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Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2)
Marco de acción: segundo borrador
8 de septiembre de 2014
DE LOS COMPROMISOS A LA PRÁCTICA
1.1 Antecedentes
El estado nutricional general ha mejorado apreciablemente desde la Conferencia
Internacional sobre Nutrición (CIN) de 1992. Hoy en día hay más gente que
nunca capaz de atender sus necesidades nutricionales. Sin embargo, los avances
en la reducción del hambre y la malnutrición han sido desiguales e
inadmisiblemente lentos. La prevalencia de la subalimentación ha disminuido,
pero esta sigue teniendo proporciones inaceptables; más de 800 millones de
personas padecen hambre, principalmente en Asia meridional y el África
subsahariana.
Además, la mayoría de los países está afectada por múltiples tipos de
malnutrición. La emaciación o malnutrición aguda afecta a 51 millones de niños,
mientras que el retraso del crecimiento o malnutrición crónica afecta a
162 millones de niños. Más de 2 000 millones de personas sufren carencias de uno
o más micronutrientes, mientras que más de 500 millones padecen obesidad,
siendo cada vez mayor la incidencia de enfermedades no transmisibles
relacionadas con la alimentación.
El denominador común de la malnutrición en todas sus formas son las dietas
inadecuadas desde el punto de vista nutricional, pero la naturaleza y las causas
concretas de la malnutrición son complejas y pluridimensionales y varían
considerablemente de un contexto a otro.
Después de la CIN de 1992, muchos países elaboraron planes de acción
nacionales para la nutrición que reflejaban sus estrategias y prioridades para
aliviar el hambre y la malnutrición. Por desgracia, la aplicación y los avances han
sido desiguales y, con frecuencia, insatisfactorios a causa de un grado insuficiente
de compromiso y liderazgo, limitaciones financieras, la deficiente capacidad
humana e institucional, el agotamiento de los recursos naturales, agudizado por
el cambio climático, y la falta de mecanismos adecuados de rendición de cuentas.
1
Entretanto, el sistema alimentario ha seguido evolucionando hacia una
proporción aún mayor de alimentos elaborados y comercializados, con lo cual ha
aumentado la disponibilidad de alimentos ricos en energía, grasas, azúcares y sal.
Hoy se hace frente a un mayor número de problemas, pero esa labor debe
intensificarse y dotarse de mayor coherencia. La dificultad fundamental consiste
actualmente en mejorar la nutrición de forma sostenible mediante una mayor
coordinación normativa entre todos los sectores pertinentes, que constan, como
mínimo, de la agricultura y la alimentación, la salud, la protección social, la
educación, el empleo, el comercio, el medio ambiente, la información, los
asuntos del consumidor y la planificación.
El presente Marco de Acción se guía por la Declaración de Roma sobre la
Nutrición de 2014, compromiso colectivo contraído en la segunda Conferencia
Internacional sobre Nutrición (CIN-2), a la que complementa. Se basa en los
compromisos contraídos en la primera CIN, en 1992, en la que se aprobó por
unanimidad la Declaración Mundial sobre la Nutrición y el Plan de Acción para
la Nutrición, y en los compromisos asumidos en las Cumbres Mundiales sobre la
Alimentación de 1996 y 2002 y en la Cumbre Mundial sobre la Seguridad
Alimentaria de 2009. También se basa en el Plan integral de aplicación sobre
nutrición de la madre, el lactante y el niño pequeño1 y en el Plan de acción
mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles
2013-20202.
El Marco de Acción fomenta y apoya la consecución del Reto del Hambre Cero
del Secretario General de las Naciones Unidas y contribuye al debate sobre la
Agenda de Desarrollo después de 2015 en el marco de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible propuestos consistentes en “Poner fin al hambre, conseguir
la seguridad alimentaria y una nutrición mejorada y promover la agricultura
sostenible” y “Dotar a todos de vidas más sanas”. También aprovecha la
experiencia del Movimiento para el fomento de la nutrición (SUN) y el Pacto
Mundial de nutrición para el crecimiento.
1.2. Finalidad y metas
La finalidad del presente Marco de Acción consiste en aplicar la Declaración de
Roma sobre la Nutrición recomendando un conjunto de opciones y estrategias
en materia de política que los gobiernos3, en colaboración con otras partes
interesadas, pueden incorporar en sus planes nacionales de nutrición, salud,
desarrollo e inversión y tener en cuenta al negociar acuerdos internacionales.
2
En vista de que los gobiernos son los principales encargados de adoptar medidas
en los países con la participación de las comunidades afectadas y en diálogo con
una amplia gama de partes interesadas (colectividades locales, agricultores, grupos
de consumidores, asociaciones profesionales, organizaciones de la sociedad civil,
movimientos de base, el sector privado, la comunidad de investigadores y la
comunidad internacional, incluidas organizaciones internacionales e instituciones
financieras multilaterales), las recomendaciones van dirigidas principalmente a
los dirigentes gubernamentales. Los gobiernos y otras partes interesadas pueden
sopesar la idoneidad de estas políticas y medidas en relación con prioridades
nacionales y regionales consonantes con sus propias necesidades y condiciones.
Se invita a otras partes interesadas a que examinen esas políticas y estrategias y
revisen sus políticas y prácticas para ajustarlas según corresponda. A efectos de
rendición de cuentas, el presente Marco de Acción adopta metas mundiales
establecidas para mejorar la nutrición materna, de lactantes y de niños pequeños4
y reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles5 para 2025.
CREACIÓN DE UN ENTORNO PROPICIO A LA ELABORACIÓN
Y APLICACIÓN DE POLÍTICAS EFICACES PARA MEJORAR LA
NUTRICIÓN
El éxito en la lucha contra la malnutrición en todas sus formas pasa por:
 un compromiso y un liderazgo políticos tendentes a dar prioridad a enfoques
que mejoren la nutrición;
 mejoras en la gobernanza para coordinar las intervenciones e invertir
debidamente en nutrición;
 la adopción de políticas, estrategias y programas eficaces para hacer frente a
los determinantes estructurales y las causas inmediatas de la malnutrición y
responder a sus efectos;
 la mejora y el mantenimiento de la capacidad humana e institucional de
acción eficaz, en particular en relación con el diseño de políticas y
programas, la gestión y el seguimiento y evaluación;
 un mayor grado de inversión pública y privada mejor orientada a la
consecución de los objetivos de nutrición establecidos.
3
Entre las medidas orientadas a fomentar la nutrición mejorando la gobernanza de
los sistemas alimentarios y sanitarios y otros conexos cabe mencionar:
 políticas nacionales coherentes dotadas de metas expresas y estrategias
adaptadas a cada situación con el objeto de aumentar la disponibilidad de
alimentos diversos y el acceso a estos y facultar a las personas para que
adopten dietas sanas asequibles y apropiadas que tengan en cuenta las
particularidades culturales;
 cooperación eficaz entre sectores diversos para hacer frente a distintos
determinantes de la malnutrición y garantizar servicios esenciales a las
comunidades más vulnerables a la malnutrición;
 participación de los asociados en la creación y el mantenimiento de un
entorno integrador favorable a la mejora de la nutrición; la eficacia y la
perdurabilidad de la asociación pasa por la confianza, la mutua
responsabilidad y la voluntad de resolver los conflictos de interés;
 evaluación y rendición de cuentas; valoraciones periódicas y sistemáticas
de los avances en el fomento de la rendición de cuentas y la eficacia y en el
mejor aprovechamiento de los recursos;
 apoyo a la gobernanza nacional en materia de nutrición; también hace
falta apoyo internacional a la gobernanza nacional de la nutrición para que
las autoridades nacionales puedan establecer y aplicar sus propias políticas
y estrategias nacionales, así como normas internacionales comunes para
limar fricciones y favorecer la labor nacional.
Las medidas encaminadas a hacer frente a la malnutrición se cuentan entre las
más rentables para el desarrollo y reportan numerosos beneficios económicos.
Son considerables los posibles beneficios humanos, sociales y económicos
derivados de hacer realidad los compromisos de la Declaración de Roma,
mientras que es elevado el precio de no hacer nada. Deberían emplearse los
recursos disponibles para introducir o ampliar las intervenciones nutricionales
más apropiadas, rentables y con base empírica, lo cual a menudo exige
inversiones complementarias en producción alimentaria, salud, educación, agua,
saneamiento e higiene.
