Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro CAPÍTULO 7 SECCIÓN CONTENIDO 7.1 Unidad de competencia. 7.2 Elementos de competencia. 7.3 Introducción. Habilidades psicológicas en el árbitro 7.4 Inteligencia en el control de la afectividad. 7.5 Desarrollo de habilidades psicológicas. 7.6 Técnicas para incrementar la activación y la energía. 7.7 Conclusiones. 7.8 Autoevaluación. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 106 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro 7.1. Unidad de competencia. Describir las habilidades psicológicas en un árbitro de fútbol, así como las técnicas que permiten incrementar la activación y la energía antes y durante un partido de fútbol asociación. 7.2. Elementos de competencia. Describir la importancia de los procesos del pensamiento para el control de las emociones y la afectividad. Identificar las habilidades psicológicas presentes en un árbitro de fútbol asociación. Explicar las técnica que permiten el incremento de la activación y la energía antes y durante un partido de fútbol asociación. 7.3. Introducción. En este capítulo se plantea la importancia de los procesos del cerebro, cómo a través del pensamiento podemos cambiar situaciones y emociones, logrando así un control del desempeño arbitral. Además, se revisan algunas herramientas que nos proporciona la psicología del deporte para el desarrollo de habilidades psicológicas, para incrementar la activación y la energetización necesarios para el desempeño de un árbitro dentro y fuera del terreno de juego. 7.4. Inteligencia en el control de la afectividad. Los árbitros necesitan aprender a dominar sus temores, acabar con las distracciones, el estrés, los errores, enfrentarse a los contratiempos y adquirir habilidades mentales que pueden ser utilizadas en todas las actividades de la vida. Por lo tanto, en la práctica del arbitraje de fútbol asociación, es necesario incorporar herramientas psicológicas y fisiológicas ya que los pensamientos, imágenes y pautas mentales actúan como mecanismos de dirección y control. El cerebro dirige y el cuerpo obedece. Por ello, la puesta en marcha de cualquier actividad comienza en la cabeza y termina en los músculos. Una buena máquina sin alguien que la controle puede ser ineficaz. Sólo el cerebro puede determinar si un objetivo es realista y en qué medida puede lograrse; si algo falla, intenta arreglar la situación; maneja el error utilizando un nuevo enfoque; cambia lo que ha sido negativo en positivo, anticipa problemas y soluciones, apuesta por el Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 107 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro futuro y no por el pasado; mantiene lo que ha funcionado y desecha las conductas ineficientes. El uso de la inteligencia es fundamental para el desempeño exitoso del árbitro de fútbol, como en cualquier actividad humana. Los sistemas de energía humana durante el ejercicio están controlados por el cerebro y la médula espinal, conocidos como sistema nervioso central. De un modo u otro el cerebro controla toda la actividad fisiológica y psicológica del ser humano. Pero raramente ejercitamos todo el potencial que se posee. Se calcula que la gente utiliza el 10 %, aproximadamente, del potencial de su cerebro. Los que más lo emplean no pasan del 30 % de sus posibilidades. Eso significa que la inmensa mayoría de nuestro potencial como seres humanos queda sin explotar. Se puede entrenar nuestro cerebro hasta un nivel extraordinario. Así, podemos aprender a controlar ciertas acciones de nuestro cerebro, por ejemplo: Disminuir el ritmo cardíaco. Hacer descender la presión sanguínea. Cambiar la temperatura de la piel. Disminuir la sudoración. Controlar el tono muscular y las ondas electroencefalográficas. También se puede aprender a entrenar los centros de control motor de nuestro cerebro, de forma que se puede ejercer una regulación muy precisa del sistema muscular. Es lo que algunos llaman «pensar con nuestros músculos». Las áreas cerebrales de control motor pueden estar parcialmente controladas por zonas del cerebro que no hemos entrenado y consiguientemente no controlamos. Son más bien ellas las que nos controlan. Por ejemplo, ciertos pensamientos o emociones pueden interferir o mejorar el rendimiento. Pensamos con nuestro cerebro, de ahí que hablemos de la importancia de la mente en el deporte. Las funciones mentales, al igual que los demás mecanismos psicológicos, dependen también de nuestro cerebro y son susceptibles de control. