INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA – Para saber más…

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INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA – Para saber más…
QUÉ ES EL OPERATIVO DE PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS DEL
CABILDO INSULAR DE TENERIFE (BRIFOR).
CÓMO TRABAJA EL OPERATIVO BRIFOR EN LA EXTINCIÓN
EL INFOCA, EL PLAN CANARIO DE PROTECCIÓN CIVIL Y ATENCIÓN DE
EMERGENCIAS POR INCENDIOS FORESTALES
EL VOLUNTARIADO
LAS ZONAS DE RIESGO DE INCENDIDOS FORESTALES, LAS ZARIS
CAUSAS DEL FUEGO
PREVENCIÓN, LA MEJOR GARANTÍA
QUÉ ES EL OPERATIVO DE PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS DEL
CABILDO INSULAR DE TENERIFE (BRIFOR).
El Cabildo de Tenerife cuenta con un conjunto de recursos materiales y
humanos para la prevención y extinción de incendios. El operativo se compone
de 350 profesionales entre técnicos, agentes, gestores del Centro de
Coordinación, vigilantes, jefes de grupo, especialistas helitransportados,
especialistas de extinción, y conductores de autobombas entre otros. Este
contingente humano está dotado de medios de extinción, como autobombas o
helicópteros; y de infraestructuras, como las torres de vigilancia y los depósitos
de agua, que permiten la detección y rápida intervención en cualquier siniestro.
Este operativo, que trabaja a lo largo de todo el año, se despliega con distinta
intensidad en función del peligro de incendios por lo que, en los meses de
verano, se dota a su máxima capacidad.
Este operativo tiene una estructura que organiza los medios, tanto humanos como
materiales.
CECOPIN: Centro de Coordinación Operativo Insular. Es el órgano encargado del seguimiento
de actividades y estado del operativo y, en general, de cuantas circunstancias afecten a la
prevención y extinción de incendios.
Puesto de Mando Avanzado (PMA): Puesto de dirección técnica de las labores de control y
extinción de un incendio, formado por los participantes de los diferentes grupos de acción,
situado en las proximidades de éste.
Dirección de extinción: es la persona física dependiente del Cabildo Insular, responsable de
las tareas de extinción en un incendio forestal.
Jefe de Planificación: es la persona física encargada de la dirección de la Unidad de
Planificación, encargada de la redacción del Plan Técnico de Extinción y del seguimiento de la
implantación y ejecución del mismo. Forma parte del PMA
Jefe de Operaciones: es la persona física encargada de la dirección y coordinación de las
operaciones para la extinción en un incendio forestal.
Centro de Recepción de Medios (C.R.M.): Es el Órgano encargado de la recepción y
distribución de medios en el área del incendio.
Grupo de extinción: es el conjunto de medios materiales y humanos cuya actuación principal
son las operaciones de extinción, al mando del Jefe de Operaciones.
Equipo TIPO I. BRIVAM: Está compuesta por un jefe de grupo 5 especialistas y 2
motoserristas que forman un equipo de extinción con el medio aéreo que los transporta.
Pueden desarrollar todos los tipos de técnicas de extinción y se especializan en ataque
directo con apoyo aéreo y ataque indirecto (contrafuego y quemas de ensanche).
Equipo TIPO II. Brigadas de Tierra: Equipo compuesto por un jefe de grupo, 5
especialistas y 1 motoserrista, que puede realizar casi todas las técnicas de extinción.
Equipo TIPO III. VAMTAC: Equipo compuesto por un jefe de grupo, 3 especialistas. Se
especializa en tendidos de manguera en primera intervención.
Equipo TIPO III. Disuasorios: Equipo compuesto por 2 especialistas equipados con
autobomba ligera tipo Pick Up. Se especializa en tendidos de manguera en primera
intervención. Realizan también funciones de prevención de incendios (quemas
controladas, tutelado, información a la población) y vigilancia.
Autobomba (camión con depósito de agua y bomba de presión): que puede
realizar tareas de vigilancia, labores preventivas y apoyo a brigadas de extinción.
Estará dirigida por un conductor de autobomba necesitando las brigadas tipo I o II para
el tendido de mangueras.
Medios aéreos de extinción: Constituido por helicópteros, aviones de carga en tierra o
anfibios, ligeros, medios o pesados. Su función principal es la extinción directa por
descarga de agua con o sin aditivos.
Vigilantes fijos y móviles: Los vigilantes ocuparán las torretas de vigilancia o los vehículos
asignados aumentando la cobertura de vigilancia en la isla. Sirven de enlace en casos de
emergencia.
Las brigadas usan herramientas manuales fácilmente transportable y manejables para
la realización de su trabajo, entre otros: el batefuegos, usado para golpear
reiteradamente el matorral prendido y ahogar las llamas; la pala usada para tirar tierra
sobre en fuego y quitarle el oxigeno; el rastrillo-guataca utilizado para abrir fajas y
líneas de defensa rompiendo la continuidad del combustible; el machete y sierra
utilizado para cortar y retirar ramas y matorral del avance del fuego; y las mochilaextintores utilizadas durante la primera intervención y en las labores de enfriamiento
