LA FIGURA DEL CUIDADOR DE PERSONAS MAYORES (PM)

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EL CUIDADOR DE PERSONAS MAYORES.
PERFIL HUMANO Y PROFESIONAL.
Maria Del Carmen Sáinz Hernández
INTRODUCCIÓN.
Algunas cuestiones de inicio.
Datos demográficos.
Consecuencias.
LA FIGURA DEL CUIDADOR.
Aproximación al concepto.
Los primeros cuidadores.
El cuidador de las personas mayores que no están en residencias.
Perfil del Cuidador familiar.
Tareas habituales a realizar por los Cuidadores.
EL PERFIL HUMANO DEL CUIDADOR.
Personalidad saludable.
Hacia el SABER SER.
Desde la perspectiva individual.
Desde la perspectiva social.
Desde la perspectiva interrelacional.
PERFIL PROFESIONAL DEL CUIDADOR
Objetivo o Competencia general.
Hacia el SABER HACER:
Competencias profesionales.
Unidades de competencia.
Realizaciones y criterios
Dominios profesionales.
RESUMEN.
BIBLIOGRAFÍA.
GLOSARIO.
1
EL CUIDADOR1 DE PERSONAS MAYORES.
PERFIL HUMANO Y PROFESIONAL.
MARIA DEL CARMEN SÁINZ HERNÁNDEZ
1.- INTRODUCCIÓN
Algunas cuestiones de inicio
El envejecimiento, o la vejez, no es algo específico de los tiempos modernos, sino, más
bien, la última etapa del ciclo de vida. Sin embargo, a la altura del s. XXI las sociedades
desarrolladas son testigo de una manifestación objetiva, peculiar y única en la historia de la
Humanidad: el envejecimiento poblacional, que no es otra cosa que el peso demográfico del
grupo de personas mayores.
¿Qué
caracteri
za
nuestra
sociedad
?
La sociedad desarrollada es la que más se beneficia, del nivel socio-económico y los
avances de las investigaciones científico-técnicas al servicio de la biología y la medicina. Estos
dos aspectos son los que más han influido, sin género de duda, en el incremento de la calidad
de vida, la mejora de los niveles de salud de toda la población, la disminución de las tasas de
mortalidad, el incremento del poder adquisitivo tanto a nivel individual como colectivo, e
incluso en la expectativa de vida, en toda sociedad moderna. (PÉREZ SERRANO, 2004: pp.1949).
El interés que hoy tiene el fenómeno del envejecimiento poblacional en las sociedades
desarrolladas, tal y como lo conocemos, no está exento de problemas económicos y sociales,
debido al “peso” que sobre la población total tiene el grupo llamado de personas mayores (PM).
Si la proporción del grupo de mayores aumenta, sin ninguna duda el de niños y jóvenes
disminuye. Esto significa ( I. STUART-HAMILTON. 2002: pp16-17) que “una fracción más
pequeña de la población trabaja, y, por tanto, paga los impuestos directos” (renta, seguridad
1
Para evitar el uso excesivo del masculino y femenino que puede dificultar la lectura, se opta por el uso genérico del
masculino en todo el texto. Entendemos que comprende a los dos géneros.
2
social, etc.). Son estos dineros tributados los que los gobiernos manejan para llevar a cabo el
estado de bienestar, asistencia social, pago de pensiones, entre otros.
Es normal que, el impacto social del envejecimiento de la población, incida y demande
una atención concreta y urgente de los gobiernos respectivos en cada una de las naciones, e
incluso de la misma sociedad y que éstos se sientan interpelados y busquen soluciones a las
necesidades de distinto orden que aguardan ser atendidas, en el grupo de PM en general y de
los mayores de 80 años, en particular.
Algunos datos demográficos
Al comienzo de este siglo XXI, año 2001, el grupo de personas mayores (de ahora en
adelante, PM) de 65 años, estaba constituido por 6.950.706 individuos; lo cual supone el 16,9
% de la población total. Se espera que este mismo grupo, en el año 2026, alcance la cifra de
10.876.681 personas, lo que viene a resultar el 21,6 % de la población.
Una característica demográfica que se irá agudizando con el paso del tiempo, es la que se
ha llamado “envejecimiento del envejecimiento”, según consta en los datos del Libro Blanco
del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2004). Este colectivo está formado por las
personas de 80 y más años. En el año 2001 este colectivo lo formaban 1.615.867 sujetos (3,9 %
de la población total: PT); y la expectativa para el año 2026 es de 3.405.864 personas (6,8 % de
la PT), lo que supone que este colectivo duplicará en número al del año 2001.
Poco importan para nuestro tema las razones aducidas en el texto consultado para
explicar el por qué hoy hay una ralentización del crecimiento de la población mayor en su
conjunto (en España en concreto), precisamente en estos primeros años del s. XXI, si no es para
advertir que en años posteriores al 2020 el incremento se hará más notable.
Algunas consecuencias.
Una de las consecuencias del crecimiento global de la población mayor es que se
incrementarán las demandas de atención y cuidado de las necesidades en esta franja de edad de
mayores de 65 años y especialmente a partir de los 80. ¿Qué demandas son éstas? Las
3
situaciones carenciales o condiciones deficientes derivadas de una falta de autonomía y
soledad, la aparición de trastornos que producen debilitamiento y por tanto incremento de los
estados de necesidad (mayor dependencia y fragilidad), el tener menor poder adquisitivo que
dificulta (o puede dificultar) el acceso a los servicios socio-sanitarios y en general, una mayor
demanda de servicios sociosanitarios, son, entre otras, las principales necesidades que requieren
atención y cuidado.
Sin embargo, es importante no perder de vista algo con lo que intencionadamente
iniciábamos este punto: La vejez es una etapa de la vida a la que accedemos desde el
nacimiento y no deja de ser una oportunidad para seguir aprendiendo y desarrollándose, tanto
en las dimensiones personales (mejora de la autopercepción, plasticidad intelectual y
entrenamiento cognitivo, nivel educativo, etc.) como las socio-culturales (favorecer la inserción
y romper el aislamiento, desarrollar y conservar la autonomía, mejorar las relaciones
intergeneracionales, etc. etc.). También son facetas que la calidad de vida requiere y por lo
tanto han de precisar de atención y cuidado.
¿Quién
está
llamado a
satisfacer
todas
estas
necesidad
es?.
Un sólo profesional no puede resolver todo esta demanda pluridimensional y compleja de
necesidades. Como ocurre en otras etapas del desarrollo humano, las atenciones requieren
equipos interdisciplinares: médico, psicólogo, diplomados en enfermería, fisioterapia, trabajo
social, técnico superior en integración social...; equipos de trabajo: cuidadores, otros técnicos,
limpiadores...; instituciones públicas y empresas privadas (tanto asistenciales como
educativas y sociales) y dedicadas a la atención de PM en situación de dependencia
(residencias, pisos tutelados, centros residenciales de discapacitados... servicios generales...
etc.) o en el normal desarrollo de la etapa a la que venimos haciendo referencia.
EL CUIDADOR/A.
Aproximación al concepto.
¿Quién es el ciudadano que recibe esta denominación? ¿qué funciones se le asignan
desde la sociedad? ¿qué responsabilidades asume? ¿qué perfil social requiere este puesto de
trabajo?
¿Cómo
definir
esta
figura?
4
A estas y otras cuestiones intentamos responder a continuación. Pero antes, amigo lector,
te invito a jugar un momento con las palabras y sus significados.
Cuando queremos saber el contenido que se le otorga a una palabra, solemos recurrir al
Diccionario de la Lengua. La Real Academia considera el término “cuidador” como adjetivo y
también como nombre. Del cuidador nos dice que es el “que cuida”. Y preguntándonos por la
acción de “cuidar”, encontramos esta respuesta:
“es prestar atención”.
“poner diligencia, atención y solicitud en...”
“asistir, guardar y mirar por algo o alguien”.
CUIDAR
 SIGNIFICA
ES