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 108 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro 7.5. Desarrollo de habilidades psicológicas Las habilidades psicológicas son conductas aprendidas que contribuyen a mejorar la labor del árbitro de fútbol, por lo que es necesario dedicar un tiempo determinado para su adquisición y perfeccionamiento. Algunas de estas habilidades psicológicas son: a) b) c) d) e) f) g) h) i) j) k) l) Establecimiento de objetivos. Autoobservación y autorregistro. Autoevaluación subjetiva del nivel de activación. Autoevaluación objetiva del rendimiento. Relajación y respiración Habilidades atencionales Control de cogniciones disfuncionales; Identificación y consecución del nivel de activación óptimo. Preparación personal para la actuación en el arbitraje de fútbol. Autorregulación y autocontrol en el arbitraje de fútbol. Solución de problemas y toma de decisiones. Habilidades interpersonales. a) Establecimiento de objetivos Es una técnica que puede ser utilizada con varios propósitos: Planificar mejor el trabajo a realizar. Aumentar la motivación, la autoconfianza y el estado de alerta. Controlar la atención. Optimizar posibilidades de rendimiento en el arbitraje. En esta línea, en la mayoría de los ejemplos de este capítulo, se incluye el establecimiento de objetivos como una de las estrategias que forman parte de los programas de intervención psicológica. b) Autoobservación y autorregistro El propósito de estas habilidades, es ser capaz de observar, rigurosamente, la propia conducta externa e interna, y registrar los datos observados, para que sean analizados y comparados con otros datos autoobservados en anteriores o futuras ocasiones. Esto permitirá hacer un análisis de las reacciones que se tienen en ciertas circunstancias y con ello se aprende a autocontrolar las emociones que antes nos provocaban conflictos con otros o con nosotros mismos. En ausencia de estas habilidades, es difícil evaluar las experiencias internas o emocionales del árbitro y lograr que aprenda a autorregularlas. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 109 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro Finalmente cabe mencionar que la autoobservación y el autorregistro de las experiencias, aumentan el nivel de alerta respecto a éstas, facilitando, así, la posibilidad de conocerlas mejor y auto controlarlas en la dirección que más convenga. c) Autoevaluación subjetiva del nivel de activación Como complemento de la autoobservación, es posible aprender a autoevaluar diversas experiencias internas como: El nivel de activación general. La intensidad de la concentración. El grado de dominio o control percibidos. Entre otros. Con este propósito, se puede entrenar para dominar la habilidad de cuantificar estas experiencias, utilizando diversas escalas de activación, concentración y dominio percibido. Cabe destacar que el dominio de esta habilidad, facilita la identificación del nivel de activación óptimo (el nivel que favorece el máximo rendimiento) y autorregular su activación para conseguirlo. d) Autoevaluación objetiva del rendimiento. Evaluar el propio rendimiento de la manera más objetiva posible, es una habilidad esencial, pues permite mejorar el conocimiento de lo que se está haciendo e impide, como ocurre en numerosos casos, realizar una evaluación sesgada inapropiada que, desde el punto de vista deportivo y psicológico, puede resultar muy perjudicial. En concreto, una evaluación incorrecta del rendimiento constituye una realimentación inadecuada que dificulta las acciones pertinentes para mejorar el rendimiento. Además, puede deteriorar la autoconfianza y propiciar la presencia de respuestas emocionales adversas (culpabilidad, ansiedad, desánimo, etcétera). e) Relajación y respiración La autoaplicación de técnicas de relajación y respiración, puede resultar muy útil para reducir el nivel de activación general, manejar situaciones estresantes; por ejemplo en momentos de exceso de tensión antes o durante un partido. Estas técnicas consisten en disminuir la activación en zonas del cuerpo específicas y facilitar la práctica en imaginación; algunas técnicas de respiración provocan un aumento de la activación. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 110 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro El dominio de estas técnicas, requiere un proceso de entrenamiento para pasar de la fase de adquisición de la habilidad a una fase de aplicación progresiva en la que, de ser posible con el apoyo de un psicólogo deportivo, se debe orientar y supervisar al árbitro. Lo importante es que usted como árbitro utilice las técnicas que mejor se adapten a sus necesidades, características y preferencias. Por lo tanto, es conveniente aprender una variedad de ejercicios y observar cuáles son los que deben potenciarse en cada caso particular. Además, debe acentuarse la necesidad de adquirir el compromiso firme de practicar con continuidad para que la habilidad se consolide y pueda utilizarse eficazmente, siendo interesante especificar, inicialmente, los días, horas y lugares asignados para la práctica. f) Habilidades atencionales Estas habilidades consisten en un comportamiento atencional específico que debe ser aprendido; pudiendo utilizarse, para ello, un proceso de entrenamiento que incluya los siguientes pasos: 1°. Delimitar cuál es el comportamiento atencional concreto que el árbitro debe aprender. 