Al comenzar a definir el rol de un docente, nos resulta

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Hacia la caracterización del rol docente en las TIC`S
Al comenzar a definir el rol de un docente, nos resulta inevitable el hecho de que se nos
recuerde aquel modelo o representación mental de profesional tradicional que no solo
mantiene una metodología poco actualizada, sino que, además, se niega a cambiar los
soportes o instrumentos por los cuales podría hacer menos tediosa la jornada escolar.
En este sentido, podemos decir que a lo largo de esta escala evolutiva sobre la
tecnologización temprana de los escolares, frente al aprendizaje tardío de las TIC´S en el
profesorado, se encuentra un muro que no permite el libre tránsito del conocimiento y que
niega la posibilidad de obtener un acercamiento importante facilitador del aprendizaje
significativo.
Resulta trascendente, entonces, el establecer ciertas normas sobre las cuales debe funcionar
un profesional de la educación del siglo XXI; La necesidad de ser un sujeto adaptativo a los
nuevos desafíos y las nuevas demandas que surgen en los diferentes niveles de educación, a
partir de una nueva y ampliada expectativa, en la que la constante investigación sobre la
enseñanza y aprendizaje esté siempre enfocada a gestionar las diferentes – y cada vez más
diversas- necesidades del estudiantado. En este sentido, necesitamos un profesional con
otra mirada, capaz de asumir este desafío para generar nuevas capacidades y
conocimientos.
Siguiendo esta línea de trabajo, debemos ser capaces de entender la realidad actual, como
una realidad de constante cambio, lo que genera un estudiante dinámico y variado. Así, las
escuelas, hoy en día, deben organizarse de forma diferente, en cuanto a tareas y
responsabilidades, tanto para estudiantes como para profesionales docentes. En palabras de
Ricardo Fernández Muñoz, autor de COMPETENCIAS PROFESIONALES DEL
DOCENTE EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI:
“…Los profesores deben ser capaces de acomodarse a continuos
cambios –dramáticos en algunos países – tanto en el contenido de su
enseñanza como en la forma de enseñar mejor”. (pp, 4)
Observamos, entonces, que en este momento, no se puede considerar al profesor como el
mero almacén del saber o el ser omnipotente del conocimiento. Las nuevas tecnologías, nos
ha llevado a poseer tal cantidad de información sobre cualquier tema, que es imposible el
solo plantear que una persona pueda almacenar todo. Es en este sentido, que se debe
agradecer los nuevos sistemas electrónicos y de almacenamiento masivo, ya que es gracias
a estos que el elevado volumen y flujo informativo, se mantiene a nuestro alcance para ser
ocupado cuando se le desee.
Es en esta sociedad “la de la información”, donde el modelo del maestro como un modelo
tradicional en el que la clase magistral es el medio, se demuestra totalmente obsoleto.
Incluso, puede ser hasta posible que los nuevos medios y las nuevas redes generadas
lleguen a suplantar al profesor si es que este es solo un mero trasmisor o reproductor
universitario; Se debe ser un poco más propositito, ocupar lo nuevo, lo que se tiene al
alcance, para adaptar la densidad informativa a las necesidades particulares de cada
alumno.
De esta manera, llegamos a una definición en la que el profesor ya no solo debe conocer su
materia, si no que también debe aprender a ser un experto gestor de información, un
administrador, editor, de los medios a su alcance y, desde4 esta visión, refundar su sistema
pedagógico para, desde esta visión, dinamizar el aprendizaje.
Las nuevas tecnologías, nos resultan una eficaz ayuda para gestionar la información y la
comunicación. Entonces, hay un avance en la perspectiva del docente, una nueva mirada:
Pasará de ser el mero expositor a un guía de conocimiento, además de ser un administrador
informativo de los medios comunicativos, entendiéndolos como los constituyentes de los
cambios e innovaciones de la educación, para generar las nuevas posibilidades
participativas y expresivas.
En efecto, se han creado nuevas formas de relaciones entre educadores y estudiantes,
poniendo en evidente crisis el modelo tradicional docente expositor, para empezar a crear
un maestro educador-animador, comunicador, coordinador, facilitador del aprendizaje; Lo
que finaliza en la nueva imagen del estudiante como un receptor pasivo y futuro
reproductor de información para dar paso al estudiante agente-actor crítico, gestor del
proceso de expresión y comunicación.
Llegamos, entonces, al rol de este nuevo profesor, o más bien, al nuevo papel que cumple el
profesor con relación al uso de las nuevas tecnologías y al uso de la información y
comunicación; Se necesitan nuevos profesionales del aprendizaje, con un papel y un estatus
redefinidos. Así, tendremos dos modelos antagonistas, fuerzas contrapuestas que están en
pugna: por un lado, un modelo tradicional o clásico y, por otro, un modelo tecnológico. Las
características de cada uno son presentadas en el artículo de Ricardo Fernández:
“Modelo tradicional o clásico
1.- El profesor como instructor.
2.- Se pone el énfasis en la enseñanza.
3.- Profesor aislado.