del terreno ya que tienen poca capacidad de almacenamiento de agua.
Además de estas herramientas los brigadistas cuentan con equipos de protección
individual que sirven de salvaguardia contra el fuego: ropa ignífuga (protege del
exceso de calor); casco y gafas; mascarillas antipartículas; guantes; botas; refugio
ignífugo; y protectores auditivos.
*** CÓMO TRABAJA EL OPERATIVO BRIFOR EN LA EXTINCIÓN
El primer indicativo de que hay fuego son las columnas de humo. Éstas aportan
información relevante como el tipo de combustible que está ardiendo y la dirección de
avance del incendio.
Cuando se produce una llamada informando de un posible incendio, el Centro de
Coordinación del Operativo Insular (CECOPIN) comprueba si en la zona se está
realizando alguna de las actividades de riesgo que han sido autorizadas (quemas
agrícolas o forestales controladas, fuegos artificiales, obras de reparación de pistas
forestales, etc.). En el caso de no tener constancia de ninguna de estas actividades
previstas, se informa a los medios de primera actuación. Estos medios se desplazan
para confirmar la existencia del incendio y valorar la situación, dando el aviso al centro
de coordinación acerca de la gravedad de la emergencia. Una vez realizada esta
comunicación, se inician las labores de extinción.
En épocas de prealerta, los equipos o medios de primer ataque se desplazan a la
zona, evalúan la situación e informan de la misma. Seguidamente, ejecutan las
labores necesarias para controlar y extinguir el fuego, ya que en estas situaciones
estos medios suelen suficientes. En épocas de alerta, además de los equipos de
primer ataque se despliegan los medios helitransportados.
En Tenerife el 99 % de los incendios son controlados en las primeras horas tras su
detección. El 1 % restante requiere de un mayor despliegue de medios.
Si con el primer ataque no se extingue el incendio, se movilizan de forma progresiva
los medios de extinción, logística, seguridad y sanitarios según la gravedad de la
emergencia y de acuerdo con lo establecido en el plan de actuación frente al riesgo de
incendios forestales en Tenerife (INFOTEN).
El análisis de la gravedad de la situación se realiza sobre la base del conocimiento de
las condiciones atmosféricas, la accesibilidad de la zona, la pendiente y los modelos
de combustibles, además de las observaciones realizadas sobre el terreno que nos
informan de:
•
El riesgo para las vidas humanas, las zonas habitadas, etc.
•
La existencia de barreras naturales (áreas sin vegetación) o artificiales (áreas
cortafuegos o carreteras).
•
La velocidad de propagación del incendio.
•
La presencia de un único foco o de varios focos secundarios dispersos.
Este análisis sirve para la planificación del plan de ataque o extinción del incendio.
Se deciden las prioridades, cuántos y qué efectivos y medios se usarán y dónde
empezar las labores.
Existen dos formas de actuar: el ataque directo (intentando sofocar las llamas con el
empleo de agua, tierra y herramientas manuales) y el indirecto (creando líneas de
defensa desde las que actuar). Sin embargo en un mismo incendio las estrategias
pueden variar e incluso combinarse.
Una vez que se han controlado las llamas se actúa sobre el área quemada para evitar
la reproducción del incendio. Una ráfaga de viento, puede avivar las brasas haciendo
que se reinicie el fuego. Por ello se debe revisar la zona a conciencia y actuar
remojando principalmente el borde quemado de la zona afectada y retirando el
combustible con capacidad de arder. Al mismo tiempo otras unidades revisan las
zonas no afectadas por el incendio en busca de focos nuevos o brasas. Estas labores
continúan hasta que el riesgo de incendio ha sido eliminado por completo.
*** EL INFOCA, EL PLAN CANARIO DE PROTECCIÓN CIVIL Y ATENCIÓN
DE EMERGENCIAS POR INCENDIOS FORESTALES
Los incendios forestales están considerados como una situación de peligro grave, por
lo que una vez se producen, es preciso emplear todos los medios humanos y
materiales necesarios para su extinción.
La coordinación de los distintos grupos y organizaciones que intervienen en las
labores de extinción es esencial para que todo el personal implicado conozca su papel
dentro de la emergencia y así se eviten situaciones de riesgo. Para ello, se elaboran
diferentes planes en los que se definen las responsabilidades, la organización de los
recursos o la sistemática de actuación para cada nivel de emergencia.
En este marco organizativo destacamos el INFOCA, el Plan Canario de Protección
Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales. Su objeto es dar una
respuesta eficaz, ágil y coordinada ante una emergencia por incendio forestal a nivel
regional.
A nivel insular se ha desarrollado el INFOTEN, el plan de actuación frente al riesgo de
incendios forestales de Tenerife. Queda integrado dentro del INFOCA y desarrolla las
siguientes funciones básicas:

