Entrenamiento en psicoterapia cognitivo-conductual Centro Integral de Desarrollo Humano Terapia Cognitivo-Conductual Consultoría Internacional sobre Depresión para las Comunidades de Habla Hispana (2006) La terapia cognitivoconductual, a diferencia de las terapias psicodinámicas, que se focalizan en los pensamientos inconscientes y ponen énfasis en la catarsis. Se aboca a modificar comportamientos y pensamientos, antes que brindarle al paciente la oportunidad de simplemente descargar sus sentimientos. Está orientada hacia el presente, se investiga el funcionamiento actual y no hay mayores exploraciones del pasado, aunque por supuesto se hace una historia clínica y se pone énfasis en los patrones disfuncionales actuales de los pensamientos y conductas. El énfasis de la TCC está puesto más en el “Qué tengo que hacer para cambiar” que en el “Por qué”. Muchas veces, el explorar expresamente y conocer cuáles son los motivos de lo que nos ocurre no alcanza a brindar una solución y no es suficiente para producir un cambio. Se utiliza en terapias a corto plazo. Pone énfasis en la cuantificación, y se pueden medir los progresos obtenidos Desde la primera sesión se administran cuestionarios y planillas en los que se evalúan los síntomas específicos, en su frecuencia, duración, intensidad y características. Esta medición es repetida periódicamente hasta la sesión final, para tener una idea del cambio obtenido. La relación terapeuta-paciente es de colaboración y el enfoque es didáctico. Paciente y terapeuta se comprometen a trabajar con un objetivo común. Los pacientes pueden aportar sugerencias y participar en el diseño de las tareas para el hogar. En muchos casos, se utiliza la biblioterapia, que consiste en que el terapeuta recomiende o facilite libros, folletos o apuntes acerca del problema para que el paciente se informe de lo que le sucede. Tiende a fomentar la independencia del paciente. Dado que este tipo de terapia busca lograr un funcionamiento independiente, en ella se enfatiza el aprendizaje, la modificación de conducta, las tareas de autoayuda y el entrenamiento de habilidades inter-sesión. Además, se refuerza el comportamiento independiente. Está centrada en los síntomas y su resolución. El objetivo de la terapia es aumentar o reducir conductas específicas, como por ejemplo ciertos sentimientos, pensamientos o interacciones disfuncionales. El lugar de promover un problema, se definen objetivos concretos a lograr y de esa forma es mucho más fácil evaluar o modificar los síntomas específicos y saber claramente lo que se quiere obtener o hacia adonde apunta la terapia. Entrenamiento en psicoterapia cognitivo-conductual Rechaza el principio de sustitución de síntomas. La falsa idea de sustitución, difundida por la escuela psicodinámica, que considera a un síntoma, que considera a un síntoma como una solución económica, la única salida a un proceso neurótico subyacente que si se elimina surgirán otros, es cuestionada por esta metodología. La meta de la TCC es eliminar, o al menos reducir los síntomas, y postula que si desaparecen, por ejemplo, los síntomas de pánico, inmediatamente también va a haber una mejoría en otras áreas, sin que aparezcan otros síntomas que los reemplacen. Pone el énfasis en el cambio. Se le solicita al paciente practicar nuevas conductas y cogniciones en las sesiones, y generalizarlas afuera como parte de la tarea. Desafía la posición del paciente, sus conductas y sus creencias. Activamente se lo confronta con la idea de que existen alternativas posibles para sus pensamientos y patrones habituales de conducta, se promueve al autocuestionamiento. Se centra en la resolución de problemas. Al comienzo de cada sesión el terapeuta indaga acerca de los problemas en los que el paciente focalizó su trabajo y cuáles necesita resolver en ese momento. Al concluir la sesión, le pregunta si ha hecho algún progreso al respecto. Utiliza planes de tratamiento. Generalmente, la terapia utiliza planes específicos de tratamiento para cada problema, no utilizando un formato “único” para las diversas consultas. Propone una continuidad temática entre las sesiones. En cada sesión se revisan las tareas indicadas para la semana anterior, se estudia cuál es el problema actual y se planean actividades para la semana