Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE IV. PAPER N°38 IMPLEMENTACIÓN DEL CUADRO DE MANDO INTEGRAL EN UNA ORGANIZACIÓN PÚBLICA CONDICIONADA EL DEL ORGANIZACIONAL CASO A SERVICIO LA DE CULTURA SALUD ANTOFAGASTA Marcela Ziede Bize [email protected] Mercedes Álvarez Segovia [email protected] RESUMEN La implementación exitosa de un sistema integral de control de gestión como es el cuadro de mando integral depende en gran parte de las características de la cultura de la organización que adopta tal iniciativa. El presente artículo evalúa cuáles serían los factores que favorecerían o frenarían dicha puesta en marcha en una organización pública chilena, el Servicio de Salud Antofagasta. Como consecuencia de la aplicación de métodos cuantitativos y cualitativos, destacan estilos culturales y creencias arraigadas en el personal que serían perjudiciales para su desarrollo al menos que se desarrolle una estrategia de intervención como la gestión del cambio. Palabras claves: Cuadro de mando integral; organización pública; Cultura organizacional; Servicio de Salud. 805 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE 1. Introducción En Chile, en el contexto de la Reforma de Modernización del Estado, las instituciones públicas han paulatinamente integrado nuevos sistemas de control de gestión como el Cuadro de Mando Integral. Se suelen abordar los errores o factores de éxito para la puesta en marcha de un sistema como tal, siendo la cultura organizacional el factor que menos atención ha suscitado y resulta de utilidad descubrir si las características de la cultura de una institución pública son favorables o por el contrario perjudican tal proceso. El objetivo general del artículo es revisar si las características de los estilos de orientaciones culturales del Servicio de Salud Antofagasta y las creencias del personal favorecen una implementación exitosa de una herramienta de control de gestión como es el Cuadro de Mando Integral. El artículo se organiza en cuatro partes. En la primera se ofrece una revisión de la literatura sobre el sistema de control de gestión, el Cuadro de Mando Integral y algunas aplicaciones en el mundo público para continuar con una síntesis sobre el fenómeno de cultura organizacional. En una segunda parte, se recogen las características más relevantes de la institución pública chilena, el Servicio de Salud de la región de Antofagasta, para luego proseguir con la metodología cuantitativa y cualitativa. En un cuarto apartado, se resume los principales hallazgos de las herramientas de diagnóstico para finalizar con las conclusiones y consideraciones. 2. Consideraciones teóricas La siguiente revisión bibliográfica recoge por una parte los principales elementos de un sistema de control de gestión como el Cuadro de Mando Integral y los criterios descritos para su exitosa implementación especialmente en el ámbito público y por otra, los aportes sobre el fenómeno de cultura 806 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE organizacional, su relación con la efectividad organizativa, la gestión del cambio y experiencias de análisis. 1.1. Cuadro de Mando Integral Un sistema de control es un conjunto de acciones, funciones, medios y responsables que garantizan, mediante su interacción, conocer la situación de un aspecto o función de la organización en un momento determinado para la toma de decisiones. El Cuadro de Mando Integral es un sistema de control de gestión por excelencia que tiene como objetivo final la correcta implantación de la estrategia a través de una disciplinada definición de objetivos, relacionados y alineados en función de la misma. Para sus precursores, Kaplan y Norton (1997) “el Cuadro de Mando Integral proporciona a los ejecutivos un amplio marco que traduce la visión y estrategia de una empresa, en un conjunto coherente de indicadores de actuación”. Los elementos que componen un Cuadro de Mando Integral, son: Misión, Visión y Valores; Perspectivas; Mapas estratégicos y objetivos; Propuesta de valor al cliente; Indicadores y sus metas; Iniciativas estratégicas; Responsables y recursos; Evaluación subjetiva (Fernández, 2001). El Cuadro de Mando Integral transforma la misión y la estrategia en objetivos e indicadores organizados en cuatro perspectivas diferentes: Financiera; Clientes; Procesos internos y Formación y crecimiento. Estas cuatro perspectivas permiten un equilibrio entre los objetivos a corto y largo plazo, entre los resultados deseados y los inductores de actuación de esos resultados. Desde sus inicios por el año 1990 a la fecha se ha podido determinar que la implementación del Cuadro de Mando Integral no depende del tipo de organización, sino de los problemas y mejoras que necesite su modelo de Planificación y Gestión. Esta herramienta es aplicada en empresas públicas y privadas en Chile, como también en instituciones del Estado como Fiscalía Nacional Económica, Corporación del Cobre, Superintendencia de Salud, Subsecretaría de Marina, Central de Abastecimiento, entre otras. 807 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE En la implementación de este tipo de herramienta se reconocen problemas y fracasos, siendo las variables críticas aquellas que no son particularmente del ámbito técnico sino más bien relativas a las personas como el liderazgo, capacidades de comunicación, foco exagerado en aspectos pecuniarios, omisión de las características culturales, equipo ejecutor, equipo consultor y exceso de tiempo entre las más recurrentes (Álvarez et al., 2006) Las experiencias de las diferentes empresas muestran que existen múltiples caminos para tener éxito, que las dificultades a las que se verán confrontadas pueden ser diversas y las respuestas también. El mayor aprendizaje radica en reconocer que el estricto apego a los pasos enseñados por Norton y Kaplan (1996a, 1996b, 1997, 2000, 2004a, 2004b) no es suficiente para producir los cambios esperados. Antes de trabajar los pasos del Cuadro de Mando Integral es necesario construir un contexto que sea propicio en la organización y recoger sus características culturales, más aún si el Cuadro de Mando Integral se implementa como parte de un proceso de cambio cultural, las probabilidades de éxito son mayores (Vigorena, 2005; Villarzú, 2005; Colomer et al., 2004; Voelker et al., 2005; Subsecretaría Marina, 2004). 