4.- Suele aplicar los recursos sin
diseñarlos.
5.- Didáctica basada en la exposición
y con carácter unidireccional.
6.- Sólo la verdad y el acierto proporcionan
aprendizaje.
7.- Restringe la autonomía del
alumno.
8.- El uso de nuevas tecnologías
está al margen de la programación.
Modelo tecnológico
1.- El profesor como mediador.
2.- Se pone el énfasis en el aprendizaje.
3.- El profesor colabora con el
equipo docente.
4.- Diseña y gestiona sus propios
recursos.
5.- Didáctica basada en la investigación
y con carácter bidireccional.
6.- Utiliza el error como fuente de
aprendizaje.
7.- Fomenta la autonomía del
alumno.
8.- El uso de nuevas tecnologías
está integrado en el currículum. El
profesor tiene competencias básicas
en TIC”.(pp. 5)
En el artículo de TIC`S en la educación, Alexandra Draxler, nos afirma que el nuevo rol del
profesional de la educación y su autoridad, se basa cada vez apunta menos a cada vez
menos en lo que este sabe y cada vez más en la manera en que el docente transmite lo que
sabe.
En efecto, las nuevas tecnologías de información y comunicación, permiten que el docente
obtenga un nuevo rol, ya que enseña mejor y más rápido, llega a un mayor número de
sujetos, además de complementar, reforzar y remediar las fallas docentes que vayan
surgiendo. Para esto, se utilizan distintos modelos de educación como la virtual, los foros,
las conferencias, chat, blog, correo electrónico, sitios web y espacios virtuales.
Así, podemos observar que el rol del profesor, por la influencia de las TIC, como apoyo
para los procedimientos pedagógicos, este juega un papel primordial y decisivo al ser el
precursor de un ambiente de enseñanza formativa y crítica para un estudiante activo y
novedoso, es decir, un docente acorde a las necesidades del estudiante de este siglo.
En este sentido, Pérez (2005), comenta lo siguiente:
“La disponibilidad de las TIC por parte de los facilitadores y participantes no suponen el
fin de los aprendizajes basados en la memorización y la reproducción de los contenidos, ni
la consolidación de planteamientos socio-constructivistas del aprendizaje”
Una clara diferencia entre lo que se trata la propuesta de las TIC y la imagen que esta
proyecta. Así, tenemos que no se trata de saber informático, si no de ser innovativo, en
cuanto a tener disposición de integrar las TIC como una herramienta de la didáctica
pedagógica: No somos informáticos, somos docentes, profesionales de la educación, que
trabajamos con las TIC`S.
Por otro lado, el intercambio comunicativo que produce la educación en un grupo de
manera presencial difícilmente podrá ser reemplazado por algún soporte tecnológico y/o
espacio virtual que se muestre en el proceso educativo, ya que existen interacciones
humanas muy difíciles de modelar.
Ahora bien, si como reemplazo no sirve, sí sirve como un complemento, como un apoyo
para mejorar la organización de la educación, sobre todo en grandes espacios como lo son
los regionales, nacionales e internacionales.
Una idea que se puede rescatar de lo anterior mente expuesto, es el que debemos
adaptarnos. Ya que la tecnología ha venido para quedarse, no depende de nuestra elección;
O sea, lo que depende de nosotros es el hecho de si esperamos a que cambie todo y nos
encuentre sin una adaptación previa o si nos preparamos con anticipación desde ya, para
poder lidiar con mayor facilidad estos retos que resultan ser bastante previsibles.
Otro factor influyente en la búsqueda del nuevo rol docente por medio de las TIC`S, es el
hecho de que hoy en día el docente no sea reconocido por un conjunto social, como ocurría
en épocas pasadas. Ni las instituciones, ni los apoderados dan su apoyo incondicional al
profesional de la educación. Esta situación requiere energías diferentes y dirigidas, y es el
profesor el que tendrá que darlas. Resulta una compleja situación, como dice el artículo “
LAS TICs Y LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO: DESCRIPCIÓN DE UNA
EXPERIENCIA”:
“No hay otra salida: es necesario saber argumentar de forma razonada y
razonable, de-mostrar con evidencias y explicaciones los argumentos que
fundamentan las actuaciones profesionales. “Mi experiencia me dice” se
ha convertido en un argumento vacío a la hora de legitimar la práctica
docente”.
Finalmente, encontramos o sin número de posibilidades tecnológicas que facilitan el
desarrollo evolutivo de las nuevas tecnologías en ayuda de l educación. El mundo
de las nuevas tecnologías cambia vertiginosamente y tenemos que estar
preparados para adaptarnos a nuevas posibilidades. No se necesita, una
administraciónque se preocupe de mantener codiciones sobre el uso, fijar las
cuotas de mantenimiento.
Es este el torno propicio para crear un espacio a la medida y altura de las
nuevas generaciones; su potencia y versatilidad. Abos son argumentos que,
gracias a su fácil manejo, son otros argumentos que han determinado esta
elección. A veces, los recursos tecnológicos sofisticados dificultan su
utilización.
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