siguiente. Desmitifica la terapia. El plan de tratamiento y el proceso terapéutico retiran el “velo de misterio” que cubre a casi todas las psicoterapias, al permitirle al paciente un libre acceso a la información teórica o metodológica mediante la biblioterapia. Tiene una base empírica y trabaja con la participación activa del paciente. Las tesis cognitivoconductuales han sido ampliamente comprobadas respecto de su eficacia para tratar una variedad de trastornos. Es decir, más que simplemente decir que funciona, esta comprobado que funciona. Entrenamiento en psicoterapia cognitivo-conductual Centro Integral de Desarrollo Humano Panorama de la Terapia Cognitivo-Conductual MC Gloria del Carmen Olivas Rubio MC Jesús Mario Mancillas Peñuelas (2006) En 1930 los periódicos austriacos dieron la noticia de un acontecimiento concreto sucedido en una pequeña ciudad situada junto al Danubio: “Un joven con intenciones suicidas se lanzo al río desde un puente. Un policía, atraído al lugar del dramático suceso por los gritos de los presentes, en lugar de desnudarse y tirarse al agua para ayudar al joven, agarró el fusil y apuntó contra el aspirante a suicida gritando: “Sal de ahí o te disparo”. El joven salió del agua renunciando al suicidio” (Nardote, Watzlawick, 1990). El policía de la anécdota, sin conocer a Freud, Skinner o Rogers o a otros grandes maestros de la psicoterapia, realizo espontáneamente un procedimiento, en concreto un prescripción paradójica, que persuadió al aspirante a suicida, el cual cambio sus intenciones y acciones. En términos clínicos, efectúo una verdadera intervención terapéutica no tan diferente de las realizadas en algunas formas de psicoterapia, dentro de las cuales los profesionales, mediante sus técnicas específicas, tratan de cambiar las disposiciones emotivas, cognitivas y de comportamiento que sostienen las patologías de sus pacientes. Así pues, los distintos tipos de terapia, de alguna u otra manera, buscan persuadir al paciente en algún punto en particular. Con este fin, la terapia cognitivo conductual, utiliza como puntos de referencia los siguientes elementos: Asumir el lenguaje, la posición del paciente y su visión del mundo. Utilización de múltiples técnicas de comunicación persuasiva en la sesión (sugestiones directas o indirectas, uso de lenguajes metafóricos, actitudes y comportamientos no verbales, comparaciones cognitivas, dobles vínculos y paradojas comunicativas) Inducciones de comportamientos que se han de realizar fuera de las sesiones (prescripciones comportamentales directas, indirectas o paradójicas). Esta orientación es de efectos rápidos y resulta idónea para terapias breves y focalizadas y se compone de cuatro pasos básicos: 1. Comprender la naturaleza del punto de vista y de las actitudes del cliente. 2. Reconocer y aceptar que son legítimos, a menudo en forma explícita. 3. Reestructurar esta perspectiva, por lo general poniendo de manifiesto la presencia en la situación de factores particulares que anteriormente no se habían tomado en consideración, de forma que pueda adquirir Entrenamiento en psicoterapia cognitivo-conductual una nueva dirección o implicación. 4. Utilizar una nueva dirección para proponer y promover nuevas acciones del cliente al afrontar el problema. Lo que da como resultado las siguientes fases terapéuticas: 1. Fase de expentancia: Durante esta fase se intenta establecer la relación terapéutica. El paciente oscila continuamente entre la confianza y la desconfianza con conductas de aproximación y evitación. También este "prueba" al terapeuta con ciertas demandas o incrementos sintomatológicos. El terapeuta más que responder directamente a esas demandas utiliza la empatía para hacer saber al paciente que le comprende y no le rechaza. 2. Fase de optimismo irrealista: El paciente suele desarrollar un sentido de la honestidad del terapeuta y paralelamente unas expectativas irrealistas sobre la resolución de sus problemas por el terapeuta (exclusivamente) y en un corto intervalo de tiempo. El terapeuta sitúa aquí la socialización de la terapia Este explica los principios de la psicoterapia cognitiva como un proceso de aprendizaje costoso y no exento de dificultades (encuadre). 