4
Medidas recomendadas para crear un entorno favorable a la elaboración y
aplicación de políticas
1. Potenciar la movilización, el compromiso político y la participación social
en los países en el ámbito de la nutrición mediante diálogo político y
promoción.
2. Elaborar o revisar planes nacionales de nutrición y presupuestarlos y
armonizar las políticas de distintos ministerios y organismos que inciden en
la nutrición.
3. Establecer mecanismos nacionales de gobernanza de la seguridad alimentaria
y la nutrición entre distintos ámbitos gubernamentales e intersectoriales e
integrados por diversas partes interesadas a fin de supervisar la aplicación de
políticas, estrategias, programas y otras inversiones en nutrición. Esas
plataformas pueden necesitarse en diversos niveles y estar provistas de
salvaguardias firmes contra los conflictos de interés.
4. Fortalecer el liderazgo nacional, los marcos jurídicos y la capacidad
estratégica en la esfera de la nutrición.
5. Aumentar la inversión en nutrición en los países; generar nuevos recursos
mediante instrumentos de financiación innovadores; conseguir que los
asociados para el desarrollo aumenten la asistencia oficial para el desarrollo
y fomentar las inversiones privadas, según proceda.
6. Mejorar la disponibilidad, la calidad, la cantidad y la cobertura de los datos
sobre nutrición.
7. Fortalecer los sistemas de información sobre nutrición y mejorar el uso de
la información existente con fines de elaboración de políticas.
OPCIONES
NORMATIVAS
Y
PROGRAMÁTICAS
PARA
MEJORAR LA NUTRICIÓN EN TODOS LOS SECTORES
La lucha contra la malnutrición se refuerza gracias a una visión común y un
enfoque multisectorial que conste de intervenciones coordinadas, coherentes,
equitativas y complementarias en ámbitos como los sistemas agrícolas y
alimentarios, la salud, la protección social y la educación. La adopción de
opciones variará de un país a otro en función de los problemas, planes y
prioridades nacionales. Los responsables de políticas deben entender la
singularidad de los problemas de malnutrición para elaborar intervenciones
5
apropiadas, coherentes y centradas en objetivos concretos que atiendan las
distintas necesidades de todos los grupos de población, especialmente las de las
mujeres y los niños.
Sistemas alimentarios sostenibles
Los sistemas alimentarios, desde la producción y la manipulación de la cadena
productiva hasta la elaboración, el almacenamiento, el transporte, la
comercialización, la venta al por menor y el comportamiento de los
consumidores, son esenciales para mejorar la dieta y la nutrición. En vista de que
las intervenciones aisladas tienen un impacto limitado, los planes y políticas
deben abarcar los sistemas alimentarios en su totalidad.
Las respuestas a la malnutrición basadas en sistemas alimentarios constan de una
diversificación de la producción alimentaria y los medios de vida, mejoras en el
almacenamiento y educación nutricional. Desde el campo hasta la mesa existen
oportunidades de mejorar la calidad de la nutrición y la inocuidad de los
alimentos. Las mejoras en la diversificación, la gestión de las plantas (mediante
mejoras del suelo y abonos ricos en micronutrientes) y la selección, el
almacenamiento, la conservación y la elaboración de cultivos incrementan el
valor nutritivo de los alimentos.
En vista de que los sistemas alimentarios han ganado en complejidad y
determinan en gran medida la capacidad de los consumidores de llevar una dieta
sana, se necesitan soluciones innovadoras desde la óptica de estos sistemas para
garantizar a todos acceso a dietas sostenibles y sanas.
Una dieta sana y equilibrada consta de una diversidad de cereales, legumbres,
hortalizas, frutas y alimentos de origen animal con suficiente contenido de
macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas), fibra y
micronutrientes esenciales (vitaminas y minerales) para atender la mayor parte
de las necesidades de la persona6.
3.0.1. Suministro sostenible de alimentos
El aumento y las variaciones de la demanda de alimentos, junto con limitaciones
derivadas de la escasez de recursos productivos y un acceso asimétrico, plantean a
los sistemas alimentarios cada vez más problemas en cuanto a la sostenibilidad de
6
la producción alimentaria. Las cadenas de producción alimentaria contribuyen
de forma decisiva a la seguridad alimentaria de todos determinando el acceso a
los alimentos.
A escala mundial el sistema alimentario consta de una combinación diversa de
cadenas de producción tradicionales y modernas. Tanto las unas como las otras
plantean a la nutrición riesgos y oportunidades. Los consumidores de ingresos
bajos de los países de ingresos bajos y medianos tienden más a comprar alimentos
en cadenas de producción tradicionales, donde las pérdidas son numerosas y la
inocuidad y el control de calidad tienen limitaciones. La elaboración y la venta al
por menor modernas ofrecen más frutas, hortalizas y alimentos de origen animal
almacenados en frigoríficos y contribuyen a la mejora de la calidad y la
inocuidad de los alimentos, pero los alimentos muy elaborados de escaso valor
nutritivo contribuyen al incremento de la obesidad y las enfermedades no
transmisibles relacionadas con la dieta.
La inversión en las poblaciones rurales, que forman parte integral de todas las
cadenas de producción alimentaria, es fundamental para un desarrollo humano
equitativo. Para ello es preciso el crecimiento económico rural, acompañado de
mejoras en el acceso al transporte, la energía moderna y la información. Resulta
más eficaz conseguir que los pequeños productores y los agricultores familiares,
que en muchas ocasiones carecen de acceso a insumos y mercados esenciales,
contribuyan a la atención de las necesidades nutricionales y económicas locales,
mientras que los grandes productores comerciales son fundamentales para
estabilizar el suministro y los precios mundiales y adoptar prácticas sostenibles a
escala.
Las intervenciones que tienen en cuenta la dimensión del género reconociendo
las circunstancias y el potencial de las mujeres sirven para mejorar los resultados
nutricionales universales. El aumento de los ingresos de las mujeres reporta
grandes beneficios, pues las mujeres gestionan los recursos domésticos y
determinan en gran medida el consumo de alimentos en los hogares. Las mejoras
de la tecnología agrícola y alimentaria dejan más tiempo a las mujeres, mejoran
sus ingresos y su nutrición y, por lo general, elevan su bienestar. También es
importante que las mujeres ejerzan más control en los ingresos y que dispongan
de mayor acceso a recursos como tierras, insumos agrícolas, tecnología y apoyo.
7
Las conmociones, los conflictos, las emergencias y las crisis se han disparado en
los últimos años, tanto en frecuencia como en intensidad. Se necesita capacidad
de resistencia para que el estado nutricional de las poblaciones afectadas por crisis
no se siga deteriorando, mientras que la nutrición es decisiva para afianzar la
capacidad de resistencia de las comunidades y las personas. La capacidad de
resistencia exige que se emprendan intervenciones preventivas y correctivas para
hacer frente a las causas últimas de la malnutrición antes, durante y después de
las crisis.
Las modificaciones de las temperaturas y de los regímenes de lluvias afectan a la
producción y la productividad y, por ende, a los cultivos que pueden plantarse o
los animales (ganado o pescado) que pueden criarse o capturarse. Todo ello afecta
directamente a las dietas y la nutrición, a los ingresos de los pequeños
productores y a la volatilidad de los precios de los alimentos. Por su parte, los
propios sistemas alimentarios tienen gran repercusión en el medio ambiente;
parte de la producción de alimentos contribuye de forma destacada a las
emisiones de gases de efecto invernadero7.
En consecuencia, urge elaborar sistemas alimentarios más sostenibles
determinando, definiendo y adoptando prácticas sostenibles de producción y
consumo de alimentos. Hace falta aceptar una serie de principios comunes de
sostenibilidad en la promoción de dietas sanas, lo cual exigirá políticas
coherentes entre los sectores ambiental, agrícola y alimentario.
Debe aspirarse a un equilibrio aceptable entre el logro de las metas nutricionales
y otros objetivos y, tal vez, entre distintas metas nutricionales, en particular
mediante inversiones en infraestructura rural que puedan aumentar la
producción, reducir los precios, elevar los ingresos de los agricultores y mejorar
la nutrición.
Medidas recomendadas para que el suministro de alimentos resulte
sostenible
1. Incorporar los objetivos de nutrición en el diseño y aplicación de las políticas
y programas alimentarios y agrícolas.
2. Reforzar la viabilidad de la producción y la elaboración de alimentos a escala
local, especialmente en las pequeñas explotaciones agrícolas familiares.
