la ideologia del rol sexual en paises iberoamericanos

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Avances en Psicología Clínica Latinoamericana, 20, 37-44, 2002
LA IDEOLOGIA DEL ROL SEXUAL EN PAISES IBEROAMERICANOS
María Lameiras Fernández1
Wilson Lopez Lopez2
Yolanda Rodríguez Castro1
Maria Luiza D´Avila Pereira3
Iris Lugo Carro4
Celia Maria Salvador Barroca5
Esmeralda Mineiro5
Mirta Granejo6
e-mail1: [email protected]
1
Universidad de Vigo(España) ; 2 Fundación Konrad Lorenz (Colombia) ; 3Universidad
Nacional Federal del Paraná (Brasil); 4Centro Nacional de Prevención de
ITS/VIH/SIDA (Cuba); 5Escuela Superior de Santarem (Portugal); 6Centro de Sexología
(Argentina)
2
Abstract
El objetivo de este trabajo es el de llevar a cabo la evaluación de los estereotipos del rol
sexual y su relación con los indicadores sociales estandarizados en una muestra de 1639
jóvenes estudiantes universitarios/as iberoamericanos (1211 chicas y 428 chicos) con
una media de edad de 22,46. Para ello se aplica la versión reducida de la Escala de
Ideología del Rol Sexual (Moya, Navas y Gómez Berrocal, 1991) en seis países
iberoamericanos: España, Portugal, Brasil, Cuba, Colombia y Argentina. Los resultados
muestran que existe una percepción estereotipada moderadamente baja de los roles en
función del sexo, más marcada en los chicos y en países como Cuba. Estos datos
convergen con los datos relativos a los indicadores sociales, de tal forma que los más
desarrollados son los que presentan niveles más bajos de sexismo tradicional.
Finalmente, se exponen una serie e sugerencias para investigaciones futuras.
3
INTRODUCCIÓN
La ideología o estereotipos del rol sexual hace referencia a las creencias que las
personas tenemos en relación a los roles y conductas que mujeres y hombres deberían
llevar a cabo así como a las relaciones que ambos sexos han de mantener entre si. Los
estereotipos del rol sexual tienen un carácter “prescriptivo”, es decir, hacen referencia a
lo que creemos que debería ser la conducta de mujeres y hombres (Moya, Navas y
Gomez, 1991) frente al carácter “descriptivo” de los estereotipos sexuales en función de
los cuales las personas asumen que ha de caracterizar a las mujeres y los hombres,
especialmente en relación a su personalidad. Pero ambos conceptos están claramente
relacionados de modo que la existencia de papeles o roles diferenciales para cada sexo
es la expresión de una convicción subyacente: la existencia de características
psicológicas diferentes para cada sexo. Características que nutren de contenido los
conceptos de masculinidad y feminidad, que están perfectamente representadas en la
dualidad intrumentalidad/expresividad (Parson y Bales, 1955), agency/communion
(Bakan, 1966), espacio externo/espacio interno (Erikson, 1964), u orientación
alocentrica/autocentrica (Guttman,1965). Esta polaridad para identificar la dualidad
masculino/femenino es una categorización muy poderosa que determina no solo las
relaciones sociales sino también la identidad de los sujetos. Así, las investigaciones
encaminadas a identificar la presencia/ausencia de diferencias entre sexos a nivel
actitudinal y conductual confirman la presencia de esta caracterización dual para los
sexos y con ello la existencia de los estereotipos de género. De tal forma que, la mujer
tiende a manifestar conductas que pueden ser descritas socialmente como sensibles,
afectuosas y preocupadas por el bienestar de los demás, mientras que el hombre tiende a
4
manifestar conductas que pueden ser descritas como dominantes, controladoras e
independientes. En palabras de Eagly (1995, p. 154) la mujer es communal y el hombre
es agentic. En palabras de Lipovetsky (1997 p. 193) “si el hombre encarna la nueva
figura del individuo libre, desligado, dueño de sí, a la mujer se la sigue concibiendo
como un ser dependiente por naturaleza, que vive para los demás e inserta en el orden
familiar”. Características vinculadas además a una desigual deseabilidad social, siendo
las masculinas valoradas más positivamente. Lo que viene demostrado por el hecho de
que las mujeres muestren mayor disposición a atribuirse rasgos masculinos (de mayor
estatus) y sean por ello menos censuradas socialmente que los hombres cualidades
femeninas (Valcárcel, 1992; Bonilla y Martínez-Bencholl, 2000).
