Hace muchos años, dos semanas antes de la navidad, ¡había una ventisca grande! Chipito, un niño, le amaba la nieve mucha ya corría afuera para jugar. Pero había tanto nieve que todo que podía ver era blanco. Y él no podía encontrar su casa. Él gritó pero nadie podía oírle. Entonces vio una cosa pequeña y marrón enterrado en la nieve. Chipito tiró en la cosa y oí una grita pequeña de dolor. Chipito excavó en la nieve y vi un oso de peluche muy viejo y sucio. Chipito le preguntó al oso, “¿Puedes hablar?” “Sí” dijo el oso, “Me llamo Samuel y estoy un oso de peluche mágico de España.” “¡No me digas! ¿Querías ser mi amigo e ir a mi casa para calentarse?” “Sí, ¡me gustaría mucho!” En su casa, Chipito le mostró el oso a su madre pero Samuel no hablaría. Pero cuando Chipito le llevó Samuel a su cuarto, ellos hablaron mucho y llegaron a ser amigos mejores. Dos semanas luego, Chipito y su madre fueron al “Mundo de Árboles” para comprar un árbol de la Navidad. Chipito fue muy emocionado para mostrar a Samuel los árboles. Ellos encontraron el árbol perfecto y rápidamente lo llevaron a su casa. Cuando llegaron a casa Chipito se dio cuenta de que Samuel estaba perdido. Él lloró y estaba muy triste porque no podía encontrar Samuel en cualquier parte. Mientras tanto en “El Mundo de Árboles” el vendedor, Oscar, encontró Samuel en el suelo y se dio cuento de que el oso fue del niño que había estado allí más temprano. Pobrecito, echará de menos tu amigo. No preocupes oso, te llevará a tú hogar.” Era la noche buena y Chipito todavía era triste. Su madre solamente le dijo, “Trata de dormir y mañana vas a tener muchos juegos nuevos.” Pero Chipito solamente quería su oso viejo. Después de Chipito había yendo a dormir, Oscar llegó con un regalo para Chipito. La madre del Chipito le saludó y cuando vi el oso, ella exclamó, “Ay, Chipito será tan alegre, Muchas gracias Oscar.” “¡Feliz navidad!”, dijo Oscar y él manejó a su hogar para estar con su familia. Por la mañana Chipito vi muchos regalos debajo el árbol. Cuando había abierto todos sus regalos, tenía trenes, pelotas, y muchos otros juegos divertidos, pero Chipito solamente quería su oso viejo. Entonces su madre le dio otro regalo. Cuando Chipito lo abrió y vi Samuel. Él era tan emocionante que él gritó con alegría. Sus padres vieron que Chipito era alegre otra vez pero solamente Chipito vio guiñar Samuel.