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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Salón “Eva Perón” — H. Senado de la Nación
7 de junio 2005
Presidencia del señor senador Jenefes
— En el salón Eva Perón del H. Senado de la Nación a
las 13 y 02 del martes 7 de junio de 2005:
Sr. Presidente (Jenefes).— Vamos a dar inicio a la reunión de la Comisión de
Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión.
En primer lugar, quiero agradecer la presencia del secretario de Medios de
Comunicación, Enrique Albistur, quien ha concurrido cada vez que lo hemos invitado.
Esta es la segunda vez que viene desde que asumió la gestión. Nos va a hablar un poco
sobre los temas que hacen a las comunicaciones y sobre el área de la Secretaría.
Lo acompañan el subsecretario de Comunicación, Gabriel Mariotto; el
interventor de Canal 7, Ricardo Palacio, y el señor Roberto Brennan de Radio Nacional.
Quiero destacar que hoy es el Día del Periodista. Vaya hacia ellos el
agradecimiento por la labor que realizan, que es una labor muy importante, la de
informar y comunicar todo lo que ocurre en la República Argentina. Como
consecuencia de que la libertad de expresión constituye uno de los derechos
fundamentales en que se asienta la democracia, la labor del periodismo es muy
importante. Por lo tanto, vaya mi agradecimiento a todos los periodistas en su día.
El tema que hoy ocupa a la Comisión es la invitación al señor secretario de
Medios de Comunicación para charlar sobre todo lo que hace a la gestión de su área.
Está la gente de Radio Nacional y de Canal 7 que también nos va a comentar qué están
haciendo en Canal 7 y en Radio Nacional. Esto es muy importante porque constituyen
los medios que tiene el Estado Nacional en su administración y gestión.
Por último, pido disculpas. Esta reunión estaba prevista para la hora doce.
Lamentablemente, mi avión salió con dos horas de retraso y acabo de llegar de mi
provincia. Les agradezco la paciencia y pido disculpas por esta tardanza.
Voy a darle la palabra al señor secretario de Medios de Comunicación, Enrique
Albistur, agradeciendo nuevamente su predisposición para concurrir a la Comisión.
Sr. Albistur.— Primero, buenos días y feliz Día del Periodista a los periodistas
presentes, un fuerte abrazo como dijimos en el aviso de hoy.
Agradezco a la Comisión la invitación. Caigo en el análisis de que hemos venido
poco, el promedio ha sido de una vez por año en dos años de gestión. Espero que de
ahora en adelante tengamos un contacto más fluido. Estamos siempre dispuestos.
Nuestro trabajo es estar disponibles para explicar lo que hacemos. Para eso nos pagan,
poco, pero nos pagan al fin.
La idea era hablar sobre lo que estamos haciendo con el sistema de medios
públicos. Por eso la presencia de Ricardo Palacio, que es el interventor de Sistemas de
Medios Públicos, de Roberto Brennan, de Radio Nacional, y de mi subsecretario.
Estamos abiertos a cualquier pregunta. No sé cuál es el mecanismo.
Sr. Presidente.— Primero, una pequeña introducción de lo que está haciendo la
Secretaría de Comunicación. Cuéntennos, después, cómo están Canal 7 y Radio
Nacional y, por último, le damos la palabra a quien quiera efectuar una pregunta.
Sr. Albistur.— Voy a hablar de un tema que a mí me apasiona.
De alguna manera, cuando asumimos esta gestión, encontramos el sistema de
medios públicos, tanto Canal 7 como Radio Nacional y Telam, en un estado de
abandono muy grande, de años de políticas que los intentaban privatizar y de
empobrecimiento en cuanto a mantenimiento y equipamiento técnico. Por eso, a pesar
de que los conflictos laborales existen y es lógico que así sea, siempre agradezco a los
trabajadores de Radio Nacional, Telam y Canal 7 por haber defendido esos medios, si
no hubiera sido así no estaríamos hablando de medios públicos porque ya estarían
privatizados.
Uno de los desafíos de esta gestión, en el que hemos estado trabajando y que
luego explicará Ricardo Palacio en detalle, es la decisión política del Presidente de
reequipar a Canal 7 y a Radio Nacional. Contamos con un dinero para empezar a
realizarlo. Hay un proceso de licitación lento, porque así funciona el Estado. Esta es una
buena noticia, vamos a tener un Canal 7 mejor equipado. Vamos a tener a Radio
Nacional mejor equipada y vamos a tener repetidoras de Canal 7. Vamos a volver a
muchos lugares del interior, donde más se valora el sistema público de medios, con un
canal y una radio que estén presentes a lo largo de todo el país.
En los próximos meses se van a notar todo este tipo de acciones que venimos
haciendo de forma silenciosa. La gestión pública tiene que ser así, tiene que ser de
realización. Me parece que esa es la noticia más importante. Como les decimos a los
trabajadores de sistemas de medios públicos, es una manera concreta de mostrar que hay
una voluntad política de que existan los medios públicos.
Tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de equipamiento muy
antiguo. ¿De qué año es?
Sr. Brennan.— Si tomamos el equipamiento de Radio Nacional Rosario, el equipo es
de 1933. Setenta años y creo que se acaba el equipo cuando se jubila el técnico este año.
El promedio de los equipos de Radio Nacional está entre los 50 y 60 años. Uno de los
equipos más modernos, el RA1, es un equipo Marconi del año 46. Eso habla muy bien
del ingenio argentino. Hasta ahora están funcionando.
Quisiera subrayar algo que dijo Albistur —y de esto debemos hacernos cargo
todos, no sólo funcionarios o políticos, sino toda la ciudadanía—, en el caso de Radio
Nacional, la democracia no invirtió un solo peso o ladrillo, por suerte lo estamos
revirtiendo. Junto con el Ministerio de Trabajo estamos reconstruyendo radios, estamos
reequipando algunas cosas. Estamos en contacto con el Ministerio de Acción Social y la
Secretaría General de la Presidencia y estamos recibiendo algunos equipos de Aduana.
En la gestión de Albistur hemos ido amalgamando todo lo que estaba
desarticulado. En lo posible, trataremos de solucionar toda esta gran falencia que
tenemos a corto plazo.
Tuve la suerte de que el secretario de Medios me enviara a la Cumbre Mundial
de la Información en Ginebra. En aquella oportunidad me invitaron a Radio Nederland.
