IMPORTANCIA DE LA ENFERMEDAD RENAL POLIQUÍSTICA EN EL GATO PERSA

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IMPORTANCIA DE LA ENFERMEDAD RENAL POLIQUÍSTICA EN EL GATO PERSA
La enfermedad conocida como PKD por las siglas de la denominación inglesa PolycysticKidney Disease, es una
enfermedad hereditaria que afecta fundamentalmente a los riñones y que se ha detectado en los gatos de razas Persa
y Exótico (Persa de pelo corto) y, esporádicamente, en otras razas con un alto contenido de sangre Persa. Consiste en
la aparición de pequeños quistes en la corteza renal, que aumentan de tamaño con la edad a medida que se rellenan de
orina, y que provocan la aparición de insuficiencia renal irreversible. Los quistes están presentes desde el nacimiento
pero van aumentando progresivamente de tamaño a medida que crece el gato y siempre aparecen en ambos riñones.
Se trata de una enfermedad transmitida genéticamente, irreversible, de desarrollo lento y gradual y que, en el
momento actual, constituye uno de los problemas más graves con el que se enfrenta el criador de gatos de estas razas
debido a tres factores: Su herencia, su prevalencia en la población felina y sus consecuencias en la salud individual
a medio y a largo plazo. Vamos a intentar analizar cada uno de estos tres factores por separado.
1.- HERENCIA: Las primeras referencias de la presencia de esta enfermedad en el gato son de hace 30 años pero
los estudios específicos no se empezaron a desarrollar hasta 1990. En este año, se examinó en el Hospital Estatal de
Ohio una gata hembra de raza persa con síntomas de insuficiencia renal. Los cachorros procedentes de esta gata
fueron el origen de una colonia felina utilizada para avanzar en el estudio de esta enfermedad y gracias a la cual se
sabe que es hereditaria y codificada por un gen autosómico dominante. Esto quiere decir que se transmite de padres a
hijos a través de los cromosomas no sexuales (no es una enfermedad ligada al sexo) siguiendo unas normas sencillas e
invariables. Tablas de heredabilidad del PKD:
HEREDABILIDAD
Gato libre de PKD: xx
Gato heterocigótico: Xx
Gato heterocigota Xx con gato libre xx
Xx
Xx
xx
xx
50% enfermos
Gato homocigota XX con gato libre xx
Xx
Xx
Gato homocigótico: XX
Xx
Xx
100% enfermos
Gato heterocigota Xx con gato heterocigota Xx
XX
Xx
xX
xx
75% enfermos
Gato homocigota XX con gato homocigota XX
XX
XX
XX
XX
100% enfermos
Gato libre xx con gato libre xx
xx
xx
xx
xx
100% libres de PKD (Sanos)
El hecho de que sea un gen dominante implica que si uno de los dos padres es portador del gen, al menos el 50% de la
descendencia será portadora y, por tanto, susceptible de padecer la enfermedad.
Estas reglas hereditarias no descartan la aparición de una mutación y que, de dos padres negativos, aparezca un hijo
positivo pero la probabilidad es baja.
Se ha descrito en los gatos una segunda forma de PKD con herencia autosómica recesiva, sin embargo esta forma de la
enfermedad es casi siempre fatal tanto en los gatitos. Existen referencias en veterinaria que hablan de esta
posibilidad pero los gatitos mueren alrededor de las 6 semanas de edad.
2.- PREVALENCIA: En el momento actual no existen publicadas estadísticas que informen de la situación real de la
enfermedad, sin embargo en los estudios realizados se ha comprobado que alrededor del 36% de los animales
examinados son positivos a la presencia de la enfermedad. Es necesario un estudio más extenso para que las
estadísticas puedan extrapolarse a toda la población, sin embargo la tendencia observada indica que el porcentaje real
será superior al 30% lo cual, teniendo en cuenta las consecuencias de la enfermedad, es suficientemente grave como
para trabajar en la línea de erradicar la enfermedad mediante un estricto control de aquellos animales que se van a
utilizar en la reproducción.
3.- CONSECUENCIAS: Clínicamente se manifiesta con disfunciones renales alrededor de los 7 años de edad aunque
hay animales que desarrollan la insuficiencia renal con 4 ó 5 años y otros que no llegan a tener manifestaciones clínicas
nunca y fallecen por otras causas relacionadas con la edad, pero esto es muy raro, casi todos lo terminaran por
desarrollar.
Al ser una enfermedad hereditaria, los quistes están presentes desde el nacimiento del gato aunque su tamaño es, al
principio, de menos de 1 milímetro. A medida que el animal se desarrolla y va cumpliendo años, los quistes empiezan a
crecer hasta alcanzar varios centímetros. Los problemas aparecen cuando la parte sana del riñón no es suficiente como
para que este órgano realice sus funciones, en ese momento aparece la insuficiencia renal.
Algunos síntomas clínicos, habituales de la insuficiencia renal, pueden ser depresión generalizada, falta de apetito,
polidipsia, poliuria, pérdida de peso, a la palpación los riñones estarán alargados e irregulares y, en casos graves, el
paciente presentará deshidratación, mucosas pálidas y adelgazamiento extremo.
Como los síntomas pueden manifestarse de forma tardía, existe la posibilidad de que el animal muera por cualquier otra
causa y no por un fallo renal; sin embargo, el fallo renal es seguro cuando los quistes empiezan a desarrollarse.
La tasa de crecimiento de los quistes renales es variable, incluso entre los riñones de un mismo gato, entre padres
afectados y su progenie, entre hermanos y líneas genéticas.
Las opciones de tratamiento están muy limitadas y de muy mal pronóstico, se debe tratar como un riñón terminal y
esto incluye rehidratación y estabilización del paciente, restricción en la dieta de proteínas para evitar la alta
producción de metabolitos nitrogenados, disminuir los niveles de urea en el organismo, restricción de fósforo en la
alimentación, y suplementación dietética en cuanto sea posible con vitaminas, taurina, potasio, sodio, bicarbonato. Es
recomendable proveer al paciente de agua fresca ad libitum. Se debe evitar en lo posible el estrés a estos gatos. El
trasplante renal es una opción si se dispone de donante y de la infraestructura necesaria para hacerlo aunque, por
regla general, no está a nuestro alcance para gatos con insuficiencia renal crónica por enfermedad renal poliquística.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA ENFERMEDAD RENAL POLIQUÍSTICA Y SI SON O NO PORTADORES DEL
GEN AUNQUE AUN NO LA HALLAN DESARROLADO?
Investigadores han conseguido detectar el gen responsable del PKD en los gatos en laboratorios de los E.U. En La
Universidad de Davis, California existe una prueba muy fiable disponible comercialmente. Puede determinarse
fácilmente si un gato padece o no PKD o si es portador aunque aun no lo desarrolle mediante una muestra de saliva o
sangre. En este momento, esta prueba sólo es válida para gatos persas y exóticos.
La ecografía o ultrasonido es un método fiable únicamente para detectar la enfermedad renal poliquística ya estando
presente o manifestándose, este estudio lo puede realizar la UNAM.
El test de ADN es el único método para saber si es portador de este gen o no, sin importar si el Gato aun no lo
desarrolla. Este estudio todavía no está disponible en México, que no lo engañen. Se mandan las muestras directamente
a la U.C. Davis, California.
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