Los roles de género son una construcción histórica que se nutre de los significados
establecidos desde cada cultural o contexto, y son el sustrato sobre el que se configuran
los diversos significados otorgados a los sexos (Pastor, 1998). Las diversas sociedades
encasillas a mujeres y hombres en estereotipos que parecen inamovibles y construyen
sistemas de creencias sobre lo que significa la masculinidad-feminidad y con ello el tipo
de actividades y distribución de ocupaciones que son adecuadas para cada sexo (Pastor,
2000). La jerarquización de las cualidades instrumentales consideradas “masculinas”
frente a las expresivas consideradas “femeninas” tiene como consecuencia la división
del espacio en privado o doméstico frente al público o político concebidos como esferas
separadas para ambos. Asumir la distribución jerárquica de papeles en función del sexo
consolida la discriminación sexual (Pastor, 2000). De tal modo que la superación de la
discriminación ha de pasar por la superación de los estereotipos y trascender con ello la
categorización de los espacios en función del sexo. Asumiendo la flexibilidad de los
rasgos para cada sexo y reconociéndose la legitimidad para ambos sexos de transitar
5
tanto por los espacios público como privado a los que tradicionalmente hemos estado
relegados en función de nuestro sexo.
Sin embargo, a pesar de los avances que se han dado en relación a la incorporación de
las mujeres en el mundo laboral (espacio público), mucho más evidente en los países
más industrializados como Norteamérica y Europa, los estudios confirman la
persistencia de los estereotipos del rol de género y con ello la discriminación en función
del sexo y el todavía escaso papel de los hombres en el ámbito privado. No obstante,
disponemos de poca información relativa a otros países y del nivel en el que se
encuentran los estereotipos del rol de género. Es por tanto el objetivo de este trabajo
analizar dichos estereotipos en diversos países iberoamericanos que unidos por la
misma lengua (castellano) o lenguas próximas (portuguesa) reúne a diversos países del
viejo y nuevo continente. Este trabajo tiene la intención de identificar hasta que punto la
dualidad de papeles y funciones asignadas en función del sexo persiste, y en que grado,
en diversos países entre los que se comparten rasgos culturales al mismo tiempo que se
distancian en nivel de desarrollo e indicadores de progreso para la mujer.
METODOLOGÍA
Para dar respuesta a los objetivos propuestos se le aplica a una muestra compuesta por
1639 jóvenes (1211 mujeres y 428 hombres) estudiantes universitarios de seis países
iberoamericanos: España (196 chicas y 59 chicos) Portugal (245 chicas y 61 chicos);
Argentina (178 chicas y 39 chicos); Colombia (217 chicas y 70 chicos); Cuba (161
chicas y 141 chicos) y Brasil (214 chicas y 58 chicos). Con un promedio de edad en
España de 21.43, en Portugal de 23.12, en Argentina de 24.31, en Colombia de 24.48,
en Cuba de 20.34, y en Brasil de 21.28.
Escalas
Datos sociodemográfícos: Sexo, Edad y País
6
Escala del Rol Sexual (Moya, Navas y Gómez-Berrocal, 1991)
Esta escala mide las creencias sobre los roles y conductas que deberían tener hombres y
mujeres. En este caso se ha recurrido a la versión reducida formada por 12 items con la
que se han obtenido buenos niveles de fiabilidad y validez siendo desarrollada y
validada para población hispanohablante (Moya y Expósito, 2000). El abanico de
respuestas se distribuye desde el valor 0 (fuertemente en desacuerdo) a 5 (fuertemente
de acuerdo), siendo las puntuaciones más altas las que representan niveles más altos de
sexismo tradicional. Los valores de fiabilidad oscilan entre .71 el más baja en la
submuestra colombiana y .82 el mas alto en la muestra española (tabla 1).