1.2. Cultura organizacional En los últimos veinte años, se ha escrito ampliamente sobre fenómeno de cultura con el riesgo de confundir y simplificar. Si bien debe reconocerse que el desarrollo del concepto de cultura tiene su origen en Antropología Social, su tratamiento en términos empresariales surge recién en la década de los 80` con los textos clásicos de Peters y Waterman (1982), Schein (1988) y Hofstede et al. (1993) para finalmente iniciar propuestas de medición de la relación de la cultura empresarial y la efectividad organizacional (Kotter y Hesket, 1995). Schein realiza la mayor contribución teórica sobre el fenómeno de cultura empresarial vinculado al liderazgo, definiendo cultura como “un modelo de presunciones básicas-inventadas, descubiertas o desarrolladas por un grupo dado al ir aprendiendo a enfrentarse con sus problemas de adaptación externa e 808 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE integración interna, que hayan ejercido la suficiente influencia como para ser consideradas válidas y, en consecuencia, ser enseñadas a los nuevos miembros como el modo correcto de percibir, pensar, sentir esos problemas” (Schein, 1988, p. 25-26). El mismo propone cinco dimensiones para descubrir las presunciones subyacentes relativas a las cuales se forman los paradigmas culturales: la relación de la humanidad con la naturaleza; la naturaleza de la realidad o la verdad; la naturaleza del género humano; la naturaleza de la actividad humana y la naturaleza de las relaciones humanas. Existirían tres niveles de análisis, la parte visible o artefactos de la cultura, un segundo nivel con menos visibilidad: los valores y finalmente el nivel más profundo del análisis de una cultura: las presunciones básicas. Por su parte, Barney (1986) identificó que las empresas que poseen ciertos atributos podrían obtener una ventaja competitiva superior, siendo uno de ellos la cultura organizacional. En este mismo sentido en estudio llevado a cabo en España en mitad de los 90`, García Echeverría y del Val (1993) investigaron las percepciones de los gerentes sobre la cultura empresarial, destacando que existía plena claridad del concepto y que la cultura era percibida como un factor de competitividad. Por su parte, Kotter y Heskett (1995) estudiaron la relación entre la cultura y los resultados empresariales, y concluyeron que “las culturas fuertes generan prácticas de gestión que no se ajustan al entorno de la empresa, pueden inducir a personas inteligentes a actuar de forma destructiva, lo que deteriora sistemáticamente la capacidad de una organización para subsistir y prosperar”. Las culturas que son estratégicamente apropiadas (en función de sus entornos), no impactarán en mayores niveles de rentabilidad sustentable en el tiempo, “a menos que no contengan normas y valores que ayuden a las empresas a adaptarse a las cambiantes condiciones de su entorno” (p. 165). No obstante, la visión funcionalista antropológica de Schein ha recibido críticas en el sentido de no aceptar que la cultura sea necesariamente un conjunto de elementos funcionales sino que también integraría elementos disfuncionales. Rodríguez y Quezada (2008) afirman que si fuera cierta la aseveración de funcionalidad completa de Schein, difícilmente se podría introducir la gestión del cambio cultural, atentando contra la coherencia global y eficiencia. Una organización es sí ofrece coherencias e 809 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE incoherencias que la obstaculizan o la dañan. Los mismos autores se apoyan en una concepción poiética de la organización, donde reconocen el aporte de Luhmann, Maturana y Varela (2003), siendo la organización un sistema complejo constituido por decisiones interrelacionadas y que no incluye como integrantes a las personas que pasan a representar un “entorno interno”. Así se construiría entre la organización y el personal un "acoplamiento estructural". Por otra parte, se impone comprender el concepto de cultura organizacional inserto en la disciplina de Psicología Social, especialmente en lo que se denomina Comportamiento Organizacional y Desarrollo Organizacional. Los modelos de comportamiento organizacional (Robbins, 2004; Rodríguez, 1995; De Quijano, 1999, 2008) tienen como objetivo entender los fenómenos relativos a las personas en las organizaciones, su influencia, sus relaciones con la efectividad organizativa. Diversos autores han realizado propuestas de observación y de análisis de la cultura organizacional, destacando lo ya expuesto por los tres niveles de análisis que reconoce Schein. Luego Cooke y Lafferty (1987) proponen el Inventario de Cultura Organizacional, (Organizational Culture Inventory, OCI), que permite descubrir cuáles son las orientaciones culturales preferentes de una organización por medio de tres categorías que se subdividen en doce categorías, empleando métodos cuantitativos. Los tres estilos de orientaciones culturales son: 1) Estilo de satisfacción, que refleja la preocupación por el desarrollo personal, el logro, la afiliación (con las sub orientaciones de Apoyo, Logro, Afiliación y Autorrealización); 2) Estilo de seguridad hacia los empleados, que muestra preferencias relativas hacia el estatus, la aprobación y la seguridad (con las sub orientaciones de Aceptación, Convencional; Dependencia y Evitación y 