Asistir
 servir o atender a una persona

Guardar
 cuidar y custodiar

mirar por alguna
considerar
persona
CUIDAR
ES PONER

diligencia
 prontitud, agilidad

atención
 mirar con detenimiento

Solicitud en la
 diligente y cuidadoso
ejecución de una cosa
(Del Diccionario de la Real Academia. Voz: cuidar)
Por todo lo dicho, ya podemos hacer una primera aproximación a lo que entendemos por
cuidador y elaborar nuestra propia definición de la manera siguiente:
Entendemos por
Cuidador...
5
... aquella persona que cuida, asiste, guarda, tiene preocupación por...; o
aquella que ofrece solicitud y atención a otra; o bien, la que directa o
indirectamente acompaña, estimula, dinamiza, respalda a las personas mayores.
Aquél que realice todas estas funciones de modo adecuado, podríamos decir que SABE
HACER la función de CUIDADOR.
No es “el hacer” la única vertiente desde la que comprendemos y nos explicamos la
figura del Cuidador. Existe otra perspectiva más honda, que es desde donde arranca el saber
hacer y que hace despertar nuestros “propios instrumentos”, los más personales, - me refiero a
las aptitudes - preparados para ser puestos en ejercicio y que denominamos, SABER SER.
Porque cuidar a una persona puede significar también,
...aquella situación que me hace descubrir cualidades y aptitudes en mí mismo
y que a través del cuidado las pongo al servicio de otro.
Quien realiza y se atreve hacer oportunamente estas funciones es porque en alguna
medida ha aprendido a descubrir facetas positivas en su ser y busca aquellas situaciones en las
que puede prestar en esta sociedad un mejor servicio, al mismo tiempo que se construye así
mismo satisfactoriamente.
Esta aproximación a la figura del Cuidador, evoca desde el principio, programas de
orientación conductual, que tienen mucho que ver con una relación educativa.
Los primeros cuidadores
Los primeros cuidadores han surgido en esa primera instancia, ese primer círculo, el
más inmediato a las personas, que es el ámbito familiar. La familia es espacio en el que el ser
humano viene a este mundo, se desarrolla y madura, aprende a ser persona y ciudadano, llega a
ser adulto y después anciano. La familia, el lugar donde se reciben los cuidados necesarios, se
expresan cálidamente los afectos, donde emerge el “yo”, se ejercita el inicio de la autonomía y
del control, se construye la identidad, y donde se resalta el aprendizaje de lo cotidiano (P.
HERNÁNDEZ, 2005, p.21).
6
La familia normalmente atiende las necesidades físicas, psíquicas y sociales de sus
miembros. Cuida en primera instancia con dedicación y afecto a sus familiares. Cuando las
situaciones normales se alteran por enfermedad o cualquier otra circunstancia, de manera que el
apoyo prestado en el seno familiar se hace insuficiente, son los servicios sociales y de salud los
que aportan la atención requerida por la misma familia.
La mayor parte de las personas de edad avanzada viven de forma independiente y
realizan las actividades y tareas diarias sin necesidad de que otra persona preste un apoyo
específico. Estas actividades, tanto las que se consideran básicas (ABVD) porque son
imprescindibles para la independencia del sujeto en la vida diaria: las de autocuidado (higiene,
alimentación, vestido...) y funcionamiento físico y mental (reconocer personas, objetos, tomar
medicamentos, desplazarse dentro del hogar...); como aquellas otras que son secundarias, de
carácter más instrumental (AIVD) que necesitan un nivel mayor de autonomía personal y se
asocian a tareas que requieren una mayor complejidad de acción (relacionarse, usar el dinero,
hacer la compra, coger un transporte, llamar por teléfono, demandar ayuda, etc.). Todas ellas,
precisan de ciertas habilidades para mantener el grado de autonomía y competencia necesarios.
EL cuidado de las PM que no están en residencias
Normalmente es la familia la que sale al paso de las primeras manifestaciones
carenciales, pero también hay que decir que la dependencia de otra persona es la primera causa
¿Qué se
entiende
por
“apoyo
informal
”?
de atención residencial. (En párrafos anteriores nos hemos referido a este aspecto). La
investigación ya mencionada del INSERSO (2004), ha demostrado que la inmensa mayoría de
los cuidados que precisan las PM dependientes son asumidos por familiares y allegados. Es lo
que se viene denominando más comúnmente como el “apoyo informal”, o si se quiere “la
protección social invisible”. Bien es verdad, que la ayuda prestada por la familia se viene
ajustando a la evolución del estado de la persona que es atendida. (MONTORIO CERRATO y
otros. 1995,158).
El grupo de expertos que constituyeron el Comité de Ministros del Consejo de Europa,
en su Recomendación de septiembre de 1998 define la “dependencia” como la necesidad de
7
ayuda o asistencia importante para sus actividades de la vida cotidiana” (AVC), o de manera
más precisa, como “un estado en el que se encuentran las personas que por razones ligadas a la
falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o
ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular,
los referentes al cuidado personal” (Libro Blanco. INSERSO, 2004, cap. 1º. p.4). Por lo tanto
tres son los elementos a tener en cuenta para poder decir de alguien que está en situación de
