REGISTRADA BAJO EL Nº 231 ... En la Ciudad de Mar del Plata, a los 24... Expte.: 124.127 ...

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(ML) REGISTRADA BAJO EL
Nº
231
Expte.: 124.127
Juz. 2
Fº
Sec. 4
En la Ciudad de Mar del Plata, a los 24 días del mes de abril de dos mil
tres, reunida la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial,
Sala Segunda, en acuerdo ordinario a los efectos de dictar sentencia en
los autos: "PENNISI, VANESSA H. C/ NICOLARI, MARCOS A. Y OTROS S/ DAÑOS Y
PERJUICIOS", habiéndose practicado oportunamente el sorteo prescripto por
los artículos 168 de la Constitución de la Provincia y 263 del Código de
procedimientos en lo Civil y Comercial, resultó que la votación debía ser
en el siguiente orden: Dres. Nélida I. Zampini; Rafael F. Oteriño y Raúl
O. Dalmasso.
El Tribunal resolvió plantear y votar las siguientes
C U E S T I O N E S
1a). Es justa la sentencia de fs. 568 / 580 ?.
2a). Que pronunciamiento corresponde
dictar ?.
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA LA SRA. JUEZ DRA. ZAMPINI
DIJO:
I.- A fs. 568/580 el Juez de grado dictó sentencia e hizo
lugar a la demanda promovida por Vanessa Haydee Pennisi contra Marcos
Antonio
Nicolari
y
la
Empresa
de
Transporte
25
de
Mayo
y,
en
consecuencia, condenó a estos últimos y a la citada en garantía "Mutual
Rivadavia de Seguros del Transporte Público de pasajeros", a abonar a la
primera la suma de $ 3.950 con más los intereses establecidos en los
considerandos. Impuso las costas a los demandados perdidosos.
A fs. 582 apela la actora, y a fs. 586 lo hace la demandada y
la citada en garantía, desistiendo, estos últimos, de la apelación a fs.
594.
Solo permanece vigente, entonces, la queja presentada por la
accionante, quien expresa sus agravios a fs. 595/601, los que fueron
contestados a fs. 602/603.
Cuestiona la actora, el rechazo de la indemnización de los
daños derivados de la lesión psicológica, deteniendose a destacar que la
doctrina y la jurisprudencia son pacificas al aceptar, y resarcir, los
perjuicios que derivan de la lesión psíquica.
Aflige también a la recurrente la falta de valoración, en el
decisorio en crisis, de la prueba pericial psicológica. Entiende que el a
quo no ha hecho mérito alguno del dictamen profesional, siendo que éste
resulta fundamental para determinar la lesión que ella ha sufrido como
consecuencia del accidente.
Considera
valoración
de
que
los
el
gastos
Judicante
de
ha
ayuda
en
efectuado
el
una
hogar.
inadecuada
Señala
que,
desprendiéndose del plexo probatoria que ha quedado con una incapacidad
permanente, física y psicológica, la ayuda doméstica se ha extendido más
allá del alta médica.
Asimismo
se
agravia
del
"quantum"
establecido
por
el
Judicante para el rubro incapacidad permanente, por considerarlo exiguo.
Resalta
que
no
se
valoró
correctamente,
en
este
parcial,
la
prueba
pericial, informativa y testimonial rendida en el presente proceso, como
así tampoco sus circunstancias personales al momento del accidente.
Sostiene que el a quo al valorar el rubro "lucro cesante" no
considero que debio dejar de ejercer la actividad docente por más de
cinco meses, lo cual -a su criterio- se encuentra debidamente acreditado.
Por último, se agravia del rechazo del rubro de gastos de
psicoterapia. Expone similares argumentos a los esgrimidos en sus dos
primeros agravios.
Finalmente, se aflige del monto otorgado para el daño moral
por considerarlo reducido. Argumenta que "...los fundamentos brindados
por el a quo, resultan generales y no responden a la magnitud del daño
acreditado
en
autos.
La
falta
de
mérito
de
la
prueba
pericial
psicológica, y la testimonial producida al respecto, han hecho que el
monto
otorgado
como
derivación
de
esa
incorrecta
apreciación
de
la
prueba, sea irrisorio..." (textual fs. 599vta.).
II.- Pasaré a analizar los agravios planteados:
A.-
PRIMERO,
SEGUNDO
Y
SEXTO
AGRAVIO:
Rechazo
de
lesión
psicológica - Falta valoración Pericia Psicológica - Psicoterapia.