8
3. Invertir en programas que empoderen a las mujeres potenciando sus ingresos
y su estado nutricional.
4. Aumentar la calidad y la diversidad dietéticas diversificando la combinación
de cultivos, promoviendo las variedades locales y desarrollando nuevas
variedades de planta con un contenido de nutrientes mejorado.
5. Mejorar la producción animal, con inclusión de las granjas piscícolas y la
producción de pequeños animales, para permitir un consumo apropiado de
productos de origen animal cuando sea necesario.
6. Facilitar y fomentar las prácticas de producción alimentaria que aprovechan y
ordenan los recursos naturales de forma sostenible, garantizar un uso
sostenible y económico de los insumos (como agua, sustancias agroquímicas y
energía) y mejorar la capacidad de resistencia al cambio climático.
7. Mejorar la conservación en almacenes, las tecnologías de transporte y otras
infraestructuras para mejorar la distribución y reducir la inseguridad
alimentaria estacional, la pérdida y el desperdicio del contenido de nutrientes
y las disposiciones de logística ineficientes.
8. Revisar las políticas e inversiones nacionales que influyen en la cadena de
producción de alimentos para velar por que presten apoyo a un suministro de
alimentos capaz de permitir dietas sanas, así como coherente con los objetivos
de nutrición y para determinar oportunidades de incorporar en toda la cadena
productiva mejoras que fomenten la nutrición.
9. Analizar y abordar mejor las causas y consecuencias de la subnutrición y otras
amenazas a la buena nutrición y elaborar sistemas de información alimentaria
y agrícola más orientados a la nutrición.
10. Crear y fortalecer instituciones, políticas, programas y servicios para
aumentar la resistencia del suministro de alimentos en las zonas propensas a
sufrir crisis.
11. Adoptar y adaptar directrices internacionales en materia de dietas sanas
sostenibles8.
3.0.2. Comercio e inversiones internacionales
El comercio y la inversión han venido cobrando más importancia para los
sistemas alimentarios. Los acuerdos comerciales y de inversión afectan al
funcionamiento de los sistemas alimentarios a escala mundial, regional, nacional
y local influyendo en los precios, la disponibilidad, el acceso y el consumo de
9
alimentos, así como en los resultados en materia de nutrición, la inocuidad
alimentaria y las opciones dietéticas.
Es fundamental la coherencia entre la política comercial y la nutricional. La
política comercial debe prestar apoyo y ofrecer una flexibilidad adecuada para
aplicar políticas y programas nutricionales eficaces. El comercio ha ampliado
notablemente el acceso de la población a los alimentos, pero las políticas y
acuerdos comerciales no deben tener efectos negativos en la nutrición de la
población. Las innovaciones nutricionales de interés para la salud pública han de
figurar en el régimen de excepciones por motivos de salud pública previsto en el
Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual de la
OMC.
Medidas recomendadas en materia de comercio e inversión internacionales
1. Alentar a los gobiernos, la Organización Mundial del Comercio (OMC), los
organismos, programas y fondos de las Naciones y otras organizaciones
internacionales en el ámbito del comercio (como la CARICOM, la Comisión
Europea y la OCDE) a que revisen las políticas comerciales y de inversión en
aras de su coherencia con las políticas y medidas nutricionales mundiales para
cumplir las metas alimentarias y nutricionales a escala mundial, como las
metas mundiales en materia de nutrición para 2025.
2. Velar por que las políticas y programas nutricionales se ajusten a las normas
alimentarias internacionales, incluidas las medidas sanitarias y fitosanitarias
acordadas internacionalmente, y a las medidas relativas a la composición de
los alimentos y etiquetado según proceda. La Comisión del Codex
Alimentarius aporta orientación sobre estas medidas.
3. Acelerar la labor de conclusión y aplicación de la Ronda de Doha para el
desarrollo de negociaciones comerciales multilaterales de la OMC
modificando el Acuerdo sobre la Agricultura en apoyo de la seguridad
alimentaria y la nutrición.
3.1.3 Entornos alimentarios en pro de dietas sanas
Los entornos alimentarios son los ámbitos, las oportunidades y las condiciones
de orden colectivo que determinan las opciones personales de comida y bebida y
el estado nutricional. Estos entornos se ven influidos por el tipo de alimentos
producidos y por la manera en que se elaboran, se someten a operaciones
10
comerciales, se venden al por menor y se comercializan por conducto de la
cadena de producción. Para mejorar el acceso a una dieta equilibrada hace falta
un entorno alimentario sano. Son fundamentales la información y la educación
sobre las opciones dietéticas, pero también debe potenciarse la capacidad de
acción de los consumidores mediante entornos alimentarios que garanticen que
las dietas más nutritivas resulten asequibles y accesibles9.
Los entornos alimentarios que ofrecen dietas inocuas, diversas y sanan son
especialmente importantes para los grupos vulnerables, incluidos los refugiados,
que se ven más limitados por la falta de recursos.
Medidas recomendadas en materia de entornos alimentarios
1. Establecer normas basadas en alimentos o nutrientes en las escuelas (para las
comidas, las máquinas expendedoras, los puntos de venta, etc.), así como en
los establecimientos cercanos a las escuelas, para ofrecer alimentos que sean
fuente de dietas sanas y agua potable gratuita.
2. Establecer y aplicar normas en materia de alimentos asequibles para una dieta
sana en instituciones públicas como hospitales, guarderías, lugares de trabajo,
universidades, oficinas gubernamentales y cárceles y fomentar instalaciones
para la práctica de la lactancia materna.
3. Suministrar a los servicios de venta al por menor, de alimentación y de
comedores incentivos para ofrecer opciones alimentarias y comidas sanas y
asequibles.
4. Explorar instrumentos normativos como políticas de precios, incentivos y
desincentivos económicos, reglamentos, etiquetado y políticas y educación en
materia de compra institucional de alimentos para mejorar la accesibilidad y
asequibilidad de los alimentos ricos en nutrientes y promover dietas sanas.
5. Propugnar la retirada de las grasas trans de producción industrial y la
reducción de los azúcares, la sal y los ácidos grasos saturados en los alimentos
y las bebidas.
6. Regular mejor la comercialización de los alimentos y las bebidas no
alcohólicas que va dirigida a los niños, de conformidad con las
recomendaciones de la OMS.
3.2
Educación10e información nutricional
Los conocimientos y la educación facultan a la población para adoptar opciones
dietéticas y de estilo de vida sanas y fundamentadas, mejorar la alimentación y el
cuidado de los lactantes y los niños pequeños y mejorar la higiene y los
11
comportamientos que promueven la salud. Los cambios en el estilo de vida y el
comportamiento son un objetivo destacado de la educación nutricional, que
también puede contribuir a reducir los desperdicios de alimentos e impulsar un
uso sostenible de los recursos. Los gobiernos, las ONG, el sector privado y los
defensores de la nutrición deben dar ejemplo y contribuir a la promoción de los
cambios deseados orientados a un estilo de vida saludable.
Las directrices dietéticas deben ofrecer asesoramiento e información dietéticos
sencillos sobre las cantidades y combinaciones de alimentos adecuadas, además de
influir en las políticas comerciales, agrícolas, ambientales y de seguridad
alimentaria a la vez que fijan normas dietéticas en las escuelas, los programas
preescolares, los lugares de trabajo y otras ubicaciones donde se sirven comidas
regularmente. Las escuelas pueden promover la comida sana en la medida en que
los niños en edad escolar se encuentran en un momento decisivo para la
formación de hábitos alimentarios adecuados. Los conocimientos teóricos y
prácticos sobre alimentación y nutrición deben formar parte de los planes de
estudio de la escuela primera y secundaria. También es importante que mejoren
las prácticas en materia de higiene.
Los servicios sanitarios deben intensificar su labor de educación nutricional; el
asesoramiento en materia de dietas debe formar parte de la asistencia sanitaria
primaria, mientras que el asesoramiento sobre nutrición debe formar parte de la
capacitación de los trabajadores sanitarios. El asesoramiento dietético prenatal y
postnatal puede mejorar apreciablemente la nutrición maternoinfantil. Las
adolescentes y las mujeres se beneficiarán en particular de mejoras en la
educación nutricional que promuevan la lactancia materna exclusiva los seis
primeros meses de vida del niño y una alimentación adecuada de lactantes y
niños pequeños. La extensión educativa también debe ir dirigida a los esposos,
los padres y otras personas que dispensan cuidados.