Si hacemos la comparación de que Radio Nederland va por la cuarta etapa de la
digitalización y nosotros no pasamos del transistor, se puede decir que es dura la tarea
que tenemos por delante.
La tarea que me ha encomendado el secretario de Medios es el premio de mi
vida. Siento un gran orgullo por estar en Radio Nacional. Lo digo con emoción porque
Radio Nacional salva vidas; está donde no hay ningún medio privado, por ejemplo, en la
estepa patagónica, en el Chaco, Chaco Salteño, Chaco Impenetrable, etcétera.
Siempre cuento una anécdota del director de Radio Nacional Las Lomitas. Me
llamó llorando como un chico porque se le había roto el equipo y estaba en peligro la
vida de dos embarazadas, que tenían que ser rescatadas por el helicóptero. El señor
senador Capitanich conoce de la dureza del hombre de esa región. Esta es la tarea de
Radio Nacional que a mí, como a todo el equipo, me llena profundamente de orgullo.
En otros países no pueden entender que mantengamos el mensaje al poblador,
sobre todo en el Sur. A través de ese mensaje se avisa cuando está disponible un
medicamento, etcétera. De esta manera, somos solidarios con aquellos que más lo
necesitan.
Estamos presentes en Río Mayo, Gobernador Gregores, La Quiaca, Tartagal, es
decir, a lo largo y ancho del país. Tenemos radios que transmiten en siete lenguas.
Como comentó el secretario, algunas radios se mantienen en el aire gracias al esfuerzo
del personal. Hay radios con poco personal. Sin embargo, están 18 ó 20 horas en el aire
porque la comunidad lo necesita.
Por suerte, con la compra de 45 equipos, este año se van a reequipar todos los
estudios de nuestras emisoras. En Radio Nacional, entre AM y FM, contamos con 76
radios. Esta es una primera etapa y se está dando un gran paso. Nos falta mucho para
lograr lo que deseamos: llegar a la digitalización.
Respecto de los contenidos, hemos mejorado muchísimo. La instrucción que
teníamos del secretario de Medios —la estamos logrando—, era dejar de ser la radio del
Estado para convertirnos en un medio público. Es una radio que está abierta a la
comunidad.
En el pasado las radios eran como una élite, o sea, se transmitía desde el
micrófono y la gente no participaba. En esta gestión nosotros incluimos a la gente
porque nadie defiende lo que no conoce. Como la gente no conocía Radio Nacional, se
llegó a este nivel de degradación.
En la actualidad, la comunidad está integrada. Realizamos festivales solidarios,
trabajamos con el público dentro de la radio; muchas radios cuentan con auditorios o
espacios para hacer reuniones, etcétera. Radio Nacional pasó a ser un elemento más de
ayuda a la comunidad.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor Ricardo Palacio, interventor de Canal 7.
Sr. Palacio. — En principio, quiero felicitar a todos los periodistas en su día.
Ya que Roberto habló sobre Radio Nacional, haré referencia específicamente a
Canal 7.
Dividiré lo referente al canal en dos etapas: por un lado, cuál fue la
preocupación del Ejecutivo cuando nos envió a tratar de regularizar el sistema de
medios públicos y, por otro lado, el tema del equipamiento, que no estaba previsto en
enero de 2004 y, a partir de allí, se comenzó a trabajar sobre este aspecto.
En primer lugar, quiero decirles que cuando me tocó asumir en enero del año
pasado, la sociedad ya hacía tres o cuatro años que estaba intervenida. Esto sucedió a
partir de un informe realizado por el entonces síndico General de la Nación, doctor
Bielsa, quien había establecido una serie de puntos considerados como faltas, motivo
por el cual el Ejecutivo decidió la intervención del sistema. Dentro de esos puntos, se
encontraba la falta de balances, contratos de los programas que estaban en el aire,
registraciones a través de un sistema contable y fiable, auditoría y un plan de auditorías
para los ejercicios, libros, rubricación, foliados, etcétera. Se me encomendó tratar de
subsanar esta situación en los considerandos del decreto presidencial.
Hace aproximadamente veinte días, elevé al señor secretario de Medios para
que, a su vez, lo remitiera al jefe de Gabinete y, de allí, al presidente de la Nación, una
carpeta conteniendo toda la tarea realizada en este año y medio, donde consideramos
que la sociedad se encuentra en condiciones de poder ser regularizada.
Respecto de los balances, están siendo auditados por la Auditoría General de la
Nación. También faltaba un sistema de bienes del Estado, es decir, no se conocían
cuántos bienes existían en Canal 7 y Radio Nacional. Eso lo hicimos. Se llegaron a
contabilizar, aproximadamente, 130 mil bienes. Está siendo auditado por el Tribunal de
Tasación de la Nación.
Sobre el sistema de auditorías, quiero decir que la Sindicatura General de la
Nación ha aprobado el plan para este año.
Hemos elevado el correspondiente informe al Poder Ejecutivo solicitándole la
normalización de la sociedad.
Como los equipos son del año 78, advertimos la necesidad de poder estar a la
altura de las circunstancias. A partir de un trabajo realizado el año pasado, fue incluido
en el presupuesto de este año una partida de 20 millones de pesos para el
reequimamiento de Canal 7 y Radio Nacional. Una vez que tuvimos asegurada la
partida en el presupuesto, comenzamos a trabajar respecto de cuál era el mejor
equipamiento para el canal. Para ello, no solamente participaron los técnicos del canal
sino también se invitó a los técnicos de los cuatro gremios del canal. A partir del aporte
realizado por los especialistas se comenzó una ardua tarea, ya que se trataba de
equipamiento muy específico que día a día se va superando. En consecuencia, se
redactaron los pliegos para la licitación de los equipos. Como sabrán, por los montos
que se manejan, todas las licitaciones son internacionales y, obviamente, el
equipamiento no es de industria nacional.
Por las distintas etapas de la modernización del equipamiento, se pensó en un
plan trienal. En este primer año se va a invertir el monto que les indiqué. En relación
con este plan de modernización de la infraestructura, dentro de diez días nos estarán
llegando 220 monitores que van a ser distribuidos en todos los estudios del canal.