En
agravios
razón
de
precedentemente
encontrarse
los
conceptos
expuestos,
íntimamente
vertidos,
ligados
en
los
abordare
su
psicológico
no
tratamiento en forma conjunta.
Entiendo
que,
como
principio,
el
daño
constituye en si mismo una categoría o rubro que permita su resarcimiento
en forma autónoma del daño moral o patrimonial, que eventualmente pueda
producirse. Sin perjuicio de ello, y dejando en claro que no constituye
un tercer género, se ha admitido su reconocimiento cuando la fuente del
perjuicio invocado es un daño psíquico, que de suyo implica un matiz
patológico, requiriéndose demostración concreta, especialmente a través
del
correspondiente
peritaje
psíquico
(Zavala
de
González,
Matilde;
"Resarcimiento
de
daños
-
Daños
a
las
personas
-
vol.
2a",
Edit.
Hammurabi, Bs.As., 1993, p.p. 191 y ss.).
El
alteración,
daño
psicológico
modificación,
consiste
-en
perturbación
o
cuanto
lesión-
menoscabo,
de
en
una
carácter
patológico, del equilibrio mental del sujeto, generalmente permanente y
de diversa gravedad y magnitud, generando por consiguiente una alteración
de la personalidad del sujeto, en su manera de proyectarse en la sociedad
(Fernandez
Sessarego,
Carlos;
"Nuevas
reflexiones
sobre
el
daño
psíquico", en revista de Responsabilidad Civil y Seguros, L.L., julioagosto de 2000, p.p. 18).
Esta Sala tiene expresado que: "...los menoscabos o daños
psicológicos deben ser indemnizados cuando tienen su causa u origen en el
accidente en sí (art. 901 del Codo. Civil), es decir, que tiene origen en
factores
exógenos
responsabilidad
imputables
civil"
(esta
al
Sala
agente
causa
traumático
Nº
119.614,
que
RSD
genera
523
del
21/11/2002; 107.599, RSD 35/99 del 18/02/99).
En la legislación civil no está incluido expresamente el daño
psicológico, por lo que debo recurrir al art. 1068 del código Civil, que
preveé una reparación integral. Precisamente el mencionado precepto dice:
"...habrá daño siempre que se cause a otro algún perjuicio susceptible de
apreciación
posesión,
pecuniaria,
o
o
indirectamente
directamente
por
el
mal
en
las
hecho
cosas
a
su
de
su
persona
dominio,
o
a
sus
derechos...".
En la causa de marras se ha probado que el daño psicológico,
sufrido por la actora, (informe pericial psicológico de fs. 473/478 y
ampliaciones de fs. 498/vta y Fs. 515/518) tiene relación causal con el
hecho ilícito, por lo que corresponde su consideración en forma autónoma.
Lo
anteriormente
expuesto
se
desprende
del
informe
de
la
perito psicóloga (Lic. Vergel, Graciela E.), quien en base a entrevistas
personales
con
la
Srta.
Vanessa
Haydee
Pennisi
y
test
proyectivos,
describe el estado psíquico y las secuelas que en ese plano dejo en la
misma el accidente ocurrido el 29/09/1998. Dictamina la especialista que
la
actora
sufre
intelectuales
y
dado
"...ineficiencia
que
en
su
temporaria
trabajo
y
en
para
cualquier
actividades
estudio
son
actividades intelectuales las que se llevan a cabo, es evidente que esas
ineficiencias se trasladan a la esfera laboral y estudiantil, con marcado
descenso en la posibilidad de aplicar su capacidad de base. Por otra
parte
el
importante
estado
depresivo
que
sufre,
con
todas
las
características definidas más arriba (ver punto 1), la incapacita para
emplear eficazmente su caudal intelectual..." (ver pericia psicológica a
fs. 474vta - resp. al punto de pericia nº 3).
Finalmente
tratamiento
concluye
psicológico
características
y
señaladas-
que
la
la
podría
perito,
en
duración
estimarse
la
del
en
necesidad
mismo
de
un
-dadas
aproximadamente
las
tres
años, el que se cubriría a razón de una sesión semanal, con un costo
aproximado de $ 14,00 (pesos catorce) por sesión, siendo este el mínimo
ético establecido por el Colegio de Psicólogos, destacando que dicha suma
está sujeto a las modificaciones que cada profesional crea pertinente
(ver pericia psicológica a fs. 474vta. y 475, resp. al punto de pericia
nº 5; arts. 901 y 1068 del Cód. Civil; arts. 375, 384, 473, 474 y concds.
del C.P.C.).