2°. Ensayar el comportamiento acordado mediante la práctica de la imaginación. 3°. Practicar este comportamiento In situ aprovechando situaciones propicias y oportunidades específicas. g) Control de cogniciones disfuncionales A menudo, tenemos pensamientos, imágenes, autodiálogos y creencias que perjudican nuestro funcionamiento; por ejemplo, se piensa que vamos a fallar, tenemos imágenes sobre nuestra ejecución en las que nos vemos fallando o decimos frases como «hoy no es mi día, no doy una. Estas cogniciones disfuncionales, pueden controlarse si somos capaces de desarrollar la habilidad de combatirlas eficazmente. Para ello, en primer lugar, deben diferenciarse los pensamientos, imágenes y autodiálogos que se presentan en momentos concretos, de las creencias rígidas y más estables que influyen en la disposición general. Estos pensamientos, imágenes y autodiálogos pueden combatirse con habilidades como: La detención del pensamiento. Se puede utilizar enérgicamente la palabra ¡stop!). Las autoafirmaciones. Emplear frases que puedan ser eficaces para combatir los pensamientos negativos. Las autoinstrucciones El reenfoque atencional. Dirigir el pensamiento hacia una actividad mental alternativa, por ejemplo, dirigir la atención hacia el control de los ejercicios de relajación. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 111 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro h) Identificación y consecución del nivel de activación óptimo Como ya se ha señalado, el nivel de activación influye en el rendimiento de manera decisiva, existiendo un nivel de activación óptimo para cada sujeto y situación, en cuya presencia es más probable que se produzca el rendimiento máximo. El nivel de activación óptimo, puede presentarse sin la intervención del sujeto, pero si éste es capaz de identificarlo y propiciarlo voluntariamente, tendrá una enorme ventaja, al disponer de una habilidad que le permitirá encontrarse, cuando él lo disponga (y no sólo cuando «por azar» suceda), en las mejores condiciones psicológicas. El entrenamiento para el desarrollo de esta trascendente habilidad, consta de varias fases: 1a. Aprender las habilidades de reconocer y autoevaluar su nivel de activación. 2a. Identificar y cuantificar, el nivel de activación que coincida con su mejor rendimiento en las situaciones que cada uno considere más relevantes (en el acondicionamiento físico, el día anterior al partido de fútbol, en el calentamiento, etcétera) 3a. Decidir las estrategias de autoaplicación más apropiadas, tanto para aumentar como para reducir el nivel de activación, hasta situarlo en el nivel óptimo, como para mantenerlo cuando esté presente. 4a. Ensayar las estrategias seleccionadas, en imaginación y/o en vivo, en situaciones reales del arbitraje de fútbol. Un perfeccionamiento posterior, puede conseguirse cuando se aplica la habilidad en los marcos específicos de la preparación personal para el arbitraje de fútbol. i) Preparación personal para la actuación en el arbitraje de fútbol El dominio de las habilidades descritas arriba permite desarrollar una habilidad más específica y compleja: prepararse para arbitrar un partido e fútbol, en los días, horas e instantes anteriores al comienzo de éste. El propósito de esta habilidad, es llegar al partido de fútbol, en las mejores condiciones posibles físicas y psicológicas, para rendir al máximo de sus posibilidades. Para ello, es necesario aprender a planificar actividades y programar el tiempo, de manera que pueda realizar todas las tareas de preparación que todavía procedan (sesiones de acondicionamiento físico, ultimar detalles estratégicos, ensayar en imaginación, planes atencionales, dormir bien, comer lo apropiado, etcétera). Esta planificación, programada en función del tiempo disponible, tiene el propósito de contribuir a la «puesta a punto psicológica» para rendir en el partido de fútbol. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 112 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro j) Autorregulación y el autocontrol en el arbitraje de fútbol Durante un partido de fútbol, los árbitros deben aprender a diferenciar los periodos de participación activa (en el tiempo que dura un partido), de los periodos de pausa (momentos en los que el partido se detiene, descansos, interrupciones del partido por la lesión de algún jugador, etcétera). Para regular la activación y controlar la atención durante los periodos de participación activa, se requiere aprender a utilizar técnicas que no interfieran con el cometido que realizan en esos periodos, siendo conveniente, en muchos casos, que en los procesos de acondicionamiento físico y de preparación táctica arbitral, se deben aprender a reconocer la necesidad de poner en