Debe informarse a la población del contenido nutricional de los alimentos y
comidas en el momento en que se adquieren, empleando para ello etiquetas sobre
nutrición fáciles de entender. También es necesario reglamentar las declaraciones
de propiedades nutricionales y saludables para salvaguardar a los consumidores.
La comercialización de los alimentos determina decisivamente la elección de
alimentos. Cuando la comercialización ejerce una presión excesiva, sobre todo en
los niños, se promueven opciones dietéticas poco saludables. Por lo tanto, se
12
necesitan medidas para limitar esas influencias. No obstante, las campañas de
comercialización social pueden complementar otras políticas promoviendo
cambios en la dieta.
Medidas recomendadas en materia de educación nutricional
1. Adoptar y aplicar una política coherente sobre educación nutricional basada
en directrices dietéticas nacionales que incluyan la educación pública sobre
alimentos y dietas, mejoras en los planes de estudio escolares y educación
nutricional en los servicios sanitarios.
2. Crear capacidad, especialmente entre los trabajadores sociales, el personal de
extensión agrícola, los docentes y los profesionales sanitarios, en el ámbito de
la medicina, la enfermería y la nutrición.
3. Emprender campañas de comercialización social y programas de
comunicación sobre los cambios en el estilo de vida para promover la
diversificación dietética, el consumo de alimentos ricos en micronutrientes,
incluidos alimentos tradicionales, mejoras en la nutrición maternoinfantil y
lactancia materna y alimentación complementaria adecuadas.
4. Establecer y hacer cumplir reglamentos en materia de etiquetado y
declaraciones de propiedades nutricionales y saludables.
3.3
Protección social
En 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó la instauración
de una protección social de carácter amplio y universal, empezando por niveles
básicos o mínimos de protección social. En vista de los progresos limitados y
dispares registrados en la reducción de la pobreza, el hambre, la inseguridad
alimentaria y la malnutrición y de las sombrías perspectivas de crecimiento
económico y laboral que imperan actualmente en gran parte del mundo, es
necesaria una protección social de carácter amplio para eliminar la pobreza, el
hambre y la subnutrición.
Los programas de protección social deben hacer frente a todas las formas de
malnutrición en la medida en que en muchas partes del mundo la población
pobre se ve afectada desproporcionadamente por el sobrepeso y el riesgo
dietético de contraer enfermedades no transmisibles.
13
La protección social mediante abastecimiento, como distribuciones de alimentos,
transferencias de efectivo y alimentación escolar, puede aumentar los ingresos y
reforzar la capacidad de resistencia. Distintas formas de protección social pueden
mejorar las dietas perfeccionando el acceso a los alimentos y su utilización.
Cuando se combinan con servicios sanitarios pertinentes, los programas de
protección social bien pensados tienen como consecuencia el aumento de la
estatura, una reducción de la anemia, mayor diversidad alimentaria y un mayor
grado de consumo de alimentos ricos en nutrientes, especialmente en hogares de
bajos ingresos con lactantes y niños pequeños.
Los programas que elevan los ingresos y el poder adquisitivo de los hogares,
como las transferencias de efectivo condicionales o no condicionales y el trabajo
garantizado, elevan el gasto local y la demanda de productos locales, como
alimentos, y pueden marcar la diferencia en cuanto a la diversidad dietética de la
población pobre.
Cuando se centra la atención en las mujeres la repercusión en los hogares suele
ser mayor. Los programas de protección social revisten el potencial de
empoderar a las mujeres, lo cual, a su vez, tiene repercusiones positivas en la
nutrición de todos los miembros de hogares de ingresos bajos.
La protección social puede reforzar la capacidad de resistencia de los pequeños
productores impidiendo la indigencia en época de crisis, además de aumentar la
producción y la productividad en las explotaciones agrícolas y fuera de ellas. Los
desastres naturales y de origen humano suelen poner en peligro el suministro de
productos alimenticios locales y exponen a los damnificados a la inseguridad
alimentaria y la malnutrición. Las intervenciones de redes de seguridad pueden
hacer frente a los déficits alimentarios en época de crisis a la vez que facilitan a la
población más vulnerable acceso a los alimentos.
Cuando la disponibilidad de alimentos en el mercado es escasa, especialmente
durante una emergencia, las transferencias de alimentos en especie pueden
resultar mucho más eficaces que las transferencias de efectivo, que pueden
incluso elevar los precios de los alimentos locales. Los alimentos ricos en
nutrientes distintos de los cereales, combinados con suplementos, pueden servir
para hacer frente a las carencias de micronutrientes, pero la diversidad
14
alimentaria es la principal solución sostenible a todas las formas de malnutrición,
incluida el “hambre encubierta”.
Deben elaborarse las cestas de alimentos de los programas de protección social
con miras a promover una dieta sana.
Medidas recomendadas en materia de protección social
1. Incorporar objetivos de nutrición en los programas de protección social y en
los programas de red de seguridad que prestan asistencia humanitaria.
2. Usar transferencias condicionales o no condicionales de efectivo y alimentos
para mejorar las dietas ampliando el acceso a alimentos aceptables desde el
punto de vista cultural y nutricionalmente adecuados en aras de una dieta
sana.
3. Establecer planes públicos de empleo remunerado, especialmente para las
mujeres rurales, en el sector de la infraestructura y los servicios comunitarios.
4. Promover programas de alimentación escolar ofreciendo una comida diaria
para atender las necesidades de nutrientes, en particular de micronutrientes, y
fomentar la asistencia escolar ofreciendo alimentos inocuos ricos en
nutrientes adquiridos en cooperativas de pequeños productores de alimentos
locales.
3.4
Sistemas de asistencia sanitaria
Los sistemas de asistencia sanitaria cada vez se ven más obligados a hacer frente a
las necesidades cambiantes planteadas por las múltiples formas de malnutrición y
sus consecuencias para la salud. Es necesario contar con sistemas sólidos de
asistencia sanitaria para prevenir y tratar la malnutrición en todas sus formas, así
como las infecciones recurrentes que pueden agravar la desnutrición. Además,
los sistemas de asistencia sanitaria deben atender las necesidades a largo plazo en
materia de salud derivadas del sobrepeso y la obesidad y ocuparse de la
prevención y el control de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la
dieta.
Diversas intervenciones han resultado eficaces en la mejora de la nutrición11.
La ampliación de las intervenciones nutricionales directas exige por lo general el
fortalecimiento de los sistemas nacionales de asistencia sanitaria para garantizar la
15
sostenibilidad de las intervenciones y su plena incorporación en los servicios
sanitarios. También es importante la protección de las intervenciones
nutricionales en época de crisis o emergencia.
Se precisa un acceso equitativo a los servicios sanitarios y una protección ante los
riesgos financieros para toda la población, incluidos los segmentos más
marginados y vulnerables (cobertura sanitaria universal). El logro de esta
cobertura dotará a los sistemas de asistencia sanitaria de una mayor solidez,
eficiencia y equidad.
Medidas recomendadas para que los sistemas de asistencia sanitaria sean
sólidos y resistentes
1. Invertir en el fortalecimiento de los sistemas de asistencia sanitaria y
comprometerse al respecto y promover la cobertura sanitaria universal, en
particular por conducto de la atención primaria, para que estos sistemas
nacionales puedan hacer frente a la malnutrición en todas sus formas.
2. Incorporar la nutrición en los sistemas de asistencia sanitaria mediante
estrategias apropiadas en materia de recursos humanos, medicamentos
esenciales, gobernanza, información y seguimiento, financiación del sistema
de asistencia sanitaria y prestación de servicios.
3. Implantar y garantizar el acceso universal a todas las medidas nutricionales
directas eficaces y las medidas sanitarias pertinentes que repercuten en la
nutrición por conducto de los programas de salud.
4. Determinar los grupos especialmente vulnerables y atender sus necesidades
concretas.
5. Incorporar el logro de la cobertura sanitaria universal en relación con el
proceso para el desarrollo después de 2015.
3.4.1 Ejecución de intervenciones nutricionales directas
En la elaboración de políticas y programas encaminados a hacer frente a los
problemas nutricionales es imprescindible prestar especial atención a la nutrición
de las madres, los lactantes y los niños pequeños. Aunque los distintos grupos de
edad determinados con arreglo al enfoque basado en el ciclo de vida (por
ejemplo, las adolescentes o los niños en edad escolar) deben ser objeto de
atención apropiada, es decisivo garantizar una nutrición adecuada durante los
16
primeros 1 000 días de vida, algo que tiene repercusiones duraderas en la
supervivencia, la salud y el desarrollo del ser humano.