3) Estilo de seguridad hacia las tareas, que destaca preferencias por el desempeño, la capacidad de influencia y control (con las sub orientaciones de Oposición; Poder; Competencia y Perfeccionismo). Gracias a este método cuantitativo se han podido realizar estudios más amplios en organizaciones, replicarlos y también efectuar las correspondientes triangulaciones, y en especial complementar los análisis cualitativos de la cultura organizacional (Cooke y Rousseau, 1989). El 810 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Inventario de Cultura Organizacional fue posteriormente adaptado del inglés al español por Quiroga (1993) quien lo aplicó a empresas españolas, validando el modelo. Thévenet (1992) desarrolla una auditoría de la cultura empresarial, ofreciendo seis áreas de búsqueda de información para realizarla: los fundadores; la historia; el oficio; los valores; los signos y los símbolos. Por su parte Harris (1989/1990) crea también un instrumento de medición de la cultura organizacional, sintetizada en cuatro orientaciones culturales, con cuatro estilos de: orientación hacia el poder; orientación hacia la función; orientación hacia el trabajo y orientación hacia la persona. En un sentido similar, Kobi y Wuthrich (1991) elaboraron una metodología e instrumentos de diagnóstico cualitativos y cuantitativos complementarios. Otros autores como Virgilio y Vera (2004) proponen un modelo de intervención para el cambio que denominan “coaching organizacional”, en el cual la organización puede aprender a observarse a si misma, buscando la coherencia entre sus fases y declaraciones. Así como propuso Schein, estos autores destacan ámbitos de observación, que en este caso suman once, necesarios para elaborar un diagnóstico de la cultura organizacional: la relación con el entorno; la relación con los clientes; la naturaleza de la actividad dentro de la organización; la naturaleza de lo real y lo efectivo; la naturaleza del tiempo; la naturaleza humana; la naturaleza de las relaciones; la naturaleza de la comunicación; la dimensión de lo imposible; la dimensión de la diversidad y la dimensión de lo emocional. Finalmente, corresponde también mencionar estudios sobre la gestión del cambio, especialmente en el mundo público, especialmente en Chile como Raineri (2001) quien investigó las prácticas de cambio adoptadas por empresas grandes y pequeñas chilenas y reconoció que éstas estaban centradas en el diagnóstico y preparación del cambio en vez de prácticas destinadas a implementar procesos de cambio. Ostroff (2006) identificó para el mundo público en Estados Unidos cinco factores que caracterizan los esfuerzos exitosos de cambio y que permiten que las instituciones alcancen sus objetivos y metas: el mejoramiento del desempeño en relación a la misión del organismo; la construcción de alianzas 811 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE estratégicas con los grupos de interés; la elaboración de hojas de ruta; la adopción de un enfoque integral y liderazgo en los directivos más que burócratas. Rodríguez y Quezada (2008) realizaron un estudio sobre el sector público chileno y la cultura organizacional aplicado a cuatro organizaciones sin fines de lucro. Estas instituciones presentaron ciertos éxitos debido principalmente a la profesionalización del personal de gestión y la introducción de instrumentos de gestión ampliamente aceptados en el ámbito privado. 2. Servicio de Salud Antofagasta y su contexto El Servicio de Salud Antofagasta se inserta dentro de una red nacional de servicios de salud públicos dependientes del Ministerio de Salud y posee un área geográfica o población usuaria a cargo, para la Región de Antofagasta de 492.846 habitantes (Censo 2002). En las localidades de mayor población, existen hospitales, siendo la capital regional la que concentra el 60,5 % del total. En términos del personal, el servicio reúne a más 2200 personas en las áreas asistenciales como de apoyo a la gestión, distribuidas en la región en los seis centros de salud. El sistema de salud público funciona bajo un modelo de gestión en red, nacido de la Reforma de la Salud en Chile, Ley de Autoridad Sanitaria, que entró en vigencia el año 2005. En paralelo a la Reforma de la Salud chilena, se ha puesto en marcha una Reforma de Modernización del Estado de Chile que se basa en los principios de transparencia, eficiencia, equidad y participación. En este sentido, el mejoramiento de la gestión pública es uno de los medios para potenciar este proceso de modernización. Expuestos los antecedentes generales de la institución y el contexto en el que está inserta, corresponde en el próximo apartado visualizar la metodología utilizada. 3. Metodología 812 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE El enfoque utilizado en el estudio es tanto cuantitativo como cuantitativo. En términos cuantitativos, se aplicó cuestionario de 120 ítems elaborado por Cooke y Lafferty (1987) y adaptado por Quiroga (1993) al personal del servicio de salud, con el propósito de destacar las orientaciones culturales preferentes. El cuestionario se aplicó a una muestra no probabilística intencionada del personal de apoyo al área clínica, 40 personas, pertenecientes a la Subdirección Administrativa, con dependencia sobre los departamentos de Recursos Humanos; Informática, Finanzas, Abastecimiento y Recursos Físicos, aplicado en Octubre 2004. El análisis cuantitativo se complementa con un análisis cualitativo de la cultura organizacional para comprender las creencias arraigadas o alcanzar los niveles más profundos de las presunciones básicas. El análisis cualitativo se realizó sobre las once dimensiones propuestas por Virgilio y Vera recurriendo a diferentes fuentes como las propuestas por Thévenet o la metodología y herramientas de Kobi y Wuthrich. También fueron fuente de información los resultados de 15 talleres de tesistas / funcionarios durante Octubre 2004 y Febrero 2005 (de 8 a 20 personas cada uno), en el marco de talleres de aprendizaje. A partir del análisis cuantitativo de los resultados, se recogen resultados cualitativos para explicar los datos que se ofrecen a continuación. 