Prever la estructura organizativa y los procedimientos para la intervención en
emergencias por incendios forestales.

Establecer los procedimientos encaminados a lograr la detección de las causas
que provocaron la Emergencia.

Informar a la población de la problemática y situaciones de riesgo.

Aplicar medidas preventivas para persuadir al público general y a las
poblaciones de riesgo en particular de realizar actividades que puedan generar
incendio.

Zonificar el territorio en función del riesgo y las previsibles consecuencias de
los incendios forestales, delimitar áreas según posibles requerimientos de
intervención y despliegue de medios y recursos, así como localizar la
infraestructura física a utilizar en operaciones de emergencia.

Establecer las épocas de peligro, relacionadas con el riesgo de incendios
forestales, en función de las previsiones generales y de los diferentes
parámetros locales que definen el riesgo.

Catalogar los medios y recursos específicos a disposición de las actuaciones
previstas
Los medios adheridos al INFOTEN son el operativo BRIFOR, los agentes de Medio
Ambiente, el Consorcio de Bomberos y los medios del Gobierno de Canarias y del
Estado (medios aéreos, brigadas de refuerzo, etc.) cuya cobertura afecta a la isla de
Tenerife.
GRACIAS A ESTA PLANIFICACIÓN, TRAS LA RECEPCIÓN DE UN AVISO DE FUEGO SE PONE
EN MARCHA TODO UN DISPOSITIVO DESTINADO A CONTROLAR Y EXTINGUIR EL FUEGO LO
MÁS RÁPIDAMENTE POSIBLE.
Los incendios que superan las 5.500 hectáreas son considerados grandes incendios
forestales. En estas situaciones de emergencia, donde se generan grandes longitudes
de llama y elevadas velocidades de propagación, se complican las labores de
extinción, siendo necesario la puesta en marcha de todos los medios y dispositivos de
extinción dependientes del Cabildo, Administraciones Locales, Comunidad Autónoma
y Estado. La coordinación de estos medios es clave para actuar de manera rápida y
efectiva.
Para hacer frente a un Gran Incendio Forestal se convocará a:




Comité Insular de Emergencia (CIE).- ejerce las labores de dirección y
coordinación de la emergencia y la transferencia de responsabilidades.
Gabinete de Información.- encargado de recabar, elaborar, difundir y distribuir
la información generada por la emergencia.
Comité Asesor.- grupo de personas encargadas de aportar soluciones y
asesorar al Director del Plan y al Comité Insular de Emergencias. El Director
del Plan es el encargado de dirigir y coordinar todas las actuaciones.
Puesto de Mando Avanzado (PMA).- Lugar desde donde se dirigen las
actuaciones a realizar por los participantes de los diferentes grupos de acción.
Está situado cerca del lugar del incendio en comunicación directa y
permanente con los distintos Centros de Coordinación.
Además, para garantizar el funcionamiento de los puestos establecidos para afrontar
la emergencia se activa el personal necesario, como pueden ser:





Director de Extinción
Jefe de Operaciones
Coordinador del CECOPIN
Coordinador de Medios Aéreos
Técnico de Planificación
 Etc.
EL VOLUNTARIADO
Los voluntarios son un colectivo que puede tener un papel muy importante a la hora de
colaborar en las tareas de prevención y extinción de incendios; sin embargo, es
imprescindible que actúen de manera coordinada con los operativos de extinción, por
su propia seguridad.
La función principal de los grupos de voluntarios es el apoyo a los profesionales que
trabajan en el monte, y tienen que ser conscientes de que participan en actividades
que pueden entrañar un gran riesgo, por lo que deben seguir a rajatabla las
orientaciones que se les dan. Sus tareas están perfectamente definidas y encuadradas
dentro del Operativo de Incendios, y salirse de ellas puede conllevar un gran peligro
para sí mismos, para las demás personas que están trabajando e incluso para el
propio monte. Normalmente, realizan tareas de avituallamiento y transporte o en
acciones informativas.
LAS ZONAS DE RIESGO DE INCENDIDOS FORESTALES, LAS ZARIS
En función de las particularidades del combustible (masa vegetal) se han definido las
zonas de riesgo de incendios (ZARIS) en Tenerife.
Para definir estas zonas de riesgo, se tienen en cuenta variables ambientales,
condiciones meteorológicas y actividades humanas. Las altas temperaturas, la baja
humedad ambiental - que influye en el contenido de agua de la vegetación -, la
orografía, la presencia de carreteras y las actividades humanas cerca de áreas
boscosas, así como las estadísticas de incendios sufridos en años anteriores son
elementos que se utilizan para calcular y definir el nivel de riesgo.
Además de estas zonas, se han declarado otras que por la frecuencia o virulencia de
los incendios forestales ocurridos, los riesgos para la población y la importancia de los
valores amenazados hacen necesaria la aplicación de medidas especiales de
protección. Nos referimos a las zonas de alto riesgo de incendio forestales (ZARIS) o
de protección preferente. En Tenerife, hay nueve, que son:
Z.A.R.I. 1: Caseríos del Parque Rural de Teno y Monte del Agua.
Z.A.R.I. 2: Valle de Icod-Chinyero.
Z.A.R.I. 3: Los Realejos-La Guancha.
Z.A.R.I. 4: Mamio - La Caldera.
Z.A.R.I. 5: Acentejo - Las Palomas.
Z.A.R.I. 6: Lagunetas - La Esperanza.
Z.A.R.I. 7: La Laguna y Tegueste.
Z.A.R.I. 8: Reservas de Anaga.
Z.A.R.I. 9: Valle de Güímar.
Cada una de estas zonas ha sido declarada por uno o varios de los siguientes
motivos:
Zonas con alto número de incendios forestales.
Zonas con alto número de incendios no forestales con riesgo de pasar a la zona
forestal.
Zonas con riesgo de graves daños a personas y bienes
Zonas con riesgo de graves daños ecológicos
Dentro de las ZARIS encontramos las denominadas zonas de interfase, que son
áreas de continuidad entre lo rural y el monte; es decir, núcleos de población,
viviendas y otras infraestructuras relacionados con actividades agrícolas, ganaderas,
de turismo rural, etc., que están próximos a superficies boscosas.
En estás áreas, una negligencia puede desencadenar un incendio, y en ocasiones,
tener consecuencias graves sobre la población. Por ello, las labores preventivas
realizadas en estas zonas de interfase tienen una gran relevancia.
CAUSAS DEL FUEGO
Uso cultural del fuego
El fuego se emplea en una serie de actividades que se desarrollan dentro del monte o
en entornos cercanos. Entre ellas, destacan las siguientes:

