También son para adultos - Observatorio de Política Social y

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También son para adultos
Salud y Bienestar. Especial. VACUNAS. Es una idea errónea que las
vacunas están indicadas sólo para niños
Natalia Vitela
(29 enero 2011).- Vacunarse no es cuestión de edad. Se cree que sólo los
niños deben hacerlo, sin embargo, así como existe un programa de vacunación
infantil lo ideal es que los adultos contaran con uno similar para prevenir
enfermedades, como hepatitis A y B, tétanos y difteria, entre otras.
"Aunque la vacunación suele relacionarse con la etapa infantil, en la edad
adulta también existen agentes inmunológicos que se utilizan no sólo como
complemento de la vacunación en los niños, sino como esquemas preventivos
en los adultos. No obstante, la generalización de la vacunación en el adulto
enfrenta serias dificultades, entre las que pueden señalarse la insuficiente
cultura preventiva de la sociedad mayor de 18 años -inclusive entre el personal
de salud-, los costos de establecer esquemas poblacionales y la falta de
programas sanitarios al respecto", indica José Halabe Cherem en el libro
Vacunación en el Adulto (Mc Graw Hill).
De acuerdo con el médico internista y ex presidente del Colegio de Medicina
Interna de México, los papás suelen llevar a sus hijos a vacunarse, pero ellos
no acuden a hacerlo porque no están conscientes de la importancia de hacerlo.
"Por otra parte, hoy en el País la vacunación infantil es un programa de salud
pública importante pero en los adultos no es así", precisa.
Según una publicación del Seminario "El Ejercicio Actual de la Medicina", de la
Facultad de Medicina de la UNAM, se ha descubierto que algunas vacunas
aplicadas en la niñez deben ser reforzadas en la edad adulta, pues la
inmunidad no es permanente en todos los casos y la vacunación sólo pospone
la enfermedad.
De acuerdo con Halabe Cherem, jefe de Educación e Investigación del Centro
Médico ABC, desde el punto de vista biológico, la vacunación del adulto resulta
incluso más sencilla que la del niño.
"(El adulto) cuenta con un sistema inmunitario maduro que garantiza una mejor
respuesta que la que ocurre en muchos sujetos pediátricos y no existe el
inconveniente de la transmisión trasplacentaria de anticuerpos que pueden
interferir o modular la respuesta a la inmunización.
"Además, el adulto entiende mejor que el niño la necesidad de que se le
aplique una vacuna. Los adultos están expuestos a ciertos riesgos como los
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laborales o los relacionados con la actividad sexual que pueden propiciar
enfermedades prevenibles mediante la vacunación", puntualiza el especialista
en el libro citado.
Por lo que, para Halabe Cherem deben darse pasos seguros hacia la
sistematización de la vacunación del adulto.
"Por lo que se propone el diseño de una cartilla para el control de la vacunación
del adulto similar a la que existe para los niños, que incluya tanto el
cumplimiento del esquema recomendado para el adulto sano como el
confeccionado de acuerdo con el perfil de riesgo de cada persona", refiere en
su libro.
Esquema de vacunación
De acuerdo con Halabe Cherem, a los adultos de los 18 a los 24 años se les
recomienda vacunarse contra la hepatitis A y B, el tétanos y difteria, el
sarampión, la rubéola y el Virus del Papiloma Humano.
"La vacuna contra la hepatitis B debe aplicarse a todas aquellas personas que
están expuestas a sangre y derivados. Asimismo deben ponérsela individuos
con enfermedades crónicas, personas con hepatopatía crónica, personal de
salud, drogadictos y aquellos que tienen contacto sexual de alto riesgo. Con
ésta puede prevenirse la posibilidad del hepatoma, así como también algunas
otras enfermedades como la poliarteritis nodosa, la cual se relaciona con el
propio virus de la hepatitis B".
El especialista indica que la vacuna contra el tétanos y difteria debe aplicarse al
tiempo cero, al mes y a los seis meses y después cada 10 años.
"Si una persona se infecta contra el tétanos o la difteria tendría que ponerse la
antitoxina diftérica tetánica, la cual es muy difícil de conseguir", advierte.
