29. LA CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN Objetivo : Que los chicos conozcan la importancia de cada rito en la celebración de la confirmación y su significado. Esquema propuesto para el encuentro: MOTIVACION: Comenzaremos el encuentro completando la ‘papeleta’ que se requiere para la confirmación. Cada chico completará el talón correspondiente a su ficha de inscripción. Será conveniente ponerse de acuerdo con la secretaria parroquial. Una vez completada la ficha vamos a ver, brevemente, cada rito de la Celebración para que los chicos tengan una idea de cómo será la Confirmación. Será conveniente tener un afiche con los distintos momentos para poder explicárselo a los chicos (tener en cuenta Ayuda para el coordinador) Celebración de Confirmación Entrada Liturgia de la Palabra Presentación de los que serán confirmados Homilía Diálogo del Obispo con los Confirmandos Renovación de las Renuncias y Promesas Bautismales Imposición de las Manos Crismación Oración de los fieles (sin Credo) Continua la celebración de la misa como siempre ORACION FINAL Finalizaremos el encuentro rezando con la Renovación de las promesas bautismales de la siguiente manera: a cada pregunta del celebrante, en lugar de responder si, renunciamos o si creemos, proponemos que libremente digan qué es lo que por ejemplo en la primer pregunta nos impide amar a Dios sobre todas las cosas … y una vez que se dijeron algunas cosas decimos Si, renunciamos. Renovación de las Renuncias y Promesas Bautismales coord. : ¿Renuncian a todo lo que les impide amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ustedes mismos? Momento para oraciones libres… Todos: Sí, renunciamos. Coord .... : ¿Renuncian a todo lo que les impide vivir como buenos hijos de Dios en la Familia cristiana? Todos Sí, renunciamos. Coord.... : ¿Renuncian a todo lo que les impide comportarse como verdaderos testigos de Jesús en medio del mundo? Todos Sí, renunciamos. Coord .... : ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del universo, que nos llama a completar su obra? Todos Sí, creemos. Coord .... : ¿Creen en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre y nuestro hermano, que murió y resucitó para salvarnos? Todos Sí, creemos. Coord .... : ¿Creen en el Espíritu Santo, que vive en nosotros? En la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y apostólica; en la resurrección de la carne y en la Vida eterna? Todos Sí, creemos. Coord Ésta es nuestra fe. Ésta es la fe de la Iglesia, la que nos gloriamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor. Luego, repartiremos a cada chico la silueta de un hombre, recortadas previamente en cartulina. En ella cada uno escribirá su nombre. Haremos un momento de silencio para que cada uno piense lo que significa su nombre, …el nombre que le regalaron sus padres… Luego escribir cómo somos, qué talentos reconocemos en nosotros mismos… la identidad que Dios te regaló Luego los coordinadores bendecirán a los chicos haciendo la señal de la cruz en las frentes con el pulgar derecho (sin imponer las manos) y entregarán a cada uno otra silueta pero de mayor tamaño que la primera que tenga escrita en ella aquello que nosotros como coordinadores piden al Espíritu santo se acreciente en ellos. “ … NN… que el Espíritu Santo haga crecer tu…. (capacidad de comunicación, tu alegría, tu sinceridad, etc.…)… Amén” Sería interesante aprovechar lo que conversaron en la entrevista personal Finalizar con un canto. AYUDA PARA EL COORDINADOR Cuando la Confirmación se celebra separadamente del Bautismo la liturgia del Sacramento comienza con la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe de los confirmandos. Así aparece claramente que la Confirmación constituye una prolongación del Bautismo (cf SC 71), como así también la celebración de la Confirmación dentro de la Eucaristía contribuye a subrayar la unidad de los sacramentos de la iniciación cristiana ( Bautismo, Eucaristía y Confirmación). Importante: Acordarse de hacerles ver a los chicos que para recibir la Confirmación es preciso hallarse en estado de gracia. Recordarles que conviene recurrir al sacramento de la Penitencia para ser purificados en atención al don del Espíritu Santo. El rito de imponer las manos sobre alguien significa comunicarle a otro algo de uno mismo. Es signo de liberación y también de consagración. En este caso se indica que el Espíritu