dependencia: la existencia de una limitación física, psíquica o intelectual, que conlleva una
limitación de la actividad de la vida cotidiana, y que provoca la necesidad de ser atendida por
otras personas para llevar a cabo las tareas cotidianas.
Llegados a este punto se debe recordar que el fenómeno de la dependencia puede
aparecer en cualquier momento del ciclo vital, en cualquier edad. No podemos pensar que dicho
fenómeno afecte sólo en los ciclos vitales de edad más avanzada, aunque sí lo hace con más
intensidad en el estadio de las PM de 65 a 79 años y sobre todo de los 80 en adelante.
La investigación realizada por el INSERSO pone en evidencia la estrecha relación entre
dependencia y edad: “El porcentaje de individuos con limitaciones en su capacidad funcional
aumenta conforme consideramos grupos de población de mayor edad.” (Ibid.p.6). Los 80 años,
es la edad que marca un proceso acelerado de la dependencia. Las familias son las que siguen
asumiendo el cuidado de las personas dependientes.
Si nos preguntamos, quién atiende a las PM que necesitan cuidados y no están
institucionalizadas, y queremos encontrar una respuesta, se ha de consultar los datos de la
Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud de 1999 (EDDES, p.61). Los
resultados se pueden agrupar del modo siguiente:
 La familia cercana (cónyuge, hija/o, hermana/o o madre) realiza el 62 % del cuidado.
 Otros parientes, amigos, o vecinos, realizan el 16 % apoyo
 Personas empleadas para este fin, realizan el 8,5 %
 Los servicios sociales asumen el 3 % de atención
 Otras relaciones realizan el 1,2 %
 No consta quién realiza el cuidado, un 9,2 %
8
Como se puede observar el 78 % del cuidado se realiza dentro del ámbito más cercano a
la persona mayor necesitada de él, bien por familiares directos, amigos, vecinos, etc.
Perfil del cuidador familiar
Esta función de cuidado, a través de lo que se viene denominando “apoyo informal” (no
¿Qué
característ
icas ha de
tener el
Cuidador?
institucionalizado, por lo tanto voluntario) está siendo atendido, casi de manera exclusiva, por
las mujeres del núcleo familiar correspondiente. Es un colectivo que puede situarse entre los
45-69 años (edad media de 53 años), que por lo general comparten domicilio con la persona a
la que cuidan y suelen asumir la mayor parte de las tareas asociadas al cuidado. El estado civil
que predomina entre las cuidadoras es el de casadas (más de las tres cuartas partes de esta
población). Respecto al nivel de estudios, sigue predominando el nivel de Primaria, aunque va
en aumento los estudios de segundo grado. (INSERSO. L. B. 2004, cap. III, p. 24-27).
Otro aspecto importante a señalar es el de los servicios asistenciales institucionalizados
de ayuda a la persona anciana en su propio domicilio. En España, esta ayuda se sigue
considerando escasa, o casi inexistente, aunque en desarrollo. En la documentación propia del
IMSERSO se recoge que nuestro país es el último en gasto social respecto a la Unión Europea:
“...España, donde la familia es la máxima proveedora de atención y cuidados a todos sus
miembros que los precisan, es el último de los quince (composición de la U.E. hasta mediados
de 2004) en gasto social de apoyo familiar, y en porcentaje de los respectivos PIB.” (Libro
Blanco 2004, cap. III, p.6).
Tareas habituales que realiza un Cuidador
Las actividades de la vida diaria más comunes que pueden ser consideradas como básicas
y/o instrumentales, se puede agrupar de la forma siguiente:
 Ayuda en el cuidado de sí mismo
o
o
Lavarse y cuidar su aspecto
Control de necesidades y utilizar
el servicio
9

Ayuda en los desplazamientos
 Ayuda en la utilización de brazos
y manos
 Ayuda sensorial: visual y auditiva
o
o
Vestirse-desvestirse y arreglarse
Comer y beber
o
o
o
Cambiar y mantener las posiciones del cuerpo
Levantarse, acostarse
Desplazarse dentro del hogar
o
o
o
Trasladas objetos no muy pesados
Utilizar utensilios y herramientas
Manipular objetos pequeños con manos
y dedos.
o
o
o
o
Percibir cualquier imagen u objeto
Realizar tareas visuales de conjunto
Realizar tareas visuales de detalle
Ver en condiciones de iluminación pobre,
diferencias de colores
Recibir y/o diferenciar cualquier sonido
Audición y/o diferenciación de sonidos fuertes
Escuchar el habla
Reconocer personas y objetos
o
o
o
o
o
o
o
o
o
Cuidado de la ropa: lavar, planchar, etc.
Cuidado de las comidas: cocinar, horario de,
etc.
Limpieza y mantenimiento de la casa.
Hacer la compra
Controlar los servicios y suministros
 Ayuda en la toma de los medicamentos
o
o
o
Velar por la medicación adecuada
Horario de ingesta
Suministro de farmacia.
 Ayuda en la administración de bienes
o
o
o
o
Administrar adecuadamente el dinero.
Velar por los gastos y pago de facturas.
Velar por el estado de los bienes generales.
Recordar informes económicos.
o
Relacionarse con otros por los medios
habituales: teléfono, visitas, etc.
Relacionarse con la familia o compañeros.
Hacer amigos o mantener amistades
Recordar informaciones y usarlas si fuera
necesario.
Comunicarse a través del habla o lenguaje
alternativos.
Asistir en las dificultades de expresión o de
memoria.
 Ayuda en las actividades de la casa
 Ayuda en las relaciones y comunicación con
o
o
o
otros
o
o
10
 Ayuda en los desplazamientos fuera del
hogar