4. Resultados Los resultados serán expuestos en dos etapas. En una primera fase, se ofrecerán las principales conclusiones sobre la cultura organizacional del Servicio de Salud Antofagasta, tanto cuantitativas como cualitativas para luego evaluar si las orientaciones y características culturales serían propicias para implementar exitosamente del Cuadro de Mando Integral en la institución. 4.1. Resultados cuantitativos y cualitativos Resultados cuantitativos de los estilos de cultura De la aplicación del cuestionario adaptado de Cooke y Lafferty a la muestra del Servicio de Salud Antofagasta, puede identificarse que el estilo percibido con más fuerza por el personal fue el Estilo de 813 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE seguridad hacia los empleados (Gráfico 1) donde los funcionarios mostraban claras preferencias relativas hacia la aprobación y la seguridad (Aceptación; Convencional; Dependencia y Evitación). Este hallazgo es coherente con el tipo de organización, pública, donde la burocracia es el mecanismo de organización por excelencia. De esta burocracia, estructura organizacional jerárquica, roles delimitados entre los diferentes ocupantes de puestos, relaciones de dependencia claras, se tenderá más hacia una resignación de la situación, se será más conservador y donde los funcionarios tenderán probablemente a evitar aquello que no está establecido en sus funciones, puesto que el marco normativo y reglamentario está muy desarrollado, adicionalmente a la potencial revisión de organismos superiores de control y fiscalización. En segundo lugar y de manera muy estrecha es percibido el Estilo de seguridad hacia la tarea donde sobresalen las preferencias por el desempeño, la capacidad de influenza y control (Oposición; Poder; Competitiva y Perfeccionista). En este tipo de organización pública existen verdaderos grupos de poder e intereses, siendo muy fuerte la influencia de los gremios como Colegio Médico u otras asociaciones de representación nacional. Es habitual que se privilegien las afinidades políticas ante las competencias laborales en la selección del personal directivo. También el estilo Perfeccionista es consistente con una organización muy orientada a la burocracia, en que se cuidan los detalles. El estilo que menos perciben los funcionarios es el de Satisfacción, donde la preocupación por el desarrollo personal, el logro o las relaciones interpersonales no serían percibidos como preponderantes (Afiliación; Apoyo; Autorrealización y Logro), a pesar que es una organización prestadora de un servicio de salud, donde el individuo/paciente es el centro de la atención. Gráfico 1: Cultura actual Servicio de Salud Antofagasta. 814 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Logro 53,9 60Perfeccionista Autorrealización51,4 56,1Competitiva Apoyo 49,7 62,2 Poder 30 58,6Oposición 64,2 Evitación Afiliación45,3 Aprobación58,6 Convencional54,2 Dependiente 64,7 Fuente: Elaboración propia A continuación se mostrarán los resultados correspondientes al enfoque cualitativo que complementa los resultados de los estilos expuestos. Resultados cualitativos Adicionalmente a la determinación de los estilos preferentes de orientación de la cultura, es necesario complementar estas conceptualizaciones con los once dominios de observación (Virgilio y Vera, 2004) que se revisan a continuación. La relación con el entorno La relación con el entorno será revisada de manera resumida sobre la base de cuatro grupos de entornos para la organización: entorno económico, social, político/social y tecnológico. a) Entorno económico. Independiente del momento macroeconómico del país, existe al interior de la organización la creencia que los recursos operacionales están asegurados. También las dotaciones de personal son percibidas como fijas o con potencial crecimiento, la creencia es que no están relacionadas con el momento económico que condicionaría sólo las inversiones en infraestructura. En la organización no se perciben competidores en el ámbito del negocio con empresas privadas u otras públicas como Hospital Militar. Tampoco se perciben a las regiones cercanas como potenciales socios o competidores. La creencia que subyace de estas percepciones es que los clientes del Servicio están cautivos. 815 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE b) Entorno social. El interés por conocer las características de la población, su perfil epidemiológico, la natalidad, el envejecimiento, la migración desde países vecinos, la movilidad interregional, es reducido, más bien existe la creencia que como las prestaciones son siempre las mismas, la población no experimenta cambios sustantivos. El fortalecimiento de las redes sociales, creación de nuevos centros educacionales, pobreza, delincuencia no forman parte de las conversaciones habituales al interior del servicio. La evolución de la calidad de vida, el medio ambiente, la integración mayor de la mujer al mundo laboral, la mayor información en prensa de denuncias en salud y sucesos de connotación regional no son sistemáticamente relevantes en las conversaciones entre los miembros de la organización, deduciendo que no existe uniformidad en la comprensión de que el entorno es la razón de ser de la organización. c) Entorno político social La nueva legislación como es la Reforma de Salud fue percibida como una amenaza a la estabilidad en el empleo, las remuneraciones, los sistemas de ascenso y promoción. Los cambios son percibidos como desestabilizadores para la tranquilidad