
botella: no existen criterios institucionales formalizados (algunos servicios no reciben a
menores de 16 años) y ello obliga a una tramitación “personal” de cada proveedor en cada
circunstancia. “Por ejemplo en cardiología menores de 15 o 16 años no se pueden atender,
traumatología menores de 16 años no se pueden atender, oftalmología, otorrino. Si son muy
chicos no los podemos atender y en esos casos tenemos que recurrir a otros hospitales”
(Médica pediatra, residente de 2º año).
Un faltante importante de insumo es la folletería referida a anticoncepción, derechos,
violencia, adicciones, abuso, etc. que complementarían la información recibida tanto en la
sala de espera como en la consulta y permitiría una lectura posterior más tranquila. La
misma situación se refleja en el CeSAC.
Anticoncepción y embarazo. Consejería pre y post aborto
Un alto porcentaje de las usuarias tiene información sobre anticoncepción y esto es más
notorio si han pasado por el taller que se realiza en la sala de espera del servicio. Son
innumerables los estudios e investigaciones que han resaltado la brecha que se produce
entre el conocimiento y la prevención. El conocer sobre métodos anticonceptivos no implica
necesariamente poder hacerse cargo de su uso.
No todos los pacientes que llegan al sistema vienen por anticoncepción. El equipo de
atención está entrenado para escuchar el motivo de consulta. Es allí donde la escucha es
muy importante para detectar una consulta latente sobre anticoncepción u otros temas como
violencia, abuso, maltrato, angustia. En el caso de detectar abuso y/o violencia se busca
apoyo con asistente social, en el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes,
se pide asesoramiento legal para evaluar las condiciones para llegar a la instancia de la
denuncia. En el caso del CeSAC trabajan en estrecha relación con la Defensoría del Pueblo
no solo para denunciar casos de violencia, abuso, etc. sino también situaciones de
discriminación.
En relación a la información sobre anticonceptivos,
se pone en conocimiento
mayoritariamente sobre la existencia de píldoras, preservativos y anticoncepción de
emergencia. Es decir, los que tienen y pueden entregar gratuitamente. Respecto del DIU lo
aconsejan a pacientes que han tenido hijos pero si la situación por su complejidad lo
requiere, lo colocan sin problemas. Si hay folletería se les otorga, aunque en términos
generales no siempre están disponibles. En general se les habla sobre sus derechos. Según
refieren los/as profesionales hay consultas que ameritan hablar mucho más de los derechos
que otras. Es homóloga la situación en el CeSAC, donde se hacen fuerte hincapié en la
existencia de la anticoncepción de emergencia (AHE) y la posibilidad de un amplísimo
horario para su acceso.
En caso de una consulta de presunción de embarazo, se realiza el test correspondiente. Si
no estaban advertidas se da una contención y un diálogo sobre la decisión a seguir. En
general hay dos tipos de pacientes: las que se enteran durante la consulta y las que asisten
conociendo la situación y buscan asesoramiento para la interrupción. Como claramente lo
refiere una informante, “si vienen a una consulta por embarazo, en términos globales el
embarazo se suma como un capítulo más de acompañamiento de lo que va pasando. No
hay un a priori frente a la adolescente embarazada. Hay una escucha. Ante esto tenemos
tres caminos. Continua el embarazo, o no sabe qué hacer con este embarazo, o interrumpe
el embarazo” (Médico pediatra, planta permanente).
En caso que se enteren en el momento de la consulta se le indica una ecografía para
averiguar sobre el tiempo y el estado del embarazo. El servicio ofrece acompañamiento e
información para la decisión que la paciente adopte, sin introducir criterios morales sobre
posiciones correctas o no.
Si deciden continuar con el embarazo se les indica la ecografía como se explicitó
anteriormente y se da una cita con la médica obstetra que la acompaña durante los 9 meses
de gestación con un control cada 15 días o una vez por mes dependiendo el caso “si decide
continuar el embarazo la vamos a ayudar a sostener su decisión ante sus familiares o pareja
y le vamos a ofrecer el seguimiento obstétrico adecuado aquí mismo en el servicio”
(Obstetra).
En muchos casos frente al impacto de la noticia, las adolescentes refieren no saber qué
hacer y necesitar tiempo para pensarlo. En esa circunstancia los/as profesionales mantienen
un diálogo acerca de las condiciones de posibilidad, si tiene compañero o no, con quien
vive, es decir se trata de desarrollar un asesoramiento integral con toda la información para
el caso de decidir la interrupción del embarazo.
Realizan consejería pre y post aborto, pero quizás lo más interesante que surgió en las
entrevistas es que no es obligatorio para todos/as. Si bien la objeción de conciencia rige en
el Servicio, siempre hay un profesional que realiza la consejería.
En la consejería pre y post aborto se plantea en primer lugar cual es la posición del servicio,
“aclaramos que el aborto es ilegal en Argentina, que nosotros no vamos a practicar ningún
aborto pero que le vamos a dar información suficiente para que ella se cuide en el caso que
decida interrumpir el embarazo” (Médico pediatra, planta permanente). Frente a la decisión
tomada se le brinda información completa, se le realizan ecografías, test de grupo sanguíneo
para poder prevenir incompatibilidades en embarazos subsiguientes y le ofrecen una
explicación muy pormenorizada de todos los métodos que circulan y que pueden ser
perjudiciales para su salud y su vida. Se le plantea que el servicio está abierto a cualquier
consulta y que sin dilación una vez hecho el procedimiento retorne para un chequeo general.
En diversas investigaciones sobre el campo temático se ha aludido al rechazo de las/os
adolescentes al aborto, vivenciado como un acto pecaminoso y en algunos casos delictivo.
La significación del ethos cultural conformado por la doctrina de la Iglesia Católica que lo