Es necesario invertir en intervenciones específicamente relacionadas con la
nutrición, así como ampliarlas, en tres esferas principales: la lactancia materna y
la alimentación óptima de los lactantes y los niños pequeños; el tratamiento de
las carencias de micronutrientes; y la mejora del estado nutricional de las madres
antes y durante el embarazo, prestando especial atención a las adolescentes.
Para mejorar la nutrición de las mujeres hace falta promover una ingesta de
nutrientes adecuada, aportar los suplementos de micronutrientes que sean
necesarios y prevenir y tratar las infecciones. Ello, sumado a la protección frente
a factores adversos como fumar tabaco, consumir sustancias narcóticas y padecer
estrés psicológico, puede garantizar a las madres una salud mejor y un
crecimiento óptimo del feto.
Se necesitan medidas urgentes para ampliar las intervenciones centradas en la
malnutrición aguda (emaciación) y crónica (retraso del crecimiento) de los niños
y la anemia en los niños, las adolescentes y las mujeres en edad reproductiva.
Estas intervenciones también tienen importancia para la salud a más largo plazo
y las posibilidades de padecer más adelante sobrepeso, obesidad y enfermedades
no transmisibles relacionadas con la dieta.
Lactancia materna
La lactancia materna es uno de los métodos más eficaces para mejorar la
supervivencia del niño y promover su crecimiento y su desarrollo en condiciones
saludables. La lactancia materna12 garantiza una nutrición adecuada en cantidad y
calidad, asequible, aceptable, apropiada, de fácil acceso y con carácter
permanente. El derecho de la madre y el niño a la lactancia materna está
reconocido como derecho humano13.
La OMS recomienda la iniciación temprana de la lactancia materna (durante la
primera hora después del parto) y la lactancia materna exclusiva durante los
primeros seis meses de vida para el logro de un grado óptimo de crecimiento,
desarrollo y salud, seguida de alimentación complementaria adecuada e inocua
17
desde el punto de vista nutricional, si bien la lactancia materna se mantiene hasta
los dos años o más14.
Para mejorar las tasas de lactancia materna hay que proteger, promover y
respaldar esta práctica regulando la comercialización de sucedáneos de la leche
materna, garantizando la protección de la maternidad en el trabajo (lo cual
incluye la licencia de maternidad y mecanismos que permitan amamantar en el
lugar de trabajo), fortaleciendo el sistema de atención sanitaria (por ejemplo, por
conducto, de la iniciativa para hospitales amigos de los niños) y mediante
educación y comunicación orientada al cambio de comportamiento.
También es importante que una madre reciba apoyo para amamantar en
situaciones de emergencia y crisis humanitarias, algo que protege decisivamente
al niño de las infecciones en entornos que carecen de abastecimiento de agua
potable y saneamiento15.
Emaciación
Se calcula que los niños con emaciación grave tienen por término medio una
probabilidad de morir 11 veces mayor que la de sus contrapartes sanos. Tanto la
emaciación moderada como la grave pueden combatirse mediante un enfoque de
gestión de la malnutrición basado en la comunidad que va del tratamiento y la
sensibilización comunitaria a la facilitación de la detección y el tratamiento
tempranos. Sin embargo, a escala mundial los servicios de tratamiento solo llegan
a aproximadamente un 14 % de los niños que padecen emaciación; en algunos
países este porcentaje es considerablemente menor.
Retraso del crecimiento
El retraso del crecimiento es un indicador del riesgo de desarrollo insuficiente del
niño. El retraso del crecimiento antes de los dos años de edad augura malos
resultados cognitivos y escolares en la infancia tardía y la adolescencia y tiene
consecuencias escolares y económicas importantes en los planos individual,
familiar y comunitario. Se ha estimado que los niños que padecen crecimiento
retardado ganan un 20 % menos en la edad adulta en comparación con los demás.
El retraso del crecimiento empieza en el útero; la etapa que va de los seis meses a
los dos años de edad es un período del ciclo vital especialmente frágil.
18
El retraso del crecimiento es resultado de una trama compleja de influencias
individuales, familiares, medioambientales, socioeconómicas, políticas y
culturales. Por lo tanto, para solucionar el problema es necesario que se integren
las intervenciones directas en materia de nutrición y se ejecuten junto con las
intervenciones que tienen en cuenta la cuestión de la nutrición, incluidas las
encaminadas a prevenir infecciones.
Carencias de micronutrientes y anemia
La falta de vitaminas o minerales presenta un problema de salud pública de
dimensiones mundiales. Las carencias de yodo, vitamina A y hierro son las más
importantes a escala mundial y presentan una amenaza considerable a la salud y
el desarrollo. La anemia por carencia de hierro, que es el trastorno nutricional
más común y extendido en todo el planeta, afecta a la salud y el bienestar de las
mujeres. La anemia aumenta el riesgo de que se produzcan adversidades maternas
o neonatales. La falta de mejoras para contrarrestar la anemia empeora la salud y
la calidad de vida de millones de mujeres, afecta al desarrollo y el aprendizaje de
generaciones de niños y perjudica la productividad económica de comunidades y
países.
Medidas recomendadas para mejorar la lactancia materna y hacer frente a la
emaciación, el retraso del crecimiento y la anemia entre mujeres
Lactancia materna
1. Aplicar la Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño
pequeño y el Plan general de aplicación sobre la nutrición de las madres, los
lactantes y los niños pequeños, asignando suficientes fondos para ello.
2. Adaptar y hacer cumplir mediante legislación nacional el Código
internacional de comercialización de sucedáneos de la leche materna y las
posteriores resoluciones pertinentes de la Asamblea Mundial de la Salud.
3. Aplicar políticas y prácticas, incluidas reformas laborales, para mejorar la
protección de la maternidad16.
4. Aplicar políticas, programas y medidas para velar por que los servicios
sanitarios cumplan un papel esencial en la protección, la promoción y el
respaldo de la lactancia materna, en particular aplicando o reactivando la
iniciativa para hospitales amigos de los niños.
19
5. Empoderar a las mujeres, por derecho propio y como madres y responsables
de la lactancia materna, facilitando a todas apoyo e información y
garantizando su salud y su estado nutricional en todas las etapas vitales.
6. Crear mediante promoción, educación y creación de capacidad un entorno
propicio a que los hombres, en particular los padres, tomen parte activa en el
cuidado de los lactantes y niños pequeños y se repartan dichas
responsabilidades con las mujeres.
7. Velar por que las políticas y prácticas adoptadas por las instancias sanitarias y
humanitarias en situaciones de emergencia y crisis humanitarias sigan
promoviendo, protegiendo y respaldando la lactancia materna.
Emaciación
1. Adoptar políticas y medidas y movilizar fondos para mejorar la cobertura del
tratamiento de la emaciación a partir de un enfoque de gestión comunitaria de
la malnutrición aguda. Ampliar el tratamiento de la malnutrición aguda grave
y mejorar la atención integrada de las enfermedades prevalentes de la infancia.
2. Incorporar la preparación para los desastres y emergencias en los programas y
políticas pertinentes.
Retraso del crecimiento
1. Promulgar políticas y fortalecer intervenciones con el objeto de mejorar la
nutrición y la salud de las madres, empezando por las adolescentes y
siguiendo con el embarazo y la lactancia.
2. Aplicar las medidas recomendadas en el presente Marco en materia de
protección social, fortalecimiento del sistema de asistencia sanitaria, lactancia
materna, prevención y tratamiento de la diarrea y otras enfermedades
infecciosas, agua, saneamiento e higiene, salud reproductiva e inocuidad de los
alimentos.
3. Establecer políticas, programas y estrategias de servicios sanitarios para
promover la alimentación óptima de lactantes y niños pequeños, en particular
la lactancia materna, así como un período de alimentación complementaria
adecuada e inocua (de seis a 24 meses).
20
La anemia entre las mujeres en edad reproductiva
1. Mejorar la ingestión de micronutrientes mediante el consumo de dietas sanas
y diversificadas y, de ser necesario, mediante estrategias de enriquecimiento y
complementación.
2. Proporcionar suplementos de hierro y ácido fólico a las mujeres embarazadas.
3. Proporcionar intermitentemente suplementos de hierro y ácido fólico a las
mujeres en fase de menstruación.
