LA CONSTRUCCION DEL ESTADO LIBERAL •

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LA CONSTRUCCION DEL ESTADO LIBERAL
• Transformación Social y Económica en la España S.XIX
• OrÃ−genes y desarrollos de la industrialización, incidencias en AndalucÃ−a
♦ DemografÃ−a [190]
El censo de 1837 declara a España con una población 12 millones de habitantes. El censo de 1877 recoge
unas cifras cercanas a los 16 millones de españoles. 1.- La desamortización, 2.- la roturación
(explotación) de nuevas tierras, 3.- la mejora en la alimentación y 4.- desaparición de enfermedades
tradicionales producen una recuperación económica y demográfica a partir de 1840. El crecimiento de la
población no es más notable como consecuencia de las altas tasas de mortalidad, el rebrote del cólera
morbo entre 1863 y 1865, y el alto porcentaje de población célibe (religiosos).
Las ciudades se van consolidando como núcleo de atracción de la población, ésta tiende a concentrarse
en las franjas costeras, sobre todo en la mediterránea.
Los movimientos migratorios externos se producen desde las provincias del norte y Canarias hacia América
(Cuba, Venezuela, Argentina) y desde el litoral levantino hacia Ófrica.
La estructura de la población activa Española por sectores económicos en 1860 era:
1. Sector Primario representaba el 65% (campesinos y pescadores).
2. Sector Industrial representaba el 15% (obreros, empresarios…).
3. Sector Terciario llevarÃ−a a caco el 20% (comerciantes, funcionarios…).
En cuanto a la estructura social desde la muerte de Fernando VII se habÃ−a iniciado el nuevo modelo de
sociedad clasista, que substituÃ−a a la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Ahora todos los
individuos eran iguales por naturaleza, aunque la sociedad se ordenarÃ−a en función de la propiedad y la
participación polÃ−tica quedarÃ−a regulada por el sufragio censitario (con requisitos). Se formaran los
bloques: la burguesÃ−a, la aristocracia, la iglesia, el ejército, la pequeña burguesÃ−a y masas populares,
los campesinos y proletarios.
◊ Procesos de industrialización: Atraso y Red Viaria y de comunicaciones.
• Atraso (logros e insuficiencias estructurales)
En la España de S.XIX, las transformaciones del sector secundario fueron importantes, aunque estuvieron
muy alejadas de los paÃ−ses que se industrializaron plenamente. No hubo un proceso de revolución
industrial. A principios del S.XX la economÃ−a Española seguÃ−a siendo agraria y la participación da la
industria en la renta nacional no superaba el 1/5 del total.
La expansión de la industria moderna de la España de S.XIX se inicio en Cataluña con el sector
algodonero dedicado a producir para el mercado y no para el autoconsumo.
En las comarcas de Bilbao, Oviedo, Gijón, Sevilla y Málaga (Sector siderometalúrgico), el desarrollo de
la industrial se circunscribió a estas zonas por su fácil accesibilidad por mar y en caso de las regiones del
norte por su proximidad con los paÃ−ses Europeos más avanzados económicamente (Francia e Inglaterra).
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El resto del paÃ−s permaneció desindustrializado y comparando el caso español con la evolución de
Inglaterra, Francia y Bélgica observamos que la incorporación de España a la revolución industrial
resulto tardÃ−a, incompleta y desequilibrada tanto regional como sectorialmente. Causas que explican este
retraso:
• Motivos polÃ−ticos: la pérdida de las colonias Americanas, la guerra de la independencia y la
inestabilidad durante todo el S.XIX.
• Escasez de carbón, era de mala calidad y poco abundante, las zonas mas importantes Asturias, debido a la
facilidad para ser enviados estos recursos a la costa y acceder al transporte marÃ−timo. La baja calidad del
carbón no fue una desventaja decisiva mientras los derechos arancelarios sobre la importación de
carbón fueron elevados pero cuando el arancel de 1869 liberalizo el sector la competitividad del carbón
desapareció.
• Carencias de materias primas. El algodón materia básica para la industria textil Catalana debÃ−a
importarse enteramente.
• La deficiente red de comunicaciones y la consiguiente falta de articulación del mercado; además la
orografÃ−a hispana encarecÃ−a y dificultaba los trasportes. La red ferroviaria tardó en realizarse y hacia
1870 no se habÃ−an hecho con criterios económicos.
• El atraso tecnológico español.
• La falta de capitales nacionales.
• La dependencia técnica, financiera y energética del exterior.
