Karl Marx. “El Capital”. Tomo I, Volumen 3, Capítulo XXIV: La llamada acumulación originaria Autora: Lic. Sandra M. Buccafusca “Todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas” Karl Marx1 Antes de presentar las preguntas que dan cuerpo a esta Guía se creyó conveniente elaborar una muy breve referencia al contenido global del Tomo I de “El Capital”, del cual forma parte el Capítulo XXIV. “El Capital”, según el mismo autor señala en el Prólogo a la Primera Edición 2, es la continuación de otro de sus trabajos, “Contribución a la crítica de la economía política”, publicado en 1859. Sin embargo, la ambición intelectual de “El Capital” es mucho mayor, ya que lo que Marx pretende y logra es investigar y determinar las “leyes” que rigen el modo de producción capitalista y las relaciones de producción e intercambio que le corresponden. El Tomo I está dedicado al proceso de producción de capital a partir del estudio de las relaciones de explotación del trabajo asalariado por el capital. En este aspecto Marx aporta un avance -que bien puede ser entendido como transformación- de la economía política ya que explica el origen de la plusvalía y su verdadera naturaleza, partiendo de un supuesto teórico anterior al que consideraron los clásicos del liberalismo económico. Dicho de otro modo, Marx descubre que la mercancía que vende el obrero y compra el capitalista es la fuerza del trabajo, no el trabajo. Este descubrimiento –entender al trabajador como una mercancía más- es el que permitirá explicar tanto la explotación capitalista como la plusvalía, entendida como la medida o el grado de dicha explotación. Además de estos aspectos que pueden considerarse técnicos por su alto nivel de abstracción, Marx trata su teoría como guía para la acción política, no sólo para interpretar al mundo sino para transformarlo, es por ello que –a partir de su análisis e interpretación de acontecimientos históricos puntuales- desprende categorías que van a conformar su corpus teórico. Desde esta perspectiva, no parece incorrecto pensar que en “El capital” se ve el reflejo de la época que marca el inicio del modo de producción capitalista. En él están expuestos la miseria, los problemas del trabajo del hombre, la mujer y los niños, cómo la máquina -en su utilización capitalista- en lugar de aliviar la tarea provoca desocupación, intensificación del trabajo, disciplina de cuartel, monotonía e incremento del despotismo capitalista. En este sentido es que, en el libro primero Marx describe y analiza el proceso de separación de los productores directos respecto de los medios de producción, reconociendo el proceso de liquidación y diferenciación de los campesinos, de la explotación. Resulta entonces casi imposible no vincular algunas de las categorías marxianas expuestas en el Capítulo XXIV del Tomo I con el inicio de la Revolución Industrial en Inglaterra, entendiendo Citado por Marshall Berman en “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. Siglo XXI Editores, México, 1988 2 Londres, 25 de Julio de 1867 1 que a partir de una nueva situación se comienza a observar una fractura que expresa el agotamiento de un modo de producción y el inicio de otro. Por último, cabe destacar que tanto “El Capital” como la totalidad de la obra, dan cuenta del fuerte posicionamiento político del autor a partir de la funcionalidad que Marx le atribuye a la construcción de teoría, porque no solo permite analizar desde un nuevo marco teórico los efectos que produce la industrialización, sino que impulsa activamente al mundo proletario a participar de la lucha -a partir de su concientización como clase social en contradicción estructural con la burguesía-. Lucha que en principio exigirá el mejoramiento de las condiciones laborales pero fundamentalmente y como fin último intentará contribuir a la destrucción del modelo capitalista. Para expresarlo con las palabras del propio Marx quien en 1867 le escribe a Becher: “el libro (en referencia a El Capital) constituye el más temible proyectil que se haya lanzado nunca sobre la cabeza de los burgueses, terratenientes incluidos”.3 GUIA DE PREGUNTAS I. Explique cuales son las condiciones que deben coincidir en el proceso de acumulación para que el dinero y la mercancía se transformen en capital y cómo a partir de dichas condiciones el autor arriba a la definición de acumulación originaria. II. Marx entiende que la acumulación originaria es el producto de una serie de procesos históricos que tienen como elemento común la expropiación. Descríbalos brevemente y reconozca la particular trascendencia que adquieren los cercamientos parlamentarios al interior de la serie de procesos. III. Marx reconoce al Estado como institución funcional a los intereses del capitalismo, ¿qué papel cumple, en este sentido, la legislación? IV. Analice los motivos que ofrece el autor para reconocer cómo la Revolución Agrícola representa una condición sine qua non tanto para la creación del mercado interno como para la separación entre la agricultura y la manufactura. V. Describa el análisis que realiza Marx sobre el colonialismo y cómo lo vincula con la formación de la deuda pública, el sistema crediticio internacional y la esclavitud. VI. El autor asegura que la acumulación originaria se resuelve en la disolución de la propiedad privada fundada en el trabajo propio. A partir de esta afirmación explique el proceso por el cual se produce el agotamiento del modo de producción, haciendo hincapié en la concentración del capital. 3 Citado por Elmar Altvater en “Leyendo El Capital”. Editorial Cartago, Madrid, 1972.