Además, estamos terminando de redactar el pedido de los elementos más
costosos, como las cámaras, que son un producto muy específico y, obviamente, todo
tiene que estar compatibilizado con el equipo con el que estamos trabajando hasta ahora.
Nosotros pensamos que a fin de año vamos a estar con todo el equipamiento
funcionando, si es que Economía nos manda el dinero como debe hacerlo. En el inicio
de nuestra gestión hemos tenido serios atrasos con algunos compromisos, licitaciones
abiertas por las entregas parciales de las partidas presupuestarias. Si tenemos el flujo de
dinero en tiempo y forma, a fin de año vamos a contar con el equipamiento.
También es importante destacar que ya tenemos adquirido el equipo de Radio
Nacional para suplantar el actual que data del año 1946. En eso ya estamos trabajando y
creo que en un par de meses vamos a tener funcionando uno de nueva tecnología.
A grandes rasgos este es el plan que estamos llevando adelante. También debo
mencionar que dentro del canal hemos formulado los contratos de todos los programas
que están en el aire. Esto responde a las observaciones importantes que, en su momento,
había formulado la SIGEN, porque no había contratos que establecieran vínculo entre lo
que se exhibía y el producto que nosotros teníamos que analizar. O sea, que no había
ninguna forma de tener un control más o menos certero respecto de eso.
Otra novedad es la renovación del parque automotor; han ingreso de nuevos
vehículos en reemplazo de las viejas camionetas Dodge del año 1974. Esta renovación
la logramos a través de un convenio que hicimos con la empresa Peugeot por el que
canjeamos 4 unidades cero kilómetro a cambio de una publicidad estática colocada en la
terraza del canal.
Además, hemos pintado y remodelado el interior del canal y, realmente, ha
quedado muy hermoso. Lo que basta es que ingresen los equipos para poder terminar
con la remodelación.
En líneas generales, hemos comenzado con lo que nos habían encomendado
hacer en el canal. La primera parte ya está hecha: hemos logrado la regularización tanto
de Radio Nacional como de Canal 7.
Otro tema importante es el de las repetidoras que juntamente con Albistur y con
el jefe de Gabinete hemos tenido varias charlas acerca de la necesidad que nosotros
teníamos de llegar a todo el país.
Si bien es cierto que Canal 7 se encuentra, como decimos, en todo el país, en
realidad no estamos en las ciudades capitales. Esto ocurre a partir de una legislación del
año 2000 que no nos permite la instalación de repetidoras en capitales de provincia,
donde ya exista una señal abierta. A partir del año 2002, esta legislación se revirtió con
otra ley y es por eso que vamos a instalar 17 repetidoras en capitales provinciales y en
grandes conglomerados urbanos en los que hoy no tenemos presencia.
Nuestra presencia fundamental es en pueblos de frontera donde realmente, tanto
el canal como la radio, cumplen un rol esencial de -diría- geopolítica. En muchos
lugares, si no existiera Canal 7, la población debería consumir únicamente una señal de
otro país. Por ejemplo, en mi provincia, Santa Cruz, captamos las emisiones de
Televisión Nacional de Chile y de la Televisión de la Universidad Católica de ese país,
por lo tanto tener Canal 7 es importantísimo.
Creemos que con este plan y con una partida de 15 millones de pesos que
tenemos prevista para este año, vamos a llegar a un 60 o un 70 por ciento de cobertura
en el país.
Quedamos a disposición de las preguntas que nos quieran formular.
Sr. Presidente.— Señor interventor: me gustaría hacerle una pregunta.
Comparto con usted que tanto Canal 7 como Radio Nacional deben llegar a
todos los puntos de la república Argentina, por lo tanto, se deben instalar repetidoras en
todas las ciudades importantes de la República Argentina.
Uno de los grandes problemas de los medios públicos es la falta de definición de
una política clara respecto de la forma de sustento de las emisoras, si iban a ser
sostenidos por medio del Estado Nacional o de la forma en que se sostienen todos los
otros medios, a través de la venta de publicidad. Sé que gran parte de los recursos que
hoy recauda el Comité Federal de Radiodifusión, a través del gravamen que deben pagar
todos los licenciatarios de la República Argentina, únicamente se destina en un 20 por
ciento —aproximadamente— al sostenimiento de la planta administrativa del Comité
Federal de Radiodifusión y el 80 por ciento va a parar a las arcas generales del Estado.
Creo que debe existir una política firme del Estado Nacional con el propósito de
tener medios de comunicación modernos en el área de los medios públicos. Nosotros el
año pasado o el ante año visitamos el Canal 7 con los miembros de la comisión y
realmente hemos comprobado lo que nos cuentan: el equipamiento que posee el canal es
muy antiguo.
También lo podemos verificar en las provincias donde funciona Radio Nacional,
los equipos emisores son a válvula; tecnología ya en desuso y para la que casi no se
consiguen repuestos. Las válvulas que se encuentran son usadas. Lo que se puede
destacar de esta situación es nuestro ingenio para que esos equipos sigan funcionando.
Por eso creo que sería bueno tener el propósito de obtener, para la inversión en
los medios de ese 80 por ciento de los recursos que recauda la radiodifusión de la
República Argentina y que se destina a las arcas generales. Gran parte de estos recursos
deberían destinarse a modernizar los medios de comunicación públicos de la República
Argentina.
Otra política que hay que definir es si los medios públicos van a sostenerse por
la publicidad o por el aporte único del Estado Nacional. Porque desde siempre, Radio
Nacional hace una publicidad encubierta basándose en promociones. Y siempre está a
medio camino entre una política y otra.
Debería existir una definición y la voluntad política de determinar si los medios
públicos se van a sostener con los recursos que aportan el resto de los medios privados
de difusión o van a salir a competir. Creo que un medio público no es igual que un
medio privado. Muchas veces el objetivo de los medios privados es que los balances no
den pérdida, en cambio los medios públicos tienen como objetivo transmitir nuestra
cultura, nuestras tradiciones y nuestras preocupaciones.
Sería importante, por lo tanto, que realicemos una política conjunta.
Ustedes decían hoy, con orgullo o con alguna satisfacción, ya que el pasado fue
muy mezquino, que van a recibir veinte millones de pesos del Gobierno de la Nación.