Por lo expuesto, atento lo dictaminado por el idóneo -que no
ha
merecido
observación
de
las
partes
y
de
cuyas
conclusiones
no
encuentro mérito para apartarme- (arts. 384, 473, 474 del C.P.C.), estimo
razonable
la
recepción
del
rubro
de
daño
psicológico,
padecido
como
consecuencia del hecho ilícito del que fuera victima la parte actora.
Sentado
ello,
considerando
la
duración
del
tratamiento
psicológico y el costo aproximado de cada sesión (ver pericia psicológica
de fs. 473/478 y ampliaciones de fs. 498/vta y fs. 515/518), estimo
prudente establecer el parcial en examen en la suma de
$ 2.700,00 (dos
mil setecientos pesos - arts. 1086 del Cód. Civil; 165 del C.P.C.).
B.- TERCER AGRAVIO: GASTOS AYUDA EN EL HOGAR.
Sabido
es
que
resulta
indemnizable
lo
abonado
a
personal
contratado para la realización de tareas domésticas que la víctima se vio
impedida de llevar a cabo a raíz del hecho. La prueba que se requiere en
este
rubro
es
la
del
hecho
mismo
de
la
contratación
del
personal
doméstico, a pesar de ello los recibos -de dicha contratación- no pueden
ser erigidos como exclusivo elemento demostrativo, admitiéndose también
la acreditación por vía testimonial, máxime teniendo en cuenta que tales
trabajos, en la mayoría de los casos, no se instrumentan por escrito.
Ante lo cual queda autorizado el resorte de su fijación prudencial por el
Juez (Zavala de González, Matilde; "Resarcimiento de daños - Daños a las
personas,
Edit. Hammurabi, Bs. As., 1993, p.p. 161 y ss.; art. 165 del
C.P.C.).
De las constancias de autos surge que la actora tuvo que
contratar una persona para que la ayudara en las tareas del hogar.
Ello surge de los recibos glosados a fs. 286/287
testimonial de fs. 289/vta, donde la
y de la
Sr. González, María expresa que
"...es empleada domestica de la actora..." a lo que agrega que "...si
recibio los importes que dicen los recibos y por los meses que dicen los
mismos..."
(ver
testimonial
de
fs.
289/vta,
resp.
a
las
1º
y
2º
cierto
que
el
lapso
pregunta).
En
mérito
a
ello
y
teniendo
por
aproximado de inactividad de la Srta. Pennisi puede fijarse en cinco
meses (ver Historia Clínica de fs. 204/212; certificado laboral de fs.
196), estimo que la suma fijada en la instancia de origen por el concepto
que nos ocupa resulta razonable y ajustada a derecho (arts. 1068 del Cód.
Civil; 165, 375, 384, 456 y ccds. del C.P.C.).
C.- CUARTO AGRAVIO: INCAPACIDAD PERMANENTE.
Sostiene
Zavala
de
González
que
"...la
disminución
de
la
incolumidad personal no se mensura sólo en relación a la aptitud de
generar ganancias monetarias, sino en función de toda actividad valiosa
materialmente que puede desempeñarse en una vida normal..." (Zavala de
González, Matilde; "Resarcimiento de daños - Daños a las personas", 2a.
Edic., Edit. Hammurabi, Bs. As., 1993, pág. 411).
En
igual
sentido
esta
Sala
ha
expresado
en
reiteradas
oportunidades que "...la aptitud laboral genérica es un bien jurídico
protegible,
indemnización
aunque
a
que
no
se
se
acredite
arribe
no
tarea
puede
ser
remunerada
producto
alguna
de
un
y
la
cálculo
matemático exacto, siendo la posible entrada perdida de la víctima sólo
un índice para fijar el resarcimiento, el que debe ser guiado por el
principio de la evaluación en concreto, teniendo en cuenta todas las
circunstancias derivadas de los hechos juzgados" (esta Sala, Causas Nº
72.891, RSD 260/89 del 04/07/1989; 91.937, RSD 70/95 del 09/03/1995;
102.478, RSD 480/97 del 16/12/1997; 105.285, RSD 214/98 del 02/07/1998,
entre otras)
Ahora bien, para que el daño sea compensable, debe ser cierto
y probado, requiriéndose para ello prueba adecuada.