o status quo en las tareas ya que se dispondrán sistemas de control entre otros. Detrás de estas percepciones está la creencia que tiempo pasado siempre fue mejor. También la Reforma de Salud impacta sobre la percepción de los centros de poder al interior del Ministerio y entre las diferentes áreas, por cuanto la nueva estructura de los Servicios de Salud redistribuye atribuciones o asigna nuevas. En tal sentido, si bien el estilo de Poder es el que se encuentra ubicado en una tercera posición, existe la creencia en el personal que la proximidad a los tomadores de decisión es más valiosa que su desempeño para mantener el status quo y su seguridad en el empleo. d) Entorno Tecnológico Existen presiones en el ámbito clínico para la adquisición de nuevas tecnologías y existe la creencia arraigada que siempre y cuando se disponga de la tecnología de última generación se será eficiente. Se suele opinar que los centros privados adquieren a una mayor velocidad nuevas tecnologías y que es un elemento diferenciador. Complementariamente, las entidades con las que para el Servicio de Salud es apropiado relacionarse son el propio Ministerio, Secretaría Ministerial de Salud y Fondo Nacional de Salud. Permanecen en un segundo plano, los establecimientos de Atención Primaria de Salud de la Red Asistencial y ausentes de las conversaciones se encuentran las organizaciones sociales como Juntas de Vecinos, Consejos de Desarrollo y también otras regiones y centros formadores. El entorno relevante para esta organización es principalmente político partidista y donde la organización tiene poder 816 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE sobre su entorno en los aspectos estrictamente propios de su quehacer o negocio, principalmente en lo que dice relación con educación, prevención en salud. La relación con los clientes Los clientes del Servicio de Salud son heterogéneos, con muy poca información, con gran capacidad de espera, de tolerancia hacia el trato que reciben, lo que se observa en su pasividad y resignación al no disponer de otras alternativas para obtener solución a sus problemas de salud. Los clientes, desde su propia opinión, buscan obtener una solución a sus problemas, esperan recibir información, trato digno, humano, comprensión y cariño. Los clientes son para la organización en ocasiones una molestia puesto que son ellos los que engrosan la lista de espera, ya que existe la creencia que la salud se realiza en función de la oferta o las capacidades de los establecimientos y el problema está en las demandas crecientes de la población. La organización no se detiene a menudo a investigar las necesidades de la población y se producen calidades de entrega del servicio heterogéneas. Las relaciones entre la organización y los clientes son limitadas a las tareas clínicas y administrativas y una relación más estrecha o de mayor atención suele crearse en forma reactiva u ocasional. Naturaleza de la actividad dentro de la organización La organización suele operar en forma reactiva a los problemas, a las quejas, peticiones diversas, los resultados de los estilos de Evitación y Dependencia que son los más fuertes apoyan esta situación. Siempre se está a contratiempo en la entrega de informes y es habitual que se amplíen los plazos para su entrega por parte del Ministerio. Pocas son las ocasiones en que se crean innovaciones y siempre está latente la potencial resistencia de los actores. Las mejoras que se producen son en general anónimas o específicas. Predomina en la organización las acciones en detrimento de la reflexión y suele expresarse que las decisiones son impuestas desde la más alta autoridad, quien busca consejo en sus colaboradores especializados o con los gremios para minimizar las resistencias. 817 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Se observan peticiones de los gremios y negociaciones con las autoridades locales. Los gremios perciben que el número de reuniones con la autoridad son señal de poder y se encuentran confundidos los roles de dirigentes con los de pertenencia a coaliciones políticas en que se demuestran fines instrumentales de unos y otros. Existe la creencia que los gremios oficialistas también tienen “línea directa” con las máximas autoridades ministeriales, con ciclos de acercamiento y otros de distanciamiento entre las partes. Naturaleza de lo real y lo efectivo Lo real en la organización es lo circunscrito en la normativa vigente donde se señala expresamente cuáles son las actividades, funciones, atribuciones de los servicios. Aquello no señalado no es posible realizarlo. Las decisiones que no pueden tomar las autoridades son diversas y las nombradas son entre otras: cambiar las funciones; cambiar las relaciones jerárquicas; cambiar la dotación del servicio; construir una nueva estructura de estamentos, entre otros. Las decisiones que sí corresponden a las autoridades son las señaladas por Ley. Las mediciones cuantitativas más destacadas son las siguientes: área de Producción, área Administrativa y área de Recursos Humanos. Son motivo de opinión sin tener asociado necesariamente una medición sistemática: las listas de espera; el desempeño; la productividad; los costo de prestaciones; el costo de eficiencia de tratamiento nuevo; la satisfacción de los clientes; el clima laboral; la eficiencia de la red asistencial; la carga de trabajo; el costo del ausentismo; entre otros. Los resultados de la organización considerados como relevantes son la armonía o la ausencia de conflictos, a pesar que los estilos de satisfacción fueron los menos señalados por los funcionarios. La verdad procede de diferentes fuentes siendo las principales externas a la organización y el progreso de la organización se demuestra a través de indicadores que no son precisamente de impacto (número de mts2, cargos nuevos, nuevas