FRUTA DE CAROZO: Balance de la Temporada 2012-13 Chile lidera plenamente la oferta del hemisferio sur, ante el constante avance de las exportaciones de sus frutas de carozo. En contraposición Argentina reduce cada vez más su participación, ante la fuerte pérdida de competitividad de sus frutas. La caída es especialmente marcada en las ciruelas y también se da en duraznos y nectarines. Únicamente las cerezas mantienen sus niveles de exportación. Betina Ernst 2013.09.20 La exportación de fruta de carozo del hemisferio sur alcanzó en la campaña 2012/13 un nuevo record, al superar las 310.000 toneladas exportadas. Este record se logró en primer lugar gracias a Chile que continúa creciendo en estas frutas, a pesar de los múltiples desafíos que plantean estas frutas. Además como Chile es por lejos el principal proveedor austral, su evolución es la que define en gran parte el comercio del hemisferio sur. El 80% de los carozos australes exportados provienen de Chile. Pero este año también Sudáfrica aportó en el éxito. Luego de dos años en los cuales adversidades climáticas mermaron la producción, se recuperó y volvió a producir y exportar volúmenes similares a años normales. Argentina continúa retrocediendo ante la pérdida de competitividad de su fruta en el comercio mundial, siendo esto especialmente marcado en caso de la fruta de carozo. Australia y Nueva Zelanda siguen participando con un rol secundario. Chile es por lejos el principal proveedor austral. El extremo es la cereza en la cual aporta el 95% de lo que exporta el hemisferio sur. Le sigue el durazno y nectarín con una participación del 80% y luego la ciruela con el 75%. Una de las frutas más exitosas es la cereza, cuya producción y exportación está creciendo marcadamente año tras año. Pero este año las condiciones climáticas fueron muy adversas, a lo que se le sumó problemas de alternancia. Por lo cual la exportación sufrió una fuerte caída. Este fue compensado por el plus logrado en ciruela. Aunque en forma más moderada que la cereza, también la ciruela registra un crecimiento constante de sus exportaciones. En caso de los duraznos y nectarines Chile exportó volúmenes similares a años previos. En este caso se acentúa el vuelco hacia los nectarines en desmedro de los duraznos. Sudáfrica se recuperó de los dos últimos años, aunque aún no logró los mayores volúmenes exportados a mediados del dos mil. En este caso lejos el principal carozo exportado es la ciruela. En todos los países australes la ciruela es el carozo más exportado, pero en Sudáfrica la dependencia es mayor, dado que aporta el 70% del total. Este año Sudáfrica volvió a incrementar las exportaciones de ciruela y también de duraznos y nectarines. Solo en caso del damasco, en el cual Sudáfrica lidera las exportaciones australes, los volúmenes fueron similares a los de los últimos años. Argentina pierde constantemente en importancia en el comercio de carozo. Esto se debe ala pérdida de competitividad que sufren las frutas argentinas como consecuencia del aumento de costos producto de la elevada inflación. Los volúmenes exportados este año fueron los más bajos de los últimos 13 años, cayendo las exportaciones a niveles previos a la gran devaluación del 2001. En caso de la ciruela la pérdida es aún más grave, dado que actualmente se exporta aún menos que en el período previo a la devaluación. El único carozo que registró una evolución más positiva fue la cereza. Las exportaciones muestran una leve tendencia ascendente gracias a la expansión que registró su cultivo en la región patagónica. TEMPORADA ARGENTINA Las constantes caídas de las exportaciones de frutas de carozo de Argentina reflejan claramente la caída de la competitividad que están sufriendo las frutas argentinas. Esto es producto del aumento de costos, teniendo el de la mano de obra especial peso; el cual no es acompañado por una correspondiente devaluación de la moneda argentina. En la última campaña solo se exportaron 14.400 toneladas de carozos. Esto es el valor más bajo de los últimos 13 años y menos de la mitad de lo exportado a mediados del dos mil. En cierta medida se retrocedió al período previo a la gran devaluación del 2001. Los actuales volúmenes exportados se asemejan a los de los noventas cuando las exportaciones fluctuaron entre las 13.500-14.500 toneladas. En el período analizado la mayor retracción la sufrió la ciruela. Con respecto a mediados del dos mil actualmente exportamos 3 a 4 veces menos, incluso se exporta casi la mitad de los volúmenes de los noventa. Fue tradicionalmente el carozo más exportado, aportando entre el 60-90% de la exportación de carozos. Pero esto ya no es así, este año su exportación fue superada por la de los duraznos+ nectarines. En caso de los duraznos y nectarines sus exportaciones se redujeron en los últimos años a algo más de la mitad. Situación casi inversa a la de las ciruelas, se observa en la cereza. Aunque los volúmenes exportados sufren marcadas fluctuaciones año tras año, producto de la gran sensibilidad de esta especie a las inclemencias climáticas, no se observa una tendencia de caída de sus exportaciones. Las mismas se presentan en los últimos años bastante estables. Si lo comparamos con principio del dos mil o con los noventa, se observa una clara tendencia de aumento. Desde entonces las exportaciones de cerezas se han triplicado a cuadruplicado. La campaña 2012/13 fue una de las más complicadas para los productores argentinos de cerezas. En todas las zonas adversidades climáticas provocaron una muy fuerte caída productiva. La merma fue según región del 30 al 70%. Ante la fuerte caída productiva había poca fruta exportable. A pesar de la favorable situación en los mercados externos y los precios atractivos, Argentina solo exportó 1.600 ton Tradicionalmente el principal mercado fue la Unión Europea y dentro de esta especialmente Inglaterra. Le seguía en importancia Norteamérica y Brasil. Pero en los últimos años el Lejano Oriente adquirió creciente importancia, a tal punto que en la temporada anterior se envió casi lo mismo al Lejano Oriente que a Europa. Para las otras frutas la situación productiva fue mejor, incluso en Mendoza se obtuvo una cosecha casi record. La producción de durazno para fresco fue un 20% superior a la campaña previa, la de ciruela un 35% superior. También en las otras regiones la temporada fue buena, sin mayores alteraciones climáticas. Pero a pesar de la abundante oferta la exportación se mantuvo baja debido a la falta de rentabilidad de la misma.