Al momento de evaluar la incapacidad sufrida por la Srta.
Pennisi debo de tener en cuenta que del informe pericial Psicológico se
desprende
que a raíz del evento dañoso sufre ineficiencia temporaria
para actividades intelectuales lo que influye directamente en su esfera
laboral y estudiantil , con marcado descenso de aplicar su capacidad de
base (ver informe Psicológico de fs. 473/78, resp. al punto 3).
Al
momento
de
evaluar
el
daño
material
causado
por
la
incapacidad debo tener en cuenta:
a) La edad de la víctima: quien tenia 26 años al tiempo de
siniestro.
b) La actividad de la víctima: La Srta. Pennisi trabajaba en
una Empresa de plásticos, en la que desarrollaba tareas administrativas
(ver oficio de fs. 186, testimonial de fs. 291/292, resp. a la 7ma.
preg.) Asimismo, daba clases particulares de apoyo escolar durante tres
días de la semana (ver testimonial de fs. 284/285).
c) Las condiciones personales y familiares de la dañada: la
accionante al tiempo del siniestro atravesaba un estado depresivo, por la
perdida de un embarazo (ver fs. 357/403 historia Clínica, fs. 473/478,
pericia psicológica). Debido a la neurosis traumática ocasionada por el
hecho
ilícito
la
actora
no
pudo
volver
a
efectuar
las
tareas
que
normalmente efectuaba en su trabajo. (ver fs. 291/292, testimonial).
d) Las condiciones de vida futura: Durante los proximos tres
años la Srta. Penissi debera someterse a un tratamiento Psicoterapeutico
para lograr superar la incapacidad psicológica sufrida como consecuencia
del
accidente,
lo
cual
no
asegura
que
pueda
recuperar
su
eficacia
intelectual que le permita desarrollar las actividades que normalmente
efectuaba
antes del accidente.
Teniendo en cuenta
atraviesa
el
establecer
país
la
es
que en las
imposible
indemnización
circunstancias por las
realizar
debida,
un
cálculo
considero
que
matemático
para
el
debe
que
mismo
calcularse en base a las reglas de la prudencia judicial. En tal sentido
estimo prudente elevar el parcial en examen a la suma de $ 1.000 (pesos
mil - arts. 1083, 1084 y ccds. del Cód. Civil; 384, 394,473, 474 y ccds.
del C.P.C.).
D.- QUINTO AGRAVIO: LUCRO CESANTE.
Sabido es que el lucro cesante resultante del art. 1069 del
Cód. Civil, es la ganancia frustrada, la
utilidad, beneficio, lucro o
provecho de que se vio privado el acreedor a raíz del acto ilícito. El
lucro
cesante
acrecimiento
se
ha
dicho-
patrimonial
que
implica
el
una
acreedor
falta
había
de
podido
ganancia
o
de
razonablemente
obtener de no haberse producido el ilícito (argto. jurisp. esta Sala,
causa Nº 120.309 RSD 369/02 del 12/09/02).
En razón de lo expuesto, para dilucidar el quantum de este
reclamo debe tenerse en cuenta las pruebas producidas en autos.
Veamos: Surge de los recibos glosados a fs. 260/263 que la
Srta. Pennisi daba clases de apoyo escolar percibiendo por las mismas $
150,00 mensual (ver recibos glosados a fs. 260/263).
Asimismo, la Sra.
Capria, Marta, a fs. 284, al responder
sobre si su hijo tomaba clase particulares con la actora expresa que
"...si, en especial matemáticas, y otras como lengua..." (fs. 284, resp.
a la 2da. preg.) agregando que "...iba martes, jueves y el refuerzo más
grande era el día sábado, la tarifa era de 6, a veces 8 u 10 pesos,
depende de la cantidad de horas que se quedaba mi hijo..." (fs. 284,
resp. a la 3er. preg.).
La testigo Sra. Loto, Mónica preguntada, a fs. 285, sobre
cuanto abonaba por las clases de apoyo escolar responde que "...ella me
cobraba 5 pesos la hora, y a veces iba dos veces a la semana..." (fs.
285, resp. a la 4ta. preg.).
Por lo que la ganancia liquida mensual dejada de percibir por
la actora durante el periodo de convalecencia, asciende a la suma de $
150,00 (pesos ciento cincuenta).