Santo toma posesión de la persona elegida, y le da autoridad (=servicialidad) y aptitud para ejercer una determinada función en la comunidad (ver Deut.34,9). En este rito, el obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los apóstoles, es el signo del don del Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu: “Dios todo poderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de entendimiento, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo nuestro Señor.” El sacramento de la Confirmación es conferido por la unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano de modo personal. Por este motivo hace muchos siglos la Iglesia agregó al signo de la imposición de manos, la unción en la frente con el Crisma, un aceite mezclado con perfumes preparado personalmente por el Obispo. La unción quiere señalar más significativamente la llegada del espíritu a nuestro corazón y la marca de cristiano (ungidos) que él pone en nuestra alma. En la celebración de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual. La unción posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia (cf Dt 11, 14) y de alegría (cf Sal 23, 5; 104,15); purifica (unción antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores); es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas (cf Is 1, 6; Lc 10, 34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza. Todas estas significaciones de la unción con aceite se encuentran en la vida sacramental. La unción del santo crisma después del Bautismo, como por ejemplo en la Confirmación; es el signo de una consagración. Por la Confirmación, los cristianos, es decir, los que son ungidos, participan mas plenamente en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que éste posee, a fin de que toda su vida desprenda el buen olor de Cristo (cf 2 Co 2,15). Por medio de esta unción, el confirmado recibe la marca, el sello del Espíritu Santo. Este sello del Espíritu Santo, marca la pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para siempre, pero indica también la promesa de la protección divina en la gran prueba escatológica. Un momento importante que precede a la celebración de la Confirmación, pero que, en cierta manera forma parte de ella, es la consagración del santo crisma. Es el obispo quien, el Jueves Santo, en el transcurso de la Misa crismal, consagra el santo crisma para toda su diócesis. La Confirmación, en efecto, imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el carácter, que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo (cf Lc 24, 48-49). El carácter perfecciona el sacerdocio común de los fieles, recibido en el Bautismo, y el confirmado recibe el poder de confesar la fe de Cristo públicamente, y como en virtud de un cargo. Es importante ver que la fórmula que utiliza el Obispo en la Crismación comienza con el nombre del confirmando: un asistente pide al confirmando o su padrino una "papeleta" donde figura la identidad del que recibe el Don simbolizada por el nombre que recibió en el Bautismo. Nadie elige su propio nombre y nadie elige nacer, es un regalo que se recibe. El nombre que yo no elegí me recuerda que el Señor me llamó a la vida y me dio una personalidad especial. "Yo iré delante de ti y allanaré los cerros; romperé las puertas de bronce y haré saltar los cerrojos de hierro. Te daré tesoros secretos y riquezas escondidas, para que sepas que yo soy el Señor, el que te llama por tu nombre, el Dios de Israel. Por amor a Jacob, mi servidor, y a Israel, mi elegido, yo te llamé por tu nombre, te di un título insigne, sin que tú me conocieras." (Is 45, 2-4). Pero sobre ese nombre el cristiano tiene que construir su propia identidad cristiana, con la que entrará al cielo. En el cielo cada uno llevará el "nombre" (identidad) que supo construir. En algunos lados, los que van a ser confirmados agregan en la "papeleta" un segundo nombre, signo de la riqueza que quieren darle a su identidad con la ayuda del Espíritu. Entonces él obispo al sellar al confirmando menciona los 2 nombres. "Ustedes, en cambio, se han acercado a... a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo." (Hb 12, 22s). El Obispo dice: “recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles. Resalten la importancia de prepararse con una oración más intensa para recibir con docilidad y disponibilidad la fuerza y las gracias el Espíritu Santo (cf Hch 1,14).