• Debilidad del mercado interior español a causa de la baja capacidad adquisitiva y de consumo de la
mayor parte de la población.
• Crecimiento insuficiente de la población española que aunque aumentó lo hizo a un ritmo
notablemente inferior al de otros paÃ−ses de Europa manteniéndose altas las cifras de mortalidad.
• El excesivo apego de los grupos industriales a las protecciones arancelarias cuyas consecuencias fue la
escasa competitividad en el mercado nacional de los productos manufacturados españoles.
• Estancamiento de la agricultura la necesaria revolución agraria no se dio en España. El campo español
entró en el capitalismo pero sin ninguna modernización tecnológica.
• Los resultados negativos de la desamortización asÃ− mismo la compra de tierras distrajo el capital que
podrÃ−a haberse invertido en la industria.
• Factores socioculturales, ausencia de mentalidad empresarial o el elevado Ã−ndice de analfabetismo cuyo
efecto económico consistió en dificultar a los trabajadores la ampliación de sus conocimientos.
SECTORES DENTRO DE LA INDUSTRIA ESPAÃ OLA:
Industria Siderurgica: La fundición de hierro en altos hornos y la elaboración de acero en convertidores
requiere de minerales de buena calidad y también elevadas cantidades de carbón.
Los inicios de la siderurgia se desarrollan en AndalucÃ−a concretamente en Málaga. En 1826 Manuel
AgustÃ−n de Heredia intentó desarrollar la siderurgia explotando en hierro de Ojen (Málaga). Esta primera
tentativa fracasó por la dificultad para adquirir carbón de coque. La siderurgia malagueña entro en declive
en la segunda mitad de S.XIX.
Entre 1864 y 1879 los yacimientos de “huya” de Asturias convertÃ−an a esta región en el centro
siderúrgico de España al ser la única zona en disponer de carbón vegetal.
A partir de 1876 la llegada de coque Gales más barato a Bilbao, como contrapartida de la exportación de
mineral de hierro, condujo a la consolidación de la siderurgia en Vizcaya Se construyen tres grandes
empresas siderurgias.
Sector Textil: hacia 1840 la aparición de la maquina de vapor y las maquinas de hilar, imponiéndose la
mecanización. Una de las causas de esta rápida mecanización fue la escasez de mano de obra derivada de
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la incorporación al mercado laboral de las generaciones menos numerosas nacidas durante la guerra de la
independencia. Esta mecanización supuso una disminución de los costes y de los precios de venta lo que
estimulo una mayor demanda. Esta fase se vio interrumpida por la guerra de secesión Americana (1861 1865) a causa de las dificultades para proveerse de materias primas.
Sector Minero: Intensificación de la explotación de los yacimientos de Huelva, Murcia y Ciudad Real que
se explica por 3 factores:
• Aumento de la demanda internacional.
• Avance en las técnicas de explotación.
• Concesión de las explotaciones a compañÃ−as extranjeras (debido al endeudamiento crónico de la
hacienda Publica Española) sobre todo Francesas e Inglesas, basándose en la legislación minera de
1868 - 1870 que supuso la desamortización del subsuelo. La totalidad de los yacimientos pertenecÃ−an al
estado, eran bienes nacionales, pero tras estas nuevas leyes, fueron vendidos en públicas subastas
acabando en manos extranjeras.
2. Red Viaria de comunicaciones [193]
El trazado y el desarrollo del tendido ferroviario español representan un reto importante para la economÃ−a
nacional y son, también, un termómetro de la realidad económica del momento. Las importantes
inversiones que se precisan para su construcción y la falta de recursos propios facilitan la llegada de capitales
extranjeros (las compañÃ−as de MZA y norte) que acaparan la mayor parte de las licencias para su
construcción y explotación. Solamente en el paÃ−s Vasco y en Cataluña, la burguesÃ−a local realiza
inversiones para la creación de una infraestructura comarcal de vÃ−as.
1ª Fase: Construcción de Segmentos
En 1843 se concede a José Maria Roca la licencia de explotación para la construcción del primer trayecto
Mataró-Barcelona inaugurado en 1848, al que sigue en 1851 el financiado por el marques de Salamanca
entre Madrid y Aranjuez. En 1855 se construye el tramo Gijón-Sama de Langreo.