tecnologías adquiridas por ejemplo). La naturaleza del tiempo 818 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Las acciones son inspiradas principalmente desde la mirada retrospectiva del pasado que siempre es considerado como mejor. Se recurre al pasado para indicar principalmente que ciertas medidas ya fueron adoptadas y que no produjeron los efectos esperados, siendo entonces mecanismos de defensa para emprender caminos similares. El tiempo que dedican los funcionarios y directivos en general es principalmente de acción y los tiempos dedicados a la reflexión o pensamiento son percibidos como privilegios de los que no ejecutan tareas o que podría existir alguna agenda oculta. El tiempo transcurre según el calendario de feriados y meses de mayor intensidad de trabajo. La naturaleza humana Desde un punto de vista moral, en la organización se observan las diversas actitudes. Los funcionarios son solidarios unos con otros en la medida que perciban amenazas. A su vez valoran la relación de largo plazo entre ellos y no están dispuestos a manifestar su disconformidad por el comportamiento de uno u otro. Se percibe a las jefaturas con desconfianza puesto que tienen el poder de eliminar privilegios o de perjudicar a los trabajadores. Independiente de la jefatura, se deberá siempre estar en oposición al ocupante del cargo, puesto que existe la percepción de arbitrariedad o perjuicio potencial. La organización se divide en diferentes categorías de funcionarios que son percibidos con privilegios y con diversas fuerzas de poder de los gremios que los representan. Las personas en sus puestos de trabajo tenderán a realizar únicamente las tareas asignadas y la distribución de la carga de trabajo durante la jornada es desigual, siendo muy fuerte la jornada de la mañana en los centros asistenciales. Las personas no tomarán riesgos y se apegarán a las instrucciones, siendo la innovación “peligrosa”. La naturaleza de las relaciones En opinión de los funcionarios, las relaciones en la organización deben ser de sinceridad; confianza; respeto; de valoración de los aportes singulares de cada uno que en conjunto produce sinergia en beneficio de la satisfacción de los usuarios; de coherencia con la comunicación no verbal y emocionalidad. Esta última, debe ser comprendida en su dimensión de comunicación, tal que se revise la coherencia entre el 819 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE lenguaje y la corporalidad. En general, se estrechan lazos entre las personas que permanecen casi toda su vida laboral en la organización y no es extraño que existan relaciones de parentesco. Los valores declarados por los funcionarios en que se deben basar las relaciones en la organización son de: Respeto; Lealtad; Compromiso; Confianza; Sinceridad; Colaboración y Coherencia. Las relaciones tienden a estructurarse por área de trabajo, por estamento y por antigüedad. Las relaciones verticales se concentran en las instrucciones de las jefaturas hacia sus subordinados. Las relaciones horizontales son más bien contingenciales y utilitaristas. La naturaleza de la comunicación Contrariamente a lo esperado, la información que poseen los funcionarios proviene más bien de la prensa y de los gremios. Las autoridades han asumido que las cuentas públicas son el medio para difundir el desarrollo de las actividades pasadas y de las Reformas. Además se desconfía de la información proporcionada por los gremios. Los canales informales son los que predominan en esta organización y cuando se trata de comunicación formal, ésta versa sobre pronunciamientos de la Contraloría, informes de Auditoría, o peticiones y respuestas de informes requeridos desde el nivel central. La dimensión de lo imposible Los temas que están explícitamente prohibidos se encuentran señalados en la ley y reglamentos. Las cosas que se perciben imposibles de lograr en esta organización son que: el personal esté alineado; los establecimientos terminen con el sobreendeudamiento; los médicos cumplan con su horario o que las personas sean evaluadas objetivamente entre otros. Por otra parte, además de los temas sobre los que no se habla, se sabe cuáles son las personas que no debieran pertenecer a la organización o no “encajan”, siendo éstas las que provienen del mundo privado; las orientadas principalmente a las tareas y que ejercen control; las personas innovadoras, las personas creativas y proactivas y las que tienen habilidades de liderazgo. La dimensión de la diversidad 820 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE En la organización se suelen reprimir las opiniones divergentes puesto que se perciben que ponen en peligro el status quo para lo cual los mecanismos de defensa son el aislamiento y el castigo de los funcionarios que expresan su oposición. Las posiciones que no se toleran son aquellas en que se le resta protagonismo a las autoridades, aquellas de discrepancia hacia las autoridades o dirigentes gremiales. La dimensión de lo emocional Los juicios que existen sobre las emociones son que estas son perjudiciales para el desempeño de la tarea y su abierta expresión expone al funcionario. Los estados de ánimo dominantes en esta organización son los siguientes: tristeza, desilusión y pesimismo. Como se cree que el empleo es vitalicio para un número significativo de funcionarios, el tiempo sanaría las emociones destructivas. Los resultados de las once dimensiones dan cuenta tanto de coherencias e incoherencias, pero destacan las hipótesis de creencias arraigadas del personal que refuerzan en gran medida los hallazgos cuantitativos de los estilos de cultura donde prevalece en el Estilo de seguridad hacia los empleados con preponderancia de los estilos de Evitación, Dependencia y Poder. A continuación se evalúa si las características de los dominios y estilos favorecen la implementación del Cuadro de Mando Integral en la institución. 