Veinte millones de pesos no alcanzan para nada, es un recurso muy exiguo para poder
mejorar realmente los medios públicos de la República Argentina
Yendo a mis preguntas, primero: los recursos que hoy obtienen de la venta de
publicidad de Canal 7, ¿le alcanzan para subsistir o necesitan ayuda del Tesoro
nacional? Segundo: ¿cómo fue la experiencia —que creo que se va a repetir con el
mundial del año 2006— con DirecTV, que tenía todos los derechos? ¿Fue buena o
mala?
Sr. Albistur.—El tema de DirecTV se lo voy a pasar a Palacio para que él luego lo
conteste.
Sin ninguna duda éste es un debate pendiente. Si la decisión política —no
solamente de este gobierno, ya que son decisiones compartidas o, por lo menos, no
resistidas por la oposición—, es tener medios públicos que verdaderamente existan, vale
el planteo que hace el senador. Está discusión, que evidentemente tenemos que tomar
entre todos ya que estamos hablando de los medios públicos, también está relacionada
con otra asignatura pendiente con respecto a la política de medios y que es generar una
nueva Ley de Radiodifusión que comprenda estos temas entre otras cosas.
Pienso que todos los medios son públicos, hay algunos que están licenciados en
empresas privadas y otros que no.
Los medios deben tener una función social también. Como lo hemos dicho
siempre, tienen que informar, formar y entretener. En consecuencia, creo que la
discusión está pendiente, no sólo con respecto a lo que queremos de los medios
públicos, sino de los medios en general.
Sin ninguna duda, venimos de un proceso complicado, de una crisis política y
económica muy fuerte. Por eso, a veces, uno toma decisiones de emergencia, como ha
sido el alargue de las licencias de los medios, que desde algún punto de vista puede ser
criticable. Sin embargo, son medidas de emergencia que se toman para resolver
situaciones críticas.
Respecto de la discusión de los medios públicos y los medios públicos
licenciados a empresas privadas, creo que la gran discusión es la Ley de Radiodifusión,
que es una asignatura pendiente que debemos tomar en serio. Es una tarea que tenemos
que hacer en conjunto entre el Ejecutivo y el Parlamento. Creo que en algún momento
se llegó a consensuar bastante en cuanto a la Ley de Radiodifusión, pero no se pudo
concretar porque el país pasaba por una crisis muy profunda. Ahora, al haber cierto tipo
de estabilidad, es una tarea que tenemos que encarar definitivamente. En la Secretaría
hemos avanzado, tenemos borradores y ha trabajado mucha gente.
Acerca del tema de si los medios públicos deben o no tener publicidad, pienso
que no hay que prohibir nada. El tema es que, sin ninguna duda, los medios públicos no
están en condiciones de competir en el mercado publicitario. Además, no es su objetivo.
Tendríamos que ser más imaginativos y ver cuál es la solución o el acuerdo al que
llegamos. Sin ninguna duda, cuando el senador dice que los fondos que van al
COMFER aportados por los medios privados sean volcados a los medios públicos,
suena como música para mis oídos. Sería una determinación lógica.
Ni Canal 7 ni Radio Nacional han sido un ejemplo de buena administración de
los dineros públicos. Vamos a ser sinceros, sin entrar a hablar del pasado ni de
ejemplos, todos sabemos de qué estamos hablando. Siempre ha sido un buen negocio la
publicidad en medios públicos, pero ha sido un buen negocio personal y no para los
medios públicos.
Realmente, hay que discutir todas estas cosas. Más allá de mi opinión personal
—creo que la mía es una opinión más—, tendríamos que generar mecanismos para
empezar a discutir estas cosas.
Como no hay nada mejor para esto que hablar de ejemplos, le paso la palabra a
Palacio.
Sr. Palacio.— Del Mundial anterior conozco lo que me dijeron . En al año 2002 ni
siquiera estaba en Buenos Aires, pero tengo entendido que fue buen negocio debido a
una circunstancia especial.
Cuando DirecTV toma los derechos del Mundial, se encuentra con un obstáculo
que es aquél con el que deben atravesar todos aquellos que no son Canal 7 en relación
con la difusión de imágenes al interior del país. En ese momento, DirecTV pensó que
estaba en condiciones de poder hacerlo porque tenía adquiridos los derechos. A medida
que se acercó el tiempo y como estaban muy apretados por otra empresa que estaba
compitiendo para quedarse con los derechos, la forma de presentarse y de poder
asegurarlos fue ofrecerle los derechos a Canal 7 gratis con tal de que le asegurara la
difusión del Mundial en el interior, cosa que ellos no podían hacer.
Desde ese punto de vista, al no tener que pagar nada y recibir parte de la
publicidad, fue beneficioso para el canal. Sin embargo, no siempre se dan estos casos.
Esa fue una circunstancia muy especial que no creo que se repita con el tema del
Mundial 2006. Van a ser circunstancias totalmente distintas. El titular de los derechos es
TyC Sports. Ellos van a actuar como tenedores de estos derechos y van a vender a todos
los que quieran comprarlo.
Sr. Presidente.— Van a tener que cumplir la Ley argentina, que obliga a la emisión del
Mundial para todos los argentinos.
Sr. Palacio.— Hay que tener claro que no se obliga a darlos gratis y eso hay que
entenderlo bien. Cuando se habla de la emisión de los partidos de la Selección, se cree
que hay una obligación por parte del tenedor de los derechos de darlos gratis y no es así.
Lo que establece la ley es que todos los argentinos tienen derecho a ver a su selección y
que la obligación del titular de los derechos es ofrecerlos a un precio de mercado
accesible. Lo que sucede es que es mucho más fácil que el que tiene los derechos
acuerde que Canal 7, por ser el canal que más repetidoras tiene en el país, sea quien
transmita al interior a que tenga que hacer un contrato con cada una de las provincias
para que puedan emitirlo. Lo que es importante tener claro es que la obligatoriedad no
es hacerlo gratis, eso es fundamental.
Sr. Presidente.— Me empiezo a asustar, porque no tenía esa interpretación. Vamos a
empezar a estudiar la Ley y la reforma de la Ley, porque el espíritu de la Ley fue que
todos los argentinos vieran el Mundial y éste era el concepto que existió cuando se
negoció con DirecTV en un principio. Se intentó vender, y tal fue la presión que había
en ese momento, incluso de sanción de una ley, que se obligó a canalizar la emisión del
Mundial a través de Canal 7.