limpieza de fincas

eliminación de matorrales

regeneración de pastos

eliminación de plagas

eliminación de residuos forestales

eliminación de residuos domésticos en las zonas próximas al monte.
Se trata de actividades que precisan de autorización administrativa del Cabildo de
Tenerife cuando se realizan dentro de las zonas de riesgo de incendio.
Fuera de las zonas de riesgo, las quemas agrícolas están autorizadas de forma
genérica, el particular solo está obligado a notificarlo telefónicamente al ayuntamiento
e informar a sus colindantes, pero no necesita otra autorización.
Son los agricultores, ganaderos, trabajadores forestales y población que vive en zonas
de interfase los que realizan estas prácticas.
Cuando estas actividades se realizan en épocas de riesgo, sin solicitar la preceptiva
autorización – que garantiza la buena ejecución de la actividad con presencia del
personal de vigilancia y sin tomar medidas especiales, un descuido puede implicar la
pérdida de control del fuego y consecuentemente, el posible inicio de un incendio
forestal.
Es la primera de las causas (48 %) de incendios forestales de Tenerife.
Fumadores
Arrojar colillas o fósforos encendidos al suelo puede provocar fácilmente un incendio,
especialmente cuando existe mucho material combustible (pinocha y restos de madera
seca). Este riesgo aumenta en las zonas muy frecuentadas por excursionistas, turistas
y población local, cazadores o los propios trabajadores forestales, y por la existencia
de carreteras y pistas. Aunque es una actividad prohibida con carácter general, la
mejor medida contra ella es la vía de la concienciación.
Es la tercera de las causas (8 %) en Tenerife.
Fuegos artificiales, fiestas y deportes.
Las peregrinaciones, romerías o eventos deportivos generan una gran afluencia de
personas a las zonas forestales, con el riesgo asociado de incendios.
Las exhibiciones de fuegos artificiales por las festividades suponen un riesgo para
nuestro monte debido a los fragmentos de carcasas, palos y resto de materiales
incandescentes que pueden iniciar un incendio. Los responsables de estas actividades
son las empresas pirotécnicas y los participantes en actos festivos. Esta actividad
pirotécnica, cuando se hace en el monte o en sus proximidades, está sujeta a
autorización.
Actividades recreativas y de ocio.
Tenerife posee cuarenta y tres espacios naturales protegidos, que suponen la
protección de casi la mitad de la superficie insular. Algunos de estos territorios son
auténticos santuarios de innumerables especies y hábitat singulares. Los espacios
naturales protegidos permiten no sólo disfrutar de un medio ambiente adecuado, sino
también el desarrollo de actividades recreativas, deportivas y culturales al aire
libre, por eso la Isla cuenta con una amplia y diversificada red de equipamientos de
uso público, instalaciones que nos facilitan el contacto con la naturaleza. Muchos de
ellos están dentro de estas áreas protegidas, y especialmente, en las zonas forestales.
En todos estos equipamientos, el uso del fuego para calentarse o preparar comida
está regulado. Está prohibido hacer fuego – hogueras- fuera de los lugares habilitados
para ello ( es el caso de los fogones en las áreas recreativas, por ejemplo). El uso y
disfrute de esta red de equipamientos conlleva una autorización previa y el
cumplimiento de una serie de normas, algunas de ellas directamente relacionadas con
el fuego y el peligro de incendio forestal.
Caza
Algunas prácticas de caza pueden generar incendios, siendo una de ellas el uso de
cartuchos con cuerpo de papel que al caer al suelo contactan con material
combustible. Otra es la quema del monte para asegurarse una buena caza, ya que en
terrenos con vegetación espesa es difícil avistar y disparar a las piezas. Es una
actividad prohibida.
Otra práctica, que además de ilegal y desalmada puede resultar muy peligrosa, es la
de introducir humo en las madrigueras para que los animales salgan de ellas.
La caza, en cualquier caso, está sujeta a legislación y precisa de autorización.
Líneas eléctricas, motores y máquinas
Se pueden generar incendios debido a deficiencias en el tendido, reparación y
mantenimiento de líneas eléctricas, bien por contactos de la línea con el combustible
vegetal o por el uso de herramientas de corte radiales y equipos de soldadura, que
pueden producir chispas. También por fallos en transformadores de energía, incendios
de viviendas, averías de maquinaria agrícola, explosiones o accidentes aéreos y de
tráfico.
Otras actividades
Existen otras actividades que pueden generar incendios de manera negligente,
accidental o intencionada. Entre otras, destacan:

Maniobras militares.

Litigios o malestar con la administración.

Rituales religiosos.

Crear alarma y vandalismo.

Eliminar pruebas.

Apicultura.

