México Distrito Federal a 24 de febrero de 2015 Al Pueblo de México A los Medios de comunicación A la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores Tal vez les parezca increíble a muchos, pero llegamos hasta aquí porque pedimos aulas de la universidad para dar asesorías gratuitas para el examen de admisión a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Hace 5 años comenzamos a dar estos cursos para amigos y familiares juntamos unos 40 alumnos y éramos cuatro compañeros. De ese grupo salieron dos compañeros que después decidieron dar cursos al año siguiente, decidimos salir a invitar a los bachilleres. Para entonces utilizamos las aulas de la Facultad de Físicomatemáticas sin que se nos pidiera otra cosa que dejar limpio al salir. Nunca imaginamos que hubiera problema, la universidad es para eso: para compartir conocimiento. En 2013 comenzaron los problemas con la universidad. Para entonces llegamos a la cantidad de 760 jóvenes que querían tomar nuestros cursos. Ya habíamos tenido que ponernos a revisar cuestiones pedagógicas, hacer nuestras guías, metodología de cursos, ampliar la planta de asesores académicos a 10 veces la original. La ventaja es que muchos de los compañeros que ya se habían tomado el curso el año anterior se sumaban a impartir el del próximo año. Es para nosotros gratificante saber que la solidaridad germina en solidaridad nueva y fresca. El punto es que para 2013 la universidad comenzó a ser renuente a prestarnos espacios, comenzaron a restringirnos los de la escuela de física y decidimos movernos a otras como la escuela de Biología y Economía. Al principio funcionó sin problemas pero después poco a poco nos fueron cerrando los espacios. El proyecto de todos modos creció y para este año llegamos a 1830 jóvenes inscritos hasta este momento y prácticamente ningún espacio dentro de la universidad. Desde 2013 los funcionarios de la Secretaría General de la BUAP nos han hecho dar vueltas y trámites para solicitar los espacios, hasta este año en que dijeron que simplemente no se iba a poder porque según ellos nosotros queríamos desestabilizar a la universidad con nuestros cursos gratuitos que, además, eran innecesarios según ellos porque la BUAP ya imparte un seminario con costo de 500 pesos. Fue tanta nuestra indignación que decidimos movilizarnos y el día 4 de febrero hicimos una marcha y un plantón que inició en el zócalo de la ciudad de Puebla. No lo hicimos en la explanada de rectoría porque desde que anunciamos la movilización aparecieron decenas de puestos cubriendo la calle, mismos que permanecen desde entonces allí. La universidad no abrió mesas de diálogo para el tema de las aulas y gobernación municipal intervino diciendo que no podíamos estar allí. El día 5 de febrero cuatro de nuestros compañeros iniciaron huelga de hambre y desde entonces autoridades municipales y de la secretaría general de la BUAP se vieron por fin interesados en agilizar una mesa de diálogo para que nos retiráramos. Es una pena que para pedir aulas se tenga que llegar a estos extremos. Hasta el 7 de febrero por la madrugada hubieron mesas de diálogo, la universidad ofreció un espacio en una escuela al norte de la ciudad pero se les dijo que era insuficiente. Accedieron a valorar otros espacios pero la firma de los acuerdos estaba condicionada a: 1) que teníamos que hablar bien del rector y sus autoridades, 2) que teníamos que dejar de apoyar movilizaciones como las de la exigencia con vida de los normalistas de Ayotzinapa (en la que decidimos solidarizarnos por ser estudiantes a maestros), 3) que teníamos que comprometer al resto del movimiento estudiantil a ya no movilizarse. Obviamente las peticiones significaban negociar derechos constitucionales y cosas que no están en nuestras manos ni nos parecen congruentes. Nos negamos y se cerró la mesa de diálogo. No sin que antes hubieran amenazas por parte del gobierno municipal y de la Secretaría General de la BUAP de que si no nos íbamos “algo” podía pasar o incluso que llegaría el ejército. El 8 de febrero a las 3:21 aproximadamente un grupo de aproximadamente 30 sujetos, la mayoría encapuchados, arremetieron con varillas, palos y hasta bombas de humo, contra el campamento que teníamos instalado en el zócalo. Tuvieron especial saña contra los huelguistas y golpearon por igual a hombres y mujeres. Tenían consigna sobre algunos compañeros de colectivos que se solidarizaron y contra quienes de entre nosotros habíamos acudido a las mesas de diálogo. En una camioneta oscura metieron a cuatro hombres y cuatro mujeres, se los llevaron al parque industrial 2000 y durante todo el trayecto los torturaron, amenazaron de muerte, incluso con ser desaparecidos igual que los compañeros de Ayotzinapa. Hechos todos que ocurrieron a no más de 10 metros de cinco patrullas de la policía municipal y más de 20 elementos en servicio, ninguno de ellos intervinieron pese a los llamados de auxilio y los gritos de quienes pasaban por ahí. Todas nuestras pertenencias fueron robadas, todos nuestros compañeros golpeados y aterrorizados en pleno corazón de la ciudad. El saldo fue 20 compañeros golpeados, dos compañeras con lesiones que