Ayuda general en pequeñas cosas
o
o
o
Deambular sin medio de transporte.
Utilizar el transporte público.
Acompañar al médico, farmacia, visitas...
o
o
Acercar una radio,agenda, monedero...
Llevar un vaso de agua u otro alimento,
medicamento, etc.
Tener en cuenta los gustos de la PM.
o

Ayuda en situaciones conflictivas
o
o
o
o
Las generadas por la relación mutua: PMcuidador o familiar, otras.
Nerviosismo o agitación
Afectividad excesiva, preocupación
Noticias desagradables o penosas.
PERFIL HUMANO DEL CUIDADOR.
Al consultar la sección de Anuncios de un periódico nos encontramos con el capítulo de
“Ofertas de empleo”. En la lectura de cualquiera de ellos, se puede advertir, que constan de
cuatro partes: denominación del puesto de trabajo, lo que se requiere del posible solicitante, lo
que se le ofrece a cambio y una dirección para enviar el currículo. Existe además un currículo
“oculto” que también es valorado: el perfil humano del sujeto que accede al puesto ofrecido.
Personalidad saludable
Normalmente este perfil humano está configurado por una serie de características que no
se expresan casi nunca en los anuncios y si están presentes en las expectativas de quien solicita
al trabajador. Fundamentalmente lo que se espera de toda persona es, que haya alcanzado el
nivel de madurez correspondiente a su edad y formación.
La madurez del ser es un concepto dinámico, por lo que se entiende que el sujeto del que
hablamos está en un proceso de desarrollo propio, de actualización de sus potencialidades que
le permitan ponerlas en ejercicio cuando sea preciso. La madurez es un concepto polivalente
que nos lleva a hacer referencia a distintas dimensiones que la comprenden: dimensión
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corporal, intelectual, afectiva, sexual, espiritual, social, laboral, de creencias, de autoconocimiento, sociopolítica, etc. Puede ser que un sujeto sea maduro en alguna de ellas y no lo
sea tanto en otras. La auténtica madurez actúa como vasos comunicantes e interpela para crear
en la persona total un equilibrio entre las distintas dimensiones del desarrollo personal. Es lo
que se conoce como personalidad saludable.
Hacia el SABER SER: características
¿Qué
tipo de
Cuidad
or
buscam
os?
Señalamos aquellas dimensiones que nos parecen más apropiadas al desempeño del rol
del Cuidador. Lo hacemos desde tres perspectivas: individual, social e interactiva.
 Autonomía:
Capacidad
para
funcionar
competentemente
como
individuo.
(perspectiva individual).
Se requiere del sujeto autónomo haber adquirido el grado suficiente de autonomía que
le permita asumir responsabilidades, entendiendo por tal, el hecho de ser capaz de
responder ante sí y ante los demás de su propia conducta y de las consecuencias
positivas o negativas que de ella se deriven.
El ser autónomo precisa de otros rasgos, tales como:

Confianza en sí mismo, auto-dependencia de pensamientos, criterios y afectos.
o Ausencia de excesiva dependencia de otros.
o Sentido de control. Aprender a renunciar a lo inmediato.
o Iniciativa.

Organización efectiva del trabajo según unos objetivos concretos
o Habilidades generales en el desempeño de la tarea profesional.
o Capacidad para disfrutar del trabajo.
o Patrones interiorizados de competencia. Responsabilidad.
 Identidad y autenticidad:
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Un ser humano vive con referencia a unos ideales, valores que ha ido
asumiendo a lo largo del desarrollo, que le parecen los mejores e influyen en
sus motivaciones y actúa conforme a ellos.
o Autoconocimiento. Saber quién soy. Comprenderse.
o Consideración activa hacia metas vitales: qué busco y deseo lograr.
Proyecto de vida.
o Interiorización de valores: saber en qué creo.
o Autoestima: valor estimado de mi mismo.
o Aproximación entre el Yo Real y el Yo Ideal.
 Responsabilidad social: Capacidad para funcionar competentemente como miembro
de una sociedad. (Perspectiva social).
Se requiere haber adquirido unas leyes de convivencia. Esto exige que se haya
desarrollado en el sujeto la idea de que convivir implica tener en cuenta no solamente
las necesidades del propio YO, sino también las necesidades y motivos de los
OTROS. Conlleva:

Compromiso social
o Sentimiento de comunidad con otros.
o Interés y voluntad de trabajar por metas sociales a largo plazo.
o Disposición para unirse a otros en la prosecución de objetivos colectivos.

Apertura al cambio sociopolítico.
o Apertura general al cambio.
o Reconocimiento de los costes del cambio.
o Reconocimiento de los costes de mantenimiento de la situación.