Indicadores sociales de los diferentes países (Guía del Mundo, 2000) (tabla 2):
0. El índice de desarrollo humano (IDH)
1. El porcentaje de salario de la mujer en relación al porcentaje del hombre en
puestos similares
2. Porcentaje de mujeres en cargos ejecutivos y gerenciales
3. Porcentaje de mujeres en cargos técnicos y profesionales
4. Porcentaje de mujeres en funciones ministeriales
5. Porcentaje de mujeres en bancadas parlamentarias
6. Número de hijos/as por mujer
7. Porcentaje población universitaria
RESULTADOS
Se obtiene un nivel moderadamente bajo de sexismo tradicional, auque los chicos
presentan puntos de vista más estereotipados sobre los papeles atribuidos en función del
sexo que las mujeres. Junto a las fiabilidades de las escalas en la tabla 1 aparecen los
datos relativos a las puntuaciones medias de ideología del rol sexual de cada sexo y las
diferencias significativas por países. Son Cuba, Portugal y Brasil los países en los que
7
los chicos tienen una visión significativamente más estereotipada que sus compatriotas,
y los chicos cubanos aparecen como los más estereotipados de todos los chicos
entrevistados. Por el contrario son los chicos y chicas españoles y brasileños los que
asumen en menor medida los roles tradicionales asignados a los sexos y aunque las
diferencias no llegan a ser significativas las chicas son menos sexistas. Los
colombianos/as y argentinos/as son los que tienen una visión más estereotipada después
de los cubanos y no se detectan diferencias significativas en función del sexo, a
excepción de Portugal en donde las chicas tienen una visión significativamente menos
estereotipada sobre los sexos que sus compatriotas.
En la tabla 3 pueden observarse los datos relativos a las medias totales en la escala de
Ideología del Rol Sexual y las diferencias entre los distintos países. Se comprueba la
existencia de diferencias significativas entre todos los países excepto entre los españoles
y los brasileños, que presentan una visión menos estereotipada.
En la tabla 4 se presentan los datos relativos a las medias por ítem y por país de la
escala de Ideología del Rol, comprobándose que las diferencias son significativas entre
todos los países para todos los ítems excepto para el ítem 5 que alude a que dentro del
ámbito de la sexualidad el significado atribuido a la “virginidad” es independiente del
sexo, lo que podría llevarnos a pensar que se está empezando a superar el doble estándar
moral en función del cual las conductas sexuales, en este caso, son diferencialmente
valoras en función del sexo de quién las acometa.
Con el ánimo de determinar hasta que punto el arraigo de los estereotipos de género está
asociado al nivel de desarrollo del país, se identifican los indicadores sociales que se
consideran que pueden ser más relevantes a la hora de explicar la superación/
mantenimiento de los estereotipos de género (tabla 2). Los análisis relativos al
porcentaje del salario de la mujer en relación al del hombre en puestos similares,
8
porcentaje de mujeres en cargos ejecutivos y gerenciales, porcentaje de mujeres en
cargos técnicos y profesionales y, finalmente, porcentaje de mujeres en bancadas
parlamentarias el análisis de las correlaciones se hace excluyendo los casos de
Argentina, por no disponerse de estos datos para este país. En la tabla 5 aparecen los
datos relativos a las correlaciones entre las puntuaciones obtenidas en la Escala de
Ideología del Rol y los indicadores sociales. Como cabría esperar los jóvenes de países
con un mayor índice de desarrollo humano son los que asumen en menor medida los
estereotipos tradicionales para los sexos, lo que es incluso más marcado para los chicos,
con el que se comprueba la mas fuerte relación. Por otro lado cuanto mayor es la
diferencia entre el salario de la mujer y el del hombre por desempeñar puestos similares
mayor abrazo de los estereotipos tradicionales, por su parte a mayor número de mujeres
en puestos ejecutivos y gerenciales, en cargos técnicos y profesionales, y a mayor
número de mujeres en funciones ministeriales menor sexismo. En relación al siguiente
indicador número de mujeres en bancadas parlamentarias parece contradecirse lo
esperado al estar asociado a una visión más estereotipada de los sexos, sin embargo un
análisis más detenido de estos datos nos permite comprobar que Cuba a pesar de tener
un alto número de mujeres en bancadas parlamentarias fruto de un régimen socialista
tiene los índices de visión estereotipada más altos, tanto por parte de los chicos como de
las chicas. Al excluir a Cuba del análisis con este indicador comprobamos que se
produce lo esperado (r= -,13**) de modo que cuantas más mujeres en el parlamento
menos sexismo, asociación que no se produce en Cuba. Finalmente en relación a los
indicadores relativos al número de hijos por mujer, de modo que a mayor número de
hijos una visión más estereotipada de los sexos y, finalmente a mayor porcentaje de
población universitaria se abrazan en menor medida los estereotipos tradicionales.