pusieron en riesgo su vida. Al menos 10 requirieron tratamiento hospitalario, dos compañeras estuvieron una semana en el hospital. Cabe señalar que la Comisión Estatal de Derechos Humanos actuó tardíamente pese a que tuvo conocimiento una hora después de los acontecimientos, fue hasta el otro día en el hospital cuando se apersonó gracias a la presión de los medios. Hasta el momento los cursos siguen, los compañeros tienen miedo de dar sus cursos cada fin de semana pero se sobreponen porque los alumnos no han dejado de asistir. La comunidad universitaria se movilizó con temor el 12 de febrero. Presentamos denuncia el 10 de febrero y hasta el momento la Procuraduría General de Justicia no ha entregado ningún resultado, ni siquiera los videos de las cámaras de seguridad que tiene el gobierno municipal en el zócalo y que pedimos pusiera a resguardo y solicitara para acreditar los hechos delictivos. A nosotros nos parece que actúan para encubrir a los responsables por comisión y omisión de los hechos. Fue más pronta la prensa de puebla que publicó (http://ladobe.com.mx/2015/02/policiahabria-estado-en-el-zocalo-durante-o-previo-al-ataque-a-jovenes/ ) las imágenes de una cámara de un hotel en puebla donde se aprecia perfectamente que durante el tiempo de la agresión había allí varias patrullas. Lo cual desencadenó respuestas contradictorias entre las autoridades policiacas diciendo que hubo una riña pero no intervinieron porque “fue demasiado tarde”. Lo cierto es que las autoridades Universitarias dijeron que ellos no habían sido y comenzaron una campaña entre medios para culpar a gente vinculada al municipio de Puebla; por su parte el municipio dijo aludió a que habían sido porros de rectoría. La represión en puebla, con la complicidad del gobierno y personal de la Secretaría General de la BUAP, no es nueva. El 19 de enero grupos estudiantiles determinaron manifestarse por la visita de Peña Nieto (sobre todo para exigirle la aparición con vida de los estudiantes y la investigación del ejército como probable participante), allí detuvieron injustificadamente a Sharyff Guerrero quien también da cursos con nosotros y estuvo detenido por más de 7 horas. Mientras la policía detenía los compañeros la BUAP emitió un comunicado deslindándose y luego retractándose y pidiendo “liberar a los estudiantes detenidos” http://los21.com/vision21/?p=14228 El día 20 de febrero amenazaron por teléfono a la compañera Angélica Trujeque de la Preparatoria Lázaro Cárdenas (también de la BUAP), en la llamada dijeron que Angélica sería secuestrada si no detenía sus actividades políticas en su escuela. Este tipo de agravios se repitieron el día 6 de febrero por la noche cuando otros chicos de su misma preparatoria fueron amenazados del mismo modo para que no se lanzaran como candidatos a las consejerías universitarias. Paralelo a la problemática de la preparatoria de la Lázaro Cárdenas en la Preparatoria 2 de octubre (también de la BUAP) se ha dado un acoso por parte de las autoridades y también de la policía municipal. El mismo 19 de enero ingresaron granaderos a amedrentar a los estudiantes y desde entonces ha habido un acoso por parte de directivos de la escuela. Las amenazas han ido escalando desde que van a ser perjudicados académicamente hasta que pueden ser agredidos en su integridad física. Dentro de este contexto está el levantón de una candidata a consejera de la facultad de Derecho y el acoso de ministeriales federales a un estudiante. Consideramos que en los hechos que denunciamos hay una clara intervención del Gobierno del Estado de Puebla y de la Presidencia Municipal de Puebla en la vida interna de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Consideramos que esto violenta la autonomía y ha convertido a la administración central de la BUAP en un títere de las políticas represivas. No creemos equivocarnos al señalar que se trata de terrorismo de Estado al que estamos sometidos en Puebla y consideramos que ahora se están ensañando con el movimiento estudiantil por el miedo que tienen a las luchas por la democratización del país, los derechos humanos y la libertad de expresión y manifestación. Exigimos justicia, castigo a los responsables materiales e intelectuales y venimos en este momento a la Cámara de Senadores a solicitar que se censuren los actos represivos, se llame a rendir cuentas al gobernador de Puebla, Presidente Municipal y al rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. A través de los senadores Manuel Bartlett y Layda Sansores solicitamos la intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara de Senadores para que se agregue nuestro caso al análisis que está desarrollando dicha comisión respecto a la situación de los derechos humanos y de los abusos del gobierno en el estado de Puebla y solicitamos de agregue a la administración central de la BUAP como un cómplice más de dicha represión. Atentamente Sharyff Guerrero Contreras Representante del Colectivo Universitario de Educación Popular Ana Victoria Tello Ortega Miembro de la Liga Estudiantil Democrática (LED) y agredida el día 8 de febrero Iván Elías Ojeda Cuevas Miembro de la Comisión Jurídica Estudiantil