Tolerancia ante las diferencias individuales y culturales.
o Voluntad de interactuar con gente “diferente”.
o Sensibilidad ante los derechos de las minorías.
o Conciencia de las dificultades y posibilidades de la tolerancia.
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 Ser en Relación: Capacidad para funcionar competentemente a nivel inter-relacional.
(Perspectiva interpersonal)
Estar en relación, significa, “estar vinculado”. Cuando dos personas entran en
relación el comportamiento de una influye en el de la otra y viceversa. Este encuentro
que marca mi presente, me “nutre” de informaciones diversas que, más tarde,
influirán en mis juicios. La vida humana procede de una relación, y sólo se desarrolla
en “relación con”. Hay muchos tipos de relación que toman un nombre u otro
dependiendo del referente a que se aluda.
Se requiere, ser capaz de aprender y desarrollar:

Habilidades de comunicación.
o Habilidad para codificar y descodificar mensajes.
o Empatía.
o Expresar aprecio.
o Ser asertivo: afirmar, sostener.
o Dar instrucciones.

Confianza fundamentada racionalmente.
o Capacidad para depender de otros cuando es necesario: pedir ayuda.
o Rechazo de visiones simplistas de la naturaleza humana.
o Reconocimiento de factores individuales y situacionales que limitan la
confianza en otros.
o Seguir instrucciones.
o Responder al fracaso y/o a la alabanza.