Sin embargo, si lo que está vigente es que los nuevos titulares tengan la
intención de ofrecer a valores razonables, seguramente nos vamos a encontrar con que
alguna parte de la República Argentina no va a ver el Mundial.
Nos vamos a poner a ver de inmediato el tema, porque, sin violar los derechos
de propiedad de quien tenga la titularidad de los derechos del Mundial, el espíritu
legislativo es que esto no se convierta en exclusividad de quien tenga cable o sea socio
de DirecTV o de algún canal especial, sino que esto se pase a través de toda la televisión
abierta de la República Argentina, sea Canal 7, 13, 11, 9 o cualquier otro canal del país.
Sr. Mariotto. — En ese sentido, la Secretaría Nacional de Medios Públicos impulsará
que el mismo acuerdo realizado con Direc TV se cumpla en el caso del próximo
Mundial como se viene cumpliendo con las eliminatorias. El rol de servicio público es
llevar a todo el país una expresión deportiva, como son los partidos de la selección, a
través de la televisión abierta.
Asimismo, me gustaría que pensemos la posibilidad de que el resto del deporte
nacional esté en la pantalla de Canal 7. Queremos que cada vez que juegue en el
exterior algún equipo argentino —basquet, hockey, rugby, etcétera— también sea
transmitido por televisión abierta a todo el país.
Entendemos que existe una deficiencia en la televisión abierta respecto de la
televisión de cable. Aquellos que sólo tienen televisión abierta están limitados en el
acceso al deporte, que está concentrado en el cable.
Es importante que Canal 7 —que es el medio del Estado— tenga todas las
repetidoras para cubrir no sólo el 33 por ciento del país, como actualmente sucede, sino
acceder a la mayor parte del territorio. Debería ser un vehículo del deporte como un
elemento vital de la cultura popular.
Considero que no habrá mayores inconvenientes. Con racionalidad, quienes
tengan los derechos aceptarán ajustarse a la ley y a derecho; de lo contrario, estarán
todas las instituciones del Estado para dar cuenta de ese espacio. Mañana, el partido con
Brasil se verá por televisión abierta.
Sr. Albistur. — Existe una gran inquietud respecto de que Latinoamérica cuente con
una red de televisión propia. Me gustaría que Gabriel nos cuente sobre el proyecto de
Telesur. Ayer, estuvimos con los amigos brasileros de Radiobras.
Sr. Mariotto. — Telesur lanzó la señal de prueba el 24 de mayo desde Venezuela. Ya
está en el satélite 806 y estará, reitero, en forma de prueba por dos meses.
Se trata de un emprendimiento pluriestatal entre Cuba, Venezuela, Uruguay y
Argentina, que tiene por objetivo mirar con ojos latinoamericanos lo que pasa en el
mundo y en Latinoamérica. Tiene la sana idea de llevar adelante un viejo anhelo de los
libertadores y de políticos intelectuales del siglo XX: integrarnos culturalmente. Se
busca ver las expresiones culturales de los pueblos, poder referenciarnos, saber del cine
venezolano, de la poesía peruana, de los documentalistas colombianos y que ellos nos
conozcan a nosotros; empezar a entender a América Latina como un bloque cultural
para darle fuerza al bloque político y económico que anhelan nuestros pueblos.
Cuando desde Europa hablan de un hecho que ocurre en alguno de nuestros
países, ellos consideran que ocurre en América Latina. No puede ser que nos vean como
un bloque y nosotros estemos divididos. Con el acceso a esta nueva tecnología y el
fuerte vínculo entre los estados, el viejo anhelo de los libertadores se hará realidad.
Tanto Telesur como TV Brasil son complementarias y tienen un objetivo en
común: la unificación cultural del continente.
A la hora de abordar los temas, tendremos un plus respecto de las televisoras
comerciales. Esos temas tendrán —con todos los derechos y garantías que brinda el
Estado— la pluralidad de opiniones. Vamos a contextuar bien todas las informaciones
para que, por ejemplo, cuando se haga referencia al caso boliviano, no hablemos de la
fotografía de lo que ocurre hoy en día sino que también tengamos en cuenta los
antecedentes. Como proyecto, es un sueño convertido en realidad.
Las crisis de las políticas neoliberales que ha tenido el continente llevaron a un
cambio cultural profundo que se vio reflejado en un cambio político. Desde ese cambio
político se llevan adelante este tipo de proyectos.
Habría sido prácticamente imposible sostener en el tiempo las experiencias
comunicacionales alternativas del siglo XX porque eran expresiones individuales de
grupos que, con mucha lucha, lo llevaban adelante, pero tenían muchísima resistencia.
En la actualidad, al estar los estados comprometidos en este proyecto,
entendemos que se va a poder cumplir con ese sueño de la integración cultural del
continente.
El 24 de julio se lanzará la primera emisión de Telesur. Desde la Secretaría de
Medios, estamos trabajando para garantizar la bajada de esa señal. Ricardo Palacio se ha
comprometido a sumarse a la transmisión de Telesur en algún segmento horario. De la
misma manera, estamos trabajando con el canal de la Ciudad. Estamos recibiendo
muchísimas notas de canales abiertos —algunos del Estado y otros privados— y de
cable que quieren la señal de Telesur. Lo mismo está sucediendo en el resto de América
Latina. En Venezuela, donde está el centro de Telesur, estará la subida satelital.
Habrá nueve corresponsalías. La Secretaría de Medios lo está coordinando con
la corresponsalía argentina. Haremos un informe de una hora diaria sobre lo cotidiano y
desde la corresponsalía recuperaremos cien horas mensuales de programación en
documentales y material audiovisual, que ya se está produciendo en el país tanto en
universidades como en productoras privadas que no tienen acceso a la televisión
comercial.
Tenemos mucho entusiasmo. Desde que los presidentes Kirchner y Chávez
firmaron ese acuerdo en Misiones, se ha avanzado mucho en este aspecto. Hemos
trabajado mancomunadamente todas las secretarías de Medios de los países que están en
el proyecto.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Mastandrea.
Sra. Mastandrea. — Me gustaría saber a quién nos tenemos que dirigir por el tema de
los contenidos.
Las provincias argentinas no tienen distribuida la riqueza de la misma manera.