práctica estrategias como la respiración profunda, la detención del pensamiento, el reenfoque atencional, etc. Sin embargo, en los periodos de pausa, los árbitros disponen de tiempo para evaluar sus experiencias internas y aplicar otro tipo de técnicas. La planificación y control de lo que sucede en los periodos de pausa, es una habilidad esencial para optimizar el rendimiento durante un partido de fútbol, ya que la actividad física y psicológica durante estos periodos, es un factor determinante del funcionamiento posterior. Las pausas proporcionan la oportunidad de reconducir una mala actuación previa, pero también de agravarla o de estropear una actuación buena; y por ello es importante aprender a manejar esta situación en beneficio suyo, en lugar de encontrarse indefensos (como sucede muy a menudo) «en manos» de su actividad externa o interna incontrolada. Los periodos de participación activa de intensidad menor, son situaciones mixtas entre los de participación activa y los de pausa, y las estrategias de autorregulación y autocontrol deben adaptarse a sus características específicas. En todos los casos, la habilidad que deben adquirir, consiste en identificar sus necesidades concretas durante el partido y aplicar las estrategias más adecuadas para autorregular su activación y autocontrolar su atención y su conducta. Para ello, el entrenamiento correspondiente debe ser dirigido con una interacción permanente entre el contenido de las sesiones de trabajo emocional y las tareas que debe llevar a cabo, en situaciones reales, durante los periodos entre sesiones. Como en otros casos, el entrenamiento deportivo puede proporcionar estas situaciones reales, pero además, las estrategias de autorregulación y autocontrol, pueden emplearse para mejorar el funcionamiento de los deportistas en éste ámbito. k) Solución de problemas y toma de decisiones En muchos casos, las situaciones problemáticas exigen la búsqueda de una solución y obligan, generalmente, a tomar una decisión difícil. El dominio de técnicas para la solución de problemas y la toma de decisiones, permite afrontar estas situaciones estresantes, de la manera más eficaz y saludable posible; siendo más probable que encuentren la solución idónea, al tiempo que se reduce el impacto emocional adverso que suele producirse cuando no saben que hacer y se encuentran indefensos. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 113 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro En general, es necesario aprender a generar un número amplio de posibles soluciones alternativas, valorar las ventajas e inconvenientes de cada opción y decidir, en consecuencia, la alternativa más beneficiosa o menos adversa («¿qué es lo mejor que puedo hacer, considerando las ventajas e inconvenientes de cada alternativa?); después, es muy conveniente que se hagan dos preguntas:¿Tengo recursos para emplear esta alternativa?; ¿Es verdaderamente viable esta solución?»; y si cualquiera de las dos respuestas fuese negativa, que se pregunten de nuevo: «considerando que no tengo recursos para esta alternativa, o que ésta, por cualquier motivo, no es viable: ¿qué es lo mejor que puedo hacer?» l) Habilidades interpersonales Las habilidades interpersonales, contribuyen a desarrollar una mejor relación de los árbitros con todas las personas de su entorno (compañeros, entrenadores, médicos, fisioterapeutas, directivos, familiares, medios de comunicación, deportistas rivales, compañeros, seguidores, agentes, etcétera). Los déficits de habilidades interpersonales, pueden estar relacionados con creencias rígidas que favorecen la utilización de conductas sociales inadecuadas, por ejemplo, «mis decisiones en el terreno de juego tienen que ser consecuentes con mi autoridad»; «si fallo, se me viene el partido encima, y es lógico que me consideren culpable y estén muy disgustados conmigo»), pero otras veces, sólo indican la existencia de una carencia técnica que debe subsanarse directamente. El entrenamiento específico para el aprendizaje de habilidades interpersonales, puede incluir estrategias como el modelado, el role-playing, el feedback. 7.6. Técnicas para incrementar la activación y la energía Existen técnicas que permitan desarrollar habilidades para acelerar los niveles cardíaco, respiratorio, y tener los sistemas fisiológicos listos para la acción. Estas habilidades son esenciales para generar energía de repente, o cuando se necesitan breves estallidos de energía. Así como hay variedad de técnicas efectivas para disminuir el arousal1, hay muchas técnicas para energetizar o incrementar éste. Tales habilidades y estrategias deberían ser utilizadas para construir un arousal apropiado cuando los árbitros no están suficientemente mentalizados para arbitrar un partido de fútbol. También pueden ser utilizados para reducir la fatiga. Se requiere practicar y desarrollar estas técnicas. 