9
DISCUSIÓN
Nuestros resultados confirman un nivel moderadamente bajo de Ideología del Rol
sexual en todos los países, excepto Cuba en el que se obtienen los nivel más altos al
compararlo con el resto de los países. Los datos además confirman que los chicos tienen
una visión más estereotipada de los roles sexuales que las chicas. Por otro lado el nivel
de desarrollo de un país correlaciona negativamente con el nivel de sexismo, de tal
forma que a mayor desarrollo menor sexismo. Resultados que en principio parecen
positivos al afianzar la hipótesis de que el progreso contribuye a la superación del
sexismo. Es cierto que los discursos menos sexistas y estereotipados entre los sexos
marcan el pulso del progreso social, de tal forma que en los países más desarrollados la
segregación de los ámbitos público/privado en función del sexo es cada vez más
minoritaria. Y en España la evolución hacia planteamientos menos estereotipados en
relación al rol sexual han sido confirmados por otros estudios (Moya, Expósito y Ruiz,
2000).
Sin embargo los resultados de este estudio hay tomarlos como orientativos y no
definitivos si tenemos en cuenta las siguientes cuestiones. En primer lugar las muestras
utilizadas no representan a toda la población de los países de las que han sido obtenidas,
ni siquiera a todos los estudiantes universitarios/as de dichos países, al ser el ámbito
desde el que se han obtenido las muestras en las que además existe sistemáticamente un
menor número de chicos. El hecho de que estas están formadas por estudiantes
universitarios supone además reconocer que estos pueden estar representando a una
“elite” del país especialmente en relación a la cuestión que nos ocupa que son los
estereotipos del rol sexual. Por lo que podría ser previsible que los datos los países de
la población general en cada país se incrementaran en todos los casos y por tanto la
ideología del rol esté de hecho mucho más arraigada de lo que estos resultados
10
muestran. Por lo que sería adecuado replicar esta investigación con muestras
representativas de la población general.
Por otro lado en este estudio se ha recurrido a una escala de medida de la ideología del
rol sexual elaborada en castellano y contextualizada para población española (Moya,
Navas y Gómez-Berrocal, 1991) y podría ser adecuado incluir otras escalas que
contribuyan a validar las medidas obtenidas en relación a los estereotipos del rol sexual
en muestras iberoamericanas.
Finalmente es necesario reconocer los planteamientos de Batista-Foguet, Blanck y Artés
(1994) quienes proponen que para entender hoy en día el arraigo del sexismo en las
estructuras socioculturales, es imprescindible disponer de un marco teórico que pueda
dar cuenta de la coexistencia del “igualitarismo abstracto” que ha ganado un creciente
consenso por lo que respecta a la igualdad entre sexos en el dominio público, junto a
una especie de “conservadurismo cultural” manifiesto en la resistencia al cambio de
actitudes con respecto a los roles familiares, lo que incluye tanto la reticencia de los
varones a asumir la cuota de responsabilidad que les corresponde en la esfera doméstica
como las dificultades que encuentran las mujeres en su integración al mundo público.
