¿Por qué NoGracias? ¿Por qué somos miembros de NoGracias? Porque si no existiese NoGracias habría que inventarla. Mercedes Pérez Fernández1 y Juan Gérvas2 La actividad industrial es parte esencial de la economía. Es un sector clave que se suma al agrícola­ ganadero­pesquero­minero y al de servicios para generar riqueza y bienestar en la economía de mercado. Pero como bien se dice "el peor enemigo del capitalismo es el capitalista" y toda actividad económica precisa de un cierto control para que no campe por sus respetos y termine siendo nociva para la sociedad. Por ejemplo, la actual crisis económica es consecuencia de la falta de regulación de las industrias financieras que antepusieron su afán de lucro (codicia) a la verdad y al bienestar social. Es decir, rompieron el acuerdo por el que se espera que las industrias creen "valor" para la sociedad y a cambio enriquezcan a sus accionistas (primero el "valor" social, después el dinero para los accionistas). El disfrute de la salud de individuos y de poblaciones depende de los determinantes sociales (vivienda, trabajo, educación, democracia, distribución de la riqueza y otros). Entre los determinantes sociales, la existencia de un sistema sanitario de financiación pública y cobertura universal. El mantenimiento y atención de la salud precisa de productos, organización e ideas que en mucho dependen de la actividad industrial. Es impensable, por ejemplo, un mundo sin medicamentos (sin vacunas, sin hormonas, sin antibióticos, sin anestésicos y analgésicos, etc), o sin tecnología médica (sin aparatos de radiología, de ecografía, sin material quirúrgico, etc), o sin alimentos con garantías sanitarias, o sin el impulso de las organizaciones de gestión sanitaria, o sin el conocimiento que generan las organizaciones científicas públicas y privadas, etc. Las industrias sanitarias también precisan de una estricta regulación, como bien demuestran los abusos en casos como la gripe (venta de Tamiflú/Relenza como símbolo de la ruptura del acuerdo social de primero crear "valor" para la sociedad y después beneficios para los accionistas). Tal regulación no es cuestión que pueda delegarse simplemente a los políticos y a los reguladores pues ellos mismos resultan "capturados" por las industrias como bien demuestra el caso extremo y 1 2 Médico general jubilada. Especialista en Medicina Interna. Miembro del Equipo CESCA (Madrid, España). Responsable de ética en NoGracias y presidente del Comité de Ética de la REAP. [email protected] Médico general jubilado. Doctor en Medicina. Coordinador del Equipo CESCA (Madrid, España). Responsable de Relaciones Internacionales en NoGracias. Profesor Visitante, Departamento de Salud Internacional, Escuela Nacional de Sanidad, Madrid. [email protected] frecuente de la "puerta giratoria" en que los responsables políticos pasan a ser empleados de aquellos que deberían haber controlado adecuadamente (como "premio" a sus acciones pasadas o futuras en funciones de tales responsables políticos). Por ello precisamos de organizaciones de la sociedad civil que apoyen a los políticos e industriales honrados, y exijan en todo caso controles que garanticen que el "valor" social estará por delante de los beneficios. En sanidad, además, el "valor" puede ser la vida, como demuestra la mortalidad causada por medicamentos autorizados imprudentemente, tipo Vioxx. Necesitamos de NoGracias y de organizaciones similares de la sociedad civil que ayuden a poner el "valor" de la salud y de la vida por delante del beneficio de los accionistas de las industrias sanitarias. Somos miembros activos de NoGracias con sano orgullo pues sentimos que de esta forma cooperamos a unas relaciones transparentes, proporcionales e independientes con las industrias sanitarias. Dicha cooperación ayuda a que el sistema sanitario cumpla sus dos funciones clave: 1/ evitar, curar, aliviar y consolar el padecer humano y 2/ ayudar a bien morir. Para ello precisamos de actividad industrial pero con un control social, político y legal que asegure que no se ponen los beneficios de los accionistas por delante de la salud y la vida de individuos y poblaciones. NoGracias suma "valor" a las industrias al cooperar en el cumplimiento de su mejor y más sano objetivo, el de crear al tiempo riqueza para la sociedad y para los accionistas. En cierto sentido NoGracias "compensa" el sesgo a­científico que introduce la excesiva­total dependencia de las industrias sanitarias de las "sociedades científicas" de profesionales y de las asociaciones de pacientes. NoGracias se suma a otras muchas organizaciones sociales españolas, tipo OCU y FACUA, para exigir el trabajo honrado de las industrias sanitarias. También se suma NoGracias a otras muchas organizaciones internacionales que van en la misma línea, como NoFreeLunch, NoGracie, AllTrials, HealthySkepticims y otras. Si no existiese NoGracias habría que inventarla. NOTA Más de los autores sobre esta cuestión: http://equipocesca.org/la­red­espanola­de­atencion­primaria­y­la­industria­farmaceutica­algunas­ consideraciones­eticas­y­practicas/ http://equipocesca.org/relaciones­entre­la­industria­farmaceutica­y­los­profesionales­sanitarios/ http://www.actasanitaria.com/tenemos­un­problema­las­industrias­farmaceuticas­de­la­admiracion­ al­desprecio/