1 Es un concepto hipotético que mide el grado de activación fisiológica y psicológica, según el cual, podemos predecir el desempeño de un sujeto tomando como principio que, al tener un arousal óptimo, se tiene un rendimiento óptimo y al tener un arousal sobre-activado o sub-activado, se va a tener un rendimiento bajo. Puede variar desde un nivel de sobreactivación, como en el caso de emociones intensas o de estados de alerta, hasta un nivel atencional óptimo para la acción intencional, o hasta niveles de infraactivación, como en el caso de estados de relajación o de sueño. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 114 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro Para concluir este capítulo, cabe mencionar que otra forma de tratar con el bajo nivel de arousal causado por la fatiga es la desviación de la propia atención del estado de fatiga experimentado. Regularmente hacemos justamente lo contrario; cuanto más fatigados estamos, más nos concentramos en ella. Esto justamente incrementa la sensación de fatiga así como los consiguientes efectos perjudiciales en la ejecución. En su lugar, se sugiere aplicar las habilidades de focalización y concentración en lo que está sucediendo y en lo que está a punto de suceder en el escenario de la ejecución. Recuerda es necesario pensar en lo que se está haciendo en lugar de cómo se está sintiendo. Respiración. El control y enfoque de la respiración funcionan tan efectivamente en la producción de energía como en la reducción de tensión. Focalice un ritmo de respiración relajado y regular. Ahora conscientemente incremente ese ritmo e imagine con cada inhalación que están generando más energía y activación. Con cada exhalación, deberían imaginar que se están desprendiendo de cualquier producto de deshecho o fatiga que pudiese obstaculizarles su máximo rendimiento. Es importante que se sientan en control total, tomando suficiente oxígeno y energía para cualquier tarea que tengan que realizar. Ahora, incremente su nivel de generación de energía. Junto con el ritmo respiratorio acelerado, imagine que dice "energía dentro" con cada inhalación y "fatiga fuera" con cada exhalación. Utilización de la imaginación en energetización. Utilizando las habilidades de la imaginación; imagine que usted es una máquina capaz de generar energía cuando lo desee. Como un ejemplo, imagine que es un tren que está comenzando a moverse, generando vapor, momentum, y poder con cada respiración profunda. Literalmente hay cientos de imágenes que pueden ser evocadas como claves para generar energía: imágenes animales, imágenes de máquinas, fuerzas de la naturaleza. De esta manera, usted puede desarrollar un surtido de claves de imaginación que funcionen en las variadas situaciones en las que se encuentren en el momento de arbitrar. Con todo esto, prepare un plan para utilizar estas claves anticipadamente y para practicarlas y prepararlas para su utilización de manera regular. Transferencias de energía. Desarrolle y aprenda a convertir energía de otras fuentes en una fuerza útil y positiva para la ejecución exitosa. La activación y arousal que resultan de la agresión, enfado, frustración, o alguna otra emoción que tiende a interferir con la ejecución necesitan ser convertidas en energía para llevar a cabo los fines de la ejecución. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 115 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro Almacenamiento del exceso de energía para uso posterior. Se ha encontrado que la estrategia del almacenamiento de energía que se genera, con frecuencia, justamente antes de instalarse en el terreno de juego cumple dos propósitos: provee unos modos de transferir esa energía a algún otro sitio y ofrece un pozo de energía del cual extraerla en algún momento posterior. Si usted tiene un problema con un exceso de arousal, lo mejor será almacenar esa energía y la utilizarla cuando se sienta fatigado o desanimado. Utilización del entorno. De la misma manera, es posible aprender a extraer energía de los espectadores para utilizarla en su propia ejecución. Este tipo de estrategia ofrece una ventaja, siempre esta ahí. Usted necesita aprender cómo emplear todos los tipos de energía disponibles en el entorno deportivo y ponerlas a su servicio a través de la imaginación, palabras clave, auto-informe, entre otras estrategias. 7.7. Conclusiones. Durante un partido de fútbol existe un desgaste físico por lo que es necesario tener un previo acondicionamiento físico, pero además existe un desgaste emocional por lo que es necesario otro tipo de acondicionamiento, aquí le llamaremos preparación psicológica, una parte de esta preparación es aprender, desarrollar y perfeccionar habilidades psicológicas propias de un árbitro de fútbol asociación, otra parte es contar con la activación y energetización necesarias antes y durante un partido de fútbol. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 116 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro 7.8. Autoevaluación ELEMENTOS DE COMPETENCIA. Describir la importancia de los procesos del pensamiento para el control de las emociones y la afectividad. Identificar las habilidades psicológicas presentes en un árbitro de fútbol asociación. Explicar las técnicas que permiten el incremento de la activación y la energía antes y durante un partido de fútbol asociación. Instrucciones: Anote en el paréntesis la letra del inciso que corresponde a la respuesta correcta 1. Es uno de los tres tipos de barreras para el rendimiento deportivo que se han identificado: ( ) a) Barreras económicas b) Barreras psicológicas c) Barreras nutricionales 2. Las destrezas psicológicas, son innatas y existen sujetos que han tenido la suerte de nacer con ellas, ellos se encuentran en ventaja sobre los demás. Esta afirmación es: ( ) a) Falsa b) Verdadera c) En parte es falsa y en parte verdadera 3. Las habilidades psicológicas, son: ( ) a) Conductas aplicadas por el propio árbitro de fútbol que contribuyen a mejorar su funcionamiento en el entrenamiento y la competición. b) Procedimientos específicos que preparan a los entrenadores para competir. c) Situaciones que no es posible adecuar y mejorar. 4. En la habilidad psicológica denominada “Establecimiento de objetivos”, se trata de: ( ) a) Observar, rigurosamente, la propia conducta externa e interna, y registrar los datos observados, para que sean analizados y comparados con otros datos autoobservados en anteriores o futuras ocasiones. b) Identificar, en términos cuantificables, las respuestas concretas que son objeto de observación y, en ocasiones, los estímulos antecedentes que las preceden c) Una técnica que puede ser utilizada para: planificar mejor el trabajo a realizar, aumentar la motivación, la autoconfianza y el estado de alerta, controlar la atención Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 117 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro 5. En la habilidad psicológica denominada “Autoobservación y autorregistro” ”, se trata de: ( ) a) Aprender a autoevaluar diversas experiencias internas, como el nivel de activación general, la intensidad de la concentración, el grado de dominio o control percibidos, etc. b) Observar, rigurosamente, la propia conducta externa e interna, y registrar los datos observados, para que sean analizados y comparados con otros datos autoobservados en anteriores o futuras ocasiones. c) Una técnica que puede ser utilizada para: planificar mejor el trabajo a realizar, aumentar la motivación, la autoconfianza y el estado de alerta, controlar la atención 6. En la habilidad psicológica denominada “Autoevaluación subjetiva del nivel de activación y otras experiencias internas”, se trata de: ( ) a) Aprender a autoevaluar diversas experiencias internas, como el nivel de activación general, la intensidad de la concentración, el grado de dominio o control percibidos, etc. b) Observar, rigurosamente, la propia conducta externa e interna, y registrar los datos observados, para que sean analizados y comparados con otros datos autoobservados en anteriores o futuras ocasiones. c) Una técnica que puede ser utilizada para: planificar mejor el trabajo a realizar, aumentar la motivación, la autoconfianza y el estado de alerta, controlar la atención 7. Esta habilidad psicológica permite mejorar el conocimiento de lo que se está haciendo e impide, como ocurre en numerosos casos, realizar una evaluación sesgada inapropiada que, desde el punto de vista deportivo y psicológico, resulte muy perjudicial. ( ) a) Evaluación objetiva del propio rendimiento b) Autoaplicación de técnicas de relajación y respiración c) Habilidades atencionales 8. Estas habilidades contribuyen a desarrollar una mejor relación de los árbitros con todas las personas de su entorno (compañeros, entrenadores, médicos, fisioterapeutas, directivos, familiares, medios de comunicación, deportistas rivales, compañeros, seguidores, agentes, etc.). ( ) a) Autoaplicación de técnicas de relajación y respiración b) Habilidades interpersonales c) Autoevaluación subjetiva del nivel de activación y otras experiencias internas Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 118 Capítulo 7. Habilidades psicológicas en el árbitro 9. Utilizar la estrategia de “Transferencia de energía nos permite: ( ) a) Invertir energía de otras fuentes en una fuerza útil y positiva para la ejecución exitosa. La activación y arousal que resultan de la agresión, enfado, frustración, o alguna otra emoción que tiende a interferir con la ejecución necesitan ser convertidas en energía para llevar a cabo los fines de la ejecución b) Imaginar que somos una máquina capaz de generar energía cuando lo deseamos. c) Almacenar esa energía y la utilizarla cuando se sienta fatigado o desanimado. Manual para el Árbitro de Fútbol Amateur. Nivel 1 119