Sin duda se hace especialmente imperioso desarrollar una intervención capaz de
producir rupturas en el “orden genérico” a través de las transformaciones de las
relaciones de poder en tres niveles fundamentales (Pastor, 2000): a) la socialización
especialmente en los ámbitos familiar, educativo y en los medios de comunicación; b)
los recursos en la esfera social, productiva y del conocimiento y c) la esfera política, en
el ejercicio de derechos, libertades y toma de decisiones.
La sociedad a través de los agentes de socialización (familia, escuela y medios de
comunicación) tiene un importante papel que jugar en la formación, modificación o
mantenimiento de los estereotipos de género. Y lo que es seguro es que ni el contexto de
11
aprendizaje mixto ni segregado aportan en sí mismos una liberación segura del sexismo
(Bonilla y Martínez-Benclloch, 2000).En relación a la esferea social y productiva, como
se puede ver en la elección de carrera, en principio una decisión individual, representa
un índice de la discriminación sexual que le subyace y que refleja la estructura
sociaolaboral. (Bonilla y Martínez-Benclloch, 2000).
En último punto la inclusión de las mujeres en el ámbito de las decisiones políticas y
económicas ha sido y sigue siendo su caballo de batalla en la conquista de libertades y
derechos. Un informe realizado por la Comisión Europea la participación de las mujeres
(1997) a través de la representación en los parlamentos nacionales, es de solo el 15 %
hecho que pone de manifiesto su exclusión y la parcialidad de los intereses políticos a la
hora de atender y reflejar los intereses de toda la población. Y eso que estamos hablando
de países industrializados, algunos de los cuales representan a los más industrializados a
nivel mundial. En conclusión es necesaria toda una revolución en relación a los
significados atribuidos a ser hombre y mujer que permita toda una transformación de las
opiniones, actitudes y comportamientos estereotipados y con ello tanto la superación de
los estereotipos del rol sexual como los estereotipos de género, es decir, lo que se espera
que debemos hacer y ser en función de nuestro sexo.
BIBLIOGRAFÍA
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sociales y su incidencia en el ámbito educativo. En J. Fernández (Eds.) Intervención en
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12
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Pastor, R. (2000). Aspectos psicosociales de la asimetría genérica: rupturas, cambios y
posibilidades. En J. Fernández (Eds.) Intervención en los ámbitos de la sexología y de la
generología (pp.217-246). Madrid: Pirámide.
Valcárcel, A. (1992). Sobre el genio de las mujeres. Isegoría, 6, 97-112.
13
Tabla 1. Puntuaciones medias obtenidas por hombres y mujeres en la escala de
Ideología de Rol Sexual
BRASIL

.80
N
58
CHICOS
Media
DT
1.26
1.12
N
214
CHICAS
Media
DT
.96
.80
T
t=2.25*
CUBA
.72
141
2.58
.80
161
1.94
.89
t=6.14***
COLOMBIA
.71
70
1.82
.86
217
1.71
.77
t=1.03
ARGENTINA
.76
39
1.62
1.04
178
1.32
.83
t=1.84
PORTUGAL
.74
61
1.82
.88
245
1.05
.76
t=6.68***
ESPAÑA
.82
59
1.13
.88
196
.88
.76
t=1.62
14
Tabla 2. Indicadores sociales
BRASIL CUBA COLOMBIA
0. Índice de desarrollo Humano (IDH)
1. % del salario de la mujer en relación al % del
hombre en puestos similares
2. % de mujeres en cargos ejecutivos y
gerenciales
3. % de mujeres en cargos técnicos y
profesionales
4. % de mujeres en funciones ministeriales
5. % de mujeres en bancadas parlamentarias
6. Hijos por mujer
7. % de población universitaria
ARGENTINA PORTUGAL ESPAÑA
.809
.729
.850
.888
.892
.935
29
31
33
--
34
30
17.3
18.5
31
--
31
31.9
62.6
47.8
44
--
51.5
43
3.6
6.7
2.3
11
3.6
22.8
1.6
14
10.5
9.8
2.8
17
0
-2.7
38
9.1
13
1.5
34
15
19.9
1.2
46
15
Tabla 3: Diferencias de medias entre las distintas muestras en la Escala de Ideología de
Rol
ESCALA DE IDEOLOGÍA DE ROL
Medias CUBA
COLOMBIA ARGENTINA PORTUGAL
BRASIL
1.02
t=-15.8*** t=-10.4***
t=-4.24***
t=-2.51*
CUBA
2.24
t=6.52***
t=10.3***
t=14.1***
COLOMBIA 1.76
t=5.01**
t=8.21***
ARGENTINA 1.37
t=-2.12*
PORTUGAL 1.21
ESPAÑA
0.94
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001
ESPAÑA
t=1.19
t=16.7***
t=11.5***
t=5.33***
t=3.72***
16
Tabla 4: Medias por items de la Escala de Ideología de Rol por países
BRASIL
1.