Malestar con la administración.
PREVENCIÓN, LA MEJOR GARANTÍA
La mejor acción que se puede llevar a cabo para evitar las consecuencias negativas
de los incendios forestales es evitar que se produzcan.
La prevención es una labor que se desarrolla a lo largo de todo el año mediante la
adopción de diferentes medidas y la ejecución de actividades encaminadas a anular o
reducir la probabilidad de que se inicie un incendio forestal y, en el caso de que este
suceda, que sus efectos sean mínimos.
Hay tres grandes líneas de acción en materia de prevención de incendios forestales:
-
Predicción.
-
Silvicultura preventiva.
-
Comunicación , concienciación y educación.
Predicción.
Se trata del estudio y análisis de los índices de riesgo, tales como el tiempo
atmosférico, las causas más comunes según investigaciones anteriores, las
particularidades – naturales y sociales- del lugar o las características de la masa
forestal.
En este apartado también pueden incluirse aquellas medidas relacionadas con el
desarrollo y aplicación de normativas específicas y procedimientos autorizatorios incluida, obviamente la persecución y sanción de las conductas punibles-, tanto de
carácter general como sectorial, cuya finalidad sea la de reducir o evitar el riesgo de
incendio (quemas, fuegos artificiales, actividades de uso público, uso de pistas, caza,
etc.).
El conocimiento de las relaciones entre diferentes parámetros meteorológicos, el
territorio y los incendios es esencial para la toma de decisiones en la planificación y
movilización de los recursos. Es parte de las labores de prevención evaluar el nivel de
riesgo de iniciarse un fuego. Variables como la temperatura, la humedad relativa, el
viento, la precipitación y la insolación afectan al estado del combustible, sobre todo a
la materia muerta, y son condicionantes básicos para determinar la posibilidad de
ocurrencia de incendios forestales en una zona determinada.
El operativo BRIFOR emplea una herramienta que calcula el índice de peligro de
incendios. Combinando los datos meteorológicos (valores de temperatura, humedad
relativa, velocidad del viento y dirección), con el tipo y estado (contenido en humedad)
del combustible y las actividades de riesgo que se desarrollan en el territorio (quemas
agrícolas o forestales, romerías, fuegos artificiales, etc.), se define el peligro de
incendio para cada zona de la isla estableciéndose niveles de prealerta, alerta, alarma
y alarma extrema. Es una medida útil que representa la probabilidad de que se
produzca un incendio en el tiempo y espacio.
El despliegue y el desarrollo de actividades preventivas del operativo BRIFOR, será
mayor en los días de alto peligro de incendio, en los cuales se extrema la vigilancia, se
prohíbe el uso del fuego y se informa a la población.
Probabilidad
de incendio
Prealerta
Valor
del
Índice
< 10 ‰
Alerta
10 -40 ‰
Se suspenden las quemas con medios propios y autorizadas, así
como fuegos artificiales de cualquier nivel.
Solo se hace aviso a población de riesgo directamente afectada:
empresas con trabajos con gravedad media, pinocheros,
colmeneros, agricultores con quema prevista, empresa pirotécnica
y asociaciones de vecinos promotores de exhibición pirotécnica, y
determinadas entidades (Consorcio de Bomberos, Voluntariado,
Concejalías de medio ambiente o montes).
Alarma
40- 80 ‰
Prohibición de toda actividad con riesgo de incendios y
recomendación de no transitar espacios forestales o agrícolas
dentro de la zona de riesgo.
Prohibiciones y recomendaciones que se envían a: Ayuntamientos,
empresas afectadas, policías locales, grupos de voluntariado,
Consorcio de bomberos, UME, etc.
Colocación de carteles informativos en infraestructuras de zonas
forestales, programación de paneles en carreteras.
Información directa por SMS (Red AGROCABILDO y bases propias
de empresas forestales y rematantes) o correo electrónico de
colectivos de riesgo, ayuntamientos, etc.
MEDIDAS
Suelen estar prohibidas algunas actividades de riesgo alto y medio,
como uso de equipos de soldadura o quemas prescritas
Notas de prensa a radio, TV y prensa escrita. Páginas de internet
del Cabildo y otras instituciones colaboradoras.
Acciones preventivas de información y vigilancia del operativo
BRIFOR y grupos de voluntariado conveniados
Alarma
extrema
> 80 ‰
Las actividades son similares a las del estado de alerta, pero con
un grado de prohibición mayor