2ª Fase: Planes Nacionales
La ley de ferrocarriles de 1855 permite le crecimiento de la compañÃ−as ferroviarias. La configuración de
la red que se produce sobre el esquema existente de carreteras representa un modelo radial con Madrid como
centro, al que se van sumando tendidos para enlazar las diferentes provincias. En 1844 se toma la decisión de
implantar un ancho de vÃ−a mayor al europeo para impedir asÃ− el transporte de tropas y material ante una
hipotética invasión; Galicia y otras zonas importantes del Este peninsular permanecen junto a Canarias, al
margen del tendido de las primeras lÃ−neas.
La instalación del ferrocarril en España constituye toda una revolución en el transporte de mercancÃ−as
al facilitar el traslado de productos perecederos y posibilitar la interconexión de mercados locales.
Las pautas Financieras.
El estado no asumió la construcción del ferrocarril sino que la realizó mediante concesiones a empresas
privadas. Según fijaba la ley de 1855, el estado otorgaba la construcción de cada lÃ−nea en subasta a la
empresa que aceptara la subvención pública mas baja. Reimpuso que a los 99 años las lÃ−neas pasaran a
propiedad del estado, esto provocó la utilización de materiales de baja calidad. Autorizándose además de
las compañÃ−as para importar libre de aranceles.
♦ Incidencias en AndalucÃ−a
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La pérdida del comercio colonial con América y de los beneficios provocó la ruina de las escasas
manufacturas radicadas en AndalucÃ−a. En el puerto de Santa Maria desaparecieron las fábricas de
Indianas, en Sevilla el número de operarios dedicados a la elaboración de los paños descendió de 2000 a
100 y en Cádiz los armadores de buques quedaron reducidos a 2 docenas.
Sin embargo, AndalucÃ−a durante el S.XIX protagonizó algunas iniciativas como por ejemplo los intentos
de industrias siderurgicas que se sitúan a finales de los años 20 del S.XIX en Málaga, cuando Manuel
AgustÃ−n Heredia inicio la construcción en Marbella de los hornos de la fundición de la Concepción,
alimentados por carbón vegetal. Un año más tarde se inaugurarÃ−a también en Málaga los altos
hornos de la Constancia trabajaban con hulla. Ambas iniciativas responden a la necesidad de los exportadores
de vino y aceites de la zona de producir flejes de hierro para los toneles.
Aprovechando la coyuntura de las guerras Carlistas, que paralizaron la construcción de las ferrerÃ−as del
norte, las siderurgias de Heredia y los hornos de Juan Giro de 1833 - 1841, vieron una etapa de expansión. A
ella se sumaron los altos hornos del Pedroso, la fundición de los hermanos Bona Plata y los talleres
metalúrgicos de Portilla radicados en Sevilla.
La industria textil con dos centros de producción uno en Antequera especializado en lana y otro en Málaga
donde se instalaron fabricas de algodón. Al calor de la siderurgia y la textil se desarrollo en Málaga la
industria quÃ−mica de carácter auxiliar. Este impulso alentado por la protección arancelaria y apoyados
por las nuevas inversiones de comerciantes se extendió por Sevilla donde en 1841 Pickman fundó la fabrica
de Loza de la Cartuja.
En Cádiz se desarrollo la industria vitivinÃ−cola y en AlmerÃ−a debido a los yacimientos mineros de
plomo, propició el auge de las industrias de fundición.
El negocio bancario experimentó desde mitad de los años 50 una fase de renovación y expansión la
construcción de ferrocarriles no contribuyo en la medida de lo esperado a vertebrar la sociedad y la
economÃ−a Andaluza. La red, que primó la comercialización de los capitales con Madrid carecÃ−an de la
conexión transversal que uniera las diferentes comarcas entre si.
En conclusión, la industria andaluza, se enfrentó desde sus inicios a un conjunto de problemas que lastraron
su desarrollo:
• Falta de combustible barato y la recuperación de las ferrerÃ−as del norte.
• En cuanto a la industria textil decayó por la debilidad del mercado y la escasa capacidad de consumo de la
población Andaluza, unida a la competencia del contrabando gibraltareño y la producción Catalana.
• Análisis y valoración de la medidas desamortizadoras
♦ Cambios en la agricultura
Los PolÃ−ticos ilustrados del S. XVIII se preocuparon por modernizar la agricultura, sin embargo, no
consiguieron su objetivo ya que la mayor parte de las tierras pertenecÃ−an a la nobleza y a las iglesias. El
carácter rentista y poco emprendedor de estos propietarios impedÃ−a que en España se produjera un
avance económico similar a la de otros paÃ−ses.