El Senado —por la representatividad que tenemos, somos tres senadores por cada
provincia— es un lugar donde se puede hablar de federalismo y nosotros tratamos de
practicarlo.
Respecto de los contenidos, tanto de la televisión como de Radio Nacional, sería
interesante si se pudiera articular un trabajo conjunto entre las economías regionales que
están realmente castigadas y el Senado; articular el trabajo de modo tal que se sepa lo
que se hace en este ámbito. Más de una vez, nos enteramos de proyectos del Ejecutivo a
través de los medios. Creo que los medios en este caso podrían servir de nexo.
En el mismo sentido, considero que sería importante que las radios y los canales
estatales nos ayuden con la crisis imperante en Argentina. Es decir que los programas
no sólo muestren el turismo sino también la otra realidad: los problemas que tienen los
tabacaleros, algodoneros, la energía en el Norte, el gas que se vende a precios
exorbitantes en el Norte, etcétera. La idea sería
que pudiéramos conversar con los canales acerca del contenido que se está dando en los
programas de difusión de las provincias que en este momento están atravesando la crisis
con mayor dureza.
Sr. Brennan.— Cuando nos hicimos cargo de Radio Nacional, el programa que
llamamos “Panorama Nacional” que va en cadena nacional de 20 a 21, tenía un
porcentaje de un 98 por ciento de noticias de Capital Federal. Se imagina que en
provincias como la del senador mucha importancia no tiene un paro de subte. En este
momento estamos emitiendo nuestro "Panorama Nacional" que dura una hora y —
posiblemente vamos a ampliar a dos horas— tiene aproximadamente 67 por ciento de
noticias de nuestras propias filiales. Nosotros tenemos todas las posibilidades que no
tiene ninguno de hacerlo. Queremos aumentar esa cifra para llegar a alrededor del 80
por ciento de noticias federales. Pero tuvimos una hermosa experiencia que vale la pena
que la contemos. Todas las cadenas de radio nacional salían de Capital hacia el interior,
nunca venían hacia la Capital. Luego de una prueba piloto, transmitimos el Carrusel de
la Vendimia, desde Mendoza para todo el país, incluido Arcángel San Gabriel, que es
una radio que tenemos en la Antártida, y hoy creo que somos el único medio que tiene
un cronista en La Paz. Ese cronista no es como normalmente se usaba, que era de
Buenos Aires y viajaba, el cronista es el director de Radio Nacional La Quiaca y lo
tenemos como corresponsal en La Paz. Pretendemos que nuestros contenidos sean
verdaderamente federales y estamos avanzando en que haya un ida y vuelta y para
decirlo, de alguna manera, quizás brutal, pero para que se entienda, somos una radio con
profundo sentimiento federal y creemos que es hora de que la Capital Federal deje de
ser el ombligo del mundo.
Sra. Mastandrea.— En cuanto a los contenidos, comparto plenamente su visión; soy
una oyente de Radio Nacional y sé que es así. El tema no sería la cantidad sino el tipo
de información. O sea, no quiero que solamente se pase la fiesta de la Vendimia o
alguna otra fiesta popular que sostienen la identidad cultural y significan tanto para la
Argentina - me parece perfecto-,sino que se haga un intercambio de información,
ustedes tienen la posibilidad de hacerlo, con los problemas que se están viviendo en las
regiones. Eso sería de gran ayuda. Más allá de todo lo que significa recuperar la
identidad de un nación, que me parece importantísimo, además que pueda salir al aire
un productor que está atravesando un problema grave y que puedan conocerse aquellos
problemas, pues es la única manera que los conozca el resto del país y,
fundamentalmente, la pampa húmeda. Son el único vehículo que tendríamos a mano
para que realmente se sepa lo que está pasando y lo que, a lo mejor, podría servir para
solucionarlo. Más que en cantidad, que me consta..., a mí me maravilló que me llamara
“Pepe” Eliaschev, el periodista de Radio Nacional, para preguntarme por un “trencito”,
que es un tema muy puntual, y digo trencito porque es un “tren chiquito”, el senador
Capitanich lo conoce. La verdad es que me agradó que este hombre se interesara por
una cosa tan nuestra, tan regional. Éste es un tren social, es un tren que, por ejemplo
evacua a los inundados.
Eso es lo que pido , si se pudiera hacer con mayor asiduidad ese tipo de notas.
Es un pedido.
Sr. Albistur.— Esa comunicación se ha producido porque han llamado preguntando
por el tren.
Sr. Brennan.— Sí, ha llamado un oyente.
Pero más allá de los problemas que tenemos de infraestructura Radio Nacional
no se revirtió con la democracia, seguía con el viejo concepto de la dictadura. En Radio
Nacional no se tomaban periodistas. Tenemos una gran cantidad de locutores y
operadores, pero son escasos los periodistas. Recién ahora estamos revirtiendo ese
concepto. Pero ocurre que en muchas de las filiales no tenemos periodistas. Lo que
tenemos es locutores devenidos en periodistas. Es muy distinto.
Esto hay que reconocerlo, es una falencia. Han transcurrido muchísimos años
para poder reconvertir todo esto en dos años.
No le quepa ninguna duda, señora senadora, que, como acaba de decirlo el
secretario de Medios, somos un medio público. Cuando decimos público no es que
somos propiedad del Estado, sino de todos. La inquietud de ustedes y de la gente del
interior es alertar a Radio Nacional y ahí estará, no le quepa duda.
Sra. Giusti.— Yo soy senadora por Chubut.
Le quiero decir, señor Brennan, que me alegra que para usted sea un premio
estar en Radio Nacional.
Un pequeño paréntesis. Quería comentar que tengo una inquietud que tiene que ver con
la que planteó la senadora Mastandrea, pero seguramente va a ser muy antieconómico
para su Secretaría. El año pasado yo presenté una ponencia para que se califique a los
medios, ya sean públicos o privados, en función de la calidad de los contenidos que
difunden. Que tengan una calificación y, en función de esa calificación reciban recursos
de parte del Estado.