Teniendo en cuenta que el tiempo que la actora se ha visto
impedida de trabajar se ha prolongado por un lapso de cinco meses (ver
fs. 212, historia Clínica; fs. 196 certificado laboral) por la ganancia
liquida mensual dejada de percibir estimo que la cantidad fijada por el
primer Juzgador como indemnizatoria de este parcial se encuentra ajustada
a derecho (arts. 1069 del Cód. Civil, 165, 384, 394, 422, 424, 474 y
ccds. del C.P.C.).
E.- SEPTIMO AGRAVIO: DAÑO MORAL.
Es sabido que el daño moral importa una minoración en la
subjetividad de la persona, derivada del menoscabo o lesión inferida a un
interés
no
disvaliosa
patrimonial.
del
espíritu,
Dicho
en
el
de
otra
manera,
desenvolvimiento
"...una
de
su
modificación
capacidad
de
entender, querer o sentir, consecuencia de una lesión a un interés no
patrimonial, que habrá de traducirse en un modo de estar diferente de
aquel en que se hallaba antes del hecho, como consecuencia de éste, y
anímicamente perjudicial..." (Pizarro, Ramón D. - Vallespinos, Carlos G.;
"Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones", Ed. Hammurabi, T. II,
pág. 641; Zavala de González, Matilde; "Resarcimiento de daños Tº 4to -
Daños a las personas", 2a. Edic., 2a. reimpr. Edit. Hammurabi, Bs.As.,
1993, p.p. 180 y ss.).
Esta Alzada por su parte ha explicado que "...el daño moral
lo constituye toda modificación disvaliosa del espíritu, la alteración no
subsumible
sólo
en
el
dolor,
ya
que
puede
consistir
en
profundas
preocupaciones, estados de aguda irritación, etc., que exceden lo que por
dolor se entiende, afectando el equilibrio anímico de la persona sobre el
cual
los
demás
disvaliosa
del
no
pueden
bienestar
avanzar:
psicofísico
de
de
manera
que
toda
una
persona
por
modificación
una
acción
atribuible a otra, configura daño moral..." (esta Sala, causa Nº 104.122,
RSD 78/98 del 17/03/98; S.C.B.A., in re "Toledo, Noemí c/ Munic. de La
Matanza", en LLBA, 1999-1031).
En
igual
sentido
Bueres
ha
sustentado,
en
una
primera
acepción, que "...en el daño moral hay una modificación disvaliosa del
espíritu en el desenvolvimiento de las capacidades de entender, de querer
y de sentir -que se traduce en un modo de estar de la persona diferente
de aquél en que se encontraba antes del hecho, como consecuencia de éste
y anímicamente perjudicial-..."(Bueres, Alberto J. "Derecho de daños",
Edit. Hammurabi, Ciudad de Bs. As., 2001, p.p. 306 y ss.)
Asimismo,
que
la
valoración
Zavala de González expresa que
del
daño
moral
compute
se "... requiere
atentamente
todas
las
circunstancias del caso, tanto la de naturaleza objetiva (la índole del
hecho lesivo y sus repercusiones), como las personales y subjetivas de la
propia víctima..." (Zavala de González, Matilde; "Resarcimiento de daños.
2a - Daños a las personas", 2a. Edic., 2a. reimpr. Edit. Hammurabi,
Bs.As., 1993, p.p. 548 y ss.).
Entre lo factores objetivos a ponderar debo tener en cuenta:
a) Los relativos al hecho mismo: el sufrimiento en el momento del suceso,
su impacto en la esfera emocional, perdida de conocimiento, sensación de
desamparo, etc.
b) Los relativos al período de curación y convalecencia: el
dolor físico propio a las lesiones; toda vez que la indemnización por
daño moral, al decir de la Suprema Corte provincial, "...es independiente
del tiempo que haya demandado el tratamiento de la enfermedad, dato éste
que sí puede utilizarse para graduar el resarcimiento correspondiente,
pero
no
para
instrumentar
una
negativa..."
(S.C.B.A.,
L.
61.157
del
27/5/1997).
c) Los vinculados con eventuales menoscabos que subsistan aún
después
del
tratamiento:
secuelas
no
corregibles,
lesión
estética,
imposibilidad de practicar deportes, en fin aquellas circunstancias que
hagan que deban modificarse el modo de vida habitual anterior al evento
dañoso.