El Cabildo de Tenerife cuenta con una serie de infraestructuras para la vigilancia,
control y extinción de los incendios forestales. Entre éstas destacan las siguientes:
-
Torres de vigilancia.- A través de estas estructuras se puede vigilar el 80 % del
territorio insular. El personal que presta servicios de vigilancia en las torres, es
el encargado de observar los posibles indicios de incendios para dar aviso a
las unidades de actuación.
-
Estaciones meteorológicas que facilitan información necesaria para calcular la
probabilidad de que ocurra un incendio y establecer las épocas de riesgo.
-
Sistema de radiocomunicaciones.- Se trata de un sistema de comunicación de
cobertura insular compuesto por tres redes, una empleada para los trabajos de
gestión habituales, otra para el Operativo encargado de la lucha contra el fuego
y una tercera red de transmisión de datos.
-
Infraestructura hidráulica.- Integrada por una red de depósitos, tuberías y
tomas de agua, algunas de titularidad pública y otras privadas, pero al servicio
del Área de Medio Ambiente, Sostenibilidad Territorial y Aguas.
-
Bases, garajes y almacenes.- Son infraestructuras generales del Cabildo para
almacenar vehículos, equipos, etc. Están distribuidos por la isla y en ellos se
guardan los equipos de protección del personal, raciones de emergencia, agua
potable, combustible para camiones, mangueras y herramientas utilizadas en
las labores de prevención y extinción.
-
Investigación de causas de incendios.- Para poder definir una batería de
medidas preventivas prácticas y efectivas para la lucha contra el fuego es
importante conocer las causas de los incendios. De ahí la responsabilidad de
esclarecer el origen de cada uno de estos siniestros. Los investigadores
deshacen el camino del fuego para encontrar el punto de inicio del mismo. Una
vez localizado se buscan pistas que permita llegar a una conclusión sobre las
causas del incendio forestal.
-
Normativa, procedimiento autorizatorio y sancionador. Además de la normativa
estatal o regional, el Cabildo desarrolla diferentes normas sectoriales
(reglamentos, instrucciones, pliegos de condiciones de uso, etc.) que contienen
medidas para evitar o reducir el riesgo de incendio forestal de ciertas
actividades agrícolas, deportivas o de uso público. Muchas de ellas están
sujetas a autorización previa. No solicitar autorización para las actividades de
riesgo o no cumplir las condiciones de esa autorización supone una sanción
para los infractores. Mediante este mecanismo se intenta disuadir a la
población para que solicite los permisos oportunos y aplique las medidas de
prevención establecidas en los mismos. En el anexo II-2 se detallan una serie
de prohibiciones y recomendaciones dirigidas a la población en general, a las
personas que viven en zonas de interfase así como a los usuarios de zonas de
acampada, zonas recreativas y excursionistas, todas ellas encaminadas a
disminuir el riesgo de incendio forestal.
-
Vigilancia y tutelado de actividades de riesgo.- Las actividades relacionadas
con el uso del fuego o las exhibiciones pirotécnicas, entre otras, están sujetas a
autorización. En éstas se establece la obligación de adoptar de una serie de
medidas que minimizan el riesgo de iniciar un incendio.
El Cabildo cuenta con un servicio de ayuda o tutelado que garantiza la
seguridad en la ejecución de estas actividades autorizadas. Grupos de dos
especialistas dotados con un vehículo con depósito de agua y material de
extinción están presentes durante la realización de las actividades de riesgo. Si
el fuego se descontrola, actúan rápidamente evitando daños.
Silvicultura preventiva.
Integra la ejecución de diferentes labores de tratamiento de las masas forestales, en el
territorio, encaminadas a disminuir el riesgo de incendio o sus consecuencias. Algunas
de estas tareas son la realización de desbroces y podas, la generación de áreas
cortafuegos, la construcción de puntos de abastecimiento de agua o de pistas para el
acceso de los medios de extinción.
Esta línea de actuación incide directamente sobre el combustible. Se trata de disminuir
la inflamabilidad de la masa forestal con el fin de facilitar la extinción del incendio y por
tanto sus consecuencias.
El objetivo de la silvicultura preventiva es impedir o ralentizar la propagación del fuego
a través de la vegetación. Se utilizan dos estrategias, romper la continuidad del