En ese momento desarrollé una ponencia muy importante pero no lo he
presentado como proyecto de ley. Lo que voy a hacer es acercársela a ustedes para que
nos den su parecer. Creo que además de la regionalización de la que hablaba la
senadora, es cierto que en el interior hay cosas que no pasan. Por ejemplo en mi
provincia no hay piquetes y eso en los medios nacionales no se refleja. Pero más allá de
esta cuestión de regionalizar los contenidos, creo que estamos consumiendo mucha
televisión basura —como se la llama hoy en día— y mucha información de poca
calidad. Me parece que si apostamos al futuro y a la construcción de una sociedad
mejor, siendo ustedes formadores de opinión como lo son, creo que merece un análisis
crítico y profundo acerca de la calidad de los contenidos que se difunden.
En función de esto, y por mi experiencia en el área docente, proponía esta
cuestión de calificar a los medios en función de la cantidad de tiempo que dediquen a
contenidos formativos y a la calidad de esos contenidos. Esta es la inquietud que quería
hacerles presente.
Sr. Marino.— Buenos días.
Antes que nada quiero saludar a los periodistas en su día y felicitarlos por la
tarea que desempeñan.
Agradezco a todos ustedes por la visita a este Senado y quiero compartir lo que
dijo el señor de Radio Nacional porque dentro de todo lo malo que explicó hay algo
bueno. La democracia nunca le puso un peso a los medios del Estado, lo bueno de todo
eso es que estamos involucrados todos. Creo que eso sería importante que lo
empezáramos a rever.
Creo que para que una democracia exista o sea completa debe existir la libertad
de expresión, como se explicó hace unos instantes; cuando estamos hablando de medios
públicos hablamos de medios de la gente, de todos. Creo que esto tiene que tener la
pluralidad suficiente y la participación de todos. Esto hace a la salud de los servicios
públicos, en este caso, de comunicaciones, tanto del canal oficial como de Radio
Nacional.
Y tengo algunas preguntas para formularle. Quiero saber si las producciones de
las filiales son locales y si esas producciones locales se hacen dentro de la misma
emisora o hay producciones privadas.
En segundo término, usted lo definió muy bien lo que es trabajar con equipos
terriblemente pasados de moda, eso muestra la calidad humana que tienen estos medios
oficiales y creo que es para resaltarlo. Esta era una pregunta para más adelante, pero lo
voy a comentar ahora, seguramente no tienen el financiamiento que necesitarían. Lo que
usted dijo, que en comunicaciones necesitan 20 millones de pesos, no es nada. Es una
gota de agua..
En cuanto a financiamiento, me gustaría saber qué tipo de financiamiento
necesitan.
Con respecto a la calidad humana de los trabajadores de la emisora y del canal,
se nos ha hecho saber que, en algún momento, hubo cierto tipo de disconformidad en la
parte gremial por haberse violado, por un lado, el estatuto del periodista y, por otro lado,
los convenios colectivos de trabajo. Quisiera saber si esto es real.
También tengo entendido que, cuando se hicieron cargo, el personal de los
medios públicos les entregó un memorando acerca de las modificaciones necesarias
para que funcione un sistema público. Creo que en ese memorando figuraban muchas
anomalías, no responsabilidad de ustedes, sino de gestiones anteriores. Me gustaría
saber si esto se ha podido modificar.
También, en el caso del canal, creo que es importante explicar porqué se vivió
ese tipo de censura en la producción que habían llevado adelante sobre el caso Vietnam
después de treinta años de la guerra. ¿Por qué no se puso al aire?
También para que desde el Estado se asegure la libertad de prensa y de
expresión, los medios con los que cuenta deben estar abiertos a todo el mundo. Hago
una sugerencia: me parece espectacular que Canal 7 esté cubriendo esta reunión, pienso
que sería importante cubrirlas a todas, como hacen los canales privados. Coincido con el
señor en que una cosa es la información de un canal público y otra cosa es la
información de uno privado, donde por ahí nosotros no podemos interceder. Creo que
en muchos medios de comunicación no existe la libertad de expresión o, si hay libertad
de expresión, no hay libertad de empresa. Cuando una empresa no tiene libertad,
seguramente no es plural.
Entonces, me parece que esto hay que reforzarlo en el canal estatal. Hay que
tratar de que estén representadas todas las opiniones. Hay que prestar atención a lo
social, como usted dijo. Es real que, en las provincias donde vivimos, por ahí Radio
Nacional es el único medio que llega y que puede solucionar problemas que pueden
costar la vida de una persona; puede salvar la vida de una persona. En ese sentido, lo
felicito. Creo que hay que acentuar ese trabajo y me parece importante hacer hincapié
en la actividad de cada una de las zonas en las producciones locales. Son tan disímiles
que sería importante que todos sepamos qué pasa en cada una de nuestras provincias.
Sr. Albistur.— Con respecto a la pluralidad en el sistema público de medios, recién la
senadora habló de un ejemplo, Pepe Eliaschev, que de peronista no tiene nada.
Realmente, él es un crítico diario a nuestra gestión, y nosotros lo vemos bien y tenemos
buena relación con él. Nos parece que así tiene que ser. También tenemos a otro amigo,
Oscar Cardoso, que está bastante duro y opositor en estos últimos tiempos. Nos parece
bien eso.
La otra vez, en Santiago del Estero, me preguntaron sobre la relación del
Gobierno con los medios. Yo dije: no con los medios, con los trabajadores, es tensa.
Siempre es tensa la relación del poder con el periodismo. A uno le gustaría que
destaquen lo que uno hace bien en su gestión, quisiera más centímetros y segundos, pero
los periodistas están para eso y para criticarnos también. No es malo que la relación sea
tensa, porque además es diaria. Nosotros no solamente creemos que el canal y la radio
públicas tienen que ser pluralistas, sino que lo hemos demostrado.
Después le voy a pasar la palabra a Ricardo Palacio para que explique el caso
del documental de Vietnam, que no fue censura. Estamos muy atentos a que esto no
ocurra. Uno se puede equivocar y cometer errores, pero la política de la Secretaría de
Medios es la contraria. Está el caso de “Desayuno”, un muy buen programa que está en
Canal 7 y que muestra la pluralidad, en el que tenemos abonada a Elisa Carrió. Desde
“Desayuno”, Castels convocó a la insurrección popular y a voltear al Gobierno. Después
todos terminan agradeciendo al canal público. También Zamora, en un programa que
hacía Héctor Timmerman en Canal 7, dijo que estaba censurado. Quedó totalmente
desmentido, pudo decir lo que quería. Creo que los argentinos además de decir que
somos plurales, tenemos que hacer un esfuerzo para serlo. Desgraciadamente, por lo
menos la gente de mi generación, hemos tenido muchos años de sufrir dictaduras y de
desencuentros. Hoy es una cosa natural que eso ocurra.