4.2. Relación de la cultura y la implementación del Cuadro de Mando Integral Como se expuso en la revisión bibliográfica la implementación del Cuadro de Mando integral está condicionada a una serie de factores, siendo la cultura organizacional uno de ellos. A pesar de ciertas incoherencias en los discursos /declaraciones y creencias, se está frente a dos estilos culturales en el Servicio de Salud más marcados: Estilo de orientación a las personas y a las tareas. Los estilos más fuertes son el de Evitación, Dependencia y Poder, siendo los dos primeros coherentes con las características burocráticas de la institución y no serían favorables a la puesta en marcha de sistemas de control de gestión, debido a que la propia organización ha construido y reforzado mecanismos de defensa 821 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE para mantener el status quo y el fuerte estilo de dependencia podría eventualmente servir para apoyar de manera impositiva un tal sistema, lo que produciría probablemente más resistencias o ineficiencias organizativas. Respecto de la orientación al poder, derivado de la confusión de roles técnicos y roles político partidistas, resalta la importancia de construir alianzas estratégicas con los diferentes actores, obtener consenso de participación e implementación. Al menos que se haga gestión de los grupos de poder, las actitudes y presiones podrían crecer hasta lograr desplazar no sólo el proyecto de implementación sino que además la propia estabilidad de los directivos. Por otra parte, el Estilo de orientación a la tarea, con los estilos de Perfeccionismo, Oposición y Aprobación refuerzan los planteamientos anteriores, e invitan a reflexionar sobre el impacto real de introducir un sistema de control de gestión de manera burocrática, desvirtuándose su valor agregado, ya que existe el peligro latente que la finalidad sea la creación de indicadores y no la gestión como consecuencia del monitoreo de los indicadores de todas las perspectivas. Finalmente, respecto del Estilo menos presente de satisfacción podría ser una limitante para que tenga éxito la puesta en marcha del Cuadro de Mando Integral en la medida que se requiere para una implementación competencias desarrolladas en las personas, quienes perciben que la organización no las está desarrollando o aprovechando sus potencialidades. Complementariamente, si la primera perspectiva del Cuadro de Mando Integral es la de los clientes / usuarios del Servicio, resulta paradójico las creencias sobre estas, siendo también una barrera significativa la creencia de que los mecanismos de evaluación son herramientas que pueden ser usadas para atentar contra derechos adquiridos de estabilidad laboral por ejemplo. 5. Conclusiones Sintetizando los resultados obtenidos, existirían una serie de barreras culturales para implementar directamente un sistema de control de gestión como el Cuadro de mando Integral. A través del enfoque 822 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE cuantitativo, fue posible reconocer los estilos preferentes de la cultura del Servicio de Salud Antofagasta, siendo el estilo más fuerte el de seguridad hacia las personas, seguido muy de cerca por la seguridad hacia las tareas, siendo el estilo de satisfacción el más alejado en las interpretaciones de la muestra del personal. Si el análisis se limitara a esta descripción de los estilos y desarrollo de los Estilos particulares de Dependencia, Evitación y Poder que predominan después de la aplicación de técnicas cuantitativas, no sería posible identificar las barreras mismas de la organización que están en las presunciones básicas o creencias más arraigadas. En tal sentido, el enfoque cualitativo complementario, permitió para los once dominios de observación de la cultura organizacional identificar las creencias del personal, las que constituyen elementos que frenan en su mayoría la introducción de un sistema integral de gestión. Las creencias del entorno son particularmente reveladoras de la victimización del funcionario, de su imposibilidad por resolver problemas de recursos, acceso, listas de espera entre otros, en definitiva la creencia sobre sí mismo de sus potencialidades, que debiera impactar en la segunda perspectiva de recursos financieros del mapa estratégico. En segundo lugar, en el entorno también está el cliente que es el gran ausente en las conversaciones de los funcionarios, sobre el cual se asignan responsabilidades, y no existen intentos sistemáticos por conocer sus necesidades y su satisfacción. En tal sentido, este cliente que constituye la primera perspectiva del mapa estratégico difícilmente pueda adquirir ese rol protagónico para el cumplimiento de la misión institucional si no se intensifican y cambian las relaciones que se tiene con él o ella, y se realice un verdadero proceso de gestión del cambio. Finalmente, a estas conclusiones es necesario precisar que el enfoque cuantitativo del estudio consideró sólo una muestra intencional del personal de apoyo a las áreas clínicas que constituyen el corazón de la organización, por lo que convendría ampliar la muestra a otros grupos de funcionarios y evaluar a su vez si los estilos percibidos de la cultura son homogéneos o existirían subculturas al interior del Servicio de Salud o si la propia condición burocrática y de distancia con el cliente estarían también influyendo. Sin embargo, como el enfoque cuantitativo fue aplicado en el personal indistintamente de su 823 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE área de trabajo, las percepciones y creencias relativas especialmente al cliente y al entorno son significativas. También cabe preguntarse, en función de las mismas experiencias revisadas de gestión del cambio en Chile, si la misma implementación de un Cuadro de Mando Integral no es en sí mismo una preparación para el cambio, como lo han realizado empresas privadas en Chile o parte integrante de la transformación misma, destacando que en la organización como sistema abierto complejo interactúan y se coordinan en acciones las personas y le atribuyen, cambian, construyen significados a su realidad como la cultura organizacional y que debe ser gestionada desde los más altos niveles. 