sitúa como pecado y crimen, así como la dimensión de género, inciden
no sin
contradicciones en la percepción, representaciones e imaginario de las adolescentes acerca
del aborto. El proceso de negación y rechazo, cuando por otro lado, existe acceso a la
práctica del aborto conforma un campo en el sentido de Bourdieu, donde se juegan
conflictivas tensiones y contradicciones. Es en ese contexto donde la consejería pre y post
aborto ocupa un lugar preferencial para la toma de decisiones informadas de las
adolescentes. Como síntesis las palabras de una médica (Pediatra, residente de 2º año) son
más que elocuentes en este servicio está la prevención de embarazos y abortos y está la
reducción de daños. “Es decir la prevención ante esta circunstancia dañina que pueda
producirse y la prevención de un segundo embarazo o un segundo aborto”.
Diversidad sexual
El tema de la diversidad sexual no es de fácil abordaje en los servicios de salud. De acuerdo
a algunos estudios los pacientes que no responden a la lógica sexual normativa hegemónica
tienen serias dificultades de sentirse comprendidos en los servicios de salud. Por ello
detectan algunos servicios “amigables” o médicos particulares que atiendan la problemática
específica. En el servicio atienden la diversidad sexual sin prejuicios pero fue un largo
aprendizaje práctico.
En el caso del Servicio de Adolescencia, las palabras de un entrevistado son más que
elocuentes “creo que tenemos un agujero en las diversidades sexuales. Porque no
detectamos en la práctica día a día entre 7 y 10 % por ejemplo de personas homosexuales.
Si no lo estamos detectando y sabemos que en la población hay un porcentaje de esa
cantidad, debe haber algo que nosotros generamos” (Médico pediatra, planta permanente).
El abordaje de esta población requiere tener internalizados ciertos criterios y categorías del
sexismo imperante. A pesar de esto, todos/as los entrevistados refieren que cada vez hay
una mayor visibilización. Tratan de abordar la entrevista poniendo especial cuidado en el
interrogatorio de la historia clínica donde, por ejemplo, en lugar de preguntar si tiene novia o
novio, se interroga sobre la existencia o no de pareja. El nominarla/o da una entrada a la
situación sin tener que realizar una pregunta que violente una respuesta no deseada. El
tratamiento del tema en el CeSAC adopta el mismo criterio de inclusión y cuidado en el
abordaje.
“A los fines prácticos no me cambia en nada para la atención que tengo que dar”. (Médico
pediatra, residente de 2º año) refirió una médica residente sintetizando el criterio amplio y
antidiscriminatorio que organiza el espíritu del servicio. Eso no obsta que los proveedores no
se encuentren frente a contradicciones y dudas, pero se trata de resolver en las instancias
colectivas de intercambio profesional.
Discriminación
La discriminación que constituye uno de los parámetros de defensa de los derechos
humanos se despliega en el orden social. En ese sentido el servicio no escapa a ello y se
encuentra atravesado por las contradicciones, dudas, incertidumbres, broncas que aquejan
y habitan a la condición humana.
Varias dimensiones se ponen en juego en la discriminación: género, raza, sexual, etnia,
nacionalidad, etc.
Si bien la población cautiva del hospital público son los sectores populares, desde hace ya
varios años ha habido un cambio en la conformación de la población hospitalaria. Vastos
sectores medios que han perdido el trabajo, población extranjera migrante efectiva o
golondrina, personas de otras áreas que no corresponden a la jurisdicción específica del
hospital, diversidad sexual, han poblado los pasillos y consultorios de los hospitales
públicos. Esa diversidad también se encuentra en el Servicio de Adolescencia y en el
CeSAC.
Varios ejemplos surgidos de las entrevistas permiten mostrar las contradicciones que surgen
en la práctica cotidiana.
“Me tocó en una consulta atender un chico que en época de crisis se dedicaba a realizar
secuestros Express. La madre lo trae por dolores de cabeza y otras cosas y evidentemente
sabía pero no contaba nada. El chico en un momento lo dice. En el pase médico lo comento
y ahí se planteo el tema que todos tienen derecho a la atención. Pero también notás en la
recepción cuando a veces entran y comentan, “esta paraguaya”, y cuando se planteó que la
Ciudad de Buenos Aires no iba a atender gente del interior se escuchaban algunas voces
que decían que estaba muy bien. En algún momento se discutió sobre la atención de
bolivianos y paraguayos” (Médico pediatra, planta permanente).
En relación a posibles situaciones de discriminación refirieron que atienden a “todos por
igual”, pero sí se registró molestia frente a los contingentes de extranjeros que vienen solo a
atenderse dado el costo y la calidad del hospital público argentino expresa una preocupación
sobre todo cuando se trata de los insumos, “me da bronca que cuando viene un paciente
argentino no tengo para darle remedios porque se lo di a un extranjero…….porque darles
insumos le damos a todos si es que tenemos” (Médica pediatra, residente de 2º año). Esta
preocupación es más evidente en los/as residentes, o sea las generaciones más jóvenes,
que en el equipo estable del Servicio.
El CeSAC se caracteriza por un importante contingente de atenciones a extranjeros que
habitan, en su mayoría, en los hoteles cercanos. Especialmente las mujeres peruanas tienen
información muy consistente en relación a la sexualidad, la anticoncepción y la prevención.
Caso inverso es la situación de las mujeres bolivianas. En el CeSAC se ven obligados a
colaborar en la resolución de temas que exceden su actuación como radicaciones,
documentación, condiciones laborales, etc. y para ello utilizan la red establecida
especialmente con la Defensoría del Pueblo de la CABA.
Resultados y reflexiones finales
A partir de los hallazgos de los instrumentos aplicados se constató:
Sobre las historias clínicas:

