Personalidad. Respetos humanos. A menudo, el ser humano se ha de enfrentar a muchos problemas y diferentes acontecimientos. Dependiendo de la elección de la respuesta a ellos, puede lograr la maduración de la personalidad, o por el contrario la insatisfacción de no lograr alcanzar la meta. ¿Pero qué es la personalidad? La personalidad es el resultado de una ecuación de tres factores: fondo vital, temperamento y carácter. El fondo vital es la genética, la constitución física de la persona, el ambiente familiar que le rodea... El temperamento, sin embargo, son instintos, afectos y tendencias de ser una persona de determinada manera. Esto último quiere decir que el temperamento es algo propio de la persona consustancial a ella misma. En definitiva, instinto. Mucha gente atribuye únicamente el temperamento a la personalidad, pero eso es un pensamiento irracional, porque la personalidad es algo más que instintos. Lo que complementa al fondo vital y el temperamento para definir la personalidad es el carácter, reacciones secundarias al estímulo, funciones superiores intelectuales. Quién tiene mucho temperamento posee poco carácter. La suma de los tres factores constituye la personalidad. El proceso de formación de la personalidad es lento pero continuo: comienza desde los primeros años de la infancia con los límites de los derechos y las obligaciones, que vienen regulados por sus padres. A lo largo del tiempo recibe educación en el colegio, en los diferentes ambientes por los que se mueve. También por las relaciones con las diferentes personas con las que convive: se entrena en tomar decisiones propias que respeten los derechos de los demás. Todo esto, además de defender los derechos de uno como algo merecido, promueve la capacidad de crecer en seguridad en sí mismo. A la hora de elegir, valora las consecuencias que va a tener en los demás, además de en sí mismo. Como resultado del proceso de lo anterior, la persona va complementando con nuevos rasgos a lo que finalmente sea la personalidad. Antes de tener el derecho de la autoafirmación debemos tener en cuenta varios puntos: ● La conciencia social. En la sociedad hay diversidad de deseos, de ideas, de normas, que pueden adaptarse a nuestros gustos o a nuestras creencias; pero otras cuantas difieren. El límite se encuentra en la violación de derechos del resto de personas. Algunos vienen marcados por las leyes y otras por una corriente ideológica determinada que restringe (hoy en día, “lo políticamente correcto”). Por los respetos humanos, si no tenemos formada la personalidad, nos quedaremos callados frente a injusticias u opiniones contrarias a las nuestras. Nosotros mismos, por naturaleza humana sabemos distinguir, gracias a la conciencia, lo que está bien de lo que está mal. Y en este caso, si no hacemos nada, aparte del sufrimiento que nos causará no poder manifestar nuestra opinión, seremos arrastrados por una masa. Las personas no podemos vivir al margen de la sociedad. Todos los que se aíslan buscando grupos como sectas, etc. con el paso de los años se vuelven dependientes de aquella quien gobierna. Su personalidad queda lastrada por una serie de normas establecidas de una forma de pensar predeterminada. Yo creo que es bastante importante tener relación con personas diferentes porque enriquecen la personalidad, te permite reflexionar hasta qué punto influye las demás personas sobre ti (tus padres, profesores, amigos). De esta manera, puedes contrastar tus ideas sin asumir todo lo que te digan pero en cierta manera reflexionando. Así puedes decir no a las drogas o el ser consecuente con la fe que cada uno profesa porque no se deja intimidar por la corriente dominante. ● Autoestima. Amor propio sin llegar al egoísmo. Seguridad de nosotros mismos. No podemos hacer valer nuestros derechos si no apreciamos lo que valemos como personas. Para lograr la autoestima, es fundamental conocerse a uno mismo, diseñar la identidad personal reforzándola con conocimientos (científicos, filosóficos, etc.) ¿Cómo podemos saber en dónde se encuentra la verdad? Si nos fijamos hoy en día en Internet, ¿cuánta gente se encuentra confundida que aparentemente son intelectuales y parecen tener la verdad pero no es así? Cada uno debería desarrollar su capacidad intelectual para que sea más difícil manipularte. A nadie le debería estar negada la búsqueda de la verdad. Hoy es difícil porque muchas personas forman parte de corrientes dominantes que aseguran tener la verdad. Los conocimientos que nos dan ahora son de corrientes aristotélicas, platónicas… etc. y eso es lo que nos hace crecer el pensamiento. Una persona formada no se deja llevar por una determinada emoción, sino que tendrá otros factores para analizar las consecuencias de determinadas decisiones. ● Conocimiento de las propias limitaciones. Una persona realista siempre sabrá marcar objetivos en la vida que son totalmente diferentes a las fantasías, o a las metas fáciles de lograr. Y además, sabrá asumir fracasos de algunos de sus objetivos sin sentir frustración. Para llevar un proyecto de vida hace falta tener una coherencia interna. Para empezar a tocar un instrumento hay que saber que siempre que se empieza no se puede tocar como Mozart. Hay que tener paciencia para ir poco a poco progresando. Muchas veces uno se frustra por no conseguir resultados a corto plazo. No hay que desanimarse, los objetivos y resultados son los que se consiguen a largo plazo, porque son los más grandes y difíciles, y esto da una satisfacción muy grande para quien lo alcanza. Ese objetivo no se puede alcanzar sin la motivación, un impulso que te obliga a seguir realizando ese esfuerzo a pesar de la frustración que se necesita para lograrlo. Personas mejor instruidas se encuentran más formadas para no abandonar ese esfuerzo. Hoy en día se observa con frecuencia una diferencia entre la edad cronológica y la madurativa o mental. Hay adultos que se comportan como adolescentes y niños que intentan comportarse como adultos (dejan los juegos de patio, tener un móvil, etc.) Esto es debido a una falta de conocimiento de sí mismos y a la presión ambiental (medios de comunicación, películas). Personas que hasta cierto tiempo pensaban de una manera modifican su manera de reflexionar. A pesar de que hemos avanzado mucho en el razonamiento nos quieren llevar a una vida regida por las emociones (película, anuncios), relegando la capacidad de pensar a la hora de tomar decisiones. Esta ausencia de identidad personal implica que no tenga una escala de valores, y acepte una excesiva influencia de los demás; o al contrario, la falta de tolerancia del resto de opiniones. También provoca que tenga que seguir las opiniones de un líder. La meta máxima es pues, vivir lo mejor posible el ahora y olvidarse del futuro. Intentan seguir los impulsos primarios, el placer, a la vez que hay una falta de principios éticos. A veces es difícil tener una conciencia crítica y saber discriminar objetivamente lo importante en la vida. Es fácil dejarse arrastrar por la marea de la masa. Ahí está el esfuerzo de cada uno, cada día, para encontrar el porqué de las cosas. Hay que aprovechar la vida con pequeños logros personales como oposición a lo anterior; ser dueños de sí mismo y superar las presiones externas, chantajes emocionales, etc. Eso al final te da la libertad para actuar como un individuo con criterios propios. Eduardo Cía Ilarregui