Conocimiento de los roles principales.
o Conducta apropiada al rol.
o Manejo del conflicto de rol.
o Apertura a los otros. Flexibilidad.
En todas estas habilidades, y en otras, conviene que las personas estén entrenadas. Es
importante acceder a las distintas etapas de desarrollo con la madurez requerida en cada una de
ellas. Es más, el desarrollo tiene lugar cuando el paso hacia delante es subjetivamente más
agradable y satisfactorio que la gratificación previa. Maslow (1973, 81) entiende que cada ser
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humano tiene dos sistemas de fuerza en su interior: uno, el que se aferra a la seguridad de lo
alcanzado y huye de adquirir posiciones defensivas por miedo; el otro sistema, lo empuja hacia
delante, hacia la totalidad y unidad del Yo, hacia el pleno funcionamiento de sus capacidades.
Llega a afirmar este autor, que la necesidad de seguridad es más fuerte y poderosa que la
necesidad de desarrollo. El Yo, en el encuentro con los otros Yoes, queda estimulado,
interpelado, cuando menos, invitado a interiorizar modelos, deseos de “aprender a ser”. O
como dice Víctor Frankl (1982, 75), una característica de lo humano es la autotranscendencia,
que es la que hace que el sujeto humano se dirija hacia algo distinto del “Sí mismo”, y alcanzar
la conciencia del potencial que los humanos tenemos acerca de la libertad del hombre para
mejorar el mundo y mejorarse a sí mismo.
Existen programas específicos para ello; por ejemplo, el de GOLDSTEIN; KELLER y
RENÉ, 1998, en el que ofrecen un modelo de entrenamiento para padres, con el objetivo de
desarrollar en los implicados las habilidades personales que son deficitarias y no permiten por
ello realizar el rol educativo de modo adecuado.
Una de las conclusiones importantes, que se puede extraer en este apartado, es la
necesidad urgente de profundizar en la fundamentación teórica y práctica de los rasgos que
diseñan y perfilan la dimensión humana de este profesional para adecuar mejor el trabajo a la
persona y viceversa.
PERFIL PROFESIONAL DEL CUIDADOR
La figura del Cuidador está recogida en el Título de Técnico en Atención Sociosanitaria
que aparece en el Real Decreto 496/2003, de 2 de mayo 2003 (BOE, nº 124; 24-V-03).
Con este título se pretende cubrir las necesidades de formación correspondientes al nivel
de cualificación profesional, “en la prestación de servicios de atención directa a personas,
desarrollando actividades tales como coordinador, responsable de planta, gobernante de una
institución residencial, Cuidador de Personas Mayores, discapacidades físicas, psíquicas o
sensoriales en las diferentes instituciones y asistente de atención domiciliaria”.
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Una vez identificado el título, el Real Decreto hace referencia a la actividad productiva y
la desglosa a través de tres dimensiones: Perfil Profesional, Evolución de la competencia
profesional y Posición en el proceso productivo.
Nos interesa fundamentalmente el apartado “Perfil Profesional”. A este tema le dedica un
gran espacio el documento y lo desarrolla en cuatro áreas:
COMPETENCIA GENERAL
UNIDADES DE COMPETENCIA
PERFIL PROFESIONAL
CAPACIDADES PROFESIONALES
REALIZACIONES Y DOMINIOS
PROFESIONALES
Competencia General
¿Qué se
entiende
por
compete
ncia
profesio
nal?
Ser competente profesional, quiere decir, estar profesionalmente preparado. Esta
afirmación nos conduce a definir la competencia como capacidad efectiva que tiene un sujeto
para realizar con éxito una tarea laboral definida.
De manera descriptiva, también se puede decir que, la competencia profesional, es ese
conjunto de conocimientos, destrezas y aptitudes, que los individuos adquieren para desarrollar
de modo propositivo las diversas funciones y tareas que se le exigen en una situación real de
trabajo: tener iniciativa, resolver problemas con autonomía, desplegar una conducta flexible, y a
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la vez, adaptado al contexto, organizar el trabajo según los objetivos y las decisiones tomadas
en el equipo en el que se esta inserto.
Lo que llama “competencia general” la ley, no es otra cosa que los requerimientos
(requisitos) generales de cualificación profesional para producir una acción adecuada. El Real
Decreto dice así:
“ Ayudar en el ámbito sociosanitario, a personas y colectivos con
especiales necesidades de salud física, psíquica y social: mayores,
discapacitados, enfermos crónicos y convalecientes, aplicando las
estrategias y procedimientos más adecuados, bajo la supervisión
correspondiente, en su caso, para mantener y mejorar su autonomía
personal, sus relaciones con el entorno y su inserción ocupacional.” (El
subrayado es nuestro).
Los elementos fundamentales a los que hace referencia esta definición son los
siguientes: objetivo, medios y equipos.
 Objetivo. Ayudar a las PM, u otros colectivos, para que puedan mantener y
mejorar su autonomía personal y las relaciones con el entorno y su inserción
ocupacional.
 Los medios: Son aquellos instrumentos cuya aplicación, si es adecuada, (a través
de estrategias y procedimientos) facilitan su intervención en el campo de la
acción sociosanitaria que se le adjudica.
 Acción integrada. Este Profesional no actúa por sí mismo, sino “bajo
supervisión”, en el marco de las funciones y objetivos asignados por técnicos de
nivel superior al suyo.
En esta competencia general, queda claro, que lo que se quiere conseguir es, que el
profesional – en nuestro caso se lo aplicamos al Cuidador -, disponga de un conjunto de
conocimientos específicos relativos a conceptos, procesos, situaciones y procedimientos, que
concretan el “saber hacer técnico” relativo a esta profesión. Al mismo tiempo, ha de tener
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conciencia de su pertenencia a un equipo y/o grupo, con el que colabora y se mantiene
integrado.
Con frecuencia el Real Decreto se refiere al trabajo en equipo, como un modo
imprescindible para realizar la tarea profesional. Dos son los equipos con los mantiene relación
este profesional. Por una parte, el equipo interdisciplinar, y por otra, el grupo de trabajo.
El “equipo interdisciplinar”, es aquél en el que colabora, organiza y planifica
¿Qué
diferen
cias se
establec
en entre
equipo
y
grupo?
actividades, comparte información, perspectivas e ideas, y toma decisiones. Un equipo de
trabajo así, delimita tareas, funciones y responsabilidades de forma individual, determinadas
por el nivel de especialidad desde la que trabaja: médico, psicólogo, diplomados en
enfermería, fisioterapia, trabajo social, etc. Estas acciones están en relación con los objetivos
propuestos y todo ello, ayuda a que cada persona pueda realizar mejor su función, asuma las
responsabilidades con más conciencia, y haga suyas las decisiones acordadas por el conjunto
de los miembros. Este técnico aprende a valorar el resultado del proceso como un todo que va
más allá de la suma de las partes.
El “Grupo de trabajo” es otro ámbito constituido generalmente por profesionales del
mismo nivel que se encuentran en la realización cotidiana de las tareas, e interactúan para
compartir información sobre experiencias, prácticas más o menos apropiadas y satisfactorias,
debaten sobre soluciones dadas a una situación, o simplemente se animan a mantener el
esfuerzo deseado. A diferencia del equipo interdisciplinar, en este caso, no se marcan objetivos
ni se toman decisiones, sino que se ejecutan.
El Cuidador, debe ser respetuoso con el equipo y grupos en los que trabaja,
“responsabilizándose de los objetivos asignados, respetando el trabajo de los demás y
cooperando en la superación de las dificultades que se presenten, con una actitud tolerante hacia
las ideas de los compañeros y participantes” (R.D. 496/2003. BOE, nº 124; 24.5.03). Es preciso
para ello, ser capaz de mantener unas relaciones fluidas con todos y cada uno de sus miembros,
anteponiendo la profesionalidad a las relaciones afectivas con los compañeros.
¿Cuáles
son las
competen
cias
profesiona
les?
18
Hacia el SABER HACER: competencias profesionales.
Las competencias profesionales del título de “Técnicos en Atención Sociosanitaria”, y