Las vacunas contra el sarampión y la rubéola, explica, deben aplicarse cuando
las personas no tienen antecedentes de la enfermedad o cuando no han sido
vacunados en la infancia.
En la vejez El experto señala que las personas de los 25 a los 64 años deben
vacunarse contra el tétanos y la difteria, la rubéola y las dos hepatitis, en tanto
que, de los 65 en adelante contra el tétanos y difteria, el neumococo y la
influenza.
"También se aconseja la vacunación contra el neumococo a personas con
ciertos factores de riesgo, como aquellos que padecen enfermedades
cardiacas, pulmonares y de hígado, que no tienen bazo, con hepatomas, así
como también a quienes son fumadores crónicos y alcohólicos", precisa.
Afirma que la vacuna contra la influenza debe ponerse a los pacientes
inmunocomprometidos, con tratamiento crónico con aspirina, personas que no
tienen bazo, diabéticos y personal de salud.
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Halabe Cherem asegura que se ha dado un incremento de la tosferina.
"Muchos de los pacientes con tos crónica pudieran tener tosferina. Hoy ya
existe la vacuna celular contra la tosferina. Actualmente se está viendo la
posibilidad de aplicarla cada 10 años en los adultos siempre y cuando tengan
su esquema de vacunación completo de niños. Una persona que no se ha
puesto el esquema de vacunación completo tendría que ponérsela al tiempo
cero, al mes, a los seis meses y después cada 10 años".
El médico internista aclara que ninguna vacuna es inocua y todas tienen
efectos secundarios.
"Pero sin duda, es muy importante que las personas pongan en la balanza el
costo beneficio", señala.
Un gran invento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la vacunación y la
potabilización del agua como las intervenciones de salud pública más
importantes en la historia de la humanidad; el organismo calcula que la
vacunación salva 3 millones de vidas al año.
La vacunación puede definirse como la introducción a un organismo de
bacterias o virus vivos atenuados o muertos, o bien de alguno de sus
componentes o productos alterados para provocar una respuesta inmunitaria y
establecer memoria inmunitaria contra la infección.
Inmunización en grupos especiales de la población
Influenza
- Pacientes con trastornos renales crónicos
- Diabéticos
- Pacientes con neoplasias hematológicas
- Neumópatas
- Personal de salud Neumococo
- Residentes en asilos
- Diabéticos
- Alcohólicos
- Pacientes con neoplasias
- Neumópatas
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- Asplénicos
Hepatitis B
- Pacientes con trastornos renales crónicos
- Personal de salud
- Personal en contacto con sangre o derivados
- Prisioneros
- Enfermos mentales
- Drogadictos
- Sujetos de promiscuidad sexual
Fuente: "Vacunación en el Adulto", Doctor José Halabe Cherem
Reacciones secundarias y contraindicaciones
En adultos
Vacuna
Reacciones secundarias
Contraindicaciones
Hepatitis A
Dolor en el sitio de inyección, fiebre,
Hipersensibilidad
cefalitis, fatiga, náusea e hiporexia
Náusea, fiebre, malestar general,
Hepatitis B artralgias, mareo, prurito, ictericia, Hipersensibilidad
síntomas gripales, dolor abdominal
Influenza
Dolor en el sitio de aplicación, febrícula, Hipersensibilidad,
malestar general, mialgias
embarazo
Eritema, dolor leve, induración en el
Neumococo sitio de la aplicación, exantema, Hipersensibilidad
mialgias
Rubéola
Artritis aguda y crónica, neuropatía, Inmunosupresión
trombocitopenia
embarazo
grave,
Fiebre entre el quinto y doceavo días,
Hipersensibilidad,
exantema mínimo, malestar general,
Sarampión
embarazo
e
tos, coriza y cefalea. Dolor y eritema en
inmunosupresión grave
el sitio de la inyección
Tétanos
Eritema y dolor local
Hipersensibilidad
Papiloma
Dolor en el sitio de inyección
Precaución
embarazo
en
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el
- "Vacunación en el Adulto", de José Halabe Cherem. Editorial Mc Graw Hill.
“También son para adultos”, Vitela Natalia, 23 de Febrero del 2011. En
Reforma www.reforma.com
Palabras claves – Vacunación, adultos.
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