Para que el campo fuese rentable era necesario:
• Invertir en maquinas
• Invertir en abonos
• Introducir nuevos cultivos
• Buscar mercado para comercializar los productos
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• Cambiar las estructura de la propiedad lo que producirÃ−a una expansión de la producción agrÃ−cola
♦ La Desamortización
Los polÃ−ticos liberales de acuerdo con la idea de garantizar la propiedad privada y proporcionar la libertad
precisa para poder ejercerla, iniciaron la labor de convertir la propiedad inmueble (tierras) del antiguo
régimen, es decir, las fincas rusticas y urbanas eliminando el resto del régimen señorial (organización
medieval en la que el señor ejercÃ−a su poder sobre una zona territorial). PodÃ−a incluir también a la
población sobre la que poseÃ−a en derecho de juzgar y de cobrar impuestos y otras cargas) y para ello era
necesario radicar el sistema de propiedad de manos muertas que rendÃ−an poco, que estaban al margen del
libre comercio y que no tributaban a favor de la Hacienda Publica. De acuerdo con esto ya que la diputación
de Cádiz comenzaron la tarea para liberarlos. Lo primero fue desvincular los bienes de la nobleza y
desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales. Ambas opciones pretendÃ−an lo mismo, sacar al
mercado libre, para que fueran objetos de compraventa, bienes que el antiguo régimen habÃ−a dejado al
margen del mismo. La palabra desvinculación se aplicaba a los bienes de los seglares y la desamortización
a los bienes eclesiásticos. La desvinculación supuso una doble decisión. La primera fue la abolición de
los señorÃ−os, lo que significaba por un lado acabar con una serie de relaciones de dominio que los
señores habÃ−an tenido debido al privilegio concedido por los Reyes sobre los habitantes de dicho territorio
y por otro, convertir en propiedad particular y libre a aquellas tierras. Esta medida no aportaba cambios de
propietario, sino la transformación de los señores antiguos en propietarios con titularidad plena y libre.
La segunda medida fue la supresión del mayorazgo, la primera ley se recogió en 1820. La resistencia de la
nobleza retrasarÃ−a su culminación hasta 1841. El mayorazgo habÃ−a sido la formula por las que las cosas
nobiliarias habÃ−an podido mantener una gran parte de sus propiedades. El primogénito recibÃ−a por
herencia un bloque de bienes del que no era propietario, sino usufructuario que podÃ−a aumentar por compra,
pero nunca vender manteniendo el deber de transmitirlo a sus herederos. La abolición suponÃ−a que estos
bienes eran declarados libres y que podÃ−an ser vendidos por sus titulares.
La desamortización primero de los bienes eclesiásticos y luego de los pueblos fue la medida de mayor
transcendencia tomada por los gobiernos liberales. La desamortización suponÃ−a dos momentos bien
diferenciados: Primero la incautación por parte del estado de estos bienes que pasan de manos muertas para
convertirse en bienes Nacionales. Segundo la puesta en venta, mediante pública subasta de los mismos. El
producto de lo obtenidos lo utilizarÃ−a el estado a sus necesidades.
El proceso de desamortización ya habÃ−a comenzado a ser aplicado en el S.XVIII. Se a calculado que desde
se pusieron en venta los primeros bienes de los jesuitas expulsados en España por Carlos III en 1767 hasta
1924, fecha en que se derogó definitivamente las leyes sobre la desamortización, pasaron a manos de
particulares casi 20 millones de hectáreas, o sea, el 30% de la superficie del estado.
Este dilatado proceso de venta fue el resultado de varias desamortizaciones:
• Godoy 1798 mando que se enajenasen a beneficio de la Hacienda pública los bienes de los hospitales,
hospicios y casas de la misericordia, bajo un interés anual del 3% a loa desposeÃ−dos, frente al
planteamiento de los ilustrados (desamortizar para reformar la economÃ−a agraria) surge el planteamiento
de Godoy que utiliza la desamortización para sanear la Hacienda pública.
• En 1811 Se planteó en las Cortes de Cádiz el problema de la deuda publica una de las soluciones que se
propusieron fue la de declarar la banca-rota (el estado liberal no reconocÃ−a la deuda del estado
absolutista), pero un grupo de diputados se opuso a ello y mediante un decreto de 1813 se reconocÃ−a la
deuda que se pagarÃ−a con cargos a las propiedades de los Jesuitas, ordenes militares, conventos y
monasterios suprimidos o destruidos durante la guerra, las tierras de la inquisición y la mitad de tierras de
BaldÃ−os y realengo. Las fincas se vendÃ−an en públicas subastas.