3. Fase de esperanza y esfuerzo constructivo: En ella se establece el empirismo colaborativo y las tareas para casa. El paciente aporta datos (p.e autorregistros), el terapeuta sugiere intervenciones, el paciente las desarrolla y se revisan sus resultados. En esta fase los desequilibrios son frecuentes, especialmente mientras mas se trabaja cerca y con los supuestos personales. 4. Fase de terminación: En ella son frecuentes las recaídas en la sintomatología inicial, mas intenso si el paciente ha desarrollado una concepción de dependencia del terapeuta. El terapeuta trabaja la separación de modo gradual (p.e revisiones a intervalos mayores) y trabaja con el paciente su preparación a las recaídas y extensión o generalización de sus nuevas habilidades. Principios de la Terapia CognitivoConductual 1. La mayor parte de los trastornos se desarrollan y mantienen en el contexto de la interacción humana. Los individuos llevan consigo características, recursos, límites, creencias, valores, experiencias y a veces dificultades que son únicos, y aprenden y desarrollan continuamente diferentes modos de interactuar unos con otros. Las soluciones consisten en cambiar los modos de interacción en el contexto de los vínculos situacionales peculiares. 2. La tarea de la terapia cognitivo-conductual consiste en ayudar a los clientes a hacer algo diferente, cambiando su comportamiento interactivo y/o su interpretación de tal comportamiento y de las situaciones, a fin de llegar a una solución, es decir, a una resolución de su trastorno. Para construir soluciones puede ser útil informarse todo lo posible sobre los elementos que limitan la situación de trastorno y los modos interactivos aplicados, porque el desarrollo de una solución (es decir su cambio) tiene que adaptarse a esas limitaciones. Entrenamiento en psicoterapia cognitivo-conductual 3. La noción de resistencia en terapia (De Shazer, 1984) ha dejado, durante mucho tiempo, perplejos a los terapeutas. Watzlawick (2000), considera que los clientes que acuden a consulta quieren cambiar de verdad, explica que muchos de ellos consideraban que las ideas que se les proponían para cambiar no eran las adecuadas, pero, en lugar se interpretar esa actitud como resistencia, la consideraba más bien como el modo en que los clientes comunicaban el cómo querían ser ayudado. Descubrió, también, que las personas que le enviaban otros terapeutas con la etiqueta de cliente resistente tenían una necesidad desesperada de cambiar y cooperaban en gran medida. Este mismo autor propone una clave para promover la cooperación: “En primer lugar, ligamos el presente al futuro (haciendo caso omiso del pasado, excepto en lo referente a los sucesos pasados), después hacemos notar a los clientes lo que pensamos que es útil y/o positivo para ellos entre las cosas que hacen; una vez que saben que estamos de su parte, podemos sugerir que hagan algo nuevo que sea, o al menos podría ser, ventajoso para ellos (De Shazer, 1985, citado por Watzlawick, 2000)” 4. Es posible construir un significado nuevo y ventajoso al menos en algún aspecto del trastorno del cliente. No es que una persona tenga o no un síntoma; es arbitrario que un determinado comportamiento sea etiquetado como síntoma, porque en otro ámbito, o con la atribución de un significado distinto, el mismo comportamiento sería juzgado apropiado y normal. 5. Lo que hay que producir es sólo un pequeño cambio y, por lo tanto, sólo es preciso un objetivo pequeño y razonable. 6. El cambio en una parte del sistema lleva a cambios en el sistema como conjunto; por tanto, no es necesariamente importante el número de personas que están construyendo con éxito el problema y la solución. 7. También es posible llevar a cabo una terapia eficaz cuando el terapeuta no logra definir de qué se lamentan los clientes. Fundamentalmente, lo que el terapeuta y el cliente deben saber es: ¿Cómo comprenderemos cuando está resuelto el problema? Es obvio que conocer los detalles de los trastornos del cliente y proporcionar una explicación de cómo se mantienen será útil para que el terapeuta y el cliente construyan la relación y las intervenciones, pero no es necesario tener las descripciones detalladas del trastorno para que una intervención del terapeuta tenga éxito y se muestre adecuada; tampoco es preciso construir una explicación rigurosa de cómo se mantiene el trastorno.