También debo ponderar las circunstancias de la víctima y su
receptividad personal, teniendo en cuenta su sexo, edad, profesión, etc.
De
una
apreciación
de
la
totalidad
de
las
vicisitudes
y
circunstancias que ha debido atravesar la damnificada, es evidente la
existencia de secuelas que han afectado su individualidad, proyectándose
sobre su estado de ánimo.
En
el
caso
de
marras,
de
un
detenido
análisis
de
los
elementos probatorios obrantes en la causa, surge del certificado médico
de Traumatologos Asociados, glosado a fs. 429, que la Srta. Penissi como
consecuencia
del
accidente
derecho..." (ver informe de
sufrio
"...trauma
cervical
fs. 143, resp. al punto a.)
y
de
hombro
Asimismo de la historia clínica de la "Clínica de Fracturas y
Ortopedia" surge que la actora al ingresar al mencionado nosocomio sufria
de "...entorsis de columna cervical..." (ver historia clínica de fs.
204/212).
En
definitiva,
la
actora
ha
debido
atravesar
por
una
situación traumática, un suceso displacentero, sumado a la lesiones que
sufrió
por
el
suceso
ilícito,
sin
perder
enyesada con un collar durante
(ver
historia
clínica
de
fs.
de
vista
que
debio
estar
-aproximadamente- 30 días
204/212),
además
de
las
molestias
y
trastornos propios del posterior tratamiento de recuperación. Todo esto
ha roto el delicado equilibrio en que se desenvolvía la vida habitual de
la Srta. Penissi.
De allí, surge innegable que todo ello ha infligido una serie
de
temores,
padecimientos,
angustias
y
sufrimientos
que
exceden
los
genéricos y habituales a los que todos nos vemos expuestos por el hecho
de vivir en sociedad, por lo que reúnen entidad suficiente como para ser
resarcidos.
Por todo lo expuesto, estimo que la cantidad fijada por el
primer juzgador como indemnizatoria de este rubro resulta razonable, por
lo que opto por mantenerla (arts. 1078 del Cód. Civil; 384, 385, 456,
473, 474 y ccds. del C.P.C.).
Así lo voto.
Los Señores Jueces Dres. Rafael F. Oteriño y Raúl O. Dalmasso
votaron en igual sentido por los mismos fundamentos.
A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SRA. JUEZ DRA. ZAMPINI
DIJO:
Corresponde
confirmar
la
sentencia
de
fs.
568/580vta,
en
cuanto ha sido materia de apelación por la parte actora, con respecto al
"Gastos de ayuda en el hogar" y en cuanto a los rubros "lucro cesante" y
"daño
moral".
Modificandose
los
rubros:
a)
"lesión
Psicológica
-
Psicoterapia", el cual se fija en la suma de $ 2.700,00 (pesos dos mil
setecientos); b) "Incapacidad permanente", el cual se fija en la suma de
$
1.000,00
(pesos
mil).
Propongo
que
las
costas
de
la
Alzada
serán
soportadas por el demandado vencido (art. 68 del C.P.C.) y diferir la
regulación de los honorarios profesionales para su momento oportuno (art.
31 de la ley 8.904).
Así lo voto.
Los Señores Jueces Dres. Rafael F. Oteriño y Raúl O. Dalmasso
votaron en igual sentido por los mismos fundamentos.
En consecuencia, se dicta la siguiente:
S E N T E N C I A
Por
los
fundamentos
dados
en
el
precedente
acuerdo
se
confirma la sentencia de fs. 568/580vta, en cuanto ha sido materia de
apelación por la parte actora, con respecto al "Gastos de ayuda en el
hogar" y en cuanto a los rubros "Lucro cesante" y "daño moral". Se
modifican los rubros: a) "Lesión Psicológica - Psicoterapia", el cual se
fija
en
la
suma
de
$
2.700,00
(pesos
dos
mil
setecientos);
b)
"Incapacidad permanente", el cual se fija en la suma de $ 1.000,00 (pesos
mil). Las costas de la Alzada deben ser soportadas por el demandado
vencido (art. 68 del C.P.C.) y diferir la regulación de los honorarios
profesionales
para
su
momento
oportuno
(art.
31
de
la
ley
8.904).
Notifíquese personalmente o por cédula (art. 135 del C.P.C.). Devuélvase.
RAFAEL F. OTERIÑO
RAUL O. DALMASSO
NELIDA I. ZAMPINI
MARIO PINONI
Secretario.-
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