• Durante el trienio liberal 1820 - 1823 se suprimÃ−an todos los monasterios de las órdenes monacales.
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• Mendizábal en el año 1836 se aprobó la venta de bienes raÃ−ces del clero regular (monjas y frailes).
De esta forma quedaron en manos del estado tierras, casas, monasterios y conventos con todos sus enseres.
Al año siguiente, en 1837, otra ley amplió la acción al sacar a la venta los bienes del Clero Secular
(catedrales e iglesias) lo que supuso la ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Con la desamortización de Mendizábal se pretendÃ−a lograr varios objetivos:
a.- Ganar la guerra Carlistas
b.- Eliminar la deuda publica al ofrecer a los compradores de bienes la posibilidad de pagar con tÃ−tulos
emitidos por el estado.
c.- Atraerse a las filas liberales a los principales beneficiarios de la desamortización que componÃ−a la
incipiente burguesÃ−a con dinero.
d.- Cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica de ser amortizada y colectiva, pasarÃ−a a ser libre e
individual. Pero habÃ−a mas, la iglesia seria reformada y transformada en una institución del nuevo
régimen comprometiéndose el estado a mantener a los clérigos y a subvencionar el consiguiente culto.
Los Resultados al no ser concebida como una revolución agraria las regiones de pequeña y mediana
propiedad sustituyeron con esta misma estructura, pero en las regiones donde las condiciones geográficas e
históricas favorecÃ−an el cultivo y la propiedad a gran escala, la propiedad se fue concentrando aun más.
Surgen nuevos propietarios locales que se incorporan al latifundismo y que arrendaron sus tierras, lo que
explica las revueltas por el reparto de tierras del S.XIX, como tuvo lugar en Málaga 1840. No obstante,
contribuyó a un incremento de la productividad rural, hacer frente a los gastos de la guerra y asegurar unos
ingresos regulares en los años siguientes.
5. Pascual Madoz. El 1 de mayo de 1855, el ministro de Hacienda sacó a la luz la ley de desamortización
general de los bienes del clero, del estado y de los municipios. El procedimiento para la venta fue el mismo
del de Mendizábal, sin embargo, habÃ−a 2 diferencias claras:
• El destino de los bienes: dedicado a la industrialización del paÃ−s en concreto a la expansión del
ferrocarril.
• Propiedad del dinero: el estado no era propietario sino el ayuntamiento. Aquel (estado) percibÃ−a el
importe de estos y lo trasformaba en lo que hoy serian bonos del Estado (suspendida la ley en 1856 y vuelta
en el 1858).
En la ley de 1860 el gobierno español prometÃ−a a la Santa Sede no hacer en adelante, por decisión
unilateral, ninguna venta y reconocÃ−a a la Iglesia capacidad para adquirir, retener, y usufructuar en
propiedad toda clase de bienes, declarando derogada la ley de Madoz, en cuanto se opusiera al texto del
convenio.
◊ Valoración de las desamortizaciones:
La importancia real de las medidas desamortizadoras es una cuestión discutida no solo por el dinero que
aportó al estado o por las superficies desamortizadas sino porque fue una medida que afectó a otros
aspectos de la vida social y económica del paÃ−s como el derecho, la Hacienda, la agricultura, las
inversiones, etc. Para Vicent vives se limitó a hacer una transferencia de bienes de la iglesia a las clases
económicas más fuertes. Para Raimon Karr fue un desastre social porque arrebató a la población su
medio de vida. Fue también un desastre natural al extenderse la deforestación y la erosión. La
desamortización fue la gran oportunidad perdida para repartir la tierra a los campesinos y trasformar las
bases de la agricultura.
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En cambio para Fontana la desamortización supuso una medida de Hacienda que de paso iba a tener
consecuencias beneficiosas para la economÃ−a del paÃ−s, la necesidad de obtener dinero planteó la
desamortización de forma beneficiosa para los que tenÃ−an medios, lo que significaba decretar el despojo de
los campesinos, dando lugar a la aparición de un proletariado agrÃ−cola.
En cuanto a la estructura de la propiedad a penas varió la situación desequilibrada de predominio del
latifundismo en el centro y sur y el minifundio en las extensas áreas del norte y noroeste.
[Puntos 2. y 3. en fotocopias]
4. Movimiento Obrero Español: Anarquismo y Socialismo.
A. Inicios del Movimiento Obrero.
Aunque la
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