HEPATITIS B El virus de la hepatitis B se puede transmitir fácilmente por via sexual durante las relaciones desprotegidas. Muchos gays no somos conscientes de que ésta, como otras ITS, es más fácilmente transmisible que el VIH y de que, además puede tener consecuencias serias. La hepatitis B es la única infección de transmisión sexual (además de la hepatitis A) para la que existe una vacuna. ¿Qué es la hepatitis B? Es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis B. Se transmite cuando la sangre de una persona infectada entra dentro del corriente sanguíneo de otra persona no infectada. Las formas más comunes de transmisión son: el contacto sexual compartir jeringuillas. ¿Cuáles son las implicaciones en la salud de una persona? Son variables. Muchos lo contraen sin que se den cuenta, ya sea porque sus síntomas son ligeros o porque no los experimentan en absoluto. Para otros puede suponer meses de malestar, bajas y efectos durante un año. Cerca de un 10% de los infectados no consiguen eliminar el virus, manteniéndose infecciosos para otros y con riesgo de enfermedad hepática. Un 1% de las personas infectadas morirán de enfermedades como cirrosis o cáncer hepático. ¿Se trata de algo que nos afecte especialmente a los gays? La hepatitis B supone un riesgo especial para las personas que tienen un elevado número de parejas sexuales. Aunque se puede pillar teniendo un número pequeño de compañeros sexuales, incluso uno solo, cuantos más compañeros sexuales se tengan más alta es la probabilidad de practicar sexo con una persona infectada. La penetración anal sin protección que a veces implica sangrado es una forma de transmisión muy efectiva para un virus que se lleva en la sangre y en el semen. ¿Cómo se reconoce la infección por hepatitis B? Inmediatamente después de la infección no habrá síntomas de enfermedad. Sin embargo es en este momento cuando uno resulta más infeccioso. A partir de la sexta semana y hasta seis meses después de la infección pueden aparecer síntomas (aunque a veces no los haya, a pesar de estar infectado y poder infectar a otros). Al luchar contra la infección el sistema inmune producirá anticuerpos para la hepatitis B que se pueden detectar en un análisis de sangre. La producción de anticuerpos generalmente significa que alguien será desde ese momento inmune a tener hepatitis B en el futuro. Para aquellos que muestran síntomas, la severidad puede variar de persona a persona e incluyen: dolores y molestias fiebre dolor de cabeza cansancio pérdida de apetito nausea dolor de estómago diarrea ictericia La ictericia es el más reconocible de todos: el blanco de los ojos se vuelve amarillo y a algunas personas la piel también se le pone amarilla. La orina se oscurece y las heces se vuelven de color arenoso. ¿Qué mas puede ocurrir al contraer hepatitis B? La mayoría de la gente se recupera de la hepatitis B sin tratamiento, sin sufrir efectos duraderos y dejan de ser infecciosos. Los síntomas de algunas personas son tan leves que no se dan cuenta de que han tenido hepatitis. El tratamiento se toma en consideración sólo cuando la hepatitis se convierte una enfermedad crónica y duradera. La mayoría eliminan el virus del cuerpo en cuestión de meses. Durante este tiempo se puede necesitar mucho reposo, lo que puede significar temporadas retirado del trabajo o los estudios. Habrá que evitar durante cerca de un año el alcohol y las drogas para dar al hígado tiempo a recuperarse. Si un análisis muestra que seis meses tras la infección alguien no ha eliminado el virus de su cuerpo significa que tiene la forma crónica y duradera de la enfermedad y que tendrá síntomas que pueden aparecer durante un largo periodo de tiempo. Cerca de un 10% de las personas infectadas desarrollan esta hepatitis crónica. Se les llama portadores y en su mayoría serán infecciosos indefinidamente. Los medicamentos pueden controlar la producción de virus en el cuerpo de modo que se haga menos daño al hígado y sea menos probable que infecten a otras personas. Los portadores pueden ser tratados con Interferon y otros medicamentos que a veces ayudan a eliminar el virus del cuerpo. La mayoría de los portadores se mantienen saludables, pero