combustible y disminuir su capacidad de arder utilizando especies de menor
combustibilidad y reduciendo la densidad de la vegetación. Se distinguen las
siguientes actuaciones:
-
Fajas auxiliares.- franjas a ambos lados de las pistas principales donde se
reduce el número de ejemplares y se favorece una vegetación menos
inflamable.
-
Áreas cortafuegos.- son superficies más anchas donde se modifica la
vegetación haciéndola menos inflamable para detener los posibles incendios
de suelo y servir como base para líneas de control.
-
Fajas cortafuegos.- son superficies más anchas donde se ha eliminado la
vegetación hasta llegar al suelo mineral. Estas estructuras presentan
problemas de mantenimiento y generan un impacto ambiental, por lo que se
mantienen las existentes sin generar nuevas.
-
Quemas prescritas.- consistentes en fuegos controlados sobre vegetación y
restos vegetales para modificar el modelo de combustible de una zona o limpiar
áreas cortafuegos. Se realizan por personal altamente especializado y bajo
condiciones meteorológicas adecuadas, ya que el objetivo es que elimine el
material altamente combustible sin dañar al resto de la vegetación.
-
Desbroces, limpias, podas y clareos. Su finalidad es también disminuir
inflamabilidad de la masa forestal.
-
Cambios o modificación en la vegetación. Básicamente, es sustituir las
especies menos resistentes por especies que resistan mejor el fuego. Es el
caso, por ejemplo, de las repoblaciones o revegetaciones con especies
autóctonas (pinar canario o especies potenciales del lugar frente a especies
foráneas).
Comunicación, concienciación y educación.
la
En esta línea se engloban las actividades dirigidas a informar, sensibilizar y educar a
la población para dar a conocer los valores e importancia que tiene el patrimonio
forestal, las consecuencias negativas de los incendios forestales y disminuir el riesgo
de que se produzcan. En algunos casos, van dirigidas a la población en general, y en
otras, a sectores concretos de la población que realizan actividades de riesgo (
agricultores, cazadores, usuarios del monte, etc.) con la finalidad de eliminar o reducir
la posibilidad de que ocurra un incendio forestal.
Con el paso de los años, la población ha ido tomando conciencia de las consecuencias
desastrosas que pueden tener los incendios forestales. Esta conciencia ha ido en
aumento gracias a las campañas de prevención que se vienen realizando desde hace
más de 50 años y a las actividades de comunicación, sensibilización y educación
ambiental.
Conociendo las causas que inician un incendio, podemos aplicar medidas de
prevención concretas. Para disminuir los incendios por negligencias, al desarrollar una
actividad, debemos emprender acciones de comunicación, concienciación y educación
dirigidas a sectores concretos de la población. Con ellas podemos conseguir un
cambio de comportamiento de los colectivos de riesgo.
Hay diferentes vías para informar y comunicar, concienciar y educar a la población
para evitar los posibles descuidos, así como dar a conocer las medidas normativas
que limitan determinadas actividades en distintos periodos del año.
Desde el cabildo de Tenerife, se han realizado diversas campañas de información y
comunicación para fomentar el conocimiento y los valores del patrimonio forestal y la
necesidad de contar con la colaboración ciudadana para disminuir la posibilidad de
que se produzcan incendios forestales. Para la difusión de estas campañas, se han
utilizado diversos soportes (prensa escrita, radio, televisión, portal web corporativo).
También se han realizado materiales didácticos de apoyo y diversas acciones
educativas en centros escolares.
Una de las actividades más eficaces es la de la información a los colectivos de riesgo
(agricultores, ganaderos, empresas pirotécnicas, residentes en zonas de alto riesgo,
usuarios del monte, participantes en peregrinaciones y romerías, etc.) con el fin de
informar de los riesgos de las actividades que desarrollan y de las necesidades de
tomar determinadas medidas de autoprotección, como por ejemplo la limpieza de
fincas y el mantenimiento de los perímetros desprovistos de vegetación alrededor de
las edificaciones. Para esta acción, se han utilizado diversas técnicas de comunicación
y divulgación, siendo fundamental la labor del voluntariado ambiental.
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