No comparto en absoluto que haya ninguna actitud que atente a la libre
expresión en los medios. No la comparto en absoluto porque no hay ningún caso
concreto de presión a los medios de ninguna manera. Cualquiera puede escribir lo que
piensa. Lo que sí es cierto es que, en este juego democrático, también nosotros, como
funcionarios, podemos decir lo que pensamos y no tenemos porqué coincidir.
Le paso la palabra a Palacio para que explique el caso de censura, entre comillas,
del documental sobre Vietnam.
Sr. Palacio.— Es buena la pregunta y gracias por la oportunidad.
Se imaginan que uno no necesita ver un documental de estas características para
saber cuál es el contenido. Lejos está de nosotros censurar un contenido que es
histórico, que lo estudiamos nosotros y nuestro hijos.
Creo que se utiliza la palabra censura porque es una palabra que impacta.
Cuando usted habla de censura, hace que inmediatamente se gire la cabeza para mirar
quién es el que censura y qué es lo que se está censurando. Cuando usted se entera de
que supuestamente censuramos la emisión de un documental de Vietnam, creo que
realmente no tiene mucha materia de análisis para observar. Esto no tiene nada que ver
con la realidad.
Lo que ocurrió en realidad es lo siguiente, y vamos a hacer hincapié en los
propios errores. Desde más o menos agosto o septiembre del año pasado, por algunas
desinteligencias que hemos cometido desde la conducción, se han originado uno o dos
programas que fueron reclamados por los dos sindicatos mayoritarios más fuertes que
hay en el canal, que son SAT, Sindicato Argentino de Televisión, y UTPBA, Unión de
Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.
El problema surgió porque este programa de Vietnam fue realizado íntegramente
por personal de UTPBA, y el personal del SAT también consideraba que parte de esas
tareas las tendría que haber realizado gente de su sindicato. Consideraban que la
realización íntegra de este programa avasallaba sus derechos, consideraban que parte de
esas tareas les correspondían a miembros de su sindicato. Sucedió que, en una asamblea
que hizo el SAT un día antes de la emisión, se avisó que iba a haber un paro total de
actividades en el canal si el programa salía al aire.
En definitiva, estaban reclamando dos sindicatos que consideraban que tenían
derechos que a los dos les eran propios. Entonces, en el momento de tomar la decisión y
ante un paro total de actividades al otro día, decidimos suspender la salida al aire hasta
que pudiéramos sacar programas con estas características que no tuvieran consecuencias
mayores. No fue censura. Se imaginan que no vamos a cambiar la historia poniendo este
documental al aire. Simplemente se trató de evitar que, por la realización de un
programa, suframos consecuencias mayores como un paro total de actividades por
tiempo indeterminado, como se había hecho.
Entonces, es nuestra responsabilidad —para aquellos a los que nos toca
conducir— ver si realmente podíamos sacar un programa y al otro día atenernos a las
consecuencias.
Tengo una permanente comunicación con los dos sindicatos. Sin embargo, hay
un punto en el que no se pueden poner de acuerdo.
El año pasado estuvimos alrededor de 50 días en el Ministerio de Trabajo
tratando de subsanar estos inconvenientes. Se habló de la posibilidad de que los dos
sindicatos puedan realizar programas en forma conjunta, sin que esto signifique ningún
avasallamiento de sus derechos. Si han estado conviviendo durante 30 años y se ha
sacado toda la programación que ha permitido que lleguemos hasta aquí, no se puede
entender que por la realización de un programa tengamos estas dificultades.
Reitero, el año pasado, hemos tratado de buscar múltiples fórmulas de
entendimiento, por ejemplo, que puedan realizar esas tareas en forma conjunta, que un
programa lo haga un sindicato y la otra semana lo haga el otro, etcétera. Si los dos
sindicatos se ponen de acuerdo, nosotros nos allanamos y no tenemos ningún
inconveniente en actuar de acuerdo a lo que ellos decidan. Nosotros no podíamos sacar
un programa a la fuerza y tener un paro general por tiempo indeterminado en el canal.
Permanentemente buscamos el diálogo y el entendimiento para que en forma
conjunta se puedan superar los conflictos. En definitiva, no se trata de problemas serios.
Están en duda determinadas tareas que se realizan en ese programa; tanto un sindicato
como el otro las reclaman como propias.
A veces quedamos en el medio del conflicto porque si nosotros decidimos que
tal actividad la debe realizar un sindicato, el otro dice que estamos vulnerando sus
derechos; si lo hacemos para el otro sindicato, el reclamo es a la inversa.
No hubo ningún tipo de censura en el documental de la guerra de Vietnam. El
término “censura” impacta y llama la atención. Sin embargo, reitero, no hay
absolutamente nada de eso.
Sr. Presidente. — Para ir finalizando la reunión, tiene la palabra al señor secretario de
Medios. Desde ya, agradecemos la presencia de todos los invitados.
Sr. Albistur. — Quiero agradecerles la invitación. Esperemos que no pase otro año para
volver a reunirnos. Deberíamos reunirnos más periódicamente. Es necesario que en
ciertos temas, por ejemplo, la ley de radiodifusión, el fútbol, etcétera, trabajemos
conjuntamente. Considero que este año podríamos intensificar el contacto. Como usted
mencionó, esta es la segunda reunión y llevamos dos años de gestión. Por lo tanto, debo
decir que el contacto ha sido poco.
Sr. Presidente. — Si vino dos veces aquí fue porque lo invitamos en dos
oportunidades. No fue su responsabilidad.
Queda pendiente un tema que nunca se concretó y al que nos habíamos
comprometido los integrantes de esta comisión: así como visitamos Canal 7, tenemos
una visita pendiente a Radio Nacional. Es importante que veamos con nuestros ojos las
herramientas con las cuales trabaja la televisión pública de la República Argentina. De
manera tal que cuando tratemos el presupuesto no seamos mezquinos con los medios
públicos y les demos los recursos necesarios.
Damos por finalizada la reunión.
— Son las 14 y 15.
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