6. Referencias: Álvarez, M., Zamora, R., Ziede, M., (2006). Condiciones de éxito del Cuadro de Mando Integral en el establecimiento asistencial norte del Servicio de Salud Antofagasta. Tesis de Magister en Gestión y Políticas Públicas, Universidad Adolfo Ibáñez. Barney, J. (1986). Organizational Culture: can it be a Source of Sustained competitive advantage? Academy of Colomer, M., Llamas, O., Losilla, A. (2004). El Cuadro de Mando Integral aplicado al bloque quirúrgico: experiencia en el Centro Quirúrgico Ambulatorio del Consorcio Sanitario del Parc Taulí, III Encuentro Hospital Quirúrgico, www.cspt.es/webcspt/CQA/InfProf/CursosSeminCong/Recoletos2002.ppt, 24-10-2004, Madrid. Cooke, R. y Lafferty, J. Organizational Culture Inventory (OCI). Plymouth, MI: Human Synergistics; 1987. Cooke, R. Y Rousseau, D. (1988). Behavioral Norms and Expectations. A Quantitative Approach To the Assessment of Organizational Culture. Group & Organization Management, Vol. 13, No. 3, 245-273. De Quijano, S. (1999). El ASH (Auditoría del Sistema Humanos), los modelos de calidad y la evaluación organizativa. Revista de psicología general y aplicada, 52 (2-3), 301-328. De Quijano, S., Navarro, J., Yepes, M., Berger, R., Romeo, M. (2008). La auditoría del sistema humano (ASH) para el análisis del comportamiento humano en las organizaciones. [versión electrónica] Papeles del Psicólogo, 2008. Vol. 29(1), pp. 92-106 824 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Fernández, A. (2001). El balanced scorecard ayudando a implementar la estrategia, Revista de Antiguos Alumnos, Marzo 2001. Disponible en http://www.ee-iese.com/81/afondo4.html. Acceso en: Junio 2002. García Echeverría, S. Del Val, M. (1993). Cultura corporativa y competitividad de la empresa española. Madrid: Díaz de Santos. Harrison, R. (1989/1990). Conozca la forma de ser de su organización. Material de lectura No 11. Barcelona: ESADE. Hofstede, G. et al (1993). Measuring organizational cultures. A Qualitative study across twenty cases. International Studies of Management and organization, vol. 10, No. 4. Kaplan, R. y Norton, D. (1996a). Measuring the Strategic Readiness of Intangible Assets, Revista Harvard Business Review, Enero, 1996. Kaplan, R. y Norton, D. (1996b). Using the Balanced Scorecard as a Strategic Management System, Revista Harvard Business Review, Enero, 1996. Kaplan, R. y Norton, D. (1997). Cuadro de Mando Integral (The Balanced Scorecard ) (2°ed.). Barcelona: Gestión 2000. Kaplan, R. (2002). Lead and Manage Your Organization with the Balanced Scorecard, Harvard Business Review, Julio 15, 2002. Kaplan, R., Norton, D. (2004a). Focusing your organization on strategy – with the Balanced Scoredcard, (2° ed.). Revista Harvard Business Review. Kaplan, R., Norton, D. (2004b). El cuadro de mando integral: Medidas que impulsan el rendimiento. Buenos Aires: Planeta/Deusto. Kobi, J.M. y Wuthrich, H. (1991). Culture d'entreprise. Modes d'action - Diagnostic et intervention. Paris: Nathan. Kotter, M. y Hesket, J. (1995). Cultura de empresa y rentabilidad. Barcelona: Diaz de Santos. Maturana, H. y Varela, F. (2003) El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano. Santiago: Lumen y Editorial Universitaria. De Quijano, S. (1999). El ASH (Auditoría del Sistema Humanos), los modelos de calidad y la evaluación organizativa. Revista de psicología general y aplicada, 52 (2-3), 301-328. Peters, T. y Waterman, J. (1982), In search of excellence. Nueva York: Harper &Row. Pümpin, C. y García Echeverría. S. (1988) Cultura empresarial. Madrid: Díaz de Santos S.A. Ostroff, F. (2006). Gestión del cambio en el sector público. Harvard Business Review, mayo 2006. 825 Proceedings del XXV Encuentro Nacional de Facultades de Administración y Economía ENEFA Proceedings - Vol. 2, Año 2009 ASFAE Quiroga, R. (1993). Análisis y medición de la cultura organizacional. Tesis doctoral Universidad de Barcelona. Rodríguez, D. (1995). Diagnóstico organizacional (2° ed.). Santiago: PUC. Robbins, S. (2004). Comportamiento organizacional (10° ed.). México: Prentice Hall. Rodríguez. D. Quezada S. (2008). Culture organizations in the Chilean Third sector. Revista Española del tercer sector. págs. 101-126. Schein, E. (1988). La cultura empresarial y el liderazgo. Una visión dinámica. Madrid: Plaza & Janes. Smircich, L. (1983). Concepts of Organizational Culture and Organizational Analysis, Administrative Science Quarterly, 28(23). Subsecretaria de Marina (2004), Implementación del Balanced Scorecard o Cuadro de mando Integral, II° Congreso Informático Gubernamental, 13, 14 y 15 de Octubre 2004. Consultado en http://www.subsecmar.cl/prontus4_subsecretaria/site/artic/20041015/pags/20041015144633.htm, 8 febrero 2005. Thévenet, M. (1992). Auditoría de la Cultura empresarial. Madrid: Díaz de Santos S.A. Villarzú, J. Reinventando un gigante estatal. Revista Harvard Business Review, Mayo 2005. Vigorena, F. (2005). Balanced Scorecard. Consultado en www.ecg.cl/art_balanced.htm, www.fernandovigorena.cl, 6 de febrero 2005. Virgilio. V., Vera, J. (2004). Coaching organizacional: Un modelo de intervención para el cambio, monografía, Documento de Estudio Magíster Gestión y Políticas Públicas, Universidad Adolfo Ibáñez. Voelker, D.E., Rakich, J.S., French, G.R. The Balanced Scorecard in Healthcare Organizations: a performance measurement and strategic planning methodology, Hospital Topics, vol. 79, N° 3. 826