una cuarta parte con el tiempo sufrirán algún tipo de enfermedad hepática, como cirrosis o cáncer de hígado aunque se necesiten muchos años para desarrollarlo. ¿Cómo se transmite la hepatitis B? La mayoría de las veces tiene que ver con contacto sangre – sangre (compartir material de inyección) algunas pueden deberse a falta de higiene al hacerse un tatuaje o un piercing. También se transmite con cierta facilidad durante el contacto sexual. En una persona infectada, el virus se encuentra en niveles suficientes como para causar infección en sangre, semen, líquido preseminal, y posiblemente la saliva y la orina. La infección puede tener lugar cuando estos fluidos entran dentro de la corriente sanguínea de otra persona (a menudo por medio de pequeñas heridas en las membranas del ano, el pene o la boca). Al contrario que el VIH, la hepatitis B es altamente infecciosa –se estima que hasta 100 veces más infeccioso que el VIH- El sexo anal sin protección y el sexo oral son las formas más comunes de transmisión sexual del la hepatitis B, aunque otras prácticas podrían transmitirlo teóricamente, incluyendo el beso negro. El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del cuerpo en la sangre seca. Compartir cepillos de dientes o juguetes sexuales puede transmitir el virus. Compartir agua y comida no presenta en principio riesgos. El contacto cercano puede suponer riesgos si se entra en contacto con sangre infectada. La vacunación está indicada para todos los miembros de una casa si una persona se ha infectado. ¿Cómo se previene? La forma más efectiva de prevenirlo es la vacuna contra la hepatitis B. A falta de eso, el riesgo se puede reducir usando condón durante el sexo anal y oral, y barreras de látex para el beso negro. No existe riesgo si ambos miembros son inmunes, ya sea porque se han vacunado o porque ya han padecido y eliminado el virus de la hepatitis B,. ¿En qué consiste la vacuna? Antes de realizarla se practica un análisis de sangre. Si la persona ya estuvo expuesta al virus ahora tiene inmunidad natural y no es necesaria la vacuna. La vacuna consiste en tres dosis en un periodo de seis meses. Tras la primera, un mes después se da la segunda y cinco meses después la tercera. La protección solo llega con la tercera dosis. Un análisis tras la vacuna mostrará que se han producido suficientes anticuerpos como para dar una protección adecuada. Los mayores de 35 años o las personas seropositivas pueden encontrar más dificultades para que funcione a la primera, al igual que los fumadores, las personas con sobrepeso o con estrés. Si no se han producido suficientes anticuerpos, se repite la vacuna. Con los años, el nivel de anticuerpos puede bajar hasta el punto de encontrarse desprotegido otra vez. Por este motivo se puede dar una dosis de recuerdo unos cinco años después. Cada cinco años es recomendable comprobar si se necesita una dosis de recuerdo. Las personas con inmunidad natural por haber sufrido la infección no lo necesitarán La vacuna de la hepatitis B no presenta ningún riesgo para las personas con VIH. Puede aumentar brevemente su carga viral, pero es temporal y debe retornar a los niveles previos a la vacuna sin efectos posteriores. La vacuna es especialmente importante ya que las personas con VIH que contraen hepatitis B tienen un riesgo mayor de convertirse en portadores crónicos y de presentar complicaciones hepáticas. El virus de la hepatitis B es normalmente más activo en el cuerpo de una persona con VIH, haciéndoles más infecciosos para otros y poniéndoles en mayor riesgo de enfermedad hepática. Dónde vacunarse en Madrid. En tu centro de salud En el Centro Sanitario Sandoval de la Comunidad de Madrid. C/ Sandoval 7 (Metro Bilbao). Teléfono 91 445 23 28. De lunes a viernes de 9 a 12 h. En el Centro de Prevención del SIDA /ETS del Ayto. de Madrid. C/ Montesa 22 (Metro Manuel Becerra) Teléfono 91 588 51 42. De lunes a viernes de 9 a 11 h. Traducido de “hepatitis B”, fact sheet de la Terrence Higgins Trust, Londres. Traducción y adaptación de Alberto Martín-Pérez, Grupo prevención de COGAM COGAM Fuencarral 37. 28004 Madrid Tfno. Asesoramiento. 91 522 45 17 Gay Inform. 91 523 00 70 [email protected]