por tanto del Cuidador, se refieren a la organización, preparación, seguimiento y desarrollo de
actividades e intervenciones de atención a las personas y colectivos nombrados. Se intentan
agrupar en estas cuatro categorías las competencias que señala la ley:
COMPETENCIAS PROFESIONALES
Organizar las actividades e intervenciones programas , dirigidas a cubrir las NBVD.
Respecto
de
la organización,
este
profesional
tendrá
Colaborar con el equipo interdisciplinar en la planificación y organización de actividades ocupacionales y
de ocio.
Resolver las contingencias que se presenten en su ámbito de actuación con relación a las
personas, los medios, las instalaciones y los equipos o materiales.
Mantener relaciones fluidas con los miembros del equipo de trabajo en el que está integrado
y/o con el equipo interdisciplinar con el que colabora, responsabilizándose de los objetivos
asignados, respetando el trabajo de los demás y cooperando en la superación de dificultades
que:
que se presenten, con una actitud tolerante hacia las ideas de los compañeros y participantes.
Interpretar y comprender la información y el lenguaje sociosanitario asociado a los distintos
procesos de atención relacionados con el ejercicio de su actividad profesional.
Respecto
Poseer una visión global de los ámbitos en que puede insertarse su actividad profesional que
de
la
preparación:
le permita adaptarse a los entornos y a los cambios económicos u organizativos que se
produzcan, implicándose en la consecución de los objetivos previstos, participando
activamente en las actividades que se le encomienden y atendiendo a las personas de forma
personalizada, humanizando la ayuda, actuando con corrección y con las actitudes y los
medios de ayuda requeridos en función de las necesidades sociosanitarias de los usuarios.
Supervisar la organización y el mantenimiento de los espacios, ayudas técnicas e instrumentos
de trabajo, garantizando el desenvolvimiento diario de los usuarios.
19
Respecto
Efectuar, a su nivel, la recogida de información de cada usuario y el registro de los datos
del
obtenidos facilitando tanto la elaboración del plan de cuidados individualizado como su ajuste
y seguimiento.
seguimiento
Atender de forma integral a personas con necesidades específicas, desarrollando intervenciones
de atención física y psicosocial y colaborando con el usuario en el mantenimiento y mejora de
Respecto
su estado de salud.
del
Desarrollar actividades de atención domiciliaria destinadas al mantenimiento de las
desarrollo
condiciones materiales del domicilio, la gestión y el funcionamiento de la unidad convivencial.
de
Aplicar técnicas propias de su trabajo para optimizar la prestación del servicio, según criterios
actividades
de eficacia, seguridad y relevancia, consiguiendo satisfacer las expectativas del usuario.
e
intervenciones:
Actuar en condiciones de posible emergencia, aplicando técnicas básicas de primeros auxilios,
transmitiendo con seguridad y celeridad las señales de alarma y siguiendo los procedimientos
de prevención de riesgos establecidos.
R.Decreto 496/2003 (BOE, nº 124; 24.5.2003)
A este técnico - dice a continuación la ley - se le asignan por el sector de nivel superior
al suyo, las capacidades de autonomía que se le requieren en el campo de su dedicación, y la ley
las denomina “competencias de autonomía”. Son las siguientes:
 Organizar y supervisar, a su nivel, espacios, ayudas técnicas e instrumentos de
trabajo.
 Mantener las condiciones higiénico-sanitarias adecuas al usuario.
 Aplicar técnicas y procedimientos con el fin de cubrir las necesidades básicas de
la vida diaria del usuario.
 Aplicar técnicas básicas de primeros auxilios.
 Adecuar y aplicar las ayudas técnicas prescritas.
20
 Organizar y supervisar las recogidas y entregas de ropa de los residentes.
 Elaborar el plan de actividades de atención domiciliaria.
 Mantener la higiene y el orden del domicilio.
 Diseñar y preparar los menús de la unidad convivencial.
 Administrar alimentos por vía oral, aplicando en caso necesario, técnicas de
ayuda a la ingesta.
 Registrar y transmitir los datos observados sobre la evolución del usuario y su
entorno en el desenvolvimiento diario.
 Elaborar la decoración y ambientación de los espacios.
 Organizar, desarrollar y dinamizar juegos y actividades de entrenamiento y
relación social.
 Acompañar al usuario en sus gestiones y actividades diarias destinadas al
mantenimiento y mejora de sus hábitos de autonomía personal, social y
ocupacional.
 Aplicar técnicas de comunicación grupal.
 Aplicar al nivel requerido por las exigencias del desarrollo del trabajo, sistemas
alternativos de comunicación: Blis, SPC, LSE, Sistema Bimodal.
Las Unidades de competencia.
La “unidad de competencia” hace referencia a un conjunto de realizaciones y dominios
¿A qué
se
llama
Unidad
de
Compet
encia?
que configuran un modulo. Los elementos integrados en la unidad son, aquellas acciones,
comportamientos o resultados que el trabajador debe llevar a cabo y reciben el nombre de
“elementos de competencia”. Incluyen el conocimiento y la comprensión de los principios de
base científica que el trabajador debe dominar, así como las habilidades cognitivas en relación
al elemento descrito. Un elemento de competencia se identifica por la expresión: “El Cuidador
será capaz de...”
Los elementos de competencia, o actividades a realizar, vienen acompañados en la ley
por los criterios en el desempeño de las tareas, así como de los indicadores (evidencias) tanto de
21
conocimiento como de aplicación. Todos ellos sirven, para realizar las diversas funciones que
conlleva la tarea a desarrollar y, además, para evaluar la calidad de la función desempeñada.
Cada puesto de trabajo tiene especificadas con claridad las competencias que deben ser
certificadas para su ejercicio laboral adecuado. Una cualificación profesional puede tener
unidades de competencias aplicables a más de un puesto de trabajo. Son de gran significado y
valor en el mundo laboral.
Las unidades de competencia que cualifican el desempeño del trabajo especifico del
Cuidador, según el Real Decreto que se viene trabajando, son cinco las siguientes:
UNIDADES DE COMPETENCIA
1.- Organizar, preparar y controlar las intervenciones de atención a las personas y
su entorno.
2.- Desarrollar intervenciones de atención física a personas con necesidades
especificas.
3.- Desarrollar intervenciones de atención psicosocial a personas con necesidades
especificas.
4.- Desarrollar las actividades relacionadas con la gestión y funcionamiento de la
unidad convivencial.
5.- Realizar la administración, gestión y comercialización en una pequeña empresa
o taller.
A estas competencias les corresponden una serie de elementos (realizaciones y
dominios). Cada unidad recoge un numero amplio de actividades, con los criterios respectivos
para el desempeño de la tarea y los dominios profesionales requeridos. Todo ello es importante
tenerlo en cuenta porque estos mismos dominios, realizaciones y criterios serán de donde surjan
los indicadores clave para valorar la calidad de la realización profesional.
22
En el cuadro siguiente se representa la relación de los elementos. Elegimos la unidad de
competencia 3 (u.c.3), que señala siete realizaciones (r), de las cuales elegimos la segunda, y de
ésta elegimos los criterios de realización (c.r.) y los dominios
profesionales (d.p.)
correspondientes:
EJEMPLO DE CORRESPONDENCIA ENTRE ELEMENTOS: u.c. 3/ r./c.r./d.p./
UNIDAD DE COMPETENCIA 3
REALIZACIONES
CRITERIOS
DOMINIO
DE
PROFESIONAL
REALIZACION
3.1.- Preparar el espacio ...
Desarrollar
intervenciones
de
atención psicosocial
a personas
3.2.- Acompañar a los usuarios
en los periodos
de tiempo libre
y
en las actividades
con
necesidades especificas.
de ocio programadas.
El uso de ayudas
técnicas y sistemas
alternativos de
comunicación se
aplica según
instrucciones
recibidas, realizando
las adaptaciones
oportunas para
optimizar sus
prestaciones.
La ayuda prestada y
el apoyo emocional
ofrecido a cada
usuario se adecuan a
las instrucciones y
pautas emitidas por
los profesionales,
teniendo en cuenta:
- Los intereses
personal.
- El nivel cultural.
- El estado de salud.
- Las necesidades de
relación y
comunicación
individual
- El momento de su
proceso de
adaptación.
Respecto a:

Medios de
prestación del
servicio.

Materiales.

Resultados de
trabajo.

Procesos,
métodos y
procedimientos.
La atención al usuario
se realiza de forma
individualizada,
respondiendo a sus
requerimientos,

resolviendo las dudas
o cuestiones que se
planteen, u orientando
hacia el profesional
competente en los
casos necesarios.

El trato dispensado a
los usuarios se
corresponde con los
criterios de atención
establecidos.
Información.
Personal y/o
organizaciones
destinatarias
23
El acompañamiento
de los usuarios en las
actividades de ocio
programadas fuera de
la Institución:
excursiones, visitas
culturales...., se
efectúa de acuerdo
con las directrices y
orientaciones
recibidas.
Se observan y
registran, según
procedimiento
establecido, el
desarrollo de las
actividades, así como
las incidencias
surgidas durante las
mismas.
3.3.- Colaborar en la animación...
3.4.- Ayudar al usuario en la realización de
actividades
3.5.- Mantener relaciones fluidas...
3.6.- Ayudar al usuario en la realización de
gestiones...
3.7.- Detectar demandas...
Real Decreto 496/2003 de 2 de mayo de 2003 (BOE nº 124; sábado 24/5/03)
RESUMEN.
Se presenta, en primer lugar, una panorámica general de las Personas Mayores en el
Estado Español. El perfil demográfico ofrece un índice creciente en los últimos años, de modo
que nuestro país se encuentra entre los mas longevos del mundo. Esta tendencia es creciente, de
tal manera, que en el año 2026 se espera alcanzar el 21,6 % de la población total.
Se dedica una especial atención a la figura del Cuidador, a su perfil humano y
profesional. Se subrayan tres dimensiones desde la perspectiva del SER: autonomía,
responsabilidad social y ser en relación. El perfil profesional hace referencia a la perspectiva
del HACER: Competencia profesional, unidades competenciales y dominios profesionales.
Como reflexión final queremos subrayar que la figura del Cuidador es, ya hoy, una
profesión de enorme importancia en la sociedad. Esta importancia se justifica por el servicio
social que presta, la demanda que existe y la enorme repercusión futura que va a tener en la
sociedad desarrollada.
24
Es una de las profesiones que más derroche de humanidad precisa y, de la que más
humanidad se aprende. Aprendemos a anticipar la etapa por la que tenemos que pasar y es
distinta a las anteriores. Aprendemos a dejarnos acompañar, orientar, a necesitar de los demás,
o bien, a prestar otros servicios. Aprendemos, en fin, a ofrecer nuestra experiencia.
Los Cuidadores son personas implicadas en los procesos humanos de esta última etapa
del ciclo vital y pueden influir en la reorientación y mejora de las intervenciones en las que
participan. Todo ello hace que sea necesario, e incluso urgente crear un ambiente de
sensibilidad respecto a la formación de estos profesionales, tanto desde la perspectiva teórica
como desde el rigor metodológico en las actuaciones que realizan, para que el resultado sea un
servicio de calidad apropiado a los usuarios que lo requieran.
Es importante que la conciencia de esta preparación vaya penetrando progresivamente
en los ámbitos, tanto familiares como institucionales. Hay que atreverse a aprender y formarse
para prestar un servicio de calidad a los mayores que lo necesiten. Por otra parte debemos evitar
la discriminación de sectores socioeconómicos mas débiles y ofrecerles la prestación de un
servicio cualificado.
BIBLIOGRAFÍA.
HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, P. (2005): “¿La educación familiar puede configurar los
moldes mentales o la inteligencia emocional de los hijos?”. En: FAJARDO, M. I. et
Alter. Aportaciones Psicológicas y Mundo Actual. Dando Respuestas. Badajoz. Ed.
PSICOEX. P 21
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (2002): Encuesta sobre Discapacidades,
Deficiencias y Estado de Salud 1999, Resultados detallados (CD-ROM). Madrid. INE.
LIBRO BLANCO del Mº de TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. SECRETARIA DE
ESTADO DE SERVICIOS SOCIALES, FAMILIAS Y DISCAPACIDAD. (2004):
25
Atención a las personas en situación de dependencia en España. Madrid. IMSERSO:
Cap. 1º. pp.11-15
MASLOW, A. (1973 - 1968). El Hombre actualizado. Barcelona. Kairós.
MONTORIO CERRATO Y ALT. (1995): “Programas y servicios de apoyo a familiares
cuidadores de ancianos dependientes”. Revista Española de Geriatría y Gerontología.
1995; 30 (3); 157-168
PÉREZ SERRANO, G. (2004): “Personas mayores y calidad de vida”. En: PÉREZ
SERRANO, G. (coord.): Calidad de vida en personas mayores. Madrid: Dykinson, S.L.
Pp. 19-49.
GLOSARIO:
Apoyo Informal : También llamado “apoyo social invisible”, es el cuidado que asumen y
prestan los familiares o allegados, en momentos críticos o de forma permanente, a
aquellas personas que por especiales necesidades de salud física, psíquica o social,
pierden en algún grado su autonomía.
Competencia profesional: Es el conjunto de conocimientos, destrezas y aptitudes que los
individuos adquieren para desarrollar de modo propositivo las diversas funciones y
tareas que se le exigen y se concretan en “el saber técnico” relativo a una
determinada profesión.
Cuidador: Es el que cuida, asiste y ayuda en el ámbito sociosanitario a personas o grupos con
especiales necesidades en la salud física, psíquica y/o social, aplicando las
estrategias y procedimientos mas adecuados, bajo la supervisión correspondiente,
para mantener y mejorar la autonomía personal, las relaciones con el entorno y su
inserción ocupacional.
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Perfil Humano; Un conjunto de rasgos o características humanas que los sujetos desarrollan en
cada una de las etapas de su ciclo vital para ponerlas en juego en el momento que
sea preciso.
Perfil Profesional: El conjunto de aptitudes, habilidades y estrategias que cualifican a un
sujeto, a través de la preparación teórica practica para el desempeño de un puesto de
trabajo.
Unidad de competencia: Conjunto de realizaciones y dominios que configuran un modulo de
formación.
SIGLAS UTILIZADAS:
ABVD – Actividades básicas de la vida diaria
AIVD – Actividades instrumentales de la vida diaria
AVD – Actividades vida diaria
EDDES - Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud
INSERSO – Instituto Nacional de Servicios Sociales
NBVD - Necesidades básicas de la vida diaria.
PIB – Producto Interior Bruto
PM – Personas Mayores
PT – Población Total
UE – Unión Europea
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