4. Aplicar las medidas recomendadas en el presente Marco en materia de
producción de alimentos ricos en nutrientes, oferta de una alimentación sana
en los centros escolares y preescolares, suministro de educación nutricional,
tratamiento y prevención de enfermedades infecciosas y mejoras en la higiene
y el saneamiento.
5. Promover el uso de alimentos enriquecidos, suplementos de hierro y
desparasitación.
3.4.2 Ejecución de intervenciones sanitarias con repercusiones en la
nutrición
Además de la ejecución de intervenciones nutricionales que tienen efectos
directos en la nutrición, los sistemas de asistencia sanitaria cumplen una
importante función en la puesta en marcha de otras intervenciones en materia de
salud con repercusiones en la nutrición, en particular intervenciones para
prevenir y tratar las infecciones y para mejorar la salud reproductiva de las
mujeres.
Prevención y tratamiento de las enfermedades infecciosas
Los episodios frecuentes de enfermedades infecciosas como la diarrea son causa
importante de desnutrición infantil, lo que ayuda a explicar por qué se puede
seguir viendo desnutrición infantil en poblaciones en las que generalmente
impera la seguridad alimentaria. Las enfermedades infecciosas, como la malaria,
el VIH/SIDA, la tuberculosis y algunas enfermedades tropicales desatendidas,
contribuyen a la alta prevalencia en algunas zonas de la anemia por carencia de
hierro y la desnutrición. Las infestaciones por gusanos pueden empeorar el
estado nutricional provocando hemorragias internas, diarrea y absorción
deficiente de nutrientes. También pueden ocasionar pérdida del apetito, lo que, a
21
su vez, puede conducir a una menor ingestión de nutrientes.
En consecuencia, los esfuerzos por prevenir y tratar de manera eficaz tales
enfermedades infecciosas desempeñan una función decisiva en la lucha contra la
desnutrición, incluidas medidas de prevención para reducir la frecuencia de las
infecciones y otras medidas para rebajar la intensidad de las mismas mediante un
tratamiento eficaz y el fortalecimiento de los sistemas inmunológicos.
Salud reproductiva y planificación familiar
Es fundamental que todas las mujeres tengan acceso a servicios de salud sexual y
reproductiva, incluida la planificación familiar, para que puedan hacer realidad su
salud reproductiva. Este acceso también es importante para la salud y la
nutrición de las madres y sus bebés y puede desempeñar una función decisiva a la
hora de romper el ciclo intergeneracional de la malnutrición en todas sus formas.
Los embarazos en la adolescencia van asociados a un alto riesgo de partos de crías
muertas, muertes neonatales, partos antes de plazo e insuficiencia ponderal del
recién nacido. Las mujeres que han tenido embarazos muy poco espaciados son
más propensas a tener anemia materna e hijos que nacen antes de plazo o con
poco peso. Por lo tanto, son necesarias estrategias para prevenir los embarazos en
la adolescencia, como la prevención de matrimonios infantiles, tempranos y
forzados. Asimismo, se necesitan medidas para fomentar el espaciamiento entre
embarazos. La falta de acceso a la salud reproductiva es tan solo uno de los
elementos de las dificultades derivadas del lugar precario que ocupan las mujeres
y las niñas en la sociedad.
22
Medidas recomendadas en el ámbito de los servicios sanitarios para mejorar
la nutrición
Enfermedades infecciosas
1. Aplicar políticas y programas para garantizar el acceso universal a
mosquiteros tratados con insecticidas y su uso, en particular con respecto a
los mosquiteros insecticidas de larga duración. Ofrecer tratamiento
preventivo de la malaria a las embarazadas en las zonas donde la transmisión
de la enfermedad va de moderada a alta.
2. Ofrecer desparasitación periódica a todos los niños en edad escolar de las
zonas endémicas.
3. Aplicar políticas y programas para mejorar la capacidad de prestación de
servicios sanitarios con el objeto de prevenir y tratar otras enfermedades
infecciosas17.
4. Suministrar suplementos de zinc para el tratamiento de niños con diarrea.
Salud reproductiva y planificación familiar
1. Aplicar políticas y programas para garantizar el acceso de todas las mujeres a
servicios de salud sexual y reproductiva.
2. Desalentar el embarazo en la adolescencia y alentar el espaciamiento entre
embarazos.
3. Prevenir los matrimonios infantiles, tempranos y forzados y proteger a las
mujeres y las niñas de la violencia estructural y sexual.
3.5. Agua, saneamiento e higiene
El agua es un recurso limitado fundamental para todo el sistema alimentario, de
la producción al consumo. El acceso al agua potable y a un saneamiento
adecuado es también fundamental para la prevención de las enfermedades
diarreicas y, con ello, la mejora de la nutrición. El acceso al agua está reconocido
como derecho humano18.
Cerca del 96 % del agua del planeta se usa con fines de alimentación19. La
agricultura representa un 70 % del agua dulce extraída de ríos, lagos y acuíferos;
la proporción supera el 90 % en algunos países de ingresos bajos20. Por término
23
medio, se necesita cerca de un litro de agua para producir una caloría destinada al
consumo21. Para que las dietas sean sanas y sostenibles será preciso un
aprovechamiento del agua más racional, junto con cambios en los hábitos de
consumo, como reducir los desperdicios y pérdidas de alimentos, incluida el
agua. Para actuar en consecuencia deben adaptarse los sistemas de producción de
alimentos mediante una combinación de medidas pertinentes.
La diarrea es la segunda causa principal de muerte de niños menores de cinco
años; la ausencia de agua potable sana, sumada a deficiencias en el saneamiento y
la higiene, es un destacado factor de riesgo. Es más probable que un niño
subalimentado muera de diarrea. A su vez, la diarrea hace mella en la nutrición al
reducir el apetito y la absorción de alimentos22. Las insuficiencias en el ámbito
del agua, el saneamiento y la higiene son causa de desnutrición23. Además, la
ingestión de bacterias fecales en grandes cantidades puede afectar al estado
nutricional perjudicando el intestino24.
Pese a los avances en la reducción de la proporción de personas que carecen de
acceso a agua potable, cerca de 748 millones de personas siguen dependiendo de
fuentes de agua potable no mejoradas25.
Si bien casi 2 000 millones de personas obtuvieron acceso a servicios de
saneamiento mejorados entre 1990 y 2012, más de 1 000 millones de personas
siguen practicando la defecación al aire libre26. Conforme al llamamiento
mundial en pro del saneamiento, debe prestarse especial atención a las mejoras de
la higiene, la modificación de las normas sociales, la mejora en la gestión de los
desperdicios humanos y las aguas residuales y la eliminación completa para 2025
de la práctica de la defecación al aire libre27.
Medidas recomendadas en materia de agua, saneamiento e higiene
1. Aplicar políticas y programas para mejorar la gestión del agua en la
producción agrícola y alimentaria28.
2. Invertir, con la participación de la sociedad civil y el apoyo de los asociados
internacionales, cuando proceda, en la mejora del acceso al agua potable, así
como comprometerse al respecto, procurando alcanzar el acceso universal a
agua potable inocua y asequible.
24
3. Aplicar políticas y estrategias encaminadas a mejorar el acceso al saneamiento
procurando garantizar el acceso universal a un saneamiento e higiene
adecuados29.
4. Promover prácticas higiénicas más seguras, como lavarse las manos con jabón
en momentos cruciales, por ejemplo después de utilizar el retrete o antes de
preparar alimentos.
5. Adoptar un enfoque participativo en el que intervengan las poblaciones
afectadas con respecto a las políticas, los programas y las medidas en el ámbito
del agua, el saneamiento y la higiene.
3.6. Inocuidad alimentaria y resistencia a los antimicrobianos
Los alimentos contaminados por peligros químicos o biológicos, como
contaminantes ambientales, son causa de muchas enfermedades que van de la
diarrea al cáncer e inciden de forma directa o indirecta en la vida de las personas,
su salud y su bienestar nutricional30.
Los gobiernos podrían proporcionar un entorno reglamentario apropiado
favorable a que los productores y proveedores de alimentos ubicados en la
cadena que va del campo a la mesa operen de manera responsable y suministren a
los consumidores alimentos inocuos. Pueden establecer, ejecutar y hacer cumplir
sistemas eficaces de control alimentario y prevención de las enfermedades de
transmisión alimentaria vigilando la inocuidad del abastecimiento de alimentos
nacionales e importados, creando capacidad de prevención y detección de brotes
de este tipo de enfermedades, incluidas las emergencias en el ámbito de la
inocuidad de los alimentos, y de respuesta a las mismas31, y garantizando la
participación conjunta de los sectores de la salud, la agricultura y el comercio en
la toma de decisiones relativas a los alimentos inocuos y de calidad.