Los servicios de salud estudiados, Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich y
PROAMA, parten de distintos propósitos. Mientras que el PROAMA aplica una HC de
seguimiento a adolescentes que han sido madres hasta los dos años de vida de sus
hijos, ofreciendo valiosa información pero acotada a mujeres adolescentes madres, las
HC relevadas en el servicio del Argerich tiene un espectro mucho mayor puesto que
registran en un instrumento, probado internacionalmente (CLAP-OPS/OMS), información
sustantiva sobre la salud y condiciones demográficas y socioeconómicas de
adolescentes de ambos sexos.

A pesar de las diferencias entre ambos instrumentos, existen varias coincidencias entre
los datos relevados por éstas, como por ejemplo: edad de la menarca, inicio de
relaciones sexuales, uso de métodos anticonceptivos. Mientras que en la ficha utilizada
en el PROAMA, se pregunta sobre conocimiento/uso de MACs, en el instrumento
utilizado por el Servicio de Adolescencia del Argerich, solamente se pregunta por
utilización de estos métodos por parte de los/as adolescentes. Resaltamos que es
importante en todos los instrumentos utilizados para detectar prevención tanto del
embarazo como del VIH/sida y otras ITS, obtener información sobre ambas variables:
conocimiento (información) y uso efectivo. Asimismo es importante que se profundice en
otra dimensión que es la adecuada utilización, información generalmente provista por los
profesionales y también, frecuentemente distorsionada por el entorno informal que rodea
a los/as adolescentes.

La HC del PROAMA, tal como se señalo a los responsables de este programa, precisa
de ajustes en el futuro para incorporar información que puede ser importante en la
prevención de maternidades tempranas no planificadas, así como en el cuidado de los
niños.

En el caso del Hospital Argerich el uso de este instrumento permite la comparabilidad
con otros servicios. Sin embargo, aunque pretende ser exhaustivo presenta dimensiones
tan significativas como es la de sexualidad con escaso desarrollo. Un sesgo en las HC
del Argerich es la escasa indagación por la sexualidad del varón, probablemente
proveniente del mayor seguimiento de las mujeres y al énfasis puesto en la prevención
de los embarazos; no así en la prevención frente a ITS. Esto resta a la posibilidad de
promover prácticas anticonceptivas en los varones y a un menor cuidado de las mujeres
fuera de la situación de embarazos no buscados.
Sobre la encuesta:

Esta herramienta tiene el valor de posibilitar que los/as adolescentes expresen su voz,
sus necesidades y sus demandas en la atención que se brinda en estos servicios, en
particular en el campo de su salud y derechos sexuales y reproductivos.

Si bien las respuestas se inscriben en el escaso interés manifestado por la población
adolescente en torno a la atención recibida, pudimos detectar un alto grado de
satisfacción sobre las características de la consulta y los/as profesionales que fueron sus
interlocutores en ella, tal como se puede establecer en los datos proporcionados por este
instrumento.

