B) EL TRECENTO ITALIANO: FLORENCIA Y SIENA. SIMONE MARTINI Y GIOTTO Hay varios autores de transición del Románico al Gótico: en Florencia trabajan Giunta Pisano y Buonaventura Berlinghieri, mientras en Roma lo hace Pietro Cavallini (aunque trabaja más sobre mosaicos). Ya en el s. XIV (Trecento) destacan dos grandes focos: Florencia y Siena. FLORENCIA: GIOVANNI CIMABUE (1240 – 1303): Tiene influencias de Cavallini, de los frescos de S. Francisco de Asís del s. XII, y sobre todo bizantinas. Pero su estilo también presenta novedades, como una mayor redondez en las formas y una expresión más natural. Sus obras se concentran en las iglesias de Asís, con temas como la Crucifixión, la Virgen con el Niño (hoy en el Museo de los Uffizi, Florencia), el Niño con S. Francisco, S. Francisco, etc. GIOTTO DE BONDONE (1266 – 1337): El autor más representativo de su época, maestro del “Dolce Stil Nuovo” y precursor del Renacimiento. Posiblemente se inició con Cimabue, pero luego su estilo evoluciona. Se caracteriza por la búsqueda del volumen en las figuras, llegando incluso a colocar alguna figura de espaldas para dar más sensación de volumen, tanto que a veces sus figuras dan una cierta sensación de ser demasiado sólidas. Intuye la profundidad, aunque en sus obras los fondos siguen siendo un telón sobre el que se desarrolla una escena (el paisaje no tiene protagonismo, y la perspectiva es muy tosca). Sus cielos suelen ser de un tono azul, plano. Valora el paisaje y el espacio, aunque aparece enpequeñecido, como un marco que no importa demasiado (montañas, árboles, pequeñas construcciones). Valora los espacios vacíos para que las figuras tengan espacio para desenvolverse. Estudia la luz, que da unidad al cuadro, y nos explica la aparición del claroscuro. Aumenta la sensación de dramatismo y patetismo a través de los ojos (generalmente algo “achinados”). El dibujo es segurísimo. Los colores muy simples y fuertes. Sus temas representan la vida de santos, formando escenas separadas, aún dentro de un mismo fresco mural (técnica que utilizaba). Obras: Algunas pinturas sobre tabla (polípticos) Frescos de la Basílica Superior de San Francisco en Asís. 1290-95 y 1297-1300. Sobre la vida de S. Francisco y la de Jesucristo. Destacan las formas duras, en la búsqueda del volumen. Para la profundidad utiliza paisajes urbanos o rurales poco reales. Frescos de la Capilla della Arena (Capilla Scrovegni), en Padua. 1303-1305 y 1310-1315. Los muros tienen 4 registros: el inferior representa los vicios y virtudes, el superior escenas de la vida de S. Joaquín, Sta Ana y la Virgen, y los 2 centrales la vida de Jesucristo (destacan las escenas del Beso de Judas, y de la Lamentación sobre el cuerpo de Cristo muerto). El muro testero tiene el tema del Juicio Final. Auténtica Capilla Sixtina del Protorrenacimiento. Frescos de la Capilla Bardi (Iglesia de Santa Croce, Florencia). 1315-1320. Sobre la vida de San Francisco, Santa Clara y de Jesucristo (destaca la Muerte de San Francisco). Frescos de la Capilla Peruzzi (Iglesia de Santa Croce, Florencia). 1325. Vida de San juan Bautista, San Juan Evangelista, y la Virgen. Frescos de la Basílica Inferior de San Francisco en Asís. A partir de 1325. 4 alegorías en la bóveda, y escenas de la vida de Cristo y María Magdalena. SIENA En Siena se da una mayor continuidad de lo bizantino: bellas líneas en detrimento de la búsqueda del volumen. Continúa un gusto por lo miniaturístico, acumulando muchas figuras y asuntos anecdóticos. El color es preciosista, decorativo (no se usa para buscar el volumen), usando mucho los fondos dorados y el “pan de oro”. El resultado es una pintura delicada, graciosa, aristocrática, elegante, preocupada por la belleza en sus temas, líneas y colores. DUCCIO DI BUONINSEGNA (1255 – 1319). Suaviza los contornos de las figuras. Mantiene una gran influencia bizantina en el color (vivo) y los fondos dorados. Obras: Maestá de la Catedral de Siena : retablo con múltiples escenas. Maestá de Santa María Novella (Florencia) Madonna Rucellai : Virgen sobre fondo dorado, sentada en el trono, rodeado de ángeles, sosteniendo a su Hijo. SIMONE MARTINI (1284 –1344) : el mayor exponente de la pintura del foco sienés. Su pintura es preciosista, con caras ovaladas, ojos diminutos, líneas curvas rítmicas y elegantes, que transmiten una espiritualidad íntima. Obras: Mural del Condottiero Guidoriccio de Fogliano (1328): Primer retrato moderno. Destacan los perfiles puros y el fondo, en el que vemos una ciudad medieval. Virgen en trono (1315) del Palacio Público de Siena. Anunciación de los Ufizzi (1333) : Destacan los perfiles ondulantes, la suavidad, delicadeza, elegancia en las formas. Gran riqueza de color y uso del oro. Gusto por lo miniaturístico. Viajó a Asís, donde realizó los Frescos sobre la vida de S. Martín , y a Avignon, donde su pintura influyó de tal modo que podemos considerarlo el iniciador del “Estilo Internacional” que se extendió por toda Europa. Otros autores sieneses: LIPPO MEMMI, los hermanos Lorenzetti: PIETRO LORENZETTI, AMBROGGIO LORENZETTI.