El uso de medicamentos antimicrobianos en cultivos y animales destinados a la
alimentación es decisivo para los agricultores y el desarrollo económico, pero su
utilización indebida ha conducido a la propagación de microorganismos
resistentes a los antimicrobianos en los humanos por conducto de los alimentos.
La resistencia a los antimicrobianos se ha perfilado como importante
preocupación de salud pública a escala mundial y, de hecho, plantea un problema
a escala planetaria en lo referente a la inocuidad de los alimentos.
25
Para abordar la resistencia a los antimicrobianos es necesario un enfoque
multisectorial de “Salud compartida”. A lo largo del último decenio se han
producido a escala internacional importantes novedades relacionadas con la lucha
contra la resistencia a los antimicrobianos32, pero subsisten importantes
dificultades para traducir directrices aceptadas a escala internacional en políticas
y medidas adecuadas de ámbito nacional.
Medidas recomendadas en materia de inocuidad de los alimentos y
resistencia a los antimicrobianos
1. Revisar y modernizar la legislación y los reglamentos nacionales en materia
de inocuidad de los alimentos e implantar sistemas nacionales e
infraestructuras conexas de conformidad con el contexto del país.
2. Tomar parte activa en la labor de la Comisión del Codex Alimentarius
centrada en la inocuidad de los alimentos y aplicar a escala nacional las
normas internacionales adoptadas.
3. Participar en las redes internacionales de intercambio de información sobre la
inocuidad de los alimentos y contribuir a ellas, en particular por lo que se
refiere a la gestión adecuada de los episodios de emergencia33.
4. Establecer un comité nacional multisectorial con representantes de los
sectores de la salud y la agricultura, así como otros ministerios y autoridades
pertinentes, para combatir la resistencia a los antimicrobianos y elaborar
programas de vigilancia integrada en el ámbito nacional34 con objeto de
supervisar la resistencia actual e incipiente a los antimicrobianos y servir de
base a la toma de decisiones.
5. Elaborar y aplicar directrices nacionales sobre el uso prudente de los
antimicrobianos en los animales productores de alimentos, prestando debida
atención a los antimicrobianos de importancia esencial en la medicina
humana35, reducir el uso no terapéutico de antimicrobianos y suprimir el uso
de antimicrobianos como agentes promotores del crecimiento.
4. SIGUIENTES PASOS
4.1. Aprobación de la Declaración política y el Marco de Acción
En 2015 se presentarán la Declaración sobre nutrición y el Marco de Acción de
la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición para que la Asamblea
General de las Naciones Unidas apruebe esos documentos. De ese modo quedará
26
garantizada la voluntad de los diversos sectores de hacer frente a los problemas
nutricionales y de dar cabida a una amplia gama de organismos, programas y
fondos de las Naciones Unidas, así como a otras organizaciones internacionales y
regionales, junto con entidades estatales. La participación de la Asamblea
General también facilitará una aportación más directa a los Objetivos de
Desarrollo Sostenible después de 2015.
4.2. Examen de los mecanismos institucionales y las políticas, estrategias y
planes de acción nacionales en materia de nutrición
Incumbe a los gobiernos la responsabilidad primordial de elaborar planes
nacionales de nutrición, movilizar su financiación y aplicarlos a partir de las
opciones normativas, las medidas prioritarias y las recomendaciones del presente
Marco de Acción. Se invita a los gobiernos a que examinen sus actuales
disposiciones institucionales y sus políticas, estrategias y planes de acción
nacionales a fin de plantearse su actualización, en particular a la luz de las
recomendaciones correspondientes del presente Marco de Acción. Debe
calcularse el costo de la aplicación de los planes de acción para facilitar su
seguimiento. Será fundamental la participación de diversos sectores, así como el
diálogo con varias partes interesadas.
4.3. Horizonte temporal y fijación de objetivos
El Marco de Acción deberá aplicarse en un plazo de diez años (2016-2025). Se
alienta a cada país a que fije objetivos y resultados intermedios en materia de
nutrición que sean consonantes con los objetivos mundiales establecidos por la
Asamblea Mundial de la Salud en materia de nutrición y enfermedades no
transmisibles.
4.4. Apoyo de organismos, programas y fondos de las Naciones Unidas
Se pide a la FAO y a la OMS que refuercen y coordinen sus políticas, estrategias
y programas encaminados a acelerar los avances en el cumplimiento de los
compromisos de la Declaración de Roma y las medidas recomendadas en el
presente Marco de Acción.
27
También se pide a otros organismos, programas y fondos de las Naciones Unidas
que se sumen a esta labor y que en el curso de 2015 determinen medidas
mediante las que puedan contribuir, a título individual y colectivo, al
cumplimiento de los compromisos de la Declaración de Roma y apoyar la
aplicación de las políticas y programas recomendados en el presente Marco de
Acción con arreglo a sus respectivos mandatos.
Se alienta a cada organismo a que a fines de 2015 comunique las medidas que se
propone adoptar para dar curso a la Declaración de Roma y el Marco de Acción,
con inclusión de las asociaciones y otros mecanismos internacionales con que
cuentan para prestar apoyo programático.
Se espera que las oficinas regionales de los organismos, programas y fondos de las
Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales contribuyan a la
aplicación del Marco de acción respaldando la cooperación regional e
interregional.
Se espera que, con apoyo internacional, las instituciones regionales de
investigación y capacitación aporten recursos humanos e institucionales para
promover la colaboración entre países e intercambiar información sobre
nutrición, alimentación, tecnología, investigaciones y políticas y programas en
curso, así como corrientes de recursos.
La FAO y la OMS, en colaboración con otros organismos, programas y fondos
de las Naciones Unidas, estudiarán modalidades de movilización de recursos
financieros para acelerar el cumplimiento de los compromisos de la Declaración
de Roma y la aplicación del Marco de Acción y vigilar los avances al respecto.
4.5. Seguimiento de la aplicación
Los mecanismos eficaces de aplicación y rendición de cuentas son fundamentales
para velar por el seguimiento de estos compromisos a fin de controlar los
progresos efectivos y permitir a los ciudadanos pedir cuentas a los responsables
de las políticas y las instituciones.
28
Se invita a los gobiernos nacionales a que elaboren marcos de seguimiento
nacionales que incluyan indicadores de los resultados nutricionales (para
controlar los progresos en el cumplimiento de los objetivos nacionales), de la
ejecución de los programas (incluida la cobertura de las intervenciones) y del
entorno normativo (con inclusión de las disposiciones institucionales, las
capacidades y las inversiones en nutrición)36. El seguimiento deberá llevarse a
cabo, en la medida de lo posible, mediante mecanismos existentes. Debe
fortalecerse la capacidad nacional de gestión de sistemas de datos, desde la
planificación hasta la recopilación y el análisis.
La FAO y la OMS recopilarán un informe sobre el cumplimiento de la
Declaración de Roma y el Marco de Acción en estrecha colaboración con otros
asociados de las Naciones Unidas sobre la base de autoevaluaciones de los países e
información disponible por conducto de los mecanismos existentes de
presentación de informes (como los informes de autoevaluación de SUN y los
informes a la FAO y la Asamblea Mundial de la Salud) y con arreglo a un
calendario que establecerán sus órganos rectores y la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
Aprobado por la 65.ª Asamblea Mundial de la Salud.
Aprobado por la 66.ª Asamblea Mundial de la Salud.
3
Se entiende que la expresión “gobiernos” abarca a la Unión Europea y otras organizaciones
regionales en relación con asuntos de su competencia.
4
1) reducción en un 40 % del número de niños menores de 5 años que padecen retraso del
crecimiento en todo el mundo; 2) reducción en un 50 % de la anemia sufrida por mujeres en
edad reproductiva; 3) reducción en un 30 % del peso bajo al nacer; 4) freno al aumento del
sobrepeso infantil; 5) aumento mínimo del 50 % en las tasas de lactancia materna exclusiva en
los primeros seis meses de vida; 6) reducción de la emaciación infantil a menos del 5 % y
mantenimiento de esa proporción.
5
1) reducción en un 30 % del consumo de sal; 2) detención del aumento de la prevalencia de la
obesidad en adolescentes y adultos.
6
La OMS recomienda que: a) se atiendan las necesidades diarias de energía, vitaminas y
minerales sin consumir un exceso de energía; b) el consumo de frutas y hortalizas supere los
400 g diarios; c) la ingesta de grasa saturada sea inferior al 10 % de la ingesta energética total; d)
la ingesta de ácidos grasos trans sea inferior a un 1 % de la ingesta de grasas total; e) la ingesta
de azúcares libres sea inferior al 10 % de la ingesta energética total o, de ser posible, inferior al
5 %; f) la ingesta de sal sea inferior a 5 g diarios.
1
2
29
7
Las dos contribuciones principales de la agricultura a la composición atmosférica y el clima
son producto de la deforestación y la zootecnia, de las cuales forman parte importante la
producción y el consumo de alimentos. El potencial de retención biológica de carbono se ve
mermado por el cultivo. Véase FAOSTAT. Emisiones de gases de efecto invernadero
procedentes de la agricultura. Abril de 2014.
8
Deben promoverse dietas que tengan un impacto ambiental negativo bajo y contribuyan a la
seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y venideras lleven una
vida saludable. Las dietas sostenibles protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas,
son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas, asequibles y
nutricionalmente adecuadas, además de inocuas y saludables, y optimizan los recursos
naturales y humanos.
9
Pueden consultarse diversas opciones de política para que los países mejoren los entornos
alimentarios en El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2013 de la FAO, el Marco
estratégico mundial para la seguridad alimentaria y la nutrición y el séptimo informe del
Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición. También se proponen
medidas para mejorar los entornos alimentarios en el Plan de aplicación integral sobre
nutrición de la madre, el lactante y el niño pequeño de la OMS, las resoluciones de la
Asamblea Mundial de la Salud, el plan de acción mundial de la OMS para la enfermedades no
transmisibles y las declaraciones y planes de acción regionales de la OMS sobre alimentación y
nutrición, obesidad y enfermedades no transmisibles. En los informes de los Relatores
Especiales de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación y el derecho a la salud
también figuran recomendaciones concretas para mejorar los entornos alimentarios.
10
La expresión “educación nutricional” consta de promoción, campañas, directrices,
información, educación, comunicación, asesoramiento, empoderamiento, educación del
consumidor, comunicación orientada a cambiar el comportamiento y “comercialización
social”.
11
La OMS ha determinado un conjunto de intervenciones eficaces de este tipo centradas en la
nutrición que van dirigidas concretamente a la mejora de la nutrición materna y de los
lactantes y los niños pequeños. Véase OMS. Essential Nutrition Actions. Improving maternal,
newborn, infant and young child health and nutrition. 2013.
12
La lactancia materna responde a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria. En la
Declaración de la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria de 2009 se define el
concepto de seguridad alimentaria: Hay seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen
en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y
nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los
alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. Los cuatro pilares de la seguridad alimentaria
son la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad. La dimensión nutricional es
parte integrante del concepto de seguridad alimentaria. Fuente:
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/Meeting/018/k6050s.pdf
13
Convención sobre los Derechos del Niño.
30
14
Organización Mundial de la Salud. Essential Nutrition Actions: improving maternal, newborn,
infant and young child health and nutrition. Ginebra, 2013.
15
http://files.ennonline.net/attachments/150/module1-manual-refer-ops-gv2-1.pdf;
https://internationalmedicalcorps.org/sslpage.aspx?pid=2026#.VAjrlsWSyAg
16
Como se indica en el Convenio núm. 183 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) sobre la protección de la maternidad y la correspondiente recomendación 191.
17
Como la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, la inmunización contra el
sarampión y el tratamiento antibiótico de las niñas con infecciones urinarias.
18
Los principales tratados internacionales en los que se reconoce el derecho humano al agua
son la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer de 1979 (art. 14 2) y la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 24). Las
principales declaraciones políticas se aprobaron en la Asamblea General de las Naciones
Unidas y en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en ambos casos en
2010.
19
De Marsily, G. L’eau et ses grands enjeux au XXIe : effets sur la zone aride. Secheresse 2010;
21(1):12-21.
20
El agua en un mundo en constante cambio. Informe de las Naciones Unidas sobre el
desarrollo de los recursos hídricos en el mundo 3. Programa Mundial de Evaluación de los
Recursos Hídricos. UNESCO/Earthscan, 2009.
21
Comprehensive Assessment of Water Management in Agriculture. 2007. Water for Food,
Water for Life: A Comprehensive Assessment of Water Management in Agriculture. Londres:
Earthscan y Colombo: Instituto Internacional para el Manejo del Agua.
22
Caulfield LE, de Onis M, Blössner M, Black RE. Undernutrition as an underlying cause of
child deaths associated with diarrhoea, pneumonia, malaria, and measles. Am J Clin Nutr.
Julio de 2004; 80 1): 193-8.
23
En particular por conducto de infecciones parasitarias, como infecciones transmitidas por el
suelo, que afectan a un 24 % de la población mundial. Bethony J, Brooker S, Albonico M,
Geiger SM, Loukas A, Diemert D, Hotez PJ: Soil-transmitted helminth infections: ascariasis,
trichuriasis, and hookworm. Lancet 2006, 367: 1521-1532.
24
OMS/UNICEF 2014. Progresos en materia de saneamiento y agua potable. Informe de
actualización de 2014. Organización Mundial de la Salud: Ginebra.
25
OMS/UNICEF 2014. Progresos en materia de saneamiento y agua potable. Informe de
actualización de 2014. Organización Mundial de la Salud: Ginebra.
26
OMS/UNICEF 2014. Progresos en materia de saneamiento y agua potable. Informe de
actualización de 2014. Organización Mundial de la Salud: Ginebra.
27
El 21 de marzo de 2013 el Vicesecretario General de las Naciones de las Naciones emitió un
llamamiento a la acción en materia de saneamiento:
http://www.wfuna.org/sites/default/files/resources/dsg_sanitation_two-pager_final.pdf
28
En particular reduciendo el desperdicio de agua en el riego y mediante estrategias de uso
múltiple de las aguas, incluidas las aguas residuales, y un mejor uso de tecnología apropiada.
29
En particular adoptando prácticas eficaces de evaluación y gestión de los riesgos en materia
de uso inocuo de las aguas residuales y saneamiento.
31
30
Iniciativa de la OMS para estimar la carga mundial de las enfermedades de transmisión
alimentaria, http://www.who.int/foodsafety/foodborne_disease/FERG2_report.pdf
31
Marco FAO/OMS para desarrollar planes nacionales de intervención en situaciones de
emergencia relativas a la inocuidad de los alimentos, 2010.
32
En el marco de varias iniciativas dirigidas por la FAO, la OMS, la Organización Mundial de
Sanidad Animal (OIE) y la Comisión del Codex Alimentarius.
http://www.fao.org/ag/againfo/home/en/news_archive/2011_04_amr.html
http://www.who.int/foodsafety/areas_work/antimicrobial-resistance/en/
http://www.oie.int/es/para-los-periodistas/amr-es/
Código de prácticas para reducir al mínimo y contener la resistencia a los antimicrobianos,
CAC/RCP 61-2005,
http://www.codexalimentarius.org/input/download/standards/10213/CXG_061s.pdf;
Directrices para el análisis de riesgos de resistencia a los antimicrobianos transmitida por los
alimentos, CAC/GL 77-2011,
http://www.codexalimentarius.org/input/download/standards/11776/CXG_077s.pdf
33
Red Internacional de Autoridades de Inocuidad de los Alimentos de la FAO y la OMS (INFOSAN),
http://www.who.int/foodsafety/areas_work/infosan/en/
34
OMS: Integrated surveillance of antimicrobial resistance - Guidance from a WHO Advisory
Group http://www.who.int/foodsafety/publications/agisar_guidance/en/
35
OMS: Critically important antimicrobials for human medicine, tercera revisión, 2012
http://www.who.int/foodsafety/publications/antimicrobials-third/en/
36
Podrán elaborarse marcos de seguimiento basados en el Marco Mundial de Seguimiento de la
Nutrición Materna y de los Lactantes y los Niños Pequeños y el Marco de Seguimiento del
Plan de Acción Mundial sobre las Enfermedades No Transmisibles, así como en indicadores de
seguimiento de la seguridad alimentaria (la prevalencia de la desnutrición medida por la FAO,
la escala de experiencia de inseguridad alimentaria y otros indicadores de uso habitual).
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