Aunque a algunas mujeres les guste trabajar fuera del hogar,
debería ser responsabilidad del hombre suministrar el sostén
económico de la familia
2. Es natural que hombres y mujeres desempeñen diferentes tareas
3. Si un niño está enfermo y ambos padres están trabajando debe ser
generalmente la madre quien pida permiso en el trabajo para
cuidarlo
4. Es mejor que una mujer intente lograr seguridad animando a su
marido en el trabajo que poniéndose delante de él con su propia
carrera
5. Es más importante para una mujer que para un hombre llegar
virgen al matrimonio
6. La relación ideal entre marido y esposa es la de interdependencia,
en la cual el hombre ayuda a la mujer con su soporte económico y
ella satisface sus necesidades domésticas y emocionales
7. Es más apropiado que una madre y no un padre cambie los
pañales al bebé
8. Considero bastante más desagradable que una mujer diga tacos y
palabras mal sonantes que el que los diga un hombre
9. Las relaciones extramatrimoniales son más condenables en la
mujer
10. La mujer debería reconocer que igual que hay trabajos no
deseables para ellas por requerir fuerza física, hay otros que no lo
son debido a sus características psicológicas
11. Hay muchos trabajos en los cuales los hombres deberían tener
preferencia sobre las mujeres a la hora de los ascensos y de la
promoción
12. Los hombres, en general, están mejor preparados que las mujeres
para el mundo de la polítca
Nota. El rango va de 0 a 5.
CUBA
COLOMBIA ARGENTINA PORTUGAL ESPAÑA
Chi2
.39
1.89
1.60
1.09
.42
.48
28.4***
2.29
4.09
4.05
3.08
2.86
1.87
25.5***
1.69
1.63
1.17
1.80
2.09
1.04
18.4**
.96
1.77
2.07
1.50
1.19
1.11
14.6*
.98
2.08
1.73
1.10
1.40
1.56
10.5
.44
1.19
.83
.62
.33
.29
22.4**
.44
1.39
.65
.50
.57
.29
22.4***
1.56
3.61
2.53
1.77
1.76
1.27
75.1***
1.13
2.67
2.15
1.25
1.05
1.34
22.7***
1.45
2.86
2.10
1.56
1.50
1.06
36.4***
.49
1.75
1.48
1.02
.50
.86
11.7*
.62
1.78
.86
.98
.86
.34
15.8**
17
Tabla 5: Correlaciones entre la Escala de Ideología de Rol y los Indicadores Sociales
0. Índice de desarrollo Humano (IDH)
1. % del salario de la mujer en relación al % del
hombre en puestos similares
2. % de mujeres en cargos ejecutivos y gerenciales
3. % de mujeres en cargos técnicos y profesionales
4. % de mujeres en funciones ministeriales
5. % de mujeres en bancadas parlamentarias
6. Hijos por mujer
7. % de población universitaria
ESCALA DE IDEOLOGÍA DE ROL
TODOS LOS PAISES
CHICOS
CHICAS
TOTAL
-.41**
-.27**
-.35**
.14**
.13**
.13**
-.24**
-.14**
-.23**
.34**
-.08
-.25**
-.07*
-.18**
-.11**
.13**
.17**
-.20**
-.14**
-.18**
-.14**
.23**
.10**
-.24**
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