Al indagar sobre la participación en talleres de sala de espera desarrollados en ambos
servicios, considerados por éstos como espacios importantes para el encuentro entre los
profesionales y los/as adolescentes que promueve el intercambio de saberes y recursos
para la prevención y promoción de la salud, se constató que la concurrencia a éstos no
es alta, lo cual puede deberse a la dificultad para la inclusión de los/as adolescentes en
este tipo de actividades o que no recuerden haber participado.

Sobre estos talleres cabe señalar la trayectoria diferencial entre ambos servicios, con
una estrategia y condiciones físicas atractivas en el caso del Argerich y con el foco en
temas de sexualidad y promoción de derechos. Mientras que en el PROAMA al estar
destinados a las adolescentes embarazadas, el foco está puesto en el abordaje de temas
relacionados a los cuidados de salud prenatales y en menor medida, en aspectos
preventivos.
Sobre las entrevistas a prestadores:

Si bien se asigna importancia a la integración interdisciplinaria, la actual conformación de
los equipos es predominantemente médica. No obstante, se procura fortalecer el
abordaje interdisciplinario a través de la designación de profesionales de las ciencias
sociales y la salud mental.

Los/as profesionales señalan tener escasa formación en género y derechos, sin
embargo, reconocen su relevancia para su práctica, incluyéndola en las capacitaciones
regulares del Servicio.

A pesar del reconocimiento de que no existe discriminación entre los pacientes según
origen social y condición migratoria, destacan con preocupación la demanda creciente de
pacientes provenientes de países limítrofes, otras provincias y el Conurbano Bonaerense
pues consideran que disminuyen la capacidad de atención a la población de su área.

Se registró un alto interés por generar estrategias de captación de demanda por fuera del
ámbito hospitalario.

Debido a la escasa consulta espontánea de los varones, ven la necesidad de enfatizar la
estrategia de “oportunidades perdidas” que permita captarlos.

Se verificó preocupación por brindar a los adolescentes una calidad de atención
respetando su privacidad en el consultorio, la provisión de información clara y la
provisión de insumos, así como la garantía de la atención sin la presencia de adultos.
El estudio sobre estos servicios de adolescencia nos permite afirmar que, con distinta
historia y trayectoria, están generando importantes estrategias y buenas prácticas para el
abordaje de la problemática adolescente. En este sentido destacamos la importancia de los
servicios estudiados, aun con diferentes estrategias ambas iniciativas buscan abordar desde
una óptica de derechos y de atención humanizada a la población adolescente, en particular
a la de menores recursos que es la que concurre a estos efectores.
Actualmente estamos continuando esta línea de investigación en otros efectores públicos,
hospitales y CeSAC en la Comuna 4 aplicando otros instrumentos cualitativos e
introduciendo técnicas participativas a través de talleres destinados a prestadores y
usuarios/as focalizados en temas de género, derechos y calidad de atención de la salud
sexual y reproductiva de los y las adolescentes, para promover cambios con perspectiva de
género particularmente en situaciones de maltrato y prácticas discriminatorias así como
generar un sistema de indicadores de calidad de la atención de la salud sexual y
reproductiva de los/las adolescentes desde una perspectiva de género y derechos.
Finalmente, consideramos fundamental que los/las adolescentes puedan capacitarse y
organizarse para el reclamo de su derecho a la salud y, en especial, la salud sexual y
reproductiva, generando de manera participativa herramientas, saberes y espacios
promoviendo la equidad y su exigibilidad (PAHO. HDW, 1996).
Referencias bibliográficas
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salud. Ed FUSA 2000 y Hospital de Agudos Cosme Argerich, Bs As.
Faur, E. (2002): Adolescencia Género y Derechos Humanos en Proponer y Dialogar 2.
Unicef- Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología de la Nación. Buenos Aires.
Gómez Gómez, E. (2002): en Revista Panamericana de la Salud Vol. II Washington 2002
Género, equidad y acceso a los servicios de salud: una aproximación empírica
Programa de Mujer, Salud y Desarrollo, PAHO (1996): Marco de referencia, Componentes y
estrategias para mejorar la calidad de la atención en los servicios de salud, con enfoque de
género. Reuniones y grupos de trabajo (documento de trabajo).
Organización Mundial de la Salud (2001): Derechos, Género, Evidencia, Sistemas de salud
Manual de capacitación para administradores y responsables de programas de salud
Transformando los sistemas de salud: género y derechos en salud reproductiva. 2001.
Whitehead, M. (1990): The Concepts and principals of equity and health. Copenhagen.
World